—¿Por qué haces esto?
—le preguntó, con la esperanza de tal vez distraerlo—. ¿Por qué me quieres,
cuando sabes que
no soy tu verdadero compañero?
Teukkie chilló
cuando, de repente, ya no había un gran lobo ante él, sino un hombre desnudo en
su lugar.
—¿Tienes alguna
idea de lo que se siente estar solo? ¿Estar vacío por dentro y sentir que estás
siendo
consumido por
ello? Es por eso que estoy haciendo esto. Necesito una pareja. Hay tan pocas y Kangin
todavía es un
cachorro. Él tiene un montón de tiempo antes de que la oscuridad comience a
volverlo loco.
Pero yo, soy
viejo. Necesito una pareja.
Teukkie mantuvo
los ojos bien puestos en su rostro mientras le escuchaba. Podía ver el dolor en
su cara, pero después de lo
que le había hecho no sentía pena por él.
—Tienes que darte
cuenta ya que no voy a hacer que la oscuridad desaparezca para ti. Tiene que
saber que sólo tu
verdadero compañero puede hacer eso —intentó razonar.
—Será mejor una
vez que nos apareemos. Eso nos hará uno y luego la locura será contenida.
—Jihoon, eso no va
a suceder. ¡Yo no soy tuyo! Nunca seré tuyo.
Jihoon se abalanzó
hacia él, empujándolo sobre su espalda. Él agarró sus manos y las empujó hacia
el
suelo mientras se
inclinaba hacia delante poniendo su nariz contra su cuello. Teukkie gimió por
su
cercanía, odiando
la sensación de su piel contra la suya.
—Ya ni siquiera
hueles como él —gruñó—. Hueles a mí. ¿De verdad crees que te va a querer una
vez
que huela a otro
lobo sobre ti?
Teukkie miró
directamente a los ojos de Jihoon.
Jihoon rugió ante
su audacia, pero no retrocedió. Él tomó sus manos y las levantó sobre su
cabeza,
sosteniendo ambas
muñecas con una de sus manos. Con su mano libre lo agarró de la barbilla,
manteniendo su
cara en el lugar mientras se inclinaba hacia adelante.
Teukkie se dio
cuenta que iba a tratar de besarlo y comenzó a golpear salvajemente. Él la
sostuvo con
más fuerza, se
estremeció por el dolor de sus muñecas. Agarró su cara más fuerte mientras sus
labios
brutalmente
bajaban hacia los suyos. Retorció su cuerpo tratando de quitarse de encima a Jihoon
pero era demasiado
grande. Antes de que pudiera apartar sus labios, Teukkie abrió su boca y lo
mordió con fuerza.
Jihoon rugió
cuando le soltó la boca. Mirándolo penetrantemente, Teukkie se estremeció ante
la
mirada feroz en
sus ojos.
—¿Será así,
entonces? —le preguntó mientras echaba su mano hacia atrás. Teukkie se dio
cuenta que
iba a pegarle y
trató de quitar la cabeza del camino. Cerró los ojos, esperando el golpe. Nunca
llegó.
En cambio, el peso
que era Jihoon había desaparecido repentinamente cuando fue arrojado de su
cuerpo.
Teukkie abrió los
ojos para ver a Kangin inclinado sobre él.
—¿Kangin? —susurró
su nombre mientras las lágrimas comenzaban a rodar por su rostro.
—Estoy aquí, amor.
—Kangin se estiró por él, pero se detuvo cuando gritó de dolor.
—Se está poniendo
peor —dijo entre los dientes apretados.
—Vamos a sacarte
de aquí tan pronto como los demás nos alcancen. — Kangin se interrumpió cuando sintió los dientes
hundiéndose en su brazo. Él gruñó en voz alta y se volvió hacia Jihoon. Se
abalanzó sobre él y cambió
en medio del aire.
—¡Kangin! —gritó Teukkie
mientras veía a los dos grandes lobos chocando en el aire. Sonidos de rugidos, gruñidos y dientes
chasqueando llenaban el aire. Teukkie se irguió para poder ver la batalla que
se desencadenó ante él.
Se quedó sin aliento cuando vio a Jihoon agarrar el costado de Kangin, pero no debió tener un
agarre firme porque Kangin se escabulló.
Estaba tan
fascinado con observar a Kangin y Jihoon que no se dio cuenta de los otros
cinco lobos que lentamente se
acercaban sigilosamente hacia él. Se sobresaltó cuando sintió una nariz fría
tocando su brazo. Fue entonces
cuando se dio cuenta de que Siwon llevaba a Hongki en su forma de lobo.
—Siwon, ¿está vivo?
—Lo está. Tiene
las dos piernas rotas, pero creo que esas son sus únicas lesiones —le dijo Siwon—,
Teukkie, vamos a
llevarte hasta el auto que está esperando con tu madre y tus amigos. ¿Puedes
caminar?
—No voy a dejar a Kangin
—dijo con firmeza.
El más grande de
los cinco lobos le gruñó bajo. Él lo miró y supo que tenía que ser Junjin. La
energía
fluyendo de él era
inconfundible.
—No lo voy a
dejar, Junjin. Puedes gruñir y rugir todo lo que quieee… — Teukkie no pudo
terminar
cuando agarró su
estómago y trató de respirar a través del dolor.
Siwon miró hacia Junjin.
—Permíteme
ayudarlo a terminar esto. Sería más rápido y podremos sacarlo de aquí.
Junjin sacudió su
gran cabeza de lobo una vez y gruñó. Teukkie decidió que debía de ser un no.
Todos ellos voltearon de
golpe sus cabezas de vuelta a la lucha cuando hubo un fuerte aullido.
Teukkie no podía
creer la cantidad de sangre apelmazada en el pelaje de Kangin, estaba en todas
partes. Se tapó la
boca para no gritar. Seguramente no era toda su sangre, oró porque no fuera
toda
suya.
Vio como Kangin
saltó hacia adelante y se enganchó a Jihoon brevemente, luego dándole a su
cabeza
un rápido tirón,
lo vio rasgar la piel y carne mientras más sangre se derramaba de Jihoon.
Mientras él seguía
mirando, con ganas de volverse, pero no siendo capaz de apartar los ojos, se dio
cuenta que cada
vez que Kangin se lanzaba hacia delante, literalmente, tomaba otro bocado de Jihoon.
Había agujeros en
todo el cuerpo de Jihoon y la sangre se derramaba de él. Él se estaba
debilitando por la pérdida de
sangre y lo vio tropezar. Kangin se aprovechó del momento de debilidad de Jihoon.
Se lanzó, aterrizando
sobre su espalda y hundió los dientes en su cuello.
Vio como Kangin
comenzó a agitar su cabeza una y otra vez como un cachorro con un nuevo juguete
para masticar y luego
escuchó un fuerte chasquido. El cuerpo de Jihoon quedó inerte en las mandíbulas
de Kangin. Teukkie se
dio cuenta que le había roto el cuello al lobo.
Kangin dejó caer
el cuerpo sin vida y echó la cabeza hacia atrás y aulló. Teukkie se estremeció
cuando los otros cinco
lobos e incluso Siwon en su forma humana aullaron por la victoria con él.
Cuando los aullidos cesaron Teukkie
añadió su propio aullido, pero el suyo era de dolor cuando una vez más se doblaba por el
mismo. Sólo que esta vez el dolor era demasiado. Contuvo el aliento y sintió
que las lágrimas se
filtraban de sus ojos justo antes de desmayarse.
Kangin estaba de
nuevo en su forma humana en cuanto oyó el grito lleno de dolor de Leeteuk. Corrió
a su lado justo
cuando él perdió el conocimiento. Al notar los moretones en su cara y las
marcas de
dientes en su
cuello, casi perdió su control apenas contenido. Alargó la mano hacia su
cuerpo, tirando
de él en sus
brazos, y se levantó. Se volvió para mirar a su padre, quien todavía estaba en
su forma
de lobo.
—Sin importar la
parte de el doctor Lee en esto, ahora lo necesitamos. Tenemos que saber cómo
sanar a mi angel.
Junjin dio un
pequeño resoplido y Kangin tomó eso como significando que su padre no tomaría
ninguna acción
hacia el doctor… aún.
Cuando Kangin, Siwon,
y los cinco lobos se acercaron al vehículo su mirada se fijó en la de Sora.
Ella corrió hacia
adelante, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, hundiéndose en el
suelo cuando Kangin bajó el
cuerpo de Leeteuk. Él ayudó a Sora a recostar la cabeza de Leeteuk en su regazo
y luego rápidamente tomó
un par de pantalones de chándal que su appa estaba entregando a cada uno de los lobos.
—Está bien, chicos.
Todos ellos están decentes —anunció Hyesung.
Hee y Donghae
dieron la vuelta por el otro lado del vehículo y se apresuraron al lado de Leeteuk.
Los
dos chicas estaban
llorando mientras miraban a su amigo, asegurándose de que estaba vivo y
realmente aquí. Tomó todo en
Kangin evitar tomarlo de Sora y mantenerlo cerca de él para poder asegurarse
por su cuenta y a su
lobo de que estaba a salvo.
Kangin se volvió
hacia su padre mientras Junjin acercaba.
—Necesitamos a el
doctor Lee despierto.
—Voy a forzarlo a
cambiar una vez que estemos de vuelta en el hotel. Entonces nos puede decir lo
que tenemos que hacer
para que Teukkie mejore.
Kangin vio como
uno de los lobos que había cambiado y ahora llevaba unos pantalones de chándal
se
acercaba a Sora. Kangin
no pudo evitar el gruñido que salió de su pecho. Kangta levantó la vista al oír el gruñido.
—Él es mi hijo
también.
—Lo entiendo. No
lo toques mientras lo revisas. Sé que quieres asegurarte que está bien, pero
ningún
macho va a tocarlo.
—La voz de Kangin era letal cuando emitió la orden.
Kangta asintió en
reconocimiento a la solicitud de Kangin mientras se arrodillaba junto a Sora.
Junjin le dio a
todos unos minutos más antes de que anunciara que había que volver al hotel.
—Kangta —dijo Junjin,
volviéndose hacia el otro Alfa—. Puedes volver al hotel, pero yo te pediría que
tus otros lobos se mantengan alejados. Kangin no estará cómodo con otros lobos
alrededor de Teukkie en estos momentos. Como están las cosas, él está a punto
de perder el control.
Kangta accedió a
esto y le dijo que se reuniría con ellos en el hotel después de que acomodara a
sus lobos.
Kangin se acercó a
Sora y se arrodilló.
—¿Puedo tomarlo, Sora?
Sora miró como Kangin
temblaba por la necesidad de estar cerca de su compañero. Sora levantó
suavemente la
cabeza de Teukkie. Kangin lo llevó a la camioneta, sin esperar a nadie, y subió
con él
en su regazo. Bajó
la vista hacia su cara, alejando el cabello de su una vez pálida mejilla ahora
empañada por una
contusión, y se extendió por su mente.
«Mi Ángel, ¿puedes oírme?»
Kangin continuó
deslizando sus dedos por la mejilla mientras esperaba su respuesta.
«Me duele, Kangin.» La voz de Leeteuk
fue suave en su mente.
«Vamos a hacer que te sientas mejor. ¿Puedes abrir los ojos para mí,
amor?»
Vio como poco a
poco sus ojos comenzaron a revolotear y se abrieron. Él lo protegió con su gran
cuerpo, no
queriendo que nadie más viera que estaba despierto, necesitando de unos
momentos de
toda Leeteuk para
él. Se inclinó y lo besó en los labios suavemente y susurró:
—No te muevas
ahora, déjeme que te vea.
—Alguien tendría
que sacarme a la fuerza de tus brazos, Kangin —susurró con una pequeña sonrisa,
que rápidamente se
convirtió en una mueca mientras su cuerpo se estremecía.
El corazón de Kangin
se apretó cuando vio el dolor llenar sus ojos, odiando no poder hacer nada por él.
—Sólo descansa, mi
amor.
Leeteuk cerró los
ojos y Kangin lo acercó a su cuerpo, compartiendo su calor con él.
Así como llegaron
a los bosques en silencio, su viaje de regreso al hotel fue igual de
silencioso.
Hyesung extendió
una manta sobre la forma de lobo del doctor Lee recostado en una de las camas
del hotel. Junjin,
Kangin, y Sora se inclinaron hacia él mientras lo observaban empezar a cambiar
de
nuevo a su piel
humana.
Hee y Donghae se
sentaron en la otra cama, junto a la figura de Teukkie tendida sobre su dorso y
Siwon se apoyó
contra la pared de atrás, con los brazos cruzados sobre el pecho, viéndose aún
más
sombrío si eso
fuera posible.
Hongki parpadeó
varias veces mientras sus ojos se abrían. No sabía dónde estaba, sólo sabía que
él ya
no estaba en el
bosque, y estaba vivo.
—Hongki Lee,
necesitamos tu ayuda —oyó que una voz que le decía.
Comenzó a
incorporarse. El brazo y la pierna que habían sido rotos habían curado durante
su cambio,
pero seguían
rígidos y todavía le dolían. Sintió la tela caliente contra su piel. Al darse
cuenta de que era una manta que
cubría su muy desnudo ser, se aferró a ella mientras se incorporaba plenamente
a ver la habitación
llena de rostros mirando fijamente en él. Comenzó a reconocer las caras y luego
todo lo que había sucedido
se apresuró dentro.
—¿Dónde está Teukkie
¿Está bien? ¿Jihoon está aún vivo? —Las preguntas fluyeron de su boca como el agua de un grifo,
mientras sus ojos se movían de persona a persona.
Fue Kangin quien
le respondió.
—Teukkie está vivo,
pero con un dolor intenso. Por favor dígame cómo curarlo.
—El necesita
sangre —le dijo Hongki.
—El ya ha tenido
sangre. —La voz de Kangin era mortal—. Jihoon forzó su sangre en él, y no está
mejor.
—No sólo la sangre
de cualquiera, Kangin. Necesita tu sangre, la sangre de su compañero.
Kangin se acercó a
la cama a medida que la esperanza comenzaba a avanzar lentamente su camino a
su corazón.
—¿Estás seguro?
—preguntó.
—Científicamente,
no, no lo estoy. Pero Kangin, somos hombres lobo, la ciencia no nos puede
explicar. En mi interior sé
que es tu sangre lo que necesita. No creo que una mordida funcione, ya que ha
pasado demasiado tiempo y
su cuerpo poco a poco ha estado atacándose el mismo. El probablemente tendrá que morderte
varias veces durante el período de unos cuantos días.
Kangin se volvió
hacia su appa.
—Consíguele algo
de ropa, por favor.
Hyesung le trajo a
Hongki unos pantalones de chándal y una camiseta y todos los machos salieron
de la habitación. Sora
y Hyesung ayudaron a Hongki a vestirse. Aunque sus huesos rotos se habían
reparado
gradualmente cuando cambió, su cuerpo todavía estaba muy rígido y dolorido.
Nadie habló
mientras Hongki se
vestía.
Hyesung abrió las
puertas y dejó a los lobos entrar de nuevo. Kangin caminó al lado de Leeteuk y
lo
miró en silencio.
Todo el mundo en la sala esperó, observando para ver lo que iba a hacer. Kangin
tomó una decisión.
—Todo el mundo,
por favor váyase —pidió sin apartar los ojos de su compañero—. El no querría
que nadie observara esto.
Sin decir una
palabra, la habitación quedó vacía y tan pronto como Kangin oyó el clic de la
puerta, se
sentó junto a Leeteuk
en la cama.
—Angel, ¿puedes
despertar para mí?
Leeteuk volvió la
cabeza en la dirección de la voz de Kangin. Sus ojos se abrieron.
—¿Estoy realmente
aquí? ¿Está realmente conmigo?
—Sí y sí
—respondió él mientras yacía a su lado.
Leeteuk extendió
su mano para tocarle la cara, pero se retiró por el dolor. Kangin acarició suavemente
su rostro cuando volvió la cara para mirarlo.
—El doctor Lee
dice que necesitas mi sangre, que vas a tener que morderme varias veces con el
fin de sanar completamente. —Kangin hizo una pausa antes de continuar—. ¿Crees
que puedas manejar el morderme o sería demasiado ya que fuiste forzada antes?
—Su voz se hizo más y más suave, mientras hablaba, sus párpados oscurecían sus
ojos y sus labios sostenían una línea apretada.
—Kangin, yo no
mordí a Jihoon. Él se mordió a sí mismo y derramó su sangre en mi boca.
Morderte será raro, pero no debido a Jihoon. —Su boca se alzó ligeramente
mientras trataba de tranquilizarlo, pero no debe de haber sido exitosa porque
él todavía se veía afectado. —Kangin, dime qué
hacer. A menos —dijo, apartando la mirada de él mientras su voz temblaba—,
a menos que no
quieres que te muerda.
Kangin gruñó.
—¿Por qué no
querría que mi compañero me muerda, para tomar mi sangre?
Teukkie se
estremeció ante la furia que escuchó en su voz.
—Porque he tenido
su sangre, porque él me deshonró —sollozó.
Kangin comenzó a
envolver sus brazos a su alrededor, pero cuando sus manos tocaron su espalda,
Leeteuk gritó de dolor.
Las cejas de Kangin
se elevaron mientras alejaba sus brazos.
—¿Qué es? ¿Dónde
te duele, amor?
Los ojos de Leeteuk
cayeron mientras sus labios temblaban.
—Él arañó mi
espalda cuando vio mis marcas —susurró.
Kangin gentilmente
lo jaló hacia adelante para que así estuviera descansando sobre su estómago. Él
comenzó a levantar
el dobladillo de su camiseta.
—Seré gentil —le
dijo, su voz apretada y tensa. Mientras él continuaba tirando de su camiseta
hacia
arriba, revelando
más y más de su piel, finalmente vio los enfadados cortes rojos que enturbiaban
su
hermoso cuerpo.
Ellos descendían
desde su cuello hasta mitad de su espalda. Kangin no pudo detener el bajo
gruñido que retumbó en su
pecho a la vista de la hermosa piel de su compañero tan furiosamente
desgarrada.
—Su muerte fue muy
misericordiosa para el dolor que te causó. —Su voz tembló, exponiendo su
profundo dolor por
él. Kangin se inclinó hacia adelante y besó suavemente las heridas de su
espalda y
cuello. Tirándolo
atrás y bajándole la camiseta lo ayudó a recostarse en su lado.
—Quiero que tomes
mi sangre. Soy tu compañero. Tomarás mi sangre para que así puedas ponerte
mejor y luego la
tomarás para que así podamos completar los Ritos de Sangre.
Kangin inclinó su
cabeza hacia atrás, desnudando su cuello a Teukkie.
—Tus instintos te
deberían ayudar, amor. Sólo cierra tus ojos y muerde.
Teukkie miró el
cuello de Kangin, su hermosa piel lisa y las marcas que corrían a través de él.
No podía creer que fuera
hacer esto, pero tenía tanto dolor que ya no le importaba.
Hizo lo que Kangin
le dijo y cerró sus ojos. Se escabulló más cerca de él, inclinándose hacia
adelante y tocando suavemente
sus labios en el cuello de Kangin. Él le besó una vez antes de separar sus
labios y presionar su boca
hacia abajo.
Mientras sus
dientes comenzaban a aplicar presión a su piel, para su sorpresa, sintió a sus
incisivos
alargarse y luego
fue capaz de perforar la piel de él con casi ninguna resistencia.
Apretó sus ojos
con fuerza mientras el sabor de la sangre de Kangin golpeaba su lengua. En
lugar del
sabor metálico que
había estado esperando hubo casi una picante cualidad en la sangre de Kangin.
Sintió que él le
jaló más apretado contra él y Leeteuk apretó su boca mientras continuaba
tragando
su sangre. Debería
haberle asqueado y asustado, pero en su lugar se sentía bien.
Kangin cerró sus
ojos mientras sentía la boca de Leeteuk en su cuello. Su cuerpo se puso
brevemente rígido mientras sentía los dientes hundirse en su carne. No podía
describir las sensaciones moviéndose dentro con el tirón de su boca si lo
quisiera hacer. Era algo tan privado y especial entre compañeros.
Él lo dejó
continuar tomando de su sangre por varios minutos. Cuando pensó que había
obtenido suficiente por esta vez, él llego a su mente. Los pensamientos que
encontró ahí le dieron pausa antes de que finalmente le hablara.
«Amor, es suficiente por ahora. Tienes que parar.»
Teukkie separó
lentamente su boca del cuello de Kangin. Parpadeó varias veces mientras el
rostro de Kangin volvía despacio a entrar en su foco. La respiración de él
quedó atascada cuando vio los dientes de Leeteuk. Levantó el labio superior de Leeteuk
para mirar los incisivos que se habían alargado.
—Interesante
—murmuró. Mientras sacaba su mano, los observó retraerse.
—Eso fue… —Teukkie
se pausó mientras tragaba y recuperaba su aliento— intenso.
Kangin le sonrió, frotando
sus manos arriba y abajo por su espalda.
—Eso es decirlo
suavemente, Angel.
Él le miró a los
ojos, disfrutando estando tan cerca de él, una vez más siendo capaz de tocarlo,
olerlo y saborearlo.
—¿Será siempre
así?
Kangin ladeó su
cabeza hacia un lado.
—No lo sé, pero
eres bienvenido a averiguarlo en cualquier momento que quieras. —Él sonrió y se
animó al ver una
pequeña sonrisa en sus labios— . ¿Cómo te sientes? ¿Algo mejor aún?
—El dolor en
realidad se ha aligerado un poco. Aún está ahí pero no me impide respirar.
—¿Crees que puedes
moverte? —le preguntó amablemente.
—Siempre y cuando
no me pidas correr por los árboles de un alocado lobo —se burló él.
Kangin no lo
encontró divertido cuando le gruñó.
—Estoy listo para
llevarte a casa, a Corea. Quiero vincularme a ti, Leeteuk. Quiero completar los
Ritos de Sangre. Si
estás dispuesto, vamos a irnos en avión esta noche.
—¿Pero, y mi mamá?
¿Hee y Donghae?
—Ellos vienen con
nosotros. Mi appa y tu mamá de alguna manera convencieron a sus padres. ¿Crees
que puedes viajar, Angel? —Kangin estaba de verdad esperando que dijera que sí.
Él quería salir de este país. Parecía que aquí sólo cosas malas le sucedían a Leeteuk.
Él lo quería en casa con él, a donde pertenecía.
—Estoy listo para
vincularme a ti, también. Hagamos esto. —Teukkie le guiñó y él sintió ese guiño
hasta su alma.
Kangin se levantó
y comenzó a dirigirse a la puerta.
—Espera, ¿a dónde
vas? —le preguntó.
Se volvió para
mirar su rostro y vio pánico en sus ojos. Se dio cuenta entonces que su
valiente, sarcástico, feroz Angel no había salido de esto indemne.
—Sólo voy a
readmitirlos y decirles que nos vamos. —Se sentó de vuelta en la cama a su
costado y tomó su mano—. ¿Qué pasa, Leeteuk?
El vaciló pero
luego lo miró en los ojos con la barbilla en alto.
—Odio ser débil y
sentirme indefenso, y me niego a tener siempre estas necesidades, pero ahora
mismo la idea de ti donde no puedo verte me aterroriza. Si eso me hace patético
entonces que así sea. —Kangin podría decir que le tomó mucho admitir su temor.
—Nada de lo que me
has dicho podría alguna vez hacerte patético y si crees eso entonces vas a
pensar que estoy
completamente loco, porque nunca te dejaré fuera de mi vista otra vez, ni otro
hombre estará
nunca lo bastante cerca para tocarte.
Teukkie no pudo
detener la pequeña risa que escapó de sus labios.
—¿Por qué
encuentras esto divertido? —preguntó Kangin, verdaderamente confundido por su
respuesta.
—Tú no puedes muy
bien mantener a todo hombre lejos de mí por siempre.
—Si puedo. Soy el
siguiente Alfa en línea. Soy el príncipe de los Lobos Suju de Corea. Si digo
que ellos tienen que estar a
ciento cincuenta metros lejos de ti todo el tiempo, entonces eso es lo que
ellos harán.
La travesura
brilló en los ojos de Leeteuk.
—¿Ciento cincuenta
metros? ¿Estás seguro que eso es suficiente? Tal vez deberías hacerlo, no sé,
varios cientos de metros más. Eso podría ser más razonable.
—¿Te estás
burlando de mí, Angel? —preguntó Kangin con un gruñido bajo.
—Por qué, sí, Kangin.
Lo estoy. ¿Sin embargo, podrías decirlo?
Kangin le frunció
el ceño mientras él sonreía inocentemente, luego lo sorprendió besándolo en la
nariz.
—Me alegra ver que
no has perdido tu sentido del humor.
—Hombre lobo, si
sigues haciendo declaraciones escandalosas como esa entonces mi sentido del
humor sólo mejorará porque me tendré que burlar de ti.
Kangin se paró y
caminó de nuevo hacia la puerta de la habitación del motel y mientras jalaba
para abrirla, dijo lo bastante alto para que todos oyeran:
—Me alegra mucho
estar a tu servicio, Leeteuk.
Teukkie se volvió
rojo brillante mientras todos entraban, sus ojos precipitándose entre los dos.
Ay~ ya todo mas o menos en orden!!! Que alivió ~
ResponderEliminarTukkie tiene colmillos!???
Y Hee, ya esta sintiendo cosas de lobos...porque no apareció!??? Quiero SiChul <3
Esa muerte fue poco dolorosa....ㄱㄱ
ResponderEliminarPero al menos ya no podra hacerle daño a nadie.
Aaaawwww Teuk ha bebido de Kangin....*0*
Y con sus colmillos....le han salidos colmillos....*0*
Que ya se vayan,Teuk es mucha tentación ahí...aunque no sé si en corea sea mejor....ahi hay muchos lobos...pero es el teritorio de junjin,eso debe e ayudar a mantener a Teuk a salvo.
Teuk puede burlarse de Kangin...pero kangin puede sonrijar a Teuk...❤