—Llévame con Zhou Mi –le gruñó Hyungjoon al Cazador
Oscuro que estaba en el auto, junto a él. No estaba en su naturaleza permitir
que otro tuviese control sobre él y su ambiente—. Soy el único que puede
protegerlo.
—Sí –dijo Bin mientras ingresaba al camino de entrada de
su mansión—. Hiciste un gran trabajo protegiéndolo de… ¿la basura, era eso?
Hyungjoon se puso furioso al oírlo. El impulso de
convertir al Cazador en polvo lo atravesó; un derivado del desagradable
carácter de su madre que había heredado. Afortunadamente para Bin, Hyungjoon
tenía más de su padre dentro suyo, y hacía tiempo que había aprendido a
respirar hondo y no ceder a sus infantiles impulsos.
No lograría nada enojándose. Tenía que encontrar a Zhou
Mi, y si utilizaba sus poderes para hacerlo, Dylan también podría localizar a Mi.
Ese hijo de puta había aprendido tiempo atrás cómo seguir los sutiles matices
de los poderes de Hyungjoon y usarlos en su contra. Por eso es que no había
peleado contra él en el bar. Le gustara o no, Dylan era mucho más poderoso.
Principalmente porque a él no le importaba a quién lastimaba para salirse con
la suya.
Lo que significaba que necesitaba al Cazador para que lo
llevara hasta Mi.
Hyungjoon se había tele- transportado fuera del
apartamento por no más de cinco minutos, para poder ir a ver a la Destructora y
decirle que dejara a Zhou Mi en paz.