Los años habían
sido amables con Hangeng. Estaba menos flaco y más relleno. Tenía muchos más
tatuajes sobre sus brazos y cuello de los que recordaba y lo llevaba bien. Su cabello estaba ingeniosamente despeinado y
cubierto por una bandolera a cuadros. Odiaba ver que tenía un genuino
arrepentimiento, brillando en sus ojos.
—Hangeng. ¿Qué
estás haciendo aquí?
—Uh... no
contestaste ninguno de los mensajes de correo electrónico que te envié y tu
papá se negó a darme un número para comunicarme contigo. Yo solo... —Se detuvo
y me di cuenta de que estaba mirando a Siwon y que en realidad no me miraba.
Suspiró profundamente y sacudió la cabeza—. Quería verte. Para obtener
conseguir tipo de cierre y decirte lo mucho que siento lo que te hice pasar. Sé
que es un poco tarde, pero tenía que hacerlo ahora que entiendo cuan equivocado
estaba.
Si Siwon estaba
rígido antes, ahora se convirtió en una estatua detrás de mí. Tiré de su agarre
y caminé hacia mi ex. La sangre que se le estaba subiendo a la cabeza, me
estaba dejando sordo y la luz brillante de mi pasado, mirándome a la cara, me
estaba dejando ciego. Creo que Kyuhyun me dijo algo, creo que Siwon me llamó
por mi nombre, pero todo lo que podía ver era a Hangeng y lo único que podía
sentir era todo lo que había querido hacer con él, todas las cosas que había
querido hacerle comprender, hace cinco años. Al verlo me empujé hacia atrás en
el tiempo, incluso si tuviera fuertes manos tratando de detenerme en el presente.
Todavía estaba
molesto, pero por otras razones. Dejó escapar un "uf " y se dobló. Contemplé
pegarle en la cara también, pero Kyuhyun llegó a mí primero y me entregó a mi
chico riéndose, quien bloqueó mis brazos agitados y cortó el vapor que sentía
saliendo de mis oídos. Debería estar abrumado de alegría por haber escapado de
la vida que habría tenido si me hubiera quedado con un tipo como Hangeng. Pero
toda esa vieja duplicidad y la picadura habían afectado mucho mi capacidad de
dar todo al hombre que ahora consideraba mi vida, y estaba demasiado furioso
con Hangeng por eso.
—Jódete, Hangeng.
No necesito una disculpa de tu parte. No necesito nada de ti. En lo que a mí
respecta, tienes exactamente lo que te mereces. Estás perdiendo el tiempo aquí.
Siwon gruñó
detrás de mí, lo que fue muy de un alfa sexy, y me pasó una mano
tranquilizadora sobre el brazo. Estaba temblando, y me volvía loco que Hangeng
me pudiera afectar todavía de algún modo. Disculparse por destrozar en mil
pedazos mi joven Corazón era risible, como si cualquier palabra pudiera volver
atrás el tiempo y deshacer el daño que había hecho, y arreglar la situación
actual con la que me encontraba con Siwon.
—En realidad te
mereces mucha más mierda, pero teniendo en cuenta tu condición, no voy a
dejarla sobre ti. —Siwon sonaba ronco y aún menos feliz de lo que había estado
al principio.
La mirada de Hangeng
se amplió y luego cayó sobre mi vientre, ahora ligeramente abultado. No era
enorme, pero obviamente se abultaba más de lo normal y mostraba que estaba
claramente embarazado. Quería golpearlo de nuevo cuando miró a Kyuhyun y le preguntó:
—¿Lo embarazaste?
Kyuhyun se
atragantó con una carcajada y señaló con el pulgar a Siwon.
—Es posible que
desees ver el hombre sosteniéndolo, genio. No es mío.
Los ojos de Hangeng
se pusieron enormes cuando se dio cuenta de la postura protectora de Siwon
detrás de mí. Él me miró a mí, a mi vientre, y luego de nuevo a la expresión
atronadora del hombre de pie detrás de mí. Me irritaba al extremo que asumiera
automáticamente que Kyuhyun sería el padre, solo por su apariencia externa.
¿Por qué no me había dado cuenta alguna vez de lo superficial y terrible que
era, antes de haberme enamorado de él? Asco.
—¿En serio,
Heechul? ¿Qué demonios te pasó? Esto no es propio de ti. Solías ser agradable y
divertido. Tu viejo yo me habría perdonado en un latido del Corazón, y
podríamos haber ido, tomado una cerveza con unas risas por los viejos tiempos.
Me amabas.
Oh, la audacia de
él. ¿Cómo pude creer que alguien tan estúpido pudiera ser mi Sr. Perfecto? Pude
leer entre sus líneas. Mi viejo yo se habría vuelto loco por tener otra
oportunidad de estar con él, y me podría haber utilizado para un rapidito para
calmar su ego maltrecho. Uh, no, gracias.
—Tú me pasaste, Hangeng.
¿Tienes el descaro de hablar de lo que te amaba? ¿Qué hay del que por tu culpa
no puedo amar a alguien más? ¿Dónde está la disculpa, el arrepentimiento por
eso?
Oí una inhalación
brusca detrás de mí. Sabía que tenía que parar, que estaba arriesgando,
arruinando lo que importaba, pero en mi furia me quedé atrapado en un ciclo de
pasado y futuro, ira y remordimiento, y no había vuelta atrás.
—Heechul. —Hangeng
se frotó la parte posterior de su cuello y miró a sus pies—. Éramos jóvenes. Yo
era inmaduro. Nunca quise hacerte daño de esa manera. Fuiste el primer joven que
he amado. ¿No podemos simplemente tomar un café o algo y reparar algunas
cercas? Realmente lo siento.
—No. Solo porque
lo sientas no significa que estoy obligado a aceptar tus disculpas. Es una
mierda que hayas venido hasta aquí en busca de absolución, pero no es mi
trabajo ofrecértela. No te debo nada. Nunca lo hice. Eras demasiado estúpido
para ver lo que te estaba ofreciendo el mundo y luego decidiste tirarlo a la
basura. Nunca más, Hangeng. Nunca volveré a hacerlo de nuevo.
Mi voz se alzó
una octava y mi pecho se movía arriba y abajo
—La vergüenza, la
pérdida de la única familia que pensaba que tenía, me hizo perderme, me hizo
buscar y encontrar algún tipo de ideal que nunca voy a encontrar. Me arruinaste
mi idea de felices para siempre.
Cuando mis
palabras golpearon a Hangeng le hicieron estremecerse, y me hicieron sentir
libre. Pero la satisfacción fue breve, desintegrándose cuando lo que acababa de
decir me golpeó de lleno en el pecho. Ya era demasiado tarde, no podían
desdecir las palabras. Me volví para mirar a Siwon, y esos bellos ojos se
habían apagado, distantes, su rostro como una piedra.
Por cinco años
había necesitado este momento para dejarlo ir. Pero ahora que la ira estaba
comenzando a purgar, sabía que las severas palabras que había lanzado en un
arrebato de cólera habían golpeado al objeto equivocado.
Siwon me había
ofrecido todo una y otra vez, y aun así yo me había impedido avanzar. Nunca
había sido absolutamente sincero con él de por qué estaba tan indeciso a
simplemente entregar mi Corazón, y aquí estaba yo, exponiendo todo al último
chico que merecía cualquier consideración.
Hangeng podría
haber dañado mi habilidad de ofrecer libremente mi amor, pero yo tenía que ser
responsable por mi parte en estar asustado de entregarle todo a Siwon. Sabía
que estábamos destinados a estar juntos y frenarme recaía enteramente en mis
cobardes hombros.
—Heechul… —Hangeng
no tuvo la oportunidad de agregar nada más porque la tolerancia de Siwon salió
disparada. Se movió alrededor de mí más rápido de lo que un chico tan grande debería
ser capaz de moverse y agarró a Hangeng por el cuello de su camisa a la moda
con broches perlados. Las puntas de sus botas se arrastraron por la acera y sus
ojos se abrieron como platos. Vi a Hangeng tragar saliva y escuché a Kyuhyun
reírse.
—No estás
ayudando, Cho Kyuhyun.
—No planeo
hacerlo, Rella. Déjalo lidiar con el oso. Se lo merece.
—Dijo que no
tiene nada más que decirte. Eso termina la conversación. Quieres continuarla,
la continúas conmigo. Un montón de tiempo ha pasado para ti, pero yo soy completamente
nuevo. Sé lo que conseguí con él y no voy a dejar que lo ensucies más o le des
vueltas nunca más. —Sacudió a Hangeng como si fuera una muñeca de trapo y tuve
que ocultar una sonrisa—. Él va a tener mi bebé. Lo amo. No hay lugar en nada
de eso para que te presentes y trates de hacerlo responsable por tu ego dañado
y sentimientos heridos. Tal vez si no fueras un imbécil para comenzar, no
tendrías que terminar siendo jodido a largo plazo. ¿Nos entendemos?
Nunca había visto
este lado de Siwon. Él siempre fue un poco peligroso, siempre un poco rudo como
si pudiera hacerse cargo de un asunto en cualquier minuto. Tenía que admitir
que era fascinante de ver, y que no estaba sorprendido de que Hangeng no
pudiera aguantar la amenaza de la clase de tipo que Siwon era. Dudé que muchos
pudieran. Asintió y Siwon lo empujó lejos. Hangeng se tambaleó fuera de la
acera y me miró una vez más.
—Si sirve de
algo, ahora realmente entiendo cuanto mal te hice. Siempre mereciste lo mejor.
Resoplé.
—Merezco lo mejor
y eso es lo que encontré. Adiós, Hangeng.
Los tres lo
observamos alejarse, yo con una nueva claridad, Kyuhyun con desbocada
diversión, y cuando levanté la mirada a Siwon, todo lo que había estado
temiendo que mis palabras precipitadas estuvieran haciéndole, estaban
reluciendo de su dura mirada.
Él estaba
furioso, pero más que eso, él estaba herido, y no podía culparlo por eso.
Quería alcanzarlo y tocarlo, tratar de calmar la quemadura no intencionada que
le había causado, pero aquellos ojos zafiro se lanzaron a mí y podía sentir la
explosión de su ira ardiendo en sus músculos trabados con fuerza y la expresión
endurecida como el granito. Di un paso atrás y me sobresalté cuando él hizo lo
mismo. No se suponía que hubiera una distancia como ésta entre nosotros ahora.
—¿Qué acaba de
suceder, Heechul?
Las palabras
fueron rechinadas entre dientes y parpadeé con sorpresa.
—Pensé todo este
tiempo que no podías decirme que me amabas, que estabas luchando para encontrar
una casa conmigo porque todavía estabas tratando de superar todas esas cosas
con las que el idiota te dejó cuando te engañó. Pensé que yo estaba
permitiéndote encontrar tu propio camino a donde yo estaba esperando por ti, y
te acabo de ver aniquilar la única excusa que pensé que tenías para impedirte
avanzar conmigo. Simplemente le dijiste a ese idiota que nunca podrías amar a
alguien más por lo que te hizo, escuché fuerte y claro.
Estiré un brazo
por él, mi mano estaba temblando, y podía sentir a Kyuhyun retroceder junto a
mí cuando él dio otro paso atrás. Esto no podía estar sucediendo.
—Siwon. —Traté de
llegar a él para calmarlo. Para conseguir una palabra, para decirle que no
entendía, pero él no me dejaría. La cosa en la que yo era mejor, hablar,
parecía ser mi peor enemigo en el momento. Si yo hubiera sido capaz de decirle
que también lo amaba, él no estaría reaccionando de este modo ahora. Por
supuesto que lo amaba. Solo estaba aterrorizado.
—Amigo, cálmate.
Acaba de ser emboscado por su ex. Está embarazado. Toma un respiro y cálmate.
—Sé que está
embarazado, Kyuhyun. Tuve algo que ver con eso, pero no puedo darte todo,
dejarte ver todas las partes rotas y feas de mí, si todo lo que consigo a
cambio es solo lo que consideras como seguro. No soy Hangeng. No te fallaré
así, y pensé que te había probado eso una y otra vez. Si no puedes estar
enamorado de mí debido a lo que ese perdedor te hizo hace cinco años, ¿cuál de
nosotros no está en esto hasta el final, Heechul?
Más allá de la
cólera en su voz podía escuchar los sonidos de su Corazón haciéndose añicos en
su pecho. Mi miedo y dudas habían causado esto. No había nadie para culpar,
excepto yo mismo. Pero sin importar cuán duro intenté, no podía arrancar las
palabras que él tan obviamente necesitaba que sacara de mi lengua. Lo amaba,
pero esta no era una forma en la que alguna vez iba a decirle eso. Nunca me
creería si lo soltaba para prevenir esta desagradable escena.
La puerta del
conductor se cerró de golpe, y se marchó con un chillido de neumáticos y el
motor rugiendo. Estaba contento de que él no estuviera en su moto. Eso habría
sido peligroso y aterrador.
Kyuhyun me atrajo
en un medio abrazo y coloqué la cabeza en su pecho.
—Se calmará. Creo
que ver a Hangeng fue un shock tanto para él como para ti.
—Tiene razón.
Debería haberle dicho como me sentía hace una eternidad. Solo no podía. Tenía
miedo de que al decirle que lo amaba significaría que todo se haría pedazos y
me destruiría si no funcionaba. Él siempre me dice que yo coloreo su mundo
entero, pero él hizo lo mismo por mí. Si lo que sentí por Hangeng es beige,
entonces lo que siento por Siwon es la maldita caja de crayones Crayola. No
debería haber sido tan cobarde y solo dejarle saber. Él es perfecto para mí,
Kyuhyun.
Kyuhyun maldijo
un poquito y se dio la vuelta para que pudiéramos entrar en la tienda.
—Cuando dos
personas se sienten de esa forma el uno por el otro, lo resuelven. Al igual que
Hyukjae y Donghae lo hicieron, y al igual que Henry y Zhoumi. Estará bien, Rella.
Lo prometo. Por cierto, ese fue un lindo disparo al intestino. Sin embargo,
deberías haber apuntado por la nariz.
Normalmente eso
me habría hecho reír, pero sentí como si todo lo que tenía estuviera
arremolinándose alrededor de esa nube de cólera en la que Siwon se había
alejado. Tenía que funcionar, no había otra opción. Él era todo para mí, solo
necesitaba sacar mi cabeza del trasero y decirle.
Él tenía razón:
le pedí todo y me lo dio sin dudar. Él quería una solo cosa de mí, escuchar que
lo amaba como él me amaba, y había sido incapaz de hacerlo por él. Yo apestaba.
Además estaba enfermo y cansado del gran imbécil que siempre, de algún modo,
lograba tener la última palabra cada vez que teníamos una pelea. Eso era en
verdad molesto.
—Desearía que
fuera una promesa de la que pudiera estar seguro que podrás mantener, Kyuhyun.
No digas nada a los chicos. Puedes decirles sobre Hangeng porque ustedes
chismorrean como jovencitos adolescentes, pero deja a Siwon fuera de ello.
Necesito arreglar este desastre por mi cuenta.
Y arreglarlo es
lo que haría, porque no había otra opción para mí o para nuestro bebé.
Cuando entramos
por la puerta, todos los chicos querían saber qué estaba pasando. Dejé a
Kyuhyun contarles mientras le preguntaba a Hyukjae si podría hablar con él en
el cuarto de atrás.
Me siguió, su
rostro contraído con una mirada de total desconcierto, pero fue lo suficiente
amable para no acribillarme a preguntas.
—Ese era Hangeng.
—Lo imaginé. Luce
como que Siwon le dejo bastante claro que mejor te deje tranquilo.
—Sí, también hizo
bastante claro que mejor averiguo mi mierda o voy a avanzar solo.
Pensé que Hyukjae
estaría descontroladamente indignado por mi comportamiento, pero no lo hizo. Me
entornó aquellos ojos, lo cual me hizo torcer mis tachos de la oreja con
nerviosismo. Me sentí como un insecto bajo un microscopio.
—¿Qué? Deja de
mirarme así.
—¿Así cómo,
Heechul?
—Todo juzgador.
Fui tu más grande animador cuando estabas actuando como un imbécil sobre
Donghae, así que basta.
—Él te ama,
Heechul. Eso no es una broma. Nunca antes se puso a sí mismo en la línea, de
ese modo, por alguien que no fuera de la familia.
—Lo sé, lo sé.
Estoy trabajando mi camino hasta llegar allí, de acuerdo.
No quiero estar
sin él.
—¿Amas a mi
hermano, Rella? Porque si no lo hicieras, incluso si eso lo matara, tienes que
alejarte ahora. No puedes hacerle eso.
—Hyukjae.
—Suspiré y comencé a pasear de un lado a otro en frente de él—. Quería a
alguien perfecto, pensé que me mantendría a salvo, a salvo de otro Corazón
roto, y todo lo que hizo fue aislarme y hacerme sentir muy asustado de decirle
a un hombre maravilloso que también lo amo. Pensé que podría mostrarle, que él
simplemente lo sabría, que solo lo sentiría fluir desde mí de la forma que yo
lo sentí fluir desde él. Jodí esto magníficamente y no sé si va dejarme
arreglarlo.
Comencé a llorar,
maldijo y me atrajo en un abrazo que aplastó mis costillas.
—Todo es
arreglable. Tuvo la misma reacción cuando Donghae nos hizo saber sobre Eunhyuk,
solo que entonces él tenía todo mi estúpido escándalo por encima del suyo para
mantenerlo bajo control. Lo solucionará a su manera y sé cuánto te necesita, Heechul. Estará bien.
El amor es algo malditamente aterrador. Enfrentarlo precisa bolas de acero y
todos sabemos que tienes un par.
No quería reír,
pero tuve que hacerlo. Me aparté y limpié con una mano mi rostro.
—Acostumbraba a
pensar que yo era muy fuerte, pero tu hermano me volvió una gran pila de
cursilería.
—Hace que todos
nosotros parezcamos como malvaviscos.
Enderecé mi
camiseta y traté de asegurarme que lucía presentable antes de volver al piso.
—Quiero que
diseñes un nuevo tatuaje para mí. Ese es el verdadero motivo por el que te pedí
que vinieras aquí, no para sollozar sobre ti como un chico grande.
Levantó la ceja
que tenía los anillos y me miró.
—¿Más flores?
Le dije que no y
le expliqué lo que quería. Estaba satisfecho de ver sus ojos ampliarse y ver
algo de la escarcha que siempre estaba allí, derretirse un poco con
apreciación.
—Estaré honrado
de hacerlo. Solo hazme saber cuándo estés listo.
Incliné la cabeza
a un lado y le guiñé un ojo.
—Primero tengo
que conseguir que el hermano mayor me perdone.
—Lo hará.
—Ustedes siguen
diciendo eso. Solo espero que tengan razón.
Todo el mundo en
el bar me estaba dando un margen muy amplio. Entré respirando e exhalando
fuego. Sabía que mi ira era desproporcionada para la situación, algo así como
lo había sido cuando Donghae nos dio la noticia acerca de Eunhyuk, pero no era
capaz de detenerla. Me sentí como si estuviera perdiendo el control sobre las
cosas, como si lo que sea que había estado construyendo con Heechul se
desmoronara en polvo justo en frente de mis ojos. Estaba tan hundido en mi
propio ego herido, y mi propio sentido de la pérdida, que sabía que estaba al
borde de un espiral fuera de control y sin forma de detenerlo.
Me dije a mí
mismo una y otra vez que no podíamos ponernos de acuerdo en una casa porque
éramos simplemente dos personas muy diferentes. Cuando se arrastró en mí que él
no podía decirme que me amaba, me convencí que era porque todavía estaba
trabajando alrededor del miedo que Hangeng había dejado en él.
Traté de pensar
que tenía miedo de verse para siempre conmigo porque yo estaba todavía
inestable en todo el asunto de la familia y la estabilidad, pero traté de
mostrarle en todo lo que hacía, con cada recuerdo oscuro o sueño tortuoso que
lo dejé tocar, que yo estaba allí. Mirándolo enfrentar a su ex, desestimarlo de
plano como insignificante, sin importancia e irrelevante, no le dio un muro de
excusas para ocultarse detrás por más tiempo.
No pude entender
en mi mente el motivo real que podría tener para no sentirse sobre mí como lo
hacía por él hasta que le dijo que lo había hecho incapaz de amar a nadie.
Sabía que estaba conteniendo partes de sí mismo y comprendí el miedo, pero me
sentía desesperado y furioso por la idea de que me había obligado a abrir todos
mis lugares ocultos, purgar todas las peores partes de mí para que las viera,
mientras que él todavía jugaba a lo seguro. No era justo, y no era la forma
para que pudiéramos avanzar juntos.
Tan tentador como
era solo agarrar una botella de vodka y desaparecer en el cuarto de atrás y
ahogar mis penas, sabía que no me iba a llegar a ninguna parte, así que me
aseguré de mantenerme ocupado y traté de evitar romper la cabeza de alguien
innecesariamente.
Kangin estaba
observándome de cerca y distrayéndome bastante bien. Yo no sé por qué todo el
mundo pensaba que era un personaje tan sombrío, hasta ahora no había hecho nada
salvo cubrir mi espalda. Incluso lo consideraría un amigo en este momento, por
lo que cuando recibí un mensaje de texto de Heechul a las diez diciéndome que
estaba en el estacionamiento y quería hablar, solo asentí con la cabeza hacia
él a pesar de que el bar estaba lleno. La multitud de los viernes por la noche
era algo para estar orgullosos ahora, pero yo estaba tan torcido sobre cierto
rubio salvaje que ni siquiera me detuve a reconocerlo.
Sabía que no
quería entrar al bar en caso que yo hiciera una escena o porque estaba
preocupado de que yo sería inflexible y nada razonable. Le había dado motivos
suficientes para creer eso, lo que me hizo sentir como un mayor idiota. No
había necesidad para que él estuviera acurrucado en el estacionamiento como si
hubiera hecho algo malo. Si Heechul no sentía por mí lo que yo sentía por él,
solo iba a tener que aceptarlo y seguir adelante. La única cosa que él había
sido tan decisivo en enseñarme era que no había nada malo en pelear por lo que
finalmente decidías que merecías. Yo lo quería a él, quería una vida con él y
el bebé, pero él necesitaba quererme al mismo nivel o no era suficiente.
Vi el auto de
color verde brillante estacionado al lado de mi camioneta. Cuando me vio
haciendo mi camino hacia él, salió del lado del conductor y comenzó a hacer su
camino hacia mí. Iba a decirle que simplemente me siguiera al interior, que
tendría a Minwoo haciéndole algo para picar mientras hablábamos. Nunca tuve la
oportunidad porque oí el rugido del escape de una Harley, al mismo tiempo todos
mis instintos de oh mierda, se dispararon. Vi su cabeza girar rápidamente
alrededor, sentí el tiempo detenerse de la manera que lo hacía cuando el
peligro y la fatalidad rompían en el horizonte, así que hice lo que me habían
entrenado para hacer. Sabía cómo sonaban los disparos.
Sabía que no
tenía que entrar en pánico, pero nunca había estado tan asustado. Me habían
disparado un montón de veces. Nunca había tenido que preocuparme de alguien a
quien amaba recibiendo un disparo, sin embargo. Eso e hizo moverme más rápido
de lo que había tenido que hacer en mi vida.
Corrí por el
asfalto como si estuviera hecho de lava. Llegué a él justo antes que la primera
bala hiciera contacto. Mi cabeza se echó hacia atrás y la sangre comenzó a
correr inmediatamente por la columna de mi cuello y empapó el cuello de mi
camiseta. Vi sus ojos salvajes ponerse enormes en su cara, pero no tenía tiempo
para decirle nada. Tuve suerte que fuera un blanco tan pequeño porque la
próxima bala no falló tampoco, ni tampoco la siguiente mientras lo llevaba al
suelo debajo de mí.
Me habían
impactado con balas antes, pero siempre había tenido chaleco antibalas para
aliviar el impacto. Las balas desgarrando la piel sin protección se sentían
como Satanás agitando su cola a través de la piel desnuda. Mi carne quemaba y
el aire tranquilo de la noche al instante se llenó con el olor cobrizo de mi
sangre. Hombre, había un montón de ella. Pude verla saliendo de mí hacia él y
al pavimento debajo de él. ¿Cómo pude haber olvidado que había un motociclista
enfadado todo listo para conseguir su venganza sobre mí? Heechul no debería
haber estado en ese estacionamiento solo.
Tenía todo su
cuerpo debajo de mí. Podía sentirlo temblando y susurrando mi nombre contra mi
garganta. Esperaba que no hubiera tocado el suelo con demasiada fuerza, pero no
me podía mover para ver cómo estaba. De hecho, sabía que tenía que quitarme de él,
para no aplastarlo contra el suelo duro, pero ninguno de mis miembros estaba
obedeciendo mis órdenes. Su amada y preciosa cara estaba desvaneciéndose dentro
y fuera mientras el aliento resollaba dentro y fuera de los pulmones que se
sentían como si estuvieran de repente llenos de cemento.
Me estaba
sofocando. Estaba sangrando. Me dolía todo el cuerpo, pero él estaba mirándome
en estado de shock y miedo, pero vivo. Tan lleno de vida y color, y eso era
todo lo que importaba.
─Heechul...
─Quería decirle que lo sentía. Que nunca me rendiría con él, nunca, pero no
había una manera de hacer eso. Estaba hundiéndome. Podía sentir la acumulación
de sangre debajo de nosotros. Podía sentir el fuego ardiendo en más de un lugar
de mi cuerpo tendido. Creo que Heechul gritó mi nombre una y otra vez. Pienso
que oí a Kangin decirle que estaba pidiendo ayuda.
Estaba bastante
seguro de que mi pequeña princesa tenía un apretón de muerte en mí donde yo lo
cubría, pero no podía sentir nada. También estaba bastante seguro de que mi chico
estaba a punto de verme morir, y lo último que oí antes de que todo acabara de
ponerse absolutamente negro fue a él diciéndome que me amaba una y otra vez.
Todo el discurso qur tenía preparado en contra de Hee me lo olvide al momento de leer los últimos párrafos.
ResponderEliminarSé que no vas a cruzar el tunnel Siwon
me dejaste en shock , en serio no se como aguantare hasta el siguiente capitulo, me olvide por completo del hijo...ta que estaba tras de siwi
ResponderEliminarO_____O
ResponderEliminarOh No!!! No inventen!!!
Yo toda molesta con Hee~ por tener la cabeza en el culo!
Y me sales con que Siwonshis estará moribundo!!!! Ahhhhhhhh
Ojala que los hijos del dolor maten a ese remedo de motociclista de una vez!!!!(?)
Bah....al igual que a Kyuhyun,el puño de Hee contra la cara de Han hubiera estado mejor,que le quedara bien claro que ahí ya no tenía nada que buscar,que ya no hay nada para él.
ResponderEliminarY que Siwon se encará de eso me gusto...que Hee no le haya podido decir que lo ama no iba a impedir que pusiera en su lugar a Han y defender lo que es suyo...
Al menos sirvio para que Hee sacara lo que llevaba dentro,aunque en ese proceso lastimara el corazón de Siwon.
Oh pero que tipo tan desgracido
Era de esperar,un tipo tan cobarde,en lugar de enfrentarse cara a cara hace esto,no se podía esperar menos...más les vale agarrarlo sino,me meto pero yo lo mato.
Oh Siwon...años en la guerra y vienes a ser herido por un tipo estúpido y cobarde...resiste...T____T