Donghae examinó las fotos que Zhoumi le
dio, buscando algo que le resultara familiar. Muchas de las entradas de las
cuevas estaban protegidas por la maleza, pero sólo una de ellas era un profundo
agujero que penetraba directamente en el suelo.
En cuanto la vio, recordó… recordó mirar
fijamente por el borde, sabiendo que una vez que bajara por allí, nunca sería
capaz de arrastrarse hacia arriba de nuevo. La bajada era demasiado empinada y
tenía los brazos demasiado débiles por el hambre y la pérdida de sangre.
—Ésta —dijo, dándole la foto a Hyukjae—.
Ésta parece la correcta.
Él asintió con la cabeza, su expresión
severa.
—Necesitaremos un equipo de rapel. Y tú
necesitarás ropa de abrigo. Se acerca un frente frío.
—¿Cuándo nos vamos?
—En cuanto estés listo. Deberías dormir
un poco primero.
No había manera de que fuera capaz de
dormir sabiendo que, cuando despertara, se dirigiría de nuevo a la fuente de
las pesadillas.
—Dormiré en el coche —mintió—. Sólo
quiero acabar con esto.
—Te veré en el garaje en veinte minutos.
Encontrarás todo lo que necesites en el almacén. Te dejaré allí de camino.
Veinte minutos más tarde, tenía una
bolsa de viaje llena con una muda de ropa, artículos de aseo, una pistola
cargada y más balas de repuesto. Se apoyó en la puerta del garaje subterráneo,
observando las grandes zancadas de Hyukjae por el pasillo. Sus
largas piernas se comieron por completo la distancia, y sus brazos se hinchaban
por el peso del equipo que llevaba.
Hyukjae le inspeccionó de arriba a
abajo, sus ojos brillando con respeto.
—Fuiste rápido.
—Es fácil hacer las maletas cuando no
posees nada.
Su impertinente comentario le hizo
fruncir el ceño.
—Arreglaremos eso cuando volvamos.
Deberías tener cosas que te hagan feliz.
—Las cosas no hacen feliz a una persona.-le
dijo Donghae
—A mí me hará feliz verte con ellas.
Intentó imaginárselo sonriendo, y la
única imagen que pudo evocar, fue la de él sonriéndole a Shiyoon, el amor
inundando su mirada. Le habría gustado que Hyukjae le mirara con la mitad de
esa emoción. ¡Diablos, hasta una fugaz sonrisa sería un milagro!
—¿Por qué nunca sonríes? —le preguntó
cuando entraron en el garaje.
—Los demonios vagan por la tierra. La
gente a la que considero mi familia sigue muriendo. Posiblemente no viviré para
ver el verano. ¿Por qué debería sonreír?
La idea de su muerte lo dejó frío. La
voz le salió en un vacilante susurró:
—¿Por qué crees que vas a morir?
—Esas cosas pasan —fue todo lo que dijo.
Donghae estaba seguro de que había más
que eso.
—¿Eso es todo? ¿Esas cosas pasan?
Él abrió las puertas del enorme SUV y
guardó el equipo en la parte de atrás. Cogió la correa de la bolsa de su hombro
y la añadió al montón.
—He vivido mucho tiempo. Y he tenido más
suerte que la mayoría. No puedo envejecer y morir como los humanos, pero puedo
ser asesinado. Eventualmente, lo seré. No es algo de lo que tengas que
preocuparte.
—Por supuesto que voy a preocuparme.
Especialmente cuando hablas así. A mí… me importas.
Su mandíbula se apretó y su mirada se
volvió fría.
—No lo hagas —fue todo lo que dijo, y
luego se dio la vuelta y se puso tras el volante.
Donghae entró y se abrochó el cinturón
de seguridad.
—¿Sabes?, si no te relajas y por lo
menos intentas superar el pasado, vas a estar unido a mí durante mucho tiempo.
—No tienes que preocuparte por eso.
—¿Quieres decir que no tengo que
preocuparme o que no es asunto mío?
—Tómatelo de forma que dejes de hablar
de eso lo antes posible.
Donghae no estaba dispuesto dejarlo
estar. Hyukjae lo trataba con frialdad, pero sólo era porque lo habían herido.
Él había perdido al hombre que amaba. Eso volvería a cualquier persona un poco
frígida. Y si esto tratara sólo de él, podría haber respetado su decisión de
revolcarse en la pena. Pero no era así. El revolcarse le afectaba directamente
a él. Hasta que no terminara con su sufrimiento, iban a estar vinculados, y no
importaba lo maravillosamente ardientes que eran sus besos, ninguno de ellos
quería eso.
—Entiendo que lo amaras.
—Donghae —le advirtió él.
—En mi visión, me pareció que los dos
llevabais juntos algún tiempo pero que él no había tomado aún tu Luceria. ¿Por
qué no?
Un músculo palpitó en su mandíbula y los
nudillos se le pusieron blancos cuando apretó el volante. Al principio, pensó
que no le contestaría, pero le dio tiempo, esperando que el silencio se
ampliara hasta que él no tuviera ninguna otra opción que llenarlo.
—Su madre —dijo entre dientes—. Su madre
lo prohibió. Yo no era lo bastante bueno para Shiyoon, y su madre lo obligó a
esperar con la esperanza de que otro compañero compatible se presentara.
—Nunca ocurrió —adivinó Donghae.
Hyukjae negó con la cabeza.
—No, ocurrió. Dos días antes de que él…
—Se calló y después se aclaró la garganta—. Otro guerrero atravesó la ciudad
donde nos alojábamos. Su añillo reaccionó y la madre de Shiyoon se lo entregó.
—¿Entregó?
—Los derechos eran diferentes, entonces.
La madre de Shiyoon había vivido durante siglos y había seguido las viejas
costumbres. Ella sentía que Shiyoon era de su propiedad y que podía hacer con él
lo que quisiera. Así que lo hizo.
—Shiyoon se escapó y vino a mi casa.
Decidimos unirnos el uno al otro esa noche. Yo no quería esperar, pero él quería
que todo fuera perfecto. Yo lo conocía. Sabía que el voto que me diera sería
para siempre. Él no habría dejado ningún espacio para que su madre nos
separara, más que la muerte.
—Pero fuisteis atacados —dijo Donghae,
recordando la visión—. Él nunca tuvo tiempo de darte ningún juramento.
Él asintió levemente con la cabeza.
—Murió por mi culpa, porque no tuve el
coraje de raptarlo y alejarlo de su autoritaria madre. Quise que ella me
aceptara como a un hijo, que fuéramos una familia. Creía que eso era lo que Shiyoon
quería, así que jugué a ser agradable. Eso le costó a Shiyoon la vida. Si él
hubiera tenido acceso a mi poder, podría haberse defendido. Habría sobrevivido.
Y Hyukjae todavía estaría con él, feliz
como todas las otras parejas Suju.
La pérdida de aquella felicidad era tan
trágica como la muerte de Shiyoon. Y, sin embargo, si hubiera estado vinculado
a otra pareja, Donghae no hubiera tenido el coraje de escoger a cualquiera de
los hombres. Él era el único que podría haber escogido. Todos los demás le
habrían defraudado. Era la falta de esperanza de Hyukjae lo que le había
permitido tener una oportunidad, aunque esa misma falta de esperanza también le
impedía seguir adelante.
Tal vez un hombre como él nunca podría
superar la muerte de la persona que amaba. Tal vez eso era lo que le había
robado la esperanza.
Dejó caer la cabeza contra el respaldo
con frustración. Esta situación parecía imposible, y cuanto más pensaba en ello,
las cosas se ponían peores.
Estaba vinculado a un hombre que estaba
enamorado de un muerto, cuando lo que realmente quería era que lo amara a él.
Donghae se congeló en el asiento cuando
la comprensión despuntó en en su mente.
No. No podía ser cierto. Él no quería su
amor. ¿Qué demonios iba a hacer con Hyukjae, incluso si lo tuviera? Donghae era
fuerte e independiente, y estaba a punto de retomar su vieja vida.
¿No lo era?
¿Importaba siquiera? No había forma de
que un hombre como Hyukjae pudiera amarle alguna vez. No era ninguna belleza
exótica que tuviera un mano a mano con los demonios, armado sólo con una
delgada espada y unos rápidos reflejos.
Lo observó, disfrutando de la vista.
Sabía que no debería mirarlo, pero estaban demasiado cerca para resistirse y
verlo le calmó un poco el miedo que le vibraba en el interior.
En cierta época, se habría considerado a
sí mismo superficial por pensar en tales cosas, pero después de haber visto lo
que él podía hacer en una pelea, se dio cuenta del valor como algo más que un
simple placer para la vista.
Su cuerpo llenaba el espacio, irradiando
calor y energía. Ya no tenía que tocarlo para sentir la reserva de poder que
almacenaba. Éste se tejía a través de la conexión, el conducto ensanchándose
más a cada hora que pasaba.
Se preguntó lo que Hyukjae pensaba, pero
no se atrevió a extender la mano e intentar leer su mente. Era demasiado
íntimo, demasiado intrusivo. Si él le hubiera hecho algo así, se habría
cabreado, por lo que mantuvo la mente para sí mismo como un buen chico, a pesar
de la curiosidad.
—No debes culparte por la muerte de Shiyoon
—dijo—. Si quieres echarle la culpa a alguien, culpa a su madre y aquellas
creencias arcaicas.
—Creo que sería mejor que no habláramos
más de esto.
—Necesito algo que me distraiga de lo
que vamos a hacer. Todavía no puedo creer que me dejara convencer para regresar
a una de esas cuevas. Si los demonios me encuentran y me arrastran a…
—No lo harán. Yo no lo permitiré. —Lo
dijo como si creyera realmente en las palabras, como si pudiera controlar el
resultado a través de su fuerza de voluntad.
—Puede que no seas capaz de detenerlos.
¿Qué pasa si te envenenan otra vez?
—Tú ahora tienes mi poder. Difícilmente
estarás indefenso nunca más.
Cierto. A veces estaba seguro de poder
sentir llegar una nueva habilidad salida de la nada. Leeteuk había tenido
problemas con el aprendizaje del fuego. Sungmin había tenido dificultades para
hacer cualquier cosa por un tiempo. Pero a diferencia de sus hermanos, el
conocimiento parecía estallarle en la cabeza cuando lo necesitaba, como si
hubiera nacido sabiendo qué hacer. Incluso las cosas que realmente nunca había
intentado antes, estaba seguro de poder llevarlas a cabo.
Al menos la confianza no había sido destruida
con el resto de su vida.
Viajaron en silencio durante más de una
hora y el cansancio comenzó a arrastrarlo. No había dormido mucho en días, y
temía que eso frenara los reflejos o le dificultara el juicio. Cerró los ojos,
esperando echarse una siesta, y cayó en un profundo y tranquilo sueño.
El motor del coche se quedó en silencio,
despertando a Donghae con un sobresalto.
—Tranquilo —dijo Hyukjae, poniéndole una
consoladora mano en el muslo—. Todo está bien.
Se había despertado tantas veces con el
terror y la miseria durante el cautiverio, que era difícil recordar que ahora
estaba a salvo. En aquellos breves segundos antes de recordar que era libre, el
cuerpo reaccionaba llenándole el sistema de adrenalina.
El corazón se le aceleró y le resultó
difícil respirar con normalidad. Se centró en el calor de la gran mano de Hyukjae
sobre la pierna, que traspasaba el pantalón vaquero. Era real. Sólido. Él no
iba a dejar que nada le ocurriera.
Despacio, los nervios se relajaron, y
llenó los pulmones de oxígeno para reducir la marcha de la respiración.
—La próxima vez me aseguraré de
despertarte con más suavidad —dijo Hyukjae, mirándolo fijamente, sin moverse.
Aquel comentario envió toda clase de
ideas interesantes a flotar por la cabeza. Su boca era suave. Definitivamente, Hyukjae
podría usarla ventajosamente. No le importaría en absoluto despertarse y
encontrarse con su boca sobre él.
No es que eso fuera a pasar, pero era
agradable imaginárselo, y le dio algo más para ocupar la mente que no tuviera nada
que ver con el miedo.
Estaban aparcados frente a una pequeña
casa, con vecinos tan alejados que apenas los podía ver. El sol estaba bajo en
el cielo, proyectando sombras sobre el fibroso suelo. Había dormido durante
horas, probablemente gracias al efecto calmante que la cercanía de Hyukjae tenía
sobre él.
—¿Dónde estamos? —preguntó.
—Querías visitar a Eunhae. Esta es su
casa.
Sorpresa y alegría se deslizaron a
través de Donghae, calentándolo.
—¿Tú arreglaste esto?
Él encogió unos de sus fuertes hombros y
apartó la mano del muslo.
—Shindong no lo sabe, pero los padres
adoptivos de Eunhae nos esperan.
Estaba tan emocionado de volver a verlo
y sostenerlo cerca. Él era tan precioso, y el hecho de que todavía viviera
después de varias semanas era más que un milagro.
Buscó la manilla de la puerta del coche
y corrió hacia la casa. Hyukjae se deslizó suavemente frente a él, bloqueándole
el paso.
—Hay algo que deberías saber antes de
que entremos.
¿Le pasaba algo malo a Eunhae? ¿Estaba
enfermo o moribundo como todos los otros bebes medio Sasaengs?
El miedo se asentó en el estómago, frío
y duro. No estaba seguro de querer saberlo.
—¿Qué?
—Él no crece con normalidad.
Donghae lo agarró del brazo para no
caerse. Esto no podía estar pasando, no después de que él hubiera vencido los
obstáculos y sobreviviera.
La negación salió en defensa de Eunhae,
protegiendo a Donghae de sus peores temores.
—No pueden saberlo aún. Sólo tiene unas
semanas. No hay forma de que puedan decir que no crece. Denle tiempo.
La mano de Hyukjae le alisó el pelo en
una caricia consoladora.
—No es eso. Él crece, pero lo hace
demasiado rápido. Ya no es el bebé que recuerdas. No quiero que te sorprendas
cuando lo veas.
—¿Es demasiado grande?
Hyukjae asintió con la cabeza,
apoyándole las manos en los hombros.
—Estoy seguro que tiene exactamente el
tamaño que se supone que debe tener, pero no es normal para un humano. Es
posible que haya sido alterado de alguna manera para que crezca rápido, o
simplemente puede ser un efecto secundario de su ascendencia.
Mientras Hyukjae lo tocara, el miedo por
Eunhae era manejable. Había algo sobre estar cerca de Hyukjae que hacía que las
cosas malas no parecieran tan malas.
Asintió con comprensión y luego le cogió
la mano, entrelazando los dedos con los suyos. Tenía que ser fuerte por Eunhae,
y si eso significaba adherirse a Hyukjae como un colegial enfermo de amor,
entonces eso es lo que haría.
—Quiero verlo, pero no podemos quedarnos
mucho tiempo. Casi ha anochecido. No atraeré ningún peligro hacia él.
Minwoo pasó todo el día hidratándose y
descansando al sol, absorbiendo tanto como podía. Éste se hundía en las
células, reanimándolas de un modo que todavía no entendía. Cuando el crepúsculo
cayó, se apresuró a volver a la suite que compartía con Hyungsik.
Se quitó la ropa y se metió lentamente
en la cama con él. Todavía hacía frío fuera, y su calor vital se enroscó
envolviéndole, haciéndole estremecer. Incluso tan profundamente como él dormía,
debió sentir su presencia y se volvió para rodearlo con los brazos.
Minwoo le acarició el brazo, maravillado
de cómo su cuerpo había cambiado desde la primera vez que lo vio. Él había sido
todo ángulos demacrados y huesos agudos, muerto de hambre por su sustento.
Había sido arrebatadoramente hermoso, pero ahora lo era incluso más. Los densos
planos de sus músculos se destacaban bajo la suave piel, tentando a los dedos a
vagar por él, memorizando cada canto y hueco.
Su respiración era profunda y regular
pero, mientras el cielo se oscurecía, comenzó a moverse y a despertar.
Apenas tenía el tiempo justo. Si Hyungsik
estaba demasiado somnoliento, no podría responderle, pero si despertaba
completamente, rechazaría hacer lo que quería. Y Minwoo estaba determinado a
salirse con la suya en esto. La vida de Grace dependía de ello.
Cubrió su cuerpo desnudo con el suyo y
se frotó contra él. Su polla se sacudió y endureció, y Hyuksik soltó un gemido
bajo de placer. Él ya estaba duro y su entrada dilatada, después de haber
planeado su seducción durante todo el día. Un leve zumbido de excitación lo
inundó, haciéndole sentir débil y poderoso al mismo tiempo.
Minwoo los unió y meció las caderas,
deslizándole en lentos y aferrados empujes. Su respiración se aceleró y sus
hermosos ojos empezaron a revolotear mientras se despertaba más.
En cualquier momento, su cerebro se
pondría en marcha y su necesidad de protegerle se activaría. Hyungsik se había
alimentado de él hacía solo dos días y sabía que se opondría a hacerlo de nuevo
tan pronto por miedo a hacerle daño. No importaba lo mucho que argumentara que
estaba bien, que todo lo que necesitaba para recuperarse era tomar el sol y un
poco de agua, aun así él se negaba.
Pero esta noche no. Esta noche se
saldría con la suya.
Tiró de sus hombros, instándole a
sentarse. Hyungsik se movió despacio, careciendo de su gracia habitual, pero
hizo lo que le pidió. Minwoo se sentó completamente sobre él, amando la
sensación de tenerlo enterrado tan profundamente como podía tenerlo. Acunó su
cabeza, atrayendo su boca al cuello.
—Bebe —susurró.
Hyungsik soltó un gruñido bajo, animal,
pero mantuvo los labios fuertemente cerrados.
¿Y si había esperado demasiado tiempo y
él estaba lo suficientemente despierto para saber lo que hacía?
Era difícil pensar con su erección
estirándolo y la presión de su cuerpo contra el suyo. Minwoo había creído que
podría mantener mejor la cabeza despejada. Ellos ya habían estado juntos muchas
veces desde que se habían conocido. No era como si esto fuera algo nuevo.
—Por favor —dijo, usando los dedos para
abrir con suavidad sus labios—. Lo necesito. Muérdeme.
El gruñido se volvió más profundo,
vibrando en su pecho. Un segundo más tarde, se encontró girando y aterrizando
con fuerza sobre la cama. Las caderas de Hyungsik bombearon, impulsándose
contra él con empujes profundos y pesados. Sus dientes le rozaron el cuello y
luego un dolor agudo le hizo jadear.
La boca de Hyungsik se selló sobre la
piel mientras bebía, la leve sensación de succión haciendo que la cabeza le
diera vueltas. Su polla siguió moviéndose dentro de él, borrándole la capacidad
de pensar. Minwoo se dejó ir, cediendo a las demandas del cuerpo, y comenzó a
moverse a la vez con él.
El placer se enroscó en el interior,
tirando más y más fuerte con cada embestida, con cada succión que tiraba del
cuello. Ni siquiera se molestó en intentar detenerlo. Se dejó ir y dejó que el
orgasmo llegara, rebotando por dentro.
El sonido de los gritos llenó el cuarto
y los brazos de Hyungsik se apretaron envolviéndolo mientras se introducía más
hondo. Soltó un gemido áspero y se corrió profundamente en su interior,
llenándolo mientras las últimas pulsantes oleadas de su liberación disminuían.
Lánguido y saciado, Minwoo se quedó así,
disfrutando de la caricia de su lengua a través de la piel y del calor de sus
cuerpos unidos.
—Me manipulaste —dijo Hyungsik. Se alzó
sobre los brazos y lo miró fijamente con un débil resplandor que emanaba de sus
ojos claros.
—Quizás un poco. Pero no te mentí.
Necesitaba que lo hicieras.
—¿Por qué? —Su mandíbula estaba tensa,
hinchándose con furia.
—¿Aquella mujer de la que te hablé? ¿La
que me envió aquí? Me acordé de cómo contactar con ella utilizando la Piedra
Centinela, y voy a necesitar tu ayuda.
—No tenías que engañarme para conseguirlo.
—Tenía que hacerlo, y lo sabes. Todos
tus esfuerzos han estado centrados en sanar a los niños, liberándolos de la
sangre envenenada que fluye por sus venas. Estas agotado todo el tiempo. No
trates de fingir que no.
—No quiero que te preocupes —dijo él,
apartándole el pelo de la cara. Todavía estaba duro en su interior,
aparentemente sin ninguna prisa por soltar sus cuerpos.
Hyungsik se alejaría de él si realmente
estuviera enfadado, ¿verdad? O tal vez lo hacía para distraerlo. No había forma
de que una persona pudiera pensar con claridad en esta posición. Simplemente no
era posible.
—Dijiste que jugar con las puertas de
enlace era peligroso. No quiero que ninguno de los dos esté demasiado débil
para hacerlo, así que pasé el día al sol para cargar energías y para que ambos
podamos estar fuertes.
Sus ojos le recorrieron el rostro,
mirándole con tanto amor que todavía no podía creer lo afortunado que era.
Jamás había esperado que alguien lo amara de la forma que Hyungsik lo hacía…
ciertamente, no uno con el físico de un dios.
—Hagámoslo, entonces —dijo él—. Y luego
volveremos aquí donde pueda hacerte el amor correctamente.
Minwoo sonrió ampliamente ante eso.
—¿Correctamente? ¿Hay algo malo en como
lo hicimos?
—Sí. Tú necesitas besos y juegos previos.
Y muchos más orgasmos. —Él se levantó y se dirigió a la ducha.
Minwoo no se atrevió a seguirlo por
temor a que cumpliera con su promesa y pasaran el resto de la noche en la cama.
La triste realidad era que Grace no tenía tanto tiempo.
Pocos minutos más tarde, Minwoo conducía
a Hyungsik al exterior, a la Piedra Centinela que recientemente había sido
localizada en el viejo edificio Star.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Hyungsik.
Minwoo tomó el amuleto de madera
alrededor del cuello… el que tenía inscrito su nombre. Había sido el único
artículo que había atravesado la puerta con él. Ni siquiera había tenido sus
recuerdos para guiarle, sólo esta cosa que había ofrecido más preguntas que respuestas.
Hasta que encontró a Hyungsik. Él le
había ayudado a abrir la puerta al pasado, permitiéndole conocer quién era por
primera vez en años.
Enrolló el mensaje que había escrito y
lo envolvió en la cuerda de cuero que sostenía el amuleto.
—Vamos a abrir una grieta en la puerta y
a lanzar esto dentro. Con un poco de suerte, alguien lo encontrará y enviará
ayuda para Grace.
Hyungsik le metió un mechón de pelo tras
la oreja y le deslizó los dedos por el cuello en una cálida caricia.
—¿Estás seguro de que vale el riesgo?
Minwoo asintió con la cabeza.
—Grace lo vale.
—Cierto, pero ¿estás seguro de que hay
alguna esperanza de encontrar ayuda de este modo?
—Si aquella mujer que me envió aquí es
tan poderosa como creo que es, hay una posibilidad real de que pueda crear una
especie de cura. Todo lo que tiene que hacer es arrojarla a través de la puerta
y seremos capaces de salvar a Grace.
Hyungsik respiró profundamente y asintió
con la cabeza.
—Como quieras, cariño.
ahhhhhhhh holaa unnie *-*
ResponderEliminarDonghaae quiere que lo ame, que le muestr un poco de afecto... eso quiere decir que ya se sta enamorando
ahh EunHae no crece con normalidad podran hacer algo por el? si no hae sufrira!!
HyungSik y Minwoo podran salvarla esto funcionara? espero que si
Gracias Gracias unnie por el mp
bye bye esperare por el otro capitulo ¨¨
Aigooo unnie eunhae esta creciendo demasiado rapido ahora es hyuk que se cierr a hae aigooo que triste es todo esto quiero que ya sientan algo amo esta historia aunque confieso que las otras partes de la historia no se ni de que van solo leo lo referente al eunhae y asi lo amo
ResponderEliminarmuchas gracias por el mp!
ResponderEliminarchaaa Hyuk lo llevo a la casa de Eunhae! asi Hae estara un poco mas tranquilo al verlo, y pues con la sorpresa que el pequeño crece de manera diferente..pero sigo pensando que el si es bueno!
omo! hyungsik y minwoo..vaya manera de despertarlo..me gusta! espero que funcione el plan para salvar a Grace!
saludos
waaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarlas cosas se están poniendo mas interesantes el tonto de hyuk bien que siente algo por hae pero no lo quiere reconocer y a hae le da miedo lo que esta sintiendo que hará cuando se de cuenta de lo que realmente le pasa a hyuk, mmmmmm como estará eunhae????
espero e prox cap y perdón por no comentar ta seguido te prometo que lo haré mas de ahora en adelante ^^
hahahahahah
ResponderEliminarame el capitulo donghae imaginandose despertado por los besos de hyuk el tambien siente algo por hae deberian estar juntos y ser felices como estara eunhae que tanto habra crecido
espero el siguiente capitulo enviame mp cuando actualizes
Listo DongHae ya cayo en las redes no tejidas de HyukJae, solo nos falta que el guerrero obstinado también admita que lo ama. Solo espero que no cometa una estupidez, como dejarse matar por los saesang.
ResponderEliminarHabía resultado atrevido MinWoo buscando "estrategias" para que HyungSik le colabore....
Gracias por el MP el capitulo cada vez esta mas interesante!!! Como habra crecido el EunHae y me encanta que Hae sienta tantas cosas por Hyuk
ResponderEliminarWaaa que buena Yota, gracias por el MP, cada vez se muestra mas que Hae ama a Hyuk, pero Hyuk se niega tanto la posibilidad de estar con Hae, lleva el dolor muy dentro de su corazon y eso contribuye a que su alma sufra tanto y crea que no la tiene ya que esta muerta pero no es asi, todavia existe. Fantastica.
ResponderEliminares triste estar con alguien al que amas y este no muestre ni una pizca de amor y, no es que no sienta algo por hae porque si lo siente, es solo que no quiere que ese amor le haga daño como en el pasado, no quiere que hae muera por su culpa. la culpa es la que no lo deja en paz, es la que lo tiene atrapado en el pasado y no lo deja amar a hae como él quisiera. aunque se que mas adelante ellos se demostraran que se aman y que ya no podran separarse.
ResponderEliminarespero que puedan salvar a Grace, eso les daria mas armas contra los demonios.
hasta el proximo unnie, gracias por avisarme.
rosaliehale
ResponderEliminarPon fin acepto Hae que siente algo fuerte por Hyuk y por fin se dio cuenta de que tambien desea que Hyuk sienta lo mismo por él, si tan solo ambos se permitieran entrar en la mente del otro todas las dudas se dispersarian y tambien seria mejor porque asi sabrian cómo ayudarse entre ellos.
Era logico imaginar que el bebe Eunhae creceria de una forma no comun, digo, es que no es ningun niño normal.
Hyungsick y Minwoo son tan sexys y traviesos, mira no mas que manera de levantar a su pareja!!! (esto me gusta e.e), solo espero que tengan exito y logren conseguir ayuda para Grece y no se complique mas las cosas
. Gracias por el mp =)
wua! es que por dios ya me llegan eunhyuk y donghae, ambos se aman por favor!! quiero que se den cuenta, por que no quiero que el mono se mate y hae se quede solo aigoooo >< ! y con respecto a eunhae mmmm... ojala no se vuelva un demonio estoy rogando por que ese niño es muy lindo.
ResponderEliminaramor amor amor!! ♥ es que amo esa parejita de hyungsik con minwoo se ven lindos, ajajajaja esa parte del lemon estuvo genial... ojala puedan ayudar a grace no quiero que ella muera... u.u
espero que actualices pronto unnie
hasta luego ♥
siiiiii ya se nota que hae esta empezando a sentir algo por hyuk y se siente mal porque quiere que hyuk sienta lo mismo por el, me encanta como avanza la historia ya quiero saber como esta el pequeño eunhae
ResponderEliminargracias por el mp
saludos y cuídate ^^
Hay dios!
ResponderEliminarExactamente como es que ha crecido Eunhae?!
Ay tan lindos que se ven agarrados de las manos :3
Uff que parte tan intensa con los Zea XDD
Debo leer como es que se han conocido ellos
espero que logren ayudar a Grace.
Gracias por el aviso, espero el siguiente.
Un saludo, que estés bien :D
Hsjsjsjd amo a Hyunsick es jodidamente hermoso *^* Quiero leer como se conocieron es hermoso, espero poder leer su saga, hacías por adaptar*^*
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