Atrévete a Amar- Capítulo 21



-Ayer estuve aquí, pero tenías tantos invitados...

-Que te marchaste -dijo Heechul. Dejó de enmantecar su panecillo para mirar fijamente a Geunsuk -Lamento que lo hayas hecho.

-No quise parecer un intruso.

- Suk, era sólo su familia que había venido a conocerme y a felicitar a Siwon. Hubieras sido bienvenido, créeme, en especial por mí. No imaginas cuán solo me sentí en medio del clan Kim .

Geunsuk calló. Bebió un sorbo de té, jugueteó con la servilleta que tenía sobre su regazo y con el pastel que había sobre su plato y que no había probado. Heechul lo contempló, conteniendo el aliento. Sabía que se avecinaba. Lo temía, especialmente ahora, que lamentaba haberse casado tan apresuradamente con Siwon. Y era la primera vez que veía a Geunsuk desde su boda. Cuando apareció inesperadamente a la hora del desayuno, Heechul supo que, además de las tentadoras delicias que el cocinero había preparado, debería digerir una considerable cuota de críticas. Trató de demorar el momento.

-Espero que no hayas estado muy preocupado la otra noche. -Demonios, ¿sólo hacía cuatro días que Hyunsang lo había secuestrado?

-¿Muy preocupado?- Geunsuk rió amargamente. -Te sacaron de mi casa. Yo era responsable.

-No. Hyunsang fue muy astuto y nos engañó a todos. Pero espero que comprendas por qué me vi obligado a partir antes de que regresaras.

-Sí, lo comprendo. No podías permanecer conmigo después de que él había descubierto tu paradero. Pero esa esquela que me enviaste hace dos días. Jamás podré comprender eso. ¿Cómo pudiste hacerlo, Hee? ¿Nada menos que con Kim Siwon?

Y bien, ya había formulado la pregunta tan temida; la misma que él se había estado formulando. Las respuestas no eran satisfactorias, no para él; pero debía responder a Geunsuk.

-La Noche en que Heejin y yo nos marchamos, me detuve aquí para ver a Siwon.

-No puede ser.

Heechul vaciló.

-Sé que no debí hacerlo, pero lo hice. Cuando estuvimos en Foresight, él se había ofrecido a ayudarme. El marido de Sungmin no conocía muy bien a mis caballeros, pero Siwon, sí. Supuestamente, iba a clarificar algunos rumores sobre ellos. Bueno, la cuestión es que, después de ese encuentro con Hyunsang, yo llevaba mucha prisa. Vine a esta casa sólo para que él me sugiriera un nombre, para que escogiera uno de los cinco caballeros más adecuado para mí.

-Bien. Es razonable, aunque muy indecoroso -dijo Geunsuk - Estabas atemorizado y alterado. Esa noche no pensabas con lucidez. Pero, ¿qué sucedió? ¿Por qué escogiste a Sir Siwon?

-Me mintió -dijo Heechul sencillamente, mirando el panecillo que aún tenía en la mano-. Me convenció de que los cinco eran tan inadecuados que no podía casarme con ninguno de ellos. Debiste haber escuchado alguna de sus horribles historias y la forma convincente con que las inventó. En ningún momento sospeché que mentía.

-Entonces ¿cómo sabes...?

Heechul rió un instante.

-Porque después de casarnos lo admitió. Arrogantemente, lo confesó todo.

-Qué canalla.

-Sí, lo es -suspiró Heechul - Pero no es ésa la cuestión. La noche que vine a verlo yo estaba desesperado y cuando me dijo todo eso comprendí que estaba como al comienzo y no supe qué hacer.

-De modo que le pediste que se casara contigo -aseguró Geunsuk, sacando sus propias conclusiones-. Bueno, ahora lo comprendo... o creo comprender. Supongo que tuviste la sensación de que no tenías otra alternativa.

-No fue exactamente así -dijo Heechul, pero decidió no mencionar el hecho de que había sido seducido. Geunsuk no tenía por qué saberlo todo.- Ni siquiera en ese momento pensé que Siwon pudiera ser la solución de mi problema. Demonios; estaba decidido a regresar a Escocia y casarme con un granjero. Fue Siwon quien sugirió que me casara con él.

Geunsuk quedó boquiabierto.

-¿Él? -Se repuso con rapidez de la sorpresa. -Bueno, naturalmente pensé que... quiero decir que, como hace un momento dijiste que no hubieras vacilado en hacer la proposición, quizás fue necesario dado que contabas con muy poco tiempo para un noviazgo. Y el tiempo era cada vez menor, de modo que supuse... ¿Realmente te propuso casamiento?

-Sí, y me sorprendí tanto como tú. Pensé que bromeaba.

-Pero no era así, ¿verdad?

-No, en absoluto. Por supuesto, lo rechacé.

Geunsuk volvió a abrir mucho la boca.

-¿Lo hiciste?

-Sí, y me marché a Foresight. - No era necesario que Geunsuk supiera que eso había ocurrido al día siguiente. -Pero, como ves, cambié de idea. Él me ofrecía solución y decidí encararlo como un asunto de negocios. Aún no sé por qué lo hizo, pero así fue. Ésa es toda la historia. -Menos las partes que Heechul no podía mencionar.

Geunsuk se echó hacia atrás, más tranquilo

-Bien, espero que no tengas que lamentarlo. Rogaré para que se produzca un milagro, que Sir Siwon llegue a convertirse en otro Cho Kyuhyun.

-Dios mío, muérdase la lengua, señor -dijo Siwon, entrando en la habitación-. Ese individuo me resulta intolerable.

El pobre Geunsuk enrojeció intensamente. Heechul miró a su marido con furia.

-¿Te dedicas a escuchar conversaciones ajenas, señor mío?

-De ninguna manera -dijo él, pero su sonrisa desmentía su negativa-. ¿De modo que han llegado los refuerzos?

Miró a Geunsuk significativamente y fue Heechul el que se ruborizó esta vez. Recordó que el día anterior, cada vez que Siwon trató de hablar con él, él se había dedicado a hablar con algún miembro de la familia, los que se habían quedado a cenar y aún más tarde, proporcionándole una buena excusa para eludirlo durante todo el día. Ahora tampoco estaban solos, con la diferencia de que la visita provenía de su bando. El empleo de la palabra <> era indicado, si bien Geunsuk no sabía a qué se refería con ella.

-¿Vas a salir? -preguntó Heechul, esperanzado.

-Sí. Continuaré la búsqueda de tu querido primo.

-Oh. ¿Y harás otro desvío? -dijo enfurecido- Entonces te veré... cuando te vea, supongo.

Siwon apoyó las manos sobre la mesa y lo miró a los ojos.

-Me verás esta noche, querido. No lo dudes. -Luego se incorporó y sonrió desganado.- Buenos días, señores. Ahora pueden continuar despedazándome.

Giró sobre sus talones y salió con tanta indiferencia como había entrado, dejando a Heechul irritado y Geunsuk con la sensación de que sucedía mucho más de lo que se dejaba entrever. Siwon, que había salido en silencio de la habitación, se marchó de la casa dando un portazo.

Heechul hizo una mueca y Geunsuk arqueó una ceja.

-¿Está disgustado por algún motivo?

-Sí.

-¿Tú también?

- Geunsuk, no deseo hablar de ello.

-¿Tan terrible es? Bien, sólo puedo decirte que aceptaste este matrimonio, sabiendo cómo era. Imagino que no será fácil convivir con él, pero debes hacer todo lo posible por salvar tu matrimonio. No esperes demasiado.

Era jocoso. No había esperado nada hasta que Siwon le hizo forjar la ilusión de que podría cambiar. Antes de que transcurrieran veinticuatro horas, había demostrado que no podía. El lo hubiera comprendido un mes más tarde, incluso una semana, pero ¿cómo podía comprenderlo al día siguiente de que le jurara que no quería a ningún otro joven, sino sólo a él? El problema era que no podía superar su enojo y aceptar la idea original de tomarlo tal cual era.


Siwon tenía pensamientos similares cuando ascendió al carruaje que lo aguardaba. Tenía derecho a estar furioso y lo estaba en grado sumo. Un convenio comercial. Le hubiera gustado saber qué obtendría de ese tal como se hallaban las cosas en ese momento.

Hombre empecinado, irracional e irritante. Y además, ilógico. Si empleara un poco de sentido común, comprendería cuán absurdas eran sus acusaciones. Pero no, ni siquiera deseaba hablar del tema. Ayer, cada vez que él lo había intentado, le había sonreído falsamente y se había escabullido, usando a la familia como barrera defensiva. Y ellos estaban encantados con él. ¿Por qué no? Era adorable, inteligente (excepto cuando se trataba de ciertos asuntos) y hermoso, y todos consideraban que era la salvación de Siwon. Pero en realidad, era el abogado del diablo, cuya misión era enloquecerlo.

Pues no perdería ni una sola noche más de sueño a causa de la testarudez de su esposo. Heechul debía dormir en su cama, en lugar de alimentar resentimientos en otra habitación.

Esa noche hablarían, sin interrupciones.
Debía pensar en hacer llegar un mensaje a Hyukjae, sugiriéndole que él y Minho salieran esa noche, sin explicarle por qué.


Poco después de que Geunsuk se marchara, llegó Minho con una pila de periódicos y una garbosa sonrisa. Dijo a Heechul que la noticia aparecería durante dos semanas. El halló el anuncio de su casamiento en cada uno de los periódicos, pero debía reconocer que Siwon estaba en lo cierto. No existía ninguna seguridad de que Hyunsang lo leyera. De manera que no pudo evitar sentirse agradecido ante el hecho de que él, a pesar de estar enfadado, se estaba esforzando por hallar a Hyunsang y advertirle al respecto.

Estaba casado y a salvo, pero si Hyunsang lo ignoraba, ¿hasta qué punto lo estaba? En ese mismo momento podía estar tramando una nueva estratagema para secuestrarlo y desposarlo. Sabía dónde se hallaba; por lo menos sabía que su ropa había sido enviada a esa dirección. Y si lograba atraparlo nuevamente y él debía decirle que ya era demasiado tarde, podría, en su cólera, someterlo a toda clase de malos tratos.

Por ese motivo, Heechul había decidido permanecer en su casa durante un tiempo. Las remodelaciones que planeaba podían ser llevadas a cabo por los artesanos que fueran a la casa, sin necesidad de que él fuera a buscarlos. Había decidido hacer muchas reformas en la casa de Siwon. Y no pensaba informarle al respecto. Y cuando él percibiera los gastos que debía pagar, ya que Heechul había cambiado de idea y pensaba emplear sólo el dinero de él, quizás lo meditara detenidamente antes de volver a mentir.

Una pequeña vocecita interior le decía que estaba actuando con malicia y rencor, pero Heechul no la escuchó. Había decidido gastar el dinero de Siwon como si él poseyese una inmensa fortuna. Incluso quizás insistiría en que él construyese una nueva casa, tal vez una mansión en la campiña. Pero primero se dedicaría a redecorar ésta. Después de todo, la casa no era tan grande. Ni siquiera poseía un salón de baile. ¿Cómo podría recibir invitados en esas condiciones?

Si se lo propusiera, podría gastar todo el dinero de Siwon y sumirlo en la pobreza. Sí, era una idea interesante. Imaginaba a Siwon humillado, pidiéndole dinero para sobrevivir; la idea le fascinó. Lo merecía por haberla decepcionado.

Pero Heechul no dedicó mucho tiempo a sus planes de venganza; no podía dejar de pensar en la amenaza implícita de Siwon respecto de una posible confrontación. No podía negar que la perspectiva le preocupaba. Y su nerviosismo aumentó en el transcurso de la tarde; tanto que cuando Hyukjae le anunció durante la cena que él y Minho irían a Vauxhall Gardens esa noche, estuvo a punto de pedirle que lo llevaran con ellos. ¿Por qué debían marcharse precisamente esa noche, aunque esa fuera la norma y no la excepción? Si bien Siwon aún no había llegado, Heechul tuvo la certeza de que finalmente aparecería.

Pero no quiso imponer su compañía a los dos Kim, que aún eran solteros. No era tan cobarde. Por lo menos así quiso creerlo antes de que Hyukjae y Minho se marcharan. Pero cuando la puerta de entrada se cerró tras ellos y Heechul quedó a solas con la servidumbre, la servidumbre de Siwon – Heejin no contaba-, llegó a la conclusión de que era un cobarde.

Era ridículo retirarse a su dormitorio a esa hora tan temprana pero lo hizo con premura. Dijo al mayordomo que informara a Siwon de que no se sentía bien y que no deseaba ser molestado bajo ningún concepto. Pero no sabía si daría resultado.

Por si la estratagema fallaba, se puso su pijama menos atractivo y sobre esta una gruesa bata que solía usar después del baño.

También consideró la posibilidad de untarse el rostro con una de las cremas que usaba Heejin, pero le pareció una exageración. Si añadía algo más Siwon percibiría que se trataba de un arsenal demasiado obvio y quizás riera en lugar de desanimarse.

Como se había abrigado tanto, no se cubrió con las mantas. Se sentó con un libro en la mano; era más natural que fingir estar dormido, cosa que Siwon pondría en duda siendo tan temprano.

No, debía parecer normalmente indispuesto, sin demostrar que trataba de eludirlo. Él se vería obligado a dejarlo a solas. Eso, en el caso de que ignorara el mensaje del mayordomo. O si regresaba a la casa.

Demonios, nada de ello sería necesario si el mayordomo hubiera hallado la maldita llave que Heechul le había pedido el día anterior. Pero, por otra parte, si se encerraba bajo llave, Siwon podría considerarlo como un desafío. Sería evidente que no deseaba hablar con él. No, era mejor así. Si deseaba entrar, que entrara. Heechul lo haría sentir culpable por haberlo molestado, sintiéndose él tan mal.

El libro que tenía en las manos era una aburrida recopilación de sonetos, perteneciente al anterior ocupante de la habitación, fuera quien fuese. Pero no tenía otro al alcance de la mano. Era muy tarde para arriesgarse a bajar al estudio de Siwon, donde había una pequeña biblioteca. Si lo hacía, él podría entrar en ese momento y el efecto que buscaba crear se arruinaría.

Dejó a un lado el libro. En otro momento le hubiera fascinado ya que los sonetos de amor por lo general lo conmovían. Pero esa noche no estaba para romanticismos. Su mente comenzó a divagar y se preguntó si sería conveniente prolongar su enfermedad durante todo el día siguiente. Ello le daría tiempo para pensar y para volver a controlar sus emociones.

Por suerte, Heechul aún tenía el libro frente a él y parecía estar leyendo cuando sorpresivamente Siwon abrió la puerta. Por desgracia, no cayó en la trampa.

-Muy divertido, querido -dijo secamente. Su expresión era inescrutable.- ¿Te llevó todo el día urdir esto o te inspiraste cuando el halcón y su cachorro te abandonaron?

Como Heechul no tenía la menor idea de la referencia que él hacía acerca de aves y perros, ignoró la pregunta.

-Pedí no ser molestado.

-Lo sé, cariño. -Cerró la puerta y sonrió en forma intimidatoria. -Pero un marido puede molestar a su esposo, en cualquier momento, en cualquier lugar y como le plazca.

El significado que estaba asignando a sus palabras hizo ruborizar a Heechul y él lo percibió.

-Ah, debe de ser la fiebre -continuó diciendo Siwon, acercándose a la cama-. No me extraña, con toda la ropa que te has puesto. ¿O se trata de un resfriado? No, no has pellizcado tu nariz para que enrojeciera. Entonces debe tratarse de jaqueca. No es necesario tener síntomas visibles para padecerla, ¿verdad?

Sus palabras provocativas la enfurecieron.

-Bruto. Si la tuviera, no te importaría.

-Oh, no sé. -Se sentó en la cama y jugueteó con el cinto de la bata de Heechul. Ahora que había dejado de fingir, la sonrisa de él era divertida. -¿Tienes jaqueca?

-Sí.

-Mentiroso.

-Estoy aprendiendo de mi maestro.- Siwon rió.

-Muy bien, querido. Me preguntaba cómo abordar el tema. Pero tú lo has hecho por mí.

-¿Qué tema?

-Lo sabes muy bien. ¿Tienes la intención de hacerte el tonto?

-No tengo ninguna intención. Tú saldrás de esta habitación.

-Imagino que esta vestimenta la usas para enfadarme, ¿no es así?

-Te halagas a ti mismo.

-Quizás -dijo él suavemente-. Y tal vez he conocido a suficientes jovenes para saber cómo funcionan sus mentes cuando se tornan vengativas a causa de un supuesto agravio. Comido fría, cuerpo frío, cama frío. Bien, me has dado todo eso, menos la comida fría, pero supongo que ya llegará.

Heechul le arrojó el libro. Él lo esquivó con destreza.

-Cariño, si deseas apelar a la violencia, te advierto que estoy muy dispuesto a emplearla. En realidad, si hoy hubiera hallado a Yoon, creo que primero lo hubiera matado y luego le hubiera formulado preguntas. De modo que no abuses de tu buena fortuna.

Lo dijo con demasiada serenidad como para que Heechul lo tomara en serio. Estaba muy ensimismado en sus propias emociones violentas para darse cuenta de que jamás lo había visto así. Él estaba tranquilo. Ejercía el control de la situación. Pero estaba furioso. Y
Heechul no lo sabía.

-Haz el favor de marcharte -exclamó perentoriamente-. Aún no estoy preparado para hablar contigo.

-Ya lo veo. Pero no me importa si lo estás o no, querido.

Cuando Siwon se lanzó sobre él, Heechul contuvo el aliento y levantó las manos para rechazarlo. Pudo hacerlo porque él se lo permitió... en esos momentos.

-Recuerda la primera condición de este matrimonio, Heechul. Debo hacerte un hijo; tú insististe en ello. Y yo estuve de acuerdo

-También aceptaste la segunda condición y la has llevado a cabo. Las mentiras que sobrevinieron después han cambiado la situación.

Ahora Heechul percibió que Siwon estaba enfadado. Lo veía en su mirada dura y en su mandíbula tensa. Era un hombre diferente, que inspiraba temor... un hombre fascinante.
Hizo surgir en él algo primitivo, irreconocible. Podría haber afrontado sus gritos. Pero no esto. No sabía qué haría él; de qué sería capaz, pero una parte de él deseaba averiguarlo.

Pero Siwon estaba enfadado; no loco. Y ese destello de deseo que brilló en los ojos de Heechul cuando lo rechazó atemperó un tanto su cólera. Aún lo deseaba. A pesar de su furia, lo deseaba. Con esa seguridad, descubrió que podía aguardar hasta que la irritación de Heechul desapareciera. No sería una espera agradable, pero no quería que lo acusara de violación a la mañana siguiente y que su rencor se viese incrementado.

-Debiste pellizcar tu nariz, querido. Lo hubiera creído.

Heechul parpadeó; no podía dar crédito a sus oídos. Arremetió contra él con todas sus fuerzas. Siwon se puso de pie. Lo miró con una sonrisa tensa.

-He tenido paciencia, pero te advierto que mi paciencia es muy limitada. No debes ponerme a prueba con frecuencia, especialmente cuando no tengo nada que ocultar ni me siento culpable... aún.

-¡Ja!

Siwon ignoró su exclamación y fue hacia la puerta.

-Sería conveniente que me dijeras hasta cuándo piensas castigarme.

-No te estoy castigando -dijo Heechul con dureza.

-¿Ah no, cariño? -Él se volvió y dijo: -Bien, recuerda que este juego es para dos.

Durante el resto de la noche, Heechul caviló sobre el posible significado de esas palabr


1 comentario:

  1. Ummm Hee estas siendo muy duro con Siwon, si sugues así las cosas no se pondran muy agradables pronto

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...