Amor en Altamar- Capítulo 5



Sir Kim Siwon indicó por señas al camarero que trajera otra botella de oporto ; luego se reclinó en la silla para conversar con su hermano mayor.

-¿Sabes ,Hyukjae ? Creo que voy a echarte de menos. Deberías haber arreglado tus asuntos en el Caribe antes de venir, así no tendrías que marcharte ahora, justo cuando ya me había vuelto a acostumbrar a que estuvieras por aquí.

-¿Cómo iba yo a saber que se iba a arreglar tan rápidamente lo del fallecimiento de ese infame de Kry?- replicó Hyukjae - Olvidas que, si he vuelto a Londres, sólo ha sido para ajustar cuentas con ese Cho. No tenía idea de que estaba a punto de casarse con alguien de la familia. Tampoco me imaginaba que la familia decidiría aceptarme otra vez, ahora que mis días de pirata han quedado atrás.

-A mi modo de ver lo que ha facilitado las cosas ha sido que presentaras a los mayores a un nuevo sobrino como Minho. Los condenados son muy sentimentales cuando se trata de la familia.

-¿Y tú no?

Siwon rió entre dientes.

-Yo también. Pero te apresurarás a volver, ¿no? Esto de tenerte aquí ha sido como volver a los viejos tiempos.

-Sí que lo pasamos bien en aquellos años locos, ¿verdad?

-¡Siempre persiguiendo a los mismos jóvenes! - Sonrió Siwon.

-Y oyendo los mismos sermones de nuestros hermanos.

-Lo hacían por nuestro bien. Lo que ocurre es que Shindong y Zhoumi asumieron responsabilidades cuando aún eran demasiado jóvenes. No tuvieron la oportunidad de hacer locuras; estaban demasiado ocupados manteniéndonos a raya a los más pequeños.

-No hace falta que los defiendas, hombre- respondió Hyukjae -¿O crees que les guardo rencor? A decir verdad, en vuestro lugar también habría renegado de mí con la misma rapidez con que lo hicisteis vosotros tres.

-Yo no renegué de ti - protestó Siwon.

-Bebe- replicó Hyukjae con sequedad - Tal vez te refresque la memoria.

-Mi memoria funciona perfectamente, te lo aseguro. Tal vez me pusiera furioso contra ti ese verano en que huiste con Min. ¡Tres meses en un condenado barco pirata, cuando el pequeño sólo tenía doce años! Pero descargué mi furia con la paliza que te propinamos cuando lo devolviste. Bien que la merecías. Y la aceptaste. Jamás comprendí por qué. ¿Te molestaría explicármelo?

Hyukjae arqueó una ceja.

-¿Y cómo iba a impedirlo, si erais tres contra uno? Me crees más fuerte de lo que soy.

-Anda, hermano. Ese día no te resististe. Ni siquiera lo intentaste. Puede que Shindong y Zhoumi no se percataran, pero yo sí. ¿Acaso crees que no te conozco, después de haber boxeado tantas veces contra ti?

Hyukjae se encogió de hombros.

-Consideré que me la merecía. Primero me pareció que era una travesura muy divertida llevármelo ante las narices de nuestro hermano mayor. Estaba enfadado con Shindong por haberme prohibido ver a Minnie después de...

-Min -corrigió Siwon de inmediato.

-¡Minnie!-repitió Hyukjae, con más energía.

Se reanudaba la vieja discusión que había sostenido siempre con todos sus hermanos con respecto al apodo de su sobrino Sungmin. Pero al darse cuenta de que estaban empezando a pelearse como siempre, sonrieron. Siown, contribuyendo a la distensión, concedió:

-Bueno, que sea Minnie, por esta noche.

Hyukjae sacudió la cabeza con incredulidad.

-Debo de estar oyendo mal.

-¡Oh, demonios! -protestó Siwon, entre gruñendo y riendo a la vez - Acaba con tu relato antes de que termine por quedarme dormido. Ah, espera; ahí llega nuestra segunda botella.

-No estarás tratando de emborracharme otra vez, ¿no?

-Ni pensarlo -repuso Siwon, mientras llenaba las dos copas hasta el borde.

-Según creo, es lo mismo que dijiste la última vez que vinimos aquí, y si no me equivoco, tu amigo Park tuvo que llevarnos a casa a los dos...en plena tarde. Nunca me has contado qué dijo tu querido espocito de eso.

-Unas cuantas cosas, gracias, pero ninguna digna de ser repetida -repuso Siwon con acritud.

La franca risa de Hyukjae atrajo las miradas de alrededor.

-La verdad es que no sé qué ha sido de tu tacto. Tu esposo deja de hablarte el segundo día de casados, sólo porque no supiste convencerlo de que aquel camarero, si bien estuvo en tu regazo algunos minutos, no pasó la noche contigo. ¡Qué mala pata que te dejara algunos cabellos rubios en la solapa! Pero ¿no le has explicado a Heechul que fuiste a esa taberna sólo por él, buscando a su primo Yoon?

-Claro.

-¿Y no le has dicho todavía que el joven era mío y no tuyo?

Siwon sacudió tercamente la cabeza.

-Ni se lo pienso decir. Debía haberse dado por satisfecho cuando le dije que no había ocurrido nada, que me hicieron una invitación y la rechacé. No tolero su falta de confianza...Pero creo que ya hemos mantenido esta conversación anteriormente. Deja de preocuparte por mi vida amorosa, hermano. Mi esposito escocés acabará por ceder. Estoy resolviéndolo a mi modo. Volvamos a tu gran confesión, ¿quieres?

Hyukjae alargó la mano hacia su copa al mismo tiempo que Siwon.

-Como te decía, estaba enojado con Shindong porque ni siquiera me dejaba ver a nuestro sobrino.

-¿Cómo iba a permitírtelo, si ya llevabas dos años pirateando?

-Puede que hubiera convertido los mares en un verdadero infierno, Siwon, pero en lo personal no había cambiado. El sabía perfectamente que por ver a mi sobrino, habría dejado atrás todo lo relacionado con Kry. Pero me desheredó por hacerme a la mar y deshonrar a la familia. Aunque nadie en Inglaterra sabía que el capitán Kry y Kim Hyukjae, vizconde de Silver, eran una misma persona. Shindong había tomado una decisión y no quería echarse atrás. ¿Qué podía hacer yo? ¿No volver a verla jamás? Para mí, Minnie es como un hijo. Lo criamos entre todos.

-Podrías haber renunciado a la vida de pirata -señaló Siwon, intentando mostrarse razonable.

Hyukjae sonrió con lentitud.

-¿Seguir los dictados de Shindong? ¿Cuándo he hecho semejante cosa? Además, lo pasaba de maravilla como pirata. Me gustaba el desafío, el peligro; y más importante aún, este tipo de vida me exigía cierta disciplina. Eso sí que me resultó saludable. En Londres me había vuelto muy abúlico y estaba henchido de hastío. Nos divertíamos, sí, pero ya no tenía más incentivo que meterme en la cama de algún joven señor. Y hasta eso perdió su gracia una vez logrado. ¡Qué demonios, si al final todo el mundo me rehuía por culpa de mi deleznable reputación! Ya no me quedaba con qué aliviar la monotonía.

Siwon rompió a reír.

-¡Me partes el corazón, compañero!

En esta ocasión fue Hyukjae quien llenó las copas.

-Bebe, caballo, bebe. Eres más comprensivo cuando estás borracho.

-Nunca me emborracho. Eso traté de explicarle a mi esposo, pero no quiso creerme -dijo Siwon. Luego continuó - Así que te hiciste a la mar para llevar la vida pura y saludable de los piratas, ¿eh?

-De un caballero pirata - corrigió Hyukjae.

Siwon asintió.

-Correcto. Hay que marcar las diferencias. A propósito, ¿cuál es la diferencia?

-Nunca he hundido un barco. No he apresado ningún buque sin darle antes una buena oportunidad. Por eso he perdido unos cuantos botines, dejándoles que burlaran mi acoso. Pero nunca he pretendido ser un pirata triunfador, sólo un pirata persistente.

-¡Maldito seas, Hyukjae! Para ti era sólo un juego, ¿no? Mientras tanto, dejabas que Shindong te imaginase dedicado al pillaje, a la violación, y a lanzar hombres a los tiburones.

-¿Por qué no? De todas formas, siempre tiene que estar censurando a alguno de nosotros para poder sentirse plenamente feliz. Era preferible que fuese yo la víctima de sus acusaciones porque a mí me importa un comino, mientras que a ti te preocupa.

-Vaya, qué noble actitud -observó Siwon, sarcástico.

-¿Tú crees? – Hyukjae, sonriendo, vació su copa. Siwon se apresuró a llenarla otra vez - Al fin y al cabo, siempre he actuado así.

-Supongo que sí -reconoció Siwon, con desgana - Desde que tengo memoria has desafiado y provocado deliberadamente a Shindong.

Hyukjae se encogió de hombros.

-¿Y qué es la vida sin esos pequeños estímulos, querido hermano?

-Me parece que disfrutas cuando ves a Shindong echando chispas. Admítelo.

-Bueno, es que lo hace muy bien, ¿verdad?

En el rostro de Siwon se dibujó una amplia sonrisa. Luego replicó, riendo entre dientes:

-Bien, los porqués y las consecuencias ya no importan. Se te ha vuelto a aceptar en la familia y todo está perdonado. Pero aún no me has explicado por qué aceptaste la paliza.

-¿No? Pues debe de ser porque me interrumpes a cada instante.

-De acuerdo, cierro el pico.

-¿Tú? Imposible.

-¡Hyukjae!

-Oh, vamos, Siwon. Ponte en mi lugar y tendrás la respuesta. No es tan complicada, después de todo. Yo quería pasar el tiempo que me correspondía con Minnie, nuestro adorado sobrino. Pensé que él disfrutaría viendo un poco de mundo, y ciertamente no me equivoqué. Pero por mucho que me encantara tenerlo conmigo, antes de traerlo de regreso comprendí la estupidez que había cometido. Evidentemente, mientras lo tuve a mi lado no actué como pirata. Pero el mar no es un lugar seguro. Tormentas, otros piratas, enemigos que me había creado... Podía pasar cualquier cosa. Y aunque el riesgo que él corría era mínimo, no dejaba de ser un riesgo. Y si a Minnie le hubiera ocurrido algo malo...

-Por Dios, ¿el inconsciente de Kim Hyukjae asediado por los remordimientos? ¡Con razón nunca he logrado explicarme el asunto!

-Tengo mis momentos, al parecer -replicó Hyukjae con sequedad, clavando en los ojos de su hermano una mirada de disgusto por sus carcajadas.

-¿Qué he dicho? -preguntó Siwon, con aire inocente- Bueno, no importa. Anda, toma otra copa.- La botella se inclinó otra vez – Mira- agregó con una sonrisa pensativa- entre que yo sometía al pequeño a la presencia de mis disolutos amigos, que a decir verdad siempre se comportaron correctísimamente, y que tú lo expusiste a una tripulación de rebanapescuezos...

-Que lo adoraban y, mientras él estuvo a bordo, demostraron ser unos rebanapescuezos muy corteses.

-Pues sí, gracias a nuestra ayuda el niño tuvo una educación muy completa.

-¿Verdad que sí? Lo que no me explico es que haya acabado casándose con un fulano como Cho.

-El pequeño lo ama, por desgracia.

-Eso ya lo suponía.

-Anda, Hyukjae, lo detestas porque se nos parece demasiado. Y alguien como nosotros no merece casarse con nuestro Sungmin.

-En eso no estoy de acuerdo, muchacho. Eres tú quien lo detesta por eso. A mi no me gustaron los insultos que me lanzó mientras se alejaba, después de habernos enfrentado en el mar hace años. ¡Y me insultaba después de haberme destrozado el barco!

-Pero tú lo atacaste -señaló Siwon, que ya conocía casi todos los detalles de ese combate naval, incluido el hecho de que en esa ocasión habían herido al hijo de Hyukjae. Y ése fue el motivo determinante para abandonar definitivamente la vida de pirata.

-Eso no viene al caso -insistió Hyukjae- De cualquier modo, el año pasado empeoró las cosas cuando, por su culpa, acabé en la cárcel.

-Después de dejarlo medio desmayado por la brutal paliza que le diste. ¿Y acaso no admitiste que, después de todo, Kyuhyun pagó tu fuga, antes de irse a las Indias Occidentales? Debía de tener sus remordimientos, ¿no?

-A juzgar por lo que dijo, fue porque se habría perdido ver cómo me ahorcaban.

Siwon soltó una risotada.

-Eso es muy característico de él. ¡Qué cachorro tan arrogante! Pero reconócele el mérito, hermano. Si no te hubieran detenido, por cortesía de nuestro sobrino político, no habrías podido facilitar las pesquisas sobre el paradero de Kry y simular después tan hábilmente su muerte. Con todo ello te has beneficiado, y ya puedes caminar otra vez por las calles de Londres con toda tranquilidad.

Eso merecía que se vaciara otra copa.

-¿Desde cuándo defiendes a ese truhán?

-Por Dios, ¿eso he hecho? – Siwon parecía totalmente horrorizado- Perdona, muchacho. Te aseguro que no volverá a ocurrir. Ese tipo es un incordio de pies a cabeza.

-Pero Minnie se lo hace pagar – dijo Hyukjae, refocilándose.

-¿Ah sí?

-Cada vez que discute con uno de nosotros y Minnie se entera, el mozo acaba durmiendo en el sofá.

-¡No me digas!

-Es cierto. El mismo me lo dijo. Tendrás que visitarlo con más frecuencia cuando yo no esté.

-¡Brindo por eso! -rió Siwon - ¡Cho en el sofá! ¡Eso es genial!

-No mejor que el enredo que tú tienes con tu esposo.

-No empecemos otra vez con eso.

-Ni se me ocurriría. Pero confío en que hayas arreglado las cosas cuando yo vuelva, dentro de algunos meses. Porque entonces os quitaré a Minho de encima. Y entonces, querido muchacho, os quedaréis solos, tú y tu pequeño escocés.

En la sonrisa de Siwon se podía adivinar su total seguridad y una tenue malicia.

-Date prisa en volver, ¿me harás el favor?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...