Atrévete a Amar- Capítulo Final



-¿Saldrás de nuevo?

Siwon se detuvo; estaba poniéndose los guantes.

-Iba a hacerlo.

Heechul salió del recibidor y se acercó a él. Hacía poco más de un ahora que habían llegado. Le había llevado todo ese tiempo reunir el coraje necesario para abordarlo, pero ahora que se presentaba la oportunidad, ese coraje parecía abandonarlo. Pero debía hacerlo.

-Desearía hablar contigo.

-Muy bien. -Él señaló el recibidor.

-No, en la planta alta–Siwon arqueó las cejas, Heechul se ruborizó y agragó rápidamente -En mi habitación. –Minho estaba en algún lugar de la casa, pero él no deseaba que nadie interrumpiera esa conversación. -Allí tendremos la intimidad necesaria... para lo que deseo decir.

-Bien, querido.

El tono de Siwon era indiferente. No iba a ser sencillo. ¿Y si no le importaba? ¿Y si sólo lograba hacer el papel de tonto?

Heechul subió deprisa las escaleras y Siwon fue lentamente detrás de él. Arrastraba los pies; temía que lo que él dijera no le agradase. Era muy pronto aún para que dijese lo que Siwon deseaba oír. Había calculado que todavía tardaría varias semanas en admitir que no le agradaba dormir solo. Entonces no se resistiría cuando él le exigiese que respetase el convenio original y fuese su esposo en todos los aspectos.

Cuando Siwon entró en la habitación, Heechul ya se había sentado en el diván. Como ese asiento estaba ocupado y la cama estaba fuera de la cuestión, Siwon se sentó en la banqueta que estaba frente al tocador, a escasa de distancia de Heechul. Jugueteó con los frascos de perfume aguardando que Heechul comenzara a hablar. El trozo de papel que había allí era tan sólo un objeto más, pero cuando lo abrió, reconoció la letra de Hyukjae.

-Siwon, por favor, mírame. -Él lo hizo y entrecerró los ojos. Heechul bajó la mirada. -No sé cómo decir esto... pero cometí un error.

-¿Un error?

-Al poner limitaciones a nuestro matrimonio. Desearía... recomenzar.

Entonces levantó la mirada. Hubiera esperado cualquier cosa menos ira, pero era indudable que él estaba furioso.

-¿Tiene esto algo que ver con tu súbito cambio de actitud? -Tenía el papel entre los dedos.

-¿Qué es? -preguntó Heechul, cauteloso.

-No juegues conmigo, Heechul. Sabes muy bien qué es -dijo él.

Heechul adoptó el mismo tono agresivo, olvidando por un instante su intento de reconciliación.

-No, no lo sé. ¿Dónde lo hallaste?

-Sobre tu tocador.

-Imposible. Cambié de ropa cuando regresé del puerto y eso, sea lo que fuere -dijo, señalando el papel-, no estaba sobre mi tocador.

-Pero no puedes probarlo, ¿verdad?

Siwon estaba furioso a causa de la intervención de Hyukjae, pero sobre todo, estaba furioso con Heechul. ¿Cómo se atrevía a torturarlo y luego, tan sólo por una nota, admitir que estaba equivocado? No quería su maldita contrición. Quería que él lo deseara sin condicionamientos. Y lo hubiera hecho. Sólo entonces lo hubiera convencido de que lo había acusado injustamente.

Fue hacia la puerta y la abrió, llamando a gritos a Minho. O Hyukjae le había entregado a Heechul la nota en el muelle, lo que era dudoso ya que Siwon había estado junto a él durante todo el tiempo, o se la había dado a Minho para que se la entregase. Fuera como fuese, no permitiría que Heechul le mintiese al respecto.

Cuando el joven asomó la cabeza por la puerta de su habitación, en el otro extremo del pasillo, Siwon le preguntó:

-¿Te entregó tu padre algo para que se lo dieras a mi esposo?

Jeremy gruñó.

-Demonios, Siwon. Pensé que te había marchado. Lo puse... tú no debías verlo.

Siwon hizo una bola de papel con la nota.

-Está bien, muchacho. No hay problema.

Cerró la puerta, frunciendo el ceño. Heechul no había leído la nota. Eso quería decir que... mierda, él acababa de enfadarse con él.

Lo halló de pie, con la mano extendida y los ojos brillantes de indignación.

-Entrégame eso, por favor.

-No -dijo él notando su acento, síntoma de su enfado-. Lo lamento. Saqué una conclusión apresurada. La nota no tiene importancia...

-Eso lo decidiré yo. Si eso estaba sobre mi tocador, estaba dirigido a mí, no a ti.

-Entonces, tómalo.

Extendió la mano, con la palma hacia arriba. Cuando Heechul se acercó y tomó la bola de papel, él no le dio la oportunidad de leerlo. Cerró sus dedos sobre los de Heechul y lo tomó entre sus brazos.

-Puedes leerla más tarde -dijo tiernamente-. Primero dimo qué quisiste decir cuando afirmaste haber cometido un error.

Heechul olvidó la nota que tenía en el puño cerrado.

-Te hablé... de las limitaciones. Nunca debí... imponer condiciones a nuestro matrimonio.

-Así es. ¿Eso es todo?

Estaba sonriendo, con esa sonrisa que tanto perturbaba a Heechul

-No debía acostarme contigo tan sólo por el niño, pero temía habituarme tanto a tenerte que después ya nada me importaría.

-¿Y fue así? -Los labios de Siwon rozaron sus mejillas, junto a su boca.

-¿Qué?

-¿Te habituaste a mí?

No le permitió responder. Sus labios se apoyaron sobre los de Heechul, cálidos, seductores, robando su aliento y su alma. Heechul se apartó de él.

-Hombre, si continúas besándome, jamás podré decírtelo.

Siwon rió, sosteniéndolo entre sus brazos.

-Pero nada de esto fue necesario, cariño. Tu problema consiste en que has dado todo por supuesto. Supusiste que permitiría que siguieras con esa actitud de no me toques indefinidamente. No era así. En apariencia, también pensaste que hubiera aceptado cuanta condición pusieras respecto a nuestra relación. También te equivocaste en eso. -Suavizó la noticia con otro beso antes de proseguir. -Odio desilusionarte, cariño, pero sólo toleraría tus exigencias ridículas durante el tiempo que yo creyera razonable. Y sólo te lo hubiera permitido durante un par de semanas más.

-¿Y si no?

-Me hubiera instalado aquí.

-¿De veras? -dijo Heechul, pero estaba a punto de sonreír-. Supongo que sin mi permiso.

-Nunca lo sabremos, ¿verdad? –Siwon sonrió. -Bien, ¿qué más deseabas decirme?

Heechul trató de encogerse de hombros, pero no resultó. Sus sentidos lo traicionaban al estar tan cerca de él, ver su mirada tierna, sus labios junto a los suyos.

-Te amo -dijo; luego, cuando él lo abrazó con tanta fuerza que apenas puso respirar, gimió.

-Oh, Dios Heechul, temí que nunca lo dijeras. ¿Es verdad? ¿A pesar de lo estúpido que he sido durante casi todo el tiempo?

-Sí. –Heechul rió, ebrio de felicidad ante su reacción.

-Entonces, lee la nota de Hyukjae.

Era lo último que esperaba escuchar en ese momento. Cuando él lo soltó y retrocedió, Heechul lo miró con desconfianza. Pero abrió la nota; la curiosidad era demasiado grande. El mensaje era breve y estaba dirigido a él.

“Dado que Siwon es demasiado terco y no te lo dice, pensé que deberías saber que ese pequeño prostituto de la taberna, que tú pensaste había seducido a Siwon, pasó la noche conmigo. Quizás él escogió a Siwon, tal como lo hiciste tú, pero no tuvo inconveniente en conformarse conmigo. Has estado equivocado respecto a él, querido niño. Creo que te ama.”


Cuando Heechul miró a Siwon sus ojos estaban húmedos de llanto. Él lo tomó otra vez entre sus brazos.

-¿Podrás perdonarme alguna vez, Siwon?

-Tú me perdonaste, ¿no es así?

-Pero no eras culpable.

-Calla, cariño. Ya no importa, ¿verdad? Sigues siendo el único joven que deseo desde que te conocí, cuando te vi espiando esa noche hacia el salón de baile y mostrándome tu dulce trasero.

-¡Siwon!

Siwon rió y lo abrazó con más fuerza para impedir que Heechul lo golpeara.

-Bueno, es verdad, querido. Me cautivaste del todo.

-Eras un libertino.

-Aún lo soy -dijo él-. ¿No querrás que me convierta en un hombre serio y formal, verdad?
No te agradará hacer el amor en la oscuridad, adecuadamente vestidos para que la piel no se toque, excepto en las zonas necesarias... ¡ay! –Heechul le había pellizcado. -No bromeo, querido. -Rió. -Es probable que Minwoo te hubiera hecho el amor de esa manera... bueno, bueno, no más pellizcos.

-Entonces habla en serio.

-Pero lo hago, mi niño, muy en serio. -Sus dedos se deslizaron entre los cabellos de Heechul, sin dejar de mirarlo a los ojos. -Fuiste mío esa primera noche en que viniste hacia mí bajo la luz de la luna. Me hechizaste. ¿Sabes cuánto deseaba hacerte el amor allí mismo, en el jardín? ¿Qué sentiste tú, cariño?

-Lamenté... no poder tenerte.

-¿Lo lamentaste? -preguntó él tiernamente. Sus pulgares acariciaron las mejillas de Heechul y sus labios rozaron apenas los de él -¿Me deseas ahora?

-Siempre te he deseado, Siwon - murmuró, rodeándole el cuello con los brazos-. Pero no quería desearte. Temía no poder confiar en ti.

-¿Confías en mí ahora?

-Debo hacerlo. Te amo... aunque tú no me ames...

Siwon apoyó un dedo sobre sus labios.

-Oh, mi hermoso y tonto niño. ¿No leíste la nota de mi hermano? Toda mi familia sabe que te amo aunque no se los haya dicho. ¿Por qué no lo sabes tú?

-¿Me amas? -preguntó con un hilo de voz.

-¿Me hubiera casado contigo si no te amara?

-Pero, ¿por qué no me lo dijiste?

-Tú no querías casarte conmigo, cariño -le recordó él-. Casi, debí obligarte. Y cuando accediste, hiciste todo lo posible para mantenerme a distancia. ¿Acaso me hubieras creído si te hubiera confesado mi amor? Heechul, ¿por qué otro motivo me hubiera casado contigo?

-Pero... -No había peros. Siwon lo besó una y otra vez; su corazón estaba a punto de estallar de alegría.

-Oh, Siwon, me alegra tanto de que haya sido así. Y jamas, jamás volveré a comportarme como un tonto, lo juro...

Entre un beso y otro, Siwon dijo:

-Puedes ser un tonto... cuando se te antoje... siempre que no dejes de amarme.

-No podría, aunque quisiera. ¿Y tú?

-Nunca, cariño. Puedes estar seguro de ello.




-Tengo entendido que debo felicitarte -dijo Kyuhyun cuando se reunió con Siwon en el jardín para fumar. La cena de los domingos en casa de Zhoumi había reunido a todo el clan, exceptuando a Hyukjae. -¿No crees que eres algo mayor para iniciar una nueva familia, Kim?

-¿Cuándo irás a Tsuruga's Hall, Guixian? -respondió, seco, Siwon.

Kyuhyun rió, ignorando la burla.

-Desde que Heechul se lo dijo, Sungmin no habla de otra cosa. Ahora desea tener otro hijo.

-Será un tanto difícil, ¿verdad? Según Hyukjae, has caído en desgracia.

-Oh, no suele ser duradero, amigo -dijo Kyuhyun con una sonrisa irritante-. Tu sobrino posee el famoso carácter de los Kim, pero no es insensible. Además, no le agrada dormir solo.

Siwon lo miró con el ceño fruncido. Aún no podía concebir que su pequeño Min ya era un hombre... con un marido libertino. Hubiera debido dar un puñetazo a Guixian por ese comentario. Pero toda la familia se ensañaría con él si lo hiciera y Sungmin sería el primero.

-Uno de estos días, Guixian, lograrás agradarme. Pero no será pronto.

Kyuhyun se echó a reír y Siwon entró en la casa. Sungmin lo alcanzó en el vestíbulo para tratar de disipar su enojo.

-¿Has visto a Kyuhyun, Siwon?

-Hubiera deseado no verlo, pero está en el jardín.

-¿Volvieron a discutir? -preguntó con el ceño arrugado.

-¿Qué puedo decirte, conejito? -Se encogió de hombros y luego añadió deliberadamente: -
Pero habrás notado que me marché. Estos últimos días se ensaña conmigo.

-Por favor. ¿Cuándo os llevaréis bien vosotros dos?

-Somos demasiado parecidos, mi niño, y lo sabemos. Pero hazme el favor de llevarle al interior de la casa, ¿quieres? Me agradaría caminar con mi esposo y sería agradable gozar de cierta intimidad.

Siwon sonrió cuando Sungmin se alejó. Probablemente, Guixian caería de nuevo en desgracia esa noche y el pobre tonto ni siquiera sabría cuál había sido su error. Rió al pensar en ello. Uno de esos días Sungmin comprendería que él y Kyuhyun disfrutaban de sus discusiones. Por ahora, Siwon se consideraba vencedor.

Vio que Heechul había sido acaparado por Zhoumi y, al acercarse, oyó sus últimas palabras.

-Pero no deseo duplicar mi dinero. Demonios, ¿qué haría con tanta cantidad?

-Debí advertirte, cariño, que Zhou te acosaría. No puede ver dinero estático.

Zhoumi se defendió.

-Bueno, es ridículo, Siwon. Nadie posee demasiado dinero. Debéis pensar en los niños, y...

-Y estoy seguro de que Heechul te permitirá administrar su fortuna, siempre que llegue a saber a cuánto asciende.

-Eso es injusto -protesto Heechul - Sé exactamente cuánto poseo; sólo que no puedo recordarlo con precisión. -Ambos hombres rieron, mortificándolo. -Muy bien. Mi abogado te hará una visita, Zhoumi. Tal vez debería interesarme en esta cuestión.

-Oh, Dios, mira qué has hecho, Zhou -se quejó Siwon, fingiendo horror-. No quiero que llenes su mente de cifras.

-No, sólo deseas que esté llena de ti -se burló Zhoumi.

-Así es. –Siwon sonrió con descaro. -Ven querido; veremos si puedo dirigir tu interés hacia otra cosa.

Siwon lo condujo lejos de la casa, hasta que sólo la luz de la luna iluminó el sendero. Junto a los rosales lo abrazó y apoyó su mentón sobre el hombro de Heechul.

-¿De verdad deseas involucrarte en el imperio que te legó tu abuelo?

-No, pero me alegra que por lo menos me lo hayas preguntado. - sonrió y apoyó sus brazos sobre los de Siwon.

-Sólo deseo verte feliz, Heechul, pues tu felicidad es la mía.

Heechul giró entre sus brazos y apoyó su mejilla contra el pecho de Siwon. Le amaba tanto que no cabía en sí de gozo. Uno de sus dedos dibujó círculos sobre el suave terciopelo azul de la chaqueta de él.

-Hay algo -dijo Heechul en voz baja.

-Lo que tú digas, cariño.

Hubo un prolongado silencio antes de que Heechul preguntara:

-¿Podríamos tratar de hacerlo nuevamente en el sillón?

La risa encantada de Siwon llegó más allá del jardín.


2 comentarios:

  1. Ahhh que bueno que al final las cosas se resolvieron entre este par de orgullosos ^_^
    Jajjaja aunque creo que empece a leer mal las sagas. Ahora tendre que devolverme para leer la de sugmin y kuy antes de segiir con las demas
    Gracias por la historia. Nuy bonita y divertida

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...