Domando al Guerrero- Capítulo 33



-Perdona -dijo, malhumorado. Heechul comprendió que hablaba con sinceridad; se le veía abochornado- Son demasiadas cosas las que me están ocurriendo al mismo tiempo.

Heechul sabedor de lo que sentía, le sonrió para asentarlo.

-Nada que no se pueda solucionar, milord. -Y se acercó un poco más para susurrarle- La clave consiste en hacerse cargo de la situación y asumir el mando... así -La mirada de alarma que recibió le hizo agregar- Tranquilo. Esta vez no serás tú el blanco.


Heechul se volvió hacia los dos hombres, que seguían de pie. Habían interrumpido su propia conversación, aunque no se pudiera saber cuánto habían oído del diálogo entre los esposos. Pero Hanheng no parecía tranquilo, por cierto.

Era de pelo castaño y de ojos que habitualmente eran tan alegres como los de Kangin, pero en aquellos momentos no revelaban buen humor. Kangta tenía razón: ese hijo no se le parecía en absoluto, pero no resultaba extraño. Lo extraño era el notable parecido existente entre Siwon y él, que a Hanheng no podía haberle pasado inadvertido. Cierta vez había comentado que, por parte de su padre, tenía primos y tíos a los que no conocía. Si al ver a Siwon lo había tomado por uno de ellos, era explicable que estuviera desconcertado por haber oído decir a Heechul que eran hermanos. Y si no lo había oído, las sospechas no tardarían.

-Bueno, lord Kangta, aunque vuestro padre haya logrado ocultar a los parientes de Hanheng la existencia de Siwon, reconoceréis que ahora ha dejado de ser un secreto. ¿Vais a presentar a vuestros hijos o debo hacerlo yo?

Las sospechas debían de existir ya, sí, pero la confirmación hizo que Hanheng avanzara a tropezones hasta un asiento. Kangta miró a Heechul con el ceño fruncido, pero él no le prestó atención. Tampoco a Siwon, que estaba igualmente ceñudo por lo brusco de la información. Lo más interesante era la reacción de Hanheng: antes que sorpresa, revelaba alarma. ¿Por qué? Era el heredero de su padre, así nombrado en su testamento. ¿Acaso pensaba que eso cambiaría a partir de ahora? Tal vez, si suponía que su padre acababa de descubrir la existencia de ese otro hijo.

-No lo sabías, ¿verdad Hanheng ? -preguntó con más suavidad, recordando tardíamente que ese hombre siempre había sido su amigo.

-No – Hanheng miró a su padre- ¿Y tú?

-Sí, desde hace varios años -admitió Kangta.

-¿Cómo no se te ocurrió decírmelo? ¿No pensaste que podía interesarme saber que tenías otro bastardo, mayor que yo?

Esa acalorada acusación fue hecha en un tono y con una expresión tan poco habituales en él que Heechul dio un respingo. Notó que a Siwon no parecía llamarle la atención; claro que él no conocía el temperamento normal de Hanheng, tan despreocupado. Tampoco Kangta se mostraba sorprendido; quizá había presenciado algún otro arrebato similar. Pero Heechul no podía decir lo mismo, y aquel Hanheng le resultaba muy diferente del que él conocía. Eso lo llevó a recordar, bajo una nueva luz, las palabras del proscrito. Aunque pareciera imposible que Hanheng pudiera presentar dos caras tan distintas, en realidad así era.

-Nunca tuve motivos para decírtelo -estaba respondiendo Kangta- Debido a lamentables malentendidos, Siwon y yo hemos vivido alejados a lo largo de estos años.

-¿Y ya no es así? -acusó Hanheng.

-Me alegra decir que no, en efecto -replicó el padre. Luego, con más aspereza- Tu reacción es comprensible, Hanheng, pero no se justifica. Esto no altera las circunstancias de tu propia vida. En cambio, sí las altera la noticia que te llevaba a Warhurst. Hoy te enteras de que no sólo tienes un hermanastro sino también una hermanastra, el mes pasado, mi esposo dio a luz a una niña.

Hanheng palideció. Heechul echó un fugaz vistazo a Siwon no parecía sorprendido. Obviamente Kangta ya le había informado de que tenía una hermana y eso no le disgustaba en absoluto. Claro que a él le daba igual. Pero para Hanheng no era así; tratándose de heredar o no una propiedad tan grande como Lyonsford, debía de importarle muchísimo.

-Las condiciones que se me impusieron al nacer tú, Hanheng, eran ¡lógicas y no estaban destinadas a aplicarse plenamente. El hecho de que mi esposo pasara tantos años sin darme descendencia puede haberte llevado a esperar más de mí, pero eso no puede ser. Te di Warhurst. Con eso debes satisfacer tus necesidades.

-¿Por qué? ¿Te parece más de lo que un bastardo debería esperar? ¡Olvidas quién fue mi abuelo!

-No, no lo olvido -dijo Kangta fríamente, cediendo por fin al disgusto que le inspiraba su hijo- Si a alguien le importaba era a mi padre; a mí, no.

Hanheng no podía asimilar todo aquello al mismo tiempo. Esa hermanita no le parecía real. Era un bebé; los bebés morían. Siwon, en cambio, era real; estaba allí, presenciando su bochorno. Y a él parecía serle imposible dejar de hacer el tonto.

-Y a él ¿qué le das, padre? -dijo burlonamente, mientras clavaba en Siwon una mirada furiosa.

Pero volvió a palidecer al ver que Siwon se levantaba para aceptar el tácito desafío. También Heechul se levantó para interponerse. Si él podía evitarlo, nadie pelearía en su salón. Pero fue Kangta quien desactivó la súbita tensión.

-No creo que eso te incumba Hanheng. Lo que él recibe de mí le fue dado hace mucho tiempo, cuando cumplió los diez años, de modo que ya no forma parte de Lyonsford. La transacción fue aprobada por el rey; dictamina que la propiedad pasará a manos de Siwon cuando cumpla los veinticinco años. No es una ciudad como Warhurst, sino un pequeño torreón, pero tengo la certeza de que él quedará muy satisfecho.

-¿Quedará? -repitió Hanheng, con una risa despectiva. Al parecer, encontraba algo gracioso en aquello- ¿Has esperado hasta ahora para decírselo?

Heechul sentía deseos de dar un puntapié al joven lord. ¡Pensar que había pensado en casarse con ese joven codicioso, vengativo y gimoteante! El relato del prisionero le resultaba cada vez más verosímil.

En un aparte a Siwon, que estaba detrás de él, susurró

- Él te contó lo de la bebe. ¿Te dijo también esto?

Como él no respondiera, se volvió lo suficiente para mirarlo. La expresión de Siwon era respuesta suficiente.

-No te lo dijo.

Una vez más, Heechul no pudo dejar de sentir un enojo irracional contra ese padre. Hanheng había recibido de él la finca de Warhurst cuando sólo tenía dieciocho años, para hacer con ella su voluntad; a Siwon, en cambio, se le había asignado una propiedad aún más pequeña, sin siquiera decirle nada. Y no podría disponer de ella sino hasta los veinticinco años. Claro que ahora no la necesitaba, pero ¿qué sentido tenía esperar? Él habría podido utilizarla mucho antes para conquistar una pareja y fundar una familia... y él no lo habría conocido. Caray, ¿por qué se enojaba? El comportamiento de Kangta le había beneficiado.

Sin embargo, Siwon no debía recibir más sorpresas. Heechul se había dejado quitar el dominio de la conversación. También Kangta reparó en la reacción adversa de su hijo mayor y se acercó. Se acercó tanto que Heechul quedó casi apretado entre los dos. No había peligro de que repararan en él desde allá arriba. A veces, la falta de estatura era una verdadera ventaja; hasta entonces Heechul no lo había experimentado con tanta agudeza.

-¿Eso te pone contra mí? -preguntó Kangta a Siwon, cauteloso- Cuando tomé esa decisión me advirtieron de que podía ocurrir así. Pero yo tenía mis motivos. No quería que te conformaras con tu suerte y dejaras de luchar por mejorarla. Te parecías tanto a mí, Siwon. Quise saber hasta dónde eras capaz de llegar solo. -Entonces sonrió con el mismo orgullo que Heechul le había visto antes- Yo diría que has llegado muy lejos. Para ti, Farring Cross se ha convertido en algo insignificante.

-¡Farring Cross! – Siwon que había iniciado la frase con una exclamación ahogada, la acabó en un estallido de risa.

Kangta también reía. A Heechul le habría sido imposible saber por qué, si él no hubiera agregado.

-Hongki se volvió loco tratando de ocultarte que él era sólo un administrador de la propiedad. Quedó muy desconcertado al saber que estabas decidido a comprar tu propia finca. Cuando se vio obligado a subir de nuevo el precio, para que no la compraras, temió que lo mataras. De cualquier modo, no le permití que te dijera la verdad.

Heechul se escabulló de entre los dos para menear la cabeza ante tanta ironía. Hanheng seguía sin comprender dónde estaba la gracia.

-¿Trataste de comprar Farring Cross? -preguntó a su hermano.

- sí.

-Es decir, la finca es más rica de lo que nuestro padre ha dado a entender.

-Más rica no, pero está en excelentes condiciones y satisfacía mis necesidades de esa época -replicó Siwon plácidamente. De pronto cambió de actitud y su voz se tornó burlona- A diferencia de ti, yo no deseaba una propiedad de la magnitud de... ¿Clydon, por ejemplo?

Heechul notó la evidente intranquilidad de Hanheng ante aquella insinuación. Habría querido aplaudir a su esposo, pero antes deseaba ver qué reacciones se podían provocar aún en su antiguo amigo.

- Oh, pobre hombre -dijo Siwon - ¡Qué desdichado has de sentirte por verte obligado a cargar con semejante propiedad, después de todo!

-¿Qué propiedad? -preguntó Hanheng.

-Ya veis, lord Kangta -regañó Heechul con suavidad- hicisteis mal en no presentaras debidamente, como os sugerí. De ese modo, Hanheng ya sabría que su hermano es lord de Clydon. -Y a Hanheng que se estaba poniendo carmesí de furia-Nos casamos hace menos de una semana.

- ¡Pero si es un bastardo! -estalló Hanheng - ¿Cómo pudiste casarte con un bastardo?

Allí estaba, más claro que si él hubiera admitido simplemente la verdad. Había dado por sentado que él no lo aceptaría porque él mismo era bastardo; por tanto, decidió tomarlo por la fuerza. Pero la fortuita llegada de Siwon había desbaratado sus planes. Heechul se preguntó si Hanheng tenía proyectado intentarlo otra vez, quizá ese mismo día, si en realidad estaba allí para eso. Le bastaría un pretexto para hacerle abandonar el castillo con él para adueñarse de él. Lástima que no se le hubiera ocurrido antes. No, lástima no: gracias a Dios no se le había ocurrido.

-No sé qué relación tienen las circunstancias en que haya nacido Siwon con todo esto -dijo, con mucha calma y gélidos ojos- En verdad, si eso importara no habría pensado en ti como posible esposo, en un principio.

-¿Qué? -chilló él.

-Es la verdad Hanheng. Te envié varias cartas, tanto a Warhurst como a Lyonsford. Si hubieras venido a Clydon, como yo te solicitaba, tal vez habrías aceptado mi propuesta y ahora yo estaría casado contigo, no con tu hermano. Pero estaba escaso de tiempo, ¿sabes? Necesitaba un esposo de inmediato. Como no sabía dónde estabas y no me era posible esperar indefinidamente noticias tuyas, cuando conocí a Siwon, la semana pasada, y descubrí que él también era buen candidato, le hice mi propuesta.

Hanheng había quedado mudo por el momento. Kangta no

-¿De verdad queríais casaros con Hanheng ?

-¿Os sorprende, milord? Somos buenos vecinos, mi padre aprobaba mi elección y yo pensaba que nos llevaríamos bien.

-¿Y por qué no esperaste? -estalló Hanheng - ¿Por qué no me insinuaste para qué deseabas verme?

Una ceja se arqueó inquisitivamente.

-Supuse que mis cartas no te habían llegado, Hanheng. ¿Acaso te llegaron y no les prestaste atención?

-No, no, nunca dije que... he estado viajando mucho y...

-Bueno, eso ya no importa -interrumpió Heechul con voz de seda- Estoy muy satisfecho con el esposo que tengo. Y él ha demostrado ser muy capaz de defender Clydon. Así nos conocimos, ¿sabes? Llegó a tiempo para expulsar a una despreciable banda de malhechores que se atrevieron a atacarnos. Además, ha jurado eliminar a los villanos, como advertencia para cualquier otro que crea a Clydon carente de señor. Le dije que no era necesario, pero ha sido mercenario durante muchos anos, y ya sabes cuánto les gusta combatir, matar y hacer la guerra.

-No soy tan sanguinario, señor -protestó Siwon gruñón, aunque sus ojos reían.

-Claro que no -concordó Heechul.

Y en ese momento vio la oportunidad de descargar el golpe de gracia: un mantoncito de pelusa se frotaba contra los pies de Siwon, Heebum, se agachó para levantar a su enemigo jurado.

-Si fuera tan sanguinario -dijo- no tendría por mascota a este animalejo flaco y feo, ni le habría dado el ilustre nombre de...

- ¡Heechul!

La advertencia marital llegó demasiado tarde. De cualquier modo, no le habría prestado atención.

-...lord Heebum -concluyó, con una dulce inocencia que mereció una mirada aun más feroz de su esposo.

Kangta a duras penas pudo contener la risa. A la cara de Hanheng subió otra vez un rubor furioso.

-¿lord Heebum? ¿Has puesto a tu gato el nombre de mi padre? -preguntó, incrédulo. Luego indignado- ¡Pusiste a tu gato el nombre de mi ... !

-¿Por qué gritas tanto Hanheng ? -interrumpió Heechul severo- No pensarás que tu hermano es tan indigno.

Él desvió su furia contra el padre.

-¿Vas a dejar que se la insulte así? El es tu...

-¿Mi qué? -acicateó Kangta, al ver que su hijo no concluía.

Luego sacudió la cabeza, disgustado

- No, los dos sabemos qué era él. Bien sabes que con el correr de los años no mereció mi cariño Hanheng. Más aún: en mi casa tengo varias perras de ese nombre. No esperes que yo regañe a un hombre cuyo sentido del humor es tan parecido al mío.

-¡Ya se enterará mi tío de esto! -fue cuanto Hanheng pudo decir.

-¡Oh, Hanheng, por Dios ... ! -comenzó Kangta, exasperado. Pero concluyó en un supiro al ver que el muchacho se marchaba a grandes zancadas. Entonces miró a Siwon como pidiéndole disculpas- Será mejor que vaya a tranquilizarlo. Siempre ha sido un genio vivo, pero ¿qué se puede esperar, si ha sido criado por sus insoportables parientes?

-Tanto más cuanto que... -empezó Heechul, pero emitió un gritito al sentir un pellizco en el trasero.

-Id, milord -dijo Siwon, mientras Heechul se volvía para fulminarlo con la mirada. Como Kangta no había perdido detalle de la escena, agregó- Mi señor no sabe detenerse, una vez consigue la delantera.

Kangta asintió con una amplia sonrisa. Heechul apenas pudo esperar a que su suegro se alejara para susurrar:

-¿Por qué me has interrumpido Siwon?

-Lo que ibas a decir no se puede apoyar con pruebas.

-¿Todavía no has enviado a nadie a Warhurst?

-No, y no enviaré a nadie.

-Pero ¿por qué? -exclamó él- ¿No has visto la expresión de Hanheng cuando mencioné que perseguirías a los villanos que atacaron Clydon? ¡Es culpable!

-Lo sé.

-Y es preciso informar a tu padre.

-No seré yo quien lo haga, señor.

Heechul lo miró con incredulidad.

-¿Por qué? ¿Porque él es tu hermano?

-Exactamente. Un hermano que me ha inspirado resentimiento por casi toda la vida. Y ahora... ahora no sé qué siento por él, salvo desprecio. Pero no seré yo quien vaya ante mi padre con cuentos sobre él.

-No conozco necio peor que... Muy bien. Seré yo quien envíe un hombre a Warhurst. A mí, al menos, no se me acusará de despecho, aunque eres injusto con tu padre al creer que sería capaz de pensar eso de ti.

-No te metas en esto Heechul . Lo digo muy en serio -ordenó Siwon fríamente- Una vez mi padre se haya ido, solucionaré esto a mi modo.

-¡Pero él debe saberlo!

-¡No por nosotros!


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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...