No vi a
Sungmin por el resto de la semana. La tienda cerró con los principios del
negocio de primavera, Jjong pescó un resfriado y estuvo fuera por un par de
días, y la condición de Shindong se estuvo deteriorando rápidamente.
Se puso
tan mal al final de la semana que quería moverlo de nuevo al hospital, pero se
negó a ir. No podía retener nada y su enfermera hablaba acerca de una sonda de
alimentación. Fue estresante, me sentía como si estuviera caminando sobre un
lago que estaba congelado y yo estaba esperando a caer debido a mi peso.
En algún
momento durante la semana, mientras veía como se ponía más y más enfermo
delante de mis ojos, mi cerebro comenzó automáticamente a cambiar de Shindong a
papá en mi cabeza. Era mi papá que estaba muriendo, mi papá que estaba tratando
de hacerse el valiente frente a mí, mi papá que me miraba con tristes y bígaros
ojos, porque sabía que nuestro tiempo juntos se hacía más y más corto.
No quería
que nadie lo viera así. Todo el grupo trató de venir, pero Shindong no estaba a
la altura. Tuve que posponer los planes que tenía con Sungmin en la noche del
sábado, lo que me fastidió, pero estaba donde tenía que estar. Cuando alguien
llamó a la puerta un par de horas más tarde, casi me desmayo cuando la abrí y
vi que era él. No me preguntó si podía entrar, me entregó una especie de bebida
de proteína y me dijo que viera si Shindong podía tomarla. Me dijo que le había
pedido al personal de oncología una solución que pudiera contener a la sonda de
alimentación por un tiempo más largo.
Estaba
exhausto y emocionalmente agotado, pero apenas esa pequeña visita de cinco
minutos, esa manera sencilla que tenía de estar en sintonía con lo que otras
personas estaban pasando, llegó muy dentro de mí y no lo dejé ir.
Era todo
lo que siempre había querido, siempre necesitado. ¿Cómo no amarlo? Era
imposible no enamorarse de él.
Le devolví
el beso un centenar de veces más fuerte de lo que intentaba, pero quería que
sintiera todas las cosas que sabía que iba a descartar si trataba de
decírselas. Me dijo que lo llamara el fin de semana si conseguía un minuto
libre, y lo dejé llevarse mi Corazón con él.
Cuando
volví a entrar y le ofrecí a Shindong el brebaje que Sungmin había traído, él
solo me miró con un brillo de reconocimiento en sus ojos sobre la parte
superior de la máscara de oxígeno.
Me dejé
caer en el sillón que había movido al lado de su cama. No estaba dispuesto a
hablar de ello. Especialmente cuando sabía que Sungmin correría hacia otro lado
si trataba de decirle cómo me sentía. No ser amado de nuevo era algo que me
había perseguido toda mi infancia. No sabía si sería capaz de manejar la
situación viniendo de él.
Me quedé
con Shindong durante todo el fin de semana. El batido de Sungmin fue mágico,
así que me envió la lista de ingredientes y me abasteció de suministros por lo
que sería capaz de hacer el batido cada vez que lo necesitara. Shindong durmió
casi todo el día sábado y estaba pensando en ir a trabajar y tratar de ponerme
al día mientras él estaba fuera, cuando Heechul se presentó en el condominio.
No quería
que tuviera que verlo así, sintiera pena por él, pero solo utilizó su pequeño
cuerpo para empujar más allá de mí y me dijo que me perdiera. Shindong era tan
importante para él como lo era para mí, y Siwon estaba en casa con el bebé
hasta más tarde esa noche. Me dijo en términos inequívocos que todavía tenía
una vida que vivir, y sin contemplaciones me echó del condominio de mi papá.
Quería
estar irritado con él. Alguien tan pequeño no debería ser tan mandon e
inamovible, pero tenía que admitir que necesitaba el espacio para conseguir un
respiro.
Fui a la
tienda y me abrí paso entre una semana de papeleo que había acumulado. Arreglé
todas las citas que había cancelado a lo largo de las últimas semanas. Cuando llegó el momento de
cerrar la tienda de abajo, Hyukjae quería que yo fuera al bar donde Donghae y Zhoumi
trabajaban y tomara la cena.
Por mucho
que me gustaba salir con Hyukjae , me perdería de Sungmin y de pasar más tiempo con él, así que como habíamos
quedado lo llamé.
—¡Hola!
—estaba gritando en el teléfono para hacerse oír por encima de la risa
chirriante e infantil al fondo.
—Oye. Heechul
está con Shindong, así que tengo la noche libre. Tenía la esperanza de que no
tuvieras que trabajar y pudiéramos pasar el rato.
—Espera un
segundo —murmuró y oí más gritos mientras encontró un lugar más tranquilo para
hablar conmigo—. Lo siento, Sungjin tuvo que ir al hospital y me pidió cuidar a
los niños. Estaba teniendo contracciones, y se asustó. No sé cuánto tiempo le
tomará.
Eso era
una especie de rollo ya que tenía muchas ganas de pasar tiempo con él, y no
sabía cuándo sería la próxima oportunidad que consiguiera.
—Espero
que esté bien.
—Estará
bien. ¿Quieres venir aquí? Les voy a hacer queso a la parrilla para la cena y
luego pondré Buscando a Nemo y espero que ellos se duerman.
Nunca
había estado cerca de niños, pero caminaría descalzo por la lava, si eso es lo
que tenía que hacer para pasar tiempo con él, así que ¿por qué no?
—Claro.
Dame la dirección.
Cuando
llamé a la puerta principal, Sungmin la abrió viéndose despeinado y desaliñado
de una manera muy agradable. Tenía una niña pequeña en la cadera y una niña un
poco mayor que miraba a escondidas hacia mí desde detrás de sus rodillas. Me
sonrió.
—Estoy
feliz de verte. —Bueno, malditamente caliente, esa era la mejor noticia que
había oído recientemente. Me presentó a los niños. Lo seguí hasta la casa.
—Tu hermano
no se ve lo suficientemente mayor como para tener a todos estos niños.
Él resopló
y me guio hasta la cocina, donde el aroma de sopa de tomate me hizo agua la
boca.
—Él
comenzó joven y no tiene planes de detenerse. El y su marido, Jungjin, siempre
han querido una gran familia.
Miró a la
estufa, y luego a mí, y dejó caer sin ceremonias a la niña con los ojos
abiertos a mis brazos. Nos miramos el uno al otro durante un buen rato, la bebé
decidiendo si ella esperaba gritarme y yo tratando de decidir cómo sostenerla
mejor sin aplastarla.
La otra
niñita, que era probable que solo tuviera cuatro o cinco años, se acercó y se
paró frente a mi rodilla mirándome. Sungmin le sonrió.
—Ese es Kyuhyun
un amigo del tío. Dile hola.
La niña no
me dijo nada, así que le sonreí y contuve una palabrota cuando la bebé puso su
mano en la perforación y le dio un tirón. Me hizo lagrimear, pero la tenía
riendo tan fuerte que no podía estar enojado con ella.
Todos
comimos la cena, y cuando todo el mundo había acabado, le dije a Sungmin que
fuera a acomodar a todos mientras yo limpiaba la cocina. Al terminar los niños
mayores se estrellaron en el suelo y Sungmin y yo tomamos lugares en el sofá
con las dos niñas entre nosotros.
No tenía
intención de quedarme, quería haberme ido antes de que el hermano de Sungmin
llegara a casa, pero después de los primeros cinco minutos de la película, una
de las niñas dormía con la cabeza apoyada en mi brazo. La pequeñita, se había
metido en mi regazo, acurrucada como una gatita, y le dijo adiós a la luz.
No quería molestar
a ninguna de las dos, así que solo nos acomodamos y vimos al pez tratar de
encontrar su camino a casa. La manera en que el padre de Nemo nunca se rindió,
nunca perdió la esperanza, me hizo correr paralelismos con mi propia vida a
través de mi mente y me tuvo pensando en Shindong.
Cuando
miré a Sungmin me miraba con ojos amplios y había un rubor de color rosa
brillante en sus mejillas.
—¿Qué?
Él solo
dio a su cabeza una pequeña sacudida y se volteó hacia la película.
—Tú solo
siempre me sorprendes.
Solté un
suspiro, ya que estaba atado a mi última revelación acerca de esta relación y
él.
—La
persona de la que deberías estar sorprendido eres tú, Sungmin. Confía en mí, la
persona que eres es notable y excepcional. Si simpatizas con ella, toda tu vida
va a cambiar.
Él solo me
miró como si no tuviera idea de lo que estaba diciendo, pero me sentí mejor
después de haberlo dicho. Lo amaría incondicionalmente si me dejara, pero con
el fin de hacerlo, primero tenía que hacerle amarse a sí mismo por completo.
Ya era
difícil mantener en secreto todo lo que Kyuhyun desató en mí, pero viendo a un
tipo tatuado, duro y grande sostener a una niña como si fuera algo frágil
y precioso, ¿cómo infiernos se supone
que mantendré mi Corazón cerrado a eso?
Cuando Sungjin
y Jungjin regresaron a casa, todos los niños habían sido puestos en la cama y Kyuhyun
estaba dirigiéndose fuera de la puerta. No se me perdió la mirada que mi hermano
me dio cuando dijo adiós.
Estaba
cansado y se suponía que lo tomaría con calma, lo cual es la única razón por la
que escapé de su regaño, estoy seguro. A la mañana siguiente, mientras estaba
en el trabajo, me dejó un mensaje de voz de ininterrumpidos veinte minutos
acerca de cómo tenía ahora dos chicos que insistían en hacerse tatuajes de
cráneos cuando fueran lo suficientemente mayores.
No debería
haber pensado que era divertido, pero realmente lo pensé. Quería tratar de
tomar la preocupación de Sungjin en mi Corazón. Sabía que estaba preocupado por
mí, preocupado por lo que sucedería si Kyuhyun me lastimaba de nuevo, pero algo
de lo que me dijo la noche anterior se había quedado conmigo.
Había una
parte de mí que nunca podría creer que él me veía de la forma en que lo hacía.
Nunca me reconocí a mí mismo como una criatura hermosa y deseable, y por lo
tanto nunca tuve el valor de enfrentarlo cuando me dijo esas cosas.
Era
confiable en el trabajo, sabía lo que estaba haciendo y era lo que siempre
había tenido intención de hacer, incluso aunque me miraba como si fuera el
principio y fin de todo, solo no podía encontrar la convicción de que la idea
de que Cho Kyuhyun se sentía de esa manera por mí.
Aun no
tenía la confianza suficiente para estar seguro en cualquiera de las otras
áreas de mi vida. No era justo para Kyuhyun que yo fuera un manojo de nervios
esperando que demostrara que no era más que un chico típico y eventualmente
caería en el denominador común más bajo, cuando todo lo que estaba haciendo era
usar mi miedo y debilidades para mantener todas las partes de mí que nunca
habían dejado de amarlo bajo control y no estaba permitiendo a lo que había
entre nosotros, ahora, crecer y florecer.
Sabía que Shindong
estaba empeorando, ese final estaba en el horizonte, y Kyuhyun casi siempre se
encontraba a su lado. Estaba tratando de mantenerse por arriba de las cosas en
el trabajo y todo lo demás, pero estaba perdiendo peso, y cada vez que me las
arreglé para verlo, tenía sombras en su rostro y su fuerte mandíbula estaba más
que a menudo desaliñada y sin afeitarse.
No pasaba
más la noche, no más citas divertidas que me hacían reír, y la única vez que
nos las arreglamos para follar fue un rapidito durante el almuerzo aquí y allá,
lo cual se sentía bien y aunque consiguió el trabajo hecho carecía de toda la
intensidad y emoción detrás del sexo que estaba acostumbrado a tener con él.
Me dirigía
afuera después de mi turno cuando Sunny me pidió que pasara por su oficina.
Habíamos estado demasiado ocupados últimamente para tener algún tiempo real
para charlar. Extrañaba su actitud positiva y la manera en que siempre trataba
de alentarme. Le sonreí y me senté frente a su desordenado escritorio.
—¿Vas a
intentar ponerme al día con comentarios con otro doctor?
Sunny puso
sus ojos oscuros hacia mí y me dio una sonrisa enorme.
—No. Creo
que tu gusto corre un poco más colorido que la mayoría de los doctores que
recorren estos pasillos.
Era
verdad. Quiero decir que había algunos doctores caballerosos tatuados debajo de
sus batas, pero nada podía compararse a ese dragón que estaba tratando muy duro
para mantener a Kyuhyun seguro.
—Probablemente
tienes razón. ¿Qué pasa? Nunca me pides hablar en tu oficina. Usualmente solo
me tiendes una emboscada en el pasillo.
Aún estaba
sonriendo mientras se echaba hacia atrás en su silla.
—Bueno,
esta es una conversación más oficial que acosarte sobre tu vida amorosa.
Fruncí el
ceño y de inmediato comencé a correr a través de cualquier cosa que pude haber
hecho mal en las últimas semanas. Había estado distraído por los
acontecimientos en mi vida personal, lo cual no era como yo.
—¿Qué
hice?
Sacudió su
cabeza de lado a lado y chasqueó su lengua hacia mí.
—Ahora,
¿por qué automáticamente pensarías lo peor? Eres un enfermero increíble, te lo
digo todo el tiempo. ¿Cómo puedes pensar que te arrastraría aquí y te regañaría
por hacer algo mal? Creo que eso es un insulto para ambos.
Tragué
saliva y las palabras de Kyuhyun en cierto modo me empujaban desde anoche.
—Lo
siento. Es solo un hábito.
—Uno que
deberías romper. Escucha, Sungmin, Heidi se está transfiriendo a otra ciudad
porque su esposo consiguió un nuevo trabajo. Quiero que tomes el control como supervisor.
Sé que estás pensando acerca de la escuela a largo tiempo, pero esta es una
gran oportunidad para avanzar en el departamento en el que ya estás. Sungmin,
di que sí. Esto se veía venir.
—¿Hablas
en serio? —Estaba aturdido.
—Bueno,
tenemos que hacer una verdadera entrevista con la directora de enfermería, pero
sabe que eres la persona que quiero para el puesto.
Mi Corazón
palpitaba a un ritmo rápido y quería hacer un pequeño baile en mi silla.
—Eso es
tan emocionante. Muchas gracias.
—Nadie más
se lo merece.
Me puse de
pie, caminé alrededor del escritorio, y me incliné para darle un abrazo. De
verdad me lo merecía, solo como quizás, posiblemente, me merecía una
oportunidad de hacer esta cosa con Kyuhyun de ser una cosa para siempre.
Fue la
primera persona a la que llamé cuando salí del hospital, pero no contestó, la
llamada fue directo al correo de voz, lo cual hizo que parte de la emoción que
burbujeaba bajo mi piel bajará un poco.
Decidí que
no lastimaría nada pasar por su edificio para ver si estaba en casa. Quería que
me alzara en brazos y me diera un beso grande y descuidado y me contara como de
feliz estaba por mí. Era sorprendente como de mal quería eso.
Encendí la
radio y me dirigí al edificio. La temperatura estaba bajando, pero por el
momento me precipité hacia la puerta, pasando el Charger en su lugar designado
sobre el camino, estaba empapado por la lluvia y mis dientes castañeaban. Aun
no estaba realmente lo suficientemente caliente para contrarrestar estar húmedo
y chorreando. Me detuve frente a su puerta y golpee.
Estaba
tratando de peinar con mis dedos a través de mi cabello mojado y enredado
cuando la puerta se abrió... y mi mundo entero se vino abajo. Mi Corazón se
detuvo. Mi sangre se espesó y enfrió, y estaba desconcertado en una dirección
que tenía mis esperanzas y sueños rompiéndose por la mitad por segunda vez en
mi vida en las manos de este hombre hermoso.
Leeteuk
estaba parado al otro lado de la puerta de Kyuhyun mirándome con la misma
expresión de asombro que estoy seguro de que tenía en mi cara. Creo que podría
haberlo manejado estar en el apartamento de Kyuhyun… después de todo, había
dejado claro que no se encontraba interesado en él de esa manera. Lo que
absolutamente no podía manejar, lo que tenía mi Corazón roto en pedazos lo
suficientemente afilados que podía sentirlos apuñalándome, era el hecho de que
vestía una toalla y nada más.
—Sungmin...
Levanté
una mano y jadeé cuando Kyuhyun vino caminando alrededor de la esquina donde
estaba su habitación, también vestido con nada, excepto una toalla de color
roja alrededor de su delgada cintura.
—¿Escuché
a alguien golpeando?
Estaba
frotando otra toalla sobre su cabeza y la escena era tan íntima, tan
devastadora, pensé que quizás me iba a desmayar. En realidad, tuve que colocar
una mano en el marco de la puerta para evitar que mis piernas se doblaran
debajo de mí. Cuando sacó la toalla de su cabeza oscura, sus ojos fijos en los míos. Esperaba culpa, o
vergüenza, pero sus ojos solo brillaban ante mí.
—Uh... —Leeteuk
se veía como que iba a agarrarme, así que me empuje hacia atrás antes de que me
pudiera tocar.
—¿Esto es
lo que le haces a tus amigos? —Mi dolor, mi incredulidad, mi rabia se revolvía
en mi estómago mientras amargadamente lanzaba las palabras más odiosas que
podría pensar de él—. Supongo que la manzana no cae lejos del árbol.
Quería
darle un puñetazo en su garganta, pero lo que quería más que eso era ir atrás
en el tiempo y nunca, nunca dejar que Cho Kyuhyun regresara a mi vida. Si
pensaba que me había lastimado antes, observándolo besar a la adolescente Kim
Saeun no era nada ante la idea de él acurrucándose con el sexy y perfecto Leeteuk.
Esto no
era una bofetada en la cara o una herida de traición. Esto era él demostrándome
que estaba en lo cierto y nunca, nunca, podrías confiar en los chicos con un
jovencito bonito. Este era yo habiéndolo sabido todo el tiempo.
Giré sobre
mis talones y estaba de vuelta en la lluvia, de vuelta ante el jetta, cuando
una fuerte mano me agarró arriba del codo y me hizo girar. Todavía estaba en
una toalla, la lluvia corriendo por encima de su cabeza rapada y bajando por
las líneas de su frente fruncida. Me dio una pequeña sacudida que tuvo a mis
dientes chasqueando juntos.
—¿Qué
demonios? Se quedó fuera del apartamento de nuevo. Yo estaba en el gimnasio y
él empapado por la maldita lluvia. Le di una toalla y lo dejé lanzar su mierda
en mi secadora. Si hubiera sabido que ibas a venir, te habría llamado para
hacerte saber lo que estaba pasando, que estaba aquí.
Me costaba
respirar y su mano quemaba donde me tocaba. Mi Corazón estaba roto, me estaba
muriendo por dentro, y tenía la osadía para verse como que se estaba cayendo
a pedazos.
—Si
hubieras sabido que iba a venir, probablemente no te habría sorprendido en el
acto. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad. Es hermoso y conveniente.
¿Por qué trabajar por algo que nunca valdrá la pena? ¿Cierto? Siempre supe que
cuando alguien sencillo viniera, lo elegirías sobre mí. Simplemente no puedes
parar de romper mi Corazón, ¿puedes, Kyuhyun?
El agua
estaba golpeándolo, goteando sobre su pecho y chorreaba a través de sus
definidos abdominales. La manera en que estaba respirando, la manera en que
estaba temblando, hacía que pareciera que el dragón estaba tratando de salir de
su piel, tratando de levantarlo lejos del azote de mis palabras llenas de odio.
Dio un paso hacia atrás alejándose de mí y me puso una mano sobre el nudo de su
toalla. Sacudió su cabeza y vi su boca dibujar hacia abajo un ceño severo. No
era solo su cuerpo que se mostraba ante mí, era también todo lo que tenía. Todo
estaba brillando fuera de esos hermosos ojos, pero me armé de valor y me negué
a ver nada de eso.
—Esa es la
cosa, habría trabajado hasta matarme, si es que alguna vez valiera la pena o
no, si ese algo al final eras tú. Y no podría haber roto tu Corazón esta vez,
Sungmin, porque no me dejaste acercarme lo suficiente para poner mis manos
sobre él. Te dije que no puedo ver a nadie excepto a ti, que eres mi único,
simple o no, y nadie más se compara. ¿Esta situación se ve mal? Sí, lo hace. No
soy ciego o un idiota, pero si supieras… ―suspiró y miró hacia el cielo como si
retuviera todas las respuestas―, cuán jodidamente te amo, no tendrías ninguna
pregunta, y no pensarías incluso siquiera que podría pensar en otro joven así.
Sungmin, eres para mí. Nunca haría nada
para lastimarte porque me dolería tan mal. ―Negó con su
cabeza, enviando las gotas de lluvia volando en todas las direcciones―. No soy
tu papá. Nunca te haría pasar por eso otra vez.
Jadeé y
quise darle una bofetada a través de su cara.
—No tienes
que decirme eso. No puedes amarme cuando tienes a otro joven desnudo en tu
apartamento. Kyuhyun, desde donde estoy parado, te ves exactamente como él.
—No, no
tengo que decirte que te amo porque no puedo incluso amarte lo suficiente como
para compensar el hecho de que te niegas a amarte a ti mismo. Amas tu trabajo.
Amas a tu familia. Probablemente incluso jodidamente me ames de vuelta, pero
hasta que despiertes y te des cuenta de cómo de perfecto eres, cómo de
incomparable y maravilloso eres, no hay esperanza para que esto funcione. Pensé
que estaba luchando una batalla perdida con alguna versión imaginaria de mí
mismo más joven, tratando de luchar contra todos los otros hombres que te han
dejado en tu vida, pero ahora sé que es una batalla en contra de ti mismo. Te
amo, Sungmin, todo de ti, pero si no crees eso, entonces no sé a dónde podemos
ir desde aquí.
Estaba
llorando, de verdad sollozando. Las lágrimas estaban cayendo tan fuerte que se
veía borroso, y solo esperaba que la lluvia le ocultara algo de ello.
—Me voy.
Ahí es donde me voy de aquí. Kyuhyun, no creo que sepas algo sobre el amor.
Se
estremeció cuando lancé las palabras hacia él, pero sus ojos también se
volvieron a ese color oscuro como lo hacían cuando estaba molesto.
—Quizás no
antes, pero después de ti, y después de todo con Shindong, mi papá, por encima
de los últimos meses, definitivamente lo hago. Sé que te mereces ser amado
mejor que nadie en el mundo por todo lo que haces por los otros. Sungmin,
también sé que soy un tipo decente. Merezco el mejor tipo de amor a cambio, y
si no vas alguna vez a ser la persona para hacer eso,
entonces me alegro de que esto termine. Te daría todo.
Giró su
espalda hacia mí y podría haber jurado que el
ingenioso diseño de dragón,
estaba mirándome, con los ojos siniestros, acusadores y algo más, juzgándome.
Me deslicé
detrás del volante del auto y continúe llorando mientras buscaba mi teléfono
frenéticamente alrededor. Una parte de mí quería salir corriendo de regreso al
apartamento y confrontarlos a ambos, cubriéndolos a ambos con mi rabia y
tristeza, pero la parte más grande de mí, la de un adolescente inseguro y
perdido otra vez, solo quería huir y pretender que nada de esto estaba
ocurriéndome.
La primera
llamada que hice fue a Sunny. Se dio cuenta de que estaba molesto, me hizo un
millón de preguntas, pero todo lo que pudo sacar fue que necesitaba unos días
de descanso del hospital. Tenía un montón de días de vacaciones ahorrados, por
lo que no sería un problema aparte de dejarla en la estacada y todavía
necesitaba arreglar la entrevista para la promoción.
Nada de
eso me importaba. Nada me importaba. Me sentía como que me estaba
convirtiendo en piedra.
cualquiera en la situación de Sungmin pensaría lo mismo kyu, aca vale madres que quieras mucho a la persona, una escena así es difícil de explicar...
ResponderEliminarPor supuesto...por qué no meter el drama justo ahora.
ResponderEliminarJusto después de la ilusión de Kyu al ver a Min ir a él y llevandole algo a Shin...justo después de que a Min se le cumplieran uno de sus deseos.
Ay Teuk...policia y tan despistado,aparte,qué es eso de andar abriendo las puertas de las casas ajenas(?) Esa libertad y la inseguridad de Min han hecho que te llame manzana😂😂😂😂
Pero bueno...ahí está las pruebas para los dos,aunque solo veo válida la de Kyu.
Min "comprobo" que Kyu no lo ama y que no ha cambiado.
Kyu ha dicho lo que cree,y si Min no creyo en él,nada más puede hacer.
No culpo a Min,esas ideas las tiene demasiado arraigadas que,no ve más allá....ni porque el dragón lo vio feo.
Pobre Kyu, con Shin empeorando y deseando tener a alguien que lo ame.
Al menos Min sabe que lo ama,solo falta que se defina.
Quiero y me gusta mucho leectuk. Pero es el peor policia. Si no fuera por su descuido eate nuevo drama no estaria pasando.
ResponderEliminar