Junjin se detuvo
en la entrada de la sede de la manada local. Él había explicado en el camino
que iba
a ser el que haga
las preguntas y quería que todos los demás permanezcan en silencio. Bueno, sus
palabras exactas
fueron: “mantengan sus malditos hocicos cerrados,” pero quién está siendo
técnico.
Todos ellos
salieron de la camioneta y siguieron a Junjin hasta la puerta. Esta se abrió
antes de que
pudieran tocar y Junjin
reconoció al lobo como el nuevo Alfa que él había nombrado después de que
Kangin hubiera
ganado el desafío entre él y su antiguo Alfa.
—Junjin, te invito
y a los tuyos a entrar. Sean bienvenidos. —Las palabras del Alfa eran un saludo
formal que prometía
seguridad a la manada de Junjin mientras estén en su territorio.
—Geunsuk Jang,
Alfa de la manada de Coldspring, aceptamos tu invitación y reconocemos tu
promesa de paz, a juego
con la nuestra —respondió Junjin igual de formal.
Geunsuk se hizo a
un lado para permitir que los lobos entren, luego cerró la puerta detrás de
ellos.
Junjin notó la
escasez de decoración y la falta de calor a la que se había acostumbrado en su
propia sede.
Siguieron a Geunsuk
a medida que este les condujo por un pasillo. No había cuadros adornando las
paredes, las cuales eran de
un gris pálido. Él abrió una puerta y los hizo pasar a una habitación que
parecía ser un lugar de
encuentro. Había dos sofás dispuestos uno frente a otro y varias sillas de
espalda de ala fijadas a cada lado de los
sofás, formando un círculo.
—Por favor, tomen
asiento. —Geunsuk se sentó primero, dispuesto a someterse al dominio de Junjin
sobre él. Todos los
otros lobos tomaron varios puestos y Junjin fue el último en abandonar su
postura finalmente.
Geunsuk se
trasladó hacia adelante en su asiento, enderezando la espalda, indicándole a Junjin
que tenía toda su atención.
Junjin continuó.
—Teukkie fue
secuestrado del hospital ayer por la noche en el que había estado recuperándose
de un
accidente de auto.
Parece que uno de los lobos de Kangta, que es padre de Teukkie y Alfa de la
manada Denver, está
involucrado.
—Lamento escuchar
esto, pero, ¿por qué crees que mi manada estaría involucrada en esto? —preguntó Geunsuk.
—El doctor Lee era
el médico tratante de Teukkie.
Los ojos de Geunsuk
se abrieron de par en par ante la noticia y fue evidente para Junjin que no
había
sido consciente de
esta información.
—Hongki no ha
estado alrededor de la manada desde la caída de Shangchul. ¿Crees que él está
involucrado en la
desaparición de Teukkie?
—Creo que hay
miembros de tu manada que albergan ira hacia Kangin por derrocar su Alfa y sólo
puedo imaginar el
dolor que el doctor Lee debe estar sufriendo por la pérdida de su hermano.
Tendría
sentido para Jihoon,
lobo de Kangta, buscar ayuda de aquellos lobos que harían cualquier cosa para
tomar de Kangin lo
que su Alfa había fallado en hacer.
Geunsuk no
respondió durante varios minutos, la falta de enfoque en sus ojos haciendo
evidente que se había perdido en
sus pensamientos. Finalmente habló, pero no a Junjin. Sus ojos se fijaron en Kangin.
—Sé de cuatro
lobos que son leales a Sangchul incluso ahora. He tenido que forzar su
obediencia en
más de una
ocasión.
Kangin no lo dudó.
—Llámalos ahora.
No voy a esperar más tiempo para obtener la información que necesito para
encontrar a mi compañero.
—Dame cinco
minutos.
Kangin asintió,
reconociendo la solicitud del Alfa. El hecho de que Geunsuk podría incluso
buscar la
aprobación de Kangin
reveló quién era el lobo dominante entre los dos.
Fiel a su palabra,
Geunsuk volvió cinco minutos más tarde.
—Ellos están en
camino. Les dije que era una reunión de la manada. Ellos no saben de su
presencia.
—Eso fue sabio
—concordó Junjin.
Veinte minutos más
tarde, los cuatro lobos que Geunsuk había llamado se sentaron delante de Junjin,
incapaz de moverse
ante el poder del Alfa. Kangin gruñó mientras él permanecía de pie junto a su
padre y este tenía
a los lobos desnudando sus cuellos en sumisión, aunque era evidente que no
querían.
—Van a responder a
las preguntas de Junjin honestamente, sean advertidos que él sabrá si mienten
—gruñó Geunsuk por lo bajo a los cuatro lobos sentados delante de él.
—¿Alguno de
ustedes está familiarizado con un lobo llamado Jihoon? — preguntó Junjin.
Al principio, los
lobos no respondieron, pero a medida que el poder de Junjin comenzó a apretar
sus gargantas, cortándole
el aire, finalmente cedió uno.
—No, no conocemos
a un lobo con ese nombre.
—Cierto —reconoció
Junjin.
—Eso tendría
sentido, Alfa, que Jihoon no se revelara ante ellos. —Siwon habló en voz baja,
no siendo afectado por el
poder de su Alfa fluyendo a través de la habitación.
—¿Alguno de
ustedes ayudó a un lobo en el secuestro del compañero de Kangin?
Una vez más, los
lobos no respondieron de inmediato. Junjin gruñó una prometedora advertencia
disciplinaria por
su falta de obediencia.
—No sabemos de lo
que está hablando. —Esta vez un lobo diferente habló. Kangin se lanzó hacia
delante, agarrando
al lobo por el cuello.
—Mientes —gruñó,
permitiéndole a su lobo mostrarse. Sus ojos fulguraron de un azul mortal, sus
colmillos se alargaron, y sus garras se clavaron en el cuello del lobo.
Por primera vez, Junjin
no trató de detener a Kangin.
—Es obvio que
ninguno de ustedes aprendió la lección sobre hacerle daño al compañero de un
Alfa cuando Kangin mató a Sangchul. —La voz de Junjin fue afilada como un
cuchillo—. Van a contestar con la verdad o le permitiré a Kangin recolectar la
información de ustedes como sea que él lo considere necesario.
Los cuatro lobos
miraron a su Alfa, suplicándole con sus ojos para que interviniera. Su respuesta
mostró la falta de respeto máxima mientras le daba la espalda, básicamente
diciendo que estaba haciendo la vista gorda a las acciones del Alfa Coreano.
Finalmente el lobo
sentando más lejos de Kangin se rompió.
—Le dimos un auto.
Dijo que necesitaba transporte que no podía estar vinculado a él a fin de
secuestrar al compañero de Kangin. —El lobo se atrevió a gruñir a Kangin cuando
él le dijo—: No es menos de lo que te mereces por tomar a uno de los nuestros.
Kangin soltó al
lobo que había estado sosteniendo y para sorpresa de su padre dio un paso
atrás. Su mirada recorrió a cada uno de ellos, y un poder que Junjin sabía
igualaba al suyo propio hizo que los lobos cayeran de rodillas en sumisión.
—¿A dónde se lo
llevó? —preguntó, su voz había bajado más, la calma antes de la tormenta.
—Eso no lo
sabemos. Él no lo dijo y nosotros no le preguntamos.
—Cierto. —Junjin
asintió.
—Ustedes
escucharán el juicio de mi Alfa por sus acciones y agradecerán a cualquier Dios
que sirvan
que no sea yo
quien esté encargándose de su destino.
Kangin empujó una
vez más su poder hacia fuera y los cuatro lobos se agarraron sus gargantas,
tratando en vano
de respirar. Finalmente, después de que comenzaran a tornarse azules Kangin
los liberó.
Junjin se volvió
hacia Geunsuk.
—Alfa de la manada
de Coldspring, esta es mi decisión para estos cuatro lobos que están bajo tus
reglas. Espero que
te asegures de que se lleve a cabo. Si no lo haces compartirás su destino.
—Así como usted
dice, se hará —le dijo Geunsuk a Junjin mientras desnudaba su garganta en
sumisión.
Volviendo a los
lobos condenados, les dijo:
—Se verán
obligados a sus formas de lobo por su Alfa. Durante ese estado les serán removidos
sus
garras y los
colmillos de sus bocas. Sus pieles serán afeitadas de sus cuerpos. —Los lobos
aullaron de
miedo e ira, pero Junjin
no había terminado—. Una vez de vuelta en sus formas humanas, las marcas
en su espalda
serán distorsionadas para mostrar que han sido despojados de su lugar en la
manada.
Serán entonces
expulsados a ser lobos solitarios en sus estados vulnerables, y sin una manada
para
protegerlos.
¿Entienden que este es el precio que pagarán por su traición y crimen contra Kangin,
el
príncipe de los
Canis Lupis Coreanos?
Los cuatro lobos
no tuvieron otra opción que inclinarse en sumisión y desnudar sus gargantas. Junjin
se volvió hacia Geunsuk.
—Te doy las
gracias por tu cooperación y si encuentras cualquier otra cosa te pediría que
te pongas en contacto conmigo
de inmediato. ¿Todavía tienes la tarjeta que te di después del desafío?
—Sí, voy a ayudar
en todo lo que pueda. —Girándose a Kangin, Geunsuk apartó la vista hasta el
hombro de Kangin, no
queriendo desafiarlo al mirarlo a sus ojos— Lamento el dolor que mi manada te
ha provocado de
nuevo. Sé que eso no ayuda, pero quiero que lo sepas sin embargo.
Kangin dio un solo
asentimiento al Alfa para mostrar que había oído sus palabras, pero no dijo
nada a
cambio. Se volvió
a seguir el camino por el que habían entrado, necesitando pensar y procesar la
información que
los lobos de Geunsuk habían dicho. No sabía si era suficiente para ayudarlos,
pero era algo, y justo
ahora algo era mejor que nada.
Hongki se aferró a
la manija en el techo de la avioneta que Jihoon había conseguido, nunca había
volado en una tan pequeña
y ya había decidido, después de treinta minutos de traqueteo por todo el lugar,
que nunca lo haría
otra vez.
—¿Cuánto tiempo
dijiste que tardaría este vuelo? —le preguntó a Jihoon.
—Nos faltan
alrededor de una hora y quince minutos.
—Genial —murmuró
en voz baja.
No había sido tan
difícil como había pensado conseguir meter a Teukkie en el avión. Tuvo que
darle
otra dosis del
sedante cuando Teukkie había empezado a gemir de nuevo. Hongki tenía la
esperanza
de que una vez que
llegaran a su cabaña podía permitir que el sedante desapareciera para que
Teukkie pudiera
decirle lo que estaba sintiendo. No había forma de que midiera el progreso de
su
enfermedad sin la
contribución de Teukkie.
Jihoon miró a el
doctor Lee y decidió que ya era hora de que explicara exactamente qué era lo
que
necesitaba hacerse
para arreglar a Teukkie. No quería tener que esperar para vincularse con él,
sabía
que incluso ahora Kangin
estaría haciendo todo lo posible por localizarlo.
—Dime otra vez lo
que está mal con él —dijo Jihoon, más una orden que una pregunta.
Hongki respiró
hondo y soltó el aire lentamente, sabiendo que era inevitable que esta
conversación
tuviera lugar.
—Recibió una
transfusión de sangre humana. En pocas palabras, debido a que es medio lobo esa
parte de su sangre no la
reconoce. Por lo tanto, está atacando a las células. Células que ya han
comenzado a fluir a través de
su corazón, su hígado, sus riñones, todos sus músculos. La sangre es el
alimento del cuerpo, llevando
nutrientes y oxígeno a los órganos. Su cuerpo está tratando de evitar que eso
suceda porque piensa que
la sangre que ella recibió es un virus.
El rostro de Jihoon
era sombrío cuando le preguntó lo que tenía que hacerse.
—El necesita
sangre de hombre lobo para reemplazar las células humanas que su cuerpo está
atacando —explicó.
—Eso será
fácilmente remediado.
—No sé si es tan
fácil, Jihoon. No sé si él tiene que recibirla por medio de un mordisco y tomar
la
sangre a través de
sus colmillos, ni siquiera sé si tiene colmillos, o si una transfusión
funcionaría
—admitió.
—Sigue siendo
fácilmente remediable, haremos las dos cosas —dijo Jihoon, con plena confianza
en su voz.
El resto del viaje
transcurrió en silencio. Hongki se preocupaba por Teukkie y por cómo Jihoon
prácticamente
había salivado ante la idea de Teukkie tomando su sangre. Hongki no estaba
prestando
atención al hecho
de que no estaba viendo ninguna de las cadenas montañosas que perfilan el
horizonte de
Colorado.
Fue sacado de su
estupor cuando oyó a Jihoon en su teléfono.
—¿Está listo? —le
oyó preguntar—. Bien, deberíamos estar allí en unos minutos.
Al darse cuenta
que algo no estaba bien, Hongki miró por la ventana y pudo notar por el paisaje
que
no estaban en
Colorado.
—¿Qué está
pasando, Jihoon? —preguntó con voz temblorosa, traicionando lo nervioso que
estaba.
—Cambio de planes.
—Fue lo único que escuchó antes de que todo se volviera negro.
Jihoon miró la
forma desplomada de Hongki, sintiendo una pequeña punzada de arrepentimiento
por
tener que causarle
dolor, pero era necesario. Después de haber decidido llevarlo con él se dio
cuenta
que él podía
decirle a Teukkie en dónde estaban y luego Teukkie podría decirle a Kangin.
No iba a
permitirle arruinar todo su trabajo duro si de repente decidía tener una
conciencia. Así que
había llamado a
uno de sus lobos, Sam, porque sabía que le era leal a él y no se pondría en
contacto con Kangta, y le pidió
que alquilara una cabaña en las montañas Ozark en el sur de Missouri y le
enviara las coordenadas, así
como encontrar un lugar para aterrizar.
Su compañero de
manada había hecho algo mejor que eso. Había encontrado una cabaña con un
campo vacío junto
a él. Una vez más, Jihoon sintió como si el destino estuviese interviniendo. Él
le dijo a Sam que se
subiera a un avión y volara hasta el aeropuerto más cercano a su ubicación,
luego
alquilara un auto
y, después de conseguir víveres, lo encontrara en la cabaña.
A medida que se
acercaba a la ubicación del campo, comenzó su descenso. Vio la cabaña a la
derecha
del campo. Cuando
las ruedas tocaron la tierra, el avión rebotó ante el contacto. En general, no
estaba
tan mal como
aterrizaje, pensó Jihoon.
Una vez que el
avión se detuvo completamente Jihoon entró en acción, no queriendo que Hongki
despertara antes
de que lo tuviera con los ojos vendados y esposado. Todavía iba a necesitar su
ayuda
con Teukkie, así
que pensó que podía permitirle estar sin las esposas bajo su supervisión
mientras atendía a su paciente.
Se fue hacia el
lado del pasajero del avión y abrió la puerta. La forma inconsciente de Hongki
cayó fuera y él lo atrapó
justo a tiempo para evitar que golpeara el duro suelo. Agarró una bolsa de la
tabla del suelo frontal y
luego se dirigió en la dirección que había visto la cabaña.
Cuando llegó a la
puerta, recordó que Sam le había dicho que el lugar que alquilaba las cabañas
pondría una llave
debajo de la alfombra.
Entró en la
cabaña, sin molestarse en mirar a su alrededor, y rápidamente puso a Hongki en
la primera pieza de
mobiliario que vio. Metió la mano en la bolsa que había traído y tomó un par de
esposas. Lo inclinó hacia
adelante, halando ambos brazos detrás, y aseguró sus muñecas con las esposas.
Sintiendo que por ahora eso
sería suficiente, se dirigió de nuevo al avión para buscar a Teukkie.
Jihoon agarró la
bolsa de la intravenosa y la puso sobre el estómago de Teukkie para trasladarlo
desde el avión a la
cabaña. Bajó un extremo de la camilla al suelo y luego la haló hacia adelante
hasta que las ruedas delanteras
estuvieron en el borde de la puerta. Entrando al avión, agarró la parte
delantera de la camilla y la bajó
al suelo también. Jihoon tomó el resto de las bolsas que Hongki había traído
con él y cerró la puerta
del avión. Empezó a empujar la camilla hacia adelante lo más rápido que pudo
sin hacer caer a Teukkie de
ella.
Finalmente
llegando a la puerta de la cabaña una vez más, Jihoon empujó la camilla dentro
de la cabaña, y esta vez se
detuvo en seco, sorprendido por cuán despejada era. El techo era a dos aguas y
se elevaba por lo menos diez
metros en el aire.
A su derecha vio
una enorme chimenea de piedra y varias sillas y un sofá hecho de cedro que
parecía
tener cojines de
gamuza, todos formando un semicírculo alrededor de la chimenea. Había mantas
tiradas en sillas y
cojines apilados en el suelo, por lo que era obvio que se trataba de un lugar
de comodidad, para relajarse y
alejarse del resto del mundo. El lobo de Jihoon hizo un ruido sordo en
aprobación del lugar que llamaría su
guarida.
Necesitando
averiguar el mejor lugar para colocar a los jovenes, caminó por el pasillo
hacia las distintas puertas. Entró en la puerta al otro lado de la habitación
principal y entró en un espacio acogedor que parecía ser una
biblioteca/estudio.
En el centro de la
habitación había una alfombra mullida que, tras una segunda mirada, se dio
cuenta
era una piel de
oso. Alrededor de la alfombra había varias sillas de cedro con mullidos cojines
y mantas tiradas sobre sus
respaldos. En la pared más alejada de la puerta había un hermoso escritorio de
cedro con un aparador
con estantes que tenían iluminación incorporada. Este era el lugar donde
pondría a Teukkie y a Hongki.
Ellos se sentirían cómodos aquí, y la mejor parte era que no había ventanas en
esta habitación.
Jihoon regresó a
la sala de estar y volvió a cagar a Hongki. Lo llevó a la biblioteca y lo puso
en una de las sillas de cedro.
Luego se fue y recogió a Teukkie de la camilla y lo colocó en una de las sillas
que era más del tamaño de un
sofá de dos plazas.
Cuando comenzó a
salir de la habitación, oyó a Hongki gemir y se volteó para ver que estaba
despertando. El gimió y trató
de mover sus brazos, sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta que estaban
atrapados. Mirando a su
alrededor salvajemente, tratando de orientarse, sus ojos se posaron en Jihoon.
—¿Qué has hecho, Jihoon?
—No podía tenerte
diciéndole a Teukkie donde estábamos cuando de repente decideras que no podías
seguir adelante con la elección que habías hecho. Así que decidí que lo mejor
sería no ir a tu cabaña. Lamento tener que esposarte, pero hasta que pueda
poner un candado en la parte exterior de esta puerta tendrás que permanecer de
esa manera.
—Sabes, podría
simplemente cambiar y estar fuera de ellas en un Segundo —lo desafió, tratando
de sostenerle la mirada.
Jihoon gruñó y dio
un paso hacia él, con los ojos brillantes. Hongki tuvo que dejar caer la
mirada. Mierda, era más dominante que él. Por supuesto que lo sería, era un
maldito Beta.
—Puedes tratar de
cambiar, pero conoce esto: hay sólo una razón por la que no soy el Alfa de una
manada ¿Puedes adivinar cuál es?
Hongki se dio
cuenta que lo que él le estaba diciendo era que su poder era lo suficientemente
fuerte como para evitar su cambio. Él tendría que ser material de Alfa con el
fin de hacer eso. Lo único que le haría más débil que otros Alfas, por
supuesto, pensó, mirando a Teukkie…
—No tienes una
compañero —respondió.
—Eso será
remediado lo suficientemente pronto —gruñó Jihoon, sus ojos todavía brillando.
Jihoon giró para
salir de la habitación, diciéndole que no se moviera. Independientemente de lo
que le
había dicho ella
trató de cambiar, pero Jihoon le había dicho la verdad. El poder que él tenía
fluyendo a través de la casa
impedía su cambio.
Jihoon regresó con
otros tres juegos de esposas. Se acercó a él y le agarró uno de sus tobillos y
le colocó la esposa, y luego
con el otro extremo esposó el carril de la silla de cedro. Hongki lo fulminó
con la mirada mientras lo veía
asegurar a Teukkie de la misma manera.
Cuando Jihoon se
apartó, oyó gemir a Teukkie. Él lo miró y vio que sus ojos revoloteaban y Tekkie
estaba tratando de
moverse. Se quedó congelado, esperando, pero no tuvo que esperar mucho tiempo
mientras los ojos de Teukkie
se abrían. El lo miró y luego trató de mirar a su alrededor, sus ojos
encontrando a Hongki.
—¿Doctor Lee? —Su
voz era ronca y llena de preguntas sin respuesta. Teukkie volteó la cabeza
hacia él —. ¿Jihoon? —Gimió
y trató de tirar de sus piernas hacia su pecho, pero no pudo ya que una estaba esposado al riel
de la silla.
Cuando pareció que
el dolor había pasado bajó la mirada hacia sus pies, y luego trató de tirar de
sus
brazos alrededor,
dándose cuenta de que estaba esposado
—¿Alguien quisiera
explicarme por qué estoy esposado y no en el hospital? — preguntó Teukkie,
mirando hacia atrás y
adelante entre el doctor Lee y Jihoon.
—Has sido
secuestrado, Teukkie. Jihoon quiere hacerte su compañero — respondió Hongki
como si fuese un hecho, y con
mucha más verdad de la que Teukkie esperaba.
Una vez más, el
dolor atormentó el cuerpo de Teukkie y cerró los ojos, tratando de dejarlo
fuera. Cuando pudo respirar de
nuevo miró a el doctor Lee.
—¿Qué pasa
conmigo?
Hongki le explicó
lo mismo que le había explicado a Jihoon en el avión, pero se detuvo antes de
que él le dijera cómo podía
ser sanado.
—Está bien, doc.
No es posible que piense que no sé que usted debe saber cómo solucionar esto.
¿Por
qué más lo habría
traído Jihoon?
Fue Jihoon quien
respondió.
—Necesitas sangre
de lobo. La recibirás de mí.
—Excelente —dijo Teukkie
sarcásticamente incluso mientras alcanzaba a Kangin con su mente.
«¡Kangin!»
No pudo contener
el miedo que se vertió en el vínculo entre ellos. Estaba dolorido, podría morir
si no
recibía sangre de
hombre lobo, y algún lobo demente había decidido una vez más que debería ser
suyo. Dicho lobo quería
que él tomara su sangre y, sí, tener miedo era un eufemismo en este punto.
Teukkie sintió
unos brazos a su alrededor y una mano acariciando su rostro.
«Leeteuk.»
El desesperado
dolor que escuchó en la voz de él fue suficiente para traer lágrimas a sus
ojos.
Por qué habra tanto lobo loco suelto(?) !!!
ResponderEliminarPobre Tukkie~ aish~