Dambi, Hongki y
las parejas apareadas se sentaban en un círculo en el suelo del estudio. Hee
había dulcemente convencido a Siwon que encendiera un fuego para ellos en la
gran chimenea y Donghae, Zhoumi y Changmin habían logrado convencer a sus compañeros
de hacer té caliente para la gran cantidad de ellos. Los hombres se negaron a
dejarlos, por lo que se habían instalado en la habitación, cada uno viéndose
igual de cabizbajo y apagado. Incluso Jungsoo se había negado a irse y se
encontraba junto a Junjin con el mismo fruncido feroz.
Todos estaban
simplemente acomodándose cuando Hee saltó y chilló.
—¡Santa jodida
vaca en un palo!
Siwon se lanzó a
través de la sala, deteniéndose a su lado en un instante.
—Heechul, ¿estás bien?
—trataba de comprobarlo y él seguía golpeando sus manos, apartándolas, y
señalando al otro lado. Donghae se sentaba con una sonrisa tímida a medida que
todos se volvían a mirarlo.
Los ojos de Teuk
se agrandaron cuando vio la mano de Donghae.
—Perr…
—Teuk, ese
lenguaje —espetó Hee y luego se volteó hacia Donghae—. ¡Perra!
—¿Por qué tú si
puedes decirlo?
—Porque estoy
embarazado y, como la gente mayor, los embarazados pueden hacer un montón de
mierda loca y puede culpar a su cuerpo por ello.
—Ah. —Teuk se
encogió de hombro—. Supongo que tiene sentido. — Ambos volvieron su atención a Donghae
y éste se retorció bajo sus miradas fulminantes.
—¿Podría por
favor alguien informarme por qué estamos dándole la mirada de muerte a Donghae?
—preguntó Zhoumi.
—Mira su mano
—gruñó Hee.
Hubo un suspiro
colectivo cuando todos los ojos aterrizaron en el diamante.
—Por favor dime
que todo lo que hizo fue preguntar —advirtió Hee—. Por favor dime que no se
casaron en secreto porque tal vez mañana todos vamos a morir y no querías ir a
la tumba con la gran V colgando sobre ti.
La boca de Donghae
cayó abierta.
—¿Por qué no
pensé en eso? —gritó Hyukjae al otro lado de la sala.
«No les des más municiones», le gruñó Donghae.
Hyukjae le guiñó
un ojo desde su postura informal contra la pared desde la cual podía verlo
perfectamente.
—No nos casamos, Hee
—resopló Donghae—. Solo me preguntó, pero no he tenido exactamente la
oportunidad de decirles.
Finalmente Siwon
entendió el hecho de que su compañero no estaba en un peligro inminente, o
teniendo alguna complicación con el embarazo, y se retiró del círculo lleno de
estrógeno.
—Has tenido
muchas oportunidades —le dijo Teuk—. Todo lo que tenías que hacer era sostener
tu jodida mano en al aire mientras caminabas en la sala de reuniones. Yo
hubiera dicho algo como: “Oye, Hee, mira, Donghae está comprometido.”
—Y yo hubiera
respondido algo como: “Oye Teuk, es mejor que no se haya casado solo para poder
saltar en la cama con el sexy lobo” —terminó Hee.
—¿Qué pasa
contigo y tu fascinación con mi virginidad? —Donghae se puso de pie, cansado de
tener a sus amigos sobre él.
—No estoy
fascinado por ella —argumentó Hee.
—¿¡Entonces por
qué estás asumiendo que me casaría con Hyukjae a tus espaldas solo para poder
tener sexo con él!? —Donghae puso las manos en sus caderas mientras se
abalanzaba sobre sus amigos.
Hee pausó por un
segundo mientras consideraba la pregunta de Donghae.
—Porque, eso es
lo que yo haría —respondió finalmente. La sala estalló en carcajadas. Hee miró
a los cuerpos destornillándose, luego a su compañero quien estaba sacudiendo su
cabeza—. ¿Qué? —preguntó, fingiendo confusión en cuanto a lo que era gracioso.
—No te preocupes,
Hee —gritó Hyukjae de nuevo—. Te apoyo en esto completamente.
Siwon le gruñó y Hyukjae
rió.
—Nadie te preguntó,
Hyukjae —le dijo Donghae a través de los dientes apretados.
Hyukjae le tiró
un beso y él mordió el interior de su mejilla para evitar sonreír como un
idiota. Y, entonces lo supo.
«¿Estás pensando en lo que yo estoy
pensando?» Se burló él.
«Si estás pensando en mí sacándote a patadas
de mi habitación, entonces sí».
Escuchó la risa
de Hyukjae en su mente y sintió su respiración en su cuello.
«Se honesto con tu compañero, Donghae. Creo
que estás pensando sobre cierto trato, cierto beso, cierto…»
«DETENTE».
Donghae pudo
sentir su rostro ruborizándose y supo al minuto que todo el mundo se dio cuenta
que no había escuchado ni una palabra de lo que habían dicho. Ni siquiera se
había dado cuenta que estaban adulando su anillo.
Hee miró de Hyukjae
a Donghae y sonrió.
—¿Ustedes dos
están pateándose a través del vínculo de compañero, justo aquí, frente a todos
nosotros? —Hee dio un golpecito cariñoso en la nariz de Donghae—. No me había
dado cuenta que te convertiría en un raro tan rápido. Buen trabajo, Hyukjae.
—El placer es
todo mío —bromeó de nuevo.
—Oh, estoy seguro
que lo es. —Rió Teuk.
Si Donghae no
había querido filtrarse en el suelo antes, ahora definitivamente estaba
buscando una grieta.
—Tanto como me
gusta escuchar bromas sexuales de los chicos que crié — interrumpió Sora
finalmente—. En verdad me gustaría ver el anillo de Donghae, luego me gustaría
que alguien me dijera cómo es que Hee está embarazado, y yo no lo sabía.
—El cómo no es en
realidad la cuestión, mamá —bromeó Teuk.
—Estoy dispuesto
a explicar exactamente cómo pasó con increíble detalle si la señora P necesita
saber —dijo Hee.
—¡NO! —estalló la
sala completa.
—Hombre, ustedes
son unos aguafiestas. —Hee puso los ojos en blanco mientras se sentaba de nuevo
en el piso.
—Entonces, Donghae.
—Sora sonrió—. ¿Cómo te lo propuso?
Donghae estrechó
sus ojos hacia Hyukjae.
«Te toca decir esto, ojos marrones.» Le
dijo él mientras le tiraba un beso.
«Tienes razón, mi amor, definitivamente me
toca decir esto». Donghae sonrió malvadamente, y casi se pone de pie para
bailar cuando vio sus ojos abrirse con lo que parecía preocupación.
—Bueno —comenzó Donghae—,
estábamos acostados en la cama, solo hablando, y luego las cosas comenzaron a
calentarse, ¿ya saben?
—No,
definitivamente no sabemos —interrumpió Hee—. Necesitamos minuciosos y claros
detalles, Donghae, detalles.
—Heechul,
compórtate —retumbó la voz de Siwon.
—Bah —ondeó una
mano hacia él—, puedes castigarme después.
Sora tosió el té
caliente que había estado tratando de tragar. Hee le palmeó la espalda mientras
miraba a Donghae esperando que continuara.
—Entonces, como
iba diciendo, las cosas se estaban poniendo caliente y pesadas…
—¿Pesado como en
tercera base, o pesado como un magnífico golpe? — interrumpió Teuk.
—Buenas preguntas, Teuk. —Hee
asintió en señal
de aprobación—. Definitivamente
buenas preguntas.
—Oh, trató de
hacer el magnífico golpe. —Donghae trató de no sonrojarse mientras decía las
palabras—. Pero se ponchó.
—Ouch —oyeron
murmurar a Siwon. Luego un estruendo que todos ignoraron. Donghae miró por
encima de las parejas para ver si Hyukjae estaba bien. Una de las sillas a su
lado había sido obviamente aventada o pateada, y él lo estaba mirando
fijamente, eso calentándole hasta sus huesos.
—Entonces, en
cierto modo sentí pena por él cuando finalmente tuvo el valor de pedirme que me
casara con él. Ya había cerrado el estadio de béisbol para cualquier paseo, así
que quise compensárselo al ser lo suficiente valiente para preguntarme.
Hee rodó sobre el
piso agarrando su estómago mientras se carcajeaba.
—¡Cerrar el
estadio de béisbol! ¡Paseos! —Se rió más fuerte cuando miró a Siwon, quien no
podía decidir si debía arriesgarse a caminar a través de la bomba de estrógeno
para ver si estaba bien o salir corriendo en la dirección opuesta.
Sora trató de
cubrir su risa mientras veía el brillo en los ojos de Donghae, pero el resto de
la sala había renunciado a cualquier pretensión de parecer tranquilos.
Los ojos de Donghae
se abrieron con sorpresa mientras Hyukjae caminó por la habitación a grandes
zancadas. Se paró justo fuera del círculo, y sus ojos ardieron sobre él.
—Oh, Dios
—murmuró Hee cuando finalmente se calmó—. Conozco esa mirada. Teuk, ¿conoces
esa mirada?
Teuk miró a Hyukjae.
—Ujum, chico, definitivamente
conozco esa mirada.
Hyesung sonrió.
—Incluso yo
conozco esa mirada.
Los ojos de Donghae
viajaron de ida y vuelta entre Hyukjae y sus amigos.
—Bueno, alguien
ayude a este hermano porque yo no conozco esa mirada.
—Estás apunto de
averiguarlo —murmuró Zhoumi.
Hyukjae le sonrió
y el círculo completo de emparejados se desmayó un poco. Él tenía una de esas
sonrisas. Los hoyuelos, los ojos, el guiño, era letal para cualquiera que lo
viera.
—¿Debería
decirles lo que en realidad pasó, Donghae mío? —preguntó él en una voz que
debería ser reservada solo para el dormitorio o si trabajabas en una de esas
cosas del 0-900.
Donghae se puso
de pie lentamente. Decidió que era tiempo de combatir fuego con fuego. Dejó que
su cuerpo de desdoblara como un perezoso gato y le sonrió dulcemente, mordiendo
su labio tímidamente.
—Podríamos
mostrarles, ya sabes, recrearlo para ellos. —Donghae trató de adoptar una voz
sensual y supuso que tal vez lo había logrado cuando Hyukjae gruñó.
Hee rió.
—Creo el joven tiene
el control, chico hoyuelo.
Donghae arqueó
una ceja hacia su compañero.
—Les enseñaré el
mío, si tú les muestras el tuyo.
Hyukjae supo que
había sido abatido en su propio juego y gruñó cuando las manos de Donghae
fueron al dobladillo de su camiseta. Se volteó y caminó furioso de vuelta al
lado de la sala donde los otros machos les estaban dando sinceras miradas de
simpatía.
—Bienvenido a mi
mundo —le dijo Siwon mientras se paraba a su lado.
Los ojos de Hyukjae
apuntaron a su compañero quien estaba sonriendo y riendo con sus amigos. Estaba
orgulloso de sí mismo, y para ser honesto, él también estaba orgulloso de su
compañero. Pero eso no cambiaba el hecho de que a él no le gustaba perder, y
definitivamente había perdido.
«Jaque Mate». Lo escuchó reír tontamente
en su mente.
—¿Cómo
sobrevives? —le preguntó a Siwon.
—Matando cosas y
mucho, mucho s…
Hyukjae se
atragantó antes de que Siwon pudiera terminar. Siwon le frunció el ceño a su
Beta.
—Iba a decir
sueño, pervertido. —Se rió por los ojos abiertos de Hyukjae—. De hecho, voy a estar
de acuerdo con mi compañero en esto, ustedes dos necesitan engancharse y
ocuparse del asunto. La tensión es tan fuerte entre ustedes dos, que uno de
ustedes va a ser responsable por tomar y atacar al otro en plena luz del día.
Hyukjae rió.
—Él se romperá
antes que yo.
Siwon sacudió su
cabeza. Miró a Donghae y luego de nuevo a Hyukjae.
—No, Beta, no
creo que lo haga.
Las parejas hablaron
hasta bien entrada la noche, y cuando Hee se durmió, los machos finalmente
intervinieron. Uno por uno, se reunieron con sus parejas.
Sora abrazó a Teuk
antes de que Kangin lo recogiera.
—Estoy tan contenta
de que estés feliz, Teuk.
—Gracias mamá, yo
también. Dile al Rey Hechicero que patearé su trasero si te hace daño.
Sora rió.
—Le pasaré el
recado.
Jungsoo se detuvo
detrás de ella y envolvió un brazo alrededor de su cintura.
—¿Él va a patear
mi qué?
Sora sacudió su
cabeza con una sonrisa.
—Solo está
ladrando. —Sora tomó su mano y lo llevó fuera del estudio.
Siwon recogió
gentilmente a Hee y él se acurrucó en sus brazos. Besó su frente y asintió a Hyukjae
mientras salía de la sala.
Hyukjae y Donghae
fueron los últimos en salir del estudio. El fuego crepitaba y las luces de las
flamas danzaban sobre el rostro de Donghae. Se había dormido junto con Hee
hacía un rato, pero no había querido molestarlo. Se arrodilló a su lado y pasó
un dedo sobre su mejilla. Donghae lo acarició y sonrió.
Incluso dormido,
sabía quién era él.
—Mío —murmuró.
Hyukjae lo
levantó y lo sostuvo cerca de su pecho.
—Siempre —susurró
en su oreja mientras lo lleva a su habitación.
—Te he estado
esperando, Rey Hechicero. —Desdémona caminó tranquilamente por entre los
árboles, y aunque podría haber sonado irritada, se veía como si estuviera
tomando un relajante paseo por el bosque.
Jungsoo emergió en el
pequeño claro y se encontró con la mirada
de la bruja.
—Tengo una
pregunta antes de hacer esto —le dijo.
—Si tienes que
hacerla —dijo ella con voz cansada, como si fuera un niño que la hubiera
acosado durante todo el día por un bocado de atención.
—¿Qué es lo que
esperas lograr? —Jungsoo inclinó la cabeza y se rascó la barbilla—. ¿Vas a
dejar salir una horda de demonios, cuyo único deseo es destruir todo a su paso,
para qué?
Cuando Jungsoo
había dejado a Sora en su habitación la noche anterior, él había vuelto a su
propia habitación y estudiado el Nushtonia con Dambi. Ella conocía el idioma, a
pesar de que era muy reacia a hablarlo en voz alta. Cuando por fin se decidió a
decir las palabras, las dijo fuera de orden para no invocar inadvertidamente
algún hechizo desconocido.
A través de su
estudio, Jungsoo había descubierto que Mona estaba mal informada sobre su
conocimiento del Inframundo. Creía que si liberaba a los demonios ella sería
capaz de controlarlos, pero al igual que cualquier mentira interpretada por el
mal, jirones de verdad fueron tejidos en una red de engaños. El único control
que tendría sería a instancia del demonio que escribió el Nushtonia y eso era
todo. Desdémona no se daba cuenta que iba a desatar no solo la destrucción de
su enemigo, sino la suya también.
—No tengo por qué
justificarme ante ti —le dijo Mona, sin pensarlo—. No eres más que una
herramienta para ser utilizada en mi plan. Tú haces lo que te pido y luego
puedes irte.
—¿De verdad crees
que va a ser tan fácil? ¿Ha habido alguna vez algo que fuera tan fácil, Mona?
—¿Estás
intentando una intervención? ¿Eso es lo que es esto? —Mona hizo señas con el
dedo entre ellos—. Deja que te ahorre el trabajo Rey, no hay salvación para mí.
Jungsoo rió.
—Oh, créeme, soy
muy consciente de hasta qué punto eres insalvable, pero no tienes que llevarnos
a todos al infierno contigo.
—Demasiado tarde.
Jungsoo observó
como ella cerraba los ojos y movía sus manos en frente de un grupo de árboles.
El viento empezó a soplar y el cielo se oscureció a medida que nubes negras se
acopiaban. Un resplandor se formó en el aire entre los árboles y Jungsoo pudo
sentir el mal atrapado detrás del velo.
—¿Lo has estado
escondiendo? —le preguntó.
—No quería que
ningún viejo idiota pasara a través de él y tampoco quería que los demonios
usaran a otro para escribir un libro sobre la manera de abrirlo.
La frente de Jungsoo
se frunció.
—¿Sabes sobre el
libro que fue escrito? —Él no dio el nombre del libro, por miedo de que ella se
diera cuenta que lo tenía, y porque no quería llamar la atención sobre sí mismo
de los que estaban más allá del velo delante de él.
Mona se rió
toscamente.
—Recuerdas con
quién estás hablando, ¿verdad?
Jungsoo la
fulminó con la mirada, pero se mordió la lengua. Él y Dambi habían decidido que
tenía que parecer lo más cooperativo posible durante el mayor tiempo posible.
—Basta de charla.
—Ella hizo un gesto para que se moviera más cerca—. Estoy asumiendo que ya que
estás aquí, entonces sabes lo que estás haciendo.
Jungsoo se movió
hacia el velo y sacó un cuchillo de la vaina en su pierna.
—¿Sabes lo que
dicen sobre asumir lo correcto? —le preguntó él mientras pasaba el cuchillo por
su brazo.
Desdémona puso
los ojos.
—Todos sabemos
que soy un dolor en el trasero, Jungsoo, eso no es novedad para nadie.
Jungsoo se cortó
otro tajo en el brazo, y otro.
—No te vas a
desangrar antes de que lo hayas abierto, ¿verdad?
—¿Quieres que
haga esto o no? —gruñó Jungsoo.
—Susceptible, tan
susceptible —murmuró Mona, mientras se recostaba contra un árbol. Ella vio como
Jungsoo cortó su otro brazo el mismo número de veces que el primero. Ríos de
sangre se deslizaron por sus brazos chorreando en el suelo alrededor de sus
pies. Mona observó con fascinación como la sangre, casi como si tuviera vida
propia, comenzó a unirse y fluir como un río hacia la cubierta brillante del
velo.
Jungsoo cerró los
ojos y comenzó a murmurar las palabras que Dambi le había enseñado. Su mente
fue atraída de nuevo a la expresión del rostro de Dambi mientras le explicaba
el requisito de la magia. Ella explicó que la magia negra no podría lograrse
sin tener que pagar algún tipo de precio y por lo general era una vida o
sangre. El rostro de Dambi había adquirido un tono ceniciento mientras leía las
palabras del libro. Ella había levantado la vista hacia él y pudo ver la
respuesta a su pregunta no formulada.
—Va a requerir de
tu sangre —le dijo ella.
—Vamos Dambi, los
dos somos demasiado viejos para esquivar la verdad — había bromeado.
Los ojos de Dambi
habían brillado con lágrimas no derramadas.
—Requerirá toda
tu sangre —le dijo ella finalmente.
Jungsoo asintió.
Él sabía que una vida era el requisito para abrir el velo.
Había tenido la
esperanza de que hubiera una escapatoria.
—Solo la acabas
de encontrar —le había susurrado Dambi—. Ella finalmente, después de tanto
tiempo, ha encontrado al único que puede llenar el vacío en su interior solo
para perderlo. —Había levantado la vista hacia él y Jungsoo había sentido su
corazón romperse mientras veía a alguien tan antiguo como Dambi estar tan
herida por Sora, a quien había reclamado como uno de los suyos.
—Tienes que
decirle —le había gruñido Dambi a él.
—No —su respuesta
había sido definitiva. Él se negaba a abandonar a Sora con el conocimiento de
que no iba a volver a ella. Cuando él se hubo ido esa mañana, ella lo había
abrazado y besado, y la sonrisa que irradió de su rostro le dio el coraje para
hacer lo que era necesario. Si hubiera habido lágrimas, no sabía si él hubiera
sido capaz de alejarse.
Así que ahora él
estaba de pie delante de un antiguo mal que anhelaba ser desatado en el mundo,
mientras él anhelaba la vida que sabía que no merecía. Su sangre debilitaría
lentamente la apertura del velo y las palabras del Nushtonia darían fuerza a
los demonios.
Él y Dambi habían
ido con Junjin y explicaron su estrategia, que era simple. Él sangraría tan
despacio como pudiera, dando tiempo a los lobos para recorrer los treinta
kilómetros de su ubicación. Desdémona no sabía lo que hacía, ni el tiempo que
se tardaría en abrir el velo por lo que él podía usar eso para su beneficio.
Sentía la sangre
caliente y húmeda fluyendo hacia abajo por sus brazos y luchó contra el impulso
de tratar de matar a Mona él solo. Había argumentado por eso, pero Dambi le
había dicho que él solo no sería capaz de derrotar a Mona, no en este momento.
Había pasado demasiados siglos acumulando poder.
Así pues, él
estaba allí, sangrando como el cordero del sacrificio a la espera de la muerte
que lo llevara, y deseando un día más con el ser humano que le había robado el corazón.
Ya decía yo que no había revuelo por el anillo...me extrañaba la calma.
ResponderEliminarNo se había visto bien...pero Hae ha aprendido mucho al juntarse con Hee y Teuk😂😂😂😂😂😂
Hizo que Hyuk callera en su propio juego😂😂😂😂
Eso solo le añadió más alegría a su estado de ánimo
Bien...bien...bien
Esto va a empezar.
Pues claro...como casi no han pasado por cosas terribles,que ahora jungsoo tiene que morir para cumplir su promesa con la bruja.
Según no hay otra opción y él debe sacrificarse
A ver si los otros se apuran a terminar con la bruja y se me ponen a juntar las esferas del dragón y me reviven al hechicero