Soulmate (DH3)- 17




Yesung estaba parado mirando hacia la calle Wilkinson, sus manos aferradas a la barandilla de hierro mientras miraba fijamente a la gente abajo que andaba a lo largo de la calle, entrado y saliendo de las tiendas, restaurantes, y clubs.

La orden había venido de Shindong, se suponía, que se quedaría dentro de su casa de la ciudad hasta Mardi Gras. Probablemente debería haberlo escuchado, pero acatar órdenes no era exactamente algo en lo que él se destacara.

Además, odiaba la sensación de estar atrapado. Durante novecientos años, él había estado desterrado a un terreno cruel, extremo.

Ahora había pasado, él tenía un indulto. Cerrando sus ojos, Yesung inhaló el aire, que era espeso, con vida. Olió la mezcla de comidas y el río. Oyó el sonido de la risa y las juergas. Realmente le gustaba esta ciudad. No le asombraba que Kyuhyun y Kangin la hubieran reclamado.

Él sólo sentía que no pudiera quedarse aquí un tiempo más largo. Permanecer donde había otros de su clase. Donde hubiera gente con la que pudiera hablar.

Pero estaba acostumbrado a desear cosas que no podía tener. La puerta sobre su derecha se abrió y salió un pequeño muchacho. El niño se detuvo bruscamente al ver Yesung que está de pie allí. Yesung no le hizo caso.

Soulmate (DH3)- 16




Kevin los sacó del loft, bajando las escaleras hasta el coche de Kyuhyun. Kyuhyun vio las dos motos Ninja negras y grises que debían pertenecer a los Katagaria, Ya que los were-hunter tenían que moverse rápidamente para evitar a sus enemigos, preferían motos de carrera antes que correr o caminar que agotaba la fuerza que necesitaban para la lucha.

Kyuhyun comprobó su reloj. Faltaban veinte minutos para la cita. Una parte de él deseaba que Shindong  pudiera materializarlos directamente en el almacén, pero sabía que era mejor no preguntar. Shindong  era caprichoso con ese poder y se ponía bastante irritable cuando se le pedía que lo usase.


Llegaron al Distrito Warehouse unos minutos más tarde. No le tomó mucho tiempo a Kyuhyun encontrar el viejo almacén abandonado.

–Uh, muchachos –dijo lentamente Hyungsik mientras se quitaba el casco–, se dieron cuenta que esto es muy probablemente una trampa?

–No, ¿tú lo crees? –preguntó Kyuhyun sarcásticamente.

Hyungsik puso sus ojos en blanco.

Soulmate (DH3)- 15




Kyuhyun estaba furioso. Había estado llamando a Ara y ella aún no había respondido. Había intentado el camino espiritual y no pudo. Sus emociones descontroladas restringían sus poderes y tenía que conseguir aislarse de ellas para poder pensar claramente.

Pero eso era imposible.

Tenía que encontrar a Sungmin.

Él estaba ahí solo sin nadie para protegerle. Y si algo le pasaba, él iba a encontrar algún modo de hacer que Camulus pagara dios o no dios, nadie volvería a hacerle daño otra vez.

Él caminaba el área de la puerta trasera del Vampire como un león enjaulado. La cólera hervía en sus venas. Era acre y tangible. Él quería destrozar algo con sus manos. Desgarrar algo con sus colmillos. La parte más oscura de Dark Hunter había sido liberada y, por primera vez, él entendió un poco lo que Yesung sintió.

Era una rabia tan primitiva, tan poderosa, que lo controlaba completamente. Golpeó con el puño la pared de ladrillo al lado de la puerta.

–¡Lo recuperaré! –gruñó.

Soulmate (DH3)- 14




Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando Minho dio la vuelta la esquina de Pedestrian Mall y vio a Shindong parado fuera del Café de la Esquina, esperándolo. El atlante se apoyaba contra la pared de ladrillo rojos con sus brazos doblados sobre su pecho y una pierna flexionada y apoyada contra la pared de una forma que parecía despreocupada, y aún así Minho sabía que podría lanzarse a la acción ante la más leve provocación.

Vestido con pantalones negros de cuero, una camiseta negra, y un abrigo largo, estilo Pirata colonial, Shindong miraba a los turistas que caminaban alrededor de él.

Una aura letal, oscura, lo rodeaba. Un aura como la de un depredador salvaje que era a la vez grácil y atractiva de contemplar, pero que le deja saber a una persona que en cualquier momento puede terminar siendo su almuerzo.

Nadie podía estar seguro de cómo acercarse al Dark Hunter más antiguo y la mayoría de la gente lo trataba como si fuera una visita al dentista.

Con toda honestidad Minho sentía pena por él. Debía ser difícil de ejercer tanto poder y no tener nadie en quien confiar. Shindong mantenía una gran distancia entre él y cualquiera que se le acercara, tanto física como mentalmente.

Soulmate (DH3)- 13




–Bien, miren quién regresó.

Sungmin bajó el libro que estaba leyendo y sonrío a Judith mientras Judith hacía rodar su carro hacia él. Llevaba un vestido púrpura suelto y una capa negra, Judith estacionó su carro a la derecha del de Sungmin, que tenía alfarería y bocetos, y comenzó a sacar su mesa de naipes y sus cosas de médium.

–Lo sé –dijo Sungmin tristemente mientras marcaba la página de su novela y la dejaba a un lado–. He estado ocupado los últimos días. Lo siento.

Judith extendió una tela púrpura sobre la mesa de naipes.

–¿Entonces me enteraré acerca de este tipo? ¿Quieres que haga una lectura para ti?

Sungmin suspiró mientras se levantaba de su taburete para ayudar a Judith a colocar sus carteles.

–No sé mucho acerca de él excepto que es un dios del sexo, gigante y motorista que come nada más que comida chatarra, tiene una tonelada de dinero, vive en el pantano, y conoce a tu cuñado, Kangin… Oh, y conoce al marido de Donghae también.

La cara de Judith se volvió pálida. Ella miró hacia arriba, se sobresaltó.

Soulmate (DH3)- 12




Kyuhyun rompió más leyes de exceso de velocidad de las que quería contemplar, llevó a Sungmin a su loft y luego usó su teléfono de pared para llamar a Shindong.

–¿Qué haces en la ciudad? –Shindong demandó.

–Me dijeron que estabas tratando de ubicarme.

–¿Dicho por quien? Pensé que mis instrucciones eran claras. Tenías que quedarte en tu cabaña con el joven.

Kyuhyun frunció el ceño. Esto era raro. Ara nunca se había equivocado antes, ni le había mentido.

–Lo hiciste, pero entonces, –hizo una pausa mientras trataba de entender la situación. ¿Que estaba pasando aquí?

–¿Sí?

–Nada, T-Rex, creo que te malinterpreté.

–Entonces, ¿por qué estás aun al teléfono conmigo? –preguntó–. Debes llevarlo de regreso a tu cabaña. Ahora.

Kyuhyun no se preocupó por su tono arrogante. Shindong podía ser evasivo y molesto, pero nunca antes había sido un estúpido autoritario.

Soulmate (DH3)- 11




Kyuhyun se despertó poco antes de la puesta de sol con una mala sensación en su estómago. Se sentía tan solo.

Sus emociones en carne viva y hecha jirones. No se había sentido así en siglos. No había sentido tanto dolor desde la noche en que Shindong le había enseñado a enterrar sus emociones.

Esta noche, realmente sentía la soledad de su vida. El dolor quemante le desgarraba el pecho, y tenía que luchar por respirar.

Hasta que percibió una aroma de algo extraño en su piel y en su cama.

Sungmin.

Su corazón instantáneamente se aligeró al pensar en él y la forma en que encaraba su vida vibrante.

Inspirando su preciado perfume, se dio vuelta y encontró la cama vacía. Kyuhyun frunció el ceño.

–¿Sungmin?

Miró alrededor y no lo vio por ningún lado.

Soulmate (DH3)- 10




Sungmin despertó con un sentimiento de cálida serenidad, muy intensa en su corazón. Sintió el peso de Kyuhyun detrás y sonrió con somnolencia.

Realmente no recordaba su sueño aparte del hecho que había sido sobre Kyuhyun. Y lo había confortado.

Comprobó su reloj de pulsera y vio que ya era después del mediodía. Debería estar trabajando en este momento, vendiendo sus artesanías en la plaza. Pero tenía pocas ganas de salir de este futón. Dándose vuelta, se acurrucó contra el cuerpo de Kyuhyun. Colocó su cabeza en su hombro y trazó el tatuaje de su pecho. Era tan cálido y atractivo.

–Es bueno tenerte en casa, amor –le murmuró esas palabras a él en un lenguaje que sólo había oído una vez antes, anoche, cuándo habían estado haciendo el amor, pero le entendió.

Levantó la cabeza y se percató que él aun dormía como un tronco.

–¿Kyu?

Sus ojos se abrieron rápidamente. Le frunció el ceño.

–¿Necesitas algo? –Sungmin sacudió la cabeza.

Mientras él yacía allí, de espaldas, vio algo en su imaginación. Era como un recuerdo vago de la infancia.

Soulmate (DH3)- 9




Mientras Kyuhyun le mostraba donde colocar su bolso y mochila, el teléfono sonó.

Kyuhyun lo contestó mientras él desempacaba algunos artículos de primera necesidad y los colocaba en el estante.

–Oye Minho..., sí supe lo de Yesung. –Lo miró tímidamente mientras escuchaba–. Nah... hombre. Yo...No estoy solo en este momento, ¿Ok?

Se alejó, pero aun lo podía oír tranquilamente. Estaba actuando nerviosamente y él se preguntaba por qué.

–Hablé con Yesung más temprano, y definitivamente había estado absorbiendo ese húmedo jugo rojo, antes de que eso ocurriera. No sé que le sucedió, pero estaba de un humor de perros. –Hizo una pausa por varios minutos–. Sí, y escucha, tengo a un joven aquí, su nombre es Sungmin. Si él te llama por cualquier cosa, lo atiendes sin abrir tu boca... Sí, te llamaré. –Colgó el teléfono.

–¿Quién es Minho? –preguntó.

–Es mi asistente personal. Él está en nómina, así que cualquier cosa que necesites, solo marca el cuatro y el signo numeral y sonará su teléfono celular.

Ooh eso era perfecto.

Soulmate (DH3)- 8




Para cuando Kyuhyun llegó al club de Sungmin, la calle de la entrada del club y el callejón trasero eran un completo caos. Una multitud estaba por los alrededores, había dos ambulancias estacionadas y los médicos atendían a tres oficiales heridos. Alguien los había golpeado hasta hacerlos papilla.

Se detuvo cerca de una ambulancia mientras oía al oficial dando su informe a un detective.

–Al menos media dos metros. Esbelto, vestía de negro, con pelo negro. Al final de los veinte con una garra de plata enorme en la mano. Lucía como el mismísimo diablo cuando llegamos. Hombre, nos desgarró de lado a lado como si fuéramos nada. Al menos le disparé dos balas y ni siquiera se sobresaltó cuando le disparé. Él siguió avanzando hacia nosotros. Debe ser un PCP o algo.

Kyuhyun se congeló.

Yesung. No había nadie más que pudiera coincidir con esa descripción.

Demonios. No debería haber dejado el área mientras Yesung estaba por ahí. Yesung los debía haber atacado justamente unos pocos minutos después de que se fuera.

–Entonces ¿qué ocurrió? –preguntó el detective.

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...