—Madre de la
perla y padre del vino, es bueno estar en casa —gimió Teukkie mientras caía
hacia atrás en el sofá en casa de su madre.
No podía dejar de
tomar consuelo en los cojines familiares, la forma en que se hundían por los
años de uso, y los olores que desbloqueaban recuerdos de una infancia llena de
amor. Por unos pocos minutos mientras absorbía la familiaridad y la normalidad
del momento, apartó sus preocupaciones. Apartó sus preocupaciones sobre Kangin,
su miedo por el niño no nacido de Hee, la ansiedad causada por la disputa entre
Hee y Siwon, y el dolor que su madre estaba sintiendo.
Estaba tomando la
elección de vivir en el ahora, porque muy pronto, el pasado y el futuro se
vendría abajo en ella.
—Maldito infierno
—gritó Hee—. Me acabo de dar cuenta de algo: voy a tener que ver a mis padres. Y a pesar que
pueden no siempre ser las herramientas más afiladas del cobertizo, no hay
manera que puedan pasar por alto esto —dijo mientras se frotaba su estómago
cada vez más grande.
Y solo con eso, Teukkie
fue sacado de su breve respiro de vuelta al caos en que se había convertido su
vida.
—Eso significa
que voy a tener que ver a mis padres también —casi susurró Donghae mientras sus ojos se abrían de par en par—.
Ellos no saben que estoy casado, o acoplado o…
—No termines esa
frase —gruñó Teukkie.
—Bien, pero
entiendes mi insinuación.
Después que el
equipaje hubiera sido arrastrado dentro del recibidor, cada una de las parejas
fue a la sala de estar y se derrumbó en cualquier superficie que estaba
disponible. Una neblina de agotamiento impregnaba el aire e incluso Hyesung
parecía atrapado en su red. Pero no pasó mucho tiempo hasta que la necesidad de
alimento los estimulara.
—Voy a pedir una
pizza —les dijo Sora mientras sacaba su teléfono celular de su bolsillo—. No
hay comida en la casa y si la hay no les aconsejo comerla. A menos que sea algo
no perecedero —agregó.
Para el momento
que la pizza llegó, se habían establecido los tiempos de baño, los arreglos
para dormir y las amenazas de daño físico fueron declaradas por las personas no
tan mañaneras. A través de todo esto, se las habían arreglado de alguna manera
para no hablar de nada de lo que había sucedido. Era casi como si pensaran que
al no hablar de ello, entonces no podía ser posiblemente real. Pero no podían
ignorarlo para siempre, y si habían estado planeando en tratar, Hongki aplastó
esa idea.
—Teukkie, Donghae
, ¿alguno de ustedes ha oído hablar de sus compañeros? — preguntó Hongki justo
mientras se llevaba un pedazo de pizza a la boca. Estaba cubierto de capas de
queso, pero un poco escaso de pepperoni notó con una pequeña mueca.
Ambos jóvenes negaron,
pero no dijeron nada.
—¿Alguien ha
escuchado algo de cualquiera de sus compañeros? — Hongki había abandonado su
pizza mientras esperaba escuchar sus respuestas.
Justo cuando
estaba a punto de preocuparse, Zhoumi habló.
—Henry dice que
todo el mundo está vivo.
—Yunho coincide
con Henry —ofreció Changmin.
Todos miraron a Hee
expectantes y esperaron para escuchar lo que su compañero había dicho.
Hee se extendió
hasta Siwon, pero encontró que no solo su vínculo estaba bien cerrado, sino que
también era más débil de lo que había sido alguna vez. Tenía un muro
bloqueándolo de incluso el más pequeño indicio de sus emociones. Su lobo sintió
pánico por la pérdida de la conexión, pero Hee se negó a permitir a la histeria
reinar.
—No tengo nada
—dijo Hee finalmente.
Sus palabras
parecieron rebotar en las paredes y repercutir en la pequeña sala de estar.
Nadie se movió, y la mayoría de ellos estaban haciendo todo lo posible para no
respirar siquiera.
El silencio fue
roto por el pitido de un teléfono celular. Sin decir una palabra, todos
buscaron sus teléfonos, tratando de identificar al culpable.
De repente una
carcajada resonó por toda la habitación, pero no había humor o alegría en ella.
—¡No se lo van a
creer! —gruñó Hee mientras su risa cesaba—. ¡Él me envió un mensaje de texto!
¡Mi maldito compañero me envió un mensaje de texto!
Está bien, así
que tal vez iba a dejar que la histeria reinara. Demonios, podría tener un
maldito día de campo para lo único que le importaba. Hee leyó el texto por
décima vez.
Siwi: Llegaste.
Una parte de él
quería sonreír ante el recuerdo de la primera y única vez que se habían enviado
mensajes de texto antes. Fue en El Encuentro, pero la otra parte quería llegar
a través del teléfono y darle toda una jodida paliza. Sabía que tenía que
esperar hasta que se calmara antes de responder, pero el calentamiento global
finalmente derretiría las capas de hielo y todo el mundo estaría corriendo agitados
alrededor en botes salvavidas tratando de sobrevivir para el momento en que eso
sucediera, por lo que decidió en contra de esperar.
Hee: ¿Me dices o
preguntas?
Odiaba la sensación
de anticipación que se agitó en su estómago mientras esperaba su respuesta.
Siwi: Solo quiero
confirmación.
Hee gruñó. Qué
manera de hacerme sentir como una pieza de equipaje que estas asegurándote que
llego a su próxima conexión B, pensó para sí.
—¿Qué dice el
mensaje? —preguntó Donghae .
Hee levantó la
vista y se encontró mirando a ocho pares de ojos. Su atención se había centrado
tanto en su teléfono que había olvidado que había otras personas en la
habitación.
—Llegaste —dijo Hee
con sequedad.
—¿Está
preguntando o diciendo? —preguntó Zhoumi.
—Exactamente lo
que dije.
—¿Y qué le
dijiste?
—Le dije que si
se estaba refiriendo al popo que hice en el avión, entonces sí, de hecho lo
logré. —Hee no pudo contener la sonrisa mientras observaba a sus amigos
ahogarse con su pizza y bebidas debido a su declaración descabellada. Fue un
muy necesario alivio cómico. Pero no le quitó el dolor de tener a su propio
compañero enviando mensajes de texto cuando tenían un vínculo que le daba
acceso directo a su mente. Su teléfono sonó de nuevo mientras la risa comenzaba
a disminuir.
Siwi: Estás allí.
Hee se dio cuenta
que nunca había respondido a su mensaje anterior y mientras leía su último
texto, soltó una carcajada digna de una bruja.
—¡No jueguen! —Hee
se rió a carcajadas.
—¿Qué? —La
sonrisa de Teukkie cayó mientras observaba a su amigo. Los otros se reunieron
más cerca a su alrededor.
—Este mensaje
dice estás allí. ¿Dónde más podría estar? ¿Quiero decir, puede ser él más como
Tarzán con las palabras monosilábicas? —gruñó Hee mientras respondía.
Hee: No sé por
qué insistes en decir cosas que ya sé.
Dec: Solo quería
saber que llegaste bien.
Hee: No tenías
que escribirme para averiguarlo.
Dec: Te amo, princesa.
El aliento de Hee
quedó atrapado por su último mensaje de texto, y tuvo que morderse el labio
para contener las lágrimas. No dudaba de su amor. Sabía en lo más profundo de
su ser que Siwon lo amaba por completo. De lo que si dudaba era de su
honestidad. Desde el día en que había conocido a Siwon, siempre había sido muy
franco sobre sus sentimientos. Era dolorosamente honesto
e hilarantemente contundente
y esas eran
cosas que adoraba de él. Ahora era casi todo lo opuesto y Heechul estaba
pérdido en cuanto a cómo conseguir que se abra a él, confíe en él, y eso lo
estaba matando.
Hee: Bueno
saberlo. ¿Otro titular que quieras compartir?
Siwi: Estoy a
punto de reunirme con Junjin, Jungsoo y los otros hombres. Voy a estar fuera de
contacto un rato.
Hee: Lo que sea.
Tan pronto como
el mensaje fue enviado Hee golpeó el botón de apagado en su teléfono y observó
con satisfacción enfermiza cómo la pantalla quedó en negro. Lo arrojó sobre la
mesa de café y dejó escapar un profundo suspiro.
—No sé ustedes,
pero necesito un trago. —Hee comenzó a levantarse pero Donghae tiró de él hacia el sofá.
—Hee, tú no
bebes, y estás embarazado —le recordó Teukkie.
—Bueno, mi dulce joven
príncipe lobo, hay una primera vez para todo.
—¿Qué tal si en
lugar de ahogar nuestros problemas, hablamos de ellos? — aportó Hongki.
—Maldita sea, ¿no
estás tratando una intervención o sí? —Los ojos de Hee se estrecharon.
—Hee, creo que
solo está tratando de ayudar a liberar un poco de presión. No has sido
precisamente discreto sobre las cosas entre tú y Siwon. Te amamos y odiamos
verte herido, a cualquiera de los dos.
—Es una
intervención —se quejó y se dejó caer en el sofá—, de todas las cosas por las
que podría haber necesitado una intervención, tenía que ser de Lobos Anónimos.
***
—Entiendo que no
tienes lealtades. —Gura caminaba tranquilamente por el bosque que rodeaba su
guarida. Había decidido tomar un descanso muy necesario de espiar a su hermano,
pero en su camino a casa, fue interrumpido.
—Soy leal a mí
misma —le dijo Lorelle con audacia, aunque se sentía cualquier cosa menos
atrevida. No había planeado acercarse a él de esta manera, pero la oportunidad
se presentó y tuvo que tomarla mientras estaba allí. Gura no era un hombre
fácil de encontrar.
—¿Cómo sé que no
me traicionarás?
—No tengo ninguna
razón para traicionarte. Simplemente quiero a mi hermana fuera de la imagen. No
puedo matarla. Si lo hiciera, sería desterrada de mi reino para siempre. Pero
en tu línea de trabajo y, concretamente, tu más reciente emprendimiento, es más
que probable que te encuentres con ella. Solo esperaba que pudieras darle un
pequeño golpe.
El ceño de Gura
se levantó y su boca se torció como si sonriera.
—¿Un pequeño
golpe?
Lorelle asintió.
—Así como hiciste
a Junjin.
Él se rió de esto
y ella intentó no encogerse ante el sonido. El aire saliendo de él sonaba como
si estuviera arañando contra los pulmones que no habían sido utilizados para
este propósito en un tiempo muy largo. Como los crujidos y gemidos de una vieja
escalera de madera que no se había usado en años. Su risa ronca asaltó sus
oídos.
—¿Estás llamando
a eso un “pequeño golpe”? —preguntó mientras su risa arrastrante murió.
Lorelle decidió
que era una pregunta retórica y no contestó.
—¿Qué gano yo si
le doy a tu hermana este pequeño golpe que estás pidiendo?
Ella sabía que
iba a pedir algún tipo de pago. No es como si las personas malvadas hagan algo
gratis.
—Te puedo
conceder una solicitud de reembolso a tu gusto. —Por fin había decidido en la
concesión de un favor. A pesar de que odiaba darle tanto poder sobre ella, no
había nada que pudiera darle a Gura que no pudiera simplemente tomarlo él
mismo.
Él no respondió
de inmediato. Ella observó cómo dio pasos lentos y medidos, sus pies crujiendo
en las hojas muertas que cubrían el suelo. Él estaba considerándolo, sin duda
pensando en todas las posibilidades que tal pago le daría.
—¿Cualquier
solicitud? —aclaro él.
—Sí.
—Acepto. Y ya sé
lo que debes hacer —le dijo finalmente.
Lorelle hizo una
breve inclinación de cabeza y trató de no verse tan nerviosa como se sentía.
—¿Qué será?
—Vas a entregar
un mensaje para mí, pero no de mí —le dijo—. Parece que mi hermano finalmente
se ha dado cuenta que los Trolls tienen que pagar por su participación en la
muerte de una de sus mujeres. Él ha tratado de mantener la paz con ellos, pero
ha llegado a ver que para que se haga justicia y la paz verdadera reine,
entonces ellos deben pagar. Así que llevarás al Rey Troll, una
declaración de guerra en nombre del Rey de los Hechiceros.
La boca de Lorelle
se abrió y sabía que sus ojos estaban tan abiertos como platos. No podía creer
lo que él estaba diciendo.
—¿Por qué? ¿Por
qué harías esto si todo lo que quieres es a la mujer de tu hermano? —Tropezó
con sus palabras al hablar—. ¿Quieres destruir dos razas por la vida de tu
compañera?
—No se van a
destruir entre ellos —se burló—. Los Trolls no tienen ninguna oportunidad
contra mi hermano. Por mucho que odie admitirlo, él es extremadamente poderoso.
—¿De verdad crees
que los lobos solo se cruzaran de brazos y dejarán a los Trolls ser sacrificados?
—¿Qué te importa,
Lorelle, sin fe alguna ni lealtad? —le gruñó a ella.
—¡Una persona es
muy diferente de una especie entera! —Se sintió asqueada al pensar en el papel
que podría desempeñar en esto, pero no había manera de evitarlo. Había asegurado
su papel en el juego de él y tendría que jugar su parte o sería su vida en la
línea en lugar de su hermana—. Bien —dijo, y la palabra le supo a bilis en su
boca—. Lo haré.
—No tenía ninguna
duda que lo harías —le dijo Gura con aire de suficiencia—. Algunos consejos
gratuitos, mujer. —Oyó su voz justo cuando empezaba a irse—. Si me traicionas,
te voy a matar de la misma manera en que me encargue de tu hermana, solo que
mucho más lento y mucho más doloroso.
Él se había ido
antes que ella pudiera incluso tragarse el nudo en su garganta. Había venido
queriendo su ayuda en la destrucción de su hermana, la espina en su costado que
no desaparecía. Ahora le ayudaría a destruir por lo menos una especie entera, y
muy posiblemente incluso más.
Junjin permaneció
de pie en la biblioteca de la mansión de la manada, escuchando el zumbido
constante de los murmullos de los hombres reunidos. Se había perdido en sus
pensamientos después de haber hablado con Hyesung través de su vínculo. Hyesung
le había informado que Hee pasaba por un momento difícil. Supuso que era el
embarazo y la preocupación por el nacimiento del bebé, pero luego Hyesung le
había dicho que Siwon le escribía a su compañero en lugar de utilizar su
vínculo.
Comprendió
entonces que Hee probablemente pasaba más que un mal momento. Para su compañero,
retener la intimidad del vínculo sería doloroso en el mejor de los días. Para
él, hacerlo mientras estaban tan separados y Hee embarazado, era similar a la
tortura.
No podía imaginar
lo que haría que Siwon se comportara de tal manera. Era completamente atípico
de él. Francamente, no utilizar el vínculo, sería atípico de cualquier lobo.
Sus ojos vagaron
hasta su antiguo Beta y vio que Siwon estudiaba también la habitación. Sus ojos
generalmente centrados, parecían estar inquietos y frívolos, lanzándose sobre
los otros hombres y hacia las puertas.
No parecía vigilar
mucho, más que nada, buscaba una forma de escapar. Parecía tenso mientras tensaba
y relajaba su mandíbula, y pasaba de un pie a otro. Siwon era naturalmente una
criatura muy tranquila; cada movimiento deliberado y calculado. Justo a los
pocos segundos de ver al Alfa, Junjin pudo ver que algo estaba definitivamente
mal.
¿Por qué no lo
había visto antes? ¿Cómo pudo haber pasado por alto estos grandes cambios de
comportamiento en un hombre que había conocido por más de un siglo?
Junjin dejó
escapar un suspiro cansado mientras pensaba en los problemas y tensiones que
plagaban sus manadas combinadas. Kangin, Hyukjae, y ahora Siwon, tres hombres
que amaba con locura, estaban ahora luchando con cosas para las que necesitaban
desesperadamente que sus compañeros les ayudaran a enfrentar, y él, como buen
Alfa, los había enviado lejos. Aunque Siwon era técnicamente responsable de Hee
y Donghae , sin duda habría cedido si Junjin se hubiera opuesto a la idea. Se
encontraba de nuevo frente a una de esas situaciones en las que Junjin tenía
que preguntarse a sí mismo, ¿había realmente alguna respuesta correcta?
***
Siwon sintió que
sus músculos se retorcían mientras esperaba a que Jungsoo se uniera a ellos. No
había dormido desde antes de que Heechul se fuera y apenas tenía apetito. Sus
entrañas eran un nudo constante y todo de lo que ponía en su estómago parecía
querer arrastrarse de vuelta a su garganta.
Podía sentirlo, a
duras penas, pero todavía estaba allí. Lo echaba de menos con tal fiereza que
sus huesos le dolían. Cada minuto era una batalla incesante con su lobo y sabía
que caminaba en una línea muy fina a la hora de mantener todo bajo control. La
parte más difícil para Siwon no era que Heechul no estuviera a su lado. La
parte más difícil era saber que sufría, al igual que él, y él era la causa de
ese sufrimiento. Su vínculo había sido tan fuerte, y ahora se debilitaba con
cada hora que pasaba. Podía sentir la vida siendo drenada de los dos.
La Gran Luna le
aseguró que su hijo estaría a salvo, pero mientras se mordía la lengua para no
gruñir con furia por el dolor que sentía recorrer sus venas, se preguntó si la
Diosa sabía cuán insoportable sería este proceso realmente.
La puerta de la
biblioteca se abrió lentamente y la habitación comenzó a tranquilizarse. Jungsoo
cruzó y calmadamente miró a su alrededor, dando lentas inclinaciones de cabeza
hacia cada hombre. Basado en las miradas tensas y casi dolorosas en los rostros
de los lobos, él sabía que algo malo había pasado.
—He venido en
paz, Junjin, para honrar nuestro acuerdo como aliados y para ayudar en
cualquier manera que pueda —dijo Jungsoo calmadamente al Alfa de la manada Coreana.
Su voz era fuerte y resonó en las paredes. Casi pareció alejar la angustia y
preocupación.
Tomó una
respiración profunda, tratando de utilizar todos sus sentidos para ver si podía
entender lo que había ocurrido para que los lobos generalmente muy respondones,
se quedaran callados.
—Te damos la
bienvenida Jungsoo, Rey de los Hechiceros. Eres aceptado como nuestro invitado
y bajo nuestra protección —respondió Junjin formalmente—. ¿Has venido solo,
Rey, o traes a tu compañera? ―Junjin sabía que probablemente debería dejarlo en
paz, pero se encontró a sí mismo en un buen estado de ánimo y decidió comenzar
la reunión con un poco de insistencia. Sus labios temblaron al ver al Rey
Hechicero por lo general tranquilo y confiado retorcerse bajo su escrutinio.
—He venido solo.
—Jungsoo no dijo más y continuó adentrándose en la sala y tomando uno de los
asientos vacíos.
Junjin hizo un
gesto a los otros lobos en la habitación y, uno por uno, tomaron asientos,
todos excepto Siwon. Junjin hizo contacto visual con él brevemente, un mensaje
tácito que era consciente de que algo estaba mal con él. Junjin estaba a punto
de hablar cuando la puerta de la biblioteca fue, una vez más, abierta.
—Me doy cuenta
que no fui invitado a esta reunión —dijo Alston al entrar en la habitación—,
pero una pequeña hada me dijo que debería estar presente.
—¿Esta pequeña
hada tenía una boca grande? —preguntó Siwon con frialdad mientras las risas
vibraban a través de la habitación.
Alston inclinó la
cabeza brevemente para Siwon antes de retroceder.
—Dambi a menudo
mete la nariz donde no es bienvenida, aunque a menudo se necesita.
—Por favor, únete
a nosotros, Alston —dijo Junjin—. Dambi hizo bien al ponerse en contacto
contigo. Hubiera pensado en hacerlo yo mismo si no me hubieran distraído por
problemas de manada.
—Supongo que es
bueno que tengamos personas entrometidas que intervengan cuando estamos
distraídos —dijo Alston mientras tomaba asiento junto a Yunho.
—Muy bueno
—concordó Junjin. Se volvió para mirar a Jungsoo y su rostro se puso serio—. Dambi
nos trajo la noticia de que tu hermano ha estado entrometiéndose en tu bosque.
Jungsoo asintió
mientras sus labios se apretaban en una mueca triste.
—No lo he visto
con mis ojos, pero su mal impregna el aire.
—¿Qué es lo que
quiere? —preguntó Yunho.
—Castigarme
—respondió Jungsoo sin pausa.
Él no sabía lo
que esperaba de los hombres cuando contestó. Tal vez le dirían que se entregara
de modo que la ira de su hermano fuera satisfecha y entonces tal vez dejaría a
todos los demás en paz. Pero sabía que eran demasiado inteligentes para creer
que su hermano se detendría solo con él. Había, después de todo, matado a Junjin,
o al menos intentado, simplemente para demostrar su poder. Por lo tanto, no
estuvo en absoluto sorprendido por las pacientes miradas que le dieron mientras
esperaban a que diera más detalles
—Su compañera
murió hace muchos, muchos años y él me culpa por su muerte —continuó Jungsoo.
Los ojos de Siwon
se estrecharon mientras miraba al Rey.
—¿Te culpa, o a
tus acciones?
—La falta de
ellas —le dijo Jungsoo—. Su pareja tomó la decisión de actuar como embajadora
de otra raza sobrenatural y aunque le advertí que no lo hiciera, estuvo
decidida a hacer lo que quería.
—¿No lo hacen
todas? —gruñó Kangin por lo bajo. Los gruñidos de acuerdo flotaron por la
habitación y Jungsoo les dio miradas interrogantes.
—Ignora sus
gruñidos, Jungsoo —Junjin interrumpió el ruido—, sus compañeros los han
abandonado. —Le lanzaron miradas sucias pero él las ignoró y se concentró en Jungsoo.
—Ella fue de
todos modos y la mataron —continuó Jungsoo—. Mi hermano cree que podría haberla
detenido, y me inclino a estar de acuerdo con él.
—¿Estabas
dispuesto a atarla a un árbol y ponerla bajo vigilancia constante? —preguntó Siwon—.
Porque a menos que esa fuera la acción que estuvieras preparado a tomar,
entonces tu hermano es más tonto de lo que ya he decidido que es. Seguro que ya
sabes, ahora que tienes una compañera, no hay nada que obligue a nuestras parejas
a hacer algo que no quieren hacer, ni tampoco existe ninguna oportunidad de
detenerles una vez que han tomado una decisión.
—Entiendo lo que
dices, Siwon —le dijo Jungsoo—, y Sora ha sostenido el mismo punto, pero es
difícil para mí no tomar parte de la culpa.
—Está en nuestra
naturaleza sentirnos responsable por las vidas bajo nuestro cuidado —dijo Junjin—,
pero si vamos a ser líderes efectivos, entonces debemos aprender del pasado y
luego dejarlo ir. ¿Por qué tu hermano no cumplió sus amenazas la noche de la
batalla con la bruja?
—No estoy seguro
—admitió Jungsoo—. Mi primer pensamiento sería que quiere que seamos
complacientes. Creo que piensa que a medida que más y más tiempo pasa sin que
tome alguna acción, entonces más bajaremos nuestra vigilancia.
—¿Y tu segundo
pensamiento? —preguntó Yunho.
—Que ni siquiera
sabe lo que quiere hacer.
Hyukjae frunció
el ceño mientras se inclinaba hacia delante en su silla.
—¿Crees que
después de todos estos años de cavilar sobre la muerte de su compañera, no
tiene un plan?
Jungsoo lo pensó
por un momento antes de responder.
—No, creo que tal
vez las circunstancias han cambiado y ahora tiene que revisar el plan que había
ideado en un principio.
—¿Qué cambió?
—preguntó Kangin.
—Sora —respondió Junjin
antes de que Jungsoo pudiera hablar.
Jungsoo asintió.
—Exactamente.
—Eso no es todo
lo que ha cambiado —dijo Wadim—. Estamos unidos. Las razas sobrenaturales están
trabajando juntas. Eso es un cambio fenomenalmente grande.
—¿Fenomenalmente?
—La frente de Jungsoo se frunció ante el historiador.
—Oye, estás
acoplado a una Americana. Solo espera. Te tendrá diciendo toda clase de extraña
mie…
—Wadim. —La voz
de Junjin fue aguda cuando lo interrumpió. Jungsoo se rió entre dientes, pero
sus ojos estaban tristes.
—Sí, te hacen
decir algunas de las cosas más extrañas.
Dios!! Menos mal que Jujin ya se dio cuenta de que algo esta pasando con Siwon. Se que por mas fuerte que sea Hee, la perdida de su compañero representara un gran dolor para él.
ResponderEliminarGracias por el cap ^_^
Oh no...Siownshis malo!!
ResponderEliminarReally, mensajes dd texto!
Oh cuando Hee~ pueda hacerlo, pateraa tu trasero peludo!!!
No me lo puedo creer
ResponderEliminarPero con lo que ha hecho Siwon,los textos es la única forma de comunicarse con Hee
Lo que me esperanza es que...lo va a pagar,Hee se encargara de eso.
Textos y luego tan simples...o sea,yo entiendo a los lobos,y a veces creo que las parejas se pasan...pero ahora es Siwon quien se paso.
Ah...esa tipa sigue viva,y como típica traidora,va a lamer las botas del tipo ese,espero obtenga su castigo,ya que por su egoismo y envidia está poniendo en peligro la vida de seres.
Uy...bueno,de esta reunión al menos Junjin ya vio que pasa algo con Siwon,ojalá use su poder de alfa y lo obligue a que le diga todo...si es que se reuza a decirselo como amigo.