Soulmate (DH3)- 18




Kyuhyun se despertó ante la suavidad del roce de una mano sobre su cabello. Él no tuvo que abrir los ojos para saber quien lo estaba tocando. Él podía sentirlo de todas maneras en su corazón.

Sungmin.

–Buenos días –dijo.

–Tardes.

Le dio una taza de café. Kyuhyun tomó un trago, esperando estremecerse, pero en realidad estaba
bueno. Muy bueno.

Ante su mirada sorprendida, él se rió.

–Mis padres venden café en el bar. No puedo beber ese brebaje, pero realmente sé como hacerlo.

–Lo haces muy bien. ¿Qué hiciste mientras dormía?

–Trabajé. Tengo que encontrarme con un cliente y mostrarle algunas piezas de las que me encargó. Si realmente le gustan, él va a darme un contrato para suministrar el material gráfico y los murales para su cadena de restaurantes.

–¿De verdad? –preguntó, impresionado por las noticias.

–Si consigo el contrato, no trabajaré más en la plaza. Finalmente tendré bastante dinero como para abrir mi propio estudio.


–Sabes, que yo podría darte el dinero para eso.

Una tristeza le embargó.

–También podrían mis padres, pero esto es algo que quiero hacer yo solo. No quiero que nadie me dé nada.

Él entendió eso bien. Él había pasado la mayor parte de su vida mortal probándose a sí mismo ante otros.

–Nunca duele tener ayuda.

–Lo sé. Pero no sería lo mismo. Además, pienso que estaría realmente bien entrar a un restaurante y ver mi trabajo colgado allí.

–Sí, lo sería. Espero que consigas el contrato.

Sungmin rió otra vez.

–¿En cuanto a ti? ¿Qué esperas?

–Espero que mi cabaña nunca salga volando en un huracán durante las horas de luz del día.

El se rió.

–En serio.

–Soy serio. Podría ponerse feo si lo hiciera.

–Realmente no tienes ningún proyecto para el futuro, verdad?

–No hay nada que planear, Sungmin. Soy un Dark Hunter.

–¿Alguna vez pensaste en dejarlo?

–Nunca.

–¿No, incluso ahora?

Él se calló como pensándolo.

–Si yo pudiera pasar de Camulus tal vez. Pero...

Sungmin asintió, entendiendo aquel escollo demasiado bien. Camulus se había reído de él cuando había preguntado si podría alguna vez perdonar a Kyuhyun.

La tierra fallecerá antes de que yo lo deje en paz. Mientras que esté vivo, él pagará para tomar la vida de mi hijo.

Pero no le dijo a Kyuhyun sobre eso. No quería trastornarlo. De algún modo, él encontraría otro camino alrededor de Camulus.

–Bien –dijo–. No lo mencionaré otra vez. Vamos solamente a disfrutar lo que ahora tenemos.

–Suena como un plan.

Ellos pasaron la noche silenciosamente, jugando juegos y conversando. Sungmin vagó por su cocina hasta que encontró bastantes provisiones como para hacer pintura para el cuerpo, comestible.


Sungmin se durmió no mucho después de la medianoche y lo dejó solo para pensar en ellos.

Kyuhyun salió a sentarse en el pórtico. Estaba pacífico y frío afuera. La niebla sobre el pantano era espesa y él podía oír al agua moviéndose alrededor.

Durante siglos esta había sido su solitaria existencia.

Él no podía contar las veces que había estado sentado ahí solo, solamente escuchando la oscuridad. Y del otro lado de la puerta cerrada él tenía al cielo mismo que lo esperaba.

Si sólo pudiera conservarlo.

¿Cómo un hombre podría vencer a un dios? ¿Eso era posible?

Como un hombre mortal, el pensamiento nunca se le había ocurrido, pero ahora...

Ahora él se preguntaba...

Kyuhyun fue a la cama unas horas después de la salida del sol. Sólo había dormido aproximadamente una hora cuando él oyó que Sungmin revoloteaba alrededor de su escritorio.

–¿Qué estás haciendo? –preguntó adormilado.

–Busco las llaves del bote.

–¿Para qué?

–Te dije, tengo que ir encontrarme con un cliente.

Kyuhyun frotó sus ojos borrosos mientras intentaba entender lo que decía.

–¿Qué?

–Te conté sobre ello anoche, ¿recuerdas? Se supone que lo encontraré cerca de las once. Prometo que me encontraré con él y luego volveré tan pronto como pueda.

–No puedes hacer eso.

Sungmin hizo una pausa y lo miró.

–Te dije lo importante que es esto para mí. Para mi carrera.

–Sungmin, no seas estúpido. Es sobre tu vida de lo que hablamos.

–Sí, lo es. –El volvió a buscar en el escritorio–. Y no voy a dejar que unos enfermos psicóticos arruinen todo lo que quiero. Créeme, si el bicho raro se me acerca hoy, te aseguro que haré que sea el último error que jamás cometa. Yo no sabía que ellos estaban detrás de mi antes. Ahora lo sé y me puedo cuidar.

Enfadado porque lo desafiaba, Kyuhyun se levantó.

–No voy a dejar que salgas de aquí.

–No me digas lo que tengo que hacer, Kyuhyun. Mi propio padre no me ordena. Soy un adulto, con mis propios pensamientos, y no dejaré que alguien dicte mi vida.

–¡Demonios!, Sungmin, sé razonable. No quiero que te lastimen.

–¿Por qué? ¿Por que me amas?

–Sí, por eso.

Ambos quedaron congelados mientras el gruñía las enfadadas palabras.

El corazón de Sungmin revoloteó. El quería creer eso. Desesperadamente. ¿Pero era verdad?

–¿En serio? –preguntó, su voz espesa y pesada.

Kyuhyun miró mientras él abría el cofre de plata labrada que estaba sobre su escritorio y sostenía el colgante idéntico al suyo, sólo que más pequeño.

El colgante de Shengmin. El le dio la caja abierta.

–¿O es a Shengmin al que amas?

Kyuhyun cerró sus ojos, incapaz de soportar la imagen del colgante de su esposo, que debería haber destruido hacía siglos.

Pero no pudo.

Él lo había encerrado allí y mantenido fuera de su vista. Nunca había estado fuera de sus pensamientos.

Sungmin cerró la caja y la devolvió al escritorio.

–Tengo que hacer esto. Por mí. No viviré mi vida con miedo. Camulus sabe que estamos juntos. Él puede tomarme o matarme aquí tan fácilmente como lo puede hacer en la ciudad. Él es un dios, Kyuhyun. No es que podamos ocultarnos de él.

Kyuhyun se estremeció ante sus palabras. En su mente, vio a su tío reducido mientras que él luchaba por llegar a su lado. Vio el golpe asesino que había enviado a su tío al suelo antes de que Kyuhyun pudiera alcanzarlo.

El dolor rasgando su pecho. Él bien entendía la necesidad de Sungmin de probarse a sí mismo, de tener algo propio. Pero no podía enviarle ahí solo, sin protección. Además, él necesitaba su fuerza completa para luchar y protegerle, lo que significaba que necesitaba descansar más. Si saliera esa noche, mientras estaba agotado, podría lograr que los mataran a ambos.

¡Maldita sea!.

–Bien –dijo él con irritación, alcanzando su teléfono celular. Había sólo una persona, además de Shindong , que tenía la fuerza y los poderes para luchar con un dios y posiblemente evitarlo–. Puedes ir, pero llevarás a alguien contigo.

–¿A quien?

Él levantó su mano pidiéndole silencio hasta que Kevin contestó. El Katagari no pareció particularmente feliz de oír su voz.

–No te di permiso de llamarme, Celta.

–Muérdeme, Muchacho lobo. Necesito un favor.

–Me deberás un favor por ello.

Miró a Sungmin. Por él, cualquier cosa.

-Y estoy dispuesto a pagarlo –le dijo a Kevin.

–¿Bien entonces, qué necesitas?

–¿Puedes tomar forma humana en la luz del día?

Kevin se mofó.

–Obviamente. ¿Alguna vez has intentado contestar un teléfono sin pulgares? Sin mencionar el hecho en que te estoy hablando en inglés y no en lobo.

Kyuhyun gruñó por el sarcasmo.

–¿Sí, pero puedes mantenerte y luchar a la luz del día?

Él resopló ante eso.

–Oh sí. La luz del día no me molesta.

–Bueno. Sungmin tiene que ir a Jackson Square un ratito esta mañana.

–¿Discutiste esto con Shindong ?

–No.

Kevin se rió.

–Viviendo sobre el precipicio. Me gusta eso. ¿Bien, entonces qué necesitas que haga?

–Quiero que lo protejas hasta que yo pueda hacerlo después que caiga la noche.

–Un perro guardián marchando. Dame aproximadamente media hora para llegar allí.

–Bien, gracias.

–Yo diría cuando gustes, Celta, pero este es un trato de un solo sentido.

–Sí, lo sé.

Sungmin frunció el ceño mientras él colgaba el teléfono.

–¿Quién era ese?

–Ese era Kevin.

–¿Es un Dark Hunter también?

–No, amor. Estas a punto de conocer a tu Were-Wolf.



Kevin no era solamente un Were-Wolf, descubrió Sungmin. Era “el Were-Wolf”, por la dura, fiera aura que proyectaba.

Kevin se movió con la gracia fluida de un depredador, con su cabeza hacia abajo como si estuviera listo para atacar. Grrrr, pero el hombre era una bestia atractiva.

–Llegas temprano –dijo Kyuhyun.

Kevin encogió los hombros, su cuerpo era una sinfonía de movimiento.

–No me tomó tanto tiempo dejar la jauría como pensaba.

El Were-Wolf le contempló y le dirigió una sonrisa que hizo derretir sus rodillas.

–¿Realmente me vas a confiar a tu pareja, Celta?

–Sí, porque en este pantano, Yo mando.

Kevin arqueó una ceja escépticamente.

–¿Es una amenaza?

–Es una promesa, Kevin. Tengo mi ejército acampando sobre tu umbral para proteger a tu familia. Pido lo mismo de ti.

–Respetaré tu confianza, Celta. Pero sólo porque sé cuan raramente tú lo das.

Hubo una mirada de entendimiento mutuo entre ellos. Kevin se puso sus gafas de sol.

–¿Estas listo, bebé?.

Sungmin se puso rígido ante la repentina muestra de cariño. Él podría ser lindo, pero no tenía ninguna intención de permitirle seguir con eso.

–No eres mi novio o mi hermano, entonces deja eso “de bebé”, ¿Ok?

Él le dirigió par de hoyuelos asesinos.

–Sí, señor. Te veo a la noche, Celta.

–Sí, lo harás.

Sungmin hizo una pausa sobre el pórtico y miró alrededor.

–¿Dónde está tu bote?

–No hago las cosas en bote. Es ruidoso y toma demasiado tiempo.

–¿Entonces cómo vamos a salir aquí?.

Kevin rió endemoniadamente y le ofreció su mano.

–¿Confías en mí?

¿Estaba bromeando?

–No, hasta que te conozca.

Él se rió, un sonido caliente, rico que era seductor y encantador, aunque de una manera extraña, no tuvo ningún efecto verdadero. Podría apreciar cuán atractivo era, pero su corazón y lealtad pertenecían a Kyuhyun.

–Todo bien, entonces, Dorothy –dijo él. –Cierra tus ojos, chasquea tus talones tres veces, y di, “No hay ningún lugar como casa”.

–¿Qué?

Antes de que Sungmin pudiera parpadear, él tomó su mano y ellos destellaron del pórtico a un área boscosa donde un pequeño rastro se abrió camino entre los árboles. No tenía ninguna idea de adonde estaban, pero la cabaña de Kyuhyun no se veía por ninguna parte.

Sungmin jadeó.

–¿Qué hiciste?

–Te transporté.

-¿Quién eres tú, de Viaje a las Estrellas?

Él le dirigió una mirada insultante como si disfrutara de su incomodidad.

–Esto es llamado correctamente un salto lateral de tiempo. Solamente te moví horizontalmente a través del tiempo, del pórtico de Kyuhyun, atravesando el pantano, a donde está oculta mi motocicleta. Simple.

–¿Tiempo horizontal? No entiendo.

–El tiempo fluye en tres direcciones –le explicó–. Hacia delante, hacia atrás, y lateralmente. Si no haces nada en absoluto, el tiempo siempre fluye hacia delante, pero si coges el Rytis correcto, puedes escoger una de las otras direcciones.

Totalmente confuso, le miró con el ceño fruncido como intentando comprender lo que le decía.

–¿Y cómo haces eso? ¿Cómo coges ese Rytis?.

–Bebé, en este mundo, soy el poderoso Oz y no hay mucho que no pueda hacer.

Oh, este tipo se estaba volviendo irritante.

–Deja de llamarme bebé.

Él inclinó su cabeza y se movió hacia un árbol. Dos segundos más tarde, una motocicleta brillante gris oscura apareció de ninguna parte.

–¿Bien, ahora cómo hiciste eso?

–En resumen, soy un hechicero. Puedo torcer cada ley de física conocida por la humanidad y unas cuantas aún no descubiertas.

Sungmin estaba impresionado.

–Ese es un talento serio.

Otra vez aquella oscura y profunda risa.

–Bebé, si no estuvieras con Kyuhyun, yo te mostraría donde están mis verdaderos talentos.

Él apostaría que lo haría. Él le dio un casco.

–¿Me llamas bebé solamente para irritarme, verdad?

–Mi padre siempre decía que nací para inflamar sus partes inferiores. Supongo que no lo puedo remediar.

–Hazme un favor. Inténtalo.

Mostrando sus hoyuelos, se quitó sus gafas de sol, las puso en el bolsillo interior de su chaqueta de motorista, y se colocó el casco sobre su cabeza.

–Entonces dime –dijo Sungmin–.¿Si puedes hacer todas esas cosas mágicas, por qué montamos una motocicleta en la ciudad? ¿No podríamos solamente saltar el tiempo hasta el parque?

–Yo podría. Pero como Shindong tan a menudo dice, sólo porque puedes hacer algo, eso no significa que deberías hacerlo. Personalmente, no quiero ser experimento de laboratorio de algún tipo, entonces intento no pasar por áreas pobladas si puedo evitarlo.

–¿Ya que viajas en el tiempo, alguna vez pensaste en cambiar el pasado?

–Sí.

–¿Alguna vez lo has hecho?

Él sacudió su cabeza y una seriedad oscura cayó sobre su cara.

–Hay algunos poderes en este mundo es mejor dejarlos de lado. El cambio del destino de alguien es definitivamente uno de ellos. Créeme, los Destinos tienen una desagradable manera de lastimar a cualquiera lo suficiente tonto para hacer un lío en sus dominios.

Sus palabras siniestras sonaron en sus oídos. Sonó como si alguna vez hubiera cometido ese error, y él quiso preguntar si lo había hecho, pero algo dentro le dijo que lo dejara pasar.

Sungmin se puso su casco, luego subió a la parte trasera de la motocicleta e hizo todo lo posible por mantener alguna distancia entre ellos.

Había algo en él en lo que no podía confiar.

A petición de suya, lo llevó a la pequeña galería de arte donde guardaba su carro de ilustraciones cerrado y le ayudó a llevarlo a Jackson Square.

Cuando llegaron, era un poco después de las diez, y ya había una enorme muchedumbre reunida.

–No lo pesco –dijo Kevin mientras llevaba el carro hasta el stand de Judith–.¿Por qué estas armando la tienda si solamente quieres encontrarte con un cliente?

–Cameron dijo que quería ver todo lo que vendo. Si tengo que arrastrar todo para él, también podría vender a otra gente.

Le mostró donde colocarlo. Kevin lo hizo, pero no pareció demasiado contento con ello. Judith hizo señas dobles cuando los vio.

–¿Alguien nuevo, Minnie?

–No, él es solamente un...

–El Perro guardián –dijo él, extendiéndole su mano–.¿Eres Choi Judith, no? La hermana mayor de Leeteuk?

Judith asintió con la cabeza mientras estrechaba su mano.

–¿Conoces a Leeteuk?

–Si conozco a Kangin.

–¿Soy yo o todo el mundo conoce a Kangin? –preguntó Sungmin.

Judith se rió, luego se volvieron a Kevin que estaba abriendo la mesa plegable de Sungmin donde por lo general colocaba sus piezas de cerámica más baratas.

–Estamos a la luz del día entonces sé que no eres un CO. ¿Eres un Escudero?

Él se puso rígido.

–No me insultes. No me manda nadie.

–Él no es muy amistoso –explicó Sungmin mientras acomodaba su puesto–. Pienso que tiene rabia o algo.

Kevin lo miró medio divertido, con media sonrisa perturbadora.

–Sabes, Sungmin, me gusta tu espíritu.

Sungmin comenzó a responder, pero sintió a alguien mirándole. Asustado y ansioso, miró alrededor a la muchedumbre hasta que vio una brillante, y sonriente cara que le era tan familiar como la suya propia.

A Sungmin se le iluminó la cara.

Incluso aunque no fuera muy alta, la anciana mujer se destacaba en la muchedumbre y esto no era sólo por la camisa insanamente roja brillante que llevaba. La mujer mayor tenía una esencia y presencia que era tan poderosa y fuerte como las de Kevin o de Kyuhyun.

–¡Abue! –dijo Sungmin, mientras la mujer mayor se acercaba–.¿Qué haces por aquí? Pensé que juraste que nunca pondrías un pie otra vez en Nueva Orleans durante Mardi Gras.

Su abuela lo abrazó fuertemente, luego se retiró para mirarle. Había pasado casi un año desde la última vez que se vieran. ¡Oh, era grandioso ver a su abuela otra vez! Su abuela deslizó su mano arriba y abajo de su brazo como si ella misma se asegurara que Sungmin estaba sano.

–Bien, esa era mi intención, pero tu madre llamó y me dijo que tenías toda clase de preguntas sobre ser un celta. Entonces pensé en pasar y sorprenderte.

–Puedes estar segura que lo hiciste. Pero estoy contento de que estés aquí.

Su abuela arqueó una ceja censuradora mientras miraba a Kevin.

–¿Y usted quien es?

–Kim Kevin.

Ella miró cortante a Sungmin.

–¿Dónde está ese Kyuhyun sobre el que tu madre habla?

–Él va a venir más tarde, Abue.

Ella asintió, luego se sacó un pequeño medallón de debajo de su camisa y lo colocó alrededor del cuello de Sungmin.

–¿Qué es esto?

Su abuela lo ajustó para que estuviera a la vista de todo el mundo.

–Mantén esto cerca de tu corazón, por un tiempo. Si ese hombre viene por ti otra vez, le dejas saber quien te protege.

–¿Qué hombre? –preguntó, esperando que su abuela no supiera sobre su secuestro. Lo sabía.

–Sé lo que pasó, Minnie. Sabes que lo sé.

¡Demonios!. Su abuela tenía algunos misteriosos talentos psíquicos.

–No creo que tu collar lo asuste, Abue.

–Te sorprenderás. Y si esto no lo hace, entonces se merecerá lo que reciba. –Su abuela lo acarició sobre el hombro y se dio vuelta a Judith–. Estuvo practicando los ejercicios que le enseñé Sra. Choi?

–Sí, señora. Puedo sentir que mis poderes crecen cada día.

–Bueno. Ahora mejor vuelvo a lo de Minnie. Si ese fétido bastardo se acerca a mi bebé...

–¡Abuela! –jadeó Sungmin. El nunca en su vida oyó a su abuela usar tal palabra.

–Bien, lo es. Enredando a mi nieto. Herviré sus verrugas en aceite y alimentaré con su cabeza a los lobos.

Kevin hizo arcadas ante eso.

–Usted sabe que a los lobos realmente no les gusta comer cabezas. Carne, sí, pero las cabezas son realmente duras para las mandíbulas. Para no mencionar, lo de agarrar el cráneo entre los dientes.

Su abuela le dirigió una mirada desdeñosa.

–¿Usted se está haciendo el simpático conmigo, muchacho?

–Sí.

–¿Joven –dijo su abuela en un tono arrogante–, su madre no le enseñó algunos modales?

–Mi madre sólo me enseñó una cosa y, le juro, eso no eran modales.

Su abuela asintió.

–Me doy cuenta. Pero usted todavía tiene una lección muy importante para aprender en la vida.

–¿Y eso es?

–Un día usted va a tener que dejar que alguien más que su hermano y su hermana se acerquen a usted.

Su cara se volvió de piedra y la mirada en sus ojos fue salvaje y feroz.

–¿Qué sabe usted sobre mis hermanos?

–Yo que usted me preocuparía. Tiene un camino difícil por delante, Kim Kevin. Siento no poder aliviarlo para usted, pero lo suyo es viajar solo. Solamente recuerde, usted es mucho más fuerte que lo que piensa que es.

–Créame, señora, mi fuerza es una cosa de la que nunca dudo.

Su abuela se rió ante eso.

–¿Es asombrosa la cantidad de mentiras que decimos a otra gente, verdad?

Su abuela le dio la espalda a él.

–Judith, Sungmin. Usted dos tengan cuidado. Y Sungmin, cuando llegue la noche, sigue tu corazón. Haz lo que te ordena y eso no te fallará.

–Bien, Abuela, lo haré.

Su abuela lo besó en la mejilla, luego se marchó.

Después de que estuvo fuera de la vista, Sungmin se volvió para ver que Kevin lucía inquieto.

–Lo siento. Ella hace esto a mucha gente. Tiende a decir lo que se le cruza por la cabeza.

Kevin no habló. En cambio, dobló sus brazos sobre su pecho y se apoyó hacia atrás contra la reja negra de hierro que rodeaba la plaza.

Sungmin terminó de establecer su puesto, luego comprobó su reloj. Faltaba todavía un ratito antes que Cameron llegara, entonces sacó su bloc de dibujo y comenzó a garabatear.

Antes de que se diera cuenta había dibujado un retrato del hombre que lo había secuestrado. Kevin miró el bosquejo.

–Malditamente parecido.

Sungmin se quedó frío.

–¿Conoces a este tipo?

–Bueno, sí. Por supuesto. También Kyuhyun. Judith probablemente también lo conoce.

–Judith –dijo Sungmin, mirando a su amiga–.¿Sabes quien es?

–Seguro, es Shindong.

–¿Quién es Shindong? –preguntó. Todos a su alrededor seguían mencionando su nombre, pero no tenía idea alguna de quien o qué era.

–A falta de una mejor explicación –dijo Kevin–, es el jefe de Kyuhyun.

–¿Por qué el jefe de Kyuhyun me secuestraría? ¿Crees que quiere mantenerme alejado de Kyuhyun?

Kevin se rió de esto.

–No es su estilo. Si Shindong  quisiera mantenerte a distancia de Kyuhyun, él solamente se mostraría en tu puerta y mierda que te asustarías. Además, fue él quien condujo la partida de rescate.

Bien, era bueno saberlo.

¿Pero por qué lucía como el tipo que lo había secuestrado? Su ceño se hizo más profundo.

–¿Él estaba allí cuándo Kyuhyun me salvó de Camulus?

–Sí y yo también. ¿No me recuerdas?

El sacudió su cabeza. Todo lo que podía recordar era a Kyuhyun.

–¿Cuan bien conoces a Kyuhyun y a Shindong? –le preguntó a Kevin.

Él se encogió de hombros.

–Solamente conozco a Kyuhyun, pero he cruzado caminos con Shindong un momento o dos a lo largo de los siglos.

–¿Tú eres inmortal también?

Él sacudió su cabeza en un no.

–Mi raza sólo vive mucho más que los humanos.

–¿Cuánto tiempo?

–Aproximadamente mil años, puede variar en un siglo o dos.

Wow. Eso es un buen rato.

Sungmin no podía imaginarse lo que sería tener todo ese tiempo para planear tu futuro. Pero algo dentro le dijo que podía ser tanto una maldición como una bendición vivir mucho tiempo, sobre todo si tenías que vivir solo.

Sungmin miró a Kevin mientras él exploraba la muchedumbre alrededor de ellos.

–¿Por qué eres tan abierto para hablar mientras que Kyuhyun se rehúsa a decirme algo?

Él se encogió.

–No hice un juramento de silencio, y calculo que en los últimos días has visto suficiente mierda espeluznante como para darte cuenta que saber acerca de mí es el menor de los problemas. Además, te desafío a decirle a alguien que soy realmente un lobo que pretende ser humano. –Él hizo una pausa y le sonrió abierta y diabólicamente–. Te desafío –dijo él despacio–. Eso, mi amigo, conseguirá que te encierren en un cuarto acolchado.

-¿Eres realmente un lobo?

Él asintió.

–¿Entonces cómo puedes ser humano?

–Somos una clase diferente que tu gente. Mi raza fue creada hace aproximadamente nueve mil años cuando mi bisabuelo decidió salvar las vidas de sus hijos manipulando mágicamente su ADN con el de unos animales selectos. Así fuimos creados. Un hijo fue con la mitad de las dos sangres. Uno que tenía corazón humano y otro que tenía un corazón de animal. Desciendo directamente del animal.

–¿Entonces tienes el corazón de un lobo?

Otra vez, asintió.

–Y la moral y el instinto de conservación de uno también.

–¿Alguna vez deseaste ser humano?

–No, nunca. ¿Por qué querría?

Había mucho más de sus sentimientos de lo que estaba dispuesto a admitir y era obvio que no quería que escarbara en eso. Entonces cambió de tema.

–¿Te duele cuando cambias de forma? ¿Se parece a las películas dónde te haces todo peludo y los huesos crujen?

Él resopló ante eso.

–No. Eso es estrictamente una dramatización de Hollywood. Ya que somos nacidos de la magia, principalmente lo manejamos sin dolor. Siento tanto dolor al transformarme como el que tu sentiste cuando te llevé de la cabaña de Kyuhyun hasta mi moto. Todo lo que sientes es un cosquilleo eléctrico que te atraviesa. Es en realidad agradable si lo haces bien.

–Debe ser fantástico ser capaz de hacer todo eso.

–¿Qué estás haciendo?

–Intento imaginar como lucirías como lobo.

–Reza para nunca averiguarlo.

–Sabes que pienso, que ustedes muchachos deberían de dejar de asustar gente.

No dispuesto a investigar más allá, Sungmin siguió esperando. Lamentablemente, Cameron no apareció.

Kevin intentó llevarlo de regreso a Kyuhyun pero se rehusó.

–Tal vez llegue sólo tarde. Tal vez tenía una reunión o algo así. No puedo marcharme.

Kevin dio un gruñido bajo muy parecido al de un lobo y tomó asiento detrás del puesto, apoyándose contra la reja negra.

La tarde se prolongó, pero nada pasó. Cameron todavía no aparecía.

Judith se marchó a las cuatro para un breve descanso. Kevin ahora se sentaba sobre el cordón de la acera detrás de él.

–¿Haces esto cada día? –preguntó él.

–Más o menos.

-Hombre, esto es aburrido como el infierno. ¿Qué haces para impedir volverte loco?

–Por lo general bosquejo o pinto, y antes de que me de cuenta, el día ha pasado y es hora de ir a casa.

–Bien, no lo entiendo.

–La gente que no es artista nunca lo hace.



2 comentarios:

  1. La declaración de amor de KyuHyun se ve empañada con las dudas de SungMin, ojalá KyuHyun se aclare y le aclare a Min lo que siente antes de que las cosas se confundan más de lo que ya están.

    A mi me daría miedo encontrarme con la abuelita de SungMin, esa mujer lo sabe todo!! debería decirle que me cuente como acabará la historia(? eso sí me gustó su consejo, ojalá le traiga cosas buenas al KyuMin.

    Me alegra que Kevin fuera con SungMin, su historia parece bastante interesante. Lo que me extraña es que ese tal Cameron nunca apareciera por ahí, ojalá y no haya sido una trampa ><

    Gracias por la actu!!

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  2. Interesantes declaraciones de la abuela de Sungmin,y al parecer,llego en el momento correcto. Lo mejor de todo,es que la tenemos del lado de los buenos. Ya hasta puso en jake a Kevin.
    Kyu lo ama y no puede decirlo,y si lo dice,Sungmin sale con sus dudas. Mejor que no se digan nada aun,al parecer no es el momento correcto. Shin debería de tener una platica con sus hunters......sus cazadores descubriran todo por su cuenta y espero que no les afecte

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...