Atrévete a Amar- Capítulo 18



Heechul ya no sabía cómo se sentía, pues olas de placer lo recorrían por entero, haciendo que se estremeciera una y otra vez, notando como su cuerpo llegaba a un nuevo orgasmo, derramando su semilla entre sus cuerpos unidos. El orgasmo hizo que las paredes que rodeaban a Siwon se contrajesen dolorosamente, unas cuantas envestidas más y termino derramando su semen dentro de Heechul.

Rendido de placer, Heechul sostuvo entre sus brazos el cuerpo transpirado de Siwon y ambos aguardaron hasta que su respiración se normalizó. El no tenía prisa para que Siwon se moviera y lo sostuvo con fuerza. Siwon tampoco deseaba moverse. Su cabeza se apoyó en el hombro de Heechul y su aliento rozó su cuello, provocándole levísimas cosquillas. Un escalofrío recorrió los brazos de Heechul y él lo percibió.

-He actuado como un recién casado típico -dijo Siwon, suspirando- Impaciente, apresurado. -Apoyó el peso de su cuerpo sobre los codos; Heechul se conmocionó al sentir que la ingle de Siwon presionaba sobre la suya. -Te otorga permiso para que me castigues, querido.

-¿Por qué?

-Bueno, si no lo sabes...

-¿Por qué, Siwon?

-Por mi descontrol, naturalmente. Un hombre de mi edad y experiencia no tiene excusas, de modo que debo culparte. Me hiciste perder la cabeza.

-¿Acaso es malo eso?

-Tú lo decidirás dentro de un rato, cuando te haga el amor con más lentitud.- Heechul rió.

-Si no supiera que no es así, diría que estás tratando de que te adule. Debes saber que tu actuación no fue deficiente. Todo lo contrario. Estuviste maravilloso.

Siwon sonrió con seducción y Heechul se conmovió. Lanzó un suspiro entreabriendo los labios y él se inclinó para besarlos tiernamente.

Pero entonces se levantó, lo cubrió sorpresivamente con la sábana y tomó la bata que había dejado caer con desidia en el suelo. Volvió a sentarse en el borde de la cama, pero a cierta distancia de Heechul. Debió servir a Heechul de advertencia.
Con un suspiro fingido, dijo:

-En lo que respecta al ruido.

Heechul parpadeó.

-¿El ruido?

-La exteriorización de tu temperamento escocés.

Heechul sonrió, creyendo que él bromeaba.

-Me enfadaré, ¿verdad?

-Es muy probable, pues debo decirte que hoy te mentí.

Heechul se tornó serio.

-¿Acerca de qué?

-¿No lo adivinas, querido? Ahora que me he casado, no tengo la menor intención de mantener a mis amantes. Te defraudo, ¿no?

-Pero, estuviste de acuerdo.

Siwon sonrió con masculina satisfacción.

-Hoy hubiera aceptado cualquier cosa con tal de hacerte legalmente mío; incluso lo hubiera hecho por escrito, pero por fortuna no me lo exigiste.

Heechul lo miró con incredulidad; la languidez fue reemplazada por la ira. Se sentía estafado. Estaba furioso.

-Te casaste conmigo empleando falsedades.

-Me casé contigo de buena fe. Que no pedí ni deseaba. Y, si lo piensas, comprenderás cuán absurdo era tu pedido. Tú no me pediste que me casara contigo; fui yo quien te lo pidió y deseo que sepas que jamás lo hice antes. Ni lo hubiera hecho desaprensivamente. He tenido amantes que pudieron durarme toda la vida. Ahora deseo un esposo.

La calma de Siwon resulta ridícula frente a la furia de Heechul, quien avergonzado, bajó la voz.

-Eso dices ahora, pero ¿qué sucederá dentro de un mes o de un año? Pronto tus ojos comenzarán a mirar a otros jovenes.

Siwon sonrió, sabiendo que su sonrisa le enfurecería más aún.

-Mis ojos los han estado mirando durante los últimos diecinueve años. Dales un descanso, Heechul. Están fijos en ti y no desean moverse.

Heechul entrecerró los ojos y lo miró enardecido, tal como él lo previera.

-¿De modo que piensas que bromeo? Bien, déjame decirte...

Siwon se inclinó y lo tomó de la cintura, arrastrándolo por la cama y acercándolo a su pecho. La sábana quedó atrás, pero Heechul estaba demasiado enfadado y no lo notó. Pero Siwon no lo estaba y la sensación que experimentó debajo de su cinto le hizo desear concluir con la discusión y volver a disfrutar de los placeres de su noche de bodas. Niño tonto. Tanto alboroto porque sólo lo quería a él. Debería estar feliz en lugar de armar un revuelo.

-¿Por qué no llegamos a un acuerdo, cariño? ¿Aún insistes en que tenga un amante?

-Demonios. ¿Acaso no te lo he estado diciendo? -dijo Heechul.

-Muy bien. -Sus ojos acariciaron su rostro, se detuvieron en sus labios y su voz se hizo más profunda. -¿Estás preparado para desempeñar ese papel?

-¿Yo?

Siwon volvió a sonreír, con esa sonrisa enloquecedora.

-¿Quién si no? Eres el único joven que me interesa en este momento.

-No fue eso lo que quise decir y lo sabes.

-Tal vez, pero es todo cuanto puede hacer.

Heechul no le creyó.

-Seguramente hay un joven al que has estado frecuentando.

-Seguramente. En realidad hay varios. Pero ninguno de ellos es mi amante, cariño. Y deseo que sepas que no los he visto desde que te conocí. Pero eso nada tiene que ver ¿verdad? La cuestión es que no deseo volver a acostarme con ninguno de ellos. Estás atado a mí.

-Siwon, por favor habla en serio aunque sólo sea una vez -rogó con exasperación.

-Querido, jamás he hablado tan seriamente en mi vida. ¿Cómo hacerle el amor a otro joven si eres el único que deseo? Sabes que no se puede. El deseo no obedece a la voluntad. ¿O no has pensado en ello?

Heechul lo miraba, confundido y algo asombrado, pero luego frunció el ceño y apretó los labios.

-Pero eso no significa que en algún momento no te agrade alguien a quien veas.

Siwon suspiró, fastidiado.

-Si ese día llega, te juro Heechul que no me importará. Bastará que te imagine, tal como estás ahora y eso alcanzará para complacerme.

-Sabes decir muy bien las cosas, lo admito. Pero olvidas que no me amas.

Siwon lo arrojó sobre la cama y cubrió su cuerpo con el suyo.

-Entonces estudiemos cuáles son mis sentimientos, ¿quieres? -Su voz parecía un ronroneo, pero era obvio que había perdido la paciencia. -Existe una gran cantidad de deseo. Ha sido una tortura aguardar hasta ahora para tocarte. Existe una gran posesividad, la que he descubierto hace poco. Existen celos, que he experimentado durante semanas. -Arqueó las cejas y Heechul lo miró, asombrado. -No me digas que te sorprende.

-¿Tuviste celos? ¿De quién?


-De todos, incluso de mi maldito hermano. Y, ya que hablamos del tema, debes saber que los caballeros con los que pensabas casarte eran todos muy adecuados, a excepción de Junjin, que es realmente raro. Fueron todo mentiras, Heechul, porque no toleraba la idea de que ninguno de ellos te tuviera.

En ese momento lo sostenía de los brazos, esperando la violenta reacción de Heechul después de esa confesión. Pero éste permaneció inmóvil; el azoramiento era mayor que el enojo.

-Entonces... debes quererme un poco -dijo en voz muy baja y vacilante.

-Mierda -explotó él-. ¿Me hubiera casado contigo de no ser así?

Para nada intimidado, Heechul le recordó:

-Te casaste conmigo para ayudarme a salir de una situación horrenda y te lo agradezco.

Siwon cerró brevemente los ojos, tratando de controlarse. Cuando los abrió, su mirada era dura. Pero su voz, serenamente arrogante.

-Querido, si sólo hubiera deseado salvarte, como tú dices, hubiera podido provocar la muerte prematura de tu primo sin mayores inconvenientes. Pero te quería para mí; así de sencillo. -El tono de su voz cambió y se tornó severo. -Y si vuelves a decirme que frecuente a otros jovenes, me convertiré en un marido arcaico y te daré una zurra. ¿He sido claro? No habrá otros jovenes; ni ahora, ni nunca.

Aguardó que Heechul estallara. Pero él sonrió, con una sonrisa que llegó a sus ojos.
Siwon no supo qué pensar de ese cambio súbito. Hasta que Heechul dijo:

-¿No mencionaste antes algo acerca de hacerlo más lentamente? Se supone que yo debía decidir...

Siwon rió, interrumpiéndolo. Su risa era profunda y exultante.

-No cambies nunca, cariño. No te querría si fueras diferente.

Y procedió a poseerlo a su manera, con su amplia colaboración.




-¿Y ahora, qué sucede? ¿Qué haces ahí sentado, sonriendo?

Heechul inclinó levemente el espejo de mano y vio la imagen de Heejin reflejada detrás de él. Su sonrisa se hizo más ancha y sus ojos, brillantes, trataron de parecer inocentes. Se volvió, aún sentado sobre la banqueta.
¿Sonreía? No puedo imaginar por qué.

Heejin lanzó un bufido, pero también esbozó una sonrisa.

-Estás contento contigo mismo, ¿verdad?

Heechul dejó de fingir.

-Sí. Oh, Heejin, nunca creí que pudiera ser tan feliz.

-No me sorprende. Has conquistado a un hombre muy apuesto. Pero, ¿por qué lo mantenías en secreto?

-No hubo ningún secreto. No figuraba en mi lista. Cuando me pidió que me casara con él, me sorprendí tanto como los demás.

-Bien, todo cuanto pido es que seas feliz con él. Es mucho más de lo que esperaba, dada la prisa que llevabas. Ni siquiera importa que esta casa sea tan espartana y que los criados sean groseros y esnobs.

Heechul rió.

-Imagino que has conocido al mayordomo.

-Sí; es un patán. Y un estirado. Pero no me sorprende, ya que es el que tiene a sus órdenes a los demás criados. No hay un ama de llaves ni criadas; sólo dos que vienen varias veces por semana para realizar la limpieza.

-Por lo visto, tienes muchas quejas, Heejin. Pero no te preocupes tanto. Olvidas que ésta era una residencia de hombres solteros. Estoy seguro de que Siwon no pondrá objeciones si hacemos algunos cambios. Hay que comprar muebles nuevos. -Miró a su alrededor y pensó en el toque que necesitaba su nuevo dormitorio. -Habrá que contratar nuevos criados.

-No incurras en gastos excesivos por mi causa. Y recuerda que antes de gastar, debes consultar a tu marido. Los maridos suelen ser quisquillosos respecto a esas cosas.

-No te preocupes. No usaré su dinero pues tengo fortuna propia.

-Deberías hablar primero con él, mi niño. A ellos les gusta pagar las cuentas de sus jovenes esposos, ¿no lo sabías? El problema es que has estado ocupándote de ti mismo durante demasiado tiempo, incluso antes de que tu abuelo muriera. Pero ahora estás casado. Debes hacer concesiones y hacer las cosas de otra manera si deseas mantener la armonía conyugal. -En ese momento, llamaron a la puerta -Ya debe estar preparada el agua para tu baño. ¿Tienes prisa para reunirte con tu marido a la hora de almorzar? O tienes tiempo para...

-Hay mucho tiempo. Creo que Siwon salió. – Heechul se ruborizó. -Cuando me lo dijo estaba medio dormido. Pero dijo algo acerca de su cabalgata matutina y algunas cosas que debía hacer. No creo que regrese antes de la hora de comer, de modo que puedo dedicar el día a conocer la casa y los criados. Y además, debo enviar una esquela a Geunsuk para explicarle lo ocurrido.

Heechul había dormido muy poco la noche anterior, de manera que pensó que todo eso era suficiente para un día.

Una hora después Heechul salió de la habitación de Siwon, que ahora era también la suya, y comenzó a caminar por el vestíbulo. Prácticamente no había visto la casa la última vez que estuvo en ella, ni tampoco la noche anterior, pero pronto solucionaría el problema. Iba a necesitar la ayuda del mayordomo. Dado que había otros Kim en la residencia, no podía abrir puertas indiscriminadamente.

Dedicó un instante a pensar en los otros dos habitantes de la casa, el hermano de Siwon y su hijo. Se preguntó si Siwon admitiría ahora que Kim Minho era su hijo. No había motivo alguno para que lo negara, al menos no ante él. Era un chico apuesto, del cual se podía estar orgulloso, y era el vivo retrato de su padre. Era ridículo que negara su paternidad; bastaba mirar al muchacho para saber quién lo había engendrado.

Heechul debía hacerse amigo del joven, cosa que no le parecía difícil. Kim Hyukjae, en cambio, era otra cosa. No había motivos para ser muy amistoso con él, sino todo lo contrario. ¿Debería decir a Siwon que Hyukjae lo había besado en una ocasión? Tal vez ya lo sabía. Le había dicho que había estado celoso de su hermano.

Sonrió al recordar la disparatada conversación que habían mantenido la noche anterior. No sabía cómo lo había logrado, pero lo había convencido de que sería un marido maravilloso. Todos sus preconceptos acerca de los libertinos se habían desvanecido. Él le sería fiel. Heechul lo sabía y lo creía firmemente y eso lo hacía muy feliz. ¿Qué más podía pedir que tener a Kim Siwon sólo para él? Su amor, pensó. Pero lo tendría. Debía tenerlo.

-Diablos, ¿qué estás haciendo tú aquí?

Heechul se detuvo en lo alto de las escaleras. Kim Minho, que se dirigía a la planta alta, se detuvo en seco, boquiabierto. Heechul decidió responderle traviesamente, pues era obvio que él aún no se había enterado de su matrimonio.

-Pasé la noche aquí, ¿no lo sabías?

-¿Pasaste la noche? -repitió él.

-Sí, y he estado pensando en instalarme en esta casa.

-Pero aquí somos todos solteros.

-Pero hay mucho sitio, ¿no crees? Y en esta casa hace falta un joven.

-¿Ah, sí? -dijo él, confundido; luego meneó la cabeza-. Pero no sería decoroso. Tú eres un joven señor... bueno, quiero decir... tú sabes. No sería correcto.

-¿No? – Heechul sonrió. -Entonces deberé hablar con tu padre. Él insiste en que me quede.

-¿Él? – Minho estuvo a punto de ahogarse. -Diablos, sí que la ha hecho buena. El tío Siwon se pondrá furioso. Te había echado el ojo. Demonios, es probable que ahora nos arroje a la calle.

-Minho -comenzó a decir Heechul, dejando la broma de lado. No pensó que le afectaría tanto. -No necesitas fingir. Sé que Siwon es tu padre. Y lamento haberte hecho una broma. Me quedo porque ayer me casé con tu padre. Debió decírtelo.

Minho volvió a abrir la boca, estupefacto, pero se recuperó pronto.

-Cuando hablas de mi padre, ¿te refieres a Siwon? ¿Te casaste con Kim Siwon?

-No tienes por qué sorprenderte tanto.

-Pero... no lo creo. ¿Siwon casado? No lo haría, estoy seguro.

-¿Por qué no?

-Porque no. Es un soltero contumaz. Muchos jovenes lo asedian. ¿Para qué desearía un esposo?

-Ten cuidado, jovencito -le advirtió Heechul ásperamente-. Estás a punto de ofenderme.

Minho se ruborizó.

-Dis... disculpa, Lord Choi. No quise ofenderte.

-Ahora soy Lord Kim, Minho -dijo mostrando su anillo de bodas-. Nos casamos anoche en Foresight y y tu primo Sungmin fue testigo de la boda. De modo que debes creerlo. No tengo por qué mentir y puedes preguntárselo a tu padre cuando regrese.

-¿Mi padre estuvo allí?

Heechul suspiró

-¿No crees que debió estarlo tratándose de su propia boda?

-No, me refería a Hyukjae. Él es mi padre. Realmente lo es.

Ahora, el sorprendido fue Heechul, pues era obvio que Minho hablaba en serio.

-Pero, te pareces tanto a Siwon.

-Lo sé. -Él sonrió. -Pero también Sungmin se parece a él. Y mi tía Amber, la madre de Sungmin, también se le parecía, aunque no la conocí. Murió cuando Sungmin era un bebé. Nosotros nos parecemos a la bisabuela Kim.

-Aún debo aprender muchas cosas acerca de esta familia; es tan numerosa.

-¿Es cierto que se casó contigo? ¿Lo hizo de verdad?

-Sí, Minho, lo hizo. – Heechul sonrió y descendió unos escalones para tomar su brazo. -Ven y te lo contaré todo. Hyukjae, tu padre, estaba aquí anoche cuando Siwon me hizo cruzar el umbral en sus brazos. Si crees que has recibido una sorpresa, debiste ver su rostro; estaba azorado.

-No lo dudo. -Su risa era muy profunda para un hombre tan joven, pero contagiosa.


1 comentario:

  1. Jajaja pobre Hee en verdad que creia que Minho era Hijo de Siwon ^_^
    Vamos a vrr como el resto de la familia Kim se toma la noticia de la boda de Siwon

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...