Atrévete a Amar- Capítulo 5



-Y bien, ¿Qué está haciendo aquí? Es cuanto deseo saber. El joven anfitrión no ve con buenos ojos a esa clase de personas. El nunca lo hubiera invitado.

-Sir Siwon no necesita invitación, querida. Hace cuanto le place.

-Pero siempre ha tenido la discreción de no asistir a nuestras fiestas.

-¿Discreción? -Rió. -No se trata de discreción. No soporta estas reuniones. Y no me sorprende. Es probable que todos los jóvenes señores que se encuentran aquí deseen reformar a ese libertino.

-No es gracioso. Cuando aparece, la mitad de los jóvenes y mujeres que hay en la habitación se enamoran de él. He comprobado que es así. Por eso ningún anfitrión lo invita a sus fiestas si no desea problemas. Provoca demasiados disturbios.

-Pero nos brinda tema de conversación durante meses. Admítelo. Es un tópico muy interesante, ¿verdad?

-Eso se dice fácilmente -dijo otra dama, obviamente desolada- No tienes una hija a quien vigilar. Dios mío, mira a Shinhye. No puede dejar de mirarlo. Con seguridad ya no aceptará a Hyunmin. Es una joven tan difícil.

-Mirar no hace daño. Sólo cuentale algunas historias acerca de él y no sólo se horrorizará sino que se alegrará de que él no le haya demostrado interés.

-Pero ¿qué está haciendo aquí? Desearía saberlo. -La pregunta fue repetida con severidad.

-Probablemente está vigilando a su hijo -dijo la dama con afectación.

-¿Su qué?

-Mira al chico que está bailando con Hwang. Es la viva imagen de Sir Siwon.

-Dios mío, otro Kim ilegítimo. Esa familia debería ser más circunspecta.

-Bueno, el marqués reconoció al suyo. Me pregunto si Sir Siwon hará lo mismo.

-Esto es increíble. ¿Cómo habrán hecho para guardar el secreto durante tanto tiempo?

-Seguramente lo ocultaron en algún sitio hasta ahora. Pero, aparentemente, los Kim darán muchas sorpresas esta temporada. Tengo entendido que el tercer hermano ha regresado.

-¿El tercer hermano? -dijo otra dama-. Pero si sólo hay tres.

-¿Dónde has estado, querida?. Son cuatro y el tercero es la oveja negra.

-Pero creí que Sir Siwon era esa oveja.

-Como es el más joven, es la segunda. Oh, podría contarte muchas historias acerca del otro. Ha estado ausente durante muchos años, pero nadie sabe dónde ni por qué.

-Entonces no es sorprendente que yo no supiera de su existencia.

-Hola, otra vez.

Heechul se disgustó ante la inoportuna interrupción, pero al menos no se trataba de uno de sus admiradores. Por fortuna, la mayor parte de ellos se habían encerrado en la sala de juegos, dejándolo en libertad para conocer mejor a los caballeros de su nueva lista. Pero, en lugar de ir en busca de uno de ellos, se había distraído con una de las numerosas conversaciones que se iniciaron cuando Kim Siwon entró en el salón de baile.

Heechul se había instalado con discreción detrás de un grupo de señoras mayores y se había dedicado a escuchar su conversación. No podía negarlo. El tema que se discutía le resultaba sumamente fascinante y escuchó cada palabra con avidez. Pero ahora alguien deseaba conversar con él y no podría evitarlo.

Miró a Lord Cho, pero trató de mantener un oído alerta a lo que decían las damas sentadas frente a él

-¿Ya te has cansado de bailar?- dijo Heechul

El joven, divertido, advirtió la distracción de Heechul. Le divirtió más aún escuchar ciertos comentarios que se hacían en ese momento cerca de él y comprendió el motivo de la distracción de Heechul.

-Todos saben que pocas veces bailo si no es con mi marido, pero esta noche no pudo acompañarme.

-Qué bien.

Cho Sungmin puso los ojos en blanco, sonrió y tomó a Heechul del brazo.

-Ven conmigo, querido. Hace demasiado calor aquí. Vayamos a otro sitio, ¿quieres?

Heechul suspiró al ser sacado del grupo. Lord Cho era sin duda muy agresivo para ser tan joven. De hecho, Heechul se había asombrado al enterarse de que estaba casado y ya tenía un hijo, pues su aspecto era el de un colegial. Era el joven señor que había estado antes con Geunsuk y al que Heechul no había sido presentado porque se había alejado del grupo. Pero Geunsuk se había encargado de presentarlos cuando Heechul regresó del jardín. En ese momento, aún estaba conmocionado por su encuentro con Kim. En realidad, no podía recordar la conversación que había tenido entonces con el joven Lord Cho, en el caso de que la hubiera tenido.

Lord Cho se detuvo frente a la mesa donde se hallaba el refrigerio. Lamentablemente, Heechul tenía ahora una visión clara del tema abordado por todos. Kim no había entrado realmente en el salón. Con aire indiferente, se mantuvo de pie junto a la puerta que daba al jardín; un hombro recostado contra el marco, los brazos cruzados sobre el pecho, contemplando el interior de la habitación... hasta que lo vio. Entonces su mirada se detuvo y sonrió con esa sonrisa que le llenaba de calidez.

Al verlo de lleno en la luz, sus sentidos se estremecieron. Tenía un cuerpo tan simétrico que era imposible dejar de admirarlo. Hombros anchos, cintura estrecha, caderas delgadas y piernas largas. Y era alto. No lo había notado en el jardín. Y rezumaba sensualidad. Eso sí lo había notado.

El corte de su conjunto de etiqueta era impecable, aunque vestido de negro aparentaba un aspecto siniestro. Pero el negro lo complementaba. No pudo imaginarlo usando los colores claros. Atraerían aún más la atención sobre él, pero lo cierto era que le atraía de todos modos, por el sólo hecho de aparecer.

-Es endiabladamente apuesto, ¿no?

Heechul se sobresaltó, percibiendo que lo habían descubierto mientras lo observaba atentamente. Pero hubiera sido extraño que no lo hiciera, pues todos los observaban.
Miró al joven lord Cho encogiéndose de hombros.

-¿Te parece?

-Decididamente. Sus hermanos también son muy atractivos, pero siempre pensé que Siwon era el más apuesto de todos.

A Heechul no le agradó mucho ese pronunciado por ese joven, de cabellos renegridos y vivaces ojos negros de humor. ¿Qué le había dicho él? .

-Deduzco que lo conoces bien.

Sungmin sonrió encantadoramente.

-Conozco muy bien a toda la familia.

Heechul se ruborizó, cosa que rara vez le ocurría. La respuesta lo tranquilizó pero estaba irritado consigo mismo por la ansiedad con que formulara la pregunta. Si el joven vizconde conocía bien a los Kim, era la última persona que Heechul deseaba que percibiera su interés por Sir Siwon. No debería estar interesado en absoluto. Debía cambiar de tema. Pero no pudo.

-Es muy mayor, ¿verdad?

-Bueno, si crees que tener treinta y dos años es ser mayor...

-¿Sólo treinta y dos?

Sungmin debió reprimir sus deseos de reír. El joven señor estaba dispuesto a hallar algo malo en Siwon, pero era difícil saber qué podría ser. Era obvio que había hecho otra conquista sin ni siquiera proponérselo. ¿O se lo proponía? Era perverso de su parte mirarlo de esa manera. Si él no estuviera junto a Lord Heechul, el pobre sería destrozado por las murmuraciones que generaría el interés de Siwon hacia lord heechul.

Sí, era realmente perverso, porque nada resultaría de todo ello. Nunca resultaba nada. Y a Sungmin le agradaba Lord Heechul. No hubiera deseado que lo hiriera.

-Es un soltero empedernido -le advirtió Sungmin- Como tiene tres hermanos mayores, nunca se ha visto obligado a casarse.

-No tienes por qué suavizar la realidad. Sé que es un libertino.

-Él prefiere decir que es un “experto en jovenes”.

-Entonces también él disfraza la realidad.

Sungmin rió. Realmente este joven le agradaba. Quizá Heechul fingía indiferencia hacia Siwon, pero en otros aspectos era muy sincero y espontáneo.

Heechul miró fugazmente a Sir Siwon. Se sentía tonto por haberlo llamado señor Kim, pero ¿cómo podía saber que tenía la dignidad de par? El hermano mayor era marqués de Suju, el segundo, un conde, el tercero era la oveja negra de la familia y Siwon era la segunda oveja negra. Se había enterado de muchas cosas esa noche. ¿Por qué no podía enterarse de las que se referían a sus posibles potenciales?

-¿No baila? -preguntó Heechul, diciéndose a sí mismo que debía abandonar el tema.

-Oh, maravillosamente, pero no se atreve a invitar a nadie aquí. Si lo hiciera, debería bailar también con varias docenas de jovenes, para despistar a las aves de rapiña. Pero Siwon no se tomaría tantas molestias para bailar con el joven que le interese. Por eso no soporta estas reuniones. Lo obligan a ser discreto, cuando la palabra ni siquiera figura en su vocabulario.

-¿Es realmente tan mala su fama que el simple hecho de bailar con él arruinaría la reputación de alguien?

-Ha ocurrido y es una pena, porque no es tan libertino. No es que le falte compañía. Pero tampoco se ha propuesto seducir a todos los jóvenes de Londres.

-¿Sólo a una parte?

Sungmin notó la sonrisa y percibió que Heechul estaba más divertido que escandalizado por la reputación de Siwon. Quizás no estuviese interesado en él. O quizás percibía sabiamente que no había posibilidades de conquistarlo.

-Las habladurías pueden ser muy crueles, querido -murmuró Sungmin a su oído-. Lo cierto es que no me atrevo a dejarte solo. Él se está comportando indebidamente al mirarte de esa manera.

Heechul evitó mirar a Sungmin a los ojos.

-Tal vez te mira a ti.

-Por supuesto que no. Pero mientras los demás no sepan a cuál de los dos mira tan atrevidamente, estás a salvo.

-Ah, aquí estás, Hee -dijo Geunsuk, uniéndose a ellos- un pretendiente preguntaba por ti. Dice que le prometiste un vals.

-Así es. – Heechul suspiró. Era hora de olvidar a Kim Siwon y de volver al trabajo. -Sólo espero que el individuo se relaje un poco y sea un poco más comunicativo esta vez.

Comprendió demasiado tarde cómo habría sonado eso a los oídos del joven lord Cho, pero Sungmin se limitó a sonreír.

-Está bien, querido. Geunsuk me ha comentado algo acerca de tu situación. Tal vez te consuele saber que tuve exactamente el mismo problema que tú cuando buscaba marido. Pero la diferencia estribaba en que mi elección debía ser aprobada por mi familia, lo que lo hacía sumamente dificultoso; para ellos, nadie era suficientemente bueno para mí. Gracias a Dios, mi querido Kyuhyun hizo un arreglo conmigo. De lo contrario, aún estaría buscando marido.

Fue Geunsuk quien pareció escandalizarse.

-Pero creí que te habían comprometido con él.

-Esa fue la opinión general cuando se hizo el anuncio, pero lo cierto es que me secuestró creyendo que yo era su amante. Ese pequeño error me salvó. Naturalmente, me llevó de regreso a mi casa de inmediato, pero el daño ya estaba hecho. Y, como soltero empedernido que era, fue al altar protestando. Pero se ha adaptado muy bien al matrimonio. Ello demuestra que los que parecen menos aptos suelen ser los mejores maridos. Nunca se sabe.

Sus últimas palabras habían estado especialmente dirigidas a Heechul, pero éste trató de no tomarlas en cuenta. Su labor ya era bastante ardua para añadir en su lista a los indeseables. No deseaba terminar casándose con un libertino con la esperanza de reformarlo. No le gustaba apostar.


1 comentario:

  1. Dios Hee!!!! Porque no ves las señales!!! Terminaras con un libertino+!!!! Asi la idea no te agrade mucho al inicio, pero a la larga sera lo mejkr para ti

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...