Herencia -6




Después de una larga noche en vela y un paseo en coche en compañía de Taeho, Jian observó a su amigo mientras éste rebuscaba en una bandeja llena de viejas monedas de plata. Estaban en una pequeña tienda de antigüedades.

–Nunca creí que diría esto –Taeho escogió una y leyó lo que estaba escrito en la tarjeta–. Pero, como tu abogado, te recomiendo que no te acuestes con tu marido.

–No me estoy acostando con mi marido –le recordó Jian.

Dos jóvenes que estaban contemplando un cuadro le lanzaron una mirada curiosa. Un momento después sonreían con disimulo.

–De acuerdo. Es que suena estúpido cuando lo digo en alto –susurró Jian, acercándose más a Taeho.

–Está jugando contigo –dijo Taeho, soltando la primera moneda y agarrando otra. Le dio la vuelta y leyó la descripción.

–Estábamos comparando el arte con la arquitectura –dijo Jian, recordando los primeros minutos del viaje de regreso en el barco–. Él quería ver mis diseños.

Marcado V -16



Cuando Jjong entró a la tienda la siguiente tarde esperaba que saltara sobre mí y me exigiera respuestas por mi admitámoslo terrible comportamiento últimamente, pero no lo hizo. Me sonrió con su normal forma encantadora y fue a su estación a arreglar todo desde que tenía citas consecutivas durante el día.

No me miró o trató de hablar conmigo más allá de lo necesario para el negocio durante el turno. Me estresó y me hizo sentir incluso peor de lo que ya me sentía, y por supuesto desde que no lo había visto por unos cuantos días, todo lo que quería hacer era mirarlo y recordar cómo se veía usando nada más que su maltratado sombrero de vaquero. Eso hizo una tarde bastante desagradable y tensa.

Iba a pregúntale si quería almorzar conmigo y por “almorzar” significaba manosearlo en algún lugar privado mientras trataba de darle mi mejor disculpa y explicarle todos los locos y frenéticos pensamientos que me habían estado persiguiendo desde que vi sus brazos alrededor de mi hermano. Él se desvaneció antes de que lo hiciera. Eso me puso en un modo agrio y molesto por el resto del día.

Sabía que no era lógico desde que yo había sido el que jugó a las escondidas toda la semana, pero no podía evitarlo. Afortunadamente el primer envío de cosas de la tienda llegó más tarde y tuve que ir arriba y revisar cómo había llegado todo.

Herencia -5



El ascensor se detuvo y todos salieron al pasillo enmoquetado del lujoso hotel. Los Lee y los Na llevaban años reservando la misma suite para los eventos corporativos. Sin embargo, también la usaban para ver los partidos de los Bears. El padre de Ungjae era el que más usaba la suite de habitaciones, pero aquel derroche de lujo siempre les había resultado muy efectivo a la hora de atraer y convencer a los clientes más jugosos y difíciles.

–¡Vaya! –Jian no pudo evitar la exclamación al entrar en la suite.

En aquel lugar cabían veinte personas. Un camarero les estaba sirviendo unos aperitivos sobre la barra, sobre la que también había un cubo con hielo lleno de botellines de cerveza de importación y dos botellas del mejor vino.

–Mira esto –igual que un niño con un juguete nuevo, Jian fue hacia las puertas de cristal que daban acceso al balcón y salió al exterior. Fuera había dos hileras de asientos.

Deseando escapar del acalorado debate de Ungjae y Taeho, Sang fue detrás de él.

Marcado V -15



El sol se había puesto pero aun así era una hermosa noche de verano en la que hacía suficiente frío para decir que el otoño estaba a la vuelta de la esquina. El tiempo había estado pasando tan rápido desde que Kibum llegó a la ciudad que ni siquiera me di cuenta de que los cálidos días de verano casi se habían ido.

Cuando llegué a casa me desnudé y duché. Mi mente estaba a un millón de kilómetros de distancia, saltando del pasado al presente y moviéndose entre todo lo que había sucedido en los últimos meses.

Estaba relajándome antes de ir la cama, viendo la televisión, y trabajando en un par de bocetos para el trabajo del día siguiente, cuando hubo un golpe en mi puerta. Me sorprendí ante el sonido pero no me sorprendí en absoluto al ver a la belleza de cabellolo negro al otro lado cuando abrí la puerta. Apoyé un hombro en el marco de la puerta y levanté una ceja hacia él cuando Kkomde pasó disparado a mi lado y se dirigió derecho a su lugar favorito en el sofá.

—Pensé que ibas a llamar. —Le había dicho que me llamara más tarde.

Él inclinó la cabeza hacia atrás para mirarme y lentamente parpadeó esos ojos de color medianoche.

—En realidad no sabía qué decir.

—¿Por qué estás aquí, entonces?

Herencia -4



–En cuanto me gane un lugar dentro de mi profesión, te dejaré en paz. Yo quiero una carrera, Sang. No quiero quedarme con tu empresa.

No podía negarlo más. Le creía. Entendía que quisiera mejorar y realizarse profesionalmente. Sus métodos no eran los más ortodoxos, pero no tenía más remedio que aceptar que se había convertido en un mero instrumento para Jian; un obstáculo que salvar para conseguir sus objetivos.

–¿Tienes un bolígrafo? –le preguntó él, buscando la página de firmas del documento.

–Claro –se levantó y fue a buscarlo al escritorio.

–Voy a cenar con Taeho –le dijo Jian–. No quiero llegar tarde.

–Yo tengo una cita –dijo él, mintiendo.

Después llamaría a Ungjae y le pediría el teléfono de aquel piloto precioso.
  
–¿Me estás engañando? –le preguntó Jian de repente. Aquel comentario lo tomó por sorpresa.

Marcado V -14




Quería soltarle una retahíla a Jinki solo por aparecer de la nada. Quería desgarrarlo por no dejarme saber lo que había estado sucediendo y quería abrazarlo y besarlo en la frente porque se veía tan destruido y maltratado. Mi primer instinto fue llamar a Sungmin y hacerle venir a revisar a mi hermano para asegurarme de que estaba bien, pero Jinki parecía que estaba a punto de romperse, de modo que eso iba a tener que esperar.

Jinki derivó hacia el sofá y en cierto modo se plegó sobre sí mismo mientras se sentaba. Fui al refrigerador y saqué un par de cubos de hielo que envolví en un paño de cocina. Le di la improvisada bolsa de hielo y me senté en la mesa de café frente a él.

La tez de Jinki era más clara que la mía y la forma en que los moretones oscurecían su piel y ensombrecían sus ojos me hizo saborear el asesinato en la punta de mi lengua.

—¿Cómo llegaste aquí? —Supuse que sería mejor empezar suave con él dado que parecía tan asustado.

—Conduje. Oliver no me dejó ir al hospital y sabía que mi muñeca estaba realmente en mal estado. Esta vez fue demasiado lejos.

Marcado V -13




El domingo, pasamos todo el día en cama. Noté que Jjong todavía estaba luchando con el descubrimiento sobre Taemin y el hecho de que tenía un padre negligente. No fue
particularmente locuaz, lo que estaba tan lejos en contra de su naturaleza afable que simplemente lo dejé pasar e intenté apoyarlo de la mejor manera que conocía.

Me aseguré de que entendiera que yo estaba allí para hablar, y a la vez que me importaba su fuerte acto de silencio, siempre y cuando los resultados fueran tan deliciosos e hicieran que mi cuerpo ardiera. Sabía que él iba a tener que enfrentarse a Taemin y al pasado tarde o temprano, pero no iba a empujarlo en eso.

El lunes quiso que fuera de excursión con él. En los últimos meses me estaba dando cuenta de la forma en que mantenía su impresionante físico sin poner, nunca, un pie en el interior de un gimnasio: al estar haciendo actividad realmente extenuante al aire libre en cada oportunidad que tuviera. Le gustaba un buen partido de fútbol en el parque. Le gustaba poner a Kkomde en su correa y salir a correr. Le gustaba ir a trotar en los alrededores.

Yo, por otro lado, no quería hacer nada de eso incluso si eso significaba que podía verlo todo sudado y corriendo sin camisa. Le dije que le pidiera a uno de los chicos que fuera con él y entorné mis ojos cuando se quejó al respecto. Creo que quería la oportunidad de verme sudar y ponerme todo sucio y caliente junto a él por una vez.

Herencia -3




Atravesaron el vestíbulo del edificio Lee y se dirigieron directamente al despacho de Sang, situado en el último piso. Jian conocía muy bien las instalaciones, así que era imposible perderse.

–He venido a ver a Lee Sang –anunció ante la recepcionista unos minutos después, en un tono seguro y convencido. El corazón se le había acelerado y las palmas de las manos le sudaban sin cesar.

–¿Tiene cita? –le preguntó la joven morena con suma cortesía, mirándole a él y después a Taeho.

–No –admitió, y entonces se dio cuenta de que era bastante difícil que Sang estuviera disponible en ese preciso momento.

–Dígale que se trata de un asunto legal –dijo Taeho, dando un paso adelante–. Wang Jian.

La joven morena levantó la cabeza bruscamente, llena de curiosidad.

–Claro. Por supuesto. Un momento, por favor –dijo, levantándose de la silla.

Marcado V -12



Leeteuk dejó escapar un suspiro de ensueño.

—Podría solo mirar a Kangin todo el día.

Tuve que estar de acuerdo. Levanté una ceja hacia él y tomé mi bebida.

—¿El policía y el criminal?

Arrugó la nariz.

—Eso suena como un título terrible para una novela romántica.

Heechul rio.

—O una mala porno.

—No duele mirar, es todo lo que estoy diciendo. —Leeteuk se acomodó en su silla y sus oscuros ojos bailaron con alegría.

Zhoumi le dijo:

—No irá a ninguna parte con alguien con una insignia de policía. No importa lo bonito que puedas ser. No está exactamente reformado. No estoy seguro de que lo esté alguna vez.


Herencia -2



Sang se subió al flamante deportivo que esperaba junto a la acera y dio otro portazo.

–¿Firmó? –le preguntó Na Ungjae desde el lado del conductor al tiempo que ponía la primera marcha.

Sang se abrochó el cinturón.

–No.

Él siempre había estado orgulloso de su talento para la negociación, pero había algo en Jian que lo hacía perder el equilibrio. Aquel encuentro había sido un completo fracaso.

No recordaba que fuera tan testarudo, pero, a decir verdad, apenas lo conocía. Habían coincidido algunas veces antes de la fiesta, pero nunca habían cruzado más que un puñado de palabras inconsecuentes. No sabía mucho de él, pero sí recordaba que era listo, diligente, divertido y… hermoso.

No podía negar su belleza. Aquel día, vestido con un traje exquisito, había sido el joven más radiante en aquella sala de fiestas.

Marcado V -11




Le gruñí a mi teléfono con frustración y lo tiré sobre la mesa de café, donde mis pies estaban apoyados. Jjong me miró por el rabillo del ojo y se estiró para silenciar la ruidosa película de acción que estaba viendo.

Habían pasado tres semanas desde nuestra cita en el parque. Tres semanas en las que ya no me fui a la cama solo o tuve que perseguirlo o huir de él. Después de la noche en su apartamento simplemente caímos en una especie de lugar donde decidimos sin palabras dichas que preferíamos pasar el rato juntos, pasar tiempo con el otro que estar solos.

Alternamos apartamentos en una base bastante regular, lo que significaba que Kkomde tenía dos conjuntos de cosas y ahora parecía que mi refrigerador lo había abastecido un chico de fraternidad de la universidad.

—¿Qué pasa? —Él inclinó su cabeza hacia mí cuando suspiré y resoplé para enviar algo del cabello oscuro que había caído en mi cara fuera de mis ojos.

Tan cercanos como nos habíamos vuelto y tan cómodo como parecía a mi alrededor ahora, había una cosa que todavía lo desencadenaba y todavía me hacía enterrarme bajo la duda y la vacilación, Jinki. Ambos fingimos ignorar el hecho de que él todavía estaba allí, un fantasma flotando en medio de esta cosa que estábamos construyendo a nuestro alrededor, pero estaba en mi cabeza ahora y no podía mantenerme de puntillas sobre él o el pasando que compartía con cualquiera de los dos.

Herencia -1



Lee Sang era la última persona a la que Wang Jian esperaba ver frente a su puerta. Aquel hombre alto, pelinegro y de ojos feroces era la razón por la que estaba haciendo la maleta, la razón por la que dejaba su apartamento de alquiler. Él era la persona por la que se veía obligado a abandonar su ciudad. De frente a él, cruzó los brazos sobre su camiseta polvorienta y vieja. Sólo podía esperar que sus ojos rojos no lo delataran. Con un poco de suerte ya no tendría marcas de lágrimas sobre las mejillas.

–Tenemos un problema –dijo Sang en un tono tenso. Su expresión seguía siendo impasible y con la mano izquierda sostenía un pequeño maletín de cuero negro.

Llevaba un exquisito traje de firma y una impecable camisa blanca, combinados con una corbata roja de seda de la mejor calidad y unos gemelos de oro macizo. Como de costumbre, llevaba el pelo recién cortado y estaba recién afeitado. Sus zapatos, tan pulidos que parecían espejos, debían de costar una pequeña fortuna.

–No tenemos nada –le dijo él, apretando los dedos de los pies dentro de los acolchados calcetines que llevaba.

Jian iba vestido de manera informal. Sus vaqueros estaban un poco gastados, pero no era ningún desarrapado. Un joven tenía derecho a vestir cómodamente en su propia casa. Lee Sang, en cambio, no tenía ningún derecho a estar allí.

Marcado V -10




No dejé la casa de Kibum sino hasta que ya era hora de que me fuera a trabajar el martes. Para entonces, los dos estábamos agotados, y la idea de que era solo un poco de
bajo y sucio sexo conseguía que el ansia pasada fuera una broma.

Todas las razones por las que lo había adorado, lo necesitaba, lo admiraba cuando era más joven regresaron en un instante de rodillas debilitadas justo encima del hecho de que ningún joven jamás en mi extensa historia de perder el tiempo había volado mi mente en la cama de la manera que Kibum lo hizo.

Él era divertido. Rápido y de lengua afilada. Era malvado, astuto y llamaba a las cosas claramente como las veía, pero eso nunca lo hacía parecer dura. También era dulce, sexy como el infierno, y absolutamente la cosa más hermosa que había visto desnuda y retorciéndose debajo de mí. Si alguna vez hubo un amigo con quien quería tener beneficios, ese era él.

También estaba agradecido que había dejado pasar nuestro fin de semana juntos sin una sola mención del elefante en la habitación, su hermano. Bromeamos sobre todo de Hyehwadong, hablamos de algunas de las cosas buenas que ambos recordábamos, y básicamente tratamos de meter una década de ponernos al día en dos días entre los episodios de sexo que me ponían caliente y cachondo al pensar en ellos.

Herencia



Introducción



Título: Herencia
Autora original: Barbara Dunlop
Título original: Legalmente Casados
Género: AU, FLAFF
Clasificación: Rating {NC17}
Advertencia: Ninguna

Comentario de adaptadora: 

Les traigo otra historia con SanJi como pareja principal, aunque debo decir que escogí la historia mas por las pareja "secundaria" que por los protagonistas, y ellos para mi solo podían ser el UngTae, y como Jeup es la tía solterona, Mi hijo y mi nuero les tocaba el protagonismo.


Descripción:

El multimillonario Lee Sang no podía permitir que un extraño se llevara la mitad de su fortuna, aunque fuera su esposo. Jamás hubiera podido imaginar que una alocada boda en Las Vegas llegara a convertirse en una pesadilla. Sin embargo, el testamento de su abuelo había sellado con fuego un lazo difícil de deshacer: su futuro estaba ligado al de Wang Jian para siempre.

Sang creía que podía deshacerse de él ofreciéndole unos cuantos millones. Sin embargo, Jian no quería dinero, quería una cosa que sólo Sang podía darle… y Sang le juró que se lo daría.



La historia original no es mía, YO SOLO LA ADAPTO, modifico nombres y una que otra situación. Créditos a su autora original y de traducción a quien corresponda.



Marcado V -9



Pensé que una vez que Jjong se asegurara, de que estaba de acuerdo en pasar el fin de semana con él, iba a terminar con nuestro tiempo en el parque, y me apuraría, para pasar a la superficie horizontal más cercana que pudiera encontrar.  Como siempre estaba confundiéndome, y después de un muy tórrido, y no en todo apropiado para cachorros o parques, besuqueo, me tenía todo sonrojado y excitado. Se puso de pie y me sonrió.

—No es, ni el momento, ni el lugar adecuado, Kibum.

Solo lo miré, un poco borracho por la lujuria, mientras agarraba una pelota de tenis de Kkomde y decidía que el perro era, mejor compañía que yo. Solo los vi a los dos en silencio por un tiempo, sobre todo porque en algún momento, Jjong se acaloró y se sacó su camiseta, lo que significaba que no podía apartar la mirada aunque quisiera. Subí mis rodillas hasta mi pecho, y apoyé la barbilla en la parte superior de una, disfrutando de la vista.

No había nada del chico pequeño en él. Era todo líneas duras, en un cuerpo delgado, cubierto de músculos fuertes y tinta brillante. Todos esos músculos que pasaban a través de su pecho y abdominales, estaban cubiertos con una capa de tatuajes, que ponían a la mayor parte de cualquier otra cosa que jamás hubiera visto y usado en mí misma, en vergüenza.

Marcado V -8




Donghae simplemente lo miró boquiabierto mientras Heechul cruzaba los brazos sobre su pecho. Ambos miraron a Zhoumi mientras él me miraba fijamente a mí. Me moví con incomodidad y me dirigí más lejos de la habitación.

—Si no estaban llorando porque Zhou se marcha, entonces, ¿qué demonios los tiene a todos con lágrimas? No me gusta ni un poco y estoy listo para golpear a alguien por todos ustedes.

Donghae apartó la mirada de su amigo y me miró durante un largo minuto antes de parpadear con sus grandes ojos hacia mí. Dejó escapar una risa aguda y empujó lejos de su cara un poco de su cabello casi blanco.

—Estoy embarazado. No se suponía que lo estuviera, pero de alguna manera, como de costumbre, Hyukjae no hace las cosas de la manera que se supone y ahora vamos a tener un bebé.

¡Santa mierda! El último niño salvaje va a tener un niño propio. ¡Oh, cómo han cambiado los tiempos para todos nosotros!

Me acerqué a él y lo envolví en un abrazo de oso.

Olvida






Anhelos




  

Chantaje


Esposo Inesperado





Esposo Inesperado






Seductores III - Final




Sirvieron la cena en el comedor. Aunque la mesa estaba puesta para dos, Hyungsik no apareció. Minwoo apenas comió y, poco después, pidió que lo condujeran a su camarote. Desesperado por pasar el tiempo, llenó la bañera en el impresionante cuarto de baño de mármol. Acababa de meterse en el agua perfumada cuando la puerta se abrió y Hyungsik apareció en el umbral.

Tenía el cabello revuelto, una sombra de barba en el mentón y la camisa colgando suelta, fuera de los pantalones vaqueros. Su atractivo aspecto de chico malo hizo que su corazón brincara. Se incorporó y pegó las rodillas al pecho.

—Lo siento… —dijo él con aspereza.

Esas dos palabras fueron como un cuchillo que se clavara entre sus costillas, no sabía qué llegaría a continuación. Tenía presentimientos negativos y esperaba malas noticias. Se preguntó si él se disculpaba porque se sentía incapaz de convivir con un joven reconocido públicamente como ladrón convicto.

—No sé qué decirte —Hyungsik alzó un hombro.

Minwoo siguió paralizado en la bañera, como una estatua de hielo, el miedo le erizó la piel.

Marcado V -7



—Tú siempre me ves, Kibum. Me entiendes cuando ni siquiera yo lo hago. Eras mi mejor amigo y luego te fuiste. No puedo preocuparme por alguien, atarme a alguien, cuando al final van a dejarme. —Él estaba respirando de forma pesada y no pude evitar finalmente poner mis dedos sobre ese mechón de cabello que le colgaba entre los ojos. Sus siguientes palabras me retorcieron tanto el corazón que dolía—. No después de lo que le pasó a mi madre.

Iba a decirle que lo sentía. Nunca quise alejarme de su vida por completo, pero era joven y finalmente libre de las riendas de mi padre así que me había vuelto un poco loco y perdido algo de mí mismo.

Necesitaba que supiese que él había sido mi mejor amigo también. Quería decir que él era lo único bueno que recordaba mientras crecía pero su boca se movió de mi vista hacia mis labios y la dejó allí.

No me besó, no me respiró, no me saboreó con su lengua. Solo dejó sus labios contra los míos y los mantuvimos presionados en silencio, la tensión se espesaba y palpitaba entre nosotros. Me sentía como si estuviese atrapado. Atrapado en algún tipo de película a cámara lenta, donde cada toque, cada movimiento era deliberadamente agonizante y tortuosamente dibujado.

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...