—¿Así es cómo lo
llaman en estos días? —preguntó Hee. Él miró a Donghae—. Eso es lo que he
estado haciendo
mal. No he estado diciendo que quería ser servido.
Cada hombre en la
habitación tosió para cubrir las risas mientras Donghae golpeaba el brazo de Hee.
—Sólo digo, uno
aprende algo nuevo todos los días —dijo, guiñando a Teukkie.
Kangin sacudió su
cabeza, con una sonrisa en su rostro simplemente porque su Angel estaba sonriendo.
Junjin fue el
primero en recomponerse mientras miraba a Teukkie.
—¿Cómo te sientes?
—Un poco mejor. Le
estaba diciendo a Kangin que el dolor es soportable.
—¿Entonces crees
que puedas viajar? Es un largo vuelo hasta Corea — le dijo Junjin.
—Sí, estoy bien.
Estoy listo para dejar este continente. Estoy convencido que hay algo contra
mí.
Kangin miró a Hongki,
quien estaba parado al lado viéndose como si quisiera arrastrarse a un agujero.
—¿Crees que está
bien para él viajar?
Hongki miró a Teukkie
y luego a Kangin.
—Si dice que se
siente a la altura, entonces, sí. Si a él le comienza a doler mucho otra vez tú
sólo
necesitarás darle
más de tu sangre.
a Donghae.
—¿Ves a ese lobo
refinado sonriéndole a nuestra mejor amigo?
Donghae miró
aprensivamente a Hee.
—¿Sí…? —contestó Donghae
precavidamente.
—Pensé que te dije
que quería uno. ¿Dónde está? —preguntó Hee secamente.
—Y yo creí
preguntarte si deseabas papas fritas o tostadas con eso y tú dijiste que
preferías crema
batida. Tanto como
me duele decirte esto —Donghae tomó a Hee por los hombros y lo miró a los ojos con toda
seriedad—, y tal vez quieras prepararte, aparentemente a los lobos no le va
bien la crema batida. Todos
ellos dijeron que deja su pelaje pegajoso.
Hee sonrió
abiertamente a Donghae mientras la habitación entera estalló en carcajadas,
reteniendo
su puño de
golpearlo.
—Liiiiindo.
Junjin se giró
hacia Kangin aún sonriendo abiertamente, obviamente disfrutando de la alegría
después
de tantos días de
preocupación y miedo.
—Prepáralos para
salir, Yunho tiene el avión esperando.
Kangin asintió,
aún sonriendo.
—Como tú digas,
Alfa.
mandíbula de Donghae
caía abierta ante la vista de semejante lujo.
—Donghae, me
retracto. No sólo quiero un lobo y crema batida. Quiero un lobo millonario con
crema batida.
—Está bien, déjame
anotar eso por ti ya que pareces pensar que soy tu asistente personal.
Respondió Donghae, con tono
cortante.
—¿Alguna vez has
notado que los asistentes comienzan con
idioteces? ¿Crees que eso es una
coincidencia? —Hee
se encogió de hombros mientras levantaba sus cejas a Donghae.
—¡Oh, cómo he
extrañado a mis dos malhumorados mejores amigos! — dijo Teukkie sarcásticamente mientras abordaba
el avión, seguido de cerca por Kangin.
Teukkie había
comenzado a seguir a Hee y a Donghae cuando sintió a Kangin tirar de su mano.
Volteó para mirarlo.
—Déjame revisar el
avión antes de que tú y tus amigos vayan a explorarlo.
Él le dio a su
mano un rápido apretón y luego caminó hacia la parte de atrás del avión. Teukkie
notó
que había un
pequeño vestíbulo que estaba bloqueado desde la parte delantera del avión.
—Esta cosa es
enorme. ¿A dónde crees que lleva eso? —preguntó Donghae apuntando en la
dirección por la
que Kangin había desaparecido.
—No lo sé, pero
pretendo averiguarlo —dijo Teukkie a sus amigos con un guiño.
Los tres chicos se
sentaron en un lujoso asiento que se extendía a lo largo de un lado del avión.
En el
lado opuesto del
avión había asientos estilo envolvente, dos por fila. Cada juego de dos se
enfrentaba
a otro y había una
pequeña mesa entre cada juego. Teukkie contó tres juegos. A su derecha, en la
pared que separaba
la parte de atrás del avión de ellos, había un gran televisor pantalla plana y
bajo
éste había un bar
con varias bebidas en la vitrina de cristal.
Kangin llegó y se
paró al lado de Teukkie, aparentemente con la inspección terminada. Teukkie, Hee
y Donghae
observaron mientras los demás comenzaban a abordar el avión. Hyesung y Sora
tomaron
uno de los juegos
de asientos envolventes mientras Junjin y Yunho se sentaron frente a ellos.
Teukkie tuvo que
pellizcar a Donghae cuando él comenzó a reírse porque Kyuhyun había intentado
sentarse en el
asiento al lado de Hee, y Siwon le gruñó algo en coreano al pobre lobo,
haciéndolo
palidecer y
levantarse de un salto tan rápido que parecía que había sido apuñalado en el
trasero con
un atizador caliente.
Hee actuó como si no lo hubiese notado.
Hongki se sentó al
lado de Donghwa frente al ahora tembloroso Kyuhyun y a un Siwon con el ceño
fruncido. Kangin
se estiró y tomó la mano de Teukkie, tirando de él mientras que le indicaba los
asientos envolventes para que ellos se sentaran. Teukkie se puso de pie, le
hizo señas a Hee y a Donghae para que se unieran a
ellos en los asientos frente a los otros.
Con todo el mundo
con el cinturón de seguridad puesto, el avión comenzó su viaje por la pista,
aumentando la
velocidad hasta que finalmente Teukkie sintió su estómago caer cuando las
ruedas del
avión abandonaron
el suelo. A medida que el avión se elevaba hacia el cielo Teukkie sentía como
si
finalmente estuviese
escapando de la pesadilla que había vivido el mes pasado. Hasta que el dolor lo
atravesó de nuevo.
Se inclinó hacia
adelante en su asiento, con los brazos envueltos alrededor de su cintura
mientras
apoyaba la cabeza
sobre la mesa delante de él. Escuchó voces sobresaltadas, pero no podía
distinguirlas.
No con el sonido
de la sangre precipitándose en sus oídos mientras trataba de no gritar. Había
pensado que estaba mejor
puesto que había tomado la sangre de Kangin, pero Hongki tenía razón cuando dijo que haría falta
más de una toma. Sintió que alguien desabrochaba su cinturón de seguridad y
luego unos fuertes
brazos estaban a su alrededor levantándolo. Acurrucó su cuerpo en la fuerza que
sabía tenía que ser Kangin.
Teukkie no abrió
los ojos hasta que lo sintió acostándolo sobre una superficie blanda. No se
molestó en mirar a su
alrededor, lo único que quería ver eran los ojos de Kangin. Lo observó
mientras se tendía a su lado sin
apartar sus ojos de los suyos.
—Necesitas más
sangre, Angel —le dijo suavemente.
Teukkie observó
mientras él desabrochaba los tres primeros botones de su camisa negra y
empujaba
hacia atrás el
cuello para exponer su garganta. A medida que el dolor continuaba su curso a
través de
su cuerpo apenas
registró que sus colmillos se habían alargado en el momento que Kangin desnudó
su garganta para él.
Él suavemente
envolvió su mano alrededor de su nuca y guió su boca a su piel. Esta vez Teukkie
no dudó. Tan pronto como
sus dientes se encontraron con su carne la atravesó sin pensarlo. Una vez más
la picante esencia de
Kangin se vertió en él mientras cerraba los ojos y le daba la bienvenida a su
sangre sanadora.
Kangin acercó a Leeteuk,
protegiéndolo con su cuerpo mientras tomaba lo que le ofrecía.
Le susurró al oído
usando su lengua materna, diciéndole lo mucho que significaba para él y cómo
nunca podría
imaginar una vida sin él. Y cuando le dijo que la amaba sintió su cuerpo
temblar en sus
brazos. Esta vez él
se apartó por su cuenta y Kangin vio las lágrimas rodar por sus mejillas.
—¿Por qué lloras,
mi amor? —le preguntó con suavidad.
—Sabía que
vendrías por mí, pero no sabía si yo sería la misma persona cuando me
encontraras.
Kangin observó
cuando él se movió hacia adelante y sintió su lengua pasar por donde acababa de
morderlo. Cuando Leeteuk
se apartó, vio que sus mejillas estaban ligeramente teñidas de rojo y mientras pasaba la punta de
sus dedos por su rostro sintió el calor de su piel.
—Lo siento, había,
eh, algo de sangre. — dejó que sus palabras se fuesen apagando.
Kangin rió entre
dientes mientras limpiaba la evidencia de sus lágrimas.
—No tienes que
estar avergonzado, Angel. Puedes pasar tu lengua por mi cuello en cualquier
momento. Te aseguro que
nunca me opondré. —Se echó a reír cuando él le dio un manotazo, pero se
alegraba de haber conseguido
sacarle una sonrisa.
—¿Cómo te sientes
ahora? ¿Ha disminuido el dolor? —preguntó en un tono mucho más serio.
Teukkie respiró
hondo y soltó el aire lentamente. Cerró los ojos, concentrándose en su cuerpo.
Todavía podía sentir un
dolor sordo pero estaba incluso mejor que después de la primera vez que él le
había dado su sangre.
—Me siento mucho
mejor —le dijo honestamente. Frunció el ceño cuando le preguntó—: Kangin,
¿esto afectará los
Ritos de Sangre puesto que he tomado tu sangre?
—No, Angel. Porque
no he tomado tu sangre, los Ritos no están completos todavía.
Teukkie asintió su
entendimiento. Rodó sobre su espalda y por primera vez miró a su alrededor. Se
dio cuenta que
estaban en una habitación pequeña pero lujosa. Había suaves luces de techo a lo
largo
del borde de la
habitación. Estaban acostados en una cama tamaño king que llenaba el espacio
casi
por completo.
—¿Es esta la parte
trasera del avión? —le preguntó. Kangin asintió.
—Esta es la única
cabina en el avión. Vine aquí atrás cuando embarcamos al principio para
asegurarme de que estuviese
lista por si necesitaba darte sangre de nuevo.
El rostro de Teukkie
una vez más se tornó de un sonrosado color rojo.
—Supongo que todos
ellos —indicó con un gesto en dirección a la parte delantera del avión—, saben
por qué vinimos
aquí atrás.
—Bueno, estoy
seguro de que están asumiendo que es porque necesitas mi sangre, pero podemos
darles una razón
para creer que era para otra cosa — bromeó Kangin cuando empezó a hacerle
cosquillas y no
pudo contener la risa suave que brotó de él.
Hee y Donghae se
sentaron tensamente en sus asientos mientras se preguntaban si Teukkie estaba
bien. Había estado tan
pálido cuando Kangin se lo había llevado cargado. Hyesung seguía tratando de
tranquilizarlos de
que Kangin se haría cargo de él. Sin embargo, no podían dejar de preocuparse.
Para el momento en
que el avión alcanzó la altitud de crucero todos oyeron una risita suave
proveniente de la
dirección en que Kangin había llevado a Teukkie. Hee puso los ojos en blanco
mientras se desabrochaba el
cinturón de seguridad.
—Oh, por el amor
de Dios —dijo, mientras se ponía de pie—. Si Teukkie tiene derecho a tener
relaciones a
25.000 metros, yo al menos voy a poner mi juego en forma. —Se volteó para mirar
a los
otros lobos—. Donghwa,
Yunho, Kyuhyun —pero fue interrumpido antes de que pudiera terminar.
Siwon se puso de
pie, casi rasgando el cinturón de seguridad antes que recordara
desabrochárselo.
—Heechul —su voz
era mortalmente suave—, ¿qué condenado infierno quieres decir con poner tu
juego en forma con tres
de mis compañeros de manada?
Hee tuvo que darle
una palmada en la espalda a Donghae cuando él empezó a toser ante las palabras
de Siwon.
—Bueno, cuando lo
pones así suena bastante mal. Pero esas fueron tus palabras, Sparky, no las
mías.
—Se volteó hacia Hyesung,
ignorando las dagas con las que Siwon lo estaba mirando—. ¿Tienen una
baraja de cartas
en esta nave?
Los ojos de Hyesung
se arrugaron cuando sonrió.
—Apuesto a que
podríamos encontrar algo. —Se desabrochó el cinturón de seguridad y comenzó a
ir a través de varios
compartimentos que no parecían compartimientos hasta que empezó a pulsar
botones que los hacían
abrirse. Finalmente, después de unos momentos Hyesung levantó una baraja de
cartas a modo triunfal—.
Estamos listos —dijo, sonriéndole a Hee.
Hee tomó la baraja
mientras miraba a Donghae.
¿Estás dentro?
—Siempre.
—Está bien,
muchachos. Vamos a ver lo que tienen —se burló Hee mientras se sentaba en el
asiento
frente a los
demás.
Los tres lobos
miraron tentativamente a Siwon.
—Oh, por el amor
de Dios, Siwi. Diles que no los vas a golpear si juegan a las cartas con los dos
humanos. —Hee lo fulminó
con la mirada.
Siwon no había
apartado los ojos de Hee desde que él había declarado que quería poner su juego
en
forma. Finalmente
cedió y se volteó hacia sus compañeros de manada, quienes se encogieron bajo su
escrutinio.
—Sin tocar —dijo,
mientras se volvía a sentar rígidamente, ladeado para poder observar todos los
movimientos del
juego.
Los tres lobos se
unieron a Hee y a Donghae. Sin saber dónde sentarse todos se sentaron en el
suelo,
justo frente al
asiento que Hee y Donghae ocupaban.
—¿Entonces vamos a
jugar hold'em? —le preguntó Donghwa a Hee. Donghae resopló mientras
Hee seguía
repartiendo las cartas.
—Hold'em es para
mariquitas —bromeó Hee con un guiño—. Vamos a jugar algo un poco menos
civilizado.
—¿Qué sería eso…
exactamente? —preguntó Yunho enarcando las cejas y los labios ligeramente
caídos.
—Strip Poker, por
supuesto —dijo Hee inocentemente mientras los tres lobos tosían en su mano—.
Pero recuerden
—añadió con una malvada mirada dirigida al amenazador lobo sentado detrás de
los
otros lobos—: sin
tocar.
El bajo sonido que
retumbó desde el pecho de Siwon tenía a los otros lobos encogiéndose.
—Heechul —gruñó Siwon
en señal de advertencia.
—Bien. Strip poker
está descartado, ¡Pesca! es la onda. —Hee miró a Siwon—. De todos modos, ¿quién te invitó a esta
fiesta? ¿Tu invitación no puede ser revocada?
—Eso sólo funciona
con los vampiros, Heechul. —Sus ojos se estrecharon.
—Bueno, sería un
poco más conveniente si algunas cosas fuesen universales en el mundo
sobrenatural —espetó él.
—Algunas cosas son
universales. Por ejemplo, no existe un ser que no pudiera querer devorar tu
trasero bocazas. —Siwon le
guiñó un ojo cuando él se quedó a medio barajar, con la boca abierta.
Donghae se acercó
y empujó la barbilla de Hee hacia arriba, efectivamente cerrando de golpe su
boca.
—Hee, ¿qué tal si
yo me encargo de barajar, de acuerdo? —Donghae le quitó con cautela la baraja
de
cartas, mientras Hee
continuaba mirando a Siwon.
Kangin yacía al
lado de una durmiente Leeteuk mientras el silencioso zumbido del motor del
avión
zumbaba como una
canción de cuna y se dio cuenta de lo mucho que parecía haber mejorado después
de tomar su sangre
dos veces.
El moretón en su
mejilla se había desvanecido al suave color verde al que llegaban justo antes
de
desaparecer. Él no
había vuelto a mirar su espalda para ver si las marcas de garras habían
empezado a
sanar. Kangin no
sabía si tendría cicatrices o no dado que era sólo mitad lobo.
Se veía hermoso
acostado a su lado. Suavemente tomó un mechón de su cabello y lo llevó a su rostro.
Las suaves hebras
eran como la seda y el olor que aspiró de ellas era como un pedacito de cielo
para él. No podía empezar a
expresar su agradecimiento y alegría por tenerlo de vuelta con él.
El avión dio una
sacudida cuando se encontró con turbulencias, la perturbación haciendo que Leeteuk
se moviera. Kangin
vio como sus ojos se abrieron y luego chocaron con los suyos. Su respiración
fue
extraída de sus pulmones
ante la suavidad y el amor que vio reflejado en los hermosos ojos de Leeteuk. Vio sus cejas
juntarse cuando una pregunta se formó en sus labios rosa.
—¿Por qué tus
padres sólo tienen un hijo? —le preguntó. Kangin respiró hondo mientras pensaba
en
la pregunta.
—Trataron de tener
más pero mi appa seguía perdiendo los embarazos.
—Oh, Kangin, lo
siento. Eso debe haber sido duro para él. —Leeteuk le tomó la mano y se la
llevó a los labios mientras
besaba suavemente su palma.
—Deberías saber,
sólo en caso de que a futuro quieras intentarlo, que para nuestra especie es
difícil
concebir. No
sabemos por qué, pero no es común que los compañeros tengan más de uno o dos
hijos.
—Tal vez Hongki
podría ayudar —le dijo mientras sus ojos se iluminaron.
Kangin sonrió ante
su eterno optimismo, pero luego entrecerró los ojos.
—Hongki tiene
mucho por lo qué responder.
—Oh, Kangin. —Kangin
observó como el rostro de Leeteuk se suavizó—. Sé que lo que él hizo estuvo mal
pero entiendo que estaba herido y enojado. Me sacó de allí y él podría haber
muerto luchando con Jihoon para que yo pudiera escapar. Por favor, no le hagas
daño.
Él le levantó la
barbilla para poder mirarla a los ojos.
—¿Realmente lo
perdonas, incluso después de todo lo que soportaste?
Leeteuk asintió
mientras buscaba su rostro.
—Lo perdono —dijo
simplemente.
Kangin cerró los
ojos brevemente y presionó sus labios suavemente en los suyos.
—Lo discutiré con
mi padre.
Vio como sus
labios se elevaban y sus ojos se iluminaban.
—Gracias, hombre
lobo.
Kangin inclinó la
cabeza hacia él, sin apartar nunca sus ojos de los suyos.
—Leeteuk, ¿cómo
fueron las cosas con tu padre? No escuché a hurtadillas tu conversación con él
cuando cada uno se fue por su lado. —Los ojos de Kangin se suavizaron y su boca
se elevó en una sonrisa tranquilizadora.
—Fue bien. Él
realmente sentía como que tenía que llegar a casa y hablar con su compañera
acerca de todo. Aparentemente ella no sabe nada de mí. Me alegra haber llegado
a conocerlo. Me alegra saber que él se preocupa por mí, pero no es a él a quien
necesito en este momento. Mi momento de tener un padre ha pasado, Kangin, y Kangta
lo entiende. Él está feliz por nosotros y eso significa mucho para mí, pero es
a mi compañero a quien necesito ahora.
Kangin se inclinó
y besó su frente suavemente mientras sus palabras se filtraban en su corazón.
—¿Puedo hacerte
una pregunta? —le preguntó cuando él se apartó.
—No podría negarte
nada, Angel. Tal vez me permitirías mirar las marcas en tu espalda para ver si
están sanando tan rápido como el moretón en tu rostro mientras satisfaces tu
curiosidad —negoció él.
Leeteuk se puso
boca abajo y lo dejó empujar su camiseta hacia arriba para que pudiera examinar
su piel.
—¿Te has
preguntado alguna vez si los Canis Lupis quieren un rey o Alfa? ¿Crees que
alguna vez han querido tener, algo como, una democracia?
Kangin se rió
entre dientes mientras pasaba sus dedos ligeramente a través de las marcas de
garras que ahora eran cortes rojos, con la piel ya cerrada.
—¿De dónde vino
esta pregunta? —preguntó mientras volvía a empujar su camiseta hacia abajo.
Leeteuk volvió a
girar sobre su costado, con los ojos mirando tímidamente hacia abajo.
—Sólo estoy
realmente asustado que tu manada no vaya a quererme como su pareja Alfa. ¿Y si
prefirieran tener una democracia a tener a un mestizo como líder?
—Hay fallas en tu
lógica, mi amor. —Kangin se relajó de espalda, con los brazos cruzados detrás
de la cabeza—. En primer lugar, los Canis Lupis, como nuestros primos los lobos
naturales, prosperan bajo la dirección de un Alfa. Debido a nuestra naturaleza
violenta y dominante necesitamos el liderazgo y la dirección del que es más
fuerte y está más en control que cada uno de nosotros…
…Sin un Alfa
habría caos y anarquía. Nos somos humanos, Leeteuk, ni siquiera tú. No
sobreviviríamos si tratamos de
vivir como lo hacen los humanos. La manada te respetará y seguirá tu liderazgo.
Eres fuerte y eso es lo
que ellos buscan en un líder. Esto también explica por qué una democracia no funcionaría,
porque los Canis Lupis no podrían elegir a un líder. Los lobos sólo siguen al
fuerte; el líder tiene que probar
que puede liderar. Su fuerza no puede estar basada en las opiniones de los
demás. Él tiene que ser
capaz de demostrar que es el más dominante y más capaz de cuidar de la manada.
La pareja Alfa, por designio
de la naturaleza, llega a esta posición naturalmente porque está emparejada con
el Alfa. Fuiste
elegido por el destino para ser mi Luna y por eso se demuestra que eres lo
suficientemente fuerte como para
liderar, lo suficientemente fuerte para tomar el control cuando otros traten de
llevar el caos a la manada.
Teukkie se quedó
callado por unos minutos después de que Kangin hubiera terminado de hablar.
Pensó en lo que había
pasado desde que conoció a Kangin y se preguntó si era la manera del destino de demostrarle que en
realidad él era lo suficientemente fuerte como para liderar, para tomar el
control.
Después de todo,
había sobrevivido a dos Alfas psicóticos y aunque no había salido ileso,
permanecía
entero. Todavía
era el compañero de Kangin, todavía era fuerte. Miró a Kangin que esperaba
pacientemente su
respuesta. Sus ojos se suavizaron cuando se encontraron con los suyos y no pudo
evitar que sus ojos
vagaran por su hermoso rostro.
—Puedo hacer esto.
No estoy diciendo que no tengo miedo, pero tengo esto. Siempre y cuando estés a mi lado, hombre
lobo, me apunto.
Teukkie se
acurrucó junto a Kangin, contento de estar en sus brazos y siguió pensando en
su futuro, en el futuro de ellos.
No iba a preocuparse, iba a confiar en Kangin y en sí mismo, y lo daría todo y
sería el mejor compañero y pareja Alfa cuando llegara el momento.
«Serás increíble, Angel, nunca lo dudes.»
Oyó la voz de Kangin
y el amor que vertía en sus palabras en su mente.
«No me atrevería»
Respondió con
confianza. Su respuesta fue un suave apretón y una risita entre dientes.
Definitivamente disfrutaré enormemente el SiChul, que dicho sea de paso se roba este capítulo
ResponderEliminarAy~ pero cuando el doctor Lee va a rebelar que Hee también es parte lobo!!!!
ResponderEliminarQuiero Sichul~
Teuk esta mejorando,ya solo falta que lleguen a Korea para que por fin hagan los ritos de sangre y el kangteuk se una.....*0*
ResponderEliminarOh dios...Hee ha encontrado la horma ee su zapato...son muy pocos los momentoas o situaciones,pero Siwon ha logrado dejar con la boca abierta a Hee más de una vez....eso debe significar algo,ya quiero saber que tanto lleva el corazon de Hee ocupado por Siwon.....*0*