Domando al Guerrero- Capítulo 9



- ¿Nos detendremos otra vez en la abadía Siwon? -preguntó Hyukjae, acercando el caballo al de él- Está muy cerca.

-No. Con esta princesa entre nosotros, no.

-¿Qué princ... ?Ah él. Pero podemos dejarlo en el campamento mientras nosotros…

-¿Para que se apodere de otro caballo cuando no haya nadie para impedírselo? No, no pienso perderlo de vista ni de oído, aunque esto último me vuelva loco.

Hyukjae rió entre dientes, recordando lo que había escuchado antes de que Siwon arrojara al joven dentro de la tienda.

-Sabe expresarse con palabras, sí.

-Sólo has oído una pequeña muestra.

-¿Sabes a qué se refería cuando dijo que Sooman robaba una fortuna?

-Asegura que él no tiene derecho alguno sobre él, que no hay ningún compromiso matrimonial ni lo hubo nunca.

-Tú tenías dudas sobre la codicia de Sooman, ¿no?

-No importa -replicó Siwon terco- No se nos paga para que decidamos quién tiene derecho y quién no.

-Pero ¡por los clavos de Cristo, Siwon! ¿Te das cuenta de lo que eso significa? Si el viejo no tiene derechos ¿por qué entregárselo? Está en tu poder, ¿por qué no te lo quedas?

-¡Ni se te ocurra repetir eso! -bramó Siwon horrorizado-¡No quiero a ningún joven señor por esposo! ¡Y a ése, menos aún!

-¿Ni siquiera por Clydon?

Siwon vaciló por una fracción de segundo.

-No, aunque me ofreciera el reino entero.

-Clydon es igualmente tentador -apuntó Hyukjae con una sonrisa.

Sólo obtuvo una negra mirada. Siwon espoleó a su caballo y se adelantó, negándose a escuchar más.
Pero la idea había echado raíces en la mente de Hyukjae, buscó con la vista al maestro de armas de Sooman, y puso su caballo al paso junto a él.

-¿Cómo averiguó vuestro señor la muerte de Kim Jungmo?

-Posiblemente estaba en la carta que recibió de su sobrino, quien fue a las cruzadas con el rey. Le oí mencionar el nombre de ese caballero tras la llegada del mensajero.

-¿Supisteis que estuviera comprometido con Kim Heechul antes de eso?

-Ese compromiso nunca existió -resopló el hombre- Sólo le oí decir que el niño sería presa fácil, puesto que su gran señor aún estaba en Tierra Santa.

-¿No os parece que deberíais haber mencionado eso antes? -exclamó Hyukjae irritado.

No había esperado obtener una confirmación exacta, sino sólo más motivos de duda para ofrecer a Siwon.
El maestro de armas se encogió de hombros.

-Lo que hagan los barones no me concierne, pero no sé en qué habría cambiado eso las cosas, si a vosotros ya se os ha pagado para que llevéis al señor.

-¡Ah, he aquí la cuestión! Sir Siwon no ha aceptado esa paga.

El maestro se detuvo.

-En ese caso, ¿por qué llevamos a un joven inocente como él a un demonio como lord Lee Sooman?

-Buena pregunta -replicó Hyukjae.

Y se alejó para poner a su caballo al paso junto a la carreta de provisiones, donde el«inocente» joven padecía los tumbos de la marcha; debido a su enojo, Siwon se había negado a permitirle viajar a caballo.

-Se me ocurrió que os gustaría tener un poco de compañía.

Heechul le dedicó una mirada fría y apartó la vista.

-Puedo prescindir de los amigos de ese hombre, gracias.

Hyukjae hizo una mueca, pero insistió.

-Realmente, Siwon no es fácil de tratar cuando no se lo conoce bien, pero cuando lo comparéis con vuestro prometido os parecerá un santo.

-No me parece probable, Lee.

Hyukjae se encogió de hombros y no dijo más, pero siguió marchando junto a la carreta. Esperaba que la curiosidad del joven se impusiera... a menos que él hubiera mentido al decir que no existía tal compromiso matrimonial. Claro que, aun sin compromiso, él podía conocer a Sooman, y por tanto no necesitaba aclaraciones. En ese caso Hyukjae tendría que intentar un enfoque distinto para plantear su idea.

Pero la treta resultó. El lo miró de soslayo, su expresión no era tan gélida, aunque no ofrecía tampoco cordialidad.

-¿Conocéis a ese... ese cuervo que planea robarme mi herencia?

-Lo conozco, sí. Pero decidme una cosa señor, si él no es vuestro prometido, ¿con quién vais a casaros?

El bajó la vista y tardó varios segundos en responder. Por un momento, Hyukjae pensó que no lo haría. Por fin, lo que dijo fue muy distinto de lo que él esperaba.

-No tengo ningún prometido.

-¿Significa que el conde Kwon Jiyong planea mantenemos como pupilo suyo, a vuestra edad?

-No. Tengo su bendición para contraer matrimonio. Y habría resuelto el problema en una semana, si vos y vuestros amigos no os hubierais entrometido.

Dominado su enfado hasta el punto de que sólo un poco de amargura se filtraba en sus palabras. Pero Hyukjae seguía sin comprender.

-¿Cómo es posible eso? Si Kwon os envía a un esposo es porque ha firmado un contrato con vos, por tanto, ese hombre es vuestro prometido.

-No. Lord Jiyong no me envía a nadie. Aunque ya no importa, mi padre, antes de morir, le dijo que él se había encargado de eso, aunque en verdad la cuestión no estaba resuelta.

Hyukjae frunció el ceño, pues aún no comprendía.

-Pero Kwon necesitaba saber el nombre del escogido para dar su bendición, así como para firmar el contrato por vos, si es que, como decís, vuestro padre murió sin hacerlo. ¿Por qué aseguráis que no estáis prometido y que, no obstante, pensabais casaros en el plazo de una semana?

Heechul detestaba admitir lo inconcebible, que su padre le había permitido firmar su propio contrato. Choi no se había molestado en analizar lo que le había dicho. ¿Y ahora era su amigo el que no podía dejar el asunto en paz?

-¿Qué importa por qué ni cómo, sir Hyukjae? Sólo importa que me lleváis a...

-¡Esperad! Si no tenéis prometido, tampoco hay contrato. Y como Kwon no está aquí, ¿quién firmará por vos?

Heechul suspiró.

-Yo mismo. Antes de estallar en chillidos, sabed que así lo quiso mi padre. Me dio a escoger entre dos candidatos que él aprobaba, pero murió sin saber cuál prefería yo. Al decir a lord Jiyong que él había resuelto la cuestión, se aseguró de que yo pudiera aún elegir. No sabía que me resultaría tan difícil comunicarme con ellos para ofrecerle la alianza, y tampoco que la noticia de su muerte circularía con tanta prisa, tentando a otros hombres a tomarme por la fuerza.

Hyukjae lo miraba, incrédulo.

-Lo que decís va contra toda costumbre, señor. No es corriente.

-En estas circunstancias, se hace con mucha facilidad. Olvidáis que lord Jiyong cree que el contrato fue establecido por mi padre. Por eso me ha dado permiso para casarme. Sir Henry, el castellano de lord Jiyong, debía venir a la boda para recibir el homenaje de mi esposo a Kwon y llevarse copias del contrato matrimonial. No hacía falta otra cosa para que todo quedara resuelto legalmente y sin más consecuencias.

-No, a mi modo de ver. Creo que también se necesita vuestro acuerdo para evitar consecuencias futuras. Sin embargo, Sooman está decidido a adueñarse de vos. En vuestra opinión, ¿qué resultaría de esto?

-No estoy familiarizado con los matrimonios forzados, sir Hyukjae, y no sé qué deciros. Sólo puedo afirmaros esto, a menos que Sooman me mate antes del retorno de lord Jiyong, yo me encargaré de hacerle saber que fui obligado. Lo que ocurra entonces es cuestión de hombres. Pero también puedo deciros que lord Jiyong estimaba a mi padre y me tiene afecto. Posiblemente haga la guerra por recuperarme, haya o no progenie de este enlace. Pero eso no os incumbe, ¿verdad? -agregó resentido- Por lo que sé, vuestro deber consiste sólo en entregarme a Sooman.

-Pero ¿y si estuvierais dispuesto a casaros con Sooman? -inquirió Hyukjae.

- En ese caso ¿quién podría saber que no es él el que mi padre eligió para mí?

-¡Por Dios, señor mío, es una locura decirme eso! Si yo se lo repitiera a Sooman, él sí tendría motivos para mataros antes del retorno de Kwon.

-También tendrá que matar a todos los allegados míos que conocen la verdad y, por tanto, matar a todos los de Clydon, pues yo moriré bajo tormento antes que revelarle nombre alguno. De un modo u otro, lord Jiyong sabrá si se me ha obligado o no, decidle eso también, si pensáis decir algo. Y ahora, sir Hyukjae, os ha llegado el turno de responder preguntas.

-Sí, lo justo es justo -reconoció él

-Decidme si existe alguna posibilidad de que yo pueda aceptar sin coerción el casamiento con Sooman. Obviamente, es hombre sin honor, pero ¿hay algo más que pueda servirle de recomendación?

-¿Queréis la verdad, señor?

-Sería lo mejor -replicó secamente.

-En cuanto a su carácter, no tiene nada recomendable. Pese a eso, el que os dejéis convencer de aceptarlo depende de lo que consideréis importante. Es bastante rico, si eso os importa. Es un gran señor, con vasallos en abundancia, recibidos de sus anteriores matrimonios, para el caso de que eso sea de vuestro interés. Si ninguno de esos hombres lo estima ni lo respeta se debe a su manera de ser, que ofende a todos. Si os interesa tener hijos, no tendréis ninguno de él; os veréis obligado a esperar la viudez y un nuevo matrimonio, y eso sólo si su numerosa familia está dispuesta a renunciar a alguna parte de su herencia, cosa que pongo en duda. Son tan codiciosos como él. En cuanto a...

-Creo que con eso basta, sir Hyukjae -interrumpió Heechul más pálido que antes- Decidme por qué no es posible tener hijos con él. ¿Está lisiado o incapacitado por algún motivo?

-No, señor mío, pero es viejo. No tanto, como para no... eh... intentarlo.

Heechul palideció aún más, tal como él esperaba, aunque sus ojos parecieron dispuestos a freírlo al replicar.

-¿Y a ese hombre me vendéis?

No resultó fácil, a esa altura, fingir indiferencia.

-Quien necesita dinero no analiza mucho el trabajo, y éste es nuestro medio de vida: vender nuestros servicios. Si nosotros no aceptáramos la misión, Sooman contrataría a otros para lo mismo. Pero su ofrecimiento fue demasiado tentador como para pasarlo por alto, sobre todo considerando que permitía a Siwon comprar el feudo que desea.

-Si desea tierras, yo le daré un rico feudo, a condición de que me lleve de regreso a Clydon.

Hyukjae gruñó para sus adentros. Siwon lo mataría si llegaba a descubrir lo que él estaba rechazando en su nombre.

-Haría falta más que eso para hacerle cambiar de idea. Tiene que mantener su reputación, y demostrar que nunca deja de cumplir con la tarea encomendada.

-¿Eso es todo? ¿No ha dado su palabra ni aceptado ya su paga?

- No, señor.

-¿Es normal obrar así?

-No -admitió Hyukjae- pero Sooman le gusta tan poco como os gustará a vos.

-En ese caso no hay problema.

-Hay un problema muy grande -refutó él- La reputación no es nada desdeñable en nuestra profesión.

-¿Vale lo que dos feudos? -ofreció Heechul.

Hyukjae estuvo a punto de sentir un sofoco. Siwon lo mataría si se enteraba de eso, y con motivos. Pero él estaba decidido a jugar a todo o nada.

-Al parecer, olvidáis vuestra situación actual, lord Heechul. ¿Qué obligaría a Siwon a conformarse con tan poco, si os tiene en sus manos y podría adueñarse de todo desposándoos él mismo? Es una gran pena que no se deje persuadir alrespecto, pues reconoceréis, sin duda, que representa el menor de dos males.

Heechul recuperó con creces el color.

-Tal vez yo no le aceptaría. Vuestro amigo es un patán vulgar, con los modales del peor de los aldeanos.

-Sí, en efecto. –Hyukjae sonrió- Es que no ha tenido mucha relación con jóvenes señores dispuestos a corregir sus modales. Por otra parte, es joven, fuerte y no carece de medios. Aunque ahora carezca de tierras, tiene los medios para corregir esa falta: la pequeña fortuna que ha ahorrado con ese fin.

-¿Unos miles de marcos? -se burló.

-Antes bien, unos quince mil -corrigió Hyukjae con mucho placer.

-¿Cómo es eso? -preguntó Heechul- Los mercenarios no ganan sumas tan altas, cualquiera sea su reputación. Y a propósito: ¿por qué se mostró Sooman dispuesto a pagar tanto?

-Sooman estaba desesperado por contratar a Siwon para esa misión, pues le informaron que nunca fallaba. Pensaba ofrecerle sólo cien marcos, lo cual es bastante para una tarea tan sencilla y que requeriría tan poco tiempo. Pero Siwon rechazó esa oferta y las posteriores, hasta que se llegó a quinientos marcos, cifra tan alta que era imposible rehusarse de plano. En cuanto a vuestra otra pregunta, es cierto que el trabajo de mercenario no se paga bien. El mayor rendimiento está en la posibilidad de tomar botín y pedir rescate. Y en ese aspecto hemos tenido suerte. Ya veis que no iría al matrimonio con las manos vacías. Pero he hecho mal en mencionar esto. Como dije, no se le puede convencer...

-¡Que a él no se lo puede convencer...! Tal como veo las cosas, yo debería ser el persuadido, para que las cosas se hicieran con la bendición del conde. Si yo no facilitara las cosas diciendo que es el hombre escogido por mi padre, su situación sería igual a la de lord Sooman. ¿Y cómo osa no dejarse tentar, si sus quince mil marcos no pueden compararse, ni remotamente, a Clydon y todo lo que la propiedad significa?

-Según creo, él no ve las cosas con tanta claridad, señor. Sólo ve que no os atrae...

-En efecto -replicó con sequedad.

-Bueno, ya veis. Como no os obligaría a casaros con él, rechaza la idea por completo. No se le ha ocurrido pensar
que pudierais preferirlo a Sooman.

-Lo que preferiría es no casarme con ninguno de los dos, Lee, y bien lo sabéis. Tampoco tenéis en cuenta el hecho de que mis vasallos vendrán por mí, y no al paso de tortuga al que estamos viajando.

-¿Lo creéis así? ¿Aun si pensaran que vos moriríais si intentaran recuperaros?

Heechul entornó los ojos para mirarlo.

-¿Y por qué pensarían eso?

-Porque así lo indica la advertencia dejada por Siwon en vuestra alcoba.

-¿Seríais capaces de matarme?

-No, pero ¿se arriesgarían vuestros vasallos a averiguarlo?

Heechul no contestó. Durante unos segundos la furia le impidió decir palabra. Al cabo dijo:

-¿Por qué os molestáis en dar a entender que puedo elegir, si decís al mismo tiempo que no hay alternativa? ¿Cuál es vuestro propósito, Lee?

-Lo hago por curiosidad, supongo; me gustaría saber qué escogeríais si tuvierais la posibilidad. Y estuve preguntándome si podría convencer a Siwon, si hay alguien capaz de persuadirlo, ése soy yo, pues ningún otro se atreve a desafiarlo como yo, aunque sólo hasta cierto punto. Pero no tiene sentido intentarlo si no cuento con vuestro permiso. Como veis, todo se reduce a un juego de posibilidades.

-Podríais haberme mentido con respecto a Sooman -señaló amargamente.

-Cierto, pero no es preciso que aceptéis mi palabra. Los hombres que marchan detrás de nosotros le han servido durante un año. Preguntad a cualquiera de ellos y probablemente recibiréis la misma opinión. Dudo que tengan la inteligencia necesaria para mentir, pero tampoco tienen motivos para hacerlo. Cada uno de ellos detesta a ese hombre por su perversidad y sus crueldades.

-Tengo un vecino que inspira esos mismos sentimientos a su gente. Cruzasteis espadas con algunos de sus hombres, ayer por la mañana, cosa por lo que en su momento os estuve agradecido.

-¿Y ya no?

Eso no merecía siquiera respuesta; al menos, así lo sugirió la expresión de Heechul.

-Veamos si he comprendido bien -dijo el joven-: si os manifiesto que me casaré de buena gana con Choi, ofreciéndole el mismo contrato que habría ofrecido al hombre elegido por mi padre, vos haréis el esfuerzo de convencerlo para que me despose, dejando a Sooman fuera del asunto.

- Correcto.

-¿Cuánto tiempo me concedéis para pensarlo?

-Sólo hasta que acampemos en esos bosques -dijo Hyukjae señalando un punto que estaba apenas a diez minutos de marcha- Necesito tiempo para persuadir a Siwon, y si él accede, la boda tendrá que celebrarse esta misma noche.

-¡Cómo! -exclamó Heechul.

-Estos bosques pertenecen a la abadía que está más allá. Si Siwon está de acuerdo, el obispo allí residente podrá casaros. Tendrá que ser esta noche, pues si damos a Siwon tiempo suficiente para pensarlo, acabará por cambiar de idea.

- Lee sé que feo no soy.

-No es nada personal contra vos, señor. Siwon desconfía de todos los jóvenes de alcurnia, ha tenido malas experiencias. Siendo así las cosas, utilizaré a Clydon para tentarlo, ¿comprendéis? Una vez casados ya tendréis tiempo suficiente para ganaros su confianza.

-No fortalecéis vuestra causa diciéndome eso, sir Hyukjae.

-Tal vez no, pero reconoced, señor, que Siwon es joven y puede cambiar su manera de ser. Sooman en cambio, no.

-Retiraos, que necesito cada segundo restante para pensarlo bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...