Dark Pleasures (DH2)- Capítulo 11




Kangin hizo un esfuerzo supremo para permanecer atento al tráfico, pero seguía rememorando una y otra vez escenas del sueño. 

Joder, no recordaba cuándo había sido la última vez que tuvo un sueño tan real. Se había despertado muy temprano, duro y dolorido por el deseo. Y, en aquel momento, creyó oler el aroma de Leeteuk en la almohada.

Sobre su piel.

Había pasado el resto del día intentando descansar todo lo posible, pero sólo había dormido a ratos. Deseaba a ese joven de un modo tan intenso que su simple proximidad lo hacía temblar.

Nunca había anhelado algo con tanta fuerza como lo que Leeteuk había sugerido: liberarse y devorarlo. Si se atreviera a hacerlo…

En cuanto oscureció salió de caza… a cazarlo a él. Era la primera vez en su vida como Dark Hunter que había perseguido a un mortal.

–¿Sabes una cosa? –le dijo Leeteuk con ese acento suave y cadencioso, provocándole una descarga eléctrica que descendió por su espalda hasta llegar a la entrepierna–. No tenías por qué recogerme. Podías haberme llamado a la oficina para saber si estaba bien.


Kangin se aclaró la garganta al sentir que se ruborizaba. ¡Joder! ¿Iba a hacer que se le subieran los colores? No se había ruborizado desde que era un jovenzuelo imberbe, hacía ya dos mil ciento sesenta años.

–No tenía tu número.

–Podías haberlo buscado en la guía telefónica o pedirlo en información. Y, por supuesto, Donghae lo tiene.

Kangin percibió su sonrisa sin mirarla.

–Coño, si hasta podías haberlo sacado de mi cerebro. –Lo miró con suspicacia y con una súbita expresión perversa en el rostro–. Apuesto a que querías verme otra vez, ¿no es eso?

–No –contestó él demasiado rápido.

–Mmm… –La incredulidad se reflejó en su tono de voz–. ¿Por qué será que no acabo de creérmelo?

–Seguramente porque nunca he sabido mentir.

Ambos rieron al unísono.

Lo observó mientras conducía. Se había puesto las gafas de sol y no era nada justo que un hombre fuese tan guapo.

–¿Puedo preguntarte una cosa? –inquirió.

Él arqueó una ceja, expectante, pero no dijo nada y siguió mirando al frente.

–¿De verdad te gusta ser un Dark Hunter?

Kangin lo miró y sonrió con esa sonrisa que dejaba ver los colmillos.

–Dime ¿cuántos trabajos hay por ahí que te permitan ser un héroe todas las noches? Mi sueldo es astronómico y vivo eternamente. ¿Hay algo que no resulte atractivo en este empleo?

–¿Pero no te sientes solo a veces? –insistió –Puedes sentirte solo en mitad de una multitud.

–Supongo, pero…

Kangin le miró de soslayo.

–¿Por qué no me preguntas lo que en realidad quieres saber?

–Teniendo en cuenta que puedes leer mis pensamientos, ¿por qué no me respondes directamente?

Él sonrió con deleite, con la misma expresión que un lobo que acabara de encontrar su próximo almuerzo.

–Sí, cielo, me pareces increíblemente sensual. Lo que más deseo en estos momentos es llevarte a mi casa y hacerte gritar de placer.

El rubor cubrió de nuevo el rostro de Leeteuk.

–Odio cuando haces eso. Eres peor que Heechul. ¡Dios Santo! ¿Todos los Cazadores Oscuros comparten esta habilidad?

–No, nene, sólo la tengo yo. –Y después añadió–: Cada uno de nosotros tiene sus propias habilidades.

–Si te soy sincero, me encantaría que la tuya fuese totalmente diferente.

–Muy bien cariño. Contigo, se acabó. Ya no volveré a leerte la mente.

Mientras lo observaba, Leeteuk se dio cuenta de que debajo de esa apariencia de chulo y fanfarrón había un buen corazón.

–Eres un buen hombre, Hunter.

–Soy un buen vampiro, querrás decir.

–Sí, pero no vas por ahí bebiendo la sangre de la gente.

Los labios de Kangin se curvaron en una sonrisa casi imperceptible.

–Hyukjae te lo dijo, ¿no?

–Sí. Me dijo que los Cazadores Oscuros, al contrario que los apolitas, se libraron de esa parte de la maldición de Apolo.

–Para tu información –le dijo de forma inquietante–, no necesitamos sangre para vivir, pero un cierto número de Cazadores Oscuros, a los que llaman Bebedores, sí la toman. –Cambió de marcha–. Me parece que Hyukjae y tú pasaron demasiado tiempo hablando anoche.

–Es posible. –Pero claro, Kangin se había convertido en su tema de conversación favorito. Había tenido al pobre Hyukjae despierto hasta bien entrada la madrugada, preguntándole cosas sobre Kangin y los Cazadores Oscuros–. ¿Es verdad que los apolitas sólo viven veintisiete años?

Él asintió.

–Eso es lo que los hace tan peligrosos. La mayoría de ellos darían cualquier cosa por vivir un solo día más.

Y ésa era la razón, según Hyukjae, de que los Cazadores Oscuros no tuvieran alma. Así se evitaba que los Daimons se hicieran con las almas más poderosas. Cuanto más fuertes fuesen las almas robadas, más podrían vivir los Daimons gracias a ellas.

–Alguien como tú –le dijo Kangin–, es un objetivo primordial para los Daimons. Cuando roban un alma como la tuya, obtienen todos los poderes psíquicos que la acompañan.

Leeteuk resopló.

–Yo no tengo poderes.

–Si esa mentira te hace feliz…

–No es ninguna mentira –se defendió Leeteuk–. No tengo ninguna habilidad provechosa. Por lo menos ninguna que no esté relacionada con devorar números.

–Vale, devorador de números, te creo. –Pero el tono con el que lo dijo desmentía sus palabras.

Leeteuk miró con ojos entornados al pedazo de testarudo que tenía al lado y le dio las indicaciones precisas para llegar a su casa. Según se acercaban al lugar, comenzó a ver algunas nubes de humo que ascendían hacia el cielo.

–¿Eso es un incendio?

–Sí; y parece que es grande.

–¡Oh, no! –musitó al aproximarse y ver que era su casa la que ardía.

Pero Kangin no se detuvo allí, continuó bajando la calle hacia la casa de Heechul que también estaba siendo consumida por las llamas.

Leeteuk se abalanzó para abrir la puerta con los ojos arrasados de lágrimas.

–¡Heechul! –chilló, aterrorizado ante la idea de que su hermano pudiera estar dentro del edificio.

En un abrir y cerrar de ojos, Kangin salió del coche y entró corriendo en la casa. Con el corazón martilleándole en el pecho, Leeteuk salió del Lamborghini a trompicones y se dirigió a toda prisa hacia el porche.

–¿Hunter? –lo llamó, intentando distinguir algo entre las llamas–. ¡Heechul!

Por favor, que esté bien. Por favor, ¡que Hee esté todavía en el trabajo!

Mientras esperaba allí, intentando vislumbrar a Kangin o escuchar su voz, una moto entró en el jardín y se detuvo con un chirrido de frenos junto al camino de entrada.

A la velocidad del rayo, el motorista se quitó el casco negro, lo tiró al suelo y entró en la casa tan rápido que Leeteuk no pudo verle la cara. Pero se dio la vuelta ya que, en ese mismo momento Kangin salía de la casa llevando en brazos a la compañera de su hermano.

Leeteuk lo siguió hasta el jardín, donde Kangin dejó a Puff tumbada en el césped.

–Heechul no estaba dentro –le dijo él mientras inclinaba la cabeza hacia el cuerpo inconsciente de la chica–. Ha inhalado mucho humo. –Comprobó los alrededores; varios vecinos se habían asomado al lugar, pero ninguno hacía ademán de acercarse–. ¿Dónde está la maldita ambulancia? –masculló.

Heebum se acercó corriendo a ellos. Lamió la cara de Puff y después la de Leeteuk. Mientras saludaba al animal con unas palmaditas, alzó la mirada para observar al tipo que había llegado en la moto. Era apuesto, pero parecía estar envuelto en un aura etérea, casi mística.

Iba ataviado con una chaqueta de cuero de motorista, cubierta con inscripciones celtas en tonos rojos y dorados. De su cuello pendía un grueso colgante de oro, también celta.

El hombre se arrodilló junto a Kangin y pasó una mano, aún cubierta por el guante, unos centímetros por encima del cuerpo de Puff.

–Tiene los pulmones abrasados –dijo en voz baja.

–¿Puedes ayudarla, Kyuhyun? –le preguntó Kangin.

El recién llegado asintió. Se quitó los guantes y colocó las manos sobre las costillas de Puff. Después de unos segundos, la respiración de la chica se hizo más tranquila y estable.

Kyuhyun buscó a Leeteuk con la mirada quien se estremeció al darse cuenta de que tenía los ojos exactamente iguales a los de Kangin.

Había algo muy inquietante, algo muy extraño, en este nuevo Dark Hunter. Era el sosiego personificado, decidió. Como un remanso de aguas oscuras pero insondables. Esa serena calma que lo rodeaba resultaba seductora y escalofriante a la vez.

De repente, cayó en la cuenta de que debía estar sucediendo algo horrible. ¿Por qué sino iba a aparecer otro Dark Hunter?

–Changsu es el responsable de los incendios, ¿verdad? –les preguntó. Los dos hombres negaron con la cabeza. Kangin miró a Kyuhyun.

–¿Crees que ha sido tu objetivo?

–En mi opinión, se han aliado. Mi objetivo está intentando quitarte de en medio mientras el tuyo se esconde.

Por fin llegaron los servicios médicos. Un equipo de urgencias se hizo cargo de Puff y ellos tres se apartaron hacia un lado.

–Bueno, joder, Kyuhyun. Esto es nuevo –dijo Kangin mesándose el cabello–. Y nos deja completamente expuestos.

Kyuhyun señaló con la cabeza la casa de Heechul.

–Sí, lo sé. Es una mierda que puedan unir sus fuerzas cuando nosotros no podemos hacerlo.

–¿Y por qué no?

Kyuhyun miró a Kangin.

–¿Qué es lo que sabe?

–Más de la cuenta.

–¿Podemos confiar en él?

Kangin lo miró con suspicacia. La incertidumbre que mostraban sus ojos le hirió. Jamás haría nada que pudiera perjudicar al hombre que le había salvado la vida.

–Esta tarde encontré un mensaje de Shindong en el buzón de voz diciéndome que podía darle a Leeteuk toda la información que necesitara.

Kyuhyun frunció el ceño.

–Eso no es propio del T-Rex.

–Sabes que Shindong odia que lo llames así.

–Y por eso lo hago. Me resulta difícil creer que T-Rex le haya dado carta blanca.

–Sí, pero ya conoces a Shindong. Debe haber un motivo y, a su debido tiempo, cuando menos lo esperemos, aparecerá para iluminarnos.

–Entonces diganme –los interrumpió Leeteuk–, ¿por qué no pueden unir sus fuerzas?

–Para evitar luchas territoriales e impedir que nos aliemos en contra de los humanos o de los dioses –le explicó Kangin–. Como resultado, en cuanto estamos cerca nuestros poderes comienzan a disminuir. Cuanto más tiempo estemos juntos, más nos debilitamos.

Leeteuk los miró boquiabierta.

–Eso no es justo.

–La vida rara vez lo es –le contestó Kyuhyun.

–¿Tienes idea de dónde puede estar tu objetivo? –preguntó Kangin a Kyuhyun.

–Perdí la señal justo aquí, así es que supongo que debe haber un refugio cerca.

–Genial –masculló Kangin.

–Sí, de puta madre –convino Kyuhyun–. Estaba pensando que deberíamos llamar a Kattalakis para que los sacara de sus escondrijos.

–No –le contestó Kangin con rapidez–. Éste no es el típico Daimon con el que solemos enfrentarnos; algo me dice que poner a un Cazador Katagari al alcance de Changsu sería como arrojar una granada a un barril de dinamita. Lo único que nos hacía falta es que se hiciera con una de sus almas. ¿Te imaginas el daño que podría ocasionar?

–¿Cazador Katagari? –preguntó Leeteuk–. ¿Es como ustedes?

Kyuhyun se aclaró la garganta.

–No exactamente.

–Nosotros perseguimos a las criaturas nocturnas –le explicó Kangin–, de ahí lo de Dark Hunter. Y ellos… –hizo una pausa y miró a Kyuhyun suplicando ayuda.

Kyuhyun continuó con la explicación.

–Los Cazadores Katagari son… –y también se detuvo para mirar a Kangin en busca de la palabra adecuada.

Hunter se encogió de hombros.

–¿Hechiceros?

–No está mal –le dijo Kyuhyun.

Pero Leeteuk no entendía nada, ya que no sabía de qué estaban hablando.

–¿Hechiceros? ¿Como Merlín?

–Joder –masculló Kyuhyun, mirando de nuevo a Hunter–. ¿Estás seguro de que T-Rex te dijo eso?

Kangin retiró el móvil del cinturón, buscó entre los mensajes y se lo pasó a Kyuhyun.

–Escúchalo tú mismo.

Y Kyuhyun así lo hizo. Tras una breve pausa, le devolvió el teléfono a Kangin y miró a Leeteuk.

–Muy bien, vamos a explicarlo así: existen cuatro tipos de Daimons o vampiros: los que beben sangre, los que roban almas, los que absorben energía durante el sueño y los asesinos.

Leeteuk asintió. Hasta ahí lo entendía.

–Ustedes son los asesinos.

Kangin soltó un bufido.

–¿¡Qué!? ¿Es que naciste con el mando a distancia en la mano?

–No –le corrigió Kyuhyun, ignorando el sarcasmo de Kangin–. Los asesinos son los vampiros más peligrosos, ya que no quieren nada de sus víctimas. Destruyen simplemente por mero placer. Por no mencionar que son los más fuertes.

Leeteuk se estremeció.

–¿Changsu es uno de ellos?

Hunter negó con la cabeza mientras Kyuhyun continuaba con la explicación.

–Para proteger el mundo que conocemos, se crearon tres tipos de Cazadores que persiguieran a los Daimons para acabar con ellos. Es la llamada «Pirámide Protectora». Los Dark Hunter perseguimos a los vampiros que se alimentan de sangre humana y a los que roban almas. Los Guardianes de los Sueños persiguen a los que absorben energía a través de los sueños y los Cazadores Arcadios y Katagari persiguen a los asesinos.

Leeteuk frunció el ceño.

–Supongo que lo que no acabo de entender es por qué no existe un grupo que se ocupe de todos ellos.

–Porque no es posible –le respondió Kangin–. Si una persona, o un solo grupo, fuera lo suficientemente fuerte para caminar por los cuatro reinos de la existencia, sería capaz de dominar el mundo. Nada ni nadie podría detenerlo. Y los dioses se cabrearían mucho.

–¿A qué cuatro reinos te refieres?

–El tiempo, el espacio, la tierra y los sueños –le contestó Kyuhyun. Leeteuk dejó que el aire saliera lentamente de sus pulmones.

–Vale, eso sí es aterrador. ¿Algunos de ustedes viajan a través del tiempo?

–Y del espacio y de los sueños.

–¡Ah! –exclamó mientras asentía– Intento comprenderlo todo.

Kyuhyun se rió.

–No lo hagas. Yo llevo intentándolo mil quinientos años y aún sigo encontrándome cosas nuevas.

Kangin hizo una mueca.

–¿Sólo tú? Cada vez que creo que lo he pillado, aparece alguien como Changsu y lo pone todo patas arriba.

–Eso es cierto –coincidió Kyuhyun con una carcajada, antes de comenzar a mover los hombros– Y hablando de cosas terroríficas, tengo que irme. Mis guías se desvanecen mientras hablamos.

Kangin simuló un estremecimiento.

–Odio cuando hablas con los muertos delante de mí. 

Kyuhyun lo miró con cara de pocos amigos.

–¿Has sido tú el imbécil que me ha mandado la camiseta con la frasecita «En ocasiones veo muertos»?

Kangin se rió.

–Ha debido ser Henry. Creía que estaba bromeando cuando lo contó.

–Pues hablaba en serio. Me llegó hace tres días. Ya me las pagará. –Kyuhyun miró a Leeteuk antes de seguir hablando–. No lo pierdas de vista.

Kangin asintió.

Kyuhyun echó un vistazo por encima del hombro a uno de los bomberos.

–¿Es cosa mía o el bombero apolita que está detrás de mí nos mira demasiado?

–Sí, ya me he dado cuenta. Creo que debería interrogarlo.

–Esta noche no. Asegúrate primero de que Leeteuk está a salvo. Yo interrogaré al apolita.

Kangin alzó una ceja y lo miró.

–¿No confías en mí?

–Griego, claro que no. Te conozco demasiado bien. –Kyuhyun se acercó a su Harley-Davidson y recogió el casco del suelo–. Te mandaré un correo electrónico más tarde con lo que averigüe.

–¿Un correo electrónico? –preguntó Leeteuk–. ¿Puedo preguntar?

Kangin se encogió de hombros.

–Hemos avanzado mucho. Antes solíamos contratar mensajeros para que entregaran los correos.

–Vaya –dijo Leeteuk un instante antes de ver a un hombre solitario que se ocultaba entre las sombras, al otro lado de la calle. En lugar de observar el incendio, parecía más interesado en Kangin y Kyuhyun.

Kyuhyun se acercó de nuevo a ellos.

Leeteuk observaba al hombre que, a su vez, los observaba a ellos

–Una cosa, ¿creen que sus objetivos los han reunido a propósito para debilitar sus poderes antes de atacar?

Los hombres le miraron perplejos.

–¿Por qué dices eso? –preguntó Kyuhyun.

–Bueno, no soy ninguna experto, pero el chico que está detrás de ti tiene toda la pinta de ser un Daimon.



3 comentarios:

  1. Ahhhh espere mucho por este Capi ;-; no creo que pueda soportar la espera hasta el próximo jueves xD KyuHyun apareció, su poder es ver muertos? Xd la broma que le hizo Henry xD me pregunto que clase de poder tendrá Teukie *^* considerando que viene de una familia era xD a y donde está la chula ;-; waaaa espero con ganas otro Capi xD

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  2. Así que para los dos fue solo un sueño?......que frustración,y más para ellos
    y heechul?....oh kyuhyun aparece,y detras de el hay alguien que quiere acabar con los dark hunters,si se une con el de kangin,sera una buena batalla
    waaaaa así que leeteuk tiene un poder,ahora vera como encaja muy bien su familia
    Bh,con no poderse aliar es suficiente,que disminuyan sus poderesn mientras mas tiempo esten juntos,es injusto,pero al menos se los han dejado
    tres tipos de cazadores,cuatro tipos de daimons......cuatro tiempos
    esto se pone bueno.....aaaa kyuhyun,me emociona *0*

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  3. Ahora estoy empezando a dudar de ese sueño...¿Cómo es posible que ambos lo tuvieran? es extraño >_<

    Me encantó la forma en que Teuk hizo admitir a Kangin que lo quería ver y luego como este se la devolvió al responder su pregunta mientras leía su mente.

    Lo que me dejó intrigada fue lo de los poderes de LeeTeuk, pensé que era el único que no los tenía y si lo tiene ¿Cuál es? al parecer ni él mismo es consciente de que puede ser.

    Yo preocupada por el incendio, cuando de pronto...KyuHyun salvaje aparece!! y deja a esta gamer feliz ^^ por cierto también me parece injusto que no puedan luchar juntos y lo peor es que paree ser una trampa ¬¬

    Gracias por la actu <3

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...