Donghae llevaba una semana en la Residencia Choi cuando
recibió una carta de Siwon. Le decía que Heechul había aceptado su propuesta de
matrimonio y que pronto volvería a casa con su esposo.
Donghae sintió profunda alegría. Había cobrado afecto a Heechul y se sentía realmente feliz de ser su cuñado. Supuso que regresaría a tiempo para Navidad, ¡qué fiestas tan felices celebrarían!
Sora se ocupo de decorar el antiguo dormitorio que antes habían ocupado los padres de ambos jóvenes, ahora sería la habitación de Siwon y su esposo. Donghae consagró todas sus fuerzas a ayudar con el trabajo en la residencia, pues necesitaba el ejercicio para recuperar la firmeza de los músculos. Se había sentido decepcionado cuando no recuperó inmediatamente su figura. Pero se ejercitaba sin descanso y abrigaba la esperanza de que para la época del regreso de Siwon habría logrado recobrarla.
El tiempo pasaba rápidamente. Donghae reanudó sus salidas diarias a caballo, una costumbre que le beneficiaba y agradaba a Sora. De ese modo tenía oportunidad de jugar con el pequeño Hyukjae y Donghae conseguía evitar las atenciones de Kibum. Él no había cambiado de actitud después del viaje de Donghae a Jewel. Donghae lo trataba fríamente, pero Kibum insistía.
Donghae sintió profunda alegría. Había cobrado afecto a Heechul y se sentía realmente feliz de ser su cuñado. Supuso que regresaría a tiempo para Navidad, ¡qué fiestas tan felices celebrarían!
Sora se ocupo de decorar el antiguo dormitorio que antes habían ocupado los padres de ambos jóvenes, ahora sería la habitación de Siwon y su esposo. Donghae consagró todas sus fuerzas a ayudar con el trabajo en la residencia, pues necesitaba el ejercicio para recuperar la firmeza de los músculos. Se había sentido decepcionado cuando no recuperó inmediatamente su figura. Pero se ejercitaba sin descanso y abrigaba la esperanza de que para la época del regreso de Siwon habría logrado recobrarla.
El tiempo pasaba rápidamente. Donghae reanudó sus salidas diarias a caballo, una costumbre que le beneficiaba y agradaba a Sora. De ese modo tenía oportunidad de jugar con el pequeño Hyukjae y Donghae conseguía evitar las atenciones de Kibum. Él no había cambiado de actitud después del viaje de Donghae a Jewel. Donghae lo trataba fríamente, pero Kibum insistía.
Donghae intuía que Kibum odiaba al niño, aunque procuraba ocultarlo. Cuando pedía a Kibum que cuidara del pequeño Hyukjae, se mostraba irritado. Insistía en que Sora se ocupase del niño. Además, se enfurecía porque el pequeño se echaba a llorar siempre que el hombre se le acercaba. Donghae trataba de mantenerlos separados todo lo posible.
Y así, dos días después de Navidad, Siwon llegó a la casa en compañía de Heechul. Llegaron temprano por la mañana, Donghae aún dormía cuando Sora entró de prisa en la habitación. Donghae corrió hacia ellos y los abrazó y besó.
-Me alegro mucho por vosotros, y soy feliz porque al fin habéis regresado -exclamó Donghae con los ojos llenos de lágrimas.
-Jamás volveré a salir de aquí -dijo Siwon riendo, mientras abrazaba fuertemente a su hermano -. Te lo aseguro. Pero, ¿dónde está mi sobrino?
-Aquí mismo, amo Siwon -contestó orgullosamente Sora, mientras habría la puerta de comunicación entre las dos habitaciones.
El pequeño Hyukjae estaba completamente despierto, y tenía un pie en cada mano, y todos se reunieron alrededor de la cuna.
- ¡Oh, Donghae es realmente hermoso, realmente adorable! -exclamó Heechul -. ¿Puedo alzarlo... no te importa?
-Claro que sí... al pequeño Hyukjae le encanta que lo levanten -contestó Donghae.
-¿Hyukjae? – Siwon enarcó el ceño- Creí que le pondrías el nombre de nuestro padre, o el de su propio padre.
-El nombre me agradó. No me pareció bien llamarlo Eunhyuk.
-Lo mismo digo –dijo Siwon. Aferró la manita del pequeño Hyukjae que estaba en brazos de Heechul-. Es fuerte como un buey. Pero, Dong ¿de dónde vienen esos ojos tan extraños? y jamás los he visto así en un árabe.
- Siwon haces preguntas tan absurdas. ¿Cómo puedo saberlo?.
Siwon pensó replicar, pero se interrumpió cuando vio la mirada de desaprobación de Heechul.
-Heejin nos ha acompañado, de modo que podemos desayunar juntos.
Donghae se alegró de saber que Heejin venía con ellos. Era un hermoso joven y quizá Kibum se sintiese atraído por él.
Un rato después, Donghae acostó al pequeño Hyukjae y se reunió con sus visitantes en el
comedor.
-Me alegro de volver a verte, Heejin -dijo Donghae abrazando al joven-. Supongo que te quedarás con nosotros. En esta casa disponemos de mucho espacio.
-Unos días, después tengo que visitar a mis padres.
-¿Te gustó el viaje? -preguntó Donghae.
-Oh... ¡fue realmente maravilloso! -dijo exuberante Heejin.
-Me temo que Heejin se ha enamorado sin remedio de uno de los pasajeros de nuestro barco... un amigo de Siwon -dijo Heechul.
-Es el hombre más apuesto que he visto jamás, y estoy seguro de que corresponde a mis sentimientos -replicó Heejin con una expresión de felicidad en el rostro.
-Heejin te ilusiones demasiado. Que te haya prestado cierta atención no significa que te ame.- dijo Heechul.
-¡Sí, me ama! -exclamó - Y volveremos a vernos, aunque para lograrlo tenga que ir a Londres. ¡Pienso casarme con Lee Hyukjae!
Todos se sobresaltaron ante el ruido de platos rotos en la cocina y Donghae comprendió que Sora había estado escuchando la conversación. Hyukjae había regresado y estaba en Londres. Una oleada de celos dominó a Donghae cuando pensó en que Heejin había viajado en el mismo barco con el hombre que amaba.
¿Por qué había regresado? ¿Y por qué había abandonado a Junsu? ¿Se habría cansado también de él y ahora Heejin era su nuevo juguete? ¿Ese hombre no se cansaba de ilusionar a las personas?
- Dong, recuerdas a Lee Hyukjae ¿verdad? —preguntó Siwon que no había advertido los sentimientos que él trataba de controlar.
-¿Lo conoces Donghae? -preguntó Heejin -. Entonces sabrás por qué yo...
Pálida como un fantasma, Sora entró en la habitación
-joven Dong lamento que se me cayeran los platos... se me deslizaron de las manos. ¿Puede ayudarme a llegar a mi cuarto? No me siento muy bien.
-Por supuesto Sora -contestó agradecido Donghae que se acercó a ella y fingió que la ayudaba a salir del comedor.
Cuando estuvieron a cierta distancia Sora dijo:
-Oh, mi niño lo siento. Debes de estar muy mal. Ese bandido regresó a Inglaterra, ¿y qué puedes hacer ahora?
-Sora no haré nada. No vendrá aquí, y yo no iré a ningún lugar donde pueda encontrarlo. Y no me siento mal... ¡sólo enojado! Ese hombre es despreciable. ¡Le agrada destrozar a todos los que conoce!
-Querido me parece que estás celoso -observó Sora.
-No estoy celoso -replicó Donghae -. Estoy enfurecido. No lo culpo por lo que me hizo a pesar de que debería acusarlo. Probablemente destrozó el corazón de Junsu, ¡y ahora hace lo mismo con Heejin! ¡y ni siquiera sabe que está casado!
-Tampoco tú Dong. No estás seguro de que se haya casado con el otro joven. Quizá fue su amante, como tú.
-¡No se habrá atrevido a hacer eso! Su familia no lo habría permitido.
-Bien, de todos modos no puedes estar seguro.
Aquella noche Kibum fue a cenar pero no prestó atención a Heejin ni él se interesó en el joven. Después de la cena, Donghae conversó un momento a solas con Siwon y le pidió que le ayudase a afrontar el problema de Kibum. Le explicó que lo había molestado desde el día que había regresado y que no sabía qué hacer.
-¿No puedes hablar con él, Siwon? ¿No puedes pedirle que deje de importunarme?
-Pero no veo por qué no te casas con él, Dong. Te ama. Sería muy buen marido. Y también sería el padre de tu hijo. No puedes vivir alimentándote con recuerdos y estoy seguro de que con el tiempo amarías a Kibum.
Donghae se sorprendió un instante. Pero después comprendió que quizá su hermano estaba en lo cierto. Ya no había motivos que le impidieran casarse con Kibum.
Hyukjae descargó fuertes golpes sobre la puerta. Lo atendió un criado de expresión agria.
-Señor Lee... me alegro de verlo. El señor Kyuhyun se sentirá muy complacido.
-¿Dónde está mi hermano? -preguntó Hyukjae mientras entregaba su abrigo.
-en su estudio, señor Lee. ¿Debo anunciar su llegada?
-No será necesario -replicó Hyukjae y avanzó por el corto corredor hasta que llegó a la puerta abierta del estudio de Kyuhyun - Hermanito, puedo volver después si estás muy atareado -dijo burlonamente Hyukjae.
Kyuhyun apartó los ojos del papel que estaba leyendo y se puso de pie rápidamente mostrando una sonrisa luminosa en su rostro armonioso.
-Caramba, ¡qué alegría verte Hyukjae! ¿Cuándo regresaste?
Kyuhyun se acercó a Hyukjae y lo abrazó afectuosamente.
-Acabo de llegar
Ocupó un gran sillón de cuero junto a la ventana.
-Te escribí una carta hace poco, pero parece que iniciaste tu viaje antes de que te llegase mi mensaje. Bien, no importa... ahora que estás aquí. Bebamos una copa —dijo Kyuhyun y se acercó a un pequeño gabinete donde tenía un botellón de brandy y un juego de vasos- Creo que debo felicitarte.
-No veo por que mi regreso a casa merece una felicitación -observó secamente Hyukjae.
-De acuerdo. Tu regreso sugiere sencillamente una copa, pero mereces felicitaciones porque he visto a tu hijo, y es un niño sano y bien formado. Se parece a ti -dijo alegremente Kyuhyun mientras entregaba una copa a Hyukjae.
-Kyuhyun ¿de qué demonios estás hablando? ¡Yo no tengo hijos!
-Pero yo... ¡pensé que lo sabías! ¿No fue ésa la razón por la cual regresaste a Inglaterra... para encontrar a tu hijo? -preguntó Kyuhyun.
-No te entiendo Kyuhyun. Ya te dije que no tengo ningún hijo -contestó Hyukjae.
Comenzaba a irritarse.
-Entonces, ¿no piensas reconocerlo? ¿Negarás que existe... fingirás que no tienes nada que ver en eso?
-No tengo ningún hijo al que reconocer… ¿cuántas veces tendré que decírtelo? Ahora, será mejor que me ofrezcas una buena explicación, hermanito. ¡Estás poniendo a prueba mi paciencia! —explotó Hyukjae.
Kyuhyun se echó a reír y ocupó una silla frente a Hyukjae.
-Que me ahorquen. De modo que no te dijo nada, ¿eh? ¿De veras no sabes una palabra?
-No él nada me dijo, ¿y quién demonios es él?
- Choi Donghae! ¿Acaso no viviste con él este último año?
Impresionado, Hyukjae se recostó en una silla.
-Hace tres meses tuvo un hijo en Jewel. Por supuesto, supuse que tú estabas al tanto puesto que fue a tu casa a tener el niño. Pasaba por allí, y me crucé con Donghae precisamente cuando él salía para regresar a su casa. Pareció irritarse porque yo me había enterado de la existencia del niño. Y me dijo lo que tú habías hecho... que lo habías secuestrado y tenido cautivo cuatro meses. Hyukjae ¿cómo demonios pudiste hacer una cosa así?
-Era el único modo de conseguirlo. Pero, ¿por qué no me dijo una palabra? -preguntó Hyukjae más para sí mismo que para Kyuhyun.
-Dijo que tú no querías al niño... y que no pensabas casarte con él.
-Pero jamás le dije... -Se interrumpió al recordar que le había dicho precisamente eso-. Le había dicho que no lo había traído al campamento para tener hijos, y al comienzo había afirmado que no me proponía desposarlo. Sólo que el niño se me parezca no demuestra que es mío. Donghae pudo haberío concebido después de volver con su hermano.
-Usa la cabeza Hyukjae y calcula el tiempo. Te apoderaste de Donghae apenas llegó a El Cairo, en septiembre, ¿no es así?
-Sí.
-Bien, lo retuviste cuatro meses te abandonó a fines de enero y dio a luz ocho meses después, a fines de septiembre. De modo que fuiste tú. Y además, Donghae prácticamente me dijo que el niño era tuyo. Sus palabras exactas fueron: «Di a luz al hijo que Hyukjae no quiere», y puedo agregar que su intención es retenerlo y criarlo por si mismo.
-¡Tengo un hijo! -exclamó Hyukjae y descargó un puñetazo sobre el brazo del sillón y su risa resonó en la habitación- Tengo un hijo, Kyuhyun... ¡un hijo! ¿Dices que se me parece?
-Tiene los mismos ojos que tú, y también los cabellos... es un hermoso niño. Puedes estar muy contento.
-Un hijo. Y él ni siquiera me lo dijo. Kyuhyun, necesitaré uno de tus caballos. Saldré a primera hora de la mañana.
-¿Vas a buscarlo?
-¡Por supuesto! Quiero a mi hijo. Ahora Donghae tendrá que casarse conmigo.
-Si nada sabías del niño, ¿por qué has regresado a Inglaterra? -preguntó Kyuhyun mientras volvía a llenar las copas-. ¿Has vuelto a buscar a Donghae?
-Todavía lo deseo, pero no volví para encontrarlo. Regresé porque nada tenía que hacer en Egipto. Rain ha muerto.
-Lo siento Hyukjae. En realidad, nunca conocí a Rain ni lo consideré mi padre. Pero sé que tú lo querías. Sin duda, has sufrido mucho.
-Así fue, pero Donghae me ayudó a pasar ese momento
-Ojalá supiera qué ocurrió entre Donghae y tú
-Quizás un día te lo explique hermanito, pero no será ahora. Además, a decir verdad todavía no sé muy bien qué ocurrió.
Hyukjae salió a primera hora de la mañana siguiente y pudo meditar un poco mientras cabalgaba a través del campo.
¿Por qué Donghae no le había informado apenas supo que estaba embarazado? ¿Exceso de orgullo? ¿Y qué decir de Siwon? Seguramente no había revelado a Siwon la identidad de Hyukjae, porque si lo hubiese hecho Siwon le habría exigido explicaciones cuando se encontraron en El Cairo.
Bien Siwon pronto sabría la verdad. Hyukjae se preguntó cómo tomaría el asunto, pues habían llegado a ser buenos amigos durante el viaje de regreso a Inglaterra. También se preguntó cómo reaccionaría Donghae cuando él apareciese inesperadamente. Era obvio que no deseaba que se enterase de la existencia del niño. ¿O sí? ¿Había ido a Jewel con el fin de que él se enterase?
Quería retener y criar al niño. Si lo odiaba, ¿por qué retener a un hijo que le recordaba constantemente al padre? ¡Quizás en realidad aún sentía afecto por él! Si por lo menos le hubiese dicho que lo amaba. Si él no hubiese pretendido que Donghae lo dijese primero. Bien, esta vez se lo diría apenas lo viese.
Donghae había pasado la mañana entera tratando de evitar a Heejin. No podía ver tanta felicidad en los ojos del joven. Ahora corrían las últimas horas de la tarde y Heechul y Heejin habían ido al pueblo a hacer algunas compras, mientras Siwon revisaba las cuentas de su propiedad en su estudio.
La casa estaba en silencio. Donghae estaba sentado en el salón, y trataba de leer un libro para apartar su pensamiento de Heejin y Hyukjae. Pero continuaba imaginándolos, y los veía reunidos, besándose y abrasándose. ¡Maldito sea!
-Donghae necesito conversar contigo.
Era Kim Kibum. Donghae se levantó y se acercó al hogar.
-Kibum creí que no te vería antes de la noche. ¿Qué asunto tan importante te trae a esta hora temprana? -preguntó Donghae.
Le volvió la espalda y se atareó ordenando las figuritas sobre la repisa de la chimenea.
-Conversé esta mañana con Siwon. Coincide conmigo en que debemos casarnos. Donghae no puedes continuar rechazándome. Te amo. Por favor, ¿te casarás conmigo?
Donghae suspiró hondo. Su respuesta haría feliz a todos... es decir, a todos excepto a él mismo. Incluso Sora le había explicado que los matrimonios se concertaban por conveniencia no por amor, y que era suficiente que el señor Kibum lo amase.
-Está bien Kibum me casaré contigo. Pero no te aseguro que... -Pensaba decir «te amé», pero el sonido de una voz profunda lo interrumpió. Se volvió, mortalmente pálido.
-Señor se me ha informado que tengo un hijo. ¿Es cierto?
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