Atrévete a Amar- Capítulo 8



El joven lord Cho los recibió al pie de la gran escalinata que partía del gran vestíbulo de entrada y se dividía en el centro. Una de las secciones se dirigía hacia el frente de la casa, donde se hallaban las habitaciones de huéspedes; la otra, hacia la parte posterior de la casa, donde estaban los dormitorios principales. Un pasillo bordeado por una baranda rodeaba el vestíbulo de la planta alta, permitiendo la visión de la planta baja.

Heechul estaba ansioso por recorrer el resto de la casa y Sungmin no lo decepcionó, diciendo que sus invitados podían aguardar. Contribuyó a tranquilizar más aún a Heechul con su amena conversación y sus modales encantadores, mientras recorrían las habitaciones.


Foresight era una enorme casa campestre, semejante a un castillo, con su parte central y sus esquinas almenadas, pero su interior no era en absoluto medieval, excepto quizás en los antiguos gobelinos que adornaban muchos de sus muros. Estaba amueblada con buen gusto, con muebles pertenecientes a distintos períodos. Heechul tuvo la impresión de que se trataba de un hogar, no de una casa para ser exhibida, si bien podía serlo perfectamente.

La visita guiada concluyó en la parte posterior de la casa, donde se habían reunido los invitados. De pie en la pequeña antecámara, que tenía ventanales de vitrales que iban desde el suelo hasta el cielo raso, podían vislumbrar la sala de estar a la izquierda y, más allá, la sala de música. A la derecha se veía un gran comedor y después un hermoso invernadero. Heechul decidió visitarlo más tarde con detenimiento. Pero en ese momento Sungmin estaba ocupado haciendo presentaciones, antes de que los numerosos invitados que deambulaban por los distintos cuartos, que daban al parque de la parte posterior de la casa, pasaran a la sala de estar.

-Tengo un vecino que te agradará conocer -dijo Sungmin a Heechul cuando finalmente lo acompañó, junto con Geunsuk, a la sala de estar- No todos se marchan a Londres durante la temporada. Yo tampoco me hubiera marchado si no lo hubiera prometido, pero me alegra haberlo hecho, pues me dio la oportunidad de conocerte. Y no te preocupes, pues más tarde hablaremos sobre lo que Kyuhyun me dijo acerca de los caballeros que te interesan.

-Sólo he visto a uno, Hee -dijo Geunsuk, inquieto, sabiendo que Heechul había estado ansioso sobre el hecho de que sus posibles asistieran a la reunión o no.

-Así es -dijo Sungmin - Pero podrían llegar mañana. Los cuatro aceptaron mi invitación. Pero, entretanto, debes conocer a Lord Lee Minwoo. Kyuhyun está muy celoso de él. Lo cierto es que en ocasiones me pregunto qué hubiera sucedido si hubiera conocido a Minwoo primero. -Su sonrisa traviesa daba a entender que no hablaba en serio.

- Minwoo no es tan mayor como tus otros caballeros, Heechul -prosiguió diciendo Sungmin - Sólo tiene alrededor de veintiocho años, pero es tan agradable. Sé que te gustará. Ama a su familia y aborrece Londres, de modo que no podrías haberlo conocido allá. Sólo va a la ciudad una vez por año para llevar a su madre y a su hermana de compras, y siempre fuera de temporada. Veamos, ¿dónde está? –Sungmin se colocó en puntillas de pie para poder ver por encima de algunos hombros, pero finalmente sonrió. -Allí, junto al hogar. Vengan conmigo, queridos.

Heechul avanzó dos pasos y se detuvo abruptamente. Acababa de ver al hombre apuesto y corpulento que estaba sentado en un sofá de color crema y dorado junto al hogar, flanqueado por una joven muy parecida a él y por una mujer mayor obviamente eran su hermana y su madre respectivamente. Pero también había visto a los dos caballeros elegantemente vestidos que se hallaban a escasa distancia, de pie frente al fuego. Eran los hermanos Kim fue el pelinegro el que lo miró a los ojos, haciéndolo vacilar, gruñir por lo bajo y sentir un extraño vahído...

Debió realizar un enorme esfuerzo para dejar de mirar a Kim Siwon y continuar caminando detrás de su anfitrion, que no había percibido nada. Hubiera deseado volverse y retirarse, antes de acortar la distancia que la separaba del sofá. Pero era imposible. Por lo tanto, decidió concentrarse en los Lee, especialmente en Minwoo, y dar la espalda a los Kim.

Era sencillo comprender por qué Sungmin pensaba que Minwoo podría atraer su interés. Era sumamente atractivo. Además, era el hombre más alto que jamás conociera. Lo comprobó cuando él se puso de pie para saludarlo. Era corpulento, de hombros anchos y músculos firmes. Su tamaño lo hubiera convertido en un hombre intimidatorio si no fuera por su sonrisa infantil y sus modales encantadores.

Heechul se sintió de inmediato muy cómodo junto a él y, durante algunos minutos, casi olvidó a la persona que estaba detrás... casi. El problema era que podía sentir esos ojos sensuales que recorrían su cuerpo, con la misma mirada con que le había mirado aquella noche del baile. ¿Mirado? No, devorado a través de la habitación, como lo hacían ahora a pocos centímetros de distancia. Trataba de no imaginar lo que él estaría imaginando en ese momento mientras la miraba.

La interrupción que provocó la aparición de otra persona fue una distracción bienvenida.

-Aquí estabas, mi amor -dijo Cho Kyuhyun, deslizando un brazo posesivo alrededor de la cintura de su esposo-. ¿Por qué será que cada vez que salgo de la habitación este grandote tonto siempre aparece a tu lado?

Ni sus gestos ni el tono de su voz demostraban que hablase en serio o en broma, pero Lee Minwoo no se ofendió. En cambio rió, como si estuviera habituado a que su anfitrión hiciese esa clase de comentarios.

-Si deseara robártelo, Guixian, lo sabrías -dijo Minwoo, guiñando un ojo a Sungmin.

-No comiencen con sus bromas -dijo Sungmin, con tono suavemente admonitorio-, o harán creer a estos jovenes que hablan en serio. No es así -dijo a sus invitados- en absoluto-. Y añadió: -Por si no lo han adivinado, éste es mi marido. -Luego continuó con las presentaciones, ya que, aunque Geunsuk sabía de su existencia, no lo conocía personalmente.

Heechul había supuesto que un joven tan hermoso como Cho Sungmin tendría un marido excepcionalmente apuesto y el cuarto vizconde Cho de Guixian lo era. Tenía cabellos castaños con reflejos dorados y los ojos de color café, que brillaban cada vez que miraba a su esposo y no era difícil comprender que se le hubiera considerado un libertino hasta un año atrás, y que su comportamiento hubiese estado a la altura de su reputación. Tampoco era difícil comprobar que ahora estaba completamente domesticado y muy enamorado de su esposo. Lo asombroso era que fuese tan joven. Heechul calculó que debía ser apenas unos pocos años mayor que el mismo Heechul; pero sus actitudes eran las de un hombre mayor. De hecho le recordaba a Sir Siwon que, de pronto, invadió nuevamente sus pensamientos.

-Vamos, conejito, ¿durante cuánto tiempo piensas ignorarnos? -dijo de pronto la voz profunda de Sir Siwon.

-Durante toda la noche, si de mí depende -respondió Kyuhyun con tono hostil.

Durante un instante, Heechul creyó que Siwon se dirigía a él. Pero la respuesta de Kyuhyun, que provocó el codazo que Sungmin le propinó en las costillas, lo enfrentó con la realidad.

-Oh, Dios, ¿es que siempre debo actuar como árbitro? -dijo Sungmin, sin dirigirse a nadie en especial. Luego fue hacia el hogar y besó a los hermanos Kim en la mejilla-. Como si alguien pudiera ignorarlos durante mucho tiempo -añadió riendo-. Pero no creo que sea mi atención la que desean con tanta impaciencia. Vengan conmigo y los presentaré. -Les tomó un brazo a ambos y los hizo avanzar. –Lord Geunsuk, creo que no conoces a mis tíos, Kim Hyukjae y Kim Siwon ¿verdad?

Tíos. ¿Tíos?, ¿Por qué esa pequeña información no se dio a conocer antes?, se preguntó Heechul, enfadado. El no hubiera asistido a la reunión si hubiera sabido que los Kim eran tan conocidos de Cho Sungmin. Su sobrino. Mierda.

Su incomodidad se hizo más llevadera pues el grupo estaba formado por cuatro personas, los Lee y Geunsuk. Minwoo se apresuró a alejar de allí a su hermana, para que no entrara en contacto con dos notorios libertinos. Heechul deseó tener a alguien que cuidara de él tan diligentemente; alguien que evitara que Sir Siwon estuviera en presencia de él. Pero decidió defenderse a sí mismo. Ni sus palabras ni sus gestos revelaron su inquietud. Pero Geunsuk no era tan inescrutable. Apretó los labios y respondió con frases breves, poniendo en evidencia su animosidad hacia los dos hombres. Pocos minutos después dio una excusa y se dirigió hacia otro grupo de personas.

Dejó a Heechul en un aprieto terrible. Si él también se marchaba, su actitud sería grosera. De modo que permaneció allí, sometiéndose al minucioso escrutinio de los Kim. Y ambos se dedicaron a examinarlo abiertamente, sin ambages.

Hyukjae no consideró necesario ignorar lo que acababa de ocurrir.

-Creo que el joven está incómodao Siwon. No debe estarlo, Lord Heechul. Mi hermano y yo somos inmunes a esa clase de reacciones.

-Puede que tu lo seas -dijo Siwon, con ojos brillantes-. A mí me agradaría que me tratasen con un poco más de consideración.

A Heechul no le cupo ninguna duda acerca de la clase de consideración que él deseaba, ya que, cuando lo dijo, lo miraba directamente a él. Heechul no pudo reprimir una sonrisa.
Siwon no podía aguardar a que estuvieran a solas para ejercer sobre él su seducción. Eso era incorregible.
También Sungmin debió pensar lo mismo.

-Vamos, Siwon, prometiste comportarte bien.

-Y lo estoy haciendo -dijo él con toda inocencia-. Si hiciera cuanto deseo, conejito, provocaría un escándalo en tu casa.

Heechul tuvo la sensación de que hablaba seriamente, a pesar de que Sungmin rió como si estuviera bromeando.

-Lo asustarás, Siwon, ten cuidado.

-De ninguna manera -objetó Heechul.

-Ya ves, querido -dijo Hyukjae - Puedes ir a atender traquilamente a tus invitados. El joven señor estará perfectamente seguro con nosotros.

-Oh, jamás lo puse en duda -dijo Sungmin y, al alejarse añadió – Kyuhyun, no dejes de vigilarlos.

-De acuerdo -dijo Kyuhyun, frunciendo el ceño.

Hyukjae rió.

-Qué falta de confianza.

-Lamentablemente justificada -gruñó Kyuhyun en voz baja.

-Creo que todavía no nos ha perdonado, Siwon -dijo Hyukjae.

-No me incluyas, hermano. Sólo le señalé que si se casaba con Sungmin, su salud se vería afectada. Tú, en cambio, fuiste responsable de que tuviera que guardar cama durante varias semanas, para no mencionar el hecho de que lo trajiste a la rastra desde la India cuando demostró su renuencia hacia el matrimonio...

-Nunca...- Heechul interrumpió a Kyuhyun

-Antes de que esta conversación tome giros insospechados, será mejor que yo...- Siwon le impidió terminar la frase.

-Excelente idea. Mientras ellos riñen a sus anchas, usted y yo iremos a contemplar las flores del invernadero.

Sin darle oportunidad de rehusarse, Siwon lo tomó del brazo y comenzó a conducirlo fuera de la habitación. Heechul trató de apartarse de él, pero él no se lo permitió.

-Sir Siwon...

-No se comportará como un cobarde, ¿verdad? -le dijo al oído.

Heechul se irritó ante el desafío.

-Simplemente no deseo salir de la habitación con usted.

-Pero lo hará.

Heechul se detuvo y él se vio obligado a arrastrarlo o detenerse a su vez. Se detuvo y esbozó una leve sonrisa.

-Se lo diré de otra manera, querido. O lo beso en el invernadero o lo beso aquí, y en este mismo instante. De todas maneras, lo tomaré entre mis brazos y...

-Eso cree usted -dijo Heechul, antes de percibir que muchas personas los observaban- Está bien -dijo en voz baja- Me agradaría ver el invernadero, pero no habrá besos y deberá prometérmelo antes, canalla.

Él sonrió confiadamente.

-Vayamos entonces.

Continuó conduciéndolo, deteniéndose cada tanto para intercambiar algunas palabras con personas a las que conocía, como si estuvieran simplemente recorriendo las habitaciones.

Heechul alcanzó a mirar a Geunsuk, que lo contempló con gesto de desaprobación. Pero Heechul no se atrevía a intentar de nuevo liberarse de él. Era discutible que Siwon hubiera osado besarlo en presencia de todos, pero no podía arriesgarse.

Pero debió haberse asegurado su promesa, no le prometió nada, cosa que corroboró cuando entraron en el invernadero.

-Esto es muy hermoso -dijo Heechul, inquieto, mientras Siwon deslizaba su brazo por su cintura y lo guió por los senderos bordeados de plantas.

-Estoy de acuerdo -dijo él, pero lo miraba.

Heechul desvió la mirada, mirando fijamente las estatuas que se erguían a los lados del sendero, las flores, la fuente que se hallaba en el centro del recinto. Pero no podía dejar de pensar en la mano que se apoyaba en su cadera y quemaba su piel a través de la tela de su pantalón.

-Debería... debería ponerlo a prueba, Sir Siwon.

Su voz era débil y temblorosa y debió carraspear para continuar hablando.

-Fue endiabladamente injusto que adoptara esa actitud.

-Lo sé.

-¿Era necesario ser tan despótico?

Siwon se detuvo y lo hizo volverse. Estudió detenidamente su rostro. Alarmado, Heechul percibió que estaban en un extremo del invernadero, donde las gruesas ramas de uno de los árboles impedían ver la puerta. Estaban solos y el sonido de la fuente apagaba los ruidos de la fiesta.

-Sí, era necesario -respondió él finalmente con voz ronca-. Porque desde que le vi, sólo he podido pensar en esto.

Heechul no pudo reunir la fuerza necesaria para protestar cuando lo acercó hacia él. Deslizó la otra mano por su cuello, levantando su mentón con el pulgar y, durante un instante fugaz ambos se miraron a los ojos. Luego sintió sus labios cálidos, seductores, que oprimían suavemente los suyos y cerró los ojos, aceptando lo inevitable. Necesitaba saber y ahora sabía. Y por el momento nada importaba, excepto su sabor y el roce de su cuerpo contra el suyo.

Siwon no lo atemorizó con su pasión, que refrenó, a pesar de que íntimamente tuviera la sensación de tener un volcán en su interior. No recordaba haber deseado algo con tanta intensidad y trató de no abrumarle con sus sentimientos; deseaba hacer surgir en Heechul el deseo lentamente, hasta que lo quisiera con la misma vehemencia.

Nunca nada le había exigido un esfuerzo tan grande, debía frenar sus impulsos cuando su cuerpo anhelaba poseerlo allí, en ese momento. Enloquecido de deseo, no percibió las pequeñas cosas que le hacía, enterrando sus dedos entre sus cabellos y despeinándolo; deslizando su rodilla entre las de Heechul. Pero, afortunadamente para él, también Heechul había perdido la noción de cuanto hacía.

Ese muslo que rozaba su ingle, unido a los besos cada vez más profundos, fueron la perdición de Heechul. Gradualmente, Siwon comenzó a introducir su lengua en su boca, abriéndola y suscitando en Heechul sensaciones exquisitas. Finalmente, logró que él también explorase con su lengua y, cuando se deslizó entre los labios de Siwon, él no lo soltó, succionándolo hacia el fondo de su boca.

Indefenso ante su experiencia, Heechul fue completamente seducido, hasta quedar entregado y dispuesto a dejarle hacer cuanto deseara. Cuando Siwon lo percibió, gruñó. Frustrado, comprendió que había escogido erróneamente el lugar. Nunca imaginó que alcanzaría el éxito tan rápidamente.
Deslizando sus labios hasta el oído de Heechul, dijo:

-Ve a tu habitación, querido. Te seguiré.

Hipnotizado y aturdido, Heechul no pudo relacionar una idea con otra.

-¿A mi habitación?

Siwon hubiera deseado sacudirlo. No era el momento indicado para confusiones. Lo tomó de los hombros.

-Mírame, Heechul -dijo él con urgencia-. No podemos permanecer aquí. ¿Lo comprendes? No es sitio privado.

Heechul frunció el ceño.

-¿Y para qué necesitamos que lo sea?

Maldición. ¿Estaría Sungmin en lo cierto? ¿Sería Heechul tan inocente a su edad? La idea le produjo disgusto y placer al mismo tiempo. Si fuera así, se arriesgaría a perder lo que había logrado si lo hacía reaccionar. Pero íntimamente, su veta tierna, hasta entonces dormida, deseó que fuese así.

Siwon suspiró y se armó de paciencia.

-Haremos el amor; tu y yo. Es la consecuencia lógica de lo que hemos estado haciendo. Y, dado que ambos lo deseamos, debemos hallar un sitio en el que no nos molesten. Debes comprender que tu habitación es el lugar indicado.

Heechul comenzó a menear la cabeza antes de que él concluyera la frase.

-Oh, ¿qué has hecho? No debías besarme. Te lo había dicho.

Su acento escocés lo excitó más aún y volvió a apretarlo contra su pecho.

-Es muy tarde para mentiras, cariño; ya has claudicado en todo, menos en una cosa. Ahora compórtate como un niño bueno y haz lo que te digo o te poseeré aquí mismo, lo juro, y que el diablo se lleve al que nos vea.

Si él trató con eso de amedrentarlo, no lo logró. Heechul estuvo a punto de reír ante sus embates, pero pensó que a él no le causaría gracia. El sentido común le decía que él no haría nada que pudiera causar a su sobrino una situación incómoda. Debió percibirlo antes de ir al invernadero con él.

-No le servirá de nada esa actitud descarada, amigo.

En ese momento, Siwon no estaba seguro de que se hubiese comportado con descaro. Pero el hecho de que Heechul se lo señalara le hizo reaccionar, aunque no calmó por completo sus ardores. Había arruinado la oportunidad. Heechul tenía todo el derecho a enfadarse.
Siwon sonrió con su sonrisa devastadora.

-Si no puede ser ahora, iré a tu dormitorio más tarde.

Heechul se apartó bruscamente de él y meneó enfáticamente la cabeza.

-No pasará de la puerta, se lo aseguro.

-No eches la llave.

-Tampoco haré tal cosa.

-La ventana entonces.

Los ojos de Heechul lanzaron destellos de furia.

-¿Deberé sofocarme dentro de la habitación, cerrando todas las ventanas? ¿Por qué no puede aceptar una negativa? ¿Acaso no he hablado claramente?

-No es la respuesta correcta, cariño, y hasta que lo sea, no esperarás que desista, ¿verdad? Debo pensar en mi reputación.

Heechul rió, aliviando un tanto la tensión. Dios, él era incorregible, completamente inmoral, pero, ay, tan tentador. Nunca había conocido a un hombre tan atractivo sexualmente, tan fuerte y poderoso que se sentía atraído hacia él incluso en sus momentos más lúcidos, sabiendo muy bien que no era el hombre para él. Pero, hablara él en serio o no, Heechul sólo podría superar la situación en que se hallaba siempre que no lo tomara seriamente.
Controlando nuevamente la situación y regañándolo con la mirada, Heechul dijo:

-Precisamente pensaba en su reputación, Sir Siwon.

-Entonces debo tratar de ahuyentar otra vez esos pensamientos.

-No.

Siwon fue hacia él y Heechul contuvo el aliento. Antes de que pudiera reaccionar, estaba sentado sobre la baranda y él le sonreía. Heechul había pensado que trataría de besarle otra vez. Esto no era gracioso. Detrás de él tenia una altura cercana a los dos metros y medio. Sus pies colgaban en el aire y, si perdía el equilibrio, sólo podría cogerse... a Siwon.
Frunciendo el ceño, intentó saltar, pero Siwon se acercó a él. Se acercó aún más, obligándolo a separar las piernas; luego acercó su pecho al de Heechul, empujándolo hacia atrás...

-Cógete a mí o caerás. -Su voz le llegó a través del pánico que experimentaba.

Se agarró a él, porque no podía hacer otra cosa. Pero él no se enderezó para que Heechul recuperase el equilibrio. Dejó que permaneciera pendiendo a medias por encima de la baranda; su única tabla de salvación era el cuerpo de Siwon.

-Será mejor que rodees mi cuello con tus brazos, cariño. -Con un brazo, oprimió el estómago y el pecho de Heechul contra el cuerpo de él. -Ahora, sosténte con firmeza, porque te soltaré.

-No, no lo hagas...

-Shh, cariño. -Su aliento rozó el oído de Heechul, haciéndola estremecer. -Si no quieres ceder, por lo menos concédeme esto. Necesito tocarte.

Heechul contuvo el aliento al sentir la mano de él sobre su rodilla que avanzaba lentamente hacia su muslo.

-Basta. Eres un maldito... -Y luego, con voz ronca, murmuró – Siwon.

Siwon se estremeció al oír cómo pronunciaba su nombre. Pero, antes de que pudiera decir nada más, sus manos estaban dentro del pantalón de Heechul llegaron hasta las caderas y oprimieron sus nalgas con fuerza.

Heechul gimió suavemente, echó la cabeza hacia atrás. Sus brazos y piernas caían laxamente a sus costados. Él tuvo la sensación de que pudo haberlo penetrado. Sus labios besaron su cuello y, comprensiblemente, Heechul olvidó su posición precaria.

-Supongo que no me agradecerás la intromisión Siwon…


1 comentario:

  1. Kya!!! Quien los pillo?????
    Hay Dios esto se pone cada vez mas bueno!!!!

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...