Atrévete a Amar- Capítulo 6



Esa mañana el clima no podía ser más perfecto. El número de jinetes que paseaba por Hyde Park era casi el triple de lo habitual. Por lo general los paseos se hacían por las tardes, cuando se veía toda clase de carruajes avanzando lentamente por los senderos de aspecto campestre. Las mañanas solían reservarse para realizar ejercicio físico, pues uno se veía obligado a detenerse en ocasiones para conversar con conocidos, tal como ocurría por las tardes.

Kim Siwon se resignó a desistir de su galope habitual a través del parque y se dedicó a trotar. No porque Sungmin no estuviera dispuesto a seguirlo, pero dudaba que la yegua que montaba pudiera estar a la altura de su poderoso animal y, como Sungmin había insistido en acompañarlo, él se vio obligado a seguir su ritmo.

Después de lo ocurrido la noche anterior, él tenía sus sospechas respecto de por qué había deseado acompañarlo y no estaba muy dispuesto a hablar del joven señor. Pero cuando Sungmin comenzó a cabalgar más lentamente y luego se detuvo e hizo señas a Hyukjae y Minho para que continuaran, supo que no podría eludir el tema. El pequeño podía ser molestamente insistente cuando se lo proponía.

-Cuando te dije que deseaba cabalgar contigo esta mañana, pensé que estaríamos a solas -dijo Sungmin con cierto tono de fastidio-. Comprendo que Minho quisiese venir, pero ¿el tío Hyukjae? Casi nunca se levanta antes del mediodía.

En realidad, Siwon había sacado a su hermano y su sobrino de la cama, insistiendo en que lo acompañaran. Pero la artimaña no había logrado hacer desistir a Sungmin de su propósito. Y maldito Hyukjae. Sabía muy bien que lo había invitado para que la conversación se mantuviese en un terreno impersonal, pero allá iba, después de sonreír a Siwon con expresión divertida.

Siwon se encogió de hombros inocentemente.

-¿Qué puedo decir? Desde que se ha convertido en padre, Hyukjae ha cambiado considerablemente sus hábitos. ¿Acaso el truhán con quien te casaste no hizo lo mismo?

-Qué bien. ¿Por qué siempre atacas a Kyuhyun cuando tu propio comportamiento ha estado lejos de ser ejemplar? -Y fue directamente al grano. -Es medio escocés, ¿lo sabías?

Él no se molestó en preguntar quién; sólo dijo con indiferencia:

-¿ah, sí?

-Suelen tener muy mal genio.

-Está bien, conejo. -Él suspiró. -¿Qué te preocupa para que te consideres obligado a advertirme?

Sungmin arrugó la frente y lo miró a los ojos.

-¿Te interesa, Siwon?

-¿Es que estoy muerto y no lo sabía?

Sungmin rió a pesar suyo.

-Sí, supongo que fue una pregunta tonta. Naturalmente te interesa; a ti y a varias docenas más. Supongo que mi próxima pregunta será: ¿Qué vas a hacer al respecto?

-Eso, mi niño, no es asunto tuyo.

Su tono era afable pero firme y Sungmin volvió a fruncir el ceño.

-Lo sé. Pero creí que debías saber algo acerca de él, antes de decidirte a perseguirlo.

-¿Me contarás toda su historia? -preguntó él secamente.

-No crees dificultades, Siwon. Ha venido a Londres para casarse.

-Ya me he enterado de esa terrible noticia a través del joven en cuestión.

-¿Quiere decir que hablaste con él? ¿Cuándo?

-Si deseas saberlo, anoche, en el jardín.

Sungmin contuvo el aliento.

-No...

-No.

Sungmin exhaló un suspiro, pero sólo fue un alivio pasajero. Si el hecho de saber que Lord Heechul estaba buscando marido no lo desalentaba, el pobre joven estaba condenado.

-Quizás no sepas que su decisión es seria, Siwon. Ha decidido casarse antes de fin de mes. No, no arquees las cejas. No se trata de eso. De hecho, considerando la experiencia que tiene respecto a los hombres, podría tener dieciséis años.

-Pues, eso no lo creo.

-Ya ves. No sabes nada acerca de él y sin embargo planeas desbaratar su vida. La verdad es que, hasta ahora, ha vivido muy protegido. Estuvo en las tierras altas con su abuelo desde la muerte de sus padres y, aparentemente, pasó estos últimos años cuidando de él. Por eso no ha pensado antes en el matrimonio. ¿Lo sabías?

-Nuestra conversación fue muy breve, Min.

Sungmin percibió su irritación pero prosiguió.

-Su padre era un conde de cierto prestigio. Sabes que el tío Shindong lo reprobará.

Siwon lo interrumpió en medio de la advertencia.

-Odio figurar en la lista negra de mi hermano mayor, pero no le debo explicaciones, conejito.

-Aún hay más, Siwon. Es un heredero. Su abuelo era enormemente rico y dejó toda su fortuna a Heechul. Esa noticia aún no se ha difundido, pero puedes imaginar qué ocurrirá si no está ya casado cuando se divulgue.

-Todos los bribones de Londres saldrán de sus cuevas para asediarlo -dijo Siwon con voz tensa.

-Exactamente. Pero, afortunadamente, él ya ha elaborado una lista de caballeros aceptables. Tengo entendido que sólo le resta averiguar cuanto pueda acerca de cada uno de ellos, antes de hacer su elección. Debo preguntar a Kyuhyun qué sabe sobre ellos.

-Puesto que estás tan enterado, dime por qué diablos tiene tanta prisa.

Oh, definitivamente, estaba interesado; lo suficiente como para no importarle que su irritación fuese evidente. Sungmin se detuvo a pensar que era algo insólito. Nunca lo había visto antes tan perturbado por un joven. Tenía tantos para escoger que ninguno lo atraía demasiado. Quizás debería reordenar sus propios puntos de vista al respecto. Con vacilación, Sungmin habló

-Tiene algo que ver con una promesa que Lord Heechul hizo a su abuelo moribundo. Según dice su amigo, Jang Geunsuk, probablemente no se casaría si no fuera por esa promesa. Quiero decir que no se produce a menudo una situación como la de él: es un joven muy hermoso, rico e independiente.

Era en realidad una situación singular, pero Siwon no la tomó en cuenta en ese momento. El nombre Jang lo inquietó.

-¿Es muy amigo de Jang Geunsuk?

La pregunta desconcertó a Sungmin

-¿Por qué?

-Lord Geunsuk fue uno de los errores de juventud de Hanheng, pero esto es confidencial, conejito.

-Naturalmente -dijo luego añadió -¿Te refieres al bueno de Hanheng, tu mejor amigo, el que siempre me hacía bromas atrevidas? ¿Ese Hanheng?

Él sonrió al ver su sorpresa.

-El mismo, pero no has respondido a mi pregunta.

-Bien, no creo que importe, pero son íntimos amigos. Se conocieron en la escuela y siempre se han mantenido en contacto.

-Lo que significa que se hacen toda clase de confidencias -gruñó él.

Maldición. Siwon aún podía oír su voz que le confesaba “Me han advertido contra los hombres como usted” Él había pensado que bromeaba, pero ahora sabía de dónde provenían las advertencias y cuán condenatorias podían ser. No había estado bromeando en absoluto. Siempre estaría a la defensiva respecto a él, recordando lo ocurrido a su amigo. De pronto tuvo el impulso de golpear a Park Hanheng por su indiscreción juvenil. A la mierda con él.

Al ver su ceño fruncido, Sungmin temió decir lo que sabía que debía ser dicho, pero nadie se atrevería a decírselo, de modo que debía hacerlo

-Sabes, Siwon, a menos que estés dispuesto a dar el gran paso, que asombraría a todo Londres pero encantaría a la familia, deberías dejar a este joven señor en paz.

De pronto, él se echó a reír.

-Por Dios, conejito, ¿cuándo te convertiste en mi conciencia?

Sungmin se sonrojó.

-Bueno, es endiabladamente injusto. Dudo de que exista un joven al que no puedas seducir si te lo propones.

-Exageras mis habilidades.

-No bromees -dijo Sungmin - Te he contemplado desplegar tu encanto, Siwon, y eres devastador cuando lo haces. Pero Choi Heechul me agrada. Debe cumplir una promesa que es importante para él y, por alguna razón, tiene un límite de tiempo para hacerlo. Si interfieres, crearás problemas, para no hablar de sufrimiento.

Siwon le sonrió cariñosamente.

-Te preocupas mucho por alguien a quien acabas de conocer, Min. Es una preocupación un tanto prematura, ¿no lo crees? Además, él no es ningun tonto insensato. Es independiente y no debe rendir cuentas a nadie. Lo dijo él. ¿No crees que es bastante grande y maduro como para defenderse de un libertino como yo si lo desea?

-Esa palabra “desea” me aterroriza -gruñó Sungmin y Siwon volvió a reír.

-Hablaste con él durante bastante tiempo anoche. ¿Me mencionó?

Dios. El hecho de que formulara semejante pregunta indicaba que tomaba el asunto muy seriamente, a pesar de todo cuanto Sungmin le había dicho.

-Fuiste prácticamente el único tema del que hablamos, pero eso no es sorprendente ya que casi todos los que estaban allí hablaban de ti. En realidad, estoy seguro de que oyó unas cuantas habladurías acerca de ti antes de que yo me acercara a él.

-¿Me hiciste quedar bien, conejito?

-Traté de hacerlo, aunque él no me creyó. Pero supongo que te complacerá mucho saber que, aunque fingió indiferencia, tenía tanto interés como tú. -La sonrisa de Siwon casi le cegó. -Oh, Dios, no debí decírtelo, pero ya que lo hice, también debo decirte que, a pesar de su interés por ti, decidió conocer mejor a los caballeros que considera aptos para el matrimonio. Puede que le hayas impresionado, pero no has logrado alterar sus planes.

Sungmin comprendió que nada de cuanto dijera lo desalentaría, y había dicho todo lo posible. Hubiera debido ahorrarse la molestia. Nunca había tratado de interferir en su vida sentimental y veía que era inútil hacerlo ahora. Él haría lo que se le antojara, tal como lo hacía siempre. Dios era testigo de que durante años y años el tío Shindong había tratado de frenar su hedonismo sin éxito. ¿Qué le había hecho pensar que él tendría mejor suerte?

De pronto comprendió que había sido un tonto. Había estado intentando cambiar las cualidades de Siwon que más le agradaban. Era un libertino encantador. Exactamente eso y por esa razón era su tío favorito. Si dejaba tantos corazones rotos a su paso, era porque los jovenes y mujeres no podían evitar enamorarse de él, aunque él nunca tomaba sus aventuras seriamente. Pero sabía proporcionar placer y felicidad. Eso era muy valioso.

-Espero que no te enfades conmigo por inmiscuirme en lo que no me atañe. – Sungmin le sonrió con esa sonrisa que él nunca dejaba de apreciar.

-Tienes una nariz muy bonita.

-Pero muy entrometida en este momento. Lo lamento, Siwon, de verdad. Sólo creí que... no importa. Hasta ahora has sabido desenvolverte sin los consejos de nadie. Creo que deberíamos tratar de alcanzar a...

Sungmin no terminó la frase. Vio un magnífico semental negro que llamó su atención; caminaba poco a poco para seguir el paso del caballito que iba a su lado, pero cuando vio quién montaba el hermoso animal, gruñó en silencio. Qué horror. Tenía que ser precisamente él.

Observó si Siwon había notado la presencia de Lord Heechul. Sí, lo había notado. Si no hubiera atraído su atención el espléndido caballo, hubiera visto de todos modos quien lo montaba, con su conjunto de montar de color verde y sus cabellos radiantes. Pero era casi embarazoso contemplar la expresión de su rostro.

Dios, nunca lo había visto mirar así a un joven, a pesar de que lo había visto frente a docenas de sus amados. La noche anterior lo había mirado fijamente, seduciéndolo con la mirada. Esto era diferente. Era la mirada que Kyuhyun podía dirigir a Sungmin: una mezcla de pasión y ternura.

Y bien, estaba claro. Se sintió como un estúpido al haber tratado de advertir a Siwon. Era obvio que estaba sucediendo algo especial. ¿Y no sería maravilloso que diese resultado?

Los pensamientos de Sungmin cambiaron por completo. Ahora se preguntaba cómo podría ayudar a esos dos a reunirse. Siwon tenía sus propias ideas.

-Sungmin, ¿podrías rezagarte mientras le presento mis respetos? -Pero la mirada de él respondió: <> Siwon suspiró. -Me lo imaginaba. Bien, ven conmigo entonces. Creo que me debes un acompañamiento.

Sin aguardar a Sungmin, Siwon se dirigió a interceptar a Heechul, con la esperanza de que Sungmin les permitiera estar unos minutos a solas. Pero no podría ser. El maldito Hyukjae escogió ese preciso momento para regresar e interceptó a Heechul antes que Siwon.
Cuando Siwon se acercó a ellos, oyó que Hyukjae decía:

-Encantado de volver a verlo, Lord Choi.

Heechul tuvo problemas para controlar a MD, lo que le causó un intenso fastidio, pues nunca le había ocurrido antes. Había visto a Sir Siwon que se acercaba y seguramente por eso se sorprendió al ver al pelirrojo desconocido, que parecía haber surgido de la nada. Fue peor aún, y más irritante, que él se inclinara para aquietar al caballo, lo cual ponía en evidencia que Heechul era incapaz de dominarlo. Con tono áspero dijo

-¿Lo conozco, señor?

-No, pero tuve la oportunidad de admirarlo anoche en el jardín del baile. Lamentablemente, usted huyó antes de que pudiera presentarme.

Siwon observó que Heechul se ruborizaba.

-Por eso, querido hermano, creo que volveré a invitarte a Tsuruga's Hall.

A Hyukjae no le importó en absoluto. A la luz del día, Choi Heechul era el joven mas hermoso que jamás había visto. El hecho de que Siwon lo hubiera conocido antes que él no le importaba en lo más mínimo. Tornaba un tanto incómoda la situación, pero eso era todo.
Mientras el joven no expresara su preferencia, ambos podían tratar de conquistarlo.

Heechul miró fijamente a Hyukjae. Nunca hubiera adivinado que era el hermano de Siwon. Y, después de cuanto había oído decir de él, comprendía por qué se le consideraba peor que Siwon. Ambos eran sumamente apuestos, pero en tanto Siwon era un sinvergüenza encantador, el pelirrojo Kim parecía ser mucho más despiadado. Destilaba peligro. Pero Heechul no se atemorizó. Era Siwon el que lo perturbaba y le hacía perder la compostura.

-¿De modo que usted es la oveja negra del clan Kim? -dijo Heechul - ¿Qué cosas terribles ha hecho para merecer esa denominación?

-Nada que pueda ser probado; se lo aseguro, dulce joven -Luego miró a Siwon con una sonrisa desafiante. -¿Qué pasa con tus modales, muchacho? Preséntanos.

Siwon rechinó los dientes.

-Mi hermano, Kim Hyukjae -Sin cambiar el tono de su voz, añadió: -Y el joven que viene cabalgando hacia nosotros es su hijo, Minho

Minho se detuvo bruscamente, exultante por el galope violento a que se había entregado. Oyó el comentario que Heechul hizo a Hyukjae

-¿Su hijo? ¿Cómo no lo adiviné? -Había tal ironía en su voz que nadie dudó que no creía una palabra de cuanto le habían dicho.

Minho se echó a reír. Hyukjae también se divertía. Pero Siwon estaba cada vez más enfadado. Sabía que eso sucedería, pero, ¿por qué debía suceder por primera vez con ese joven? Y como se reían a carcajadas, no intentó aclarar el malentendido.

Al verse rodeado por los Kim, Heechul deseó no haber sido tan altanero cuando rechazó la compañía de uno de sus palafreneros de la casa de Jang esa mañana. Pensó que para dar un simple paseo por el parque no necesitaría dicha protección. Jamás lo hacía en su casa. Pero Londres no era su casa.

Siwon pareció adivinar sus pensamientos.

-¿Ha perdido a su acompañante?

Jonghyun, de seis años de edad, dijo:

- Hee es mi acompañante y yo soy el de él. Dijo que sólo necesitábamos nuestra mutua compañía.

-¿Y quién eres tú?

-Lord Jang -dijo Jonghyun, dándose importancia.

Tenía el mismo color de cabello y ojos que Park Hanheng. Siwon balbuceó

-Conozco... conocí muy bien a tu padre. Pero la próxima vez que Lord Hee se ofrezca para ser tu acompañante, debes decirle...

-Ya he comprobado que el parque no es tan seguro como lo había supuesto, Sir Siwon -dijo Hee, con tono significativo-. Le aseguro que no volveré a desempeñar ese papel.

-Me alegra saberlo, pero entretanto, lo escoltaré hasta su casa.

Hyukjae señaló

-Detesto recordártelo, hermano, pero ya tienes que hacerte cargo de alguien. Yo, en cambio, estoy disponible para acompañar al joven señor hasta su casa.

-Pues no lo harás -le espetó Siwon.

Sungmin disfrutaba del encuentro desde cierta distancia. Pero como aparentemente la situación se tornaba difícil, decidió intervenir.

-Antes de que se tomen a golpes, creo prudente indicarles que Minho también se encuentra disponible y podrá acompañarlo. La distancia era corta, y como yo pensaba visitar a Lord Geunsuk, iré con ellos, Siwon, y aprovecho para agradecer tu compañía. -Dirigiéndose a Heechul, dijo: -¿Estás de acuerdo?

Heechul suspiró aliviado, pues no había alcanzado a pensar cómo rehusar cortésmente la compañía de los hermanos Kim, después de admitir su error al cabalgar sin acompañante.

-Completamente, Lord Cho.

-Por favor, querido, llámame Sungmin o Min -Sonrió a Hyukjae y añadió -Como me llaman casi todos.

El comentario pareció mejorar el humor de Siwon. Ahora sonreía contemplando a Heechul. Y con qué sonrisa. Heechul debió hacer un esfuerzo para no volver a mirarlo después de que se despidieran. La noche anterior había decidido sabiamente que no sería aconsejable verlo nuevamente. Este encuentro, breve pero desconcertante, sólo contribuía a reafirmar esa decisión.


Mientras Siwon contemplaba las cuatro personas que se alejaban, pensó en la posibilidad de dar una zurra a Sungmin cuando volviera a verlo

-Se ha tornado muy autoritario desde que se casó con Cho.

-¿Te parece? -rió Hyukjae - Quizás nunca lo advertiste antes, porque no era a ti a quien daba órdenes.

Irritado por la broma de Hyukjae, Siwon lo miró con furia.

-Y tú...

Hyukjae no le dio oportunidad de descargar su ira.

-No seas molesto, muchacho. Después de ver cómo reaccionó contigo, he comprobado que no tengo muchas probabilidades de conquistarlo. -Hizo girar su caballo y, antes de marcharse, dijo con una sonrisa maliciosa: -Pero la falta de probabilidades nunca me ha detenido.


1 comentario:

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...