Atrévete a Amar- Capítulo 25



Dos noches después de lo que Heechul consideraba la defección de Geunsuk y su pase al bando enemigo, asistió a la gran fiesta en casa de Kim Zhoumi. Al entrar en el salón de baile, Heechul se detuvo, sorprendido, obligando a sus dos acompañantes a hacer lo mismo.

Los numerosos carruajes que se hallaban frente a la mansión de los Kim debieron darle una pauta de la gran cantidad de invitados, pero no imaginó que serían casi doscientas personas.

-Creí que se trataba de una pequeña reunión de familiares y amigos -dijo Heechul a Siwon, sin poder evitar el tono tenso de su voz. Después de todo, la fiesta se celebraba en honor de ellos. Debieron advertirle. -Recuerdo que tu hermano habló de algo íntimo.

-En realidad, las fiestas que organiza Henry suelen ser más grandes.

-¿Y estos son todos amigos tuyos?

-Lamento decepcionarte, cariño, pero no soy tan popular. – Siwon sonrió. -Cuando Zhou habló de los amigos de la familia, supongo que ese refirió a los amigos de cada uno de los miembros individuales de la familia; al menos, así parece. Tu atuendo es muy adecuado, querido.

No le preocupaba su atuendo. Estaba vestido como para ser presentado al príncipe regente.
Heechul calló. De todos modos, Siwon no le prestaba atención; contemplaba la habitación llena de gente y tuvo oportunidad de mirarlo fugazmente. Luego se obligó a desviar la mirada, rechinando los dientes.

Debería de estar orgulloso de llegar con Siwon y Hyukjae, dos de los hombres más apuestos de Londres, y lo hubiera estado si se hubiera detenido a pensarlo. Pero lo único que le preocupaba era alejarse de la presencia de su marido. Después del viaje hasta allí, que le había resultado intolerable, pues se había visto obligado a sentarse a su lado, era en ese momento un manojo de nervios.

El viaje no hubiera sido tan terrible, ya que los asientos eran bastante espaciosos, pero Siwon lo había acercado a él deliberadamente, apoyando un brazo sobre sus hombros y él nada pudo hacer al respecto, ya que Hyukjae estaba sentado frente a ellos, observándolos de forma divertida. Por eso mismo lo había hecho Siwon; porque sabía que él no haría una escena en presencia de su hermano.

Pero había sido una tortura, una felicidad dolorosa. Los muslos de él rozando los suyos. Y no había dejado de mover su maldita mano en ningún momento; sus dedos habían acariciado el brazo de Heechul. Y él sabía muy bien qué efecto producían sus caricias.

Aunque se mantuvo rígido como una tabla, no pudo evitar la aceleración de su respiración ni detener los latidos violentos de su corazón o el erizamiento de su piel cada vez que él rozaba con sus dedos, provocándole escalofríos que demostraban a Siwon cuán efectiva era su caricia inocente.

El viaje le había parecido eterno, si bien había muy pocas calles entre su casa y la de Kim Zhoumi. Heechul podía respirar normalmente de nuevo, al poner distancia entre él y Siwon, sabía que pasaría un rato antes de que pudiera alejarse de él del todo. Dado que la fiesta se celebraba en honor de ellos, la etiqueta los obligaría a permanecer juntos durante las presentaciones. Cuando Heechul vio la cantidad de invitados, llegó a la conclusión de que llevaría mucho tiempo. Pero en cuanto le hubieran presentado a la última persona...

Todos los Kim estaban presentes. Vio a Sungmin y a Kyuhyun, de pie junto a varios de los hijos de Zhoumi; a Shindong y su hijo Kangin junto a la mesa donde se servían bebidas, y a Minho, que había llegado más temprano para ayudar a su tío Henry en los detalles de último momento, que en apariencia incluían el traslado de todas las flores del jardín de Henry al interior de la casa. Vio a Geunsuk y Hanheng y a otras personas que había conocido desde su llegada a Londres.

Entonces percibió el silencio que se hizo en el salón. Los habían visto y cuando Siwon deslizó su brazo alrededor de su cintura, para ofrecer una imagen de matrimonio enamorado, Heechul gruñó en su interior. Aparentemente, esa noche había decidido tomarse libertades ilimitadas. Ni siquiera le soltó cuando se acercaron Zhoumi y Henry, acompañados por un pequeño grupo de personas y comenzaron las presentaciones. La única interrupción se produjo cuando debieron iniciar el baile, en su calidad de invitados de honor. Y ésa fue otra excusa que Siwon aprovechó para atormentarlo con su proximidad.

Poco después conoció a sus amigos; el grupo más lamentable de lascivos libertinos que pudiera imaginarse. Cada uno de ellos lo miró con desvergüenza, coqueteó con él, o le hizo bromas intencionadas. Eran divertidos y, al mismo tiempo, ultrajantes. Y lograron alejarlo de Siwon bailando con Heechul una pieza tras otra, hasta que él les rogó que le dieran un momento de descanso. Siwon ya no estaba cerca de él. Al fin, pudo tranquilizarse y divertirse.


-Vea, Kim, o juega a los naipes o no -dijo uno de los presentes, exasperado al ver que Siwon se ponía de pie por tercera vez en menos de una hora.

Los otros dos jugadores se tornaron tensos cuando Siwon apoyó ambas manos sobre la mesa y se inclinó.

-Iré a estirar las piernas. Pero si ello te causa algún problema, ya sabes qué debes hacer.

-No... en absoluto -dijo el aludido era vecino de Shindong y conocía los estallidos temperamentales de los hermanos Kim, ya que había crecido junto a ellos. ¿En qué había estado pensando? -Yo también desearía beber una copa.

Siwon miró a los otros jugadores para comprobar si alguno de ellos ponía objeciones. No fue así.

Sereno, como si no hubiera estado a punto de desafiar a un viejo amigo de la familia, Siwon tomó su copa y salió de la sala de juego. Se detuvo en la entrada del salón de baile y miró a la gente allí reunida, hasta que halló lo que repetidamente le impulsara a retornar allí.

Maldición, ni siquiera podía jugar una partida de naipes cuando Heechul estaba en las cercanías. El mero hecho de saber que se hallaba cerca de él le impedía concentrarse, tanto, que ya había perdido casi mil libras. No podía evitarlo. Si estaba cerca de él necesitaba tocarlo, y tampoco podía mantenerse alejado.

En el otro extremo del salón, Xian Junsu codeó las costillas de Hyukjae

-Ha regresado de nuevo.

Hyukjae miró hacia donde estaba Siwon y rió al verlo fruncir el ceño, mientras contemplaba a su esposo que bailaba en la pista.

-Qué rostro tan expresivo. Podría afirmar que mi hermano no es nada felíz.

-Podrías solucionarlo hablando con el joven señor y diciéndole la verdad.

-Imagino que podría hacerlo.

-¿Pero no lo harás?

-¿Y facilitarle las cosas a Siwon? Vamos, Sunnie. Es mucho más divertido ver cómo se las arregla por su cuenta. Su temperamento no acepta el rechazo. Es probable que empeore la situación antes de salir de su esposo.

-En el caso de que pueda.

-¿Acaso has perdido la fe? Los Kim siempre resultan victoriosos. – Hyukjae sonrió. -Además, Heechul ya está cediendo, aunque tal vez no lo hayas notado. Tampoco él puede dejar de mirar a su alrededor para saber si Siwon está o no. Si existe un joven en verdad enamorado, es Lord Heechul.

-Pero supongo que él no lo ha percibido.

-Exacto.

-¿De qué os reís vosotros dos? -preguntó Sungmin, que estaba acompañado por Kyuhyun.
Hyukjae lo abrazó.

-De las flaquezas humanas, cariño. En ocasiones somos tan estúpidos.

-No me incluyas -dijo Kyuhyun.

-En realidad, me excluía a mí mismo -dijo Hyukjae, haciendo una mueca al mirar a su sobrino político-. Pero tú eres un primitivo ejemplo, Guixian.

-Famoso -dijo Sungmin, suspirando con exasperación y mirando a ambos con furia. Luego tomó el brazo de Junsu –Sunnie, ¿me rescatarías invitándome a bailar? Estoy harto de que me salpiquen con sus cuchilladas.

-Me encantaría, niño. –Sunnie sonrió.

Hyukjae sopló al verlos alejarse, danzando.

-Es muy directo, ¿verdad?

-No lo conoces -gruñó Kyuhyun, en gran parte para sí mismo- Trata de dormir en el sofá cuando tu esposo está enfadado contigo.

Hyukjae no pudo evitarlo y se echó a reír.

-Dios mío, ¿tú también? Es muy divertido, muchacho; te aseguro que lo es. ¿Y qué has hecho para merecer...?

-No te he perdonado. – Kyuhyun frunció el ceño ante el gesto divertido de Hyukjae a sus expensas. -Y él lo sabe. Cada vez que tú y yo discutimos, luego me lo reprocha. ¿Cuándo te marcharás de Londres?

-Pues parece que es un tema de interés general. – Hyukjae continuó riendo. -Si con ello logro que sigas durmiendo en el sofá, quizás no me marche nunca.

-Qué bondadoso eres, Kim.

-Creo que lo soy. Si te sirve de consuelo, te diré que hace mucho tiempo que te he perdonado.

-Qué magnánimo. En realidad, el culpable eras tú. Sólo te superé en alta mar...

-Y lograste que me encarcelaran -dijo Hyukjae, más serio.

-¡Ja! Eso fue después de que me zurraras de tal modo que estuve a punto de faltar a mi propia boda.

-A la que habías sido arrastrado -dijo Hyukjae agriamente.

-Eso es mentira.

-¿Lo es? No puedes negar que mis hermanos debieron obligarte a que vinieras. Yo también
llegaría a tiempo en esas circunstancias...

-Y llegaste para acechar con tus insidias.

-¿Acechar? ¡Acechar! -dijo Hyukjae, iracundo.

Kyuhyun gruñó.

-Y ahora lo arruinas todo con tus gritos.

Hyukjae miró hacia donde miraba Kyuhyun y vio que Sungmin había dejado de bailar. Estaba de pie, en medio de la pista de baile, contemplándolos con fastidio. Sunnie estaba junto a él, tratando de fingir que no había oído los gritos.

-Me vendría bien beber otra copa -dijo Hyukjae con aspereza, sonriendo-. Que disfrutes del sofá, muchacho. -Y se alejó, rumbo a la mesa. Al pasar junto a Siwon no pudo resistir el impulso de decirle: -Tú y Guixian deberíais comparar vuestras respectivas situaciones, querido hermano. Padece tus mismos males.

-¿Ah, sí? – Siwon recorrió el salón con la mirada hasta ver a Kyuhyun. Brevemente, añadió:
-Si es así, obviamente ha logrado aventarlos.

Hyukjae rió al ver que Kyuhyun besaba a su esposo, sin importarle las miradas que se posaban sobre ellos.

-Es muy listo. Minnie no puede regañarlo mientra él lo besa.

Pero Siwon no oyó su comentario. Una vez más escuchó la carcajada de Heechul, festejando la ocurrencia de su compañero de baile. Se abrió paso entre las parejas que bailaban hasta llegar a donde estaban ellos y dio una palmada no muy suave sobre el hombre de Lee Minwoo, obligándolos a detenerse.

-¿Ocurre algo, Kim? -preguntó cautelosos Lord Lee, advirtiendo la amenaza subyacente en la actitud y la expresión de Siwon.

-Nada. – Siwon sonrió, tenso, pero estiró el brazo y tomó el de Heechul que comenzaba a apartarse. -Sólo trato de recuperar lo que me pertenece. -Con una leve inclinación de cabeza, comenzó a bailar con su esposo el vals que aún se escuchaba. -¿Te diviertes, cariño?

-Me divertía -dijo Heechul, tratando de no mirarlo.

Él oprimió su cintura con un poco más de fuerza.

-¿Deseas que nos marchemos?

-No -dijo él con demasiada rapidez.

-Pero, si no te diviertes...

-Me... divierto -dijo Heechul con tono áspero.

Siwon le sonrió, contemplando sus ojos que miraban hacia todas partes, menos hacia él. Lo acercó más a su cuerpo y notó que el pulso de Heechul se aceleraba. Se preguntó qué haría él si empleara la estrategia de Guixian. Le preguntó:

-Cariño, ¿qué harías si concluyera este baile con un beso?

-¿Qué?

Lo miró fijamente a los ojos.

- Te produce pánico, ¿verdad? -dijo él-. ¿Por qué?

-No es así.

-Ah, ahora hablas con acento escocés; es la señal que indica...

-Calla -murmuró Heechul; las palabras de él lo alarmaron tanto que cometió un error al bailar.

Siwon sonrió, encantado, y decidió darle un respiro. Si hacia algo inconveniente en el salón de baile, no sólo cometería un acto de mal gusto, sino que no obtendría ningún resultado.

-¿Qué puede darle un hombre a un esposo que lo tiene todo?

-Algo que no pueda ser comprado -dijo Heechul con voz ausente, pues aún pensaba en qué ocurriría cuando concluyese esa pieza.

-¿Su corazón, tal vez?

-Quizás... no... quiero decir... –tartamudeó Heechul. Luego le miró encolerizado y continuó diciendo amargamente: -Ya no deseo tu corazón.

Una mano acarició un mechon de cabello que caían sobre su sien.

-¿Y si ya lo poseyeras? -preguntó él de manera suave.

Durante un instante, Heechul se vio perturbado por su mirada. Incluso se acercó a él y estuvo a punto de ofrecerle sus labios, sin importarle la gente ni el problema que había entre ambos. Pero de pronto reaccionó y se apartó de él, mirándolo con enojo.

Furioso consigo mismo, dijo:

-Si tu corazón me pertenece, puedo hacer con él cuanto desee y desearía cortarlo en pedacitos antes de devolvértelo.

-hombre despiadado.

-No precisamente. – Heechul sonrió sin alegría, divirtiéndolo sin saberlo. -Mi corazón está donde debe estar y allí se quedará.

Con esas palabras, se soltó de los brazos de Siwon y se dirigió hacia donde estaban sus hermanos mayores. Sólo en su presencia se sentía protegido de los audaces sarcasmos de Siwon y de las caricias presuntamente inocentes de sus manos.


1 comentario:

  1. Umm nose, creo que Hee esta siendo muy tajante con Siwon, y este muy a pesar de todo esta haciendo lo suyo para que Hee lo escuche... u.u pero él simplemente no quiere

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...