Sapphire Wolf (T7)- 23



Se sentaron en silencio por unos minutos. El único sonido era Hee hablándole suavemente a Minki. Se inclinó hacia Siwon y se tragó más lágrimas mientras mecía a su hijo. Miró a Hyukjae y su corazón se rompió de nuevo mientras veía la cáscara de un hombre que quedó después de perder a su compañero.
—¿Ahora qué? —preguntó Hee—. ¿Qué hacemos ahora, Junjin? — Necesitaba que alguien le dijera cómo seguir adelante, cómo continuar, especialmente ahora que tenía un niño que lo necesitaba.
Junjin lo miró, sin saber cómo responder. ¿Cómo le dices a alguien que continúe cuando todo lo que quieres hacer es morir? 
—Ahora —una voz audaz llenó el espacio a su alrededor—, nos regocijamos por la nueva vida —dijo la Gran Luna mientras entraba a la cueva. Caminó hacia el grupo y su corazón dolió al ver la pérdida y dolor en ellos—. Lloramos por el sacrificio y agradecemos por las segundas oportunidades. — Hubo un movimiento detrás de ella y se hizo a un lado para revelar a Hyesung, Donghae, Teuk y Eric, todos enteros y vivos.
Era difícil decir quién se movió más rápido, Junjin, Hyukjae o Kangin, pero a pesar de eso, todos estuvieron a lado de sus compañeros al instante.
Junjin se detuvo tan cerca de Hyesung que podía sentir su respiración sobre su rostro. Su compañero alzó el rostro para verlo con ojos relucientes y él limpió suavemente una lágrima perdida.

Seductores III-5




—¿Qué puedo decir? —preguntó Hyungsik con voz profunda y aterciopelada como un buen vino maduro. Abrió sus gráciles y morenas manos—. No suelo quedarme sin palabras, pero no sé que decirte…

—Créeme, ¡si hay algo que no me falta ahora mismo, son palabras! — interrumpió Minwoo—. ¿Cómo te atreves a ponerme en una situación en la que no me quedó más remedio que venir a verte? Me gustaba mi trabajo. Pero lo que has hecho hoy, pedirle al jefe que me dejara salir, ¡es equivalente a un suicidio profesional!

—Necesitaba verte y lo pedí con educación. No exageres.

—No estoy exagerando —sus ojos chispeaban de indignación—. No sabía que eras propietario de la agencia publicitaria, además de la agencia de empleo. Una petición del director ejecutivo equivale a una orden. ¡Ahora que es obvio que tenemos algún tipo de vínculo personal, me convertiré en un apestado! Después de esto, nadie volverá a tomarme en serio y mis colegas contarán los días hasta que acabe mi contrato temporal.

Hyungsik soltó el aire con un siseo prolongado.

Chantaje -7




En el trayecto de vuelta a casa después de cenar, apenas hablaron. Ryeowook estaba sentado quieto como una estatua, presa del miedo y de la recriminación hacía sí mismo por desear con todo su cuerpo al hombre que conducía a su lado.

Al llegar, Yesung lo agarró de la mano y lo llevó escaleras arriba. Iba tan deprisa que Ryeowook se tropezó en el último escalón, pero él no aminoró la marcha, lo tomó en brazos sin mediar palabra con él y siguió andando hacia su dormitorio.

Ryeowook lo miró a los ojos y vio que su rostro estaba muy serio, frío y distante y se preguntó cómo iban a hacer aquello sin cariño ni afecto.

Al llegar a su habitación, Yesung lo depositó en el suelo. Ryeowook tenía la respiración entrecortada e intentó ir hacia la puerta que comunicaba con su dormitorio, pero Yesung se lo impidió.

—No quiero hacer esto y no lo voy a hacer —le advirtió Ryeowook.

Yesung no contestó, se acercó a él y lo besó. Ryeowook intentó zafarse, moviendo la cabeza de un lado a otro.

Sapphire Wolf (T7)- 22



—Ha pasado un largo tiempo —le dijo la Gran Luna al lobo blanco.
Eric cambió a su forma humana y se paraba al lado del cuerpo de Hyesung. Miró a su Creadora y sintió el calor y amor emanando de ella y entrando en él.
—¿Por qué me dejaste vivir? —le preguntó, pensando en los largos siglos que había pasado vagando en el bosque oscuro, sufriendo por compañía, y a veces, sintiendo nostalgia por la muerte.
—Porque todavía tienes un propósito en esta vida y es uno importante.
Él miró a Hyesung y sintió el dolor por su muerte, recordó el dolor en los ojos de su hermano.
—¿Su propósito estaba hecho? —señaló a Hyesung.
La Gran Luna sacudió su cabeza mientras sus labios se tensaban en una fina línea.
—No, no lo ha hecho. —Frunció el ceño al cuerpo inmóvil de la pareja Alfa y caminó a él. Se arrodilló, puso sus brazos bajo él y lo levantó sin esfuerzo.
—Ven, Eric. No dejaré a uno de mis hijos en la oscuridad.

Seductores III- 4




Aunque el miedo le estaba provocando sudores a Minwoo, la ira era como un carbón al rojo vivo asentado en su interior.

—¿Cómo descubriste que he estado en la cárcel?

—Mi jefe de seguridad empezó a investigarte cuando te vio mover las piezas en el tablero de ajedrez. Es muy concienzudo.

—¿Ah sí? —Minwoo alzó una ceja mostrando su desacuerdo—. Yo diría que resultó una salida muy fácil…

—Kim Taehoon no trabaja así —aseveró Hyungsik—. Fue policía.

—¡Mejor aún! —Minwoo dejó escapar una risa amarga—. Vio que tenía antecedentes penales y con eso bastó, ¿verdad? ¡Investigación concluida!

—¿Estás negando que robaste el reloj?

—Sí, pero es obvio que no me crees y no tengo forma de demostrar mi inocencia. Es obvio que hay un ladrón en tu oficina. Puede que sea alguien vestido de ejecutivo, alguien que se rindió a la tentación, incluso alguien que quería correr un riesgo. Los ladrones son de todo tamaño y condición.

Sapphire Wolf (T7)- 21



—Houston, tenemos un problema —dijo Hee sin aliento.
Hongki se levantó de donde había estado sentado a la entrada de la cueva. Se acercó de nuevo a donde Hee estaba paseándose.
—¿Qué pasa? —preguntó mientras notaba el enrojecimiento de la piel de Hee y la respiración rápida—. Mierda, estás en trabajo de parto —respondió a su propia pregunta.
—¿Qué lo delató? ¿La mirada de, estoy en terrible dolor, o la mirada de, tengo tanto miedo y no creo que esté listo para esto? —preguntó Hee tajante mientras trataba de respirar a través de la siguiente contracción. Apretó los dientes y se agarró de la pared de la cueva mientras su estómago se retorcía. Juró que su hijo estaba tratando de abrirse camino hacia fuera en vez de ir por la ruta tradicional.
—¿Qué separación tienen las contracciones? —preguntó Hongki mientras se acercaba a la caja que contenía las mantas. Comenzó a hacer un acolchado para que Hee se acostara.
—No lo jodidamente suficiente —gruñó Hee.
Hongki lo miró por un rato mientras lo ayudaba a caminar lentamente alrededor de la cueva con Hee diciéndole palabrotas todo el tiempo. Determinó que las contracciones tenían alrededor de seis o siete minutos de diferencia; por lo que todavía tenían algo de tiempo.

Chantaje -6




Durante los siguientes dos días, la mansión se transformó y pasó de ser un lugar de calma y tranquilidad a convertirse en un hervidero de actividad de varios servicios de catering. Llegaron más empleados, jardineros y guardias de seguridad y todos se pusieron a trabajar para la llegada de los invitados.

Ryeowook se paseaba agradecido de que Yesung estuviera la mayor parte del tiempo encerrado en su despacho.

Aquella mañana unos empleados llevaron un impresionante ramo de flores azules al comedor y le preguntaron con la mirada a Ryeowook si debían dejarlos sobre la mesa. Era evidente que lo tomaban por el joven señor de la casa. En aquel momento, alguien les dio instrucciones en Coreano desde atrás. Ryeowook se giró y comprobó que era Yesung, al que veía por primera vez ataviado con vaqueros y camisa.

Tras despedirse de los operarios y una vez a solas con él, lo tomó de la mano. Ryeowook sintió que el calor invadía su brazo y lo siguió sintiendo su enorme mano alrededor de la suya. Aquel gesto tan familiar iba a dar al traste con sus barreras.

Ryeowook se dijo que aquello debía servirle para ir acostumbrándose a que lo tocara y no se notara nada cuando estuvieran delante de los demás.

Seductores III- 3




Hyungsik había descubierto algo más por lo que preocuparse. Maldijo en italiano.

—¿Utilizas algún tipo de anticonceptivo?

Minwoo se sentía mareado, enfermo y desconsolado. Le costaba creer lo que había hecho. Lo estúpido que había sido. Pero no podía pensar en eso mientras siguiera en su presencia. Tenía que concentrar su energía en huir de la escena del peor error de su vida. Buscó su ropa con la mano.

—No, pero tú has usado protección.

—El preservativo se ha roto —afirmó Hyungsik con rostro sombrío, ya vistiéndose.

Minwoo dio un respingo y palideció más aún, pero no dijo nada. Ni siquiera quería mirarlo. Pensó que eso era lo que se sentía al tener intimidad con alguien desconocido: incomodidad, humillación y vergüenza. Con manos temblorosas se vistió.

—Obviamente, no parece preocuparte —gruñó Hyungsik, indignado por que lo estuviera ignorando.

Sapphire Wolf (T7)- 20



Lorelle hablaba con calma a Hyesung y sin importar lo mucho que Teukkie tratara de escuchar, no pudo oír nada. Observó como los ojos de Hyesung se enfriaron y su mandíbula se tensó cuando Lorelle le entregó algo envuelto en un paño. Hyesung lo metió en la parte trasera de sus pantalones debajo de la camiseta. Le dio a Lorelle una última mirada antes de volverse a Teukkie y comenzar a caminar hacia él.
—¿Qué fue eso? —le preguntó Teukkie. Iba a preguntarle sobre lo que sea que Lorelle le había dado, pero luego decidió que si Hyesung quería que lo supiera entonces se lo diría.
Los ojos de Hyesung se clavaron en la escena más allá de Teukkie y contestó:
—Solo Lorelle siendo Lorelle.
—¿Una perra? —gruñó Teukkie.
—Teukkie, somos lobos; no le des tal  cumplido.
Teukkie sintió la sonrisa que se dibujó en su rostro. Hombre, tenía el suegro más genial del mundo.
—Bueno, ¿vamos a ir a ayudar a nuestros hombres? —Hyesung hizo un gesto hacia los hombres que se encontraban ahora en una batalla con los zombis.

Chantaje -5




Ryeowook se despertó de un sueño muy profundo y sintió terror al comprobar que estaba apretado contra un muy fuerte torso. Estaba oscuro y no sabía dónde estaba. Todo aquello lo llevó a comenzar a intentar moverse.

—Déjame en el suelo —grito.

—Tranquilo. Tranquilízate, por favor. Te estoy llevando en brazos porque no te has despertado al aterrizar.

Inmediatamente, Ryeowook dejó de luchar y, al instante, lo comprendió todo. Estaba en brazos de Yesung, cruzando el pequeño aeropuerto privado de Seúl, ya no estaba trabajando en el equipo de ayuda.

De repente, algo que hacía mucho tiempo que no sentía, se apoderó de él. Se sentía a salvo.
Ryeowook miró a Yesung, que lo miraba impertérrito, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para no relajarse contra su cuerpo, así que se mantuvo rígido hasta que llegaron a un coche y lo metió dentro.

—Estaba soñando... no sabía dónde estaba —le explicó.

—Estamos en Seúl. Bienvenida a Corea de nuevo —sonrió Yesung.

Seductores III- 2



—Pareces muy tenso —Hyungsik le ofreció la copa. —No te pongas tenso, bello mío. Me pareces increíblemente atractivo.

El enfado y vergüenza que Minwoo solía sentir en momentos así brillaron por su ausencia. Comprendió qué había hablado en serio y sintió que el corazón se le desbocaba y caía a sus pies. Le asombró descubrir que le gustaba lo que oía. Cerró los dedos sobre la copa, temblorosos. Tomó un sorbo y luego otro, para ocultar la realidad de su debilidad física. Era impropio sentirse excitado. Cuando se atrevió a alzar la vista hacia sus asombrosos ojos oscuros, se quedó sin aliento.

Hyungsik bajó su oscura cabeza lentamente. Estaba divirtiéndose, tanteando los límites. El aroma delicado y fresco de su piel hizo que su cuerpo duro y fuerte se tensara. Sintió una súbita excitación que le sorprendió y puso fin a su actitud burlona. Reclamó sus deliciosos labios rosados con urgencia devastadora, y ese primer contacto incrementó su apetito.

A Minwoo le costaba creer lo que estaba haciendo, pero habría sido incapaz de moverse un milímetro para evitarlo. Le asolaba una tormenta de sensaciones que lo dejó mareado y desorientado. Sintió fuegos artificiales estallando en todo su cuerpo. Una dulce calidez se aposentó en su vientre y los músculos de su pelvis se tensaron. Se estremeció con violencia cuando la caricia de su lengua tentó la tierna cueva de su boca. El pinchazo de deseo que desgarró su cuerpo fue casi demasiado intenso, y emitió un gemido de protesta.

Chantaje - 4




—Tú...

—Sí, yo —contestó el aludido mirándolo de arriba, abajo.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué no te has ido?

—¿No me vas a invitar a pasar?

No tenía opción, así que Ryeowook se echó a un lado para dejarlo entrar y sintió que le temblaban las piernas. Cuando cerró la puerta y se giró, vio que Yesung miraba a su alrededor, que se fijaba en los muebles, en las fotografías de su hermano y él y en los libros que había en las estanterías.

Cuando sus ojos se encontraron, Yesung vio y reconoció algo en los de Ryeowook, reconoció aquella mirada que él mismo había tenido años atrás y que decía «aunque no tengamos mucho, es nuestro». Al instante, sintió una inmediata empatia que lo sorprendió y que se apresuró a disimular.

Y también tuvo que disimular el deseo que se había apoderado de él, aquel deseo que lo urgía a acercarse y a tocarlo, a acariciarle la mejilla y mucho más.

Sapphire Wolf (T7)- 19



—¿Por qué esto parece demasiado fácil? —preguntó Teukkie a Hyesung mientras caminaban lentamente por el bosque donde Lorelle los había dejado caer, literalmente, sobre sus traseros. Hyesung había dejado resbalar una palabrota nada típica de él, haciendo que Teukkie riera, lo cual le ganó otra palabrota.
—Porque así es —respondió Hyesung—. Lorelle es Fae; debe tener algo bajo la manga.
—¿Magia? —preguntó Teukkie.
—Exactamente. Junjin no la subestimará —dijo Hyesung con plena confianza en su compañero.
Teukkie deseó compartir esa confianza, pero todo en lo que podía pensar era que cuando los hombres los encontraran, estarían frenéticos y probablemente no pensarían muy claramente. Pero en lugar de advertir eso, hizo una pregunta.
—¿Crees que los otros están en situaciones similares?
—Probablemente —contestó—. Él ha establecido esto como una cacería, así que no va a quererlos delatando su ubicación al lanzar gritos de dolor… — hizo una pausa pensativamente luego terminó—. Por otra parte, podría tener algún hechizo que evite que cualquier ruido escape.
—Eso no está ayudando, Hyesung —gruñó Teukkie.
—Entonces sigamos con que sus situaciones son probablemente las mismas.

Sapphire Wolf (T7)- 18



Hyesung se puso de pie y caminó hasta el borde más lejano del claro como se atrevió. Se arrodilló y desnudó su cuello al lobo. Cuando escuchó un bajo retumbar, se sentó y luego lo miró.
—¿Recuerdas quién eres, Eric? —preguntó Hyesung.
—Supongo que ese es su nombre —susurró Hee.
Donghae lo hizo callar mientras empujaba a Hee para que se sentara a su lado. Los demás siguieron su ejemplo y escucharon mientras Hyesung hablaba con el lobo.
—Eres un hombre, no solo un lobo. Tienes familia, un hermano que ha llorado por ti. Eric, parpadea si me entiendes.
Esperaron con cierto recelo. Cuando él parpadeó, hubo un suspiro y luego, jadeos a lo largo del grupo.
—Está bien, eso es un comienzo —dijo Hyesung—. ¿Recuerdas quién eres? — Parpadeo—. ¿Recuerdas a tu hermano, Junjin? —Nada—. ¿Puedes aún tomar tu forma humana? —Parpadeo.
Otra ronda de jadeos.
—Bueno, ese es todo un loco juego de pelota, Hyesung —habló Hongki. Hyesung levantó un dedo para callarlos.

Chantaje -3



Tras un buen rato echándose agua fría en la cara y en las muñecas, Ryeowook salió del baño. Se preguntó qué tipo de embrujo había utilizado aquel hombre con él y sintió náuseas al pensar que iba a tener que enfrentarse a su hermano cuando él tampoco había podido evitar sus encantos.

De repente, deseó que aquel hombre, realmente, no fuera el padre del hijo de Donghae. Iba a ser el tío del hijo de aquel hombre, no debía olvidarlo. Ryeowook sintió que el estómago le daba un vuelco y temió vomitar.

Tras echar los hombros hacia atrás, entró en la cabina y, para su sorpresa, se la encontró vacía. La azafata se giró hacia él y Ryeowook se preguntó qué habría hecho Yesung. ¿Se habría tirado en paracaídas para escapar de él?

—El señor Kim está en el despacho que hay en la parte trasera del avión atendiendo una llamada de negocios. Me ha dicho que, si necesita usted algo, me llame. Aterrizaremos en menos de una hora, joven Lee —le informó en tono profesional.

Ryeowook asintió.

Seductores III- 1




Park Hyungsik entró en el palacio Zea por primera vez en diez años. El palacio, una espléndida mansión situada en las colinas de la Toscana, era tan famoso por su grandiosa arquitectura palatina como por la producción del legendario vino Zea, artífice de un imperio de viñedos situados por todo el mundo.

Por desgracia, los recientes reveses financieros se habían cobrado su precio: la deslumbrante colección de tesoros que una vez habían llenado la mansión había desaparecido y su grandeza empezaba a desvanecerse. Pero a partir de ese momento le pertenecía a Hyungsik. En su totalidad. Cada piedra y cada metro de productiva tierra, y él era lo bastante rico como para dar marcha atrás al reloj y remediar ese abandono.

Debería haber sido un momento de triunfo supremo. Sin embargo, Hyungsik no sentía nada. Hacía mucho tiempo que había dejado de sentir. Al principio se había tratado de un mecanismo de defensa, pero pronto se convirtió en un hábito que alimentaba.

Le gustaba la estructura limpia y eficaz de su existencia. No sufría altibajos emocionales. Cuando quería más, cuando necesitaba un poco de excitación que lo reviviera, la obtenía mediante el sexo o los retos físicos. Había escalado paredes rocosas en medio de tormentas de nieve, atravesado selvas en condiciones terribles, y practicado deportes extremos. No había descubierto el miedo, pero tampoco nada que le importara de verdad.

Chantaje 2

Era cierto que Ryeowook sólo había conseguido billete de ida, pues aquel fin de semana había un partido de fútbol y había sido imposible conseguir el de vuelta.

—Si era ése su plan, le advierto que no le va a dar resultado porque no me gustan las situaciones dramáticas y no me gustan los cazafortuna.

Ryeowook lo miró y sintió que la adrenalina se apoderaba de él.

—Donghae. Se llama Lee Donghae —le espetó—. ¿Le dice algo ese nombre o ni siquiera se acuerda del apellido de las personas con las que se acuesta?

—¿Qué ha dicho? —gritó Yesung.

Ryeowook se dio cuenta de que Yesung parecía realmente confundido.

—Es usted increíble. Así que se acuesta con alguien y ni siquiera recuerda su nombre...

Yesung se acercó a él, lo tomó de los hombros y lo zarandeó, lo que le hizo estar a punto de perder el equilibrio. Al darse cuenta de lo frágil que era, Yesung se apartó. Ryeowook se dijo que no debía mostrarse débil. No era el momento. Tenía que ser fuerte por su hermano.

Sapphire Wolf (T7)- 17




La habitación quedó completamente en silencio cuando Siwon terminó de leer, como si un hechizo hubiera sido lanzado, congelando el lugar. Sorpresa, incredulidad, frustración e ira se convirtieron en emociones tangibles en el aire listas para adherirse a la primera persona que se acercara lo suficiente.
Dambi fue la primera en moverse. Comenzó a caminar rápidamente, murmurando en voz baja, una y otra vez, el acertijo que Gura les había dado. Había algo sobre el mismo que le hacía pensar que sabía exactamente en dónde tenía a las parejas, pero cada vez que llegaba a él, éste se desvanecía como en una nube de humo.
—Junjin —le espetó—, reúnelos en el salón, ahora. —Salió de la destruida habitación a un ritmo inhumano sin preocuparle que acabara de darle una orden a un Alfa o si éste la fuera a seguir. Cuando entró en la sala de reunión poco después no se sorprendió al ver que estaba llena de sus aliados.
Wadim había estado con ella cuando encontró el papel y se había encargado de reunir a todos en el mismo lugar.
Una vez que estuvo en la sala todos se giraron y ella encaró al grupo reunido. El constante murmullo se había detenido cuando había entrado, ahora todos los ojos estaban puestos en ella. Se encontró con varias de las miradas, sosteniéndola solo un par de segundos antes de pasar a la siguiente persona. No habló y no lo haría hasta que Junjin y Siwon llegaran.
Un par de minutos más tarde, los dos Alfa pasaron a través de la puerta y el poder que irradió de ellos hizo que los lobos en la sala tambalearan, mientras que otros parecieron retroceder ante los dos hombres.

Seductores III


Introducción



Título: Seductores III
Autora original: Lynne Graham
Título original: Cautiva del Italiano. Serie Seductores
Género: AU, FLAFF
Clasificación: Rating {NC17}
Advertencia: Ninguna.

Comentario de adaptadora: Llegamos al tercer y último libro de la serie. Vuelvo y digo, no maltraten a mi niño.... Disfruten de la lectura.


Descripción:

Sería su esposo y el appa de su hijo… pero nunca tendría su amor.

Minwoo atendía mesas durante el día y por la noche limpiaba para escapar de los errores del pasado. Su mundo nada tenía que ver con el de Park Hyungsik, un millonario despiadado y guapísimo. Pero una noche, Hyungsik se fijó en que bajo aquellas horribles ropas, Minwoo escondía un cuerpo perfecto… y él le entregó su virginidad. Minwoo creía que eso sería todo… pero entonces descubrió que se había quedado embarazado.

Hyungsik había descubierto el secreto que ocultaba Minwoo y, por mucho que dijera que era inocente, no le creía. Quizá no fuera capaz de amarlo, pero se casaría con él y sería el padre de su hijo.



La historia original no es mía, YO SOLO LA ADAPTO, modifico nombres y una que otra situación. Créditos a su autora original y de traducción a quien corresponda.




Chantaje -1




Estoy seguro de que, si fuera a tener un hijo, lo sabría y, además, tampoco sería de su incumbencia, pues no lo conozco absolutamente de nada. Haga el favor de quitarme las manos de encima.

Lee Ryeowook estaba tan sorprendido por lo que había hecho que no se podía ni mover. Sus acciones habían conseguido parar a aquel hombre al que estaba mirando ahora. Se trataba de un hombre de bello rostro, era tan guapo que Ryeowook creyó que no podía respirar.

Lo único que su cerebro, cansado y agotado, podía registrar eran impresiones. Alto. Fuerte. Moreno. Guapísimo. Sexy. Poderoso. Sexy. Poderoso.

Los ojos que lo miraban lo hacían con tanta frialdad y arrogancia que era evidente que aquel hombre estaba seguro de que la acusación que acababa de verter sobre él era falsa y que debía de estar loco para haberse aproximado a él de aquella manera.

Aquella mirada helada lo podría haber convertido en hielo, pero, extrañamente, Ryeowook no sentía frío sino, más bien, todo lo contrario. Sentía un calor inconmensurable por todo el cuerpo.

Seductores II- Final



Hyuk dormía profundamente bocabajo cuando Wonwoo lo colocó en una postura más cómoda. Estaba tan cansado que no se movió siquiera. Sus días eran una pura aventura, porque la propiedad de los Kim constituía un maravilloso parque de recreo para un niño tan activo como él.
Wonwoo se vistió para la cena. Era una noche especial porque sería su última noche en Zelos durante algún tiempo. Mingyu había pasado la semana anterior viajando, yendo y viniendo a todas horas para intentar alargar lo más posible su estancia en la isla. Se mostraba tan reacio como él a abandonar aquel lugar, porque su luna de miel había sido mágica.
Admitió que nunca había soñado encontrar la felicidad tan rápidamente con Mingyu. Lo primero que había observado era que desaparecían sus reservas con su hijo, pero con el paso de las semanas desde la boda, además se había relajado con él. Sobre todo lo notaba en los detalles. Si tenía que trabajar en su despacho, en cuanto acababa iba en su busca. Lo despertaba a horas intempestivas para que desayunaran juntos porque claramente deseaba su compañía. Le gustaba que le despidiese cuando subía al helicóptero y le encantaba que lo esperase cuando llegaba tarde a casa.

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...