Atrévete a Amar- Capítulo 13



-deberás explicarme por qué encaras este matrimonio con tanta desaprensión y tanta prisa.

-No es asunto tuyo -insistió.

-Si deseas que escoja un nombre para ti, deberás permitir que lo sea.

-Eso... eso...

-No es muy deportivo de mi parte, lo sé.

-Bruto.

Al verlo enfadado, Siwon recobró el buen humor. Era hermoso cuando sus ojos brillaban de esa manera. Combinaban con el fuego de sus cabellos. De pronto comprendió que él estaba en su casa, en su dormitorio, donde tantas veces lo imaginara, sin poder hallar la manera de concretar sus deseos.

La sonrisa que esbozó la enfureció aún más.


-¿Deseas beber algo?

-Harías pecar a un santo -dijo Heechul, pero aceptó con un gesto de la cabeza y bebió un generoso sorbo del coñac que él le ofreció.

-¿Y bien? -dijo Siwon, cuando Heechul continuó mirándolo enfurecido sin decir nada.

-Está relacionado con mi abuelo y la promesa que le hice de casarme tan pronto él muriera.

-Lo sé -dijo Siwon serenamente-. Ahora dime por qué te hizo prometer eso.

-Muy bien -dijo - Tengo un primo lejano que tiene la intención de casarse conmigo a toda costa.

-¿Y?

-No dije que lo deseara sino que ésa es su intención, con mi consentimiento o sin él. ¿Lo comprendes, ahora? Si Kim Hyunsang me atrapa, me obligará a hacerlo.

-Y tú no deseas casarte con él.

-No seas tonto, hombre -dijo Heechul con impaciencia, comenzando a pasearse por la habitación-. ¿Acaso crees que estaría dispuesto a casarme con un extraño por alguna otra razón?

-No, imagino que no.

Heechul contuvo el aliento al ver la sonrisa de Siwon

-¿Crees que es gracioso?

-Creo que has exagerado un tanto. Sólo necesitas que alguien persuada a ese primo tuyo de que sería mejor para él buscar un esposo en otra parte.

-¿Tú? - Siwon se encogió de hombros.

-¿Por qué no? No rehusaría hacerte ese favor.

Heechul estuvo a punto de golpearlo. Pero en cambio bebió el resto de coñac que había en su copa y se tranquilizó.

-Déjame decirte algo, Kim Siwon. Estás sugiriendo que arriesgue mi vida, no la tuya. No conoces a Hyunsang. No sabes cuán obsesionado está ni cuánto ansía apoderarse de la fortuna de mi abuelo. Haría cualquier cosa para obtenerla y, una vez que la obtenga, nada le impide planear un accidente, o encerrarme en alguna parte, aduciendo que me he vuelto loco o algo semejante. Una advertencia tuya no lo amedrentaría, incluso en el caso de que pudieras hallarlo. Nada lo atemoriza. La única manera de protegerme de él es casándome con otra persona.

Siwon había tomado su copa, la había llenado nuevamente y se la había entregado mientras él le relataba todo. Heechul no pareció notarlo.

-Muy bien, ahora sé por qué has decidido casarte tan rápidamente. Pero, ¿por qué ahora deseas hacerlo de inmediato? ¿Qué te indujo a arriesgar tu reputación al venir aquí esta noche?

Heechul dio un respingo al recordar ese peligro, que en otro momento le pareciera un mal menor.

- Hyunsang sabe dónde estoy. Anoche me hizo drogar y logró que me sacaran de la casa de Geunsulk.

-Demonios.

Heechul prosiguió hablando como si no lo hubiera oído.

-Esta mañana, cuando desperté, estaba encerrado en una habitación desconocida, cerca del muelle, aguardando la llegada del cura falso que nos casaría. Si no hubiera saltado por la ventana...

-Dios mío. Hombre no hablas en serio.

Heechul detuvo su impaciente deambular por la habitación para mirarlo desdeñosamente.

-No cabe ninguna duda. Todavía tengo en los cabellos el heno que se introdujo entre ellos y que estaba en el carro sobre el que caí. Tardé tanto en hallar el camino a casa que no he tenido tiempo de cepillarme prolijamente. Podría mostrártelo, pero Heejin no está aquí para rehacer mi peinado y no creo que tu mayordomo fuera capaz de hacerlo. Y no me iré de tu casa como si... como si...

Siwon rió, echando la cabeza hacia atrás, al ver que no se atrevía a completar la frase provocativa. Heechul le dio la espalda y fue hacia la puerta. Él se adelantó y le impidió salir.

-¿Dije algo indebido? -preguntó Siwon inocentemente al oído de Heechul.

Heechul no vaciló en propinarle un codazo. Satisfecho al oír su quejido, se deslizó junto a él para apartarse de la puerta.

-Creo que ya te has divertido bastante a mis expensas. Sólo pensaba estar aquí unos minutos y he estado perdiendo el tiempo con explicaciones innecesarias. Un cochero me aguarda y debo hacer un largo viaje. Dijiste que tú también llevabas prisa. Por favor, dime un nombre.

Siwon se apoyó contra la puerta; ese “largo viaje” le producía pánico.

-¿Te irás de Londres?

-Por supuesto. ¿No pensarás que pueda permanecer aquí, después de que Hyunsang me ha descubierto, no?

-¿Y cómo te las ingeniarás para cortejar a uno de tus admiradores para que te proponga matrimonio si no te hallas aquí?

-Demonios. Carezco de tiempo para cortejar a nadie -dijo Heechul exasperado por sus continuas preguntas-. Yo haré la proposición, siempre que me indiques el nombre de alguien.

Su énfasis furioso lo decidió a cambiar de táctica. Pero en el momento no supo qué hacer. No le nombraría a nadie, ni aunque tuviera alguno para recomendar, pero si se lo decía, él se marcharía de inmediato e iría quién sabe adónde. No sabía si atreverse a preguntarle qué rumbo llevaba. No, estaba harto de sus evasivas. Fue hacia Heechul y le enseñó el sillón que estaba frente al hogar.

-Siéntate, Heechul.

-Siwon... -comenzó a decir Heechul con tono admonitorio.

-No es tan sencillo. - Heechul entrecerró los ojos con desconfianza.

-Has tenido tiempo suficiente para hacer las averiguaciones necesarias, tal como lo prometiste.

-Recuerda que te pedí una semana.

-Entonces no has...

-Todo lo contrario -la interrumpió él rápidamente-. Pero no te agradará lo que averigüé.

Heechul gruñó, ignoró el sillón que él le ofrecía y comenzó a caminar otra vez por la habitación.

-Dímelo.

Siwon hizo trabajar su imaginación a toda velocidad, tratando de acumular defectos y vicios para atribuirlos a sus candidatos. Comenzó con lo único que era verdadero, esperando inspirarse a medida que hablaba.

-Ese duelo que te mencioné y en el que Junjin se negó a participar. No sólo lo convirtió en un cobarde sino también... bueno...

-Dilo. Supongo que involucraba a algún joven. No me sorprendería.

-No se produjo por un joven y fue una discusión sentimental. -Aprovechando la conmoción momentánea de Heechul, él volvió a llenar su copa de coñac.

-Quieres decir...

-Temo que es así, no gusta de jóvenes.

-Pero parecía tan... tan, oh, no importa. Él está descartado.

-También deberás tachar a Hyesung -dijo Siwon. Como él se marcharía de Londres no podría constatar la veracidad de lo que él dijo a continuación-. Acaba de anunciar su casamiento.

-No lo creo -dijo Heechul- El fin de semana pasado me invitó al teatro. Claro que luego canceló la invitación pero... oh, está bien. Yo deseaba acortar la lista. ¿Y Savage?

Siwon se inspiró al escuchar el nombre.

-No es el indicado, querido. En algún momento de su juventud disipada debe haber tomado su nombre muy en serio. El hombre es un sádico.

-Oh, vamos...

-Es verdad. Se complace en herir a cualquier ser que sea más débil que él: animales, jovenes. Sus criados están horrorizados...

-Está bien. No es necesario que entres en detalles. Resta Lord Lee; tu sobrino me lo recomendó; y Sir Dongwan.

Fue Siwon quien comenzó a pasearse por la habitación. No sabía qué decir de Lee. Podía acusar a Dongwan de jugador empedernido pero no había ningún motivo para acusar a Lee. En realidad, podría ser un marido ideal para Heechul. Pero esa idea lo enfadó de tal manera que pudo imaginar la peor bajeza.
Se volvió hacia Heechul, fingiendo una expresión renuente.

-Será mejor que descartes a Lee también. Su interés hacia ti era sólo una maniobra para despistar a su madre.

-¿Qué quiere decir eso?

-Está enamorado de su hermana.

-¿Qué?

-Oh, es un secreto muy bien guardado -le aseguró Siwon – Sungmin lo ignora, porque Guixian no desea desilusionarlo con una causa semejante. El es amigo de los tres Lee. Y no me lo hubiera dicho si yo no le hubiera hablado de tu súbito interés por el individuo. Pero en una ocasión se reunió conmigo en el bosque y fue muy embarazoso, te imaginas...

-Basta. –Heechul bebió su tercer coñac y le entregó la copa. -Has hecho cuanto te he pedido y te lo agradezco. Sir Dongwan fue el primero que figuró en mi lista, de modo que parece lógico que sea él el elegido.

-Está descalificado, querido mío.

-No habrá problemas. –Heechul sonrió.- Poseo suficiente dinero como para restituir el que pierda a causa del juego.

-Creo que no comprendes, Heechul. En los últimos años, su pasión por el juego se ha convertido en una enfermedad. Era uno de los hombres más adinerados de Inglaterra y ahora prácticamente no posee nada. Ha debido vender todas sus propiedades, excepto la que posee en Kent y ésa está hipotecada.

-¿Cómo lo sabes?

-Mi hermano Zhoumi se encargó de las ventas.

Heechul frunció el ceño, pero insistió empecinadamente

-No me importa. En realidad, me da la seguridad de que no rechazará mi propuesta.

-Oh, la aceptará, sin duda. Y dentro de un año estarás tan pobre como él.

-Olvidas que yo seré quien controle mi fortuna, Siwon.

-Es cierto, pero no tomas en cuenta el hecho de que un hombre puede obtener crédito en el juego, y eso es imposible de controlar. Sus acreedores acudirán a ti, porque serás legalmente su esposo; incluso podrán entablarte un juicio. Y los tribunales, querido mío, no respetarán tu contrato cuando prueben que te casaste con Dongwan sabiendo que era jugador. Deberás afrontar sus deudas, lo quieras o no.

Heechul palideció. Lo miró con asombro e incredulidad. Como no conocía las leyes, no tenía por qué dudar de la palabra de Siwon. Se vio obligado a creerle. Y pensar que en un momento pensó que un jugador contumaz sería el candidato perfecto, sin tener en cuenta que podría conducirle a la ruina. Era como entregar su fortuna a Hyunsang.

-Eran todos tan aptos -dijo Heechul distraídamente y apenado; luego miró a Siwon con sus grandes ojos-. ¿Te das cuenta de que me has dejado sin nadie?

Su expresión lo conmovió. Él era le responsable, con sus verdades a medias y sus invenciones. Había interferido en la vida de Heechul por motivos puramente egoístas. Pero no podía empujarlo en brazos de otro hombre. No podía hacerlo. Y no sólo porque lo deseara. La idea de que otro hombre lo tocara le producía una sensación angustiosa.

No, no podía lamentar lo que había hecho; su alivio era enorme. Pero tampoco podía evitar la pena.

Hizo un esfuerzo para animarlo

-Junjin te aceptaría, aunque sólo fuese para salvar las apariencias. -Si él pensara que Heechul podría aceptarlo, se vería obligado a matar al individuo. -Sería ideal para tus fines y yo podría estar seguro de tenerte sólo para mí.

Con ese comentario solamente logró provocar su ira.

-No tomaría a un hombre que odiase tocarme. Si debo casarme, querré tener hijos.

-Eso puede solucionarse, querido mío. Yo estoy dispuesto a hacerlo -respondió él.

Pero Heechul no lo escuchaba.

-Supongo que podría regresar a casa y casarme con un granjero. ¿Qué importa con quién me case? Lo que importa es hacerlo.

Siwon comprendió que todos sus esfuerzos habían sido vanos.

-Por Dios, no puedes...

Heechul todavía cavilaba sobre sus oportunidades perdidas.

-Debí hacerlo desde un comienzo. Por lo menos sabré con quién me caso.

Siwon lo tomó de los hombros, obligándolo a escucharlo.

-Maldita sea, hombre; no estoy dispuesto a permitir que desperdicies tu vida con un granjero. -Y, antes de darse cuenta de lo que iba a decir, Siwon balbuceó: -Te casarás conmigo.


1 comentario:

  1. jajajjajajajajaj Siwon se mato solito jajajajaja
    Hay Dios este final de capitulo en verdad que fue gracioso ^_^

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...