—Junjin, estos son
los dos lobos que querían hablar contigo. —Kangta indicó los dos lobos que
estaban
sentados a la mesa
con ellos en el comedor—. Michael, Sean, por favor, díganle lo que me dijeron.
Michael y Sean se
miraron un poco nerviosos, pero solo porque estaban sentados frente a uno de
los Alfas más fuertes
del mundo, no porque ellos fueran culpables de nada.
—Todo lo que
sabemos es que Sam dijo que iba a tomar un vuelo a Springfield hace unos días
—le dijo
Michael a Junjin.
—¿Por qué crees
que esa sería información importante? —preguntó Junjin.
—Bueno, porque Sam
es el mejor amigo de Jihoon y escuchamos que estabas preguntando si alguien
en la manada había
ayudado a Jihoon. Si alguien lo hizo, sería Sam.
Kangin gruñó,
mostrando que estaba perdiendo la paciencia.
—¿En qué ayuda a Jihoon
que Sam vaya a Springfield? —gruñó. Fue Sean quien respondió esta vez.
—Si Sam iba a
Springfield entonces probablemente significa que va a Ozark.
Esta vez fue Siwon
quien gruñó. Junjin miró a sus dos lobos y luego se volvió hacia Michael y
Sean.
—Por favor,
perdonen sus modales, están un poco estresados por el momento. Por favor,
expliquen el
significado de
Ozark.
—Oh, claro. Lo
sentimos —continuó Sean—, Sam es dueño de una cabaña en Ozark, y cuando se va
allí normalmente vuela a Springfield.
—Perdón por
preguntar, pero, ¿por qué un lobo que vive en Colorado tiene una cabaña en las
montañas Ozark?
Michael miró a Kangta,
pidiendo permiso para contestar. Cuando Kangta asintió, se volvió hacia Junjin.
—El padre de Sam
es el Alfa en Springfield. Cuando Sam va a visitar a su familia, por lo general
se queda en la cabaña en la
tierra en que normalmente caza la manada de Springfield.
—Esto se pone cada
vez mejor y mejor —se quejó Siwon.
Kangin se dio la
vuelta lentamente a medida que Michael terminaba de hablar. Miró a su padre y
luego a Kangta.
—¿Así que lo que
estás diciendo es que mi compañero ha sido secuestrado y retenido en el
territorio de un Alfa que no
sabe que está ahí y él está puesto en el medio de su terreno de caza?
—¿Sí? —La voz de
Michael fue casi un chillido al ver los ojos resplandecientes de Kangin y sus
caninos alargados.
—Kangta, ¿sabes
dónde se encuentra esta cabaña? —preguntó Junjin, sin apartar los ojos de su
hijo.
—No, pero me
pondré en contacto con el padre de Sam. Si le digo lo que está pasando tal vez
esté
dispuesto a
ayudar.
—O una vez que él
se dé cuenta que su hijo está involucrado puede decidir que es en su mejor
interés
quedarse fuera
—agregó Siwon.
Kangta asintió
mientras sacaba su teléfono y marcaba el número del Alfa de Springfield.
Cuando el
interrogatorio terminó y Kangin volvió al auto, cerró la puerta de la
camioneta, haciendo que quienes esperaban dentro saltaran.
—¿Las cosas han
ido tan bien? —murmuró Hee en voz baja.
Junjin y Siwon
subieron con menos espectáculo. Junjin ya estaba en el teléfono con Yunho
mientras salía del camino de acceso de la manada.
—Yunho, ten listo
el avión. Vamos a Springfield. —Hubo una pausa mientras Junjin escuchaba a Yunho
en el otro extremo del teléfono.
—Sí, estamos
llevando a todos. Consíguenos un hotel. No estoy totalmente seguro de todos los
detalles pero vamos a necesitar un lugar para reagruparnos.
Junjin colgó y
miró por el espejo retrovisor a Sora, quien esperaba pacientemente.
—Jihoon ha estado
recibiendo ayuda de un compañero de manada cuyo padre es el Alfa en Springfield
y tiene algún terreno y una cabaña en Ozark. Creemos que es ahí donde Jihoon
tiene a Teukkie.
—Bueno, eso es una
buena noticia, ¿verdad? Entonces, ¿qué pasa con la obvia ira? —preguntó Donghae.
—El Alfa no está
cooperando. Él no nos daría la ubicación de la cabaña. Todo lo que dijo fue que
no
iba a dejar que su
hijo sepa que conocemos su ubicación general —gruñó Kangin.
—¡Qué diablos! Junjin,
¿no puedes hacerle nada a este Alfa? ¿Darle una buena sacudida por el pescuezo o algo? —preguntó Hee,
con obvia frustración.
—¿Acabas de decir
una buena sacudida por el pescuezo? —le preguntó Donghae con duda.
—¿Qué? Sólo lo
estoy sugiriendo.
—Si llegamos a
eso, entonces sí. Pero no tengo a toda mi manada conmigo y el Alfa de
Springfield no es uno débil
—respondió Junjin.
—Oh, correcto.
¡Cielos, esto es una MIERDA! —gruñó Hee.
El viaje de
regreso al hotel fue tranquilo. La tensión podía tocarse y las olas de
frustración que rodaban expedidas de Kangin eran suficientes para causar
vértigo.
No debieron haber
pasado cinco minutos en la habitación del hotel cuando Kangin se desplomó en el
suelo. Se agarró
la cabeza, luchando contra el dolor punzante. Cuando apretó sus ojos ya
cerrados se
dio cuenta que era
el dolor de Leeteuk el que sentía. Algo iba muy mal. Intentó llegar a él pero Leeteuk
se estaba esforzando
por mantenerlo fuera. Kangin empujó con más fuerza. Tuvo una breve sensación de miedo, o terror, y
luego él cerró las paredes con aún más fuerza.
—¡Ahhhh! —gritó Kangin.
—Kangin, ¿qué
pasa? ¿El está bien? —Donghae y Hee estaban arrodillados a ambos lados de Kangin, quien seguía
gruñendo de manera tan amenazadora que por primera vez Donghae tuvo miedo.
Siwon dejó salir
su propio gruñido cuando tomó con suavidad el brazo de Hee y lo alejó del lado
de Kangin.
—Oye, ¿qué ray…?
—empezó a protestar Hee, pero cuando alzó la mirada al rostro de Siwon cerró la boca. Los ojos de Siwon
estaban brillando y sus caninos se habían alargado. Algo le dijo que sería
mejor soportar esto.
Kangin intentó una
vez más alcanzar a Leeteuk.
«Mi amor, estoy aquí.» Y lo que escuchó
como respuesta rasgó en dos su corazón.
«Lo siento, Kangin. Lo siento tanto.»
La voz de Leeteuk
en su mente sonó tan quebrada y desamparada. Supo entonces que arrancaría el
corazón de Jihoon
de su pecho por ser el causante.
—Leeteuk —gruñó Kangin
mientras se arrodillaba en el suelo, la profundidad de su desesperación
grabada en cada
sílaba de su nombre.
—Kangin, por
favor, ¿qué pasa? ¿El está bien? —preguntó Donghae con suavidad.
Kangin miró los
temerosos ojos de Donghae.
—No lo sé. —Luego
miró a Hee—. No sé si está bien.
Hee se sentó en el
banco del parque y aunque parecía mirar a algunos niños jugar en el patio, sus
ojos estaban llorosos, sus pensamientos muy alejados de donde estaba sentada.
La humedad rodando por sus mejillas la sacó de su estupor. No podía recordar un
tiempo en que se sintiera tan impotente.
Incluso durante el
accidente fue capaz de hacer algo para ayudar, pero ahora todo lo que podía
hacer era esperar. Esperar a que Junjin hiciera los arreglos del viaje, esperar
a que Kangin escuchara de Teukkie que él está bien, esperar a que el maldito
mundo se abriera y lo tragara porque no podía imaginar un mundo sin Teukkie.
Quería gritar ante
la injusticia de todo. Teukkie era uno de las más agradable y más leales
personas que conocía. ¿Por qué le pasaba esto a él?
Hee cerró los ojos
e intentó luchar contra el abrumador miedo que amenazaba con aplastar su
espíritu.
Sintió un cuerpo
grande y caliente sentarse junto a él en el banco y por alguna razón no estuvo
asustado o sorprendido de su llegada.
—¿Qué pasa, Heechul?
Nunca te he visto tan distante. —La voz de Siwon transmitió la preocupación que
estaba intentando ocultar.
—Estoy cansado, Siwon.
Estoy preocupado y no estoy de humor para ayudar a aliviar la tensa situación.
La cara de Hee
mostró el miedo que por primera vez le permitió a él ver
—Sé que soy
sarcástico y que bromeo mucho, incluso en las peores situaciones. Es cómo lo
enfrento,
cómo le hago
frente para no desmoronarme. Pero no tengo la fuerza para ser la que levante el
ánimo de todo el mundo. No
lo tengo para ocultar el dolor que amenaza con asfixiarme por miedo de que
nunca vuelva a ver a Teukkie
o de que algo horrible le pase.
Siwon se acercó a Hee
en una muestra de ternura que estaba empezando a notar que solamente
exhibía con él.
—No siempre tienes
que ser el fuerte.
—Ahí es donde te
equivocas, Siwi. Tengo que serlo, por ellos. Donghae, Sora, y a veces incluso
por
Kangin. Tengo que
ser el que cree tan firmemente que lo traerán de regreso, que puedo ser
sarcástico. Que
puedo darme el lujo de ser bromista para aligerar u oscurecer este enredo. Y no
que
simplemente lo traigan
de vuelta, sino que lo traigan entera. Hay peores cosas que la muerte para
un joven, Siwon.
Siwon no estaba
muy seguro de cómo responder a eso. No sabía cómo manejar a un Heechul
desanimado. Un Heechul
sarcástico, malvado y jugueton, sí, con ese él podía tratar. Pero con este
espíritu aplastado y frágil no sabía
qué hacer. Lo acercó más a él y apoyó su barbilla en la cima de su cabeza.
—Haría lo que
fuera por quitarte el miedo, por traer a tu amigo de regreso ileso.
Hee se echó hacia
atrás para poder mirar a los ojos a Siwon, sorprendido por las palabras llenas
de
emoción.
—Te creo —le dijo Hee
mientras lo miraba con fijeza a los ojos.
Siwon se inclinó
hacia adelante ligeramente y por un momento Hee pensó que quería besarlo, pero
se contuvo. Tosió
para cubrir el momento incómodo.
—Bueno, supongo
que es mejor si regresamos a la habitación y vemos si están a punto de
dirigirse al
aeropuerto.
—Sí, supongo que
es mejor. —Hee se puso de pie y se dio la vuelta para dirigirse de regreso al
hotel.
A pesar de las
palabras amables de Siwon se sintió peor. No solo su amigo estaba en las manos
de
un lobo psicópata
sino que el sujeto del que se estaba enamorando nunca podría ser suyo. ¿En qué
había estado
pensando para siquiera considerar una aventura con un chico, un hombre como Siwon?
Le rompería el
corazón cuando él hallara a su compañero. No era tan fuerte como Sora. Una vez
que Siwon fuera de él ya no
sería capaz de dejarlo ir.
Kangin vio como
todo el mundo abordaba el avión. Había intentado ponerse en contacto con Leeteuk
varias veces desde
la última vez que lo contactó y seguía sin dejarlo entrar. Estaba empezando a
enojarse por su
rechazo.
¿Por qué no lo
dejaría acercarse? ¿No entendía lo doloroso que era estar separado de él?
¿No le dolía
también?
Por primera vez
desde que lo había conocido Kangin sintió temor ante la posibilidad de que Leeteuk
no lo quisiera, que
no lo amara como él lo amaba. Pero sabía que no podía ser cierto. El era su
compañero, la otra mitad de
su alma, debía sentir el dolor de la continua separación.
Algo tuvo que
haber sucedido para causar que se mantuviera alejado. Tan pronto como estuviera
solo
y pudiera
concentrarse, por primera vez, la obligaría a dejarlo entrar en su mente. Sabía
que no debería hacerlo pero ya era
suficiente. Era su compañero, ¿cómo podía ayudarlo si no lo dejaba acercarse?
Donghae miró
cuando Hee se desplomó en su asiento en el avión. Su cara estaba carente de
emoción.
Fue la única vez
que Donghae pudiera recordar ver a su sarcástico y franco amigo parecer tan
perdido. Se sentó a su
lado, se ajustó el cinturón, y tomó su mano.
—Háblame, Hee —dijo
Donghae.
Hee miró a Donghae
y para sorpresa de él, Hee se inclinó hacia adelante, enterrando la cara en el
cuello de Donghae.
Donghae sintió los
hombros de Hee estremecerse y se dio cuenta que estaba llorando.
—Oh, Hee. —Donghae
envolvió sus brazos alrededor de su amigo destrozado— Cariño, dime, ¿ese
lobo te hizo daño?
Lo mataré, sólo dilo y lo destriparé como un pez.
Los hombros de Hee
temblaron incluso más. Finalmente se echó hacia atrás y miró a Donghae.
—Estoy asustado
por Teukkie. ¿Y si ese pedazo de mierda le hizo daño? ¿Y si, Dios Donghae, y
si…? —Hee no pudo
terminar el pensamiento, era demasiado horrible considerarlo.
—Entonces
ayudaremos a que Kangin lo rompa en pedazos, y luego lo amaremos ferozmente
para que sepa que siempre
estaremos allí para él. Sin importar el tiempo que le tome sanar, estaremos
allí para él.
Hee asintió
solemnemente.
—En medio de la
preocupación por Teukkie, creo, mierda, no lo sé. Siento algo por el lobo
grande y
tonto, pero no
debería. Él solo romperá mi corazón.
—Oh, mi pequeño Hee.
¿Quién aspiraría por las estrellas si no es para ti? No te rindas, todavía no,
¿de acuerdo? —le
dijo Donghae.
Hee sacudió la
cabeza. No seguiría teniendo esperanzas por algo que nunca pasaría. Se
enfocaría en
recuperar a Teukkie,
y entonces tendría que pensar seriamente en si podía manejar estar en Corea,
donde él estaría.
Siwon miró a Hee
desde el otro lado del pasillo. Su cara manchada de lágrimas derramadas, los
ojos
hinchados. Sintió
su pecho apretarse y un deseo desconocido por protegerlo, de despedazar a quien
se
atrevió a dejarlo
hecho trizas. Lo estaba matando no ser capaz de hacer algo por su dolor. ¿Cómo
luchaba contra un enemigo
invisible? ¿Cómo reparar tal situación? Siwon gruñó a la vez que apoyaba la cabeza contra el
apoyacabezas y cerraba los ojos, aunque no podía descansar, no mientras el
temor de Hee pulsara sobre su piel. No
descansaría hasta que pudiera ver la luz llenar sus ojos y el sarcasmo rodar
fácilmente de su lengua una vez
más.
Mientras Hongki
pasaba el paño caliente por la espalda de Teukkie, tratando de limpiar la
sangre seca, pensó en cómo
finalmente había despertado después de haber sido noqueado por Jihoon, había
gritado hasta que Jihoon
finalmente había regresado a la habitación.
Lo había
avergonzado por la forma de tratar a su llamado compañero y él finalmente había
cedido y había traído un poco de
agua tibia y un paño para que pudiera limpiar la ensangrentada piel.
Había querido tratar
de hablar con Jihoon para que le dejara ayudar a Teukkie a tomar un baño
caliente, pero no había sido
capaz de despertar al pobre chico en el momento. Hongki se imaginó que estaba
en estado de shock
por la brutal forma en que el lobo lo había tratado.
Demonios, él mismo
estaba en shock. Ahora que Teukkie estaba despierto tenía miedo de cómo su
mente lidiaría con
todo lo que le había sucedido a manos de Jihoon.
—¿Por qué lo hizo?
—Teukkie finalmente levantó el rostro y miró a Hongki a la cara.
—Oh, cariño, ven
aquí. —Empujó la silla a la que su pierna estaba esposada más cerca para poder
tomar a Teukkie en
brazos. Teukkie empezó a llorar en silencio, con el rostro enterrado en el
hombro de Hongki.
—Él me hizo beber
su sangre y luego tomó la mía. ¿Cómo me querrá Kangin ahora?
—Él siempre te
querrá, Teukkie. Eres su compañero, suyo y solo suyo —le dijo Hongki mientras
le frotaba suavemente la espalda.
—Todavía me duele.
Pensé que se suponía que su sangre me haría sentir mejor —le dijo Teukkie.
Hongki retrocedió
para mirar a Teukkie.
—¿En serio? ¿No te sientes ni un poco mejor?
Teukkie negó con
la cabeza.
—No, todavía me
siento como si estuviera en llamas, ardiendo por dentro. Él no me hizo nada
sexual
pero me siento tan
violado, tan sucio. —Teukkie cerró los ojos mientras las lágrimas corrían
lentamente por su rostro.
—En cierto modo,
lo que él hizo fue más íntimo que el sexo.
—Se suponía que
sería Kangin, Hongki. Dios, se suponía que sería Kangin. No se suponía que
fuera así.
—Lo sé, cariño. Lo
sé. Es mi culpa, Teukkie. —Ahora Hongki estaba llorando.
Hongki sabía que
lo que decía era cierto, que era su culpa. Él había ayudado a este monstruo a
poner sus manos en Teukkie. ¿Cómo podría vivir consigo mismo?
—Estaba tan enojado
con Kangin por quitarme a mi hermano, que no quería que fuese feliz, que te
tuviera. No pensé que Jihoon te haría daño. Pensé que como te quería como su
compañero, te trataría reverentemente como lo hacen la mayoría de los hombres
con su pareja. Pero tú no eres realmente suyo, no estás llevándote su oscuridad
y eso sólo está alimentando su locura. Lo siento tanto. Yo hice esto y me
mereceré cualquier castigo que tu Alfa decida.
—No estoy enojado
contigo, Hongki. No me queda ninguna emoción para estar molesto. Sólo quiero a Kangin.
Sólo quiero a mi compañero. —Teukkie se echó hacia atrás y se recostó en la
silla en la que estaba esposado.
—¿Todavía puedes
sentirlo a través de su vínculo? —le preguntó Hongki.
—Sí, pero no
quiero que sepa lo que pasó. ¿Y si él ya no me quiere? ¿Cómo va a querer
tocarme alguna vez después de lo que Jihoon hizo?
—Teukkie escúchame
—le gruñó Hongki con firmeza—. Kangin es tu verdadero compañero. No hay nada en
este mundo que podría conseguir que él deje de quererte. Él nunca dejará de
buscarte. Tienes que creer eso. Déjalo entrar, déjalo amarte, esa es la única
cosa que te curare emocionalmente y sospecho que solo su sangre te curará
físicamente.
—¿Qué pasa si él
no me encuentra a tiempo? ¿Y si me muero antes de que pueda darme su sangre?
—Teukkie pensó que
vomitaría ante la idea de no volver a ver a Kangin, a sus amigos y familia.
—No pases este
tiempo separado de él. Alcánzalo a través de tu vínculo. Tienes que saber que
el hecho de no dejarlo
entrar lo está matando y puedo notar que está matándote a ti.
La cabeza de Hongki
giró bruscamente hacia la puerta un segundo antes de que se abriera. Teukkie no pudo evitar el
gemido que emitió, pero se armó de valor antes de dejar que el miedo se
apoderara de él. Decidió allí y en
ese momento que este idiota no lo rompería. No le permitiría quitarle a Kangin.
—Estás despierto,
por fin. —Jihoon la miró ferozmente, el desprecio evidente en su rostro.
—Sí, bueno lamento
hacerte esperar pero uno se cansa un poco cuando es atacado. Tendrás que
perdonar mi falta
de consideración hacia tus sentimientos —gruñó, sabiendo que no debería
provocarlo pero incapaz de
detenerse.
Hongki le puso una
mano en la pierna, una advertencia silenciosa.
—Sí, bueno como
dije, tú me obligaste Teukkie. Ahora ya sabes. Si presionas, voy a presionar en
respuesta, y
siempre voy a ganar.
Teukkie no
respondió, simplemente lo fulminó con la mirada, encontrando su mirada fija sin
pestañear. Jihoon se rió
entre dientes.
—Veo que realmente
eres un Alfa, es bueno saberlo. Odiaría que fueses dominado tan fácilmente.
¿Dónde estaría la
diversión en eso?
—Jihoon, te dije
antes que si lo quieres como un compañero, entonces no lo estás haciendo de la
manera correcta —intentó
razonar Hongki con él.
—Me sentiré mejor
una vez que mi compañero ya no lleve las marcas de otro. Haré que le des a Teukkie un poco de ese
sedante, Hongki. De esa manera no sentirá demasiado dolor cuando las haya
quemado de su cuerpo.
Hongki jadeó.
—No vas a tocarlo,
Jihoon. Moriré antes de que le pongas otra mano encima.
—Oh, no te
preocupes, Hongki. Eso puede ser arreglado. Pero primero pensé que te gustaría
ver esto,
dado que me
ayudaste y todo eso. ¿No se siente bien saber que el lobo que mató a tu Alfa
nunca tendrá a su compañero?
Pensé que estarías feliz —se burló Jihoon.
—No puedo esperar
para ver a Kangin rasgar tus miembros uno a la vez. Me deleitaré con tus gritos
y
luego me bañaré en
tu sangre. —La mirada que Teukkie le dio fue salvaje e incluso se sorprendió al
oír el sanguinario sonido
de su voz.
—Eres un luchador, me gusta eso. Te traeré tu cena en un momento y luego deberías
descansar un
poco, amor. Mañana
parece ser un día bastante complicado para ti. —Jihoon se rió entre dientes
mientras se
volteaba para salir.
Teukkie observó
mientras cerraba la puerta detrás de él. Se dobló cuando el dolor se extendió
por su
cuerpo.
—Teukkie, ¿está
empeorando el dolor? —preguntó Hongki con
suavidad.
—Sí, sólo me
duele. ¿Hablarías conmigo? Distráeme por favor.
Hongki pensó por
un momento, tratando de averiguar de qué hablar, luego recordó a Heechul y su
sangre.
—Descubrí lo que
era diferente en la sangre de tu amigo.
Teukkie lo miró,
con genuino interés en su rostro.
—¿En serio? ¿Qué
es? ¿Está bien?
—El tiene sangre
de hombre lobo.
—Cállate
—respondió Teukkie sin rodeos.
—Eh, está bien
—dijo Hongki, confundido.
—Oh, no, no me
refiero a que realmente te calles. Es más como una declaración de “oh, mierda”
—explicó Teukkie
rápidamente.
—Oh, bueno
entonces, permíteme explicarlo. Heechul tiene sangre de hombre lobo, aunque
sólo un
poco. Existe esta
cosa llamada la Regla de Una Gota. En realidad era utilizada para describir la
cantidad de sangre mezclada
que una persona tenía en tiempos de la guerra civil cuando habían empezado a
existir las relaciones
interraciales y la gente estaba comenzando a ver a los niños mixtos entre los afroamericanos y
los caucásicos.
Hongki pasó los
siguientes dos horas explicándole a Teukkie todo acerca de la Regla de Una
Gota, y cómo se aplicaba a Hee.
Teukkie no podía creer lo que estaba escuchando y, sin duda, había sido capaz
de mantener
exitosamente su mente alejada de su dolor. ¿Así que tal vez era posible que Siwon
fuese su compañero?
—Siwon ha estado
actuando tan protector con Hee. ¿Es posible que él sea su compañero a pesar de
que no han escuchado
los pensamientos del otro y que Hee no tiene sus marcas? —preguntó Teukkie.
—Supongo que eso
es posible dado que la sangre de Heechul es bastante diluida. Supongo que
podría
requerir algo más
para que los signos de emparejamiento se revelen.
—¿A qué te
refieres con algo más?
—Tal vez se
requiere una reacción física o emocional importante para desencadenar la
respuesta de emparejamiento —explicó Hongki.
—Eh, eso suena
como lo que aprendí en psicología sobre cómo las personas con genes latentes de
enfermedad mental
a veces tienen que tener algún tipo de gran evento crucial en la vida para
poner en
primer plano el
gen.
—Ese es un buen
punto, Teukkie. Es muy posible que sea similar a eso.
Ambos jovenes se
quedaron en silencio después de la larga conversación, ambos pensando en las
posibilidades. Teukkie
finalmente se acostó, agarrando una almohada de la silla. Se giró hacia el lado
opuesto a Hongki,
necesitando un tiempo para pensar. Sintió que Hongki colocaba una manta sobre él
y agradeció en
silencio que el joven pareciera comprender que Teukkie necesitaba estar solo
por el
momento.
Ese tiempo a solas
no duró mucho. Sintió un fuerte empujón en su mente y no podría haber hecho
nada para mantenerlo
fuera.
«Leeteuk, no me excluyas. Por favor nunca me obligues a entrar a la
fuerza en tu mente así de nuevo.» Teukkie podía oír
la desesperación en su voz.
«Lamento si te bloqueé, Kangin, pero no sé cómo hacerte frente en
este momento.»
Teukkie se mordió
el labio para no llorar. No iba a romper a llorar antes de que le hubiese
contado todo, él tenía derecho a
saberlo.
«Dime, Angel. Dime lo que sea que necesites decir, pero primero
escucha esto: siempre te amaré, siempre te necesitaré y te querré. No te atrevas jamás a dudarlo, ¿queda claro?»
Maldito sea ese
lobo, pensó mientras las lágrimas escapaban de sus ojos.
«Como el cristal.»
«Bueno, ahora dime.»
Teukkie decidió
que sólo tenía que arrancarlo como una curita y tal vez no dolería tanto.
«Él me obligó a tomar su sangre y luego me mordió. Traté de luchar
contra él, Kangin, lo intenté, pero él era demasiado fuerte. Arañó mi espalda porque vio tus marcas.»
Antes de que Teukkie
pudiera evitarlo estaba soltándolo todo.
«Él me dijo que mañana va a quemar tus marcas de mi espalda. Tenía
miedo de que no me quisieras más, porque él me mordió.»
Teukkie podía
sentir la furia de Kangin emanando a través de su vínculo y trató de
tranquilizarse a sí mismo para que no
pensara que iba dirigida a él.
«No hay nada que podría hacerme dejar de quererte. Nada de lo que
hagas o dejes de hacer me
impediría estar contigo. Eres mío, Leeteuk. Mío sin importar lo que
pase.»
Teukkie sintió las
lágrimas correr por sus mejillas. Sintió los labios de Kangin en los suyos
cuando le envió el pensamiento de
él besándolo, abrazándolo.
«Te extraño, hombre lobo» susurró.
«Voy por ti. Sabemos dónde estás.»
«¿¡Qué!? ¿Dónde? ¿Dónde estoy? ¿Cuándo estarás aquí?»
Teukkie no podía
creer lo que estaba oyendo. Lo había encontrado. Sabía que él lo haría, nunca
dudó
que lo haría, pero
escucharlo traía un alivio que nunca había conocido.
«Estás en las montañas Ozark. No sabemos tu ubicación exacta, pero
llegamos a Springfield hace un par de horas y estamos de camino a Ozark ahora. Te encontraré así tenga
que buscar en cada cabaña en las montañas Ozark.»
«Sé que lo harás. Voy a estar esperando.»
«No lo provoques, Leeteuk. Tú sobrevive, ¿entiendes? Ese es tu
trabajo, sobrevivir.»
Teukkie podía
sentir la intensidad detrás de sus palabras y sabía lo Kangin le estaba
pidiendo. Que hiciera todo lo necesario
para mantenerse con vida. Sin importar lo que Jihoon quisiera, Kangin sólo me
quería vivo.
«Tú sólo preocúpate por llegar aquí, deja que yo me preocupe por mí.
Te necesito, Kangin. Quédate
conmigo ahora, habla conmigo, y dime cómo está mi mamá, y Hee y Donghae.»
Kangin le dijo
todo lo que quería saber. Le habló de lo fuerte que era su mamá y cómo Hee
estaba
volviendo loco a Siwon.
Le contó cómo Donghae en realidad lo había enfrentado respecto a ir con
él a ver a los
lobos de Kangta. Cuando se quedó sin cosas que contarle de sus amigos, empezó a
contarle la
historia de los Lobos Suju.
«¿De dónde vienen?» le preguntó.
«La leyenda dice que fuimos creados por la diosa que vive en la
luna. Ella es la gran Luna. Los lobos en Corea se estaban extinguiendo porque los cazadores los mataban por
sus pieles. Con el fin de ayudar a salvar las especies ella combinó el espíritu humano con el espíritu
lobo, creando al hombre lobo. Les dio a los humanos el poder y la fuerza del lobo y al lobo la
inteligencia del ser humano. Desde entonces, los lobos han prosperado.»
Teukkie pensó en
la leyenda y se preguntó si era cierta. Pensó que todo era posible ya que los
hombres lobo incluso
existían. Ese pensamiento encendió otro.
«Kangin, ¿hay otras cosas además de hombres lobo?»
«¿De verdad quieres saber la respuesta a eso, Angel?»
«En este momento,
hombre lobo, las cosas que asustan en la noche son las menores de mis
preocupaciones.»
Teukkie no pudo
evitar pensar que era de su propia especie de la que tenía que temer.
«Entonces sí, mi
amor, hay otras cosas además de los hombres lobo. Pero creo que en este momento
tienes que dormir
un poco. Estaré allí pronto.»
«Quédate conmigo.»
Teukkie bostezó y
luego se estremeció cuando sintió el dolor propagarse por su cuerpo.
«Siempre, Angel.
Todavía estás sufriendo.»
No era una
pregunta.
«Sólo date prisa,
hombre lobo.»
Ahhh!!!!!
ResponderEliminar-rueda por el piso-
Sichul señoras!!!
Se viene el Sichul!!!
Ahhh que ya encuentren a Tukkie...por lo menos es un alivió saber que la sangre del idiota no hizo nada, solo su compañero verdadero lo salvara!!!
Por favor...por favor llevenme con ustedes y dejenme matar a ese loco...
ResponderEliminarAaaaaawwwwwww Siwon fue a confortar a Hee *0*
Y asi....a casi nada de darse un beso y Siwon se arrepiente...no lo culpa,me frustra pero no lo culpo,Siwon debe querer no lastimar a Hee...nadie más sabe que Hee tien algo de hombre lobo...y ya lo dijo Hee......seria peor si al final resulta que estan juntos y siwon encuentra a su compañero....aunqur sabemos que Hee lo es...no pueden evitar el pensar asi sin saber lo que el disque doctor a descubierto.
Que bueno que Teuk desidio decirle a Kangin...aparte del sichul,eso fue lo que más me gusto...*0*