Kangin hizo un esfuerzo supremo para permanecer atento al
tráfico, pero seguía rememorando una y otra vez escenas del sueño.
Joder, no
recordaba cuándo había sido la última vez que tuvo un sueño tan real. Se había
despertado muy temprano, duro y dolorido por el deseo. Y, en aquel momento,
creyó oler el aroma de Leeteuk en la almohada.
Sobre su piel.
Había pasado el resto del día intentando descansar todo lo
posible, pero sólo había dormido a ratos. Deseaba a ese joven de un modo tan
intenso que su simple proximidad lo hacía temblar.
Nunca había anhelado algo con tanta fuerza como lo que Leeteuk
había sugerido: liberarse y devorarlo. Si se atreviera a hacerlo…
En cuanto oscureció salió de caza… a cazarlo a él. Era la
primera vez en su vida como Dark Hunter que había perseguido a un mortal.
–¿Sabes una cosa? –le dijo Leeteuk con ese acento suave y
cadencioso, provocándole una descarga eléctrica que descendió por su espalda
hasta llegar a la entrepierna–. No tenías por qué recogerme. Podías haberme
llamado a la oficina para saber si estaba bien.
Kangin se aclaró la garganta al sentir que se ruborizaba.
¡Joder! ¿Iba a hacer que se le subieran los colores? No se había ruborizado
desde que era un jovenzuelo imberbe, hacía ya dos mil ciento sesenta años.
–No tenía tu número.
–Podías haberlo buscado en la guía telefónica o pedirlo en
información. Y, por supuesto, Donghae lo tiene.
Kangin percibió su sonrisa sin mirarla.
–Coño, si hasta podías haberlo sacado de mi cerebro. –Lo
miró con suspicacia y con una súbita expresión perversa en el rostro–. Apuesto
a que querías verme otra vez, ¿no es eso?
–No –contestó él demasiado rápido.
–Mmm… –La incredulidad se reflejó en su tono de voz–. ¿Por
qué será que no acabo de creérmelo?
–Seguramente porque nunca he sabido mentir.
Ambos rieron al unísono.
Lo observó mientras conducía. Se había puesto las gafas de
sol y no era nada justo que un hombre fuese tan guapo.
–¿Puedo preguntarte una cosa? –inquirió.
Él arqueó una ceja, expectante, pero no dijo nada y siguió
mirando al frente.
–¿De verdad te gusta ser un Dark Hunter?
Kangin lo miró y sonrió con esa sonrisa que dejaba ver los
colmillos.
–Dime ¿cuántos trabajos hay por ahí que te permitan ser un
héroe todas las noches? Mi sueldo es astronómico y vivo eternamente. ¿Hay algo
que no resulte atractivo en este empleo?
–¿Pero no te sientes solo a veces? –insistió –Puedes
sentirte solo en mitad de una multitud.
–Supongo, pero…
Kangin le miró de soslayo.
–¿Por qué no me preguntas lo que en realidad quieres saber?
–Teniendo en cuenta que puedes leer mis pensamientos, ¿por
qué no me respondes directamente?
Él sonrió con deleite, con la misma expresión que un lobo
que acabara de encontrar su próximo almuerzo.
–Sí, cielo, me pareces increíblemente sensual. Lo que más
deseo en estos momentos es llevarte a mi casa y hacerte gritar de placer.
El rubor cubrió de nuevo el rostro de Leeteuk.
–Odio cuando haces eso. Eres peor que Heechul. ¡Dios Santo!
¿Todos los Cazadores Oscuros comparten esta habilidad?
–No, nene, sólo la tengo yo. –Y después añadió–: Cada uno de
nosotros tiene sus propias habilidades.
–Si te soy sincero, me encantaría que la tuya fuese
totalmente diferente.
–Muy bien cariño. Contigo, se acabó. Ya no volveré a leerte
la mente.
Mientras lo observaba, Leeteuk se dio cuenta de que debajo
de esa apariencia de chulo y fanfarrón había un buen corazón.
–Eres un buen hombre, Hunter.
–Soy un buen vampiro, querrás decir.
–Sí, pero no vas por ahí bebiendo la sangre de la gente.
Los labios de Kangin se curvaron en una sonrisa casi
imperceptible.
–Hyukjae te lo dijo, ¿no?
–Sí. Me dijo que los Cazadores Oscuros, al contrario que los
apolitas, se libraron de esa parte de la maldición de Apolo.
–Para tu información –le dijo de forma inquietante–, no
necesitamos sangre para vivir, pero un cierto número de Cazadores Oscuros, a
los que llaman Bebedores, sí la toman. –Cambió de marcha–. Me parece que Hyukjae
y tú pasaron demasiado tiempo hablando anoche.
–Es posible. –Pero claro, Kangin se había convertido en su
tema de conversación favorito. Había tenido al pobre Hyukjae despierto hasta
bien entrada la madrugada, preguntándole cosas sobre Kangin y los Cazadores
Oscuros–. ¿Es verdad que los apolitas sólo viven veintisiete años?
Él asintió.
–Eso es lo que los hace tan peligrosos. La mayoría de ellos
darían cualquier cosa por vivir un solo día más.
Y ésa era la razón, según Hyukjae, de que los Cazadores
Oscuros no tuvieran alma. Así se evitaba que los Daimons se hicieran con las
almas más poderosas. Cuanto más fuertes fuesen las almas robadas, más podrían
vivir los Daimons gracias a ellas.
–Alguien como tú –le dijo Kangin–, es un objetivo primordial
para los Daimons. Cuando roban un alma como la tuya, obtienen todos los poderes
psíquicos que la acompañan.
Leeteuk resopló.
–Yo no tengo poderes.
–Si esa mentira te hace feliz…
–No es ninguna mentira –se defendió Leeteuk–. No tengo
ninguna habilidad provechosa. Por lo menos ninguna que no esté relacionada con
devorar números.
–Vale, devorador de números, te creo. –Pero el tono con el
que lo dijo desmentía sus palabras.
Leeteuk miró con ojos entornados al pedazo de testarudo que
tenía al lado y le dio las indicaciones precisas para llegar a su casa. Según
se acercaban al lugar, comenzó a ver algunas nubes de humo que ascendían hacia
el cielo.
–¿Eso es un incendio?
–Sí; y parece que es grande.
–¡Oh, no! –musitó al aproximarse y ver que era su casa la
que ardía.
Pero Kangin no se detuvo allí, continuó bajando la calle
hacia la casa de Heechul que también estaba siendo consumida por las llamas.
Leeteuk se abalanzó para abrir la puerta con los ojos
arrasados de lágrimas.
–¡Heechul! –chilló, aterrorizado ante la idea de que su
hermano pudiera estar dentro del edificio.
En un abrir y cerrar de ojos, Kangin salió del coche y entró
corriendo en la casa. Con el corazón martilleándole en el pecho, Leeteuk salió
del Lamborghini a trompicones y se dirigió a toda prisa hacia el porche.
–¿Hunter? –lo llamó, intentando distinguir algo entre las
llamas–. ¡Heechul!
Por favor, que esté bien. Por favor, ¡que Hee esté todavía
en el trabajo!
Mientras esperaba allí, intentando vislumbrar a Kangin o
escuchar su voz, una moto entró en el jardín y se detuvo con un chirrido de
frenos junto al camino de entrada.
A la velocidad del rayo, el motorista se quitó el casco
negro, lo tiró al suelo y entró en la casa tan rápido que Leeteuk no pudo verle
la cara. Pero se dio la vuelta ya que, en ese mismo momento Kangin salía de la
casa llevando en brazos a la compañera de su hermano.
Leeteuk lo siguió hasta el jardín, donde Kangin dejó a Puff
tumbada en el césped.
–Heechul no estaba dentro –le dijo él mientras inclinaba la
cabeza hacia el cuerpo inconsciente de la chica–. Ha inhalado mucho humo.
–Comprobó los alrededores; varios vecinos se habían asomado al lugar, pero
ninguno hacía ademán de acercarse–. ¿Dónde está la maldita ambulancia?
–masculló.
Heebum se acercó corriendo a ellos. Lamió la cara de Puff y
después la de Leeteuk. Mientras saludaba al animal con unas palmaditas, alzó la
mirada para observar al tipo que había llegado en la moto. Era apuesto, pero
parecía estar envuelto en un aura etérea, casi mística.
Iba ataviado con una chaqueta de cuero de motorista,
cubierta con inscripciones celtas en tonos rojos y dorados. De su cuello pendía
un grueso colgante de oro, también celta.
El hombre se arrodilló junto a Kangin y pasó una mano, aún
cubierta por el guante, unos centímetros por encima del cuerpo de Puff.
–Tiene los pulmones abrasados –dijo en voz baja.
–¿Puedes ayudarla, Kyuhyun? –le preguntó Kangin.
El recién llegado asintió. Se quitó los guantes y colocó las
manos sobre las costillas de Puff. Después de unos segundos, la respiración de
la chica se hizo más tranquila y estable.
Kyuhyun buscó a Leeteuk con la mirada quien se estremeció al
darse cuenta de que tenía los ojos exactamente iguales a los de Kangin.
Había algo muy inquietante, algo muy extraño, en este nuevo Dark
Hunter. Era el sosiego personificado, decidió. Como un remanso de aguas oscuras
pero insondables. Esa serena calma que lo rodeaba resultaba seductora y
escalofriante a la vez.
De repente, cayó en la cuenta de que debía estar sucediendo
algo horrible. ¿Por qué sino iba a aparecer otro Dark Hunter?
–Changsu es el responsable de los incendios, ¿verdad? –les
preguntó. Los dos hombres negaron con la cabeza. Kangin miró a Kyuhyun.
–¿Crees que ha sido tu objetivo?
–En mi opinión, se han aliado. Mi objetivo está intentando
quitarte de en medio mientras el tuyo se esconde.
Por fin llegaron los servicios médicos. Un equipo de
urgencias se hizo cargo de Puff y ellos tres se apartaron hacia un lado.
–Bueno, joder, Kyuhyun. Esto es nuevo –dijo Kangin mesándose
el cabello–. Y nos deja completamente expuestos.
Kyuhyun señaló con la cabeza la casa de Heechul.
–Sí, lo sé. Es una mierda que puedan unir sus fuerzas cuando
nosotros no podemos hacerlo.
–¿Y por qué no?
Kyuhyun miró a Kangin.
–¿Qué es lo que sabe?
–Más de la cuenta.
–¿Podemos confiar en él?
Kangin lo miró con suspicacia. La incertidumbre que mostraban
sus ojos le hirió. Jamás haría nada que pudiera perjudicar al hombre que le
había salvado la vida.
–Esta tarde encontré un mensaje de Shindong en el buzón de
voz diciéndome que podía darle a Leeteuk toda la información que necesitara.
Kyuhyun frunció el ceño.
–Eso no es propio del T-Rex.
–Sabes que Shindong odia que lo llames así.
–Y por eso lo hago. Me resulta difícil creer que T-Rex le
haya dado carta blanca.
–Sí, pero ya conoces a Shindong. Debe haber un motivo y, a
su debido tiempo, cuando menos lo esperemos, aparecerá para iluminarnos.
–Entonces diganme –los interrumpió Leeteuk–, ¿por qué no
pueden unir sus fuerzas?
–Para evitar luchas territoriales e impedir que nos aliemos
en contra de los humanos o de los dioses –le explicó Kangin–. Como resultado,
en cuanto estamos cerca nuestros poderes comienzan a disminuir. Cuanto más
tiempo estemos juntos, más nos debilitamos.
Leeteuk los miró boquiabierta.
–Eso no es justo.
–La vida rara vez lo es –le contestó Kyuhyun.
–¿Tienes idea de dónde puede estar tu objetivo? –preguntó Kangin
a Kyuhyun.
–Perdí la señal justo aquí, así es que supongo que debe
haber un refugio cerca.
–Genial –masculló Kangin.
–Sí, de puta madre –convino Kyuhyun–. Estaba pensando que
deberíamos llamar a Kattalakis para que los sacara de sus escondrijos.
–No –le contestó Kangin con rapidez–. Éste no es el típico
Daimon con el que solemos enfrentarnos; algo me dice que poner a un Cazador
Katagari al alcance de Changsu sería como arrojar una granada a un barril de
dinamita. Lo único que nos hacía falta es que se hiciera con una de sus almas.
¿Te imaginas el daño que podría ocasionar?
–¿Cazador Katagari? –preguntó Leeteuk–. ¿Es como ustedes?
Kyuhyun se aclaró la garganta.
–No exactamente.
–Nosotros perseguimos a las criaturas nocturnas –le explicó Kangin–,
de ahí lo de Dark Hunter. Y ellos… –hizo una pausa y miró a Kyuhyun suplicando
ayuda.
Kyuhyun continuó con la explicación.
–Los Cazadores Katagari son… –y también se detuvo para mirar
a Kangin en busca de la palabra adecuada.
Hunter se encogió de hombros.
–¿Hechiceros?
–No está mal –le dijo Kyuhyun.
Pero Leeteuk no entendía nada, ya que no sabía de qué
estaban hablando.
–¿Hechiceros? ¿Como Merlín?
–Joder –masculló Kyuhyun, mirando de nuevo a Hunter–. ¿Estás
seguro de que T-Rex te dijo eso?
Kangin retiró el móvil del cinturón, buscó entre los
mensajes y se lo pasó a Kyuhyun.
–Escúchalo tú mismo.
Y Kyuhyun así lo hizo. Tras una breve pausa, le devolvió el
teléfono a Kangin y miró a Leeteuk.
–Muy bien, vamos a explicarlo así: existen cuatro tipos de
Daimons o vampiros: los que beben sangre, los que roban almas, los que absorben
energía durante el sueño y los asesinos.
Leeteuk asintió. Hasta ahí lo entendía.
–Ustedes son los asesinos.
Kangin soltó un bufido.
–¿¡Qué!? ¿Es que naciste con el mando a distancia en la
mano?
–No –le corrigió Kyuhyun, ignorando el sarcasmo de Kangin–.
Los asesinos son los vampiros más peligrosos, ya que no quieren nada de sus
víctimas. Destruyen simplemente por mero placer. Por no mencionar que son los
más fuertes.
Leeteuk se estremeció.
–¿Changsu es uno de ellos?
Hunter negó con la cabeza mientras Kyuhyun continuaba con la
explicación.
–Para proteger el mundo que conocemos, se crearon tres tipos
de Cazadores que persiguieran a los Daimons para acabar con ellos. Es la
llamada «Pirámide Protectora». Los Dark Hunter perseguimos a los vampiros que
se alimentan de sangre humana y a los que roban almas. Los Guardianes de los
Sueños persiguen a los que absorben energía a través de los sueños y los
Cazadores Arcadios y Katagari persiguen a los asesinos.
Leeteuk frunció el ceño.
–Supongo que lo que no acabo de entender es por qué no
existe un grupo que se ocupe de todos ellos.
–Porque no es posible –le respondió Kangin–. Si una persona,
o un solo grupo, fuera lo suficientemente fuerte para caminar por los cuatro
reinos de la existencia, sería capaz de dominar el mundo. Nada ni nadie podría
detenerlo. Y los dioses se cabrearían mucho.
–¿A qué cuatro reinos te refieres?
–El tiempo, el espacio, la tierra y los sueños –le contestó Kyuhyun.
Leeteuk dejó que el aire saliera lentamente de sus pulmones.
–Vale, eso sí es aterrador. ¿Algunos de ustedes viajan a
través del tiempo?
–Y del espacio y de los sueños.
–¡Ah! –exclamó mientras asentía– Intento comprenderlo todo.
Kyuhyun se rió.
–No lo hagas. Yo llevo intentándolo mil quinientos años y
aún sigo encontrándome cosas nuevas.
Kangin hizo una mueca.
–¿Sólo tú? Cada vez que creo que lo he pillado, aparece
alguien como Changsu y lo pone todo patas arriba.
–Eso es cierto –coincidió Kyuhyun con una carcajada, antes de
comenzar a mover los hombros– Y hablando de cosas terroríficas, tengo que irme.
Mis guías se desvanecen mientras hablamos.
Kangin simuló un estremecimiento.
–Odio cuando hablas con los muertos delante de mí.
Kyuhyun
lo miró con cara de pocos amigos.
–¿Has sido tú el imbécil que me ha mandado la camiseta con
la frasecita «En ocasiones veo muertos»?
Kangin se rió.
–Ha debido ser Henry. Creía que estaba bromeando cuando lo
contó.
–Pues hablaba en serio. Me llegó hace tres días. Ya me las
pagará. –Kyuhyun miró a Leeteuk antes de seguir hablando–. No lo pierdas de
vista.
Kangin asintió.
Kyuhyun echó un vistazo por encima del hombro a uno de los
bomberos.
–¿Es cosa mía o el bombero apolita que está detrás de mí nos
mira demasiado?
–Sí, ya me he dado cuenta. Creo que debería interrogarlo.
–Esta noche no. Asegúrate primero de que Leeteuk está a
salvo. Yo interrogaré al apolita.
Kangin alzó una ceja y lo miró.
–¿No confías en mí?
–Griego, claro que no. Te conozco demasiado bien. –Kyuhyun
se acercó a su Harley-Davidson y recogió el casco del suelo–. Te mandaré un
correo electrónico más tarde con lo que averigüe.
–¿Un correo electrónico? –preguntó Leeteuk–. ¿Puedo
preguntar?
Kangin se encogió de hombros.
–Hemos avanzado mucho. Antes solíamos contratar mensajeros
para que entregaran los correos.
–Vaya –dijo Leeteuk un instante antes de ver a un hombre
solitario que se ocultaba entre las sombras, al otro lado de la calle. En lugar
de observar el incendio, parecía más interesado en Kangin y Kyuhyun.
Kyuhyun se acercó de nuevo a ellos.
Leeteuk observaba al hombre que, a
su vez, los observaba a ellos
–Una cosa, ¿creen que sus objetivos los han
reunido a propósito para debilitar sus poderes antes de atacar?
Los hombres le miraron perplejos.
–¿Por qué dices eso? –preguntó Kyuhyun.
–Bueno, no soy ninguna experto, pero el chico que está
detrás de ti tiene toda la pinta de ser un Daimon.
Ahhhh espere mucho por este Capi ;-; no creo que pueda soportar la espera hasta el próximo jueves xD KyuHyun apareció, su poder es ver muertos? Xd la broma que le hizo Henry xD me pregunto que clase de poder tendrá Teukie *^* considerando que viene de una familia era xD a y donde está la chula ;-; waaaa espero con ganas otro Capi xD
ResponderEliminarAsí que para los dos fue solo un sueño?......que frustración,y más para ellos
ResponderEliminary heechul?....oh kyuhyun aparece,y detras de el hay alguien que quiere acabar con los dark hunters,si se une con el de kangin,sera una buena batalla
waaaaa así que leeteuk tiene un poder,ahora vera como encaja muy bien su familia
Bh,con no poderse aliar es suficiente,que disminuyan sus poderesn mientras mas tiempo esten juntos,es injusto,pero al menos se los han dejado
tres tipos de cazadores,cuatro tipos de daimons......cuatro tiempos
esto se pone bueno.....aaaa kyuhyun,me emociona *0*
Ahora estoy empezando a dudar de ese sueño...¿Cómo es posible que ambos lo tuvieran? es extraño >_<
ResponderEliminarMe encantó la forma en que Teuk hizo admitir a Kangin que lo quería ver y luego como este se la devolvió al responder su pregunta mientras leía su mente.
Lo que me dejó intrigada fue lo de los poderes de LeeTeuk, pensé que era el único que no los tenía y si lo tiene ¿Cuál es? al parecer ni él mismo es consciente de que puede ser.
Yo preocupada por el incendio, cuando de pronto...KyuHyun salvaje aparece!! y deja a esta gamer feliz ^^ por cierto también me parece injusto que no puedan luchar juntos y lo peor es que paree ser una trampa ¬¬
Gracias por la actu <3