-¡Joven Donghae!
Donghae se volvió bruscamente y vio acercarse a Nichkhun, que lucía en el rostro una ancha sonrisa. Era exactamente como lo recordaba... un hombre curtido, de cuerpo atlético. Donghae recordaba sus interesantes relatos, y en ese momento deseó haberlo recibido todas las veces que él había intentado visitarlo.
-Ha pasado tanto tiempo... -dijo Nichkhun, saludanlo con la mano-. Y estás tan hermoso como siempre. ¿Seguramente se ha recuperado por completo de su enfermedad?
-Sí. Yo... me convencieron de la conveniencia de volver de nuevo al mundo de los vivos. Me alegro de volver a verlo, señor Nichkhun.
-Nich-lo corrigió él- Donghae ya somos viejos amigos. Me ofende si no me llama Nich, ¿Tiene acompañante?
-Bien... vine con Siwon y Heechul.
-Qué vergüenza Siwon, te reservas a los dos jóvenes más bellos de El Cairo.
Donghae se volvió bruscamente y vio acercarse a Nichkhun, que lucía en el rostro una ancha sonrisa. Era exactamente como lo recordaba... un hombre curtido, de cuerpo atlético. Donghae recordaba sus interesantes relatos, y en ese momento deseó haberlo recibido todas las veces que él había intentado visitarlo.
-Ha pasado tanto tiempo... -dijo Nichkhun, saludanlo con la mano-. Y estás tan hermoso como siempre. ¿Seguramente se ha recuperado por completo de su enfermedad?
-Sí. Yo... me convencieron de la conveniencia de volver de nuevo al mundo de los vivos. Me alegro de volver a verlo, señor Nichkhun.
-Nich-lo corrigió él- Donghae ya somos viejos amigos. Me ofende si no me llama Nich, ¿Tiene acompañante?
-Bien... vine con Siwon y Heechul.
-Qué vergüenza Siwon, te reservas a los dos jóvenes más bellos de El Cairo.
-Bien, creo que soy un poco egoísta cuando se trata de estos dos jóvenes —dijo Siwon riendo.
Los ojos afectuosos de Nichkhun descansaron en Donghae. Aún sostenía en su mano la del joven.
-Sería el hombre más feliz de El Cairo si me permitiese acompañarlo durante la representación, y quizá llevarlo de regreso a su casa. Por supuesto, con el permiso de su hermano.
-Bien, yo... – Donghae miró a Siwon, como pidiendo ayuda, pero él le dirigió una mirada de advertencia que le recordó la promesa que había formulado unas horas antes. Donghae sonrió levemente-. Nich aceptaré complacido su ofrecimiento. Parece que ahora ya tengo mi propio acompañante... ¿no es así, Heechul?
Heechul asintió con simpatía.
-sí, y un acompañante encantador.
Heechul sabía que Donghae aún no estaba preparado para eso. Todavía demostraba claramente que tenía el corazón destrozado. Heechul se preguntó de qué modo había conseguido Siwon que Donghae consintiera en salir con ellos.
En el camino de regreso a casa, Donghae escuchó distraído el relato de Nich acerca de cierta aventura en las llanuras de Texas. No recordaba nada de la ópera, salvo impresiones de vestidos de vivos colores y la música estrepitosa.
- Donghae hemos llegado.
Se alegraba de haber permitido que Nich lo trajese a casa. Siwon seguramente habría deseado estar un momento a solas con Heechul. Y Donghae podía ser una molestia.
-Nich ¿aceptaría una copa de jerez? -propuso Donghae que se sentía culpable a causa de las muchas veces que había rehusado recibirlo.
-Confiaba en que me pediría exactamente eso.
Una vez dentro, Donghae se acercó directamente al gabinete de los licores, pero Nich se acercó por detrás y lo asió con las dos manos por la cintura. Donghae se apartó, Nich sirvió dos copas de jerez y luego se volvió para entregarle una.
-Desearía brindar por esta ocasión. Cuánto he soñado con este momento - murmuró Nich.
Sus ojos acariciaron el cuerpo de Donghae.
-Nich no creo que valga la pena brindar por nada.
Donghae se apartó y se sentó en el sillón favorito de Siwon quizás le ofreciera cierta protección. De pronto, recordó que la señora Arha había salido a visitar a algunos amigos y que probablemente dormiría fuera de la casa.
-Se equivoca Donghae -dijo Nich que le tomó la mano, obligándolo a ponerse de pie- Ambos recordaremos siempre esta noche.
De pronto lo atrajo a sus brazos. Los labios de Nich buscaron los de Donghae y los apretaron en un beso imperioso. Donghae sintió asco y disgusto. ¿Cómo había llegado a esta situación? Apartó la boca, pero él continuaba abrazándolo y estrechándolo contra sí.
- ¡suéltame!
-¿Qué pasa Donghae?, Conmigo no es necesario que representes el papel del virginal.
-Eres demasiado audaz, Nichkhun- replicó con frialdad Donghae soltándose y alejándose de Nichkhun - No tiene derecho a tomarte conmigo estas libertades.
- No he comenzado a tomarme las libertades que están en mis planes.
Nichkhun intentó nuevamente tomar a Donghae pero este no lo dejó.
-Debo pedirle que se marche - dijo Donghae
-¿De modo que esas tenemos, muñeco? Te cuidaré bien. No soy rico, pero ciertamente puedo permitirme tener un amante. Después de un tiempo, si eres bueno quizás incluso me case contigo.
-¡Debes de estar loco!
Nichkhun se echó a reír. Donghae podía ver el deseo sexual en su rostro. Nichkhun apartó el sillón y avanzó con los brazos extendidos. Su risa perversa enfureció a Donghae quien en su esfuerzo de apartarlo le dio con el puño en la cara.
-¿Te agrada con un poco de brutalidad? ¿Estás acostumbrado a eso, muñeco? Otro hombre importará poco después de tantos bandidos ante los cuales abriste las piernas. Dime... ¿cuántos fueron? Y cuál engendró el bastardo que llevas en el vientre? Estoy seguro de que el pequeño no se opondrá si yo saboreo las cosas de su papi.
Donghae se paralizó cuando oyó la última frase.¡El bastardo que llevas en tu vientre... el bastardo! ¡Un hijo!
-De modo que has decidido mostrarte razonable. Bien, te agradará tener un hombre de verdad después de toda la escoria a la que estás acostumbrado.
De pronto, Donghae se echó a reír. Hacía mucho que no oía el sonido de su propia risa.
Nichkhun lo sacudió por los hombros.
-¿Qué demonios te parece tan divertido?
Donghae seguía riendo histéricamente y las lágrimas comenzaron a correrle por las mejillas.
Y entonces, ambos oyeron el ruido del carruaje que se detenía frente al edificio.
-¡Perra! -murmuró enfurecido Nichkhun y de un empujón lo apartó.
-Sí, ciertamente, puedo ser una perra cuando la situación lo justifica.
-Aún no he terminado contigo... ya habrá otra ocasión.
-Oh... lo dudo Nichkhun.
Siwon entró en la habitación, y sus ojos se posaron primero en el rostro divertido de Donghae y después en la expresión hostil de Nichkhun. Durante unos instantes se preguntó qué había ocurrido, pero se abstuvo de indagar.
-¿Todavía aquí, Nichkhun? Bien, es temprano... ¿quieres tomar una copa?
-Bien, yo...ya estaba por irme. Le estaba deseando buenas noches a Donghae cuando llegaste.
-Oh, adelante Nichkhun -dijo burlonamente Donghae. Confiaba en que Nichkhun estuviera ardiendo de cólera- De todos modos, voy a acostarme. Ha sido una velada muy extraña. No muy grata, pero instructiva. Buenas noches, Siwon.
Donghae se apartó de la puerta y empezó a dar vueltas, girando sobre sí mismo una y otra vez, hasta el cansancio, tal como sabía hacer cuando era niño. Se desplomó sobre el lecho, riendo de pura complacencia. Se tocó el vientre con ambas manos, buscando las pruebas de las palabras de Nichkhun.
¿Quizá Nich sólo había supuesto que estaba embarazado por haber vivido cuatro meses con un hombre?
Donghae saltó de la cama y con movimientos rápidos encendió la lámpara. Corrió hacia las ventanas que daban a la calle y cerró las cortinas. Después, completamente desnudo, frente al espejo de cuerpo entero que ocupaba un rincón de la habitación.
Examinó su propio cuerpo, pero no advirtió ningún cambio. Se volvió de lado y trató de sacar el vientre todo lo posible, que no era mucho, y después lo deprimió. Ahí estaba la prueba. Su estómago no se reducía como antes. Frunció el ceño; en realidad, podría tratarse simplemente de algunos kilos de más y no de un hijo. Después de todo, su apetito había aumentado durante el último mes. Tenía que comprobar mejor de qué se trataba.
Apagó la luz, se acostó en la cama y cubrió su cuerpo desnudo con una manta liviana. Qué extraño. Ahora que podía usar pijama, ya no lo deseaba. Se había acostumbrado a dormir con Hyukjae completamente desnudo.
Pero si llevaba en su vientre el hijo de Hyukjae, tenía que haber otros signos. De pronto sintió como si le hubiesen golpeado la cabeza con una maza. Disponía de todos los signos, pero los había desechado con diferentes excusas. Los mareos, las náuseas... había achacado todo aquello al tiempo.
Había formulado excusas porque temía aceptar la idea de estar embarazado. Pero ahora se alegraba profundamente de tener algo por lo cual vivir. Tendría un hijo... un hijo que le recordaría eternamente a Hyukjae. Nadie podría quitárselo.
Pero, ¿desde cuando estaba embarazado? Seguramente estaba en el tercer mes, de modo que faltaban sólo seis meses. Seis meses muy bellos y colmados de alegría, hasta que naciera el hijo de Hyukjae. Sabía que sería un varón, y que se parecería al padre. Con ese pensamiento gozoso en la mente, Donghae se volvió de lado para dormir con una sonrisa en los labios.
- Siwon ¿puedo hablar contigo antes de que salgas? -preguntó Donghae.
Estaba sentado frente a la mesa del comedor, bebiendo la tercera taza de té de la mañana.
- Donghae ¿no puedes esperar a más tarde? Necesito llevar estos documentos al coronel antes de la reunión del personal - replicó Siwon.
-No puede esperar. Debo decirte algo ahora mismo. Te esperé anoche, pero llegaste demasiado tarde.
-Está bien -suspiró Siwon. Se sentó frente a Donghae y se sirvió una taza de humeante té.- ¿De qué se trata? ¿Qué es tan importante?
- Ayer por la tarde, cuando fui al mercado, supe que dentro de cuatro días sale un barco para Inglaterra. Deseo embarcarme en él.
-¿Por qué Donghae? Comprendo que desees alejarte cuanto antes de este país, pero ¿no puedes esperar cinco meses más, de manera que podamos regresar juntos?
-No puedo esperar.
-Sí puedes. No hay motivo que te obligue a partir ahora. Caramba, el último mes ha sido muy feliz; no ha habido más lágrimas, ni caras tristes. Desde que comenzaste a salir, cambiaste del todo. Te agrada ir al mercado. Has conocido a otras personas, y lo pasas bien. Dime, ¿por qué no puedes permanecer conmigo cinco meses más?
-Hay una razón muy importante por la cual tengo que marcharme ahora. Si me quedara aquí cinco meses tendría que permanecer aún más tiempo. No puedo llevar a mi... -hizo una pausa- a mi hijo en barco al poco tiempo de nacer.
Siwon lo miró como si lo hubiese abofeteado. Donghae trató de evitar la imagen del rostro conmovido de su hermano, pero se sintió muy aliviado porque al fin se lo había dicho.
- Un hijo –murmuró Siwon moviendo la cabeza- Tendrás un hijo.
-Sí Siwon... dentro de cinco meses -dijo Donghae orgullosamente.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Yo mismo lo supe el mes pasado, e incluso entonces abrigaba ciertas dudas, hace 3 semanas acudí a la consulta medica y el medico me lo confirmó.
-¿Por eso te sentiste tan feliz el mes pasado... a causa del niño?
-¡Oh, sí! ¡Ahora tengo motivos para vivir!
-Entonces, ¿te propones conservar al niño y criarlo?
-¡Por supuesto! ¿Cómo puedes siquiera preguntar una cosa así? Este niño es mío. Fue concebido con amor. Jamás renunciaré a él.
-Todo viene a parar en lo mismo... ¡Ese hombre! Deseas al niño porque es su hijo. ¿Piensas marcharte sin hablarle del niño? ¿Quizás ahora acepte casarse contigo? —dijo Siwon con expresión colérica.
-Si creyera que está dispuesto a casarse conmigo, iría inmediatamente. Pero no es posible. Seguramente ya contrajo matrimonio con Junsu. No desea a este niño, pero yo sí lo quiero. Y deseo que nazca en Inglaterra. Es necesario que me marche cuanto antes y puedo hacerlo dentro de cuatro días.
-¿Has pensado en lo que dirá la gente? Dong, no estás casado. Tu hijo será un bastardo.
-Lo sé. He pensado en eso con frecuencia, pero la situación no tiene remedio. Por lo menos, será un bastardo adinerado. Pero si las murmuraciones te molestan, no me quedaré en casa. Siempre puedo ir a vivir a otro sitio con mi hijo.
- Dong no quise decir eso. Sabes que te apoyaré, no importa lo que decidas. Sólo estaba pensando en tus sentimientos. Después de todo, te molestaron bastante las perversas observaciones de los esposos de los oficiales.
-Entonces yo me sentía indeseado y miserable. Pero ahora soy feliz. Ya no puede lastimarme lo que la gente diga de mí. No me importa si no me caso. Solamente deseo a mi hijo... y mis recuerdos.
-Si eres feliz, eso es lo único que importa -dijo Siwon.
Trató de aceptar el hecho de que su hermano sería un padre soltero. Sabía que era fuerte y él deseaba creer que nada podría perjudicarlo.
-Tu hijo no tendrá a su padre, pero tendrá a su tío. Dong te ayudaré a criarlo.
-¡Gracias, Siwon! ¡Eres tan bueno conmigo y te quiero tanto!
-Bien, de todos modos no me agrada la idea de que viajes solo.
-Te preocupas demasiado. Estoy seguro de que en mi estado nadie me molestará. Como puedes ver, mi hijo ya es bastante visible -dijo Donghae y se volvió de perfil- Y cuando llegue a Londres... bien, será grande como un buey. Cuando la nave llegue a Londres, alquilaré un carruaje que me lleve directamente a la Residencia Choi. Ya ves que no tienes motivo para preocuparse. Mi barco es el primero que parte. Quiero regresar a casa cuanto antes. Necesito tiempo para convertir en habitación infantil el cuartito de los huéspedes contiguo a mi dormitorio. Tendré que empapelarlo, y ordenaré que construyan una puerta de comunicación con mi cuarto y...
-Un momento, vas muy de prisa. ¿Qué pasa con nuestro viejo cuarto de juegos. Bastó para nosotros.
-Siwon ¿sabes qué diferencia veo entre mi cuarto y la vieja habitación? Me propongo cuidar personalmente a mi hijo. Seré su padre, su niñero y su abuelo. No tendré un esposo a quien dedicar la mitad de mi tiempo. Sólo a mi hijo... y le consagraré toda mi energía y todo mi tiempo.
-Es evidente que has pensado en todos los detalles –dijo Siwon. Le sorprendía comprobar que Donghae estaba decidido a organizar su propia vida- Bien, si quieres que tu hijo esté en la habitación contigua, así se hará. Pero Sory no verá con buenos ojos que te ocupes personalmente del niño.
- Sory comprenderá cuando se entere de mi historia. Y de todos modos, necesitaré su ayuda.
-¿Piensas contárselo todo también a Kibum? -preguntó Siwon.
Donghae no había pensado en Kibum.
-No... no todo; sólo o indispensable.
-Sabes que sufrirá. Kibum quería casarse contigo.
-Sí. Pero nunca lo acepté en ese sentido. Kibum superará el trance. Quizá ya ha encontrado a otra persona.
Siwon lo miró dubitativo. Kibum lo había arrinconado antes de que él y Donghae viajasen a Londres. Había declarado su amor por él, afirmando que jamás podría ser feliz con otra persona.
-Donghae de verdad crees eso. Ese muchacho te quiere, y creo que puedo decir, sin temor a equivocarme, que a pesar del niño querrá casarse contigo.
-Pero jamás tuve ese tipo de sentimiento respecto a él. Dudo de que me hubiese casado con él incluso si no hubiera conocido a Eunhyuk. Y sólo a él amaré. Lo he perdido, pero tengo a su hijo, y eso es lo que importa.
-Bien, quizá cambies de parecer. Me reprenderán en el despacho del coronel. Abrigo la esperanza de que comprenda y me autorice a acompañarte a Alejandría -replicó Siwon.
-Estoy seguro lo hará. Y si no acepta, sencillamente tendré que hablar con Henry- dijo Donghae con fingida inocencia.
Apenas Siwon se marchó, Donghae fue a su dormitorio para decidir qué llevaría en el viaje de regreso a su patria. Revisó su guardarropa. Tendría que comprar ropa adecuada a su estado y ropas de niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario