Domando al Guerrero- Capítulo 10

Hyukjae estaba desolado. Hacía casi una hora que insistía, pero Siwon no cambiaba de actitud, aunque aún no perdía la paciencia ni dejaba de escuchar sus argumentos.

Sentados ante la fogata, cerca de la tienda de Siwon, tragaban por la fuerza los restos de la poco apetitosa comida preparada con celeridad. Heechul estaba en el otro extremo del campamento, ante otra fogata; Kangin y Kyuhyun habían sido enviados para custodiarlo, bajo la excusa de hacerle compañía. Hyukjae notó que Siwon desviaba los ojos hacia él repetidas veces durante la conversación, aunque Heechul no los miraba en ningún momento.

Si algo en el joven atraía a Siwon, Hyukjae cambiaría de táctica. Pero sabía que a su amigo le atraían muchachos más llamativos y más robustos, por cierto. Tal vez conviniera cambiar de táctica, después de todo, pese a que aún le quedaban unas cuantas cosas por decir en favor de Clydon,

-No te comprendo, Siwon no conozco a un hombre que no se precipitara sobre esta oportunidad; cualquiera aceptaría casarse con él aun por la fuerza. Y tú puedes desposarlo con su anuencia. ¿No has pensado en el poder que obtendrías con los ingresos anuales de Clydon? ¡El servicio de cien caballeros! Imagina cuántos feudos ha de tener ese joven, además del castillo de Clydon, para contar con tantos ingresos.

-Me sorprende que no le hayas pedido un inventario completo, aprovechando la oportunidad.

Hyukjae enrojeció. A Siwon no le había gustado en absoluto que él hubiera abordado al joven en ese aspecto, sobre todo por esos motivos. Hyukjae acababa de relatarle todo lo dicho por él, exceptuando el ofrecimiento de dos feudos si lo devolvían a los suyos. De nada servía. Siwon, simplemente, no estaba interesado.

-¿Te das cuenta de que Clydon equivale a tanto como las tierras de tu padre? -dejó caer Hyukjae. De inmediato agregó, antes de que Siwon pudiera reaccionar ante la mención de la riqueza paterna- ¿Y has tenido en cuenta que sólo deberías jurar fidelidad a Kwon? Como dueño de Farring Cross tendrías que jurar ante el rey Shing. Es mejor un conde que un rey, sobre todo si al rey le gusta tanto la guerra. Habría menos exigencias...

-De mi señor feudal, sí, tal vez. Pero ¿y las exigencias de administrar un feudo tan grande? ¿Le preguntaste hasta qué punto está él a su vez enfeudado? ¿O cuántos vasallos tiene? ¿De cuánta gente es responsable? Yo sólo quería un pequeño feudo para cultivar y en el cual instalarme Hyukjae. Nunca concebí la idea de obtener tanto poder como mi padre.

-Porque era una idea imposible. Podrías vender tu espada durante el resto de tu vida sin aproximarte jamás a la suma necesaria para comprar un feudo como Clydon, pero he aquí que te lo regalan, sin más costo que casarte con ese joven. Ni siquiera te es preciso luchar por él.

-¿No? ¿Crees que Sooman renunciará sin hacernos una visita? El también tiene vecinos que llaman a su puerta con arietes, por si no lo recuerdas.

Hyukjae se encogió de hombros ante ese sarcasmo.

-Pero tu fuerza ya no sería sólo de treinta hombres, Siwon. Tendrías ejército propio y, en caso necesario, podrías pedir otro a Kwon. Algo más: es más sencillo conseguir ayuda de un conde que de un rey.

-De acuerdo, pero nada podría compensar los dolores de cabeza que me darían él y sus acompañantes. Por los clavos de Cristo, Hyukjae, ¿contabilizaste todos los que tiene a su cuidado?
- ¿Es por eso que te opones?
-Me opongo por él. No quiero a ningún joven caballero en mi vida; menos aún a uno que cree medir dos metros de estatura y que no sabe cuándo provoca a un hombre más de lo debido.

Hyukjae estuvo a punto de sonreír, pues ahora sabía que era posible convencer a Siwon, sólo estaba herido por los insultos que el joven había descargado sobre él.

-Quizá sea demasiado audaz, porque hace tiempo que manda sobre todo cuanto lo rodea. Sólo necesita un esposo que lo ponga en cintura.

Como Siwon gruñera, optó por su último argumento:

-¿No pensabas tomar un esposo una vez compraras Farring Cross?

-Sí. Un mozo de aldea, de sangre caliente.

Hyukjae lo miró por un momento, horrorizado. Pero ya tenía las municiones que necesitaba.

-¿Y quién se encargará de atender tu casa ? ¿Crees que los sirvientes trabajarán sólo porque hay trabajo que hacer? ¿Que aceptarán directivas de un igual, sólo porque lo hayas elevado a la condición de esposo?

-Si yo lo digo...

-Siwon amigo mío, hablas como un idiota, terco por añadidura... No, escúchame -se apresuró a agregar, ante el ceño furibundo de su amigo-: ¿Puedes dar una espada a un aldeano y decir que es caballero?

-No seas estúpido -gruñó Siwon.

-Claro, para ser caballero se requieren años de aprendizaje. Y también se requieren años para ser un joven señor. Las habilidades no se traen desde la cuna, Siwon a un joven señor se le adiestra para que cumpla con sus funciones, tal como se nos adiestró a nosotros. ¿Quieres vivir durante años como los cerdos, mientras tu mozo de aldea aprende a realizar las funciones de joven señor? ¿Y quién le enseñará, sino otro? ¿Y qué joven condescendería a educarlo por precio alguno?

- ¡Basta Hyukjae!

-Sí, basta ya, Lee -dijo otra voz. Lord Heechul apareció en el círculo delimitado por el fuego, Kangin y Kyuhyun lo seguían a poca distancia- Si no habéis obtenido su asentimiento hasta ahora, lo más probable es que no lo obtengáis. Y no necesito que se obligue a ningún hombre a aceptarme. Esta idea fue vuestra, no mía... ni de él, por cierto. Accedí sólo por un motivo: pintasteis de él un retrato mejor que de Sooman. Pero resulta obvio que Sooman es el mejor de los dos; al menos, se siente capaz de ser el lord de Clydon, mientras que vuestro amigo parece poner en duda su propia capacidad de gobernar un feudo tan grande.

Hyukjae emitió un gemido. Ni queriendo podría el muchacho haber dicho nada peor. Comparar a Siwon con Sooman ya era bastante, pero decir que Sooman era mejor... Y, además, poner en tela de juicio no sólo la capacidad de Siwon, sino también su coraje, dando a entender que tenía miedo de enfrentarse al desafío representado por Clydon.

Siwon se levantó de un brinco antes de que el joven hubiera terminado de hablar. A Hyukjae no le hubiera sorprendido que lo ahorcara por aquellos nuevos insultos. Siwon estaba tan furioso que, de momento, no pudo hablar. Lo fulminaba con los ojos y el joven, que Dios lo amparara, no parecía temerle en absoluto. Hasta se atrevió a provocarlo aún más.

-Si me equivoco, Choi, decidlo. ¿O preferís hacerme creer que rechazáis a Clydon porque os doy miedo?

El aire surgió sibilante entre los dientes del caballero.

-¡Ensíllale un caballo Hyukjae! ¡Ahora mismo iremos a la abadía!

En tanto él marchaba en busca de su propia montura, Hyukjae miro a Heechul con incredulidad y vio que sonreía.

-¡Lo hicisteis adrede!

El se encogió de hombros.

-Me pareció que necesitabais un poco de ayuda. Tal como dijisteis, lo prefiero a Sooman.

-Pero difícilmente os perdone lo que acabáis de insinuar, señor.

Heechul volvió a encogerse de hombros.

-Si es tan estúpido como para no comprender que le acicateé para que tomara la decisión correcta, en su propio beneficio, desde luego, el problema es suyo.

-Pues me temo que el problema será vuestro –murmuró Kangin, a su espalda.

Kyuhyun se apresuró a concordar:

-¿Estáis seguro de querer casaros con él, señor?

-Preguntadme, en cambio, si quiero a Sooman, a quien estabais tan dispuestos a entregarme.

Dejó tras de sí aquellas tres caras enrojecidas y fue en busca de su caballo.





Siwon sabía perfectamente que le habían impulsado a aquella boda, pero estaba dispuesto con la única finalidad de hacer que el joven se arrepintiera de haberle manipulado así.

Se encontraban en estos momentos en la abadía para su tan esperada boda. Había que firmar el contrato matrimonial y Siwon, aunque eso no le gustara, lo sabía necesario; más aún, ese documento estaba considerado como lo más importante en cualquier boda.

Además, siendo ese joven tan astuto, habría que prestar mucha atención cuando dictara las condiciones al joven monje que actuaba como escribiente.

Para la discusión se los hizo pasar a una sala pequeña, Hyukjae y Kangin actuarían como testigos de Siwon, el monje sería el de él. El caballero habría preferido analizar antes las condiciones en privado, pero Heechul insistió en que no lo hiciera, pues Siwon no podía dejar de hallar todo de su agrado: pensaba ofrecerle lo mismo que habría ofrecido a lord Jung Yunho. ¡Por fin Siwon conocía el nombre del candidato!, si eso resultaba cierto o no, quedaba por ver. En caso contrario, le sería difícil discutir delante del monje. Y sin duda el joven contaba con eso.

Sólo después de hablar con el padre Changmin y de que éste accediera a casarlos, Siwon cayó en la cuenta de que el pequeño plan de Hyukjae podría haberles estallado en la cara, el señor podía haber pedido santuario al obispo. Justamente, era la razón por la que Siwon no había querido llevarlo a pasar la noche en la abadía. Se preguntó por qué no lo hacía así, la idea tenía que habérsele ocurrido. Puesto que había puesto tan en claro la pobre opinión que él le merecía, era imposible que deseara casarse con él. Sin embargo no demostró la menor renuencia ante el padre Changmin, desde su llegada a la abadía sólo mostraba un sereno dominio de sí.

-Antes de establecer las condiciones, sir Siwon, tenéis derecho a saber lo que vais a recibir.

Él resopló al notar que el joven señor volvía a hablarle en términos de cortesía. Heechul al percatarse de eso, le dedicó una sonrisa destinada a fastidiarlo y continuó

-Como mi padre ha muerto dejándome como único heredero, no llego a vos con una simple dote, sino con toda mi herencia. Además del castillo de Clydon, con sus tierras de cultivo y su molino, hay otros dos torreones: Torre Brent y Colina Roth; no son tan grandes, pero tampoco pequeños. Hay también otras dos fincas cerca de Colina Roth y tres casas solariegas fortificadas, con sus caseríos, cerca de Kwon.

Siwon quedó impresionado. Fue a Hyukjae a quien se le ocurrió preguntar:

-¿Cuál escogéis como dote inestimada?

-Creía haber puesto en claro que no aporto una dote, sino todo lo que mi padre poseía. Siendo así, deseo conservar la mitad de mi herencia en caso de que a sir Siwon le ocurriera algo antes de que nacieran hijos de esta unión. Si hubiera un hijo que heredara, yo sólo reclamaría para mí el uso de Clydon hasta el día de mi muerte, momento en el que pasaría a mi hijo. Si yo muriera antes que sir Siwon, todo seguiría en poder de él, por supuesto, pues no tengo otro familiar que pueda reclamar propiedad alguna.

-¿Te parece razonable, Siwon? -preguntó Hyukjae.

Era más que razonable: él le estaba entregando todo cuanto poseía por tanto tiempo como él tuviera de vida. Pero Siwon no confiaba en Heechul: en algún sitio había una trampa, sólo que no lograba verla.

En vez de responder a Hyukjae, se dirigió al muchacho.

-Decís que sólo deseáis la mitad de vuestra herencia si yo muriera? ¿A quién pasaría la otra mitad, en ese caso?

Heechul lo miró como si lo creyera idiota.

-Es habitual que la familia del esposo se dispute la propiedad cuando éste muere. Con frecuencia tratan de conservarla toda, aunque lord Jiyong lo impediría, en mi caso. Pero la familia de lord Yunho habría pedido la mitad, al igual que la de lord Hanheng, si éste hubiera respondido antes a mi invitación. Por tanto, yo estaba dispuesto a dar la mitad para formar una u otra de esas alianzas. Tal como dije, os ofrezco las mismas condiciones. Bastará con que vos hagáis otro tanto, comprometiéndoos a legarme la mitad de vuestras posesiones, suma que me sería dada sólo en caso de vuestra muerte. Pero creía que estábamos de acuerdo en dejar el análisis de las condiciones para más adelante.

-¿No habéis terminado? -preguntó Siwon frunciendo el ceño.

Heechul meneó la cabeza.

-Sólo he mencionado lo que está bajo mi dominio, no enfeudado. Sin embargo, debo mencionar ahora que otros dos feudos han vuelto a mí por la muerte de esos vasallos, uno sin herederos y el otro con una hija de muy corta edad, que ahora es pupila mía. En realidad han sido tres los vasallos que han muerto con mi padre en las cruzadas, pero el tercero tenía tres hijos varones, de los cuales el mayor ya me ha jurado vasallaje por la casa solariega que ahora ocupa.

Siwon pasó por alto el gruñido de Hyukjae. Ninguno de ellos sabía, de momento, que el joven tuviera tantas tierras.

-¿A cuántos vasallos llevó consigo vuestro padre?

-A cuatro. Han Jaejoong continúa junto a lord Jiyong, como los caballeros del castillo, aunque ya hemos perdido a uno de ellos, como os conté al presentaros a su viudo. El hijo de sir Jaejoong ya me ha jurado vasallaje por su padre, que ocupa por mí una casa solariega y un puente con peaje.

Siwon preguntó, casi con miedo:

- ¿Eso es todo?

Heechul volvió a menear la cabeza.

-Tengo otros tres vasallos que no partieron con mi padre. Sir Yoochun ocupa una finca y cuatrocientos acres cerca de Bedforf. Sir Junsu, una finca y un molino que valen el servicio de tres caballeros. Y lord Hyun, padre de Jey, a quien conocéis, ocupa el Torreón Forthwick, un molino y dos ricas casas solariegas.

Hyukjae dejó escapar un sonoro gruñido. Siwon ya no estaba seguro de sus pensamientos. Clydon no era sólo igual a las propiedades de su padre, sino que las sobrepasaba.
A falta de algo mejor que decir, pues estaba francamente sobrecogido, preguntó:

-¿Y cuánto os debe lord Hyun, como servicio de caballeros?

-Doce caballeros por cuarenta días, si me fueran necesarios. Pero si lo que os interesa es el ingreso, equivale a doscientos cuarenta marcos al año.

- ¿Y los otros?

-El servicio de quince caballeros y medio.

Siwon calculó rápidamente y observó, con suspicacia:

-Pero eso representa sólo quinientos cincuenta marcos de ingresos, señor mío. ¿De dónde proviene el resto que proclamasteis? No ha de ser de las tierras bajo vuestro dominio, sin duda.

Heechul replicó, paciente:

-No. Las tierras no endeudadas rinden ochocientos marcos al año. La tutela es de dos fincas con sus aldeas, y suma ciento cincuenta. Del torreón y la ciudad de Birkenham es de donde...

-¡Birkenham! -exclamaron los tres hombres, al unísono.

-¿La ciudad de Birkenham es vuestra? -preguntó Siwon

-Y el torreón que la custodia -completó él-.¿Conocéis Birkenham, por lo que veo?

-¿Quién no conoce esa ciudad, señor? ¡Es casi tan grande como Lincoln!

-En efecto -respondió Heechul, sin la menor presunción en la voz- Pero como os decía, Birkenham es la más rica de las propiedades; sus aportaciones suman quinientos marcos al año. Es también el feudo que ha vuelto a mí, pero no he averiguado aún los ingresos adicionales que eso representa ni lo sabré hasta el día de San Miguel.

-Pero ¿por qué subenfeudó vuestro padre una propiedad que vale más que Clydon, si sus aportaciones, por sí, suman quinientos marcos al año?

Por fin Heechul sonrió.

-¿Nunca habéis tratado con mercaderes y hermandades de artesanos, sir Siwon? Birkenham es el feudo más rico, pero también el más problemático; además, demanda mucho tiempo para quien no resida allí. Para mi padre fue un alivio ponerlo en otras manos.

-¿Y ahora será problema mío? -graznó él.

-No tiene por qué representar un problema -le indicó frunciendo el ceño- Sólo debéis decidir si queréis conservarlo o si lo entregáis a vuestros hombres o a uno de los míos. Otorgádselo a sir Hyukjae -se burló- Con su labia, puede tratar muy bien con los exigentes mercaderes.

-¡Por todos los santos, Siwon! -protestó Hyukjae horrorizado- ¡No se te ocurra siquiera...!