Del Odio al Amor- Capítulo 28

Kibum asió bruscamente los brazos de Donghae, pero él estaba demasiado conmovido para sentir nada. Kibum lo soltó volviéndose para enfrentarse al intruso, y Donghae se apoyó en la repisa de la chimenea. Sentía que se le doblaban las rodillas.

-¿Quién es usted, señor? -preguntó Kibum- ¿y qué significa preguntarle a mi prometido si usted tiene un hijo?

-Soy Lee Hyukjae. El señor Choi puede ser su futuro esposo, pero este asunto no le concierne. Me dirijo a Donghae y estoy esperando una respuesta.

-¡Cómo se atreve! -exclamó Kibum – Donghae ¿conoces a este hombre?

Donghae estaba confundido. Se volvió lentamente para enfrentarse a Hyukjae y sintió que al verlo su voluntad se debilitaba. No había cambiado... aún era el hombre a quien amaba. Anhelaba correr hacia él. Deseaba abrazarlo y no separarse jamás de él. Pero el horrible odio que veía en sus ojos y la dura frialdad de su voz lo detuvieron.

-¿Tengo un hijo, si o no señor?

Ante la amenaza de la voz, el miedo se apoderó de Donghae. Pero entonces también comenzó a avivarse su cólera. ¿Cómo era posible que preguntase tan fríamente acerca de su hijo?

-No señor Lee –dijo- Yo tengo un hijo... ¡usted no!

-Entonces, señor Choi formularé de otro modo mi pregunta. ¿Soy el padre de su hijo?

Donghae comprendió que no tenía salida. Kyuhyun seguramente le había informado de la fecha de nacimiento. Hyukjae había realizado los correspondientes cálculos y sabía que había concebido con él. Además, era suficiente mirar al pequeño Hyukjae para saber que era el hijo de Lee Hyukjae.

Donghae se desplomó en la silla más cercana, tratando de evitar la mirada de los hombres que esperaban su respuesta.

-Donghae ¿es cierto? ¿Este hombre es el padre de tu hijo? -preguntó Kibum.

-Es cierto Kibum –murmuró

-Señor Lee ¿cómo se atreve a venir aquí? —preguntó Kibum

-¡Estoy aquí porque vine a buscar a mi hijo y sugiero que usted no se meta!

-¡A su hijo! -gritó Donghae incorporándose bruscamente.- Pero usted nunca lo quiso. ¿Por qué lo desea ahora?

-Temo que interpretaste mal lo que te dije hace mucho tiempo, Donghae. Te dije que no te había llevado a mi campamento para engendrar hijos. Nunca dije que no aceptaría al niño que pudiera nacer -replicó serenamente Hyukjae.

-Pero yo...

La aparición de Siwon interrumpió la frase de Donghae.

-¿Qué son estos gritos? -preguntó con voz severa. Entonces vio a Hyukjae que estaba junto a la puerta, y sonrió con simpatía.

- Hyukjae... no esperaba verlo tan pronto. Me alegro que decidiera aceptar mi invitación para vistamos. Heejin se sentirá complacido de verlo.

-¡Santo Dios! ¿Todos están locos? -explotó Kibum – Siwon ¿sabes quién es este hombre? ¡Es el padre del hijo de Donghae!

La sonrisa de Siwon se esfumó.

- Donghae ¿es eso cierto? -preguntó.

-Sí -murmuró con voz tensa.

Siwon descargó un puñetazo sobre la pared.

-¡Maldita sea Donghae! ¡He llegado a ser amigo de este hombre! ¡Me dijiste que el padre de tu hijo era un árabe!

-¡Pero Hyukjae es medio árabe y te dije que tenía otro nombre!- replicó a gritos Donghae.

-Y usted -explicó Siwon volviéndose de nuevo hacia Hyukjae- Venga conmigo.

-Siwon -gritó Donghae- ¡Me diste tu palabra!

-Recuerdo bien la promesa que me arrancaste, Dong. Me limitaré a hablar a solas con Hyukjae en mi estudio -dijo Siwon más sereno, y los dos hombres salieron de la habitación.

Al llegar al estudio Siwon sirvió dos brandies y entregó uno a Hyukjae. Después, se acomodó en un sillón de cuero negro.

-¿Por qué vino aquí? ¡Santo Dios Hyukjae! ¡Tengo todo el derecho del mundo a retarlo a duelo por arruinar la vida de mi hermano!

-Espero que la cosa no llegará a eso -replicó Hyukjae-. Supe de la existencia del niño por mi hermano y vine aquí para casarme con Donghae y llevarme a los dos a mi casa. Pero llegué en el momento en que él aceptaba la propuesta de ese mocoso peleador, de modo que ahora es imposible hablar de matrimonio. De todos modos, quiero a mi hijo.

-¡Donghae jamás renunciará al niño!

-En ese caso, debo pedirle que me permita permanecer aquí, para persuadirlo de que acceda. Puede comprender cuáles son mis sentimientos. El niño es mi heredero, y soy rico. Para él sería beneficioso que yo lo educase.

-No entiendo. Usted es un caballero, y sin embargo secuestró a un joven y lo retiene como amante. ¿Cómo pudo hacer tal cosa?-preguntó Siwon.

Hyukjae se sintió divertido porque Siwon había formulado la misma pregunta que él había oído de labios de su propio hermano.

-Deseaba a su hermano más de lo que jamás deseé a ninguna persona. Es tan bello que usted mal puede criticarme. Estoy acostumbrado a tomar lo que deseo y le pedí que se casara conmigo, cuando nos conocimos en Londres. Como me rechazó, conseguí que usted fuera enviado a Egipto, la patria de mi padre.

-¡De modo que usted fue responsable de la maniobra!

-Sí, y probablemente usted conoce el resto.

Siwon asintió. Estaba asombrado ante los extremos a los que había llegado ese hombre para conseguir a Donghae. Probablemente haría otro tanto para conseguir a su hijo. De modo que Dong se equivocaba... Hyukjae los quería a ambos y había venido para desposarlo.

Siwon se sintió culpable porque lo había persuadido de que contrajese matrimonio con Kibum. Quizá había echado a perder la única posibilidad que se ofrecía a Dong de ser feliz. Pero si permitía que Hyukjae permaneciese en la casa, él y Dong quizá resolviesen sus diferencias. Siwon decidió que no volvería a interferirse en el asunto.

- Hyukjae usted puede permanecer aquí tanto tiempo como lo desee, aunque probablemente provocará un buen escándalo. Como sabe, Heejin también está aquí y cree estar enamorado de usted. No sé cuáles son sus sentimientos hacia ese joven, pero le ruego que maneje con cuidado la situación ... por el bien de Donghae – Siwon se puso de pie y se acercó a la puerta- Sin duda, ahora desea ver a su hijo. Trataré de explicar el problema a Kim Kibum mientras Donghae lo lleva a sus habitaciones.

-Le agradezco su comprensión -dijo Hyukjae.

Frente a la puerta del estudio acompañado por Hyukjae, Siwon llamó a Donghae quien apareció en el vestíbulo, su rostro era la imagen misma de la vacilación.

-He decidido que Hyukjae continúe aquí un tiempo —dijo Siwon.

-Pero Siwon...

-Eso está arreglado Dong. Ahora lleva a Hyukjae a la habitación del niño. Es hora de que conozca a su hijo.

-¡Oh!

Donghae se volvió y comenzó a subir la escalera sin esperar a Hyukjae.

-Usted no suponía que la cosa sería fácil, ¿verdad? –preguntó Siwon.

-Nada es fácil cuando se trata de Donghae -replicó Hyukjae y lo siguió por la escalera.

Donghae lo esperó a la puerta de la habitación. Se sentía tenso e irritado, y cuando Hyukjae llegó a él ya no pudo controlar su incomodidad.

-¿Qué esperas ganar quedándote aquí? -dijo con dureza-. ¿No has provocado ya bastante sufrimiento?

-Ya te lo dije Donghae. Vine a buscar a mi hijo.

-¡No hablas en serio! Después de lo que me hiciste, ¿pretendes que te entregue a mi hijo? Bien, ¡no lo tendrás!

-¿Está en este cuarto?

-Sí, pero...

Hyukjae abrió la puerta, pasó junto a Donghae y entró en la habitación de su hijo. Se acercó directamente a la cuna y se detuvo para contemplar al niño.

Donghae se acercó, pero no dijo palabra cuando vio la sonrisa de orgullo de Hyukjae que miraba al niño.

-Un hermoso niño Hae... gracias -dijo Hyukjae con expresión cálida y Donghae se suavizó de nuevo cuando percibió la dulzura de la voz de él. Hyukjae alzó suavemente al niño. Cosa extraña, el pequeño no lloró y miró con curiosidad el rostro de su padre- ¿Qué nombre le has puesto?

Donghae vaciló y desvió los ojos. ¿Qué podía decirle?

-Junior -murmuró.

-¡Junior! ¿Qué clase de nombre es ése para mi hijo? -explotó Hyukjae y el pequeño se echó a llorar.

Donghae se apresuró a retirar al niño de los brazos de Hyukjae, que lo entregó sin oponer resistencia.

-Vamos, querido, está bien... ven con papi-dijo él tratando de calmar al niño. El pequeño dejó de llorar inmediatamente y Donghae miró irritado a Hyukjae - Puesto que no estabas conmigo, tuve que elegir el nombre que me pareció mejor. Oh, ¿por qué has tenido que venir?

-Vine aquí con buenas intenciones, pero al llegar te oí aceptar la propuesta de matrimonio de tu amante -replicó Hyukjae, los ojos sombríos y amenazadores.

-¡Mi amante!

-Oh, vamos Donghae... no lo niegues. Sé bien lo apasionado que eres. Después de todos estos meses, supuse que te encontraría en los brazos de otro hombre.

-¡Te odio! -exclamó Donghae, y sus ojos cobraron un matiz oscuro.

-Señor sé muy bien lo que usted siente por mí. Si me odias tanto, ¿por qué desea retener a mi hijo? Cada vez que lo mire, verá mi propia figura.

-¡También es mi hijo! Lo llevé en mi vientre nueve meses. Sufrí el dolor de traerlo al mundo. ¡No lo entregaré! ¡Es parte de mi ser y lo amo!

-Otro asunto que me desconcierta. Si me odias tanto, ¿por qué fuiste a Jewel para tener al niño?

-No sabía que era tu casa... lo supe después de llegar. No quería permanecer aquí, y Sora mi niñera, propuso que fuese con su hermana, que casualmente es tu cocinera. Por eso fui a Jewel. ¿Cómo podía saber que la propiedad era tuya?

-Seguramente fue una sorpresa -se burló Hyukjae - ¿Por qué no te marchaste cuando descubriste la verdad?

-Minji insistió en que me quedara. Pero ahora no deseo continuar discutiendo el asunto. Sugiero que alguien te lleve a tu cuarto. Después si lo deseas, podrás ver a tu hijo.

-Donghae ¿Quién es este hombre? – preguntó Sora que entró en la habitación por otra puerta y vio a Hyukjae.

- Éste es Lee Hyukjae.

-De modo que es el padre del pequeño Hyukjae -observó acremente Sora, volviéndose para enfrentarse a Hyukjae - Bien, vaya descaro venir aquí, después de lo que hizo a mi niño.

-Oh, basta Sora, ya has hablado bastante -la interrumpió Donghae. Hyukjae se echó a reír y Donghae agachó la cabeza, porque sabía muy bien qué le parecía tan divertido. ¡Es un nombre común, maldita sea! ¡No necesito explicar nada!

El pequeño Hyukjae comenzó a llorar otra vez.

-Señor Lee le recomiendo que salga de aquí. Está molestando a Dong y a su hijo.

Sora cerró la puerta detrás de Hyukjae, pero Donghae aún oía la risa del hombre. Sora se apresuró a cerrar la otra puerta y después miró a Donghae y movió la cabeza.

-De modo que vino... sabía que vendría. ¿El señor Siwon lo sabe?

-Sí. Siwon decidió permitir que Hyukjae permanezca aquí. Y también Kibum lo sabe.
Hyukjae entró precisamente cuando yo aceptaba la propuesta matrimonial de Kibum. Oh Sora ¿qué puedo hacer? – Donghae se echó a llorar- Vino a buscar a su hijo... ¡no a mí! Hyukjae se muestra muy frío conmigo, ¿y cómo soportaré verlo unido a Heejin?

-Todo se arreglará joven... ya lo verá. Ahora, basta de llorar, porque de lo contrario el pequeño no se calmará.



Donghae cerró discretamente la puerta del cuarto y al volverse vio a Hyukjae que salía de la habitación contigua. Tenía que acercarse a él para llegar a la escalera, pero Hyukjae le cerró el paso.

-¿Duerme el pequeño Hyukjae? -preguntó burlonamente.

-Sí-replicó Donghae que evitó la mirada de su interlocutor- ¿Tu habitación es satisfactoria?

-Me arreglaré, pero prefería compartir la tuya.

Hyukjae lo apretó contra su cuerpo y sus labios cubrieron los de Donghae, exigiendo una respuesta. El la ofreció de buena gana. Todos esos meses tan prolongados y solitarios parecían esfumarse.

-Ah Hae... ¿por qué no me dijiste que tendríamos un hijo? -murmuró él con voz ronca.

-Lo supe cuando llevaba tres meses de embarazo. Y entonces era demasiado tarde... te habías casado con Junsu.

-¡Junsu! -rió Hyukjae, los ojos fijos en el rostro de Donghae

-Yo...

Pero entonces él se puso rígido. De modo que había regresado con su hermano porque así lo deseaba. Hyukjae pensó que quizás ya conocía su embarazo, y temía que él se enojara. ¿Cuándo aprendería de una vez que ese hombre lo odiaba?

-Hyukjae ¿qué te pasa? -preguntó Donghae que vio la frialdad en sus ojos.

- Señor será mejor que vaya donde está su amante. ¡Estoy seguro de que prefiere sus besos a los míos! -dijo Hyukjae con dureza y lo apartó de un empujón.

Donghae lo vio alejarse y sintió que se le doblaban las rodillas. ¿Qué había dicho que lo había inducido a ofenderlo de esa forma? se había sentido maravillosamente feliz apenas un momento antes, y ahora creía estar al borde del desastre.

-¡Hyukjae! ¡Oh, sabía que vendrías!

Donghae oyó la voz complacida de Heejin que provenía del vestíbulo de la planta baja.

-Querido, abrigaba la esperanza de que aún estuvieras aquí. Lograrás que mi estancia en esta casa sea mucho más grata -respondió alegremente la voz profunda de Hyukjae.

Las lágrimas brotaban de los ojos de Donghae mientras caminaba de regreso a su cuarto y después de entrar cerraba la puerta. Se desplomó en la cama y hundió el rostro en la almohada.

No podía soportar la imagen de Hyukjae galanteando con Heejin. ¿Por qué lo odiaba así? ¿Por qué ya no lo deseaba? ¿Cómo podía soportar verlos juntos, cuando se le partía el corazón?