Algo Nuestro- Capítulo Final



Siwon llevó las maletas al coche pero Heechul no aparecía por ninguna parte. No había rechazado su oferta, como él esperaba secretamente. En el fondo, Heechul confiaba en que Siwon pudiera olvidar a su hijo fácilmente. ¿Por qué no era capaz de confiar en él como Siwon lo hacía con él? Pero Siwon ni siquiera estaba seguro de que hacía aquello únicamente para oírle decir que se había equivocado.

No. Era algo mucho más profundo, tanto que sentía que se desangraba por dentro. Hizo una mueca cuando Wook apareció en el salón y abrió los brazos al verle.

Siwon cerró los ojos cuando le abrazó. Se había dado cuenta de que Wook no había tomado partido.

—Cuando te dije que tú también tenías que ser cabezota no me refería a esto.
—Se está retrasando —dijo él secamente.
—Heechul siempre se retrasa.

Siwon se encontró teniendo que contener una sonrisa. Geumhee entró en el salón con Siwan en brazos. Siwon ya no tuvo que ocultar su sonrisa teniendo al niño en brazos.

—Oye, grandote! ¿Cómo está mi chico? ¿Sabes que papá te ha echado mucho de menos? 

Amante del Aristócrata- Capítulo 13




—Hoy he recibido una nota de Shindong —dijo Siwon poco después de que sus parejas abandonaran la habitación, dejando a los caballeros con sus copas y sus cigarros—. Me pide que vaya a casa del hijo de Zhou mañana por la tarde, pero no explica el motivo. ¿Alguno de vosotros sabe para qué viene a la ciudad?

    —Yo he recibido una nota idéntica —respondió Hyukjae con aire pensativo—. Shindong no suele venir a la ciudad, a menos que tenga negocios que atender o crea que alguien necesita que le corten la lengua.

    Y dado que Hyukjae miró a Minho mientras hacía la última observación, éste se irguió en su asiento y protestó:

    —No me mires a mí. Ya me has reñido por la última expulsión del colegio. Y Donnie también lo hizo. Ya he dicho que no volverá a ocurrir.

Amante del Aristócrata- Capítulo 12



La cama estaba convenientemente cerca. Kangin se arrodilló sobre el colchón y lo tendió con tanta suavidad que Leeteuk prácticamente no se dio cuenta de lo que hacía. Sí advirtió que lo despojaba de la ropa, y luego el calor de sus manos que le acariciaban. Cerró las manos sobre los prominentes músculos de los brazos de Kangin, sintió cómo se contraían en la espalda. Su piel era suave y firme al mismo tiempo.

Kangin comenzó a besarlo, el sabor de las recientes uvas se mezclaban en sus bocas. Poco a poco Kangin fue sacándose la ropa que le quedaba, para pegar sus cuerpos piel con piel.

La mirada de Kangin cambio completamente, reflejaba seguridad, pasión e incluso se podría decir que cariño. Leeteuk intentaba reflejar seguridad como debía ser, aunque estaba un poco sonrojado no importaba. Kangin se detuvo un momento para mirarle detenidamente su cuerpo, era hermoso y entonces se tomó su tiempo para recorrer con sus dedos cada lugar, cada rincón de ese cuerpo que deseaba memorizar.

Último Deseo- Capítulo 10




Hyukjae tenía que conseguir guardarse para sí mismo las furiosas emociones. Necesitaba encontrar el dichoso entumecimiento que había tenido durante tanto tiempo. Era simplemente cuestión de disciplina. Todo lo que tenía que hacer era seguir exactamente las instrucciones que daba a los miembros de la Banda de los Áridos: Fingir que era honorable, como una vez había sido. Fingir que los sentimientos que le aporreaban no existían.

—Me pareció escuchar algo. —Movió la cabeza con confusión—. Simplemente estoy paranoico. Kangin y Leeteuk siempre mantienen conversaciones silenciosas el uno con el otro. El dice que le gusta tenerlo en la cabeza, pero mi cerebro tiene un gran letrero luminoso de prohibido pasar, ¿vale?

Hyukjae asintió con la cabeza y tomó el control de los pensamientos rebeldes, en caso de que fueran lo suficientemente ruidosos como para escaparse hacia Donghae. Tampoco lo quería en la cabeza, averiguando lo que estaba mal en él. Por lo menos no todavía. No hasta que tuviera tiempo para pensar y planificar la manera de liberarlo. En ese momento la única manera que conocía para romper el vínculo terminaba mal para él.

Amante del Aristócrata- Capítulo 11



   El local de modas adonde Kangin llevó a Leeteuk no se parecía en nada a lo que él había imaginado. Era un lugar muy elegante. El vestíbulo donde se exhibían las magníficas creaciones de la modista estaba lleno de sillas y sillones tapizados en seda, amén de docenas de libros con ilustraciones de los últimos diseños de moda.

    Y era una tienda frecuentada por muchas damas y jóvenes señores. Pero muy pronto Leeteuk descubrió que la señora Kwang tenía varios probadores privados, lo que le permitía mantener a su clientela noble separada de la menos noble. Estaba en el negocio para ganar dinero, y no para juzgar a nadie. No rechazaba a ningún cliente sólo porque su profesión le disgustara, aunque quizá sugiriera a algunas que usaran la puerta trasera en lugar de la principal.

    Sin embargo, puesto que el establecimiento donde lo había llevado parecía servir a la flor y nata de la sociedad de Londres, Leeteuk ya no estaba seguro de cómo esperaba Kangin que se vistiera. Claro que quizá le había llevado allí porque no conocía otras modistas.

Último Deseo- Capítulo 9



Donghae no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero era inteligente. Podía encontrar la manera de aprovechar toda la magia que Hyukjae contenía y usarla para salvarle. Sus hermanos lo hacían todo el tiempo. ¿Qué tan difícil podía ser?

Cerró los ojos y se enfocó en la Luceria alrededor de la garganta, el vínculo al poder interior de Hyukjae. Varias de las cicatrices alrededor del cuello estaban entumecidas, debido a las terminaciones nerviosas cortadas, pero sentía lo suficiente para notar el collar allí, pegado a la piel. Vibraba, más rápido que el pulso de Hyukjae, pero acompasado con él. Estaba caliente, y parecía estar calentándose más con cada segundo que pasaba.

Las vibraciones se aceleraron, y un cosquilleo recorrió el interior de las venas de Donghae. Tenía un zumbido en el pecho, y una especie resonante de energía se cernía a su alrededor. Chisporroteaba a lo largo de la piel, especialmente cuando los dedos de Hyukjae le rozaban el estómago.

Ride With Me- Capítulo 1



—Cariño, lo único que estoy diciendo es que espero que no estés ahí solo, compadeciéndote de ti mismo.

Park Leeteuk se colocó el teléfono debajo de la barbilla y después, se secó los ojos y se sonó la nariz, lo más silenciosamente que pudo. Sí, se estaba compadeciendo de sí mismo, pero su madre no tenía por qué saberlo.

—Cariño, ¿estás ahí?

Leeteuk se volvió a acercar el auricular a la boca.

—Sí, mamá. Estoy aquí.

—¿Te encuentras bien? Tienes una voz muy rara, cariño.

Leeteuk sintió que le ahogaba un sollozo y se apresuró a cortar la comunicación un momento. Se sonó la nariz y después, en vez de tomar la copa de champán que tenía delante, bebió directamente de la botella.

Amante del Aristócrata- Capítulo 10



—Vaya, qué satisfecho se te ve —señaló Cho Kyuhyun cuando entró en el comedor de su casa y encontró allí a Kangin, sentado a la mesa, como solía hacer antes de que Kyu se casara.

    La sonrisa que lucía Kangin mientras removía la comida con aire ausente cambió de forma casi imperceptible.

 —¿Satisfecho? Si acabo de sentarme a comer.

    Kyuhyun rió.

    —No me refería a la comida, amigo, sino a otra clase de satisfacción. Tu expresión te delata. Me recuerdas a un gallo en celo que acaba de encontrar el gallinero. ¿Tan apetitoso es?

    Kangin se ruborizaba en raras ocasiones, pero ésta fue una de ellas. Y era extraño, porque compartir los pecadillos con los amigos solía divertirle más que avergonzarlo. Quizá fuera porque había jurado no volver a tener un amante, y Kyuhyun lo sabía. Sin embargo, estaba a punto de confesarle que tenía un nuevo amante.

Amante del Aristócrata- Capítulo 9



    Kangin no le había dicho a qué hora regresaría esa noche. Debería habérselo preguntado, pero no saberlo tampoco era un problema, al menos para Sunhwa. Al fin y al cabo, los nobles estaban acostumbrados a comer a horas insólitas, dependiendo de si asistían o no a una fiesta, y la comida podía mantenerse caliente.

    Pero Kangin regresó antes de lo que Leeteuk esperaba, poco después de la puesta de sol. Aunque Leeteuk no lo sabía, Kangin tenía tantos deseos de iniciar la relación de una vez por todas, que había tenido que luchar consigo mismo para no ir antes y concederle algún tiempo a solas. Fue una suerte que no se lo dijera, pues Leeteuk ya estaba suficientemente nervioso. Saber que él habría preferido llevarlo arriba de inmediato habría terminado de alterarle.

    Kangin era todo un caballero, y no permitió que su rostro o sus palabras delataran sus intenciones. También llegó con un ramo de flores, un detalle innecesario, pero encantador.

    Kangin vestía formalmente, aunque Leeteuk supuso que su criado personal no lo dejaría salir a la calle por la noche de ninguna otra manera. Era demasiado apuesto y Leeteuk se sintió poco atractivo en comparación.

    No había llevado ropa elegante consigo, sólo algunos trajes apropiados para viajar y uno que podía pasar en una reunión informal y que llevaba puesto ahora, pero era muy poco sofisticado para una ciudad como Londres. Sin embargo Kangin  no le quitaba los ojos de encima.

Antes de cenar, tomaron un aperitivo en el salón. Leeteuk sólo se había acordado del vino, pero Sunhwa había hecho un inventario de lo que había en la casa antes de salir al mercado, y por suerte había comprado varias cosas más.

Amante del Aristócrata- Capítulo 8



  —¿Nari?

    Se despertó lentamente, pero cuando se volvió y vio a Shindong sentado en el borde de la cama, sonrió. No esperaba que regresara a SM esa noche. Tenía planeado quedarse en la casa de Londres, pues la fiesta de boda de Taemin acabaría muy tarde. Pero el que apareciera en plena noche y en su habitación no era motivo de alarma, pues era bastante normal en él.

    —Bienvenido a casa, amor mío.

    Él era exactamente eso. Kim Shindong había sido su amante durante más de la mitad de su vida. A Nari siempre le había costado creer que un hombre tan importante como el marqués de Suju pudiera enamorarse de ella. Pero ya no dudaba de sus sentimientos.

    Al principio, él había coqueteado con ella como haría cualquier joven caballero que descubre a una doncella bonita viviendo bajo su mismo techo. Él tenía veintidós años y estaba soltero. Ella acababa de cumplir los dieciocho y se había dejado fascinar por su belleza y su encanto, que pocas personas conocían.

Amante del Aristócrata- Capítulo 7

   

 Al otro lado del salón, lady Shinyoung se acercó a su marido. Estaba tan nerviosa que casi temblaba, pero no titubeó. Con la ayuda de su querido Oscar había tomado la decisión de confesarse ante Shindong. O al menos de contarle todo aquello que él no hubiera adivinado ya.

    Era hora de que la farsa de su matrimonio terminara. En realidad, ella nunca había querido casarse con él; de hecho, la sola idea le causaba horror y en un principio se había negado en redondo. Al fin y al cabo, era un hombre fornido como un toro, severo, temperamental, con una repulsiva inclinación a los placeres de la carne... en fin, un hombre aterrador.

Shinyoung sabía muy bien que no estaban hechos el uno para el otro. Pero su padre la había obligado a casarse porque deseaba emparentarse con los Kim, aunque no había vivido lo suficiente para disfrutar de la relación.

Último Deseo- Capítulo 8



Hyukjae se moría.

Donghae intentó no entrar en pánico. Siguió recordándose a sí mismo que había pasado por cosas peores y había salido con vida. También podía hacer esto. Esto sólo era una pequeña crisis que superaría, consiguiendo la ayuda que Hyukjae necesitaba antes de que fuera demasiado tarde. Por desgracia, esa ayuda tendría que venir a él. No iba a volver a la SM a tiempo. Hyukjae se deterioraba demasiado rápido.

Se había cruzado con tres coches de policía que conducían por el lado contrario de la carretera desde la salida del hotel, y no creía que echarse a un lado y parar con un arma cargada que acababa de usar para matar a un monstruo, harían sus perspectivas de trabajo mucho mejores.

Y el inconsciente y sangrante hombre medio desnudo tumbado en el asiento no ayudaría, tampoco. No creía que la policía aceptara la explicación de que tenía que seguir tocándolo para que así él no sufriera dolor. Ni siquiera podía soportar la idea de lo que podría pasar si lo separaban de él ahora mismo, después de todo por lo que Hyukjae había pasado esta noche.

Amante del Aristócrata- Capítulo 6



Tras muchos años de estar lleno hasta los topes, el invernadero había sido trasladado fuera de la casa. Situado detrás de las cuadras, era un edificio rectangular con techo de cristal, casi tan grande como la propia casa.

Kangin se quitó la chaqueta en cuanto entró. El olor  a flores, tierra y fertilizantes era sofocante. Y no le resultaría fácil encontrar a su padre en un sitio tan amplio, donde casi siempre había por lo menos media docena de jardineros trabajando.

     Pero finalmente localizó los rosales y a Kim Shindong inclinado sobre los delicados pimpollos blancos que trasplantaba en esos momentos. A un desconocido  le habría resultado difícil creer que ése fuera el marqués de SM, con la camisa arremangada, los antebrazos cubiertos de tierra, algún terrón en la ropa —otra camisa blanca estropeada— y una mancha de barro en la frente, adonde se había llevado la mano distraídamente para enjugarse el sudor.

Amante del Aristócrata- Capítulo 5



    Se detuvieron en Newbury para almorzar en una modesta posada que Kangin frecuentaba desde que había heredado la propiedad de Bridgewater. Sabia que el sitio era más limpio que la  mayoría y que la comida era excelente. Más aún, ofrecían un comedor privado a aquellos que no querían codearse con los parroquianos.

 Era un servicio bastante caro como para que solo pudieran disfrutarlo las clases acomodadas, y puesto que Kangin aún no conocía las costumbres de Leeteuk,  no quería arriesgarse a descubrir que carecía de buenos  modales a la vista de todos los comensales.

    Sin embargo, los modales del joven eran impecables. No tendría que temer que lo avergonzara si por  casualidad comían con otros conocidos. Y no veía razón para mantenerle escondido cuando se mudaran a  Londres. A fin de cuentas, en la ciudad había muchos  sitios donde uno podía llevar a un amante sin correr el riesgo de encontrarse con personas que se sentirían agraviadas por la presencia de alguien de la clase y la profesión de Leeteuk.

Ride With Me


Introducción



Título: Ride With Me
Autora original: Chistine Rimmer
Título original: Un Hombre de Ensueño
Género: AU, FLAFF
Clasificación: Rating {NC17}
Advertencia: Ninguna

Comentario de adaptadora:

Porfin les puedo traer esta historia, desde que me acordé de ella, la figuré en el KangTeuk, no saben como la busqué, no me acordaba ni el nombre...pero aquí se las traigo, espero les guste.
Es una historia corta y por ende los cap se publicarán semanalmente.

DISFRUTENLA!!


Descripción:

Se suponía que un joven como Leeteuk se casaría con una persona de vida respetable y, sin embargo, iba a dar el sí a Kim Kangin, un motorista que había tenido problemas con la ley en su juventud. Todo el mundo se preguntaba qué locura le había dado.

El se justificaba a sí mismo diciendo que se casaba con Kim Kangin para conseguir la custodia de su hermano. Insistía en que por el bien del niño estaba a punto de renunciar a su respetable reputación. Pero, en realidad, eso no tenía nada que ver con el modo poco respetable en que se sentía cuando Kangin lo estrechaba entre sus brazos…




*La historia original no es mía, YO SOLO LA ADAPTO, modifico nombres y una que otra situación. Créditos a su autora original y de traducción a quien corresponda.

Amante del Aristócrata- Capítulo 4



—Es culpa mía —masculló la señora Yoonji— Debería haberme dado cuenta, aunque debo admitir que mi vista ya no es lo que era, sobre todo por la noche.

Leeteuk se frotó los ojos soñolientos mientras escuchaba distraídamente al ama de llaves. No respondió, pues no podía adivinar de qué hablaba la mujer. Era evidente que se había perdido la parte más importante  de la conversación, pues nada más despertar había visto a la señora Yoonji sacando uno de sus trajes de la maleta y alisando las arrugas con la mano.

    La mujer ya había ordenado la habitación, aunque Leeteuk no había tenido mucho tiempo de desordenarla  la noche anterior. Y había una jofaina de agua esperándolo, junto a una pila de toallas limpias y una tetera.

     Bostezó y dio gracias al cielo por no haber despertado desorientada, preguntándose dónde estaba y quién era aquella mujer que registraba su habitación.

Amante del Aristócrata- Capítulo 3



Viajaban en un coche cómodo y elegante, que por lo visto pertenecía a Kangin. Y ahora eran cinco. Minho había regresado al despacho de Boom del brazo de un joven rubio, vestido con prendas tan llamativas como las de Leeteuk. Leeteuk advirtió de inmediato que sentía auténtica devoción por Kim Minho. No podía quitarle los ojos ni las manos de encima, y ahora, en el interior del coche, iba prácticamente sentado en su regazo.

    Leeteuk permaneció imperturbable. El y Minho aún no habían iniciado su relación, pero incluso si lo hubieran hecho, sabía que no tenía derecho a exigirle fidelidad. Él correría con todos sus gastos. Aunque su relación no hubiera sido inusual —y lo era, pues le había comprado sin conocerle—, el joven habría esperado fidelidad absoluta de su parte. Pero en esta clase de arreglos, el hombre no tenía obligación de ser fiel. Ni mucho menos. Al fin y al cabo, la mayoría de los hombres que tenían amantes estaban casados.

    Mientras los caballeros continuaban bromeando sobre dinero y deudas eternas, Leeteuk hizo todo lo posible por permanecer indiferente. Sin embargo, tras oír la alusión de Minho a las deudas, se preguntó cómo era posible que un hombre de su edad pudiera permitirse el lujo de pagar un precio tan alto por él, cuando la mayoría de los hombres menores vivían de las asignaciones de sus padres o de las rentas de fincas que heredarían en el futuro.

Algo Nuestro- Capítulo 9



—El joven Kim me ha pedido que le diera esto —dijo una enfermera antes de que llegara a la habitación de Heechul a la mañana siguiente.

Aquella mujer corpulenta parecía incómoda. Se trataba de la partida de nacimiento de Siwan y él figuraba como el padre. Aquello era un golpe bajo. ¿Por qué no se lo había dado él mismo? Entró precipitadamente en la habitación. Heechul estaba vestido y hacía la maleta. No se veía a Siwan por ninguna parte.

—¿Dónde está mi hijo?

—En el nido, naturalmente.

—Quiero verle enseguida.

—Ahora puedes verle, Siwon. Pero necesito pasar más tiempo solo. Creo que lo mejor será que no nos veamos durante una temporada. Y eso incluye...

Amante del Aristócrata- Capítulo 2



 —Todavía no entiendo qué hacemos aquí —murmuró lord Xang Changmin—. La casa de Tiffany es tan bonita como ésta, nos quedaba igual de cerca, y sus chicos están acostumbrados a las perversiones normales.

   Kim Kangin rió e hizo un guiño a su primo Minho mientras seguían a su amigo hacia el vestíbulo.

    —¿Existe una «perversión normal»? Parece una contradicción en los términos, ¿no?

    Changmin era capaz de decir las cosas más descabelladas, pero junto con Cho Kyuhyun era uno de los mejores amigos de Kangin desde los tiempos del colegio, de modo que podían disculparle alguna que otra torpeza. Últimamente Kyu salía poco con ellos, y desde que se había encadenado al primo de Kangin, Sungmin, no frecuentaba sitios como aquél. Aunque Kangin estaba encantado de que Kyu pasara a formar parte de la familia, era de la firme opinión de que el matrimonio podía esperar hasta después de los treinta, y a él aún le faltaban cinco años para cumplirlos.

Último Deseo- Capítulo 7



—¿Dormir conmigo no es honorable?

Hyukjae le miró la boca otra vez y él vio la oscura necesidad destellar en sus ojos.

—No, si yo sé que no es lo que realmente quieres.

El calor en su interior empezó a disiparse, permitiéndole pensar con claridad. Estaba en lo cierto. No podían hacer esto. Por mucho que hubiera disfrutado de unos momentos fugaces de placer, tenía que vivir consigo mismo una vez que esto hubiese terminado. Era su oportunidad para romper con estas personas, no atarse a uno de ellos.
  
—Debes dejarme. Estaré bien solo.

Las fosas nasales de Hyukjae se ensancharon con ira y le apretó con más fuerza la mano.

—No voy a dejarte morir, que es lo que sucedería si te dejara en paz. Vamos a volver. Puedes elegir a otro para escoltarte.

Amante del Aristócrata- Capítulo 1



No estaba mal aquel sitio que sería testigo de su venta al mejor postor. Era un lugar limpio, elegantemente decorado. El vestíbulo adonde le habían hecho pasar en primer lugar podría haber pertenecido a la casa familiar de cualquiera de sus amigos. Era una residencia lujosa, situada en uno de los mejores barrios de Londres y conocida por el eufemístico nombre de Casa de Boom. Un antro de perdición.

Park Leeteuk todavía no podía creer que estuviera allí. Desde que había atravesado el umbral, sentía un nudo de temor y angustia en el estómago. Sin embargo, había entrado en la casa por voluntad propia. Nadie le había llevado a rastras mientras chillaba y pataleaba.

    Lo increíble era precisamente que no le habían forzado a acudir; había accedido a hacerlo... o al menos había aceptado que era la única alternativa. Su familia necesitaba dinero —y mucho— para evitar que la pusieran de patitas en la calle.

Amante del Aristócrata



Introducción



Título: Amante del Aristócrata
Autora original: Johanna Lindsey
Título original: La Cautiva del Amor
Género: AU, FLAFF
Clasificación: Rating {NC17}
Advertencia: Ninguna

Descripción:

En Inglaterra, a principios del siglo 19, el bello Park Leeteuk, un joven de noble cuna, vive con sus tíos a raíz de la trágica muerte de sus padres. La familia esta arruinada y el tío Dongyup, en un arrebato de desesperación, decide subastarlo como amante de algún aristócrata.

El lo acepta para salvar el honor y las finanzas de la familia. Afortunadamente, es comprado por el apuesto y simpático lord Kim Kangin, que de esa manera lo salva de caer en las garras de Shangho, su enemigo jurado y perverso obseso sexual.

Kangin y Leeteuk inician una curiosa relación marcada por los equívocos y los malentendidos. No obstante, ninguno de los dos imagina que sus corazones tendrán la ultima palabra en la enredada situación en que se encuentran...

Último Deseo- Capítulo 6

Ni siquiera había llegado la puesta de sol, y Kevin ya estaba abrumado. La puñalada de Zhoumi no había sido tan mala y él había pagado por su curación y la eliminación de los recuerdos con sangre, pero la condición de Grace había empeorado en las últimas horas y ahora Henry parecía que se había vuelto homicida. Y todo eso eran problemas suyos para solucionarlos.

Tenía que hacer una parada rápida en el cuarto de Grace antes de ir a ocuparse de Henry. Cuando entró, encontró a Ho inclinado a su lado, sosteniendo la mano de ella entre las suyas. El hombre raras veces la abandonaba y su culpabilidad comenzaba a absorberle, carcomiéndole poco a poco. Kevin podía sentir la decadencia de su condición, tanto en su aspecto como en cada uno de los lentos movimientos de su cuerpo.

—Deberías irte a descansar —dijo Kevin.

Ho se dio la vuelta, con los ojos enrojecidos y hundidos por el cansancio.

—No —fue todo lo que dijo.

—Muy bien. Si quieres tirar el regalo que ella te dio, entonces que así sea. Es tu vida para que la desperdicies como mejor te plazca.

—Me quedo con ella.

Kevin no se molestó en comprobar los resultados de la máquina de respiración de Grace. Simplemente puso la mano sobre su cabeza y dejó que el cuerpo le hablara.

Ella todavía estaba allí, luchando. No se había rendido. Tampoco lo hacía Ho. Si la fuerza de voluntad pudiera mantener a alguien vivo, entonces quizás Grace podría aguantar otro día o dos.

No había forma de hacer esto más fácil para el Suju.

—He hecho todo lo que puedo.

Ho saltó sobre sus pies.

—No. No puedes renunciar a ella.

Algo Nuestro- Capítulo 8



Habían pasado Seis semanas, Siwon estaba junto a la mesa de diseño de Heechul, admirando sus bocetos. En un rincón había una foto arrancada de una revista, era la habitación de un bebé. Siwon sonrió, aunque Heechul se negara a aceptar sus regalos sabía perfectamente lo que quería. Sonó el timbre.

—¿Puedes abrir? —preguntó él desde la cocina.

Siwon fue a la puerta deleitándose con el olor maravilloso que salía de allí. Abrió la puerta de par en par y miró a la mujer que había llamado.

—Tú debes ser Siwon —dijo ella, examinándole con ojo crítico de la cabeza a los pies.

—¿Y usted es...?

La mujer extendió una mano y los brazaletes que cubrían su brazo tintinearon. Tomó la de Siwon y se puso a estudiarla intensamente. Heechul asomó la cabeza desde la cocina y suspiró.

—Princesa? —gimió él, desamparado.

Deseo Prohibido


Último Deseo- Capítulo 5



—¿Dónde vamos realmente? —preguntó Hyukjae una vez que estuvieron en su camioneta y conducían a través de las puertas de la SM.

El sol todavía estaba alto en el cielo, pero Donghae podía sentir su descenso, como uñas arañándole la espalda.

—A ver a Eunhae. Quiero verle una vez más antes de cortar los lazos con su mundo.

—Así que mentiste. Me lo figuré. No es que importe. Sabrán donde vamos. Hay dispositivos de seguimiento en todos los vehículos.

Por supuesto que había.

—Genial. No hay nada como una correa electrónica para que uno se sienta libre.

—No te entiendo. Si te hubieras quedado, podrías haber tenido cualquier cosa que quisieras. Habrías estado a salvo. Después de dos años de estar encerrado, pensaba que la seguridad estaría en la parte superior de tu lista.

El Guardaespalda del Príncipe- Capítulo final



        “Reza por no estar embarazado. Porque si lo estás te casarás conmigo, Sungmin”.
           
         Kyuhyun apoyó los codos en el escritorio y hundió el rostro entre las manos. Era idiota.

         Minutos antes, lo había estado mirando y pensando en lo delicioso que era. En cuánto le gustaba tenerlo en su casa, en su vida. Pero cuando había mencionado “para siempre”, lo había invadido un sudor frío.

            Había comprendido que hacerle el desayuno y jugar a las casitas con Sungmin  era más que romper sus normas, era convertirlas en polvo. Su padre había debido de sentir eso por su madre, y la había aceptado cada vez que volvía. Kyuhyun se había jurado no permitirse esos sentimientos, para no volverse débil como su padre. Pero Sungmin no tenía la culpa.

            Se había portado como un bruto y le debía una disculpa. Una bien grande.

Doble Riesgo

Algo Nuestro- Capítulo 7



Siwon estuvo a punto de atragantarse cuando volvió la cabeza y vio a Heechul en las gradas. Por sonreír, se perdió a su mejor bateador ganando la segunda base. No podía creer que estuviera allí. Llamó a su jugador y fue a verlo. La valla le llegaba justo por debajo de la barbilla.

—¿Te importa que haya venido?

—Demonios, no! ¿Cuánto hace que estás aquí?

—Desde el segundo tiempo. Tienes un buen equipo. Pero dime que no es tabaco eso que tienes en la boca, Siwon.

Siwon hizo una gran pompa de chicle, la explotó y volvió a meterse aquella masa rosácea en la boca.

—¿Estás preocupado por mi salud?

Sí, claro. Pero no iba a contribuir a que siguiera inflándose como un pavo. Levantó la mano para limpiarle un poco de chicle que se le había quedado en la comisura de los labios.

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...