Atrévete a Amar- Capítulo 19



Cuando Siwon y Hyukjae entraron en la taberna y miraron el salón atestado de gente, se produjo el mismo fenómeno que había tenido lugar varias veces a lo largo de la tarde. Los ocupantes los contemplaron, se dieron codazos entre sí y luego se hizo el silencio; un silencio tan denso como el humo que flotaba sobre las mesas gastadas.

La gentuza de los muelles no veía con buenos ojos la invasión de los caballeros en su territorio, y siempre había algún resentido que iniciara una riña. Esa riña podía convertirse en el momento culminante de la velada; una oportunidad para que las clases bajas se apoderasen de algo de los ricos que los explotaban; arrastrando sus cuerpos golpeados por el suelo y arrojándolos a la calle medio muertos y, en ocasiones, totalmente muertos.

Pero la envergadura de estos dos aristócratas los hizo vacilar. No tenían el aspecto de los caballeros elegantes que consideraban divertido frecuentar establecimientos que luego despreciaban durante el día. No, estos dos eran diferentes y su aspecto era amenazador. Si alguno pensó en algún momento crearles problemas, no tardó en cambiar de idea al mirarlos con precisión. Y luego continuó bebiendo y divirtiéndose, ignorándolos.

El silencio había durado unos veinte segundos. Siwon ni siquiera lo notó. Estaba fatigado, frustrado y un tanto ebrio, ya que habían bebido en las nueve tabernas en las que habían entrado para interrogar a los cantineros. Hyukjae lo percibió y, una vez más, se regañaba a sí mismo por no vestirse adecuadamente para esa clase de salidas. Pero ninguno de los dos pensó que la excursión se prolongase todo el día.

Siwon decidió que ya era suficiente para un día, pero en ese momento vislumbró una mata de cabellos rojizos. Miró a su hermano y le señaló el bar con la mirada. Hyukjae miró hacia allí y también vio al individuo. Los cabellos rojizos no bastaban para convertirlo en Yoon Hyunsang, pero era probable que fuera un escocés. Hyukjae suspiró, son la esperanza de que la búsqueda hubiera concluido. Las persecuciones infructuosas no eran su manera favorita de emplear el tiempo.

-¿Por qué no nos sentamos en esa mesa cerca del bar y tratamos de escuchar lo que se conversa? -sugirió Hyukjae.

-¿Por qué no ir directamente y preguntarle? -dijo Siwon.

-A estos hombres no les agrada que les hagan preguntas, querido hermano. Por lo general tienen algo que ocultar. ¿Aún no se te había ocurrido?

Siwon frunció el ceño pero asintió. Hyukjae estaba en lo cierto. Las personas a las que habían formulado preguntas no habían colaborado con ellos. Pero deseaba concluir ese asunto y regresar a su casa. Su esposo lo aguardaba y no era ésta la manera en que imaginó pasar su segundo día de matrimonio.

Lo que debió llevar tan sólo unas pocas horas se había convertido en una comedia exasperante. Siwon se había dispuesto a explicar a Hyukjae el asunto de Yoon Hyunsang y el motivo por le que se había casado tan apresuradamente, cuando el investigador, interrumpió su desayuno para entregarle la dirección de Yoon, que obtuviera después de perseguir a los secuaces éste hasta su guarida.

Fue con certeza la expresión de ave de presa satisfecha que apareció en el rostro de Siwon lo que instó a Hyukjae a ofrecerle su compañía. No porque Siwon tuviera intenciones de herir al canalla. Sólo deseaba impresionarlo con una contundente zurra, informarle que Heechul estaba ya fuera de su alcance, pues no sabía si Yoon estaría enterado del casamiento a través de los periódicos, y advertirle que no lo molestase más. Muy sencillo. No necesitaba la ayuda de James, pero a medida que transcurrió el día, se alegró de tenerlo a su lado.

La primera frustración la sufrieron cuando descubrieron que Yoon ya había abandonado el apartamento que había alquilado. Era importante el hecho de que lo hubiera hecho la noche anterior, en tanto Heechul había burlado su vigilancia el día anterior. O confiaba en que Heechul no denunciara su secuestro ante las autoridades o era simplemente estúpido. Pero la noche anterior había decidido cambiar de domicilio. Y, como aún era pronto para que se hubiese enterado del casamiento de Heechul, Siwon dudaba de que el hombre hubiera renunciado a la búsqueda para regresar a Escocia. Por esa razón pasó el resto del día haciendo averiguaciones en cualquier alojamiento y taberna que hubiera en la vecindad, aunque infructuosamente.

Sólo conocía Yoon Hyunsang a través de la descripción que le había hecho la dueña del apartamento, pero coincidía con el aspecto del individuo que estaba en el bar. Alto, de cabellos rojizos, ojos de color cafe claro, muy apuesto, según la señora. Siwon aún no había podido ver sus ojos y no sabía si era apuesto, ya que eso era una apreciación subjetiva, pero el resto coincidía, incluyendo la ropa que llevaba. Estaba acompañado de chico, probablemente se tratara de uno de sus secuaces, en ese lugar no era el apropiado para cualquier joven señor o dama. Era un chico con una gorra de lana, que impedía distinguir con claridad sus rasgos.

Estaban conversando y la sugerencia de Hyukjae respecto a que escucharan la conversación parecía razonable, a pesar de que Siwon estaba perdiendo la paciencia. Después de todo el trabajo que se había tomado ese día, ya no sólo deseaba golpear al individuo sino que contemplaba con placer la perspectiva de inferirle un daño más permanente. Había dejado de almorzar, de cenar, de hacer el amor con su esposo. Esperaba que él apreciara los esfuerzos que estaba haciendo por su causa.

Fue detrás de su hermano hasta la mesa ocupada por dos hombres de aspecto rudo y su malhumor se disipó un tanto cuando vio que su hermano los miraba fijamente para que desocuparan los asientos.

-Es asombroso cómo lo logras, viejo.

Hyukjae sonrió inocentemente.

-¿Qué cosa?

-Expresar crimen y destrucción con esos ojitos cafe.

-No puedo evitar que los individuos crean que pueda dañarlos físicamente. No es mi intención y lo sabes. Soy el hombre más pacífico de este lado del...

-¿Infierno? -sugirió Siwon con una sonrisa torcida-. Menos mal que Sunnie no está aquí; de lo contrario moriría de risa.

-Basta, cachorro. Debemos beber algo para no seguir llamando la atención.

Siwon se volvió para llamar a un camarero. Un prostituto sorprendentemente bonito para un sitio como ése se sentó en su regazo y le rodeó el cuello con los brazos. Lo hizo con tanta rapidez que él no tuvo tiempo de reaccionar.

Hyukjae se apiadó de él, divertido ante la situación en que se veía envuelto su hermano.

-Te has equivocado de regazo, muchacho. – el camarero lo miró, confundido, y Hyukjae sonrió. -Tienes frente a ti una de las criaturas más dignas de compasión de este mundo: un hombre casado y que, además, esta noche está muy preocupado. Si depositas tu bonito trasero sobre este otro lado de la mesa, quizás descubras que es más rentable.

El camarero rió al escuchar las palabras de Hyukjae, a las que estaba habituado, pero que no esperaba de un caballero tan elegante. Miró ansiosamente a Siwon, que era el que había llamado su atención cuando ambos entraron en el lugar. Valía la pena volver a intentarlo, si bien el otro era tan apuesto como él.

el prostituto ignoró el ceño fruncido de Siwon, provocado por le comentario de Hyukjae, y enroscó sus largos cabellos rubios en torno de su cuello para acercarlo a él y, debajo de la mesa, sus nalgas se movieron, provocando, sobre su regazo.

-¿Estás seguro de que no me quieres amorcito? Sería muy feliz si...

Reaccionando con suma rapidez, Siwon lo levantó, obligándolo a ponerse en pie y empujándolo hacia Hyukjae

-En otro momento, amorcito -dijo adustamente, pero entrecerró los ojos al ver la mirada divertida de Hyukjae.

Hyukjae no estaba perturbado en lo más mínimo. Tomó al joven por la cintura, acarició sus nalgas, murmuró algunas palabras en su oído y le encargó dos cervezas.

-¿Te agradó? -dijo Siwon burlándose.

-Sea éste tu hombre o no, ya he tenido suficiente por hoy. No me desagradaría obtener alguna compensación por el trabajo que me tomé y él parece ser el indicado para proporcionármela.

Siwon sonrió.

-Sí, imagino que así será. Pero no olvides que me prefirió.

-Tu victoria reciente te ha envanecido, muchacho. Odio hacerte volver a la realidad, pero obviamente es necesario recordarte que, de ahora en adelante, sólo podrás limitarte a mirar, mientras que yo puedo hacer cuanto se me antoje.

-¿Acaso me he quejado de mi condición de hombre casado?

-Recuerda esas palabras cuando lo hagas. Los jovenes deben ser disfrutados en el momento. Si la situación se prolonga, la cordura del hombre corre peligro.

Siwon sonrió serenamente, a pesar de que él solía pensar lo mismo.
Hyukjae no lo percibió, su mirada se había dirigido hacia a la pareja que estaba en el bar, conversando. Se fijó sobre todo en el chico y frunció el ceño; tenía las nalgas más bonitas que jamás viera.

Siwon también les prestó atención cuando el pelirrojo, que estaba a menos de dos metros de distancia, levantó un tanto la voz. Su acento escocés era inconfundible y nuevamente recordó por qué se hallaban allí.

-Ya he oído suficiente -dijo Siwon y se puso de pie.

Hyukjae lo tomó del brazo y dijo en voz baja:

-No has oído nada. Sé razonable, Siwon. No sabemos cuántos de los individuos que se hallan aquí puedan ser hombres que trabajan para él. Podemos aguardar hasta que se marche.

-Tú podrás aguardar. Yo tengo un esposo en casa y ya lo he hecho esperar demasiado.

Pero antes de que diera un paso más, Hyukjae dijo en voz alta – Yoon -con la esperanza de que no hubiera respuesta, pues Siwon se encontraba muy alterado. Lamentablemente, la hubo; ambos individuos se volvieron aun tiempo y recorrieron el salón con la mirada, uno con temor, el otro agresivamente. Los dos pares de ojos se fijaron sobre Siwon cuando éste se quitó de encima la mano de Hyukjae y avanzó hacia ellos. Pero Siwon sólo miraba al escocés.

-¿Yoon? -preguntó en voz baja.

-Mi nombre es Chang, hombre, Chang Dongwan.

-Miente -gruñó Siwon, tomando al hombre por las solapas y levantándolo hasta que los ojos de ambos estuvieron al mismo nivel y a pocos centímetros de distancia.

Siwon comprendió su error cuando era demasiado tarde. Los ojos entrecerrados que lo miraban con furia no eran azules. En ese mismo instante, el chico que estaba junto a ellos sacó un cuchillo de la manga.

Hyukjae intervino, pues Siwon estaba tan concentrado en el pelirrojo que no había notado la maniobra de su compañero. Arrojó el cuchillo hacia un costado, pero fue atacado con golpes de puño y puntapiés. No le hizo mucho daño, pues el chico tenía poca fuerza. Pero Hyukjae no estaba dispuesto a tolerar el ataque. Sin esfuerzo alguno, levantó en vilo a su contrincante.

Siwon los miró y contempló azorado el mentón, los labios tersos y la pequeña nariz. El gorro le cubría los ojos, pero sus facciones a pesar de ser delicadas, no eran femeninas.
Sorprendido, exclamó en voz alta:

-Dios mío, es un joven.

Hyukjae sonrió.

-Lo sé.

-Se han lucido, miserables -dijo el joven y varios hombres lo miraron- Dongwan, haz algo.

Chang lo hizo. Llevó el brazo hacia atrás para golpear a Siwon. Fue un movimiento rápido; era imposible no pelear. Además, Siwon necesitaba desahogar su frustración. Tomó el puño del hombre y lo aplastó contra la barra del bar.

-No haga eso, Chang -dijo Siwon - Cometí un error; le pido disculpas.

Chang quedó desconcertado ante la facilidad con que Siwon lo había dominado. No era mucho más pequeño que el inglés, pero le era imposible levantar el puño. Y tuvo la sensación de que, aunque pudiera hacerlo, no le serviría de mucho.

Juicioso, el escocés asintió con un gesto de la cabeza y Siwon soltó su mano. Pero Hyukjae aún sostenía a su compañero y el escocés dirigió su ira hacia él.

-Suéltele o le golpearé. No puedo permitir que lo maltrate...

-Cálmese, Chang -dijo Siwon en voz baja- No le hará daño. ¿Nos permite que los acompañemos hasta la salida?

-No es necesario...

-Mire a su alrededor -dijo Hyukjae - Aparentemente es necesario, a causa del error que cometió mi hermano.

Tomó al joven y se encaminó hacia la puerta, llevándolo debajo del brazo. El joven trató de protestar pero se reprimió cuando él oprimió sus costillas. Como Chang no lo oyó quejarse, los siguió. Siwon hizo lo mismo, después de dejar unas monedas sobre la barra, en pago de las cervezas que nunca bebieron. Miró hacia el salón y vio que la mayoría de los clientes aún miraban a Hyukjae y al joven; en realidad, más al joven que a Hyukjae. Él se preguntó durante cuánto tiempo habría estado en la taberna hasta que su disfraz fue descubierto. No importaba. Aunque con esa vestimenta, cualquiera de esos hombres hubiera intentado aprovecharse del joven si Hyukjae no lo sostuviera con tanta firmeza.

Siwon imaginó que era esperar demasiado suponer que podrían salir de allí sin que se produjera otro incidente. Se apresuró a unirse a los otros cuando el camarero apareció y tomó el brazo de Hyukjae con gesto posesivo, deteniéndolo.

Siwon llegó a tiempo para escuchar su protesta.

-Oye, ¿no pensarás marcharte, verdad?

Hyukjae, en lugar de hacerlo a un lado, le sonrió.

-Regresaré más tarde, cariño.

El camarero cambió su expresión y ni siquiera miró el bulto que él llevaba debajo del brazo.

-Mi trabajo concluye a las dos.

-Entonces, vendré a las dos.

-Es demasiado tarde -dijo un marinero musculoso que se había puesto de pie, impidiendo que Hyukjae avanzara.

Siwon suspiró y se acercó a su hermano.

-Supongo que no tendrás inconveniente de dejarlo en el suelo y ocuparte de esto, Hyukjae.

-No.

-Eso pensé.

-No intervengas -dijo el marinero-. No tiene derecho a entrar aquí y llevarse a dos de nuestros jovenes.

-¿Dos? ¿Este pequeño es vuestro? – Siwon miró al joven que se había levantado el gorro para ver mejor y los miraba con expresión asesina. -¿Perteneces a este hombre, cariño?

El hizo un gesto negativo con la cabeza. Por fortuna, el marinero era un bruto mal parecido; de lo contrario, quizás la respuesta hubiera sido diferente, pues estaba furioso a causa de la manera en que lo estaban tratando. Siwon no lo culpaba. Hyukjae lo sostenía con más fuerza de la necesaria y le había hecho adoptar una postura muy poco digna.

-Imagino que eso lo aclara todo. -No fue una pregunta. Siwon estaba harto del incidente, sobre todo porque él era el único culpable de cuanto había ocurrido. -Sé amable y apártate de nuestro camino.

Pero el marinero se mantuvo firme.

-No lo sacará de aquí.

-Mierda -dijo Siwon. Luego dio una trompada al individuo.

El marinero aterrizó, inconsciente, a varios metros de distancia. El hombre que había estado sentado a su lado se levantó gruñendo, pero no fue lo suficientemente veloz. Un golpe lo envió otra vez a su silla; su nariz sangraba.

Siwon se volvió despacio y arqueó una ceja con gesto interrogante.

-¿Hay alguien más que desee intervenir?

De espaldas a él, Chang sonreía, alegrándose de no haberse enfrentado al inglés. Nadie se movió; aparentemente coincidían con Chang. Todo había sucedido muy rápidamente. Sabían distinguir a un buen pugilista cuando lo veían.

-Muy bien, muchacho -dijo Hyukjae, felicitándolo-. ¿Podemos marcharnos?

Siwon asintió y sonrió.

-Después de ti, viejo.

Cuando estuvieron afuera, Hyukjae dejó al joven de pie frente a él. El lo miró a la luz tenue de la lámpara que pendía sobre la puerta de la taberna, vaciló un instante y luego le propinó un puntapié en la canilla y huyó calle abajo. Él maldijo violentamente y se dispuso a correr tras él, pero poco después se detuvo al ver que era inútil. Ya había desaparecido en la oscuridad de la calle.

Se volvió, maldiciendo una vez más y comprobó que también Chang se había esfumado.

-¿A dónde mierda se fue el escocés?

Siwon, que reía a carcajadas, no le oyó.

-¿Qué dices?

Hyukjae sonrió tensamente.

-El escocés. Ha desaparecido.

Siwon se volvió.

-Qué ingrato. Deseaba preguntarle por qué ambos volvieron la cabeza cuando nombré a Yoon.

-Al diablo con eso -dijo Hyukjae - ¿Cómo podré hallarlo si no sé quien es?

-¿Hallarlo? -dijo Siwon, riendo-. Te regocijas con el castigo, hermano. ¿Para que deseas un prostituto que insiste en lastimarte, cuando tienes otro que está contando los minutos aguardando tu regreso?

-Me intrigó -dijo Hyukjae. Luego se encogió de hombros. -Supongo que estás en lo cierto. El pequeño camarero podrá tomar su lugar. -Pero volvió a mirar calle abajo antes de que ambos se encaminaran hacia el coche que los aguardaba.


1 comentario:

  1. Hay por Dios estos hombres si buscan problemas. Aunque el del problema sera Siwon cuando llegue a casa

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...