Domando al Guerrero- Capítulo 28



Heechul no habría podido decir qué le había despertado, pero de inmediato supo que estaba solo en la cama. Sintió un leve temor, seguido de un sobresalto, al ver a Siwon estaba apoyado contra el poste de la cama, con las cortinas apartadas para contemplarla mejor. Más aún lo inquietó verlo desnudo, bañado por la luz de la vela. Si él había reparado en la nueva bata puesta sobre su arcón de ropas, era obvio que no le prestaba atención.

-¿Ocurre algo, señor?

- No.

-¿Qué hacéis, pues, ahí?

-Te observaba dormir -dijo él, sencillamente. Y agregó con la misma sencillez- ¿Sabes que roncas?

Heechul quedó boquiabierto, pero se apresuró a negar

- ¡No ronco!

-Sí que roncas. No mucho, pero de cualquier modo roncas.

¡Qué terrible decirle eso a un joven lord como él! Y lo peor era no poder responderle del mismo grado.

-Gracias. Me habría apenado muchísimo seguir viviendo sin saberlo.

Siwon rió entre dientes.

-No te enfades, princesa. Aún me siento en la gloria por las atenciones que me prodigaste ayer. Nadie me atendió nunca con tanta ternura.

¿Cómo enfadarse con él, después de oír aquello?

-No hice otra cosa que bañaros y datos de comer.

-También calentaste mi vino y mis sábanas, y cubriste las ventanas para oscurecer la habitación, y enviaste a todos tus acompañantes abajo, para que ningún ruido me molestara a hora tan temprana. Hasta me arropaste antes de salir de puntillas.

¿Se estaba burlando de él o le daba las gracias? Heechul, de cualquier modo, se ruborizó. En aquel momento lo había creído dormido de puro cansancio. Además, lo aliviaba tanto tenerlo de regreso sin un solo rasguño que era un placer ponerlo cómodo. Pero ¿sería verdad que nadie lo había arropado nunca? Sintió el impulso de echarle los brazos al cuello para abrazarlo, pero él no era una criatura a la que se pudiera consolar; era una tontería intentarlo.

-Pensé que dormiríais hasta la mañana, mi señor. ¿Os ha perturbado algo?

«Sí, tú -pensó él- al acurrucarte contra mi cuerpo.» Pero no lo dijo, porque ya lo había hecho ruborizar.

-No, bastaron unas pocas horas para restablecerme. Aún no me he habituado al lujo de dormir una noche entera. Pero estaba tan fatigado que no pregunté por Hyukjae. ¿Cómo está?

-Despertó y comenzó a quejarse, tal como predije. -Al menos en esta ocasión decía la verdad- ¿Me diréis ahora lo que ocurrió en la casa solariega de Keigh?

-¿Acaso no importunaste a mis hombres con esa pregunta, una vez me hube acostado?

Su sonrisa sabedora lo irritó, pero al cabo de un momento Heechul también sonrió, reconociendo:

-Kyuhyun me lo dijo. Me contó también vuestro combate con Jung.

-¿Y bien?

-Magnífico, no hubo enfrentamiento y yo no tenía motivos para preocuparme -aceptó renuente- Pero ya os dije que no necesitamos motivos para eso.

-Lo que en verdad me intriga, señor, es que os preocuparais.

-¿Creéis que quiero cargar con el problema de elegir otro esposo? -contraatacó él.

-¿Eso significa que estáis complacido con vuestro actual esposo?

-Satisfecho.

Él emitió una risa retumbante.

-Esa palabra puede interpretarse de muchas maneras.

Heechul rechinó los dientes.

-Os apartáis del tema, mi señor. Kyuhyun no me dijo cuáles eran vuestras intenciones para con lord Leeteuk.

Siwon se acercó para sentarse en su lado de la cama. Por un momento el joven contempló su ancha espalda. La fuerza que sugería le provocó un agradable escalofrío que apartó sus propios pensamientos del tema. Luego Siwon se reclinó sobre un codo, puesto junto a la cadera de Heechul, sorprendiéndolo con una expresión seria.

- El viudo permanecerá encerrado en su alcoba hasta que Kangin esté lo bastante repuesto como para desposarlo... si aún desea hacerlo, después de conocer su perfidia.

Heechul se envaró.

-¿Eso significa que no habéis pensado en el administrador, como os pedí?

-No. Tengo pensado ponerlo al frente de Birkenham.

-¡Pero eso es demasiado! -exclamó Heechul sorprendido

-¿Por qué, si es tan leal como habéis dicho y si resulta de mi agrado?

- Pero... pero pensé que daríais Birkenham a Hyukjae.

-El no la quiere.

-Eso dijo, lo sé, pero pensé que bromeaba.

Siwon sonrió.

-Hablaba muy en serio. Sabe que siempre tendré un puesto para él sin abrumarlo con responsabilidades que no desea. Si lo cargara con ellas, se limitaría a volver a su casa, donde será bienvenido y nadie le pedirá otra cosa que el combatir en caso necesario.

-Siendo así, ¿por qué lo enviaste a Keigh Manor?.

Él se encogió de hombros.

-Para que los dos caballeros mas jóvenes no se liaran a golpes por el joven si ambos decidían que lo deseaban.

-¿Y si él también se hubiera encaprichado con Leeteuk?

-No era probable, pues siempre ha mostrado un agudo interés en un de tus jóvenes acompañantes. ¿O no lo has notado?

- Soohee no es de mis jóvenes acompañantes.

Siwon rió ante aquella indignada protesta.

-No me refería a ella. El interés de Hyukjae por Soohee es sólo una necesidad. Todo hombre debe atender a sus necesidades mientras piensa en el matrimonio. ¿O aprobarías que se introdujera a escondidas en el lecho de lord Donghae?

-No apruebo una cosa ni la otra. No comprendo porque no pueden dominar su lascivia por breves períodos. Si Hyukjae quiere a Donghae, y puedo asegurarte que a él le encantaría aceptarlo, ¿no puede esperar a casarse? Tú esperaste. - Por segunda vez, vio que la cara de su esposo se encendía de rubor y concluyó, inexplicablemente ofendido- ¿O no esperaste?

Él percibió el tono ahogado de la pregunta y le apoyó una mano en la mejilla.

-¿Habría estado tan impaciente por gozar de ti, después de la segunda ceremonia, si me hubiera estado acostando con una o uno de tus mozos? Pero no voy a negarte que lo pensé, por puro fastidio ante el hecho de que me cerraras tu puerta. Y si me dices que también es malo pensarlo, te daré una azotaina.

Heechul no pudo dejar de sonreír, pues sabía muy bien que él no lo decía en serio. Y su alivio era demasiado como para que una azotaina le preocupara.

-No, no lo diré. De lo contrario, habría que condenar a todo hombre viviente.

-Me alegro de que seas razonable -gruñó él, incorporándose.

Era obvio que Heechul no creía en sus amenazas de azotaina, pero Siwon no logró decidir si eso le gustaba o no. ¿Cómo se domina a un esposo que no teme a las represalias? Si alguna vez se presentaba la necesidad de castigarlo, Heechul podía sentirse humillado y no perdonarlo jamás; la lección a enseñar, cualquiera que fuese, no merecía la pena. Pero faltaba averiguar por qué pensaba que no lo valía.

-¿Te ocurre algo, Siwon?

-Acabo de acordarme de los prisioneros -respondió él, gruñón, necesitado de una distracción ante el rumbo que estaban tomando sus pensamientos-. ¿Dónde se les ha instalado?

-En una de las torres de la muralla. Debo reconocer que me sorprendió verlos llegar.

-¿Por qué?

-No pensé que tu plan diera resultado, puesto que cambiaste de opinión y, en vez de enviar a un mensajero, enviaste a Warhurst un mensaje sin firma. Sólo un perfecto idiota iniciaría acciones sobre una información tan poco fidedigna.

-Conté con que el castellano fuera tan imbécil como tú decías, y lo era.

-Pero ¿por qué corriste ese peligro?

-Si el plan no daba resultado, no quería desempeñar el papel de tonto.

Heechul tuvo que contestar con una sonrisa, ante aquella muestra de vanidad.

-Oh, muy prudente, señor.

Siwon percibió su ironía y frunció el ceño.

-Prudente o no, resultó, señor. Y como el mensaje iba sin firma, en Warhurst no saben que tuve algo que ver; también ignoran que los proscritos están en mi poder.

-Sin embargo, te oí decir que pensabas devolverlos a Warhurst. ¿Has cambiado de opinión también sobre eso?

-Por el momento, sí.

-¿Piensas ahorcarlos personalmente?

-No tienes por qué horrorizarse. Si merecen la horca, serán ahorcados. Pero me inclino a pensar que corresponde un castigo menos duro, y hasta dejarlos sin castigo, si es cierto lo que dicen sobre Warhurst. Eso es lo que pienso averiguar mañana.

-¡No se puede creer en la palabra de un proscrito! -protestó Heechul.

-Eso pensaba yo, pero lo que dijo el jefe sobre la casa solariega de Keigh resultó ser cierto.

-¿Y qué han dicho sobre Warhurst?

-Sólo que tu estimado lord Hanheng ha estado allí en estas últimas semanas; que salió de Warhurst con una fuerza numerosa la misma mañana en que yo encontré una fuerza numerosa atacando Clydon, y que esa misma mañana volvió a su ciudad, herido. El hombre dijo muchas cosas más, pero... ¿Te ríes? No encuentro nada humorístico en lo que he dicho.

Heechul trató de dominarse, pero se le escapó otra carcajada. Fue el ceño de su esposo, cada vez más torvo, lo que le inspiró seriedad, aunque no total.

-No puedo creer que hayas dado crédito a esa historia ridícula.

-¿Por qué te parece ridícula?

-¿Qué motivo podía tener Hanheng para atacarme?

-El mismo que atribuiste a Kim Gura.

-¿Casarse conmigo? –Heechul sonrió- Olvidas que yo estaba dispuesto a casarme con Hanheng.

-No, no lo olvido. Pero dime Heechul, ¿lo sabía él?

Eso acabó con el regocijo del joven. El placer que vio en su esposo ante su nueva expresión lo fastidió aún más.

-Lo supiera o no, jamás me convencerás de que Hanheng quería perjudicarme; no lo conoces, Siwon es más afable y dulce que...

-¿Eso crees? -interrumpió él, con una sonrisa burlona-. ¿Tan seguro estás? ¿Y si fuera un hombre muy distinto cuando está tras las murallas de su pequeño reino? ¿Acaso lo has visto dentro de Warhurst? ¿Sabes cómo se comporta allí o cómo lo trata su gente?

Prosiguió contándole el resto de lo que el proscrito había revelado de su lord Hanheng y terminó:

-¿Y si tan sólo una parte de eso fuera cierto?

-¿Sólo porque un proscrito lo dice? -desdeñó Heechul- Tenía que decirte la verdad sobre Keigh, sin duda, porque ibas a ahorcarlo y él lo sabía. Como eso le dio tan buen resultado, tejió otra fábula de injusticias sufridas para obtener su otra meta: la libertad total. Y ya admites que estás pensando concedérsela. Oh, el hombre es astuto, sí. Pero no me convencerás de que Hanheng no es la mejor persona del mundo. Y ya sé por qué prefieres creer tanta tontería. -Sin darle siquiera la posibilidad de desmentirle, prosiguió acalorado- Por el mismo motivo que te encantó menospreciar a lord Yunho. Quieres que yo esté eternamente agradecido por haberme casado contigo y no con uno de ellos. Pero como ya estoy agradecido, no necesitas...

Él puso súbito fin a aquella parrafada volviéndose para aterrizar medio encima de Heechul. Un dedo cruzado sobre los labios del muchacho le impidió la menor exclamación.

-Os habéis alterado por nada, señor -dijo, sonriendo abiertamente- Yo no dije que creyera una palabra de todo eso. Sólo que quiero llegar a la verdad. Según vos, Hanheng es un santo. Aceptaré vuestra palabra mientras no vea pruebas de lo contrario. Pero analicemos ahora esa gratitud que acabáis de confesar. ¿Acarrea algún beneficio a su destinatario?

Al ver la dirección que habían tomado sus pensamientos, así como su mirada, Heechul no pudo pronunciar palabra. Se ponía tenso bajo sus ojos; el rubor, ardiente. Cuando Siwon a mirarlo a los ojos, apenas pudo sostenerle la vista, ahogándose en la expresión que ya había aprendido a reconocer.

Sin aliento, esperó que la boca de Siwon iniciara su magia. Sin embargo, fue su mano la que empezó a acariciar su torso, acariciando sus pezones; Siwon no apartaba los ojos de los suyos. Sus dedos eran cálidos y suaves, infinitamente excitantes; jugaron con sus pezones hasta dejarlos erectos, provocándole una leve excitación con algún pellizco algo más fuerte, que intensificó la emoción al relajarse.

Pero Siwon no dejaba de observarlo, alerta a su aliento entrecortado. Por fin preguntó:

-¿Te hago daño?

- No.

-¿Me lo diríais si así fuera?

-Por Dios, ¿vas a empezar otra vez con ésas?

Heechul oyó su risa un momento antes de que su lengua le lamiera los labios y lo hiciera suspirar, finalmente se dejo llevar y se acercó a él, abrazándole por detrás con fuerza.

Siwon se dedico a acariciar su pecho y seguir atendiendo sus tetillas, después se detuvo a observar, lo tomo de la barbilla y lo beso. Sus bocas encajaban a la perfección, se besaron profundamente hasta que el oxigeno les hizo falta, entonces se separaron no sin antes Siwon tomara el labio inferior de su esposo tirando un poco de el.

Heechul solo suspiraba, estaba seguro que eso no lo había hecho antes, Siwon estaba perdiendo de apoco esa desconfianza de poder lastimarlo; le estaba gustando mucho. Enredo sus dedos en el cabello de su esposo, disfrutando de todas esas sensaciones mientras se mordía el labio inferior.

Lentamente comenzaron a deshacerse de sus ropas. De nuevo esa mirada de Siwon sobre el cuerpo desnudo de Heechul, este ultimo podía ver el deseo en los ojos de su esposo, aun un poco renuente de que el pudiera generar ese tipo de sentimientos en Siwon. A toda respuesta a sus dudas, Siwon se pego más a su cuerpo y de nuevo comenzó a besarle el cuello lentamente, mientras las yemas de sus dedos acariciaban su nuca y descendían rozando la parte de atrás de su oreja.

No podía resistirse, por mas que intentara controlarse algo en ese cuerpo lo atraía y lo excitaba sobremanera; pero también comprendió que no deseaba reprimirse mas. Siwon mordisqueó todo su cuello con suavidad pasando la punta de su lengua, marcando la línea de su garganta.

Heechul suspiro placenteramente, se dedicaba a sentir los labios de Siwon sobre su piel, toda la extensión de sus manos sobre su espalda y pecho. Todo él cubría su cuerpo, teniéndolo encima se sentía protegido y para nada asustado. Le gustaba y para nada era una sensación fea y mucho menos sentía que lo hacia por obligación, aunque de eso se dio cuenta desde la vez que su esposo por fin lo satisfizo.

Sus manos descendían por la espalda de Heechul, mientras su b oca comenzaba a bajar por el pecho de él. Siwon disfrutaba de aquel sabor, pronto su boca hizo una parada en una de las tetillas de Heechul jugando con ella hasta dejarla erecta y así tomo la otra recorriendo con su lengua el camino hasta llegar a ella. Las manos de Siwon comenzaron a descender tomando el trasero de Heechul, masajeándolo y palpándolo completamente con ambas manos.

- ¡Aaah!... – los susurros de Heechul se quedaban a medias en el aire, pues cuando comenzaba a sentir electricidad por alguna de las caricias que le proporcionaba, esta era cambiada por otra haciéndole sentir cosas diferentes.

A su vez, Heechul podía notar como el miembro de su esposo crecía y se rozaba con el suyo, cosa que lo excitaba pero que le hacia desear aún más. Movió sus caderas arqueando su espalda para que ambos miembros se rozaran más todavía. Al sentir la urgencia de Heechul, Siwon llevo su mano hasta la entrepierna de este rozando su miembro levemente, haciendo escapar de la boca de Heechul un jadeo de satisfacción al sentir la cálida mano de su esposo.

Siwon sabia ahora lo mucho que le gustaban esos soniditos previos que su esposo dejaba escapar de su boca, así como también los gritos de este cuando llegaban al clímax. Levanto su rostro para tomar nuevamente los labios de su esposo en un beso intenso y necesitado pero sin dejar de acariciar su entrepierna.

Comenzó a masturbarlo con fuerza pero sin lastimarlo, de arriba hacia abajo. Lentamente dejo de besarlo para bajar hasta la entrepierna de Heechul y pasar su lengua por toda su erección. Y con un rápido movimiento, Siwon deslizo uno de sus dedos abriéndose paso por la entrada de Heechul, lo que provoco que suspirara y jadeara.

Sin duda Heechul estaba más que listo para recibirlo, estos juegos previos lo llevaban al límite. Por lo que sin previo aviso, Siwon entró en Heechul y comenzó a moverse lento y profundo. Heechul jadeo, dejando escapar de su boca un gemido de placer mientras arqueaba su espalda al notar como Siwon lo llenaba por completo y comenzaba a rozar ese punto dentro de él. Siwon continúo entrando y saliendo por un tiempo mas, llenando la habitación de sus roncos gemidos al hundirse en Heechul y aumentando el calor de la habitación.

Pronto terminarían, Siwon tomo el miembro de Heechul y volvió a masturbarlo pero esta vez al ritmo de sus embestidas, estas eran con mayor intensidad y a mayor profundidad, logrando que de la boca de Heechul escapara un grito con el cual todo su cuerpo vibró de placer dejando su semilla en manos de Siwon; mientras este lo hacia dentro de Heechul.

En el curso de la hora siguiente, el joven logró experimentar los beneficios por los que él había preguntado, con un considerable grado de placer mutuo.


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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...