Hyukjae tenía que conseguir guardarse
para sí mismo las furiosas emociones. Necesitaba encontrar el dichoso
entumecimiento que había tenido durante tanto tiempo. Era simplemente cuestión
de disciplina. Todo lo que tenía que hacer era seguir exactamente las instrucciones
que daba a los miembros de la Banda de los Áridos: Fingir que era honorable,
como una vez había sido. Fingir que los sentimientos que le aporreaban no
existían.
—Me pareció escuchar algo. —Movió la
cabeza con confusión—. Simplemente estoy paranoico. Kangin y Leeteuk siempre
mantienen conversaciones silenciosas el uno con el otro. El dice que le gusta
tenerlo en la cabeza, pero mi cerebro tiene un gran letrero luminoso de prohibido
pasar, ¿vale?
Hyukjae asintió con la cabeza y tomó el
control de los pensamientos rebeldes, en caso de que fueran lo suficientemente
ruidosos como para escaparse hacia Donghae. Tampoco lo quería en la cabeza,
averiguando lo que estaba mal en él. Por lo menos no todavía. No hasta que
tuviera tiempo para pensar y planificar la manera de liberarlo. En ese momento
la única manera que conocía para romper el vínculo terminaba mal para él.
No estaba dispuesto a morir todavía. Sus
hermanos aún lo necesitaban.
—¿A dónde vamos? —preguntó.
—A la SM.
—Éste no es el camino por el que
vinimos.
—He tomado un camino secundario.
Su cabeza golpeó el respaldo del asiento
con frustración.
—Nunca voy a salir de allí, ¿lo haré?
La desdicha que escuchó en su voz le
dolió. La necesidad de tranquilizarlo se abalanzó sobre él y tuvo que agarrar
el volante fuertemente para contenerse de alcanzarlo. No daría la bienvenida al
contacto. Se lo había dejado claro antes.
—Lo harás. Pero no hoy.
La temperatura dentro de la camioneta
había aumentado, gracias a la constante corriente de calor de los conductos de
ventilación. Donghae se quitó la cazadora y la puso en el asiento entre ellos. Hyukjae
sabía que la próxima vez que se la pusiera, sería capaz de oler su aroma
aferrado al forro. Esperaba con impaciencia la intimidad tanto como la temía.
—No pertenezco a ese lugar, lo sabes.
Pertenezco a mi viejo mundo. Es el único lugar que tiene sentido.
—Sé que piensas que
no eres de los nuestros, pero te equivocas. No lo puedes ver ahora, pero un día
serás un feroz guerrero.
Donghae resopló como si encontrara la
idea ridícula.
—Leeteuk lo es. ¿Por qué su hermano iba
a ser menos?
—¿Cómo es vivir mi vida, gestionando una
fabrica, ser de alguna manera menos? Lo que hago es importante. Doy trabajo a
la gente y me aseguro de que estén a salvo, mientras trabajan. Manteniendo la
paz y resolviendo conflictos. Aumento la productividad, reduzco los accidentes,
y consigo un montón de dinero para mi empresa, para que todos tengan una buena
y gorda paga.
—Lo hiciste —se sintió obligado a
recordarle—. Tú no te dedicas a eso.
Donghae se frotó las sienes.
—Sí. Lo hice. Y ahora holgazaneo mucho,
tengo miedo de dejar mi habitación. He caído muy bajo, Hyukjae.
Le encantaba el sonido de su nombre en
su lengua. Le provocó una emoción que le recorrió, impacientándolo por oírlo
otra vez. Sólo que la próxima vez, quisiera que su tono fuera menos pesaroso y
más alegre. O de deseo. Le gustaría incluso más.
—Puedes salvar vidas ahora. Igual que hiciste
cuando estuviste cautivo. —Por el rabillo del ojo, lo vio poner el cuerpo
rígido.
—¿Cómo te enteraste de eso?
—La Luceria me lo mostró.
—¿Tuviste una visión?
—Tengo recuerdos de una, como si fuera
un sueño. —Incluso mientras hablaba, más piezas aparecían de la visión, como si
estuviera viendo algo moviéndose entre las hojas de un árbol—. ¿Tú?
—Lo vi —dijo finalmente.
—¿Cuál?
—El hombre que te rompió el
corazón cuando murió.
Shiyoon. La pena le atravesó, dejándole
frío y tembloroso. No había llorado por él durante mucho tiempo, y ahora el
dolor había vuelto. Una tristeza desoladora, fría pulsaba por él, haciendo que
el tono fuera áspero:
Donghae se quedó en silencio, pero
juraría que podía sentir a través de la Luceria, la curiosidad deslizándose
entre ellos. Mezclada con una buena dosis de culpa, probablemente porque había
dejado que las emociones se transmitieran en el tono.
Hyukjae apretó los dientes con
frustración. Iba a tener que volver a aprender a controlarse. Había sido mucho
más fácil de hacerlo cuando había estado abotargado. No estaba seguro de cómo
iba a encontrar el autocontrol, pero por Donghae, lo intentaría. Eso era lo que
un hombre con honor haría.
—Gracias, por cierto —dijo, refiriéndose
a la declaración anterior—. Por salvarme.
Donghae se encogió de hombros y siguió
mirando por la ventanilla lateral.
—Cualquiera hubiera hecho lo mismo.
Estaba equivocado, pero no veía de qué
serviría discutir. Donghae ayudaba a otros, sin importar el costo para sí mismo.
Podía verlo ahora mientras más fragmentos de la visión comenzaban a revelarse.
Cada uno de ellos le mostraba de nuevo que él había tomado a su cuidado a una
mujer o a un niño durante su cautiverio, dando su comida a otros, e incluso una
preciosa manta que había conseguido robar. Había luchado por ellos, pidiendo a
los rugientes demonios agua y los restos de basura, a cambio de su sangre.
Era un hombre noble y altruista, que no
merecía estar atado a un monstruo sin alma.
Hyukjae tenía que encontrar una manera
de romper el vínculo. No podía quedarse con él. Le destruiría una vez que se
enterara de que no tenía alma, que estaba destinado a que le enviaran a un Tvxq
para matarle cuando se supiera la verdad. Era demasiado precioso como para
arriesgarse y no importaba si no se daba por vencido, no podía salvar lo que
estaba perdido.
Eso era lo que la Luceria había estado
tratando de comunicarle a través de las visiones. Si no encontraba la manera de
liberarlo, se destruiría él mismo tratando de salvarlo. No podía permitir que
eso sucediera. No importaba lo que le costara.
Una masa avanzó por la derecha. Trató de
frenar y virar bruscamente para evitarlo, pero ya era demasiado tarde. La masa
golpeó el capó de la camioneta y se estrelló contra el parabrisas,
agrietándolo.
Al principio pensó que era un ciervo.
Entonces vio el espeluznante brillo verde de unos ojos. Ojos de Saesang.
Se aferraba al capó de la camioneta. Sus
anchas mandíbulas estaban repletas de afilados dientes, y al final de sus
largas patas había gruesas garras que se incrustaban en el
metal. Era el mismo tipo de demonio que se había encontrado en el hotel. De
hecho, a juzgar por las manchas irregulares de recientes cicatrices y la piel
sin pelo, se trataba de la misma criatura a la que Donghae había disparado
repetidas veces.
El demonio desplazó el agarre,
arrastrándose más cerca de Donghae. La saliva de color amarillo brillante
goteaba de su boca y embadurnaba el parabrisas, por lo que dificultaba la
visión de Hyukjae aún más. Trepó acercándose, deslizándose de lado sobre el
capó cuando Hyukjae frenó bruscamente. Sus garras traseras destrozaron el capó
mientras las garras delanteras empezaban a rascar las grietas en forma de
telaraña del cristal.
A su lado, Donghae dejó escapar un único
grito, luego calló. Podía sentir su miedo golpearle a través de la Luceria,
exigiéndole que se deshiciera de la amenaza. Para su crédito, no perdió la
cabeza. En su lugar, alcanzó el bolso y el arma que sabía que había escondido
en su interior.
El monstruo interior rugió por la
libertad, necesitaba matar. Apretó el control sobre él, por temor a lo que
podría suceder si le dejaba escaparse en un espacio tan reducido. Donghae
estaba demasiado cerca.
—No se le puede matar con eso —dijo Hyukjae—.
Quédate aquí. Volveré.
Hyukjae se colocó la cazadora blindada,
y luego saltó fuera de la camioneta para atraer al demonio lejos.
La necesidad de matar se alzó con
facilidad hasta la superficie mientras daba al monstruo dentro de él un poco de
libertad. No tenía miedo de sí mismo, sólo el distante alarido de Donghae, le
mantuvo tenso.
Tan pronto como Hyukjae estuvo libre de
la protección de la camioneta, el demonio se abalanzó sobre él con las fauces
abiertas. Una luz salvaje de reconocimiento brilló en sus ojos, como si supiera
lo que era Hyukjae.
Hyukjae liberó y deslizó en un suave
arco la espada antes de que la cosa tuviera tiempo de aterrizar. La hoja cortó
uno de los brazos del demonio, por lo que aulló de dolor y furia. Arcos de
sangre negra caían sobre el camino de grava, chisporroteando al golpear.
El demonio retrocedió unos pocos metros.
Recogió un puñado de piedras de la carretera y se los metió en la boca.
Y un cuerno iba a dejar que eso
ocurriera de nuevo.
Grava envenenada le voló hacia la cara
sin protección. Hyukjae se zambulló por debajo de eso, plegándose mientras
rodaba por el suelo.
Registró la advertencia y le tomó una
fracción de segundo evaluar la amenaza. Otro de estos demonios estaba trotando
por el suelo a cuatro patas, corriendo hacia ellos. Estaba lo suficientemente
lejos para disponer de unos seis u ocho segundos, y no era tiempo suficiente
para hacer eso sin ayuda.
No tenía otra opción. La vida de Donghae
estaba en juego. Por mucho que odiaba que viera ese lado de sí mismo, era mejor
que dejarlo morir.
Hyukjae tomó una respiración profunda,
rogó en silencio por el perdón y luego soltó el control y liberó al monstruo.
Estalló, rugiendo de desafío, ofreciéndole su fuerza corporal y velocidad.
Moviéndose por instinto básico y rabia, golpeó al demonio, cortándole las
patas. Antes de que hubiera terminado de plegarse sobre el suelo, bajó la
espada, cercenando la cabeza de la cosa.
Se giró para acabar con el siguiente
demonio sólo para encontrarse que estaba fijado al suelo, gruñendo y arañando
una cúpula de luz tenue y acuosa. Las chispas se desprendían desde donde
golpeaban sus garras, pero no podía liberarse.
Donghae. Él había hecho eso.
Se dirigió hacia el demonio y golpeó con
la espada. El golpe se deslizó por encima de la luz, vibrando por los brazos.
El monstruo interior silbó de
indignación. Esa era su matanza y Donghae se la impedía.
—Libéralo —le gruñó, apenas capaz de
formar las palabras.
La luz parpadeó y murió y Hyukjae hizo
un trabajo rápido con la bestia tirada boca abajo delante de él.
Echó un vistazo por la zona en busca de
más, el cuerpo le temblaba por la necesidad de violencia. Respiraciones
jadeantes serraban dentro y fuera de los pulmones, y sentía la piel como si la
tuviera en llamas. Necesitaba volver a matar, dirigir la espada en otra
criatura y verla retorcerse hasta que muriera.
Estaba perdiendo el control. El monstruo
se estaba apoderando y liberándose de la correa que había tratado de mantener a
su alrededor.
—¿Hyukjae? —Se oyó la voz de Donghae.
El monstruo lo vio de pie a menos de
diez metros de distancia. Estaba tan jodidamente guapo con el pelo azotado por
el viento y sus ojos luminosos de preocupación. Sus pezones arrugados bajo la
delgada camisa que llevaba, y quería quitársela para poder verlos, sentirlos
contra la lengua.
Dio un paso hacia él con la intención de
hacer precisamente eso cuando se dio cuenta que ya no tenía el control. La
bestia interior lo había protegido y ahora quería el pago a cambio.
Hyukjae no podía dejar que eso
ocurriera. Recuperó el control suficiente para cerrar los ojos, cerrar el paso
a la tentadora visión tan cerca. El monstruo lanzó la cabeza hacia atrás y dejó
escapar un aullido bestial de frustración.
—¿Estás bien? —preguntó Donghae.
Podía oír que estaba más cerca ahora.
Sus tentativos pasos crujieron sobre la gravilla, atrayéndolo más cerca del peligro.
Hyukjae se giró y obligó a las piernas a
moverse, para poner más distancia entre ellos. No sirvió de nada. Donghae
continuó avanzando, ignorante de la amenaza que él suponía ahora.
—Para. —Desgarró la palabra, pero él
dejó de caminar.
Podía oler en el viento una fragancia
ligera, tentadora de hombre tibio mezclada con un toque de primavera.
Donghae le posó la mano sobre el hombro.
La bestia sonrió victoriosa y comenzó a acercarse a Donghae. Hyukjae no podía
dejar que fuera sometido a lo que vendría después. Terminaría sobre el suelo
frío, rocoso, violado y ensangrentado.
No su Donghae. No mientras él aún
viviera.
Con una fuerza de voluntad que no creía
poseer, se encontró con la energía necesaria para sujetar al monstruo de vuelta
a su jaula. Luchó contra él, gruñendo y con dentelladas, pero se las arregló
para cerrar la puerta.
Hyukjae se quedó sudando y temblando por
el esfuerzo.
Donghae le ahuecó la cara, tan suave
como las mariposas. Abrió los ojos y lo miró.
La preocupación le fruncía el entrecejo
y le tensaba la boca. Hyukjae dejó caer la espada al suelo y le pasó un dedo
por la frente, con la esperanza de borrar todo lo que le estaba molestando. Su
piel era suave y cálida, su boca se relajó ante el tacto.
Quería besarlo de nuevo, pero sabía que
sería un error. Sin embargo, era difícil recordar el honor cuando se sentía tan
vapuleado, magullado y cansado. La batalla se había llevado todas las fuerzas y
no sabía cuánto más podría contenerse.
—¿Estás bien? —le preguntó Donghae.
No lo estaba. Estaba tan lejos de estar
bien que era para reírse, pero no podía soportar cargarlo con sus problemas.
—Sí.
—¿Recibiste algún veneno?
No sentía el cosquilleo del mismo, pero
podría haber algo en la cazadora y él estaba demasiado cerca.
Hyukjae dio un paso atrás y buscó en la
ropa signos de sangre o saliva. No había nada, excepto en la espada.
Cogió el arma y la limpió en un parche
de piel del demonio.
—No puedo ver a través del parabrisas
—dijo, con la esperanza de encontrar un tema seguro para distraerse—. Te vas a
morir de frío si tratamos de conducir sin cristal. Vamos a tener que esperar
aquí un nuevo vehículo.
Sacó el teléfono y mandó un mensaje de
texto a Zhoumi con los detalles de la situación. Ese hombre era el más
conectado de todos ellos, con un amor por los artilugios tecnológicos que
desconcertaba a Hyukjae.
Zhoumi confirmó que había recibido el
mensaje, y canceló al Zea que estaba en camino para liberar a Hyukjae del
veneno que Donghae ya le había curado, sólo enviaba a Leeteuk.
—Puedo hacer un parabrisas. Acabo de
imaginar cómo Heechul hace su propio escudo. Creo que podría usar esa misma
técnica para mantener el viento.
—Vale la pena probar. —Cualquier cosa
que les impidiera pasar tiempo a solas aquí en la oscuridad, valía la pena
intentarlo—. Apaga el motor un segundo.
Donghae asintió con la cabeza y se metió
en la camioneta, puso los pies para empujar la mayor porción de cristal fuera
de su sitio.
—Está bien. Vamos a hacer un intento.
Hyukjae sintió un tirón del poder,
después un flujo constante mientras Donghae colocaba una cúpula plana de
energía sobre el agujero del parabrisas roto. No estaba seguro de cuánto tiempo
podría mantener el ritmo, por lo que envió un mensaje a Zhoumi con las novedades,
puso en marcha la camioneta y condujo tan rápido como era seguro.
Media hora más tarde, Donghae había caído
en un completo silencio. Le echó un vistazo rápido, y vio que estaba pálido y
sudoroso por el esfuerzo continuado.
—Vamos a parar aquí —le dijo—. Tienes
que descansar.
Estuvo a punto de discutir con él, pero
podía sentir su determinación deslizándose a través del vínculo. Quería hacer
eso y no pudo resistirse a darle lo que quería.
En el momento en que llegaron a la SM, Donghae
estaba encogido en el asiento. El agotamiento se abalanzó sobre él, haciéndole
difícil mantener los ojos ardientes abiertos. Incluso así, la sensación de
satisfacción que había ganado al hacer lo que tenía que hacer era una que casi
había olvidado. Brillaba en el interior, levantando el estado de ánimo y
recordándole que una vez había sido una fuerza a tener en cuenta. En una
ocasión había sido fuerte y capaz.
Hyukjae apagó el motor. Trató de
alcanzar la puerta para abrirla, pero sentía el brazo demasiado pesado, los
dedos demasiado débiles. Todo el cuerpo le temblaba, haciendo que se preguntara
cómo iba a llegar adentro.
Hyukjae dio la vuelta hasta su lado y
abrió la puerta. Lo miró, su rostro impasible.
—Estás demasiado débil para caminar,
¿no?
—Estaré bien.
—Puedo llevarte dentro.
Odiaba la idea de sentirse débil e
indefenso. Aún más, odiaba la idea de que la gente lo viera débil e indefenso.
—No. Por favor.
Su pecho se expandió con un aliento que
sabía que iba a salir como un suspiro de frustración. Pero en cambio, Hyukjae
se inclinó hacia adelante y le colocó su mano izquierda en la nuca.
Sintió el chasquido sutil cuando su
anillo entro en contacto con el collar que llevaba. El calor de su mano desnuda
se le hundió en la piel, mientras que un torrente de energía fluyó en él,
alejando el agotamiento. Un cálido escalofrío se extendió por la espina dorsal
y se instaló en el vientre.
Dejó escapar un suspiro de satisfacción
y sintió el tirón de una sonrisa en la boca.
—Eso es increíble.
—Debería haberlo hecho mientras conducía,
pero no podía alcanzarte, y no creo que hubiese sido una buena idea que te
recostaras en mi regazo.
Sonaba como una idea maravillosa para Donghae,
pero ahora no estaba pensando exactamente con claridad. Tenía la cabeza nublada
con la calidez y un zumbido resonante de poder. Su toque era embriagador,
disolviendo las inhibiciones y haciéndole olvidar lo que realmente era
importante.
Un momento después, Hyukjae se apartó y
todos esos sentimientos de hormigueo se habían ido. Lloró por la pérdida de su
contacto, pero no dijo nada.
—¿Mejor? —le preguntó.
Asintió con la cabeza, no confiando en
sí mismo para hablar.
—Tendrás que dormir ahora.
Se movió para deslizarse fuera de la
camioneta, pero el gran cuerpo de Hyukjae le bloqueo el camino. Su expresión
era dura y exigente.
—Dormirás o encontraré una manera de
hacer que lo hagas. Lo que hice es temporal, y sólo lo hice para que no
estuvieras avergonzado de tu debilidad. No hagas que me arrepienta de esa
decisión.
Discutir con él habría sido una locura,
así que Donghae decidió ser condescendiente.
—Bien.
—Bien.
Le siguió al interior, siguiéndole los
pasos hasta llegar a la habitación. En el camino, consideró la posibilidad de
invitarlo a pasar dentro, pero la decisión le fue quitada de las manos cuando
se encontró a Shindong esperando en la puerta de la suite. La expresión de su
rostro era sombría, y sus hombros estaban hundidos por el cansancio.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Hyukjae.
—Zhoumi dijo que acababas de llegar.
Pensé que te gustaría estar en esto.
—¿En qué? —preguntó Donghae.
—No aquí. En mi oficina.
Donghae los siguió, a la vez curioso y
aprensivo acerca de lo que estaba pasando. Fuera lo que fuese, no era bueno.
Con cada paso que daba, algo de la energía que burbujeaba zumbando a través de él,
empezó a desvanecerse.
Hyukjae estaba en lo cierto. Lo que
había hecho no iba a durar mucho tiempo.
Llegaron a la oficina de Shindong, la
cual ya estaba llena de gente. Leeteuk y Kangin estaban de pie en un rincón,
con las cabezas muy juntas, en una silenciosa conversación. Wook estaba sentado
en una esquina del escritorio de Shindong con Yesung cerniéndose sobre él. Se
veía pálido, y si Donghae no lo conociera, pensaría que tenía miedo. Kevin
descansaban en la silla de Shindong, sus elegantes dedos juntos debajo de la
barbilla. Era de lejos la persona más atractiva en la habitación, pero Donghae
lo admiraba tanto como a los demonios que le habían capturado y hecho rehén.
Cualquier criatura que vivía de la sangre de los demás no era de fiar.
—Cierra la puerta —ordenó Shindong
mientras caminaba dentro.
Hyukjae fue el último en entrar, y cerró
la puerta detrás de él. Donghae se encontró avanzando lentamente hacia él,
buscando algún tipo de consuelo en una habitación donde no iba a encontrarlo.
—Hace dos horas, Yoon se puso en
contacto conmigo. Esta noche, los Saesang trataron de secuestrar a su hijo de
diez años de edad.
Donghae se balanceó
sobre los pies cuando el significado de sus palabras penetró en él. Un niño,
un pequeño, había sido atacado por los demonios.
Hyukjae le deslizó el brazo sobre los
hombros, sosteniéndolo. No pudo evitar apoyarse en él. Eso le hacía una persona
más débil, pero los horrores que había visto en las cuevas le golpearon, recordándole
el peligro en que este niño se encontraba.
—¿Otra vez? —preguntó Kevin, poniéndose
de pie.
—¿Qué quieres decir con otra vez?
—preguntó Leeteuk.
Las ventanas de la nariz de Shindong se
ensancharon con ira cuando asintió con la cabeza.
—Minki fue uno de las chicos que
rescatamos la noche que encontramos a Donghae.
¿Ese niño había estado en ese mismo
sistema de cuevas? Donghae probablemente lo había visto, aunque no reconocía su
nombre. Hubo tantos yendo y viniendo. Después de un tiempo, había dejado de
querer saber acerca. Todo lo que necesitaba saber era que su trabajo consistía
en mantenerlos a salvo como pudiera y durante tanto tiempo como fuera posible.
Había fracasado. Una y otra vez los
había defraudado. Habían sido violados, asesinados. Se habían alimentado de
ellos. No había sido capaz de detenerlo.
—Nos vamos —anunció Hyukjae, apretando
el agarre a su alrededor—. Esto es mucho pedirle en este momento.
Hyukjae estaba hablando de Donghae,
acerca de su malestar. Estaba tan acostumbrado a estar solo que se sentía extraño
tener a alguien más que lo defendiera.
Miró a Hyukjae y le cogió la mano. Sus
dedos se entrelazaron con los suyos. Eran gruesos y fuertes, callosos por la
espada, e increíblemente cálidos.
—Estoy bien —le aseguró.
—Estás pálido, temblando, y aterrado más
allá de tu mente. Puedo sentirlo. Y no puedo dejarlo estar.
—Minki es inteligente. Sacó una foto del
Saesang que trató de raptarlo —dijo Shindong.
—¿Una foto?
—Con el teléfono. Yoon me la envió —Shindong
sacó una carpeta de su escritorio y se la tendió a Donghae—. Mírala y dime si
puedes reconocerlo.
—¿Qué parte de esto es demasiado pedirle
en este momento no entiendes?
Shindong no se acobardó.
—Podría preguntarle a los niños que
encontramos esa noche, pero los Zea les han retirado la mayor parte de sus
recuerdos. Todo esto podría asustarlos.
Donghae no podía dejar que eso
sucediera.
—Lo haré. Miraré la foto. Si es él, Sooman,
no puedes hacer a esos niños recordar nada de lo que él les hizo.
Poco a poco,pero se necesitan y no deben aplazar las cosas,además es por el bien de los dos. Insiato,hyuk ya deberia decirle todo a Hae.
ResponderEliminarUn día el demonio ganara y controlara a hyuk,espero que hae este preparado.
O-M-G.........si es lo que estoy pensando,sera una golpe y desconcierto muy grande para Hyuk. Si quien secuestro a minki es quien creo,hae lo reconocera porque ya lo vio,temera por hyuk
aaaaaaaaaaa ya quiero actu
Si, de a poco se van acercando mas y mas sin que se den cuenta, se que se necesitan y sienten esa atracción que va mas haya de la luceria.
ResponderEliminarComo dijo una lectora de arriba a mi también se me cruzo por la cabeza que la persona de la foto sera la persona que hará sufrir mucho a Hyuk y Hae lo reconocerá ya que lo vio en la visión. Espero con ansia el próximo capi.
OH POR DIOS !!!!! Hae ya esta manejando poder afdsdfadsfdafadsfadsfasdafsdf es mi heroe *-* !!!!! adsfasdfa a mi se me hce que tendra poderes curtivos (?) XDXDXD no se .. lo presiento jajajjajaj okno XD
ResponderEliminarQUE NO SEA EL ....!! NO PUEDE SER ESA PERSONA!!.... oh que mejor si sea el para que solo donghae le de consuelo :v
fgdfdasf me encanto Yotita!!! esero con ansias el procimo
ohhhh..... que bueno hae ya empezó a utilizar la magia de hyuk, espero que se sigan acercando así, esta historia esta cada vez mas interesante ....
ResponderEliminarya quiero leer el próximo capitulo
saludos ^^
Hyuk se preocupa tanto por Hae, me encanta esta pareja es tan hermosa, waaa me encanta cuando las parejas se reunen kkkk, el YeWook siempre juntos, gracias por el capitulo
ResponderEliminarkyaaaaaa todo fue tan ashdghgd poco a pococ se van acostumbrando a estar juntos luego no poran pasar separados ni un segundo como el kangteuk jejejejeje por cierto la persona... ah que pasara traera sufrimientos a hyukiee :(????
ResponderEliminarespero el proximo capitulo
Gracias por el mp unnie
Buaaaaa me encanta esta historia....
ResponderEliminarMe gusta como se están dando las cosas en el EunHae, y ese deseo que hay y que cada min que pasa es mas intenso.
Realmente me pone chipi todo lo que Hae tuvo que pasar ya que es evidente que no lo olvidara y le cuesta mantenerse como el hombre fuerte que quiere mostrar ser.
Esta historia estan wash... y realmente siempre me deja en puntos suspensivos, gracias por los constantes mps...
Cuidate y un abrazo.
Ktrin~
hahahahaha
ResponderEliminareste capitulo estuvo intenso los dos se necesitan cada vez mas pero hyuk no quiere lasstimar a donghae y tampoco quiere que le hagan daño pobre hae por todo lo que tuvo que pasar cuando estaba secuestrado y los niños que el trato de ayudar se siente defraudado consigo mismo quien sera esa persona la historia esta excelente
enviame mp cuando actualices
Waaa que hermosos el eunhae me encanta que de a poco ya se acerquen me encanta hyuk todo protector lo amodoro yota unnie gracias por el capi un placer como suempre leer tus escritos kamsamnida nos leemos en la prox
ResponderEliminarMuero..este capitulo fue muy genial.
ResponderEliminarDonghae termino protegiendo a Eun de los bichos.
Me encanta el final donde Eunhyuk se le revela un poco a Shindong por proteger a Hae.
Actualiza pronto.
Usuario___09
Paso a paso y poco a poco mi amado Eunhae va conectando cada vez más.
ResponderEliminarNo sé porque me imagino que Hae va a tener a la bestia interior de HyukJae comiendo de su mano, si alguien puede domesticar al monstruo ese más que Haecito no puede ser.
Pobrecito MinKi estos Saesang ya han vuelto a por él, yo me pregunto como hicieron para encontrarlo.
O.O!
ResponderEliminarMe gusta que ya estén un poco mas cómodos juntos y el hecho de que Hae YA este utilizando magia es woao!!!
Me gusta que Hyuk lo defienda, aun a costa de arriesgar todo lo que a cuidado...
Me preocupa que cuando vea la imagen, se de cuenta que es la persona ESA..... :( van a sufrir....
Gracias por actu.
Te leo en el siguiente....besitos.
chaa!! asi que el poder de Hae es una especie de escudo!!
ResponderEliminargenial! y ademas lo aprendio de una! ese es mi Hae!
kyaa!! de a poco se estan acercando! ya quiero a mi Eunhae juntos!!
omo! Sooman ha aparecido! cuando se entere Henry!
como me gusta esta adaptacion!
muchas gracias por el mp!
Saludos!
_n_a_t_i_
OMG Yota va mejor no creo que Hyuk carezca de alma es mentira si se preocupa tanto por Hae es imposible que su alma este muerta solo lleva demasiado tiempo solo es eso, se acostumbro a la falta de amor, con Hae eso cambiara, waaa que buenooooo.
ResponderEliminarDe a poco como que se van conociendo gracias al vnculo y se van tambien necesitando ! por lo que veo Hae se esta apoyando mas en Hyuk ahora , quiero mas esto cada vez es mas interesante !
ResponderEliminarGracias por el mp espero ansiosa la conti ! cuidatee bye :3 Gynka WonAh
hyukki por favor date una oportunidad, donghae y tu son el uno para el otro, la bestia puede ser controlada, hae puede ayudar en eso? o no? bueno solo el tiempo lo puede saber.
ResponderEliminarpero ahora que hay mas demonios y andan rondando a los que rescataron deben ponerse mas alertas porque soo man no estara muy contento y querra venganza a como de lugar.
unnie gracias por el mp y hasta el proximo capitulo.
Me encanto volvieron a la SM es mentira que mi monito hermoso no tenga alma al contrario tiene se preocupa por hae ayuda a la gente eso es tener alma
ResponderEliminarGracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
Att Eidenelf
rosaliehale:
ResponderEliminarok!!, este par no deja de encontrar monstruos en su camino, los han atacado mucho, aunque supongo que eso se debe a ellos ya reconocen la sangre de Hae.
Mira ya se estan haciendo mas cercanos, creo que es una cosa que se les esta dando paulatinamente y creo que en ellos eso funcionara buen porque asi se iran conociendo y sintiendo con mas detalle. Y que genial que Hae ya este empezando a usar el poder de Hyuk, tambien es muy bueno que regresaran a la SM, a mi se me hace que es un lugar seguro y feliz, pero ahora me pregunto porque Yesung se veia tan nervioso o "asustado" segun palabras de Hae.
waaaaaaaaa es que estos dos estan hechos el uno para el otro tan babos que son no se dan cuenta!!!! donghae se hace cada vez mas fuerte eso esta genial lo necesitara para la pelea... o.o minki tambien entro waaaa que lindo pero que lo hayan atrapado no me gusta para nada...
ResponderEliminarbueno unnie espero que actualices pronto nos vemos
bye saranghe
Te dije que me tendrías molestándote en tu blog kkk
ResponderEliminar¿Como pude perderme de los últimos dos capítulos? T.T
Waaa!! Me encantaron!! Como nuevo!! Ya sabia yo que algo pasaría para mantener juntos a ese par por un largo tiempo~
Donghae es el que a prendido a usar la magia en tiempo récord!!
Y que alguien le diga a Hyuk que se quite ese maldito anillo!! Y aaah!!~ Su instinto protector esta saliendo a flote!!
Hae!! Maldeto orgulloso ¬¬
Que va a pasar a partir de ahora?? Espero con ansias el siguiente!!
Nos leemos pronto!!
Cuídate! Bye~
Oh que fuerte!
ResponderEliminarMuchas emociones.
Entonces el poder de Hae es el de hacer su santa voluntad? XD
A puesto a que el de la foto es el hijo del otro sesang.
Hay esto se quedo interesante.
Gracias por el aviso, espero el siguiente.
Un saludo, que estés bien :D
Los tres capos que he leído han estado asombro...
ResponderEliminarHyuk se que tu quieres mucho a Hae, y si lo amas tanto lo correcto es que le digas la verdad acerca de condición, quizás esta vez lograste controlar a tu bestia interior pero llegara el momento en el que ya no te sera posible controlarlo y arriesgaras la vida de tu Hae y eso tu no quieres . uu
Y por otro lado ame la parte final del capo. ♥
Mori de emoción cuando Hyuk intentó reconfortar a Hae, el quiere que se de cuenta que estará con el.para protegerlo y resguardarlo. ♥
Y también espero que sea Sooman, lo capturen y le den su merecido, ese demonio merece el.peor de los castigos por someter a niños y jóvenes. LO DETESTO. e.e
Unnie Yota ♥ Gracias por el Mp.
Cuidate mucho.
Hyuk se preocupa por Hae Awww siguen secuestrado a los niños D: Hae hace escudos como Hee
ResponderEliminargracias x el Mp