Los ojos de Siwon
se abrieron del tamaño de platos y su boca colgó abierta de una manera que
habría sido cómica si la situación no hubiese sido tan grave.
—Me hice una
prueba casera anoche, y resultó tan positiva como podría resultar.
—Tú... yo...
nosotros... —Se interrumpió y lucía como si fuese a desmayarse—. ¿En serio?
—En serio.
—¿Estás bien? —Su
mirada me barrió de pies a cabeza como si ya estuviese buscando algún signo de
cambio en mí.
—Estoy bien.
Mira, sé que esto es mucho para asimilar. No espero nada de ti, pero si estás
buscando una razón realmente buena para recomponerte, creo que ahora tienes
una.
—¿Qué quieres
decir con que no esperas nada de mí?
Suspiré.
—Mira, Siwon,
estuvimos juntos durante menos de un mes. Nunca fuimos realmente amigos, luego
nos convertimos en amantes y ahora pronto seremos padres. Eso es mucho para
cualquier persona para tratar de manejar. Me preocupo por ti y la verdad es que
creo que eres un tipo increíble, pero no voy a exponer a este bebé o a mi
Corazón a alguien que no está totalmente involucrado conmigo. Ya he pasado por
eso y en serio me gustaría poder darlo todo.
—Dame una
oportunidad, Medio-Litro, estoy totalmente
involucrado.
—La bebida…
Sacudió su
cabeza.
—Hecho. Eso está
terminado. No me hace ningún bien y Eric no me dejará estar en el bar si estoy
tomado. Ha estado dentro y fuera por las últimas semanas y ya me dijo que si no
me compongo, estaba terminado. Ya estaba sintiendo que te estaba decepcionando.
No podía soportar la idea de decepcionarlo, eso es porque finalmente llamé a su
amigo para que me ayudara.
Hizo una cara que
asemejaba una mueca de dolor
—Hay una buena
probabilidad de que vaya a estar luchando con las secuelas del estrés
postraumático por un largo tiempo. No voy a despertar mañana y estar todo
radiante, pulido y perfecto, pero puedo ser mejor. La diferencia es que en
verdad no tenía la motivación de ir en esa dirección hasta que lo perdí y no
pude darte la cara. No quiero que seas parte de mis pesadillas, Heechul, pero
soy lo suficientemente egoísta para pedirte que lo seas.
Estaba diciendo
todas las cosas correctas, estaba poniendo más de sí mismo en esto de lo que Hangeng
hizo alguna vez, y yo era lo suficientemente egoísta para creer que lo que
estaba diciendo era real. En verdad no quería dejarlo ir ya, pero tenía que
asegurarme de que entendiera las reglas de ahora en adelante.
—Las pesadillas
son solo malos sueños. Si quieres que sea parte de tus sueños, no puedo pensar
en un mejor lugar para estar. Siwon, estoy más que dispuesto a hacer esto
contigo, pero este bebé es más grande que ambos. No puedes alejarte cuando
estés asustado o porque algo del pasado se interpone entre nosotros. Tienes que
dejarme entrar, tienes que estar alrededor para que podamos trabajar juntos.
Tampoco soy perfecto, Capitán Anti-Diversión, pero creo que juntos podemos
llegar a ser algo espectacular, si lo queremos.
Chillé de
sorpresa cuando me levantó y me estrelló contra su pecho. No pensé que alguna
vez llegara a cansarme de la manera sólida en la que se sentía presionado
contra mí. Presionó un duro beso en mi boca, y puse mis manos en cada lado de
su cara y lo sostuve ahí.
Lo extrañaba,
extrañaba esto, pero no tenía ninguna ilusión de que esto sería el último
obstáculo que tendríamos que enfrentar si nos las arreglábamos para permanecer
juntos. Se necesitaba de un tipo especial de hombre cuando la realidad de la
paternidad lo tenía justo en la mira. No nos conocíamos lo suficiente para
saber que esto iba a ser para nosotros, pero él me afectaba lo suficiente, me
movía en formas en las que constantemente estaba sorprendido, me gustaba pensar
que con algo de trabajo, él podría ser mi nuevo sueño, que sí podría caber en
la idea lo que era perfecto.
Cuando me bajó,
me reí un poco y moví mis manos de su cara a sus hombros.
—Tal vez tengamos
que ir más despacio. Vamos a estar avanzando a toda máquina, y mientras no hay
duda de que somos sexualmente compatibles, probablemente deberíamos averiguar
si podemos soportar estar juntos a largo plazo.
Dejó caer su
cabeza para que su frente descansara contra la mía.
—Está bien.
Toqué su mentón
con mi dedo índice.
—Y tienes que
hacer las paces con Hyukjae. La familia es importante y va a ser el tío de este
niño. Además, Donghae nos va a volver locos a todos tratando de solucionar las
cosas si tú no puedes arreglarlo. Lo mismo para tus padres.
Nunca
desperdiciaría a mi familia, y él iba a tener a tener que aceptar y entender
eso si esto iba a funcionar. Se alejó y mordió la punta de mi dedo, lo que me
hizo fruncirle el ceño.
—Arrepentimiento
es mi nuevo nombre. Hyukjae y yo estamos afligidos con la terquedad Lee y en realidad no puedo
estar enojado con él por
querer protegerte. Él tiene razón: hice lo mismo con él sobre Donghae. La
diferencia es que yo no tengo la reputación de Jugador de Alta Categoría que lo justifique. Trabajaré en ello, juro
que esto me importa. Más que nada desde que comencé a cuidar a los gemelos.
Finalmente
envolví mis brazos alrededor de su delgada cintura y le di el abrazo que le
había negado desde que lo vi parado en la tienda.
Por supuesto, tan
pronto como regresé a la tienda, los chicos me saltaron encima. Hyukjae aún
estaba todo encendido y enojado, Kyuhyun estaba actuando como un hermano mayor
preocupado a pesar de que él era más joven que yo, y Jjong lo estaba viendo
todo con una sonrisa maniaca que me hacía querer golpear su bonita cara.
Había solo diez
minutos antes de que abriéramos, así que llevé a los tres al cuarto de atrás y
los enfrenté. Decirles que se alejaran y que se ocuparan de sus asuntos no iba
a funcionar, así que lo puse para ellos en términos igual de tercos,
testarudos, pero que los chicos bien intencionados podían entender.
Les dije que estaba
embarazado de Siwon y que no quería escuchar ni una palabra sobre eso porque
aún era muy prematuro y las cosas estaban tenues.
Pensé que Hyukjae
iba a atravesar el techo hasta que lo golpeé con la palma de mi mano en el
estómago y le dije que se calmara. Kyuhyun lucía como si estuviera en shock, y Jjong
fue el único que presionó un pequeño beso en la cima de mi cabeza y me felicitó.
Les expliqué que
lo qué estaba o no haciendo con Siwon no tenía nada que ver con ellos y que
mejor se comportaban porque lo que importaba era que yo iba a tener un bebé y
que todos los que amaba o importaban iban a ser parte de su vida, les gustara o
no. Hyukjae y yo nos miramos fijamente por un largo tiempo, pero en realidad
era algo lindo, y en su centro había un gran montón de ruido de fondo, así que
eventualmente se derrumbó y me recogió en un abrazo de esos que te rompen las
costillas.
Me dijo que de
todas maneras iba a golpear el trasero de Siwon si no comenzaba a actuar a como
se debe conmigo y le informé que tenía que comportarse. Kyuhyun fue más difícil
de romper. Él solo seguía mirándome, luego a mi estómago, luego de regreso a mi
rostro, y moviendo su cabeza lentamente de un lado a otro. Solo lo esperaría.
Kyuhyun era fácil, era más racional que los otros chicos, pero su propia
educación había dejado cicatrices y no creo que estuviera cómodo con ningún
humano más pequeño que una caja de pan.
—Todo estará
bien. Yo estaré bien. Estaremos bien.
Envolvió sus
brazos alrededor de mis hombros y me dio un abrazo de solo un brazo que fue tan
apretado que casi duele.
—No me mal
entiendas. Siwon es un tipo genial. Pero últimamente no ha estado actuando como
ningún chico que va a ser papá debe actuar.
—Apenas me enteré
ayer.
—Pero lo sabías
desde antes, ¿verdad?
—Tal vez.
—Solo se cuidadoso.
Los quiero a ambos y no quiero tener que escoger entre alguno de los dos.
—Detente. No
haríamos eso.
Kyuhyun sonrió una
sonrisa triste que lucía tan fuera de lugar en ese hermoso rostro y sobre ese
anillo en la nariz.
—Eso es lo que
todos los padres dicen.
Se alejó
dejándome sin palabras. Jjong se deslizó a mi lado y enganchó mi brazo en el
suyo.
—Vas a ser un
gran appá. Todo lo demás va a estar bien y todos los demás puede superar su
propia mierda.
Gruñí y apoyé la
cabeza en su hombro.
—Gracias.
—¿Qué hay con el
chico? ¿Es el indicado para hacer esto?
—Eso creo. —En
verdad lo creía. Tal vez me haría trabajar un poco por eso, pero en verdad
pensaba que él valía la pena. Estaba tan feliz de escuchar que había tomado la
decisión por su cuenta para buscar ayuda por las pesadillas persiguiéndolo de
su tiempo en el ejército. Podría perseguir las sombras con él, siempre y cuando
estuviera dispuesto a dejarme traer la luz.
—No ha dejado que
me ponga de pie desde que comenzamos esta cosa. —Moví mis cejas de arriba a
abajo sugestivamente, lo que lo hizo reír—. Literal y figurativamente.
—Es de ambos
lados. —Jjong se acercó y palmeó mi vientre que aún estaba plano—. Esto va a
ser tan divertido de mirar.
Bufé hacia él y
lo codeé en las costillas. El hecho era que, podría hacerlo de ambos lados.
Podría hacer lo inesperado. Lo que no podría hacer tener el Corazón roto y
destrozado, así que sería mejor que el hermano mayor estuviera a bordo con eso
o no había forma de saber lo que iba a hacer. Diablos, incluso sería capaz de
culpar a las hormonas.
Tomarse las cosas
con calma apestaba. No me
malinterpreten, estaba bastante seguro de que me estaba enamorando de
Heechul. Había pasado las últimas dos semanas tratando de sacármelo de la
cabeza bebiendo y sintiéndome como un real cabrón por haberlo abandonado sin
decir palabra.
Fue otro
movimiento cobarde en una lista que parecía estar creciendo a pasos
agigantados. Estaba avergonzado por el hecho de que no podía arreglarlo,
avergonzado de que me haya visto tan roto y abierto. Había sabido al entrar que
él estaba receloso por todas las pendientes y valles en mi personalidad, pero
tener su testimonio de mi propio infierno personal era demasiado para mi ego y
orgullo ya maltratado, así que hui. Fue cobarde y débil, pero no pensé que
podría soportar que me mirase como si yo fuera alguien por el que sentir
lástima, alguien que necesitaba ser arreglado.
Hundí la cabeza
en una botella de vodka y traté de alejarlo todo bebiendo. Mis razones para
evitarlo no mantuvieron más agua que mis razones para evitar a mis viejos, un
hecho que no podía ignorar o alejarlo bebiendo.
Se hizo algo
evidente al siguiente día que no hablar con él, no poder tocarlo, abrazarlo,
dolía mucho más de lo que mi orgullo lo hizo. Él estaba bajo mi piel, enterrado
lo suficientemente hondo que me di cuenta de que si tuviera que pedir ayuda con
el fin de ser alguien que pudiera estar con él, entonces esa era mi única
opción y era el momento de dejar de correr y simplemente hacerlo.
Estaba tan
contento de que él estuviera dispuesto a darme otra oportunidad. La necesitaba,
y ahora con el bebé, habiéndolo estropeado o no, estaba bastante seguro de que él
también me necesitaba.
Estaba dispuesto
a hacer lo que fuera necesario para hacer que esta cosa entre nosotros
funcionara, incluso si eso significaba que toda la atracción sexual y el calor
potente que nos había atraído inicialmente tenían que ser inclinados. No había
nada que se le pareciera a ser puesto en la zona de amigo por tu novio
embarazado.
Me pasé todo el
mes de septiembre manteniendo las manos en los bolsillos y mi polla en los
pantalones. Fui con Heechul al médico, lo cual fue emocionante y aterrador al
mismo tiempo. Fuimos a cenar, pasamos el rato como una pareja normal que apenas
estaba empezando a salir, y hasta me entretuvo la idea de hacer las paces con
mis viejos como había hecho tentativamente con Donghae, porque sabía que lo
haría feliz y yo estaba harto de huir asustado.
Estaba cansado de
tratar de adivinar cuáles eran las expectativas de los demás sobre mí y meterme
en la cabeza la idea de que mis expectativas sobre mí eran suficientes. La idea
de llenar esa brecha lo hacía feliz, lo cual me hacía feliz, incluso si la idea
fuera una tortura para mí.
Simplemente no
sabía qué decirles a fin de comenzar la conversación.
Me gustaba pasar
tiempo con él, nos llevábamos muy bien, y cuando no lo hacíamos, la forma en
que esos ojos de dos tonos brillaban y chispeaban un millón de colores
diferentes, me hacían tener visiones de sexo de reconciliación que estaban
clasificadas con triple-X.
A pesar de la
abstención que estaba aguantando por alguna visión inalcanzable de perfección, él
me tenía, realmente me tenía a pesar de que yo estaba tan lejos de la
perfección, como un hombre podría llegar a serlo.
No sabía cómo
podía soportar la falta de sexo. Sus hormonas estaban por todo el lugar
últimamente. Estaba más consentido y un poco más irritable de lo habitual, pero
había algo en sus ojos. Lo atrapaba mirándome por el rabillo del ojo, como si
estuviera sintiendo el mismo deseo reprimido que yo estaba sintiendo. Como si
estuviéramos sentados al borde de algo grande, algo más grande que todo lo que
habíamos experimentado antes, pero era como si tuviera miedo de entregarse.
Me dejaba besarlo,
me dejaba abrazarlo en el sofá mientras
veíamos películas, siendo
abiertamente cariñoso, sosteniendo mi mano, envolviendo sus brazos
alrededor de mí, y dejándome saber que estaba allí. Él siempre era el que se
apartaba, quien cortaba el breve contacto y se quedaba en el lado de los jóvenes
sexualmente insatisfechos.
Podía ver el
arrepentimiento y la frustración en su bonito rostro, pero no estaba dispuesto
a empujar mi suerte, así que no lo cuestioné o intenté presionarlo con ello. Él
estaba dispuesto a tomarme tal como soy. Yo estaba dispuesto a tomarla y a
cualquier obstáculo que pusiera en mi camino como parte del transcurso.
Estaba
recuperando el tiempo perdido en el bar, así como tratando de poner mi relación
con Eric y los clientes habituales de nuevo en marcha. Eric había vuelto, sobre
todo creo que para asegurarse de que no me había bebido su bar y aprovechado de
la forma que lo hice al final del mes anterior. Creo que estaba preocupado de
que fuera a perder el control otra vez. Para demostrarle que no tenía intención
de arruinar mi vida, de dejar a Heechul sacar adelante a ese bebé solo sin mí,
estaba trabajando mucho más duro y tenía todas las mejoras que él pidió casi
hechas.
Había una
afluencia de sangre nueva llegando a la puerta y los negocios habían recogido
lo suficiente como para que Eric le pidiera a Kangin que se quedara como
cantinero nocturno permanente. Mi opinión personal sobre eso era que le
gustaban las vistas.
No había una
noche en la que la barra no estuviera rodeada de jovencitos y jovencitas
clamando la atención del chico rubio. Kangin era así de bueno.
Yo todavía no
sabía qué iba a hacer cuando acabara con el bar, pero estaba haciendo un
esfuerzo consciente para no perder el sueño por ello. Estaba perdiendo sueño
por bastantes otras cosas. Mi futuro tenía suficientes giros y vueltas en él
que vencerme a mí mismo por no tener todas las respuestas era simplemente
agotador y ya no tenía la energía para hacerlo.
También era un
día a día para tratar con las pesadillas y los extraños resbalones en mi mente
que me devolvían al desierto y toda esa sangre y muerte en una manera más
saludable y positiva que beber mi estúpido yo.
Cuando me
despertaba ahora, iba a correr o sacaba la Harley para un largo viaje hasta que
volviera en mí mismo. Llevó bastante tiempo, pero funcionó igual de bien, y
hablar con el amigo de Eric me estaba haciendo darme cuenta de que era como
todo lo demás en la vida: tenía que trabajar en ello, tenía que practicar para
hacerlo cada vez mejor.
Una noche Heechul
y yo estábamos tumbados en el sofá en mi casa. Kyuhyun había salido con Jjong y
mi chico estaba muy lindo y acurrucado en una bola apoyada contra mi costado.
Había escogido una película tonta para ver después de la cena y era lo único
que podía hacer para mantener los ojos abiertos, era tan aburrida. Me gustaba
la forma en que se ajustaba a mi lado. Era difícil para mí recordar cómo se
veía mi aburrido mundo en blanco y negro antes de que Heechul irrumpiera en él
y exudara color en cada rincón. Solo quería cuidar de él, estar con él.
—Odias esto, ¿no?
—Él estaba frotando su pulgar a lo largo de la parte posterior de mi mano y mis
nudillos. Pude sentir como se detuvo y se preocupó por las cicatrices y marcas
en relieve que me salpicaban la piel.
—Nah, está bien.
Se echó a reír a
mi lado.
—Estás a punto de
dormirte.
Lo estaba, pero
pensé que él no necesitaba preocuparse por ello. Mi atención seguía entrando y
saliendo. Él quería ver a la chica en la película conseguir su felices para
siempre, y pensé que podría esperar por ese momento. Además, dormir en el sofá
junto a él era lo más cerca que había llegado a dormir con él en el último mes.
Me moví para que pudiera envolver mi brazo alrededor suyo y acercarlo más a mi
costado. Dejé caer un beso en la parte superior de su suave cabello y le dije a
mi demasiada ansiosa mitad inferior que se relajara. Ella tenía un brazo
alrededor de mi cintura y su otra mano apoyada en mi muslo. Todo era muy
inocente, pero decirle eso a mi libido negado era otra historia. Echar una
pequeña siesta podía ser la única manera de pasar el resto de esta cita de
noche sin meterme en problemas.
Entre una respiración
y la siguiente, estaba distraído en algún lugar entre estar todo el camino
dormido y despierto. No podía concentrarme en la estúpida película y mi mente
acababa de tomar un desvío por un curso que me hubiera gustado que no hubiera
hecho. Todo más o menos se desvaneció y yo estaba de vuelta en un día que
reviví una y otra vez, era una pesadilla y no podía parar la avalancha de
recuerdos mientras iban cayendo libremente en la parte superior de cada uno.
Hubiera dado todo lo que poseía para detenerlo, para mantener ese día en
particular encerrado en una caja dónde no pudiera llegar a mí.
Solo había vuelto
de Pakistán por unos meses, los gemelos estaban apenas en sus veinte, y me
dieron el mensaje de que me dirigía a Irak. Mis padres estaban alucinando, todo
el mundo quería que dejara el ejército después de que este despliegue hubiera
terminado, pero yo estaba emocionado de ir. Hyukjae y Eunhyuk se habían mudado,
Donghae estaba a punto de graduarse, y estar en casa solo con mis padres era
aburrido. Solo había lo suficiente de "Hyukjae es terrible, Eunhyuk es
perfecto, tú eres un tonto y podrías estar haciendo algo más importante con tu
vida" que podía tomar.
Me gustaba estar
en el ejército. Subí de rango rápidamente. Era bueno con los demás soldados y tenía
un talento natural para tomar la delantera. Cuando estaba en casa yo solo era
el hermano mayor de los gemelos. Todo
era siempre acerca de los gemelos. No era que quisiera a mis hermanos.
Infiernos, fui a la guerra para asegurarme de que tenían un mundo seguro y
protegido en el que vivir, pero se hizo viejo el solo ser el hombre cuyo
trabajo consistía en mantener a Hyukjae bajo control y dejar que la luz de Eunhyuk
brillara.
En el ejército yo
era el Sargento Lee. Yo era la voz cantante. Yo era el que ejecutaba las
misiones y tenía todo un pelotón para mantener a salvo, no solo dos muchachos
que eran los lados opuestos de la misma problemática moneda.
Appá insistió en
que hiciéramos una cena familiar en mi última noche. Yo no quería hacerla. Fue como
se esperaba. Hyukjae apareció con el cabello azul disparado en toda dirección y
luciendo un ojo negro. Eunhyuk estaba distraído y evasivo, mientras que Donghae
se veía hosco y de mal humor.
Hice lo que
siempre hacía y traté de hacer el papel de intermediario. Pregunté por el
aprendiz de Hyukjae en la tienda de tatuajes, hablé con Eunhyuk acerca de su
nuevo trabajo, e interrogué a Donghae acerca de cómo se iba a preparar para
comenzar su primer año en la universidad. Mis padres me dejaron ser el
intermediario, como siempre lo hacían, mientras dejaban caer indirectas no tan
sutiles sobre lo mucho que se me echaba de menos por casa. Era irritante y
molesto, pero me alimenté a través de saber que yo estaría a mitad de camino
alrededor del mundo a la misma hora mañana. Nos esforzamos en la cena y luego Eunhyuk
hizo excusas para que se fueran él y Donghae.
Algo estaba
ocurriendo allí, pero ninguno de ellos parecía que tuvieran ninguna prisa para
compartirlo.
Los cuatro de
nosotros caminamos afuera después de dar las buenas noches a mis padres y
permanecimos de pie en el camino de entrada.
Hyukjae me abrazó
y luego me dio un puñetazo en el estómago.
—Ten cuidado.
Echaré de menos tu malhumorado culo. Revisa tu correo electrónico más seguido
esta vez cuando te hayas ido.
Le revolví el
estúpido cabello y lo golpeé de vuelta.
—Trata de
mantenerse fuera de la cárcel mientras yo no esté.
Él soltó un
bufido.
—¿Qué hay de
divertido en eso?
Donghae puso los
ojos en blanco y me abrazó.
—Te amo. Por
favor, ven a casa de una pieza. Te enviaré un millón de paquetes de ayuda.
Hyukjae arrastró
las palabras "Envíale porno". Lo que hizo que él lo mirase y
empezaron una ronda infantil de disputas.
Eunhyuk me
sacudió la mano y me golpeó en la espalda. Cuando se retiró juro que vi algo
moverse a través de esos ojos claros. Quería sentarme con él y hacerle hablar
conmigo, pero no había tiempo.
—Ten cuidado.
Cuida de ti mismo, Siwon. Esta familia no podría funcionar sin ti.
Me reí de eso
porque él era hijo de oro. Él era el que todos queríamos ser. Incliné la cabeza
hacia donde estaban Hyukjae y Donghae de pie y discutiendo todavía.
—Yo me cuido, tú
los cuidas a ellos. Trate de mantener tu otra mitad idiota fuera de problemas.
Él solo sonrió
con cierta tristeza.
—¿Cuál?
—Ambas.
Todos nos
abrazamos de nuevo y volví a entrar. A la mañana siguiente estaba de vuelta en
mi camino a un desierto diferente y como todo ello era simplemente una charla
sin sentido, se me olvidó todo. Empecé con el pie derecho, entré en modo de
misión crítica y en total oscuridad tan pronto como llegué. Estaba haciendo el
reconocimiento con un equipo de operaciones especiales durante casi dos semanas
antes de tener cualquier tipo de contacto con la base.
Ellos habían
estado tratando de ponerse en contacto conmigo en el campo durante tres días
antes de que se las arreglaran para encontrar a alguien que pudiera transmitir
un mensaje crítico desde casa.
Eunhyuk estaba
muerto.
Hubo un
accidente. Estrelló su auto en la autopista y no lo había conseguido. Solo
tenía concedidos unos días de permiso para llegar a casa para el funeral y
luego se me esperaba de nuevo en condiciones adecuadas de lucha.
Me sentía como si
alguien hubiera clavado un cuchillo serrado a través del centro de mi pecho.
Eunhyuk era el
bueno, el mejor de los tres de nosotros. Era amable, era encantador, era
cuidadoso, y no había manera de que de nosotros él fuera el que iba a morir
antes de tiempo. Hyukjae iba a recibir un disparo por un novio enojado o
molestar al idiota equivocado en un bar. Yo iba a entrar en una mina o ser
acabado por el fuego del enemigo. No había manera de que fuera el momento de Eunhyuk.
Volé de regreso
en un sueño. No podía pensar, no podía sentir. Estaba entumecido. Creo que esa
fue la forma en que echaba de menos a mi appá yendo de ser solo distante y
rápido con Hyukjae a estar en un modo de congelación del ártico. Todos nos
estábamos hundiendo en un pozo de dolor y desesperación por nuestras propias
razones y no había manera de que cualquiera de nosotros pudiera ofrecer a los
demás una mano.
Todo en lo que
podía pensar era que ni siquiera le había dicho lo mucho que lo quería antes de
irme. Le había pedido que cuidara de Hyukjae, siempre le decía que tuviera un
ojo en su hermano más difícil, pero nunca le dije nada acerca de cuán asombrado
e impresionado estaba con el hombre
en que se había convertido. Nunca le hice saber que podría haber sido su
héroe, pero él era el mío.
El
arrepentimiento de haber desperdiciado los últimos minutos que tuve con él era
un trago amargo que nunca me las arreglé para tragar. Añade al hecho que yo
sabía que algo estaba pasando con él, algo que necesitaba que me dijera, y un
trozo de mi Corazón, una parte de mi alma, fue al suelo con él.
Volví al desierto
sin hablar con mis padres, sin ser capaz de mirar a Hyukjae a los ojos porque
me dolía demasiado ver los ojos de Eunhyuk mirándome de vuelta. Cada noche
durante el próximo año, no importara la misión en la que estuviera, no
importara en qué Cuartel estuviese, no importara a qué parte de la caja de
arena que me mandaran, me iba a la cama pensando en todo lo que yo haría de
nuevo si pudiese. Había visto muchas muertes en mi línea de trabajo; siempre
apestaba y siempre era difícil de olvidar, pero nada me despertaba en medio de
la noche con lágrimas corriendo por mi rostro como el recuerdo de esos últimos
segundos desperdiciados con mi hermano.
Hubo un peso
sobre mí. No el típico peso, chupando peso de la tristeza con la que me
despertaba cuando ese recuerdo en particular me cegaba, sino un suave y cálido
peso que susurraba mi nombre una y otra vez. Luché desde la oscuridad y
encontré a Heechul en mi regazo. Él estaba literalmente a horcajadas sobre mí,
con las manos a ambos lados de mi cara. Estaba diciendo mi nombre una y otra
vez, susurrándolo contra la cicatriz en mi frente y en contra de las pistas
gemelas de humedad que podía sentir escapar de cada ojo.
Mi más vil
instinto fue empujarlo fuera de mí y salir de allí. Fue enterrar la vergüenza y
la tristeza muy dentro y cubrirla con una capa tan espesa de vodka que no
podría jamás sentirla otra vez, pero sabía que si lo hacía, él no me daría otra
oportunidad, así que me limité a mirarlo y dejé que sus besos cepillaran toda
mi cara hasta que mi ritmo cardíaco bajó y pude respirar con normalidad. Puse
mis manos en su cintura y conté hacia atrás desde veinte hasta que estaba
absolutamente seguro de que no iba a desbocarme en él.
—¿Quieres hablar
de ello?
No, estaba seguro
como el infierno que no, pero me había prometido dejarlo entrar, así que haría
un esfuerzo, y si eso significaba mantenerlo encima de mí, acariciando sus
dedos a lo largo de mi cuero cabelludo, lucharía a través de ello, incluso si
se sentía como que me estaba matando.
—Eunhyuk. Estaba
pensando, tal vez una especie de sueño, sobre Eunhyuk.
Si el pensamiento
del hermano menor de un hombre no tenía permitido moverse para consumirlo en llamas,
lágrimas desgarradoras en sus sueños, entonces nada lo tenía.
—La última vez
que lo vi estaba molesto. Mis padres me tenían de los nervios, Hyukjae estaba
actuando desagradablemente, Donghae estaba siendo raro, y algo sobre lo que no
hablaría estaba pasando con Eunhyuk. Ahora sé que era su secreto y Donghae
estaba fuera de forma sobre Hyukjae, pero en ese momento lo único que quería
era volver al trabajo. Le dije que cuidara de Hyukjae, no que lo quería, o que
lo echaba de menos, o que estaba tan orgulloso de ser su hermano. Solo le dije
que mantuviera a Hyukjae fuera de problemas.
Tuve que tragar
la inundación de recuerdos con el fin de seguir hablando con él. Heechul solo
mantuvo sus ojos fijos en los míos. No se interpuso, no me dijo que todo iba a
estar bien, él solo me miraba y dejé que sus dedos corrieran a lo largo de mi
cabello rapado.
—Cuando regresé
del funeral todo se había convertido en una mierda. Hyukjae decidió que la
mejor manera de lidiar con la pérdida era ser incluso más idiota de lo que ya
era. Donghae se convirtió en el conciliador, la máquina de la paz y mis padres
se pusieron inmediatamente en modo de culpa. Fue idea de Hyukjae salir a dar un
paseo, fue mi culpa no estar en casa para vigilarlo y fue culpa de Donghae
dejarlo ir. Lo pusieron en el suelo y cada uno de nosotros se fue con él.
Tuve que
parpadear y esforzarme para mantener mis ojos en él. Mis dedos se flexionaron
involuntariamente mientras trataba de decidir si quería acercarlo más o
alejarlo.
—Regresé al
desierto y vi a más niños morir, di más de mí mismo en la arena y ante el
enemigo, cuando llegué a casa la última vez las cosas fueron de mal en peor. Appá
se había convertido en un monstruo lleno de dolor que quería comer vivo a
Hyukjae. Donghae estaba locamente enamorado de él y él no era consciente de
ello, lo cual le estaba matando. Y luego estaba Eunhyuk. Se había ido pero
siempre existiría entre todos nosotros su maldito secreto que todo el mundo
parecía conocer a excepción de mí y Hyukjae. Estaba tan enojado con él. Enojado
por mentir, enojado por usar a Donghae, enojado por haberse ido, pero sobre
todo estaba tan furioso conmigo mismo por dejar que se fuera sin decir algo que
importara. Tal vez si hubiera sido diferente si hubiera actuado de otra manera,
se habría sentido lo suficientemente cómodo para contarme sobre de su vida. Es
todo en lo que puedo pensar.
Nos sentamos en
silencio por un largo tiempo, mirándonos el uno al otro. El siguió acariciando
mi cabeza y era interesante ver sus pensamientos moverse en sus ojos.
Remordimiento destelló en uno de ellos mientras que la desaprobación y algo más
brilló en el otro. No le gustaba que me castigara por algo que no puedo
deshacer, pero estaba claro que no iba a condenarme por ello tampoco.
—No crees
sinceramente que cualquiera de esos chicos dudaba de lo mucho que los amabas,
de lo mucho que sacrificaste por ellos. ¿Cierto?
Negué con la
cabeza lentamente.
—No.
—Bien. Porque no
importa lo que le hayas dicho, las palabras no importan. Él lo sabía. Hyukjae
lo sabe. Podrías haberle dicho a Eunhyuk muchas cosas y todavía habría estado
en ese auto esa noche. Perderlo de esa forma todavía duele y confunde a tu
familia. Sabes que él sabía que lo amabas. Eso es todo lo que importa Siwon. Si
hubiera querido que tú y Hyukjae lo supieran se los habría dicho. Eso era todo
lo que podrías haber hecho. No es tú culpa ni de tus padres y te aseguro que no
es de Donghae. En algún momento tienes que dejarlo descansar.
—No sé cómo hacer
eso. —Era la verdad.
—¿Hay algo que
creas que te pondrá en perspectiva? ¿Qué te haga más fácil dejar el pasado
atrás? —Me gustó que en vez de dejarme ser derrotista y que me perdiera en ello
quería ayudar activamente a encontrar una solución al problema.
—En realidad no.
Las respuestas ayudarían. Preguntar a Eunhyuk que creía que lo ayudaría pero ya
nada de eso es posible, voy a tener que averiguarlo por mi cuenta.
Sus ojos
brillaron hacia mí y vi una sombra de algo que se cruzaba por sus ojos. Quería
preguntarle sobre eso, pero se subió sobre mí y me distraje luchando contra el
impulso de ponerlo sobre su espalda.
Quería besarlo
desde la parte superior de su cabeza hasta la punta de sus pies. Quería ponerlo
en la cama y nunca dejarlo ir. Quería respirarlo y dejar que todo ese color y
brillo se extendiera sobre todo el frío y aridez que se había apoderado dentro
de mí pero todavía estaba pensando en mis modales, así que junte mis pies
preparándome para salir de su pequeño y tonto sofá para que se conformara con
un casto beso en los labios.
TT______TT
ResponderEliminarNuestro grandote Siwonshis tiene su cabeza loca, hecha un caos!
Menos mal tiene a su lindo y sexy medio litro para ayudarlo!!!
Cuando es uno mismo quien toma la desición de pedir ayuda para salir de un gran problema...es admirable,y más que sea compartido con la gente que quiere,así recibe un apoyo y tiene la certeza de que estarán con uno en el proceso.
ResponderEliminarSiwon diciendoles las palabras correctas a Hee...no es el hombre perfecto que Hee quería para él y su vida...pero es la persona adecuada para él,y él lo es para Siwon.
Las citas de manita sudada,pobre Siwon,empezaron tan rápido y ahora van más lento que una tortuga
Puede que Hee sea quien ceda primero