—Te pedí que
vinieras porque quiero hablar de cómo procederemos ahora —le dijo Junjin al rey
hechicero—. No creo que sea sabio de nuestra parte solo esperar a que nuestro
enemigo ataque. Creo que si queremos acabar con esto rápidamente, entonces
tendremos que ser los que den el primer paso.
—¿Te das cuenta
que si lo persigues, tomará represalias con rapidez? Él está muy versado en la
magia negra y, básicamente, no tiene moral.
Hyukjae rió.
—Así que,
básicamente es Mona con un p…
—Maldita sea,
¿qué pasa con ustedes? —gruñó Junjin—. ¿Sus compañeros no se han ido un día
completo y de repente no pueden evitar decir algo sucio?
Los ojos de Jungsoo
fueron de golpe hasta Junjin.
—¿Dónde están sus
compañeros?
Junjin miró hacia
abajo a su camisa y quitó una pelusa invisible, se aclaró la garganta, se removió
en su silla y cruzó una pierna sobre la otra hasta que finalmente dobló las
manos sobre su regazo y entonces encontró la mirada de Jungsoo, una vez más.
—Nuestros
compañeros se han ido con la tuya, por supuesto.
—¿Sora estuvo
aquí? —preguntó finalmente.
—Cortesía de
nuestra hada entrometida —le dijo Siwon. Alston sacudió la cabeza con una
pequeña sonrisa en sus labios.
—¿Dambi trajo a Sora
aquí? —Jungsoo no sabía si estar enojado con la Fae que le había desobedecido o
feliz que hubiera pensado en traerla a ver a Teukkie.
—Sintió que Teukkie
tenía derecho a despedirse de su madre —explicó Junjin.
Por supuesto que
tenía derecho a despedirse de su hijo, pensó Jungsoo. Él ni siquiera pensó en preguntarle si quería
ver a Teukkie antes de irse.
—Así que, ¿todos
saben por qué la envié lejos? —Jungsoo se levantó de la silla y caminó
lentamente hacia una de las ventanas en el lado más alejado de la biblioteca.
—Sabemos que has
hecho una elección difícil, y que harás otras más antes que todo esto termine.
Jungsoo se volvió
lentamente y vio que todos los hombres estaban ahora de pie. Sus rostros lucían
sombríos, pero las miradas en sus ojos le decían que entendían la elección que
había hecho.
—Entonces, ¿por
qué han enviado a sus parejas con Sora?
Gruñidos
retumbaron en el aire y Junjin dejó escapar una sonrisa abierta.
—Nosotros no les
enviamos, Rey; ellos se enviaron a sí mismos.
Jungsoo se rió
entre dientes.
—Por supuesto que
sí. —Su rostro se puso serio entonces—. ¿Ella está bien?
—Estaba enojada
cuando la vimos por última vez —le dijo Hyukjae con una sonrisa—. Pero no
estaba en las garras de un oscuro hechicero psicópata, así que supongo que
tienes que escoger tu veneno.
—Bueno, él
escogió su veneno bien. —Dambi se subió a una de las mesas de la biblioteca y
sonrió al grupo de hombres aturdidos. Sacudió sus dedos ante ellos—. Hola.
—Dambi —dijo Junjin
tajantemente.
—¡Alston! —La
sonrisa de Dambi se ensanchó—. Estoy muy contenta de que hayas venido. ¿Veo que
Junjin no tuvo objeciones a que estés aquí?
Alston negó.
—No, estuvo
agradablemente tranquilo sobre todo el asunto.
—Sabía que lo iba
a estar. Te dije que él iba a mencionar incluso que debía haber pensado en
pedírtelo.
—Él lo hizo.
—Estoy aquí de
pie —gruñó Junjin a los dos Fae. Dambi lo desestimó con la mano.
—No le hagas
caso, solo está de mal humor porque no está
consiguiendo nada.
Junjin gruñó una
advertencia a la Fae, quien rápidamente lo ignoró. Alston la miró
inquisitivamente.
—¿Obteniendo nada
de qué?
Hyukjae se echó a
reír con tanta fuerza que se estaba ahogando y Kangin estaba golpeándolo en la
espalda, tratando de no reírse él mismo.
—Ya has causado
bastante travesuras Dambi de las Fae —habló Jungsoo—, sin duda tienes más propósito
para estar aquí que atormentar a estos lobos.
El ceño de Dambi
se elevó al mirar al Rey Hechicero.
—Seguro que no me
conoces muy bien si piensas que hay algo más importante para mí que atormentar
a estos lobos ante nosotros. —Ella esperó su respuesta mientras se deslizaba de
la mesa y daba un paso hacia el suelo. Él la observó, pero no dijo nada. Dambi
le dio una leve inclinación de cabeza y luego se volvió hacia los dos Alfas—.
¿Han armado algún plan? —preguntó, su tono juguetón reemplazado por un tono
conciso de negocios.
—No hemos llegado
tan lejos —le dijo Siwon.
—¿Qué mierda han
estado haciendo? ¿Darse los unos a los otros tratamientos faciales y leyendo
libros de autoayuda para ayudar a sus egos heridos?
—Estábamos
poniendo a todos al corriente —espetó Siwon—. Sería estúpido salir corriendo
con un plan a medias sin asegurarse que tenemos todo en orden.
—Así que ahora
que tienen todo en orden, ¿podrían salir corriendo con su plan a medias? —Su
voz fue melosa mientras le sonreía al Alfa.
Siwon gruñó bajo
mientras reprimía un rugido.
—Relájate, Día de
la Independencia, no retuerzas tus bragas. —Dambi guiñó un ojo a Siwon mientras
observaba sus ojos ampliarse. Vio el reconocimiento de la referencia en sus
orbes brillante y supo que iba a pagar por ese comentario después… si podía
atraparla.
Junjin se
adelantó para colocarse entre los dos.
—He decidido ir
hasta Gura solo y ver si hay algunas condiciones que puedan ser negociadas por
la paz.
Un colectivo
“¡QUÉ!”, resonó en toda la biblioteca mientras todos los ojos se volvían a Junjin.
—Junjin, sabes
que no hay términos que vaya a cumplir —imploró Jungsoo. Junjin asintió.
—Sí, y no hay
términos que yo vaya a aceptar o cumplir. Simplemente quiero que piense que
soy… un idiota.
Dambi se aclaró
la garganta.
—Eso no debería
ser demasiado difícil. Todos ustedes acaban de enviar a sus compañeros al otro
lado del mar sin ningún tipo de protección masculina. Creo que la parte idiota
es casi un hecho.
—Dambi —dijo Hyukjae
en voz baja—, no provoquemos al ya enojado lobo Alfa, no importa lo divertido
que parece en el momento. Es todo diversión y juegos hasta que una pequeña hada
es comida.
Dambi lanzó las
manos en el aire.
—¡Bien, hazlo a
tu manera! Tú —señaló a Junjin—, ve al hechicero loco y demuestra una vez más
lo idiota que eres, y tú —señaló a Jungsoo—, ponte en fila detrás de Junjin
porque eres tan idiota como él lo es, y el resto de ustedes —indicó a todos los
demás hombres—, pónganse sus tutús y ciegamente bailen detrás de ellos como los
pequeños idiotas que son. Bueno —hizo una pausa y luego miró a Siwon—, excepto
por ti. ¡Puedes también ponerte un tutú, una tiara y llevar un cetro porque
eres la reina de este desfile idiota! —Y entonces se había ido.
—¿Ella es siempre
tan respetuosa hacia todos ustedes? —preguntó Alston.
***
—Sí, papá,
estamos de vuelta en Estados Unidos —le dijo Teukkie a su padre. A pesar de que
era casi medianoche y solo había estado de vuelta en Estados Unidos durante
once horas, había decidido que mejor era adelantarse y llamarlo para darle las
novedades. Supuso que Junjin podría ya haber hablado con él desde que se habían
ido ya por cerca de veintidós horas, pero basado en su reacción no había oído
nada de nadie.
—¿Kangin está
contigo? —preguntó Kangta.
—No, ninguno de
los hombres vino con nosotros. —Teukkie apartó el teléfono de su oreja cuando
la voz levantada de su padre llegó a todo volumen—. Papá, papá —dijo en voz
alta—, no puedes venir aquí y no puedes simplemente tratar de saltar cada vez
que Junjin o Kangin hacen algo con lo que no estás de acuerdo. Papá, no.
Justo cuando
estaba a punto de poner el teléfono de vuelta en su oreja le fue arrebatado de
su mano.
—Oye —gritó, pero
luego se detuvo cuando vio quién tenía su teléfono.
—¿Por qué no
mandaron a ninguno de los hombres, preguntas, Kangta, Alfa de la manada Denver?
¿Por qué no llamas a esos idiotas y lo averiguas? Ten una buena noche. —Dambi
golpeó la tecla de finalizar y le lanzó el teléfono de vuelta a Teukkie.
—Uh, Dambi, en
cierto modo estaba hablando con mi padre —dijo Teukkie. Dambi resopló.
—Estabas en
cierto modo hablando, pero puedo garantizar que él en cierto modo no escuchaba.
—¿Por qué dices
eso? —preguntó Donghae mientras entraba
en la sala de estar y se unía a Teukkie en el sofá.
—Porque él tiene
un pene de mente—dijo Dambi con toda naturalidad.
El pie de Hee dio
en el último escalón justo en el momento que Dambi terminaba de hablar y tenía
una sonrisa maliciosa en su rostro. Apresuró su ser embarazado en torno al sofá
y se sentó
—Ahora bien, ¿qué
pasa con toda la charla de los penes? ¿Estamos comparando notas, aprender
nuevas técnicas?
—Tan realmente
interesante como cualquiera de esas conversaciones sería, no es por eso que dije
lo que dije. —Dambi cruzó los brazos sobre el pecho y miró hacia abajo a los
tres chicos.
—Está bien. —Teukkie
la instó a seguir—. Entonces, ¿puedes decirnos por qué sentiste la necesidad de
utilizar esa parte del cuerpo como la mejor manera de hacer un punto?
—Por cierto,
escogiste la parte más perfecta si de hecho estabas tratando de hacer un punto
—agregó Hee.
Los labios de Dambi
temblaron y Hee se acercó y sostuvo su puño en alto hacia sus dos amigos.
—Está bien,
tranquilícense, pervertidos —les dijo Dambi finalmente mientras se controlaba
ella misma—. Fui y vi a sus hombres durante su reunión con Jungsoo…
—¿Qué pasó?
—¿Están bien?
Preguntaron Donghae
y Teukkie al mismo tiempo.
—Cierren el pico
ustedes dos. Sus hombres están bien. Aunque, después que les dije que eran
todos unos idiotas, podrían haber estado menos felices conmigo.
—¿Le dijiste a Siwon
que era un idiota? —preguntó Hee con asombro.
—Más o menos, en
realidad le dije que él era la reina de los idiotas.
—Bien. —Sonrió Hee.
—Um, Dambi, estoy
totalmente de acuerdo con todo eso, pero si Hyukjae está bien, entonces, ¿por
qué no ha utilizado nuestro vínculo para contactarme y por qué no está respondiéndome
cuando trato de ponerme en contacto con él? —preguntó Donghae .
—Sí —concordó Teukkie—,
lo que él dijo, solo que con el nombre de Kangin en su lugar.
Dambi dio a ambos
una mirada tajante.
—Ustedes saben
que los amo, ¿verdad? Pero, ¿me veo como consejera de parejas para ustedes? No
sé por qué ellos no sacan sus cabezas de sus traseros y hablan con ustedes. Lo
que sí sé es que son idiotas. Ahora, como estaba diciendo —comenzó—, vi a los
hombres. No estaban haciendo ningún progreso en la elaboración de un plan y
cuando los empujé hacia ello, Junjin tuvo la brillante idea de ir a ver a Gura
cara a cara.
—¿Qué? —jadearon
los tres al mismo tiempo. Dambi asintió.
—Lo sé, bien.
—Sacudió la cabeza y empezó a pasearse—. No sé por qué piensan que Gura va a jugar
limpio, o por qué creen que va a dejar a Sora en paz.
—Si tú no creías
que él iba a dejarla en paz, entonces, ¿por qué no hablaste antes de que todos
nos fuéramos? —le preguntó Teukkie.
Hee dejó escapar
un suspiro exasperado.
—No dije nada
porque tenía la esperanza de que tuvieran razón.
—Y en las casi
veinticuatro horas que han pasado desde que nos
fuimos, ¿qué ha cambiado que te hizo ver que estaban equivocados?
—preguntó Donghae .
—Vi a Gura —dijo
con demasiada indiferencia.
—¿Qué quieres
decir con que viste a Gura? ¿Dónde? —preguntó Teukkie mientras lentamente se
levantaba del sofá.
Dambi se encogió
de hombros.
—En tu patio
delantero.
—Bueno, mierda
—replicó Donghae .
—¿Estás segura de
que era Gura? —le preguntó Hyesung a Dambi.
Teukkie llamó a
una reunión en su casa después de que Dambi hubiera hecho su pequeño anuncio.
Ahora, después de la medianoche, nueve parejas cansadas y preocupadas se
sentaban en el salón de Sora a la espera de escuchar sobre el hechicero loco
que podría haber estado en el patio delantero.
—Era Gura, pero
no era Gura —dijo la Fae.
—Explícate. —Hyesung
cruzó sus piernas y se inclinó hacia delante en el borde del sofá donde estaba
sentado.
—Era una
proyección de sí mismo —les dijo Dambi—. Esa parte la entiendo. Es magia oscura.
Lo que no entiendo es cómo lo logró.
—¿Qué quieres
decir? —preguntó Changmin.
—Para que algo
como eso funcione de manera tan específica, él tendría que tener algo personal
de Sora o de Teukkie. Sabía exactamente en frente de la casa de quién estaba,
por lo que no era una proyección ciega
de sí mismo, o una proyección vaga. Era una muy específica.
—Está bien, bueno,
esto es nuevo para nosotros —dijo Donghae —. ¿Esto es algo que puede hacer simplemente
porque usa magia negra?
Dambi asintió.
—Sí, como muchos
de los que anhelan el poder pero no lo tienen, lo buscan fuera y no les importa
cómo lo consiguen o a quién lastiman o matan en el proceso. La magia negra se
alimenta de sangre y muerte. Así que, sea lo que sea que tuviera que invocar
para lograr que ese pequeño truco funcionara, algo tuvo que morir.
—La vida solo se
pone más y más alegre —murmuró Hee mientras se frotaba su estómago hinchado.
—¿Te dijo algo?
—preguntó Hongki. Dambi resopló.
—Él dijo que nos
vería pronto.
—Oh, rayos
—murmuró Teukkie.
—Creo que estamos
más allá de los rayos, Teuk. Hemos pasado a estar bien jodidos —dijo Hee
mientras se levantaba y bostezaba—. Sé que, básicamente, acabamos de averiguar
que un hechicero loco está planeando una visita, pero estoy cansado, así que
despiértenme cuando llegue aquí. —Se despidió del grupo a medida que se volvía
y dirigía hacia las escaleras hasta la habitación de Teukkie.
—No se lo digas a
Junjin por ahora —le dijo Hyesung a Dambi. Dambi sonrió.
—Manteniendo
secretos de los lobos. Me gusta tu estilo, Alfa.
Hyesung se rió
entre dientes.
—Sí, bueno, no
siento que haya necesidad de alarmarlo hasta que sea absolutamente necesario.
Todos asintieron
en acuerdo y luego comenzaron a caminar de regreso a sus dormitorios
designados. Dambi habló antes que todo el mundo pudiera irse.
—Changmin y Hongki,
podrían por favor esperar un segundo. Me gustaría hablar con ustedes.
Changmin le
disparó a Hongki una mirada de preocupación, pero se volvió a sentar. Hongki
tomó asiento junto a él y esperaron a que los demás salieran de la habitación.
—Oh, Santo cielo,
Changmin, deja de estresarte. No voy a diseccionar tu mente o nada por el
estilo —resopló Dambi al ver a su compañero nervioso.
—Espera, ¿ella
podría hacer eso? —preguntó Hongki nerviosamente. Dambi le arqueó una ceja con
picardía.
—Honestamente
Doc, no subestimaría nada sobre Dambi. Ya no más.
—Doblemente
anotado —murmuró Hongki.
—Así que, jóvenes
—dijo Dambi dramáticamente—, bueno, bueno, ¿no hemos estado ocupados? —Tanto Hongki
como Changmin se retorcieron bajo su
mirada—. ¿Supongo que el bloqueo en la mente de Siwon es tu arduo
trabajo? —le dirigió la pregunta a Changmin.
Changmin asintió.
—Él me lo pidió.
—¿Por qué?
—preguntó Dambi.
—Nos hizo prometer
no hablar de ello con nadie —intervino Hongki rápidamente esperando evitar que Changmin
cayera bajo la presión de alguien que obviamente consideraba su jefe.
—Doctor Lee,
tengo el mayor respeto por ti, pero voy a tener que pedirte que te calles.
Dambi se volvió a
mirar a Changmin.
—¿Por qué?
—preguntó de nuevo.
—Quería evitar
que Hee fuera capaz de ver en su mente mientras está durmiendo. —Changmin se
desplomó hacia delante, una vez que las palabras salieron, como si un peso
hubiera sido levantado de sus hombros.
—¿Cómo estás tú
involucrado? —Se volvió a mirar a Hongki.
—Él vino primero
a mí para ver si podía ayudarlo. Cuando le dije que no, pensé en Changmin.
Parecía muy angustiado y es muy raro ver a Siwon de esa manera.
—Me imagino que
lo es. Probablemente tan raro como verlo inquieto como un niño de cuatro años.
—Dambi se sentó frente a los dos jóvenes y los miró fijamente, pero no estaba
viéndolos. Estaba perdido en sus pensamientos, recordando cuán fuera de
carácter había estado actuando el Alfa cuando ella se había aparecido en su
reunión—. Él está escondiendo algo muy importante — dijo finalmente—, y si sé
algo acerca de nuestros lobos, es que harían cualquier cosa para proteger a sus
parejas.
—¿Crees que está
haciendo algo para proteger a Hee y al bebé? —preguntó Hongki.
—Creo que ha
descubierto una manera de salvar a su hijo. Y sabe que su compañero lo mataría
si supiera su plan.
—¿Qué?
—preguntaron Changmin y Hongki al mismo tiempo. Dambi negó.
—Solo digamos que
si lo que creo está sucediendo, está sucediendo realmente, esto se va a poner
mucho peor, y nunca mejor.
—¿No quieres
decir que va a ponerse mucho peor antes de que mejore? — preguntó Hongki.
—Si él está
haciendo lo que creo que está haciendo Doc, entonces no va a mejorar.
Estaba siendo
llamada de nuevo, haciendo que un impacto de alegría dentro de ella iluminara
su espíritu al saber que sus hijos la llamaban. Creadora y creación trabajando
juntos como debía ser.
—No te esperaba
—declaró La Gran Luna no sin amabilidad a su huésped. Dambi se inclinó antes de
ponerse de pie de nuevo.
—Es un honor
estar en su presencia, Luna.
—El honor es mío,
Dambi. Has asistido a mis lobos tanto tiempo, y todavía no te cansas.
Dambi rió.
—Yo no iría tan
lejos. Sus lobos con frecuencia me hacen cansar.
La Gran Luna
sonrió mientras caminaba lentamente por el patio.
—Esta es la casa
de Sora. —Fue una declaración, pero Dambi asintió en acuerdo de todos modos—.
¿Cómo está?
Dambi echó un
vistazo a la casa y luego de nuevo a la Diosa.
—Ella es muy
resistente.
La Gran Luna
asintió.
—Va a tener que
seguir siéndolo, porque hay mucho más en el almacén para ella que requerirá no
solo resistencia, sino fuerza y valentía. Ahora —se dio la vuelta y se enfrentó
a Dambi directamente—, ¿qué te preocupa Fae Superior?
Dambi dejó
escapar un profundo suspiro y se frotó la frente.
—Siwon tiene que
ser el compañero más devoto que he conocido en todos mis siglos. Su amor por Hee
es a veces enfermizo. ¿Conoces su plan?
—Lo hago.
—¿Y lo apruebas?
—No hay mayor
muestra de amor que sacrificarse a sí mismo.
Dambi gruñó con
frustración.
—Tiene que haber
otra manera.
—¿Estás
ofreciendo tu vida en lugar de la del bebe? —La voz de la Gran Luna no era
condescendiente o expectante. Era simplemente una pregunta.
—¿Es eso lo que
querrías de mí? —preguntó Dambi, su voz un susurro.
—Querría que
hicieras para lo que fuiste puesta aquí, Dambi. Siempre has sido una especie de
embajadora de los lobos. Ofreces tu sabiduría y consejo cuando es necesario.
Sirves cuando es necesario, pero el sacrificio en este caso no es tuyo para
dar.
—¿No lo es?
—preguntó Dambi desesperadamente—. Yo soy la que arrebató a Hee de las manos de
las Parcas. ¿No debería ser mi vida y no la del bebe la que tomen?
—No es tu hora, Dambi.
Dambi vio como La
Gran Luna empezó a desvanecerse.
—Espera —le
gritó—, ¿qué debo hacer?
—Estar allí para Hee.
Cuando llegue el momento en que más te necesite, no lo decepciones.
Hay por Dios. El malvado de Gura ya los encontro. Y al parecer Siwon si va a morir u.u
ResponderEliminarFrancamente sera un duro golpe para Hee
Oops...a Junjin se le escapo que Sora había estado ahí,tuvieron que decirle que se fue con las demás parejas...aunque seguro no iba a tardar mucho en saberlo.
ResponderEliminarEstoy a un paso(no muy largo) de odiar a dambi,a veces es taaaaaaan que me desespera y mucho.
Aunque haya hecho mucho por todos,no le da derecho a decir y hacer cosas que están demás...
Aparte,no es como si todo el mundo supiera qué hacer,ni Jungsoo que es el hermano sabe como proceder y la fae con sus cosas...¬¬
La luna en lugar de calmarme cada que aparece,me pone más mal.