-¡Maldita sea, no fue mi amante! -observó irritado Donghae - Señor Lee, que quede claro que usted fue el único amante que yo tuve
jamás.
-No es necesario gritar ¡por todos los diablos! -gritó Hyukjae.
-¿No necesito gritar? Yo diría que es el único modo de que me oigas. Y además, Kibum ya no está en la cárcel. Fue...
-¿He oído bien? –Hyukjae lo interrumpió, y sus ojos se ensombrecieron.
-Me oíste bien - replicó Donghae sin hacer caso de la cólera de él- Kibum fue liberado anoche... respondiendo a mis insistentes ruegos.
-¡Por todos los santos! -estalló Hyukjae que había olvidado su dolor de cabeza- ¿Y por qué intercediste y lograste que lo liberasen como si nada hubiese ocurrido?
-Su intención no fue matarme.
-No es necesario gritar ¡por todos los diablos! -gritó Hyukjae.
-¿No necesito gritar? Yo diría que es el único modo de que me oigas. Y además, Kibum ya no está en la cárcel. Fue...
-¿He oído bien? –Hyukjae lo interrumpió, y sus ojos se ensombrecieron.
-Me oíste bien - replicó Donghae sin hacer caso de la cólera de él- Kibum fue liberado anoche... respondiendo a mis insistentes ruegos.
-¡Por todos los santos! -estalló Hyukjae que había olvidado su dolor de cabeza- ¿Y por qué intercediste y lograste que lo liberasen como si nada hubiese ocurrido?
-Su intención no fue matarme.
-¡Lo sé! ¡Quería liquidarme a mi ¡ ¿Se le ha ocurrido, señor, que quizá formule una acusación oficial?
-No lo hagas Hyukjae -dijo Donghae en voz baja- Kibum lamenta lo que hizo. Me pidió que lo disculpase ante ti. Él...
-¿Ya has hablado con él? – lo interrumpió Hyukjae.
-Sí. Vino a verme esta mañana.
-Y ahora me pides por su libertad. – Hyukjae se recostó en la silla como si un enorme peso lo apretase contra ella- Seguramente lo quieres mucho.
-Crecí con Kibum. Éramos íntimos amigos hasta que él decidió enamorarse de mí. Pero yo no correspondía a ese sentimiento.
-¿Pero proyectabais casaros?
- Él pidió mi mano el primer día que volví a casa, y después, día tras día, hasta que ya no pude soportar más. Lo rechazaba, pero él no estaba dispuesto a ceder. Fui a Jewel para alejarme de Kibum, pero cuando regresé a casa él volvió a insistir. Pedí a Siwon que tratase de apartarlo, pero mi hermano prefirió apoyarlo. Creí que no volvería a verte nunca, y por eso cedí. Acepté casarme con Kibum porque todos querían que lo hiciera. Éramos amigos, y yo lo quería como amigo... Eso no ha cambiado. Esta mañana, cuando vino a despedirse, había vuelo a ser el mismo de siempre.
-¿Despedirse?
-Sí, ingresará en el ejército. Le echaré de menos. Cuando rompí nuestro compromiso enloqueció de celos, pero ahora está bien. ¿Todavía deseas acusarle?
-No. Si se ha ido le deseo buena suerte. ¿De modo que para ti no era más que un buen amigo?
- Sí.
Hyukjae comenzó a reír estrepitosamente. Se inclinó hacia adelante, sin abandonar la silla.
-Te diré algo que debí decirte hace mucho tiempo. Te amo Hae. Siempre te amé. Creo que no vale la pena vivir la vida sin ti. Deseo llevarte a casa conmigo... quiero que vayamos a Jewel. Pero lo comprenderé si te niegas, tengo que pedírtelo. Y si aceptas, no te exigiré nada. Sé que me odias por el sufrimiento que te infligí, pero lograré soportar tu odio mientras pueda convivir contigo.
Donghae se echó a llorar. No podía creerlo.
- Hae no es necesario que me contestes ahora.
El abandonó de un salto la cama y se arrodilló frente a Hyukjae. Abrazó la cintura de Hyukjae como si deseara no apartarse nunca de él. Hyukjae alzó el rostro de Donghae y le acarició suavemente los cabellos, lo miró con expresión tierna y al mismo tiempo inquisitivo.
-¿Quieres decir que vendrás conmigo?
- Hyukjae ¿acaso pensabas otra cosa? ¿Cómo puedes creer que te odiara? Te amo con todo mi corazón. Creo que te quise desde el principio, pero lo comprendí sólo cuando Lee Junki me secuestró. Habría continuado toda la vida en Egipto si no me hubieses arrojado de tu lado. Y cuando ocurrió eso, sufrí muchísimo, hasta que supe que llevaba a tu hijo en mi vientre. El pequeño Hyukjae me dio un motivo para continuar viviendo.
-Por favor Hae no me mientas. No te expulsé del campamento. ¡Tú me abandonaste!
-Pero no miento Hyukjae. Todavía tengo la nota que Jihoo me entregó cuando tú saliste en busca del campamento de Lee Minho. Al principio no pude creerlo. Pero cuando Jihoo me dijo que tú deseabas casarte con Junsu, acepté la situación y le acompañé.
- Hae no escribí ninguna nota. Fui al campamento de Minho para invitar a su tribu a nuestra boda. Cuando volví...
-¡Nuestra boda!
-Sí... En realidad, había comenzado a creer que me querías realmente. Deseaba casarme contigo para asegurarme de que jamás te perdería. Nuestra boda tenía que ser una sorpresa. Pero cuando volví, te habías marchado, y... déjame ver esa nota.
De mala gana Donghae se apartó de Hyukjae y se acercó a su escritorio. Del cajón superior extrajo el arrugado pedazo de papel y se lo entregó.
-¡Jihoo! -rugió Hyukjae después de ver la nota- ¡Tendría que haberío adivinado! ¡Aunque sea mi último acto en esta vida, volveré a Egipto y mataré a ese bastardo!
-No entiendo.
-¡Jihoo escribió esta nota! Me dejó otra firmada con tu nombre, y en ella me pedías que no te siguiera. Pensé que el último mes me habías engañado. Creí que sólo fingías que eras feliz, con el fin de que te dejase solo para facilitar tu fuga.
- Hyukjae ¿cómo pudiste creer tal cosa? jamás me sentí tan feliz en mi vida como durante ese mes contigo. No podría haber fingido esa clase de felicidad. -Sonrió afectuosamente y acarició la nuca de Hyukjae - Pero, ¿por qué hizo esto Jihoo?
-Seguramente concibió la esperanza de que yo iría a buscarte a Inglaterra y no regresaría. Jihoo siempre me odió por que yo era el favorito de nuestro padre, y porque me convertí en jefe de la tribu. Para él, ser jeque era más importante que nada. Yo entendía su situación y le permití hacer su voluntad en muchas cosas. Pero llegó demasiado lejos para obtener lo que quería. Planeó tu secuestro y mi muerte a manos del jeque Junki. Cuando el hermano de Ryeowook me reveló la verdad, busqué por doquier a Jihoo, pero no pude hallarlo. Finalmente, renuncié a mis esfuerzos. Por otra parte, no podía soportar la vida en aquel país, donde todo lo que veía evocaba tu recuerdo. Pero no es posible perdonar a Jihoo. Por su culpa hemos perdido un año entero de mutuo amor.
-Habría sido bastante difícil durante algunos meses del año -rió Donghae - Pero no importa... porque ahora nos tememos uno al otro, y para siempre. -Hizo una pausa- Pero, ¿qué me dices de Heejin? Afirmaste que lo deseabas.
-Sólo porque sabía que me escuchabas, querido. ¿Por qué crees que dejé abierta la puerta?
Hyukjae se puso de pie y atrajo a Donghae. Se unieron en un beso apasionado y Donghae creyó que el éxtasis lo abrumaba. Hyukjae le sostuvo la cara entre las manos, y le besó los ojos, las mejillas y los labios.
- Hae ¿te casarás conmigo? ¿Vivirás conmigo y compartirás siempre mi vida y amor?
-Oh, sí, amor mío, eternamente. Y jamás volveré a ocultarte mis sentimientos.
-Tampoco yo los míos.
-Pero Hyukjae hay algo que aún me desconcierta. ¿Por qué me trataste con tanta frialdad desde el momento de tu llegada a esta casa?
-Querido porque vine para casarme contigo, pero en cuanto entré oí que aceptabas la propuesta de otro hombre. La cólera me dominaba de tal modo que no pude ver claro.
-¿Estabas celoso? -preguntó Donghae alegremente, mientras le acariciaba la mejilla con los dedos.
-¡Celoso! ¡jamás he sentido celos! – Hyukjae se apartó y cerró con llave las puertas del dormitorio. Lo atrajo bruscamente hacia él - Pero si te veo desviando los ojos hacia otro hombre, ¡te arrancaré la piel a tiras!
-¿De veras? – Donghae pareció sorprendido.
-No -murmuró Hyukjae. Los ojos tenían una expresión maligna mientras lo despojaba de la túnica negra- No abandonarás el lecho el tiempo necesario para darme motivos.
Llevaban seis meses de casados, seis meses de felicidad. Donghae aún no podía creer que Hyukjae fuera suyo. Deseaba estar siempre cerca de su esposo, tocarlo, oír las dulces palabras de amor que le colmaban de felicidad el corazón.
-¿Has olvidado la apuesta que hicimos anoche? -preguntó Hyukjae cuando Donghae entró en el dormitorio con la bandeja del desayuno. - Creo que apostamos una mañana acostados tranquilamente... y yo gané.
-Cariño, no he olvidado nada, pero aún dormías cuando desperté. Creí que podías desear un bocado que te ayudase a esperar el almuerzo.
-Es más probable que fueras tú quien deseara un bocado. Últimamente estás comiendo muchísimo, empiezo a creer que te interesan los alimentos más que yo -se quejó Hyukjae. Recibió la bandeja de manos de Donghae, la depositó sobre la mesa de mármol negro, frente al diván.
-Eso no es cierto, y tú lo sabes -dijo Donghae fingiendo enojo.
-Bien, no deberías haber traído tú la bandeja. En adelante, que los criados se ganen su sueldo.
- Señor, usted sabe muy bien que no se permite a los criados entrar en el dormitorio cuando la puerta está cerrada. Tú mismo diste la orden el segundo día de nuestra luna de miel. Una criada vino a cambiar la ropa blanca y nos encontró en la cama. Tu enojo asustó muchísimo a la pobre muchacha.
-Y tenía razón -sonrió Hyukjae - Pero ¿por qué te retrasaste tanto? Estuviste fuera de la habitación casi una hora, y ya pensaba ir a buscarte. Cuando gano una apuesta, pretendo que me la paguen del todo, y no sólo la mitad.
-Estos últimos meses, siempre que hemos jugado a póquer perdí, empiezo a creer que cuando me enseñaste el juego en Egipto, con toda intención me permitías ganar.
-En ese caso, no apuestes conmigo. Pero ahora que las apuestas son interesantes, prefiero ganar. Y es muy posible que tú prefieras perder.
-Te agradaría creerlo, ¿verdad? -se burló Donghae reclinándose en el diván.
-¿No es así? -preguntó Hyukjae, sentándose junto a Donghae.
-Amor mío, no necesitas un mazo de naipes y un juego de azar para conseguir que yo pase la mañana en la cama contigo... o para el caso, el día entero. Ya deberías saberlo.
- Hae tantos meses creí que me odiabas, que ahora me parece difícil pensar que nuestra felicidad es real -dijo Hyukjae. Sujetó con las manos el rostro de Donghae y lo miró con profundo afecto a los ojos.
-Un hombre no tiene derecho a sentirse tan feliz como yo gracias a tu amor. No puedo creer que seas realmente mío Hae.
Donghae se abrazó estrechamente a Hyukjae.
-Tenemos que olvidar los once meses que estuvimos separados –murmuró- y olvidar las dudas que compartimos. Fuimos unos tontos porque no confesamos nuestro amor. Pero ahora sé que me amas tanto como yo te amo. Jamás, jamás te abandonaré.
Donghae se apartó un poco y lo miró, y de pronto le brillaron los ojos.
-yo te diré una cosa Hyukjae. Si otro llegase a atraer tu atención, ¡lucharé por ti! Me dijiste una vez que nadie te quita lo tuyo. Bien, ¡nadie me quitará jamás lo mío!
-Qué joven más impetuoso –sonrió- ¿Por qué no me dijiste que serías un esposo celoso y posesivo?
-¿Lamentas haberte casado conmigo? -preguntó Donghae.
-Conoces la respuesta a tu pregunta. Ahora, dime por qué estuviste tanto tiempo abajo. No estarás intentando alejarte de mi lecho, ¿verdad?
-Jamás haré eso. Me detuve unos minutos para ver al pequeño Hyukjae. Estaba intentando caminar sin sostenerse en nada. Y me agrada tanto verlo cuando hace eso. Además, Minji me entregó una carta... de Heechul.
-¿Y quieres leerla ahora mismo? Adelante -dijo Hyukjae.
Donghae sonrió y abrió la carta. Después de leerla en silencio unos minutos, se echó a reír.
-Bien ya era tiempo.- dijo
-¿De qué se trata? -preguntó Hyukjae.
- Heechul tendrá un hijo!!!. Estoy seguro de que Siwon se siente muy feliz, e imagino que lo mismo podrá decirse de Sora. Estaba muy conmovida cuando nos fuimos y nos llevamos a su hijo, como ella llamaba al pequeño Hyukjae. Se alegrará de que haya otro en la casa.
-Es una buena noticia y me alegro por ellos. Pero ya es hora de que ampliemos nuestra familia. – Hyukjae sonrió perversamente- Y podemos empezar a trabajar en ello ahora mismo.
Él lo alzó en brazos y llevó al gran lecho de dosel, todavía desordenado después del descanso nocturno. Lo besó tiernamente, y los labios blandos de Hyukjae se movieron lentamente sobre la boca de Donghae. Le besó el cuello, los hombros, y después la depositó sobre la cama.
Los ojos de Hyukjae ardían de deseo. Se quitó la bata de terciopelo y ayudó a Donghae a desnudarse. El abrió los brazos para recibirlo y los cuerpos de ambos se enlazaron estrechamente. Él volvió a besarlo con ardor.
De pronto, él se apoyó en un codo y sonrió perezosamente a Donghae.
-Me agrada la idea de tener una familia numerosa –dijo- No te opondrás a tener otro hijo cuando ha pasado tan escaso tiempo desde el último, ¿verdad?
-Debiste formularme esa pregunta hace un mes. Ahora ya no hay alternativa. Dentro de ocho meses nuestra familia aumentará -sonrió Donghae.
-Pero, ¿por qué no me lo dijiste antes? -preguntó alegre Hyukjae
-Estaba esperando el momento oportuno. Ojalá esta vez tengamos una niña.
-No, no quiero. Primero, tres o cuatro varones... después, podrás tener la niña que deseas.
-Pero, ¿por qué?
-Porque si nuestra hija se parece a ti, necesitará mucha protección en este mundo.
-Bien, esperemos y veamos. Me temo que el asunto no depende de nuestra voluntad.
-Imagino que por eso comes tanto últimamente -dijo Hyukjae -. Bien, esta vez vigilaré personalmente tu embarazo.
Donghae frunció levemente el ceño, y recordó qué proporciones había alcanzado su propio cuerpo la primera vez. Pero Hyukjae sonrió.
-En tu vientre crecerá nuestro hijo. Y tú estarás más bello que nunca... si tal cosa es posible. Te amo Hae.
Hyukjae lo besó apasionadamente y los dos cuerpos se unieron en estrecho abrazo que al contacto piel con piel daba una sensación muy cálida. Abandono los labios de Donghae y sus besos se dedicaron a recorrer su rostro, su cuello hasta llegara a su hombro haciendo suspirar a Donghae, para luego atrapar sus labios nuevamente y tomándolo entre los suyos para perderse en un beso.
Las manos de Hyukjae viajaron por la piel de Donghae, sus manos descendieron lentamente acariciando todo a su paso, se entretuvo en sus pezones pellizcándolos un poco sacando un ronco gemido de la boca de Donghae, sus manos siguieron viajando hasta su vientre para despues delinear las caderas de su amado, aferrándose a ellas finalmente.
Con cuidado a no posar todo su peso, Hyukjae se acomodo sobre Donghae entre sus piernas deleitándose aun con aquellos labios que le sabían a gloria. Luego de unos segundos en que ya no pudieron aguantar la respiración, se separaron. Hyukjae se recostó a su lado volteando a Donghae para darle libertad de prepararlo para lo que venia.
Hyukjae estaba siendo muy delicado con Donghae, llevo dos de sus largos dedos a la entrada de este quien soltó un pequeño gemido al sentir a los invasores. Los dedos de Hyukjae salían y entraban en la estrecha entrada de Donghae quien instintivamente levanto sus caderas en busca de algo más.
Pero Hyukjae no iba a ceder, esta vez se cercioraría de que Donghae estuviera bien preparado para no lastimarlo pues estaba consiente que ahora llevaba a su hijo en su vientre.
Continúo dilatando la entrada de Donghae con sus dedos ocasionándole espasmos de placer. Donghae se sujetaba fuertemente la sabana era lo único que lo unía con la realidad, del inmenso placer que sentía al sentir como los dedos de Hyukjae se movían con tal maestría que lo estaban matando.
- Hyujkaje hazlo ya… aah! –Donghae no pudo evitar soltar un gemido
Cuando pensó que no le haría caso, Hyukjae saco sus dedos y sintió como este le levantaba de las caderas para dejarlo en cuatro patas y así darle mayor facilidad para penetrarlo. Donghae pensaba que Hyukjae estaba exagerando en su cuidado, pero no pudo seguir pensando ya que pronto comenzó a sentir como era invadido por el miembro de este cortándole cualquier idea que no fuera el placer.
Ahora ya no pensaba, solo sentía. Esta vez era un placer distinto, sentía no solo el miembro de Hyukjae, sino también que algo mas; algo que lo llenaba de necesidad de sentirlo muy dentro de él, que no parara, que llegara muy dentro y a su vez hacia que el placer aumentara en Donghae. Entonces comprobó que era cierto lo que se decía, durante el embarazo las ganas de hacerlo era mas fuerte y sabia que estando con Hyukjae esto le seria muy beneficioso.
Hyukjae sujetaba fuertemente sus caderas y empujaba hacia adentro, lento pero profundo, como si de eso dependiera su vida, Donghae podía sentir como el cuerpo de Hyukjae entre sus piernas y sus nalgas. Dándole un sentido de pertenencia e intimidad entre los dos.
Donghae sintió como era jalado hacia un lado quedando recostado de esa manera, Hyukjae se recostó frente a el sobre la cama abriendo sus piernas penetrándolo de nuevo, aquella nueva manera era muy comoda y lo mejor es que dejaba a Donghae ver el rostro calmo, lleno de amor y los ojos desbordantes de pasión de Hyukjae.
Poso sus brazos alrededor de los hombros de Hyukjae perdiendo sus manos en el cabello de este, sus frentes se juntaron en el acto mientras Hyukjae seguía penetrándolo. Podían escuchar los latidos de sus corazones mezclados con sus suspiros y gemidos.
- Donghae te amo, jamás dejare de amarte y desearte –pronunciaba Hyukjae a cada momento
- Hyukjae te desee desde el primer momento y te ame después de eso… aaah… te amo Hyukjae
Sin duda así fue, el deseo entre los dos fue primero para que el amor los invadiera después. Hyukjae siguió moviéndose dentro de Donghae tomándolo como el sabia hacerlo, con aquella pasión y amor que Donghae desataba en él.
Estuvieron entregándose el uno al otro por varios minutos en los que las llamas ardientes del amor los envolvieron, Donghae comprendió que siempre sería así entre ellos. Sabía que su amor por Hyukjae no se apagaría jamás.
FIN
Increíble... que buena adaptación :) Gracias por tu trabajo !
ResponderEliminaren serio los ultimos 7 capitulos me hacian querer matar al madito hijo de **** de jihoo lo odie de tantas manera que te prometo pense miles de formas de torturarlo y masacrarlo por hacer sufrir al pez mas lindo del mundo y al mono mas teco celoso y posesivo del universo ... peor asi mismo ame la historia casi mato a ki bum casi mato a mucha gente enserio peor lo ameee demasiado miles de gracias por darte el tiempo de adaptar las historias y de ompartirlas que si no haber de donde leeria yo estas historias que me hacen llorar y reir en el mismo capitulo miiiles de gracias enserio si esta historia terminaba mal yo acecinaba a algien seguro xddd aaaa esque ame la historia enserio qeu si ... por mi que no tuviese final pero aaa gracias :33 enserio :333 y dios que rabia que lo dela carta se arreglase hasta el final¬¬ par de tontos peor se aman y eso es lo unico que me interesa :333
ResponderEliminarLo amere lo leí en hato pero la re leí aquí es perfecta *^*
ResponderEliminar<3
ResponderEliminarEsta adaptacion es puro amor!
-la que la lee por tercera vez-