Kangin sintió a Leeteuk
deslizarse en un sueño inquieto. Podía sentir el dolor consumiendo su cuerpo y
eso lo estaba volviendo loco. Más que eso era el pensamiento de lo que Jihoon
le había hecho a su amor.
Kangin iba a
extraer los colmillos de Jihoon de su boca y luego hacérselos tragar por perforar
la preciosa carne de Leeteuk. Acababan de llegar a Ozark, y Kangin estaba
vigilando los sueños de Leeteuk. Fue entonces cuando vislumbró sus recuerdo
sobre Jihoon, con el brazo presionado contra su boca, sus dientes hundiéndose
en su espalda.
Kangin dejó
escapar un aullido en el vehículo que hizo a todo el mundo cubrirse sus oídos.
—¡Oríllate! —gritó
Siwon a Junjin.
Junjin miró por el
espejo retrovisor y vio que Kangin estaba al borde del cambio. Se estacionó a
un lado, y justo cuando el vehículo se detuvo Kangin salió por la puerta y
cambiaba en medio del aire. Siwon estuvo justo detrás de él. En un minuto un
hombre, al siguiente un enorme lobo gris oscuro, con patas blancas.
El aliento de Hee
se quedó atrapado ante la vista de Siwon en su forma de lobo. Era la primera
vez que lo veía. Él era magnífico. Sonrió ante sus patas blancas. Tenía nuevo
material. El lobo tenía calcetines. ¡Eso era demasiado valioso!
El y Donghae se
quedaron sin aliento cuando Kangin se volvió hacia Siwon y chasqueó sus enormes
dientes contra él.
Siwon lo esquivó
justo a tiempo. Los dos lobos se rodearon entre sí, chasqueando y arremetiendo,
pero sin hacer contacto. Luego hubo un tercer lobo y cuando él se adelantó y
aulló, los otros dos cayeron al suelo, con las cabezas bajas y dejando al
descubierto su cuello. Él gruñó a los dos y luego, repentinamente hubo tres
hombres muy desnudos de pie al lado de la carretera. Donghae chilló y se giró. Hee
tuvo que forzar sus ojos de los magníficos músculos que tenía Siwon.
—Costa despejada
—oyeron decir a Hyesung—. Entraron en el bosque.
—Bueno, eso fue
estimulante. —Sonrió Hee. Donghae puso los ojos en blanco.
—Sólo tú podrías
pensar que ver a tres hombres desnudos es vigorizante.
—¿Habían tres?
Caray, hermano, sólo vi a uno. —Hee cerró los ojos y volvió a ver la espalda
desnuda de Siwon. Las marcas
de lobo a través de su piel bronceada eran impresionantes.
—¡Kangin! —gruñó Junjin—.
¿Qué se te ha metido? Y Siwon, ¿qué demonios estabas pensando
enfrentándolo
mientras estaba en ese estado?
Kangin gruñó:
—No sabes lo que
él le ha hecho a Leeteuk, lo que va a hacerle si no llego hasta él
—¿Qué ha hecho?
—preguntó Junjin con suavidad.
—No voy a
deshonrar a mi compañero de esa forma. Él es mío. —Kangin se volvió hacía Siwon—.
Mis disculpas, Beta.
Sé que estabas protegiendo a las parejas.
—No me puedo
imaginar lo que debes estar pasando, Kangin. No es necesario ninguna disculpa
—le dijo Siwon, apartando
sus ojos por respeto.
—Padre, quiero
hablar con el Alfa de Springfield. Quiero saber dónde está esa cabaña y quiero
saberlo ahora.
—Kangin, lo
encontraremos —comenzó Junjin pero Kangin, pero lo interrumpió.
—¡ÉL VA A QUEMAR
LA PIEL DE SU ESPALDA!
Siwon gruñó bajo y
Junjin rugió. Después de que Hyesung les había llevado ropa a los tres lobos, Junjin sacó su teléfono y
esperó a que, el Alfa de Springfield, respondiera. Contestó al tercer timbre.
—¿Hola?
—Es Junjin.
Tenemos que saber dónde está esa cabaña ahora. — Junjin continuó antes de que
el otro lobo pudiera
interrumpir—. Él está pensando en retirar sus marcas de emparejamiento.
¿Quieres ser
responsable de
eso?
No hubo ninguna
respuesta durante varios segundos.
—Bien, aquí están
las coordenadas.
—Lo tengo, vamos.
—Luego llamó a Yunho con las coordenadas y designó un lugar para encontrarse a la medianoche a un
par de kilómetros a favor del viento desde la cabaña.
Todos se subieron
al auto y condujeron para encontrar un motel en Ozark para hacer planes.
Junjin se detuvo
en el estacionamiento del hotel más bonito que pudieron encontrar. No era el
Hilton,
pero no estaban
planeando pasar mucho tiempo allí de todos modos, así que Junjin no iba a ser
exigente.
Él y Hyesung
entraron al vestíbulo para registrarse a una habitación. Hee podía oler la ira
saliendo de Kangin. Espera, ¿oler la
ira? ¿Qué demoni…? Eso no es posible. ¿Por qué siquiera pensaría eso? Sintió
una mano grande y cálida en
el hombro, y sintió el cálido aliento en su oído.
—¿Estás bien? —le
preguntó Siwon.
Hee volvió
lentamente la cabeza para mirarlo. Era la primera vez que había hablado con él
desde la pequeña escena a un lado
de la carretera.
—Um, sí, estoy
bien. Sólo mentalizándome para toda la situación de las operaciones
encubiertas.
—¿Operaciones
encubiertas? —dijo Siwon de manera inquisitiva.
—El tiene esta
extraña obsesión con la jerga militar y misiones. Sólo asiente y síguele la
corriente —le dijo Donghae secamente.
Siwon hizo un
movimiento de “ahh” con la boca y luego le sonrió a Hee, quien se sonrojó y se
apartó
rápidamente.
Junjin y Hyesung
se subieron al auto y condujeron hacia el lado del edificio donde estaba la
habitación. Todos se bajaron y
se dirigieron a la habitación designada.
Junjin, Kangin y Siwon
pasaron una hora planificando y consiguiendo la ubicación de la cabaña marcada en un mapa. Una
vez que tuvieron los detalles elaborados Junjin se dirigió a todos:
—Las parejas van a
esperar en el auto, en el bosque donde nos van a dejar. Vamos en nuestras
formas de lobo y nos
reuniremos con Yunho, Donghwa y Kyuhyun. Yunho va a llamar a Kangta para
decirle que lleve a sus primeros
cuatro y nos reuniremos a tres kilómetros de la cabaña.
—¿Cómo conseguirán
traer de vuelta a Teukkie si están en forma de lobo? —preguntó Donghae.
—Esperando que el
doctor Lee esté en su forma humana y él pueda ayudar a que Teukkie regrese. Yunho, Donghwa, y yo los
escoltaremos mientras Kangin acaba con Jihoon. —Junjin miró a Siwon—. Debe ser Kangin quien lo mate, es
su derecho.
—Entendido —respondió Siwon.
Sora se sentó con Hyesung
en la pequeña mesa. Ninguno de los dos habló, pero se sentaron
en amigable
silencio, ya que cada una pensaba en el camino que sus hijos tomarían esta
noche.
Finalmente, a las
11:30 Junjin se levantó.
—Vamos.
Eso fue todo lo
que dijo y todo el mundo estaba de pie saliendo por la puerta. Se dirigieron en
silencio a la ubicación en
el mapa que los llevaba más cerca de la cabaña. La tensión en el vehículo era
palpable y Hee juró que si
estiraba su mano sería capaz de sentirla en su piel. Después de veinte minutos,
Junjin sacó el auto fuera
de la carretera y condujo hacia los árboles que estaban al borde del bosque.
Detuvo el vehículo tan
lejos como pudo para ocultarlo de la vista.
Junjin se dio la vuelta
para mirar a su compañero.
—Te llamaré tan
pronto como lo tengamos. Tienes que quedarte y protegerlos.
—Como tú digas,
Alfa —respondió Hyesung—. Sólo asegúrate de traer a mi hijo y su compañero de
vuelta.
—Como tú digas, Amor.
—Se inclinó sobre el asiento y lo besó suavemente.
Kangin esperó
fuera del vehículo mientras su padre hablaba con su appa. Su piel moría de
ganas por
cambiar, su lobo
desesperado por salir a cazar. No podía creer lo cerca que estaba de Leeteuk,
podía
sentirlo.
«Angel, estamos llegando. Prepárate.»
Kangin pudo
sentirlo, pero Leeteuk no respondió. Tal vez aún dormía. Lo dejaría tranquilo
durante
unos minutos más,
luego lo presionaría. Lo necesitaba en alerta cuando atacaran.
Hee se bajó del
auto cuando Siwon lo hizo.
—Oye, Siwi. —Él se
dio la vuelta para mirarlo—. Cuídate, ¿de acuerdo?
La sonrisa de Siwon
fue lenta y deliberada.
—Suenas un poco
preocupado, Heechul.
—Por supuesto que
estoy preocupado. Teukkie los necesita a todos ustedes para protegerlo, así que
no dejes que te
maten. Podría dejarlo vulnerable. —Hee lo miró fijamente.
—¿Esa es la única
razón por la que quieres que tenga cuidado? —Su voz fue baja y suave como
terciopelo.
Hee tuvo que
sacudir la cabeza para despejar la niebla.
—No, hay otra
razón —susurró. Torció el dedo haciéndole señas para que se adelantara. Él se
inclinó
para que pudiera
susurrarle al oído—. Te acuerdas de Matty, ¿verdad? ¿Ese guapo enfermero que me
ayudó?
Bueno,todavía no sabes si él cambió mi nombre. —Hee no pudo contener la sonrisa
maliciosa
que se extendió
por su rostro.
—¿Cómo es eso de
si él cambió tu nombre? —gruñó Siwon y podía decir que a él no le iba a gustar
lo que venía.
La respuesta de Hee
fue empezar a cantar “Meet Virginia” mientras subía de nuevo al vehículo. Oyó
el gruñido de Siwon y
le pasó seguro a la puerta justo cuando Siwon se abalanzó sobre él. Lo miró a
través del cristal y le
guiñó un ojo.
—Kim Heechul, ¿qué
le has hecho a ese pobre lobo ahora? —le susurró Donghae a su travieso amigo.
—Sólo le di un
incentivo extra para regresar con vida.
Hongki se esforzó
por escuchar cualquier pequeño ruido que pudo, pero no hubo nada. Ni pasos, ni
una tos, risa o
respiración, y ningún latido cardíaco. Jihoon los había dejado solos. Bueno,
era más
tonto de lo que
parecía, decidió. Se inclinó y gentilmente pero con firmeza sacudió a Teukkie.
—Teukkie,
despierta, tenemos que largarnos extremadamente rápido.
Teukkie se sentó
aturdido.
—¿Qué?
—Jihoon y su
mini-yo no están aquí. Escuché salir el vehículo hace poco y pensé que uno de
ellos
había quedado
atrás, pero no hay nadie aquí. Nos largaremos de aquí ahora.
—¿Cómo? —preguntó Teukkie.
Repentinamente,
donde Hongki Lee estaba una vez, un lobo de tamaño mediano gris y blanco se
sentaba. El lobo
sacó sus patas de las esposas y luego Hongki cambió de nuevo. Ahora había un
Hongki muy desnudo
sentado frente a Teukkie.
—Siento lo de la
ropa, riesgos del cambio.
—No es gran cosa
—dijo Teukkie tratando de ser lo más indiferente posible.
Observó mientras Hongki
comenzó a registrar la habitación, presumiendo por algo para forzar la
cerradura de las
esposas. Cuando no pudo encontrar nada volvió y examinó la silla a la que
estaba
esposado.
—Bien, voy a
tratar de romper la estructura —le dijo. Teukkie lucía un poco escéptico—. Oye,
hombre lobo, ¿recuerdas? —dijo Hongki, un poco ofendido.
—Mi error —dijo Teukkie,
levantando sus manos en señal de rendición.
Hongki agarró la
silla donde las patas delanteras se reunían con el travesaño del marco y tiró
con todo
lo que tenía. Al
principio no creía que fuera a funcionar, pero luego sintió la madera ceder y
luego
agrietarse. El
marco se rompió.
—Genial —dijo Teukkie,
impresionado por la fuerza de Hongki.
Fue capaz de
deslizar la esposa enseguida por el extremo roto de la barra transversal.
Teukkie se levantó
y se estiró, incapaz de creer que fuera libre… más o menos.
Hongki tomó su
mano.
—Vamos, tenemos
que llegar lo más lejos posible. Una vez que estén de vuelta serán capaces de
rastrearnos así
que tenemos que correr en círculos y luego tratar de encontrar un poco de agua
para
ocultar nuestro
olor.
Teukkie asintió.
—Está bien, doc.
Vamos a hacer esto.
Hongki se detuvo
un momento.
—Teukkie, de
verdad lo siento.
Teukkie levantó
una mano para detenerlo.
—Guárdatelo, sólo
consigamos sacar nuestros traseros de aquí. Nos ocuparemos del resto más
tarde, ¿de
acuerdo?
Se tomaron de las
manos, mientras atravesaban la cabaña lo más silenciosamente posible, mirando
a su alrededor
constantemente para asegurarse de que realmente estaban solas. Tan pronto como
estuvieron seguros,
fueron directamente a la puerta principal.
Una vez más,
salieron sigilosamente. Hongki tomó una profunda respiración, olfateando el
aire.
—No están aquí.
Vámonos. —Con eso empujó a Teukkie al porche adentrándose hacia la noche.
Corrieron
arduamente y rápido a través de los árboles. Teukkie no sabía cómo Hongki podía
ver, pero
se alegró de que
pudiera, porque de lo contrario él estaría íntimamente familiarizado con uno de
estos
adorables árboles
por los que pasaban rápidamente.
Teukkie estaba
tratando fuertemente de mantenerse en pie, pero Hongki estaba haciéndolo muy
difícil. Justo cuando lograban un ritmo Hongki haría una curva cerrada, lo que
le hacía tropezar unos pasos antes de conseguir el equilibrio de nuevo. Esto
continuó durante lo que pareció horas, pero probablemente no fue más de 30
minutos y luego finalmente encontraron un arroyo. Hongki ni siquiera dudó
mientras corría directamente allí.
Sin detenerse metió
a Teukkie en el agua fría. La respiración de Teukkie se atascó cuando la
frialdad pareció filtrarse en sus huesos. Hongki nunca redujo la marcha. De
repente, Teukkie se dobló cuando el dolor atravesó su cuerpo.
—Teukkie, ¿estás
bien? —preguntó Hongki mientras impedía que Teukkie cayera de cabeza en el
arroyo.
—No lo sé. Es
difícil respirar, el dolor es tan intenso. —Trató desesperadamente de arrastrar
aire esforzando sus pulmones. Sintió a Kangin removerse en su mente.
«Leeteuk, puedo sentir que estás dolorido. ¿Estás bien? Estamos en
el bosque de camino a la cabaña.»
Teukkie no pudo
contener el sollozo de alivio que salió. Él estaba aquí. Kangin estaba aquí y
lo rescataría.
«Ya no estamos en la cabaña. Jihoon y el otro lobo salieron, nos
escapamos» le dijo Teukkie.
«¿Dónde estás? ¿A qué distancia de la cabaña están?»
—Hongki, Kangin
quiere saber a qué distancia de la cabaña estamos —le dijo Teukkie al doctor.
Hongki miró en la
dirección que acababan de venir.
—Probablemente a
unos tres kilómetros al este. No lo suficientemente lejos. ¿Por qué?
—Ellos están aquí
en el bosque por nosotros.
«Kangin, él dice que estamos a unos tres kilómetros al este de la
cabaña.
¿Qué tan lejos estás?»
Justo en ese
momento se oyó un estridente aullido enojado en dirección de la cabaña.
—Están de regreso.
—Hongki agarró la mano de Teukkie y empezó a correr de nuevo—. Tenemos que ir
más lejos. Una vez en su forma de lobo serán capaces de correr rápido.
«Kangin, Jihoon está de vuelta en la cabaña. ¿Dónde estás?» Teukkie sabía que su voz sonaba temblorosa, incluso si estaba en su
mente.
«Estamos a un kilometro y medio de la cabaña. Dile a Hongki que
tenemos un auto estacionado a tres kilómetros al oeste de la cabaña.»
Teukkie estaba
tratando de nuevo de mantenerse en pie mientras corrían a través del arroyo. El
nivel del agua cambiaba constantemente y hacía difícil mantener el equilibrio.
—Kangin dijo que
tienen un auto estacionado a tres kilómetros al oeste de la cabaña.
Ante sus palabras Hongki
cambió de dirección y se arrastró fuera del arroyo, llevando a Teukkie detrás
de él.
Se detuvieron
brevemente y observó como Hongki levantó la nariz en el aire y respiró hondo,
luego maldijo en voz baja. Escuchó el susurro y crujido de las hojas, y sabía
por qué Hongki estaba maldiciendo.
Jihoon los había
encontrado. Sin pensarlo soltó a Hongki y echó a correr. Lo escuchó gritar su nombre,
pero no se detuvo. No podía parar. Todo lo que podía pensar era que no había
manera de que fuera a estar a merced de Jihoon de nuevo. Prefería morir antes
que pasar por eso otra vez.
Hongki observó
mientras Teukkie corría, luego se dio la vuelta hacia donde podía escuchar a Jihoon
corriendo. Tomó
una decisión entonces. Había metido a Teukkie en esto y haría cualquier cosa
que
pudiera para
sacarlo de ello. Cambió a su forma de lobo y esperó a Jihoon quien venía a través
del
bosque.
Él se detuvo justo
al borde del arroyo, y su forma de lobo era enorme, mucho más grande que Hongki. Le gruñó,
mostrando sus dientes. Recordó cómo había maltratado a Teukkie, cómo se había
forzado a entrar en él, y
eso alimentó su ira. Vio como Jihoon dio un par de pasos hacia atrás y luego
saltó. Pasando el arroyo
sin ningún problema y aterrizó a varios metros de él.
Empezaron a dar
vueltas entre sí, en busca de una apertura. Hongki sabía que no tenía
comparación
con Jihoon en
tamaño, pero era rápido.
Si pudiera
mantenerlo distraído para que así Teukkie pudiera llegar al auto, podría ser
suficiente. Jihoon dio un paso y
gruñó y chasqueó los dientes contra él. Se lanzó hacia adelante, sabiendo que
su audacia lo tomaría por
sorpresa.
Estuvo en lo
cierto. Fue hacia abajo y se aferró a una de sus piernas. Hongki escuchó a Jihoon
ladrar y luego sintió sus
dientes enganchándose en su costado. Retorció su cuerpo, dejando ir su pierna y
rodó para salir de su
mordedura. Continuó rodando hasta que estuvo en cuatro patas de nuevo.
Jihoon trató de
lanzarse por él antes de que pudiera enderezarse, pero saltó a un lado. Estuvo
tan cerca que sintió el aire
de su mordedura rozar su pelaje. Él se dio la vuelta más rápido de lo que
hubiera pensado que podría
en un lobo de su tamaño y agarró su pierna trasera derecha antes de que pudiera moverse. Sintió un
chasquido y dejó escapar un gemido fuerte.
Jihoon soltó la
pierna y se alejó. Estaba burlándose de él. Sabía que nunca podría derrotarlo. Hongki
dejó escapar un gemido
mientras trataba de poner el peso en la extremidad rota. Jihoon levantó el
labio superior en una
mueca y se lanzó de nuevo. Trató de saltar fuera del camino, pero su peso se
movió de manera desigual y Jihoon
fue capaz de agarrar la pierna trasera izquierda. Se retorció y giró, tratando
desesperadamente de salir del agarre de la muerte que tenía en él.
Volvió a sentir un
chasquido y el dolor corrió por su pierna hasta su columna vertebral. Ahora se
daba cuenta que no
tenía intención de matarle, sólo lo quería inmóvil.
Hongki se recostó
en el suelo, su cuerpo agitado, sus dos piernas rotas yaciendo inútiles. Comenzó
a arrastrarse
hacia adelante con las piernas delanteras. Jihoon hundió sus dientes en su
cuello y apretó. Él no lo rompió,
pero mientras el mundo a su alrededor se nublaba, se dio cuenta que estaba
cortando su aire, y
entonces todo se volvió negro.
Teukkie corrió a
ciegas, con los brazos echados hacia delante, tratando desesperadamente de
impedir
irse de cara
contra un árbol. Se sintió horrible al dejar a Hongki pero la idea de Jihoon
poniendo sus
manos sobre él era
demasiado.
Tropezó con la
rama de un árbol caído, cayendo hacia delante, pero se aguantó con sus manos.
Se
levantó de nuevo y
comenzó a avanzar sin molestarse en desempolvar sus manos.
«¡Kangin! Jihoon nos encontró. Me asusté y salí corriendo y dejé
atrás a Hongki. No sé dónde estoy.»
Teukkie contactó
con él, con la esperanza de que tal vez estuviera cerca.
«Lo estamos rastreando. Acabamos de pasar la cabaña hace
aproximadamente un kilómetro y medio. Sigue corriendo, Leeteuk. Te encontraré.»
Teukkie asintió y luego
recordó que no podía verlo.
«Por favor, date prisa.»
Teukkie escuchó un
aullido no muy lejos detrás de él.
«Está cada vez más cerca.»
Teukkie siguió
corriendo, pero cayó al suelo cuando el dolor que se hacía más intenso sacudió
su cuerpo. Se puso de lado,
mordiéndose el interior de la mejilla para no gritar.
«Angel, ¿qué es? Puedo sentir tu dolor.»
«El dolor está empeorando. Lo que está pasando con mi cuerpo, es
cada vez peor.»
Teukkie cerró los ojos y trató de tomar
respiraciones lentas y profundas. Empujando más allá del dolor, giró sobre sus
manos y rodillas y comenzó
a gatear.
Si arrastrarse era
todo lo que podía hacer por el momento entonces que así sea, pero no sólo se
quedaría allí en
el suelo, esperando a que Jihoon llegara y lo hiciera jirones.
Desafortunadamente, él
no llegó muy lejos
antes de que escuchara un gruñido detrás. Volvió la cabeza y por supuesto un
enorme lobo negro y gris
estaba allí. Su cabeza estaba baja, todo el pelaje en su amplio cuerpo parecía
estar de punta.
Teukkie se volvió,
no queriendo darle la espalda y cayó sobre su trasero. Comenzó a tratar de
deslizarse hacia atrás
alejándose de Jihoon cuando comenzó a avanzar hacia él.
Oh~ no!!! Tukkie~ jum~ ahora si se lo chupo la bruja...o el lobo malo! Ay no!!!
ResponderEliminarJajajajajja ese Hee es malo!!! Jajajaja pero ya quiero que le salgan las marcas dw Siwonshis ~ awww~~
Bueno....Hee sí que sabe dar insentivos para que Siwon regrese sano y salvo...o al menos solo a salvo,dependiendo de como terminen las cosas con ese loco.
ResponderEliminarBueno,al doctor gracias por la ayuda y querer salvar a Teuk...se le agradece el esfuerzo.
Ese loco ya encontro a Teuk,esperemos los chicos lleguen de una vez.....*0*