Kevin miró el aro de Hyukjae. Era blanco
como la nieve, con sólo la más mínima indirecta dorada moviéndose dentro. Su
vínculo no era completo.
Dejarlo tan bien como nuevo.
No iba a ser fácil llevarlo a cabo. Los
rasguños y moretones leves eran bastante fáciles de arreglar. Kevin lo hacía
con un mero pensamiento, ahora que tenía el cuerpo abastecido de combustible
con el poder de la sangre de Hyukjae.
Cuando ya no quedaba nada para corregir
físicamente, lo único que se le ocurría hacer era usar la magia de la paz
vinculante con Hyukjae. Era bastante común para los de su raza, forzar una
promesa en aquellos que curaban para que nunca pudieran levantar su mano contra
ellos en un futuro. La práctica era útil cuando las ocasionales guerras entre
las razas estallaban.
O para cuando uno de los Suju perdía su
alma.
Si Kevin no pudiera romper el vínculo
entre ellos, y no estaba seguro de lo que su muerte haría con Donghae, al menos
podría impedir que el guerrero hiciera cualquier cosa para hacerle daño. Eso le
daría tiempo para trabajar en el problema e investigarlo. Tal vez ésta no era
la primera vez que algo así había sucedido.
La rabia de Hyukjae era la preocupación
inmediata. Ningún hombre podría caminar con tanta ira sin que le hiciera actuar
en consecuencia con el tiempo. Si pudiera deshacerse de esa rabia, entonces Donghae
estaría seguro. Al menos de momento.
Entonces fue lo que hizo. Recogió tanta
de la rabia que latía como pudo y la hizo entrar en sí mismo. No había ninguna
manera de deshacerse de tanto de una sola vez. Iba a tener que soportar la
carga y esperar que los años de entrenamiento en el autocontrol dieran
resultados.
La furia de Hyukjae le golpeó con
fuerza, haciéndole lanzar un grito de dolor. Sintió como si intentara tragar un
rollo de alambre de púas electrificado. Esto azotaba dentro de él, golpeando
contra su confinamiento, buscando una salida.
Kevin alcanzó su poder, e hizo lo que
pudo para empujar la ira violenta en el interior del menor espacio posible. El
esfuerzo lo dejó temblando y débil, en el suelo, jadeando sobre la espalda,
pero al menos pudo volver a respirar.
Hyukjae despertó con un gemido. Se
inclinó sobre Kevin, su frente arrugada por la confusión.
—¿Funcionó?
Kevin apenas podía hablar. Tenía la
garganta cerrada y por dentro se sentía destrozado.
—No puedo romperlo. Le habría hecho daño
a Donghae.
Hyukjae soltó un largo suspiro de
resignación.
—No puedo dejarte hacer eso. Encontraré
otra forma.
Había una sola manera. La muerte de Hyukjae.
—Pronto —dijo Kevin—. Donghae está
atándose a ti. Si se vincula más y tú mueres, podrían pasar años antes de que
eligiera a otro hombre.
El Suju asintió con la cabeza.
—Me siento diferente. Mejor. ¿Qué
hiciste?
—Nada —mintió—. Vete. Tengo que
descansar.
—Pareces enfermo. ¿Te hice daño?
—¡Vete! —gritó, sintiendo que la barrera
alrededor de la rabia de Hyukjae se hinchaba por la tensión.
Hyukjae se levantó y se fue. Kevin se
puso de pie tan pronto como estuvo seguro de que Hyukjae se había alejado lo
suficiente para oír, y comenzó a destrozar los muebles con sus propias manos.
Donghae se dejó caer sobre la cama y
entró en un profundo sueño, rápido, sin siquiera quitarse los zapatos. Se
despertó sobresaltado un poco después, seguro de que algo estaba terriblemente
mal. Era como si alguien le hubiera espoleado ganado por el cerebro.
Tenía que estar imaginando cosas. No
había nadie alrededor, y solo estaba reaccionando a todo el estrés y la emoción
de las últimas veinticuatro horas. Se había atado a un hombre que apenas
conocía, había sido atacado -dos veces- y huyó ante la oportunidad de ayudar,
como el cobarde que era.
Dormir iba a ser imposible ahora. No
tenía que cerrar los ojos para saber que imágenes de los niños robados y
voraces demonios la esperaban.
Algo no iba bien. Podía sentirlo. Hyukjae
estaba escondiendo algo, y a pesar de haberle pedido que se quedara fuera de la
cabeza, continuaba alcanzando la conexión que tenía con él para hurgar en su
mente, en busca de respuestas.
Cada vez que se daba cuenta de lo que
estaba haciendo, se echaba hacia atrás y se reñía a sí mismo por ser tan
hipócrita.
En esos pocos y breves vistazos que
había tenido, había sentido cólera, tanta que eclipsaba todo lo demás. No
estaba seguro de que le había ocurrido para provocarle tanta ira, pero lo que
fuera, lo ocultaba bien.
Lo que sólo servía para que se
preguntase ¿qué otra cosa estaba escondiendo?
Donghae encontró algo de ropa limpia que
habían dejado al lado de la puerta. No sabía cómo había llegado allí, pero
estaba agradecido por tener algo limpio para ponerse.
Se quitó la ropa, haciendo una pausa
cuando se movió automáticamente para quitarse el collar. Por supuesto, no
salió, pero parecía raro llevarlo en la ducha, como si estuviera cargando un
pequeño trozo de Hyukjae junto a él.
Por otra parte, si él estuviese aquí,
dudaba que pudiese pensar en algo más que en tener sus manos jabonosas sobre el
cuerpo. Y si el beso del hombre era una indicación, no estaría pensando en
nada, sólo sintiendo.
Incluso ahora, el simple recuerdo de ese
beso tenía el poder de hacer que la piel le ardiera y su miembro se tensara. No
iba a olvidarlo pronto, no importa cuánta distancia tratara Hyukjae de
interponer entre ellos.
Hizo un trabajo rápido en la ducha, se
vistió y fue en busca de una distracción. Estar cerca de Hyukjae era demasiado
estímulo, pero la soledad le dejaba mucho tiempo para meditar.
A pesar de que faltaba mucho antes del
amanecer, Donghae encontró algunas personas reunidas en el comedor abierto y la
zona de recreo.
Una anciana estaba sentada tomando café
y leyendo un libro, sola a un lado de la habitación. Por alguna razón, Donghae
sintió un parentesco inmediato con ella, como si ambos fueran capaces de estar
solos, incluso cuando estaban rodeados por una multitud.
—¿Puedo sentarme? —preguntó a la mujer.
—Supongo que tus piernas funcionan lo
suficientemente bien. ¿O acaso quisiste preguntarme si te permito que te
sientes?
La boca de la mujer estaba pintada de
rojo, con líneas de pintalabios que se desplegaban en abanico en sus arrugas.
Un lápiz de color amarillo sujetaba en su nuca un gran moño.
Donghae trató de ocultar la sonrisa.
—¿Me permite sentarme?
—Por favor. Leeteuk me ha hablado mucho
acerca de ti.
—¿Conoce a Leeteuk?
—Soy Kang Sora. La señorita Sora para la
mayoría de la gente de aquí. Tu hermano y yo somos amigos desde hace algunos
años. Él me trajo aquí.
—¿Leeteuk la trajo a vivir aquí?
—Al principio hubo un poco de lucha,
pero me pareció que me convenía. Es bonito estar enseñando otra vez, aunque
después de tantos años, no habría pensado que lo echaba tanto de menos.
Ella marcó un lugar en su libro con una
cinta de seda y lo cerró. Las páginas eran gruesas y de color amarillo por la
edad. La cubierta de cuero estaba usada, se había oscurecido por el toque de
muchas manos. No tenía ningún título, sólo un árbol en relieve que crecía a
través de la cubierta.
—¿Usted enseña? ¿Aquí?
—Alguien tiene que meter un poco de
juicio en las cabezas de esos adolescentes. No necesito más mi bastón, pero me
cercioro que los alborotadores sepan que todavía se como usarlo.
Donghae no estaba seguro de lo que
quería decir, pero le pareció de mala educación preguntar, así que lo dejó
pasar.
—No te he visto mucho desde que viniste
a vivir con nosotros —dijo Sora—. Leeteuk dice que Hyungsik y Kevin no fueron capaces
de borrar de tu memoria lo que te ocurrió allí, como lo hicieron con los más
pequeños.
—Yo no se lo permití. No hay manera de
que consienta que alguien más tome mi sangre.
—oh, no es tan malo tener un hombre
atractivo colocando su boca sobre ti. Supuso un mundo diferente para mí.
El único hombre atractivo cuya boca no
le importaba que lo tocase era Hyukjae, y ambos sabían que eso no iba a ninguna
parte.
—Creo que mejor paso.
Una joven adolescente, llegó a la mesa
con un pequeño bloc de notas. Puso un vaso de agua delante de Donghae.
—¿Quieres comer algo? —preguntó.
—Por supuesto. Lo que tengas estará muy
bien.
La chica le dio un listado con algunas
opciones, y Donghae tomó una, en realidad no importaba lo que fuese. Tenía
suficiente hambre como para comer cualquier cosa, lo que no había ocurrido en
un largo tiempo.
Sora levantó su taza.
—Voy a tomar una caliente cuando vuelvas
de regreso. Y entonces tendrás que irte a tu habitación y estudiar. Hay un
examen sorpresa mañana sobre el capítulo siete.
La muchacha sonrió, y se escabulló.
—Es tan joven —dijo Donghae—. ¿Qué está
haciendo trabajando a media noche?
—Le toca trabajar en el turno de noche.
Tengo en cuenta los horarios de los chicos, pero todos tienen que aprender a
desarrollar y asumir la responsabilidad. Este lugar requiere de un gran
esfuerzo para seguir funcionando, y todos tenemos que ganar nuestro sustento.
—Pero no puede tener más de quince años.
Necesita descansar.
—Ella se arregla. Además, no duerme
mucho estos días, no desde que su familia fue asesinada y devorada el año
pasado.
Donghae tragó saliva, perdió todo el
apetito en un segundo.
—Eso es horrible.
—Apostaría que no mucho más horrible que
lo que tú has sufrido. Todos los chicos aquí tienen su dosis de pesadillas. La
triste realidad, es que son los afortunados. Los Centinelas los encontraron a
tiempo para salvarlos.
Al igual que lo habían salvado a él. Y,
sin embargo, allí estaba, negándose a ayudarles a encontrar a Jiyoon por temor
a que lo obligaran a volver a entrar en una cueva.
¿Qué pasaba con los niños que aún
estaban atrapados bajo tierra en este momento? ¿Los encontrarían a tiempo para
salvarlos? ¿O serían como tantos otros, muertos antes de que incluso hubieran
tenido la oportunidad de vivir realmente?
—¿Estás bien, hijo? —preguntó la
señorita Sora—. Estás completamente pálido.
—Estoy bien. Sólo estoy tratando de
darle sentido a las cosas.
—¿Qué cosas? Llevo aquí durante un tiempo.
Podría ser capaz de arrojar algo de luz sobre el tema, cualquiera que sea.
Donghae bebió el agua, sintiendo como el
frío se deslizaba hasta el fondo.
—No quiero ésta vida. No pertenezco a
este lugar.
Sora asintió con la cabeza hacia la
Luceria.
—Esto es sólo una pequeña temporalidad,
algo que tenía que hacer para salvar la vida de un hombre. Una vez que se
caiga, no pienso ponerme en esta situación de nuevo.
—¿Te arrepientes de lo que hiciste?
¿Lamentas tu posición en esto?
—No. Por supuesto que no.
Sora asintió con la cabeza.
—Ves. Ahí está tu respuesta.
—Yo no veo nada, en especial no una
respuesta.
La mujer mayor suspiró como si se
tratase de una alumna testaruda.
—Estuviste dispuesto a cambiar tu vida
para salvar la vida de otro.
—Sí. ¿Y qué?
—Por lo tanto, ya que has tomado esa
decisión una vez y no te arrepientes. Todo lo que tienes que hacer es hacer la
misma elección y no te arrepentirás de eso tampoco.
Donghae negó con la cabeza.
—No sigo la lógica de eso.
—Es muy sencillo. No eres el tipo de
persona que se aleja de la responsabilidad sólo porque es difícil. He oído
hablar de lo que hiciste por las personas que estaban contigo en esas cuevas.
Mi conjetura es que tú harás lo mismo por los niños.
Donghae miró hacia otro lado, no
deseando pensar en ese momento. Era demasiado triste, demasiado molesto para
que ocupara el primer plano en la mente.
—Por favor, no lo haga.
—Mi punto es, que eres una buena
persona. Pones el bienestar de otros antes que el tuyo. Si huyeras de un
trabajo que eres el único capaz de hacer, no te lo perdonarías a ti mismo.
—No soy el único que puede hacerlo.
Sora le lanzó una mirada de incredulidad.
—Sabes que eso es mentira. Eres
especial. Solo que aún no te has acostumbrado a eso.
—No quiero ser especial, al menos no de
esa manera.
—Y yo no quiero morirme antes de que
termine de leer todos los libros del planeta. No podemos tener todo lo que
queremos. ¡Qué diablos! La mitad de lo que queremos no es ni siquiera bueno
para nosotros.
—No puedo volver allí —le susurró Donghae—.
No puedo enfrentarme a la oscuridad otra vez.
—Claro que puedes. En este momento hay
niños en ese lugar, rezando por un milagro. No me gusta ser la que te de la
noticia, pero tú eres ese milagro. Tienes que ser tú. Nadie más sabe lo que
haces y tienes el poder de actuar sobre ese conocimiento.
La chica regresó y puso un plato de
pasta delante de Donghae, quien lo miró como si fuera algún tipo de plato
alienígena.
—¿Pasa algo malo? —preguntó la chica.
—No, querida. Todo está bien —dijo la
señorita Sora—. Donghae simplemente necesita un momento. Déjalo pasar a través
de eso en paz.
La chica se alejó, mirando por encima del
hombro como si esperara que Donghae se cayese.
—No estoy teniendo un momento —discutió Donghae.
—Claro que sí. Estas sentado ahí,
decidiendo hacer lo correcto.
—No sabe eso.
—Infierno, si no lo sé.
La irritación hizo que las palabras de Donghae
se entrecortaran.
—¿Cómo se puede saber eso?
La boca roja de la señorita Sora se
levantó con una triste sonrisa.
—Porque he pasado mucho tiempo con las
personas que salieron vivas de las cuevas contigo. Hablan acerca de lo que
hiciste, dijeron que siempre hacías lo correcto, incluso cuando tus opciones
eran imposibles. Vas a volver a hacerlo ahora, porque eso es lo que eres.
—Usted no me conoce. Nunca nos habíamos
visto antes de esta noche.
—No, pero conozco el resultado de tu
trabajo, y hay varios de esos pequeños cuerpos calientes, durmiendo a salvo en
sus habitaciones esta noche debido a ti. No tengo ninguna duda de que vas a
permanecer fiel a tu forma de ser.
Sora se levantó y se marchó, llevándose
su libro, pero dejando sus declaraciones detrás, colgando en el aire.
Donghae no era un héroe. Había hecho lo
que cualquiera hubiese hecho en su situación. Sora estaba equivocada. Y aunque
tuviera razón y Donghae hubiese sido una cierta especie de santo, ahora era el
momento de tomar unas vacaciones.
¿No lo era?
Miró por las grandes ventanas,
extremadamente consciente de la vida que pasaba fuera de esas paredes. Ahí era
donde pertenecía. Por lo menos quería creer que ese era el caso.
Jugó con la Luceria, deslizando los
dedos por encima de la suave banda. Parecía tener su propio calor, una ligera
vibración en respuesta al contacto.
Le gustaba un poco. No es que importase.
En cualquier momento, Kevin curaría a Hyukjae, entonces él y la Luceria podrían
irse lejos. Él estaría de vuelta donde empezó, con los hombres tropezando entre
ellos para tener la oportunidad de tocarlo.
A menos que le hiciera a Hyukjae una
nueva promesa, que durara más que unas pocas horas. Tal vez una que durase el
tiempo suficiente para matar a Jiyoon por atreverse a perseguir a Minki.
La sola idea de volver a las cuevas le
asustaba a muerte, mientras que al mismo tiempo le llenaba de una emoción
vengativa. Devolverles lo que habían causado era lo menos que los demonios
merecían. ¿Y quién mejor para infligir un poco de justicia que él?
Pero ¿qué pasaba con su vida real? La
que quería tan desesperadamente.
Era difícil ahora imaginarse a sí mismo
en una sala de juntas, repasando las cifras de producción y estados de
ganancias/pérdidas. Ahí era donde él pertenecía, donde las cosas tenían más
sentido, pero parecían estar muy lejos de donde estaba ahora. ¿Cómo podría
alguna vez volver allí? Y si lo hacía, ¿cómo podría algún día dejar el pasado
atrás?
No tenía respuestas, y por ahora, era un
punto discutible. Durante el tiempo que llevara la Luceria de Hyukjae, estaba
atado a su mundo. Y mientras estuviera allí, su única opción real era la de
matar a tantos demonios como pudiese.
Ya era hora de ver exactamente de lo que
era capaz.
Hyukjae no estaba seguro de lo que Kevin
había hecho, pero fuera lo que fuese, él ya no estaba gritando por dentro,
luchando contra la necesidad constante de matar. Podía pensar con claridad por
primera vez desde que Donghae se había puesto la Luceria. Las emociones que
estaba experimentando no habían desaparecido, pero estaban más tranquilas,
dándole espacio para pensar. Incluso el monstruo dormía profundamente.
La primera reacción fue que quería
compartir su buena suerte con Donghae, pero luego se dio cuenta de que no podía
decir una palabra. Ni siquiera a él.
Kevin no había sido capaz de romper el
vínculo, lo que significaba que no había ninguna manera de liberarlo. Él
tendría que morir. La pregunta era, ¿cuánto tiempo iba a seguir con esta farsa
antes de aceptar el destino? ¿Cuánto tiempo tardaría en convencer a Donghae
para que eligiera a Seungki?
Sintió un tirón en el poder y supo que Donghae
estaba despierto. Siguió esa hebra de poder fuera donde un par de Piedras
Centinelas se asentaban al lado del campo de entrenamiento. Eran más altas que
un hombre y estaban talladas con intrincadas runas. Una de ellas había estado
allí desde hacía mucho tiempo, y estaba cubierta de líquenes, mientras que la
otra había sido recientemente transportada hasta aquí. Se encontraba en el
sótano de un viejo edificio en Kansas City, y tenía una mancha oscura subiendo
varios metros desde la base, la Piedra había estado asentada sobre el agua.
Estos monolitos servían como puertas de
enlace entre los mundos, y mantenerlos a salvo detrás de las paredes de la SM
era vital para evitar que los Saesang difundieran su mal más allá de la Tierra.
Donghae fue empequeñecido por las
Piedras, permanecía quieto bajo el cielo nocturno.
—¿Por qué no estás dormido? —preguntó.
Se mantuvo de espaldas a él.
—Algo me despertó. No pude volver a
dormir.
La luna brillaba sobre su lustroso pelo
y ponía en relieve su delicada estructura ósea. Un largo abrigo de cuero rozaba
sus curvas, manteniéndolo tibio. Donghae se situó entre las dos Piedras, mirando
las estrellas.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Me gusta estar aquí. Estoy solo, pero
no me siento solo, ¿sabes?
La idea de que estaba solo le molestaba.
Dio un paso más cerca, capturando su aroma en la brisa de la noche.
—Te haré compañía, si tú quieres.
Donghae asintió, ausente, mirando
fijamente a algo, colocó su mano cerca de una de las Piedras.
—¿Puedes sentir eso? —preguntó.
Hyukjae miró y no vio nada. No sentía
nada.
—No. ¿De qué estás hablando?
Le cogió la mano, doblando los dedos
alrededor de la suya. Entonces Donghae lo guió en el aire.
—Hace más calor aquí.
—Yo no siento ninguna diferencia. —Con
excepción de la forma en que las células se animaron con su tacto.
—Ni tampoco Leeteuk. Simplemente debo
ser yo.
Suspiró decepcionado y dejo caer su mano
a un lado. Hyukjae mantenía el agarre de sus dedos, porque aún no estaba
dispuesto a renunciar a tocarlo.
—¿Quieres que haga que lo investiguen?
Podría ser algún tipo de arma Saesang.
Donghae negó con la cabeza.
—No se siente siniestro. Se siente...
familiar, como el abrazo de un viejo amigo.
—Tal vez eso es lo que quieren que
sientas.
Donghae le lanzó una mirada
intencionada.
—He vivido con ellos durante dos años.
No saben lo que es abrazar a un amigo, incluso en sus sueños más salvajes. Eso
no les agrada Hyukjae, son monstruos malignos, sin alma.
Él apenas sofocó estremecerse con sus
palabras. No debería haberlo lastimado, ni siquiera debería haber sido capaz de
sentirse dolido. Pero lo hizo.
Desenredó la mano de sus dedos delgados
y se la metió en el bolsillo. Si su verdadera naturaleza fuese revelada antes
de morir, no daría las gracias por haber sido tocado por un monstruo sin alma.
—Hay que ir adentro. Necesitas
descansar.
—No, lo que necesitaba era encontrar mi
motivación, la cual tengo. Yo me voy con ellos.
—¿Irte con quién? —preguntó.
—De caza. Con los otros. Shindong tiene
razón. Sé más que cualquiera acerca de las cuevas. Debería estar allí, en busca
de la fuente de todo este mal.
Hyukjae empezó a negar con la cabeza
antes de que Donghae hubiese terminado de hablar.
—Es demasiado peligroso. No estás listo.
Donghae le tendió la mano y una pequeña
llama brillante brotó de su piel.
—Estoy listo. Las cosas mágicas son muy sencillas.
Agotadoras, pero sencillas.
—La conexión entre nosotros es demasiado
reciente y débil como para que puedas hacer mucho.
—Siento que crece cada vez más. ¿Tú no?
Él lo hacía. Demasiado rápido. Pronto,
no sería capaz de bloquearlo de sus pensamientos y él sabría que no tenía alma.
No quería que eso sucediese. Quería morir con lo que le quedaba de honor
intacto.
—¿Has estado sufriendo efectos
negativos?
Donghae frunció el ceño como si
estuviera tratando de descifrar algo.
—Sigo notando ese sentimiento extraño,
pero no es malo.
—¿Cómo de raro?
Donghae vaciló un instante como si
tratara de encontrar las palabras adecuadas.
—Es como si estuviera rodeado por un
vacío negro, y de vez en cuando, un poco de luz parpadea a la vida. Eso sucede
justo antes de aprender algo nuevo que puedo hacer.
Hyukjae nunca había oído hablar de tal
cosa, y eso le molestaba. Donghae había estado a merced de los Saesang durante
tanto tiempo, que no había manera de saber lo que podrían haberle hecho.
—Debemos decírselo a Shindong y Kevin. Changmin
probablemente habría tenido algunas respuestas...
—Pero ahora está muerto.
Él asintió con la cabeza.
—Él y su marido murieron la noche que te
liberamos. Eran la pareja unida más antigua entre nosotros. Ahora ese honor corresponde
a Leeteuk y Kangin.
—Y no son exactamente expertos.
—Hay una pareja en Inglaterra y otra en
Australia. Ellos han estado juntos durante casi tanto tiempo como Changmin y Yunho
lo estuvieron. Puede ser que sepan algo.
Donghae negó con la cabeza.
—Estoy seguro de que no es nada de qué
preocuparse. No es que vaya a tratar con ello por mucho tiempo.
Al principio pensó que sabía de los
planes de poner fin a su vida, y luego se dio cuenta de que pensaba que sólo
necesitaba quitarlo como un mal caso de dolor de cabeza. Él
no podía permitir que tuviera esa falsa creencia. No era justo. Donghae tenía
que conocer la situación.
—Kevin no fue capaz de romper nuestro
vínculo. Si él no puede, no sé de nadie que pueda.
Donghae le ofreció una triste sonrisa.
—¿Cómo puedes reparar un corazón roto?
El impulso de dejar escapar que no era
el corazón, sino el alma, la que necesitaba reparación le presionó los labios.
—No quiero que te preocupes por estar
atrapado, atado a mí.
—Echo de menos mi antigua vida, y
realmente la quiero de vuelta, pero primero tengo que hacer esto. Estar atado a
ti me da más poder de lo que jamás había imaginado posible. Y si tú nunca
consigues liberarte de Shiyoon, entonces voy a aprender a vivir con eso, de
alguna manera. Voy a seguir adelante con mi vida, y tú puedes hacer lo mismo.
Vamos a ir por caminos separados. Al menos tú no morirás ahora, ¿no?
Hyukjae deslizó la mirada lejos de Donghae.
No podía mirarlo a los ojos mientras le mentía. Se merecía algo mejor que eso.
—¿Qué vas a hacer cuando ya no estemos
unidos?
—Volver a mi vida, por supuesto. Nunca
he ocultado el hecho de que eso es lo que quiero.
—¿Qué pasa con los otros hombres?
¿Podrías salvar a uno de ellos mientras lo haces?
La boca de Donghae quedó abierta.
—No lo sé, Hyukjae. Quiero ser la clase
de persona que podría ayudar, pero siento que ya he dado demasiado de mi vida a
los demonios. Si acepto otra unión, entonces ¿Qué evitaría que fuera arrastrado
a su mundo?
—Es tu mundo, también. Tú perteneces
aquí.
—Sé que piensas así, pero tengo que
hacer lo correcto para mí. Estoy tratando duramente de ser un buen jugador en
nuestra accidental situación. Ni siquiera me asusté cuando me dijiste que Kevin
falló al liberarme.
—Dado que ya has tomado la decisión de
seguir adelante, con o sin nuestro vínculo.
—Voy a ayudar a
encontrar esos sitios de reproducción, pero una vez que la amenaza se haya ido,
tengo que seguir adelante. Me volveré loco si toda mi vida termina siendo una
serie de terror y dolor.
Tal y como había sido durante los
últimos dos años.
Intentó ocultar la solidaridad hacia Donghae,
sabiendo que iba a interpretarlo como piedad. Su Donghae no quería piedad de
nadie. Era demasiado independiente para eso.
—¿Hablas en serio sobre ayudar a
encontrar los nidos? —le preguntó.
—Lo hago. Vamos a hacer esta cosa
juntos, y después, necesito que tú, que todos vosotros, me dejéis ir.
Este era probablemente el único regalo
que alguna vez sería capaz de darle, y no quería negárselo, dejarlo pasar.
—Lo haré. Voy a dejarte ir.
De una forma u otra.
"SU" DongHae tiene cargo de conciencia y por eso decidió ayudar a buscar los nidos en las cuevas.
ResponderEliminarAunque ambos lo nieguen el vinculo me parece que ya esta prácticamente formado y salvo la muerte es dificil que Kevin o cualquier otro pueda deshacerlo, pobrecito Kevin los horrores que debe estar padeciendo por haber absorbido una parte de la bestia de HyukJae.
Lo que más miedo me da es que si Hyuk esta dispuesto a liberar del vinculo a Hae la única opción que tiene es su muerte si o si
Ah! hasta que por fin Hae se decidió a ayudar a los demás
ResponderEliminarpero es una lastima que Hyuk tenga esos pensamientos
para deshacer su vinculo... aun no descubro del todo el poder de Hae.
Sabes jamas superare la muerte de Changmin y Yunho :'(
Gracias por el aviso, espero el siguiente.
Un saludo, que estés bien :D
Ese vinculo esta casi formado, yo sé que sí.
ResponderEliminarHasta ahora no recuerdo que Hyuk se haya quitado el anillo negro...que alguien le diga que debe quitárselo.
La señorita Sora!! Ya se le extrañaba XD Hace mucho que no aparecía con sus sabios concejos :)
No me gusto eso de dejarlo ir...yo sé que no se refería a un adiós voy a ir a X lugar, si no a su muerte, no quiero que eso suceda, algo habrá que los hará estar juntos mucho muchoooo tiempo.
Oooh!! Ya muero por saber que más va a pasar!! Siempre haces que me quede picada con la historia, quiero más!!
Gracias por seguir avisándome!! Saludos!!
Hyuk no tiene puesto el anillo negro, recuerden que se lo entregó a Seungki a principio de la historia.
Eliminarhae no acepta que esta en su mundo, quiere una vida comoda en la no haya demonios ni maldad, pero esta muy lejos de estarlo, donde quiera que vaya el mal siempre va a estar ahi.
ResponderEliminarahora que esta comenzando a concer el poder que tiene y que ayude a encontrar y destruir las cuevas de los demonios creo que despues de eso cambiara de opinion.
y cuando se entere que la unica manera de destruir el vinculo es la muerte de hyuk, que hara? y si en alguna ocacion no se pueden contener y terminan de vincularse que sucedera con los dos?
bueno unnie hasta el siguiente.
Aigooo yo no quiero que hyukie se muera no quiero!!! Avanzan tan lento que me desesperan ya quiero que se den cariño asi sea tantito, wooow pobre hae el aun no comprende como sus palabras lastiman a hyuk espero con ansias el proximo capi quiero ver algun avanze en este par
ResponderEliminarAparecio la senhorita Soraa!! Y a buena hora..le dio un empujoncito para hacer lo que sabia debia hacer..
ResponderEliminarOmg! Hyuk dijo q lo liberaria..pero la unica forma de hacerlo es q Hyuk muera no es asi? :-(
Muchas gracias por el mp
espero que el que donghae ayude a los demas sea algo bueno, deben salvar a todos los niños, hae sabe como contrlar los poderes por lo que he leido xD la señorita Sora y sus sabios consejos llegaron en el momento preciso, hyuk ya siente posesion hacia SU donghae wiii
ResponderEliminarahhh solo espero que cosas buenas sucedan a partir de ahora hae es bueno hay que entender sus miedos...
gracias unnie por el mp :* saluditos *-*
Ahhhhhhhhhhhhh me gusta de verdad estoy a la espectativa del siguiente cap.. porfa continua.....!!!!! gracias....!!!!! :) :)
ResponderEliminarhahahahaha
ResponderEliminarel vinculo de hae y hyuk ya esta formado y se hace mas fuete no creo que lo logren romper ni kevin pudo hacerlo y que pasara con hae si hyuk se muere hae esta siendo fuerte y con los consejos que le dio sora el es fuerte y lograra salvar a los niños que fueron capturados hyuk no puedes dejar ir a hae los dos se quieren pero se lastiman ya quiero que esten juntos
enviame mp cuando actualizes gracias=)
waaaaa, primero que nada el capitulo anterior salí completamente sorprendida, wookie esta embarazado!! me alegro mucho que el suero de Kevin este funcionando, jajaja yesung se esta preocupando mucho pero me alegro así no se corren riesgos...
ResponderEliminarpor otro lado me da pena la situación de donghae con eunhyuk, ambos se quieren pero lo estan interpretando mal, hae que quiere irse a su antigua vida, que no digo que este mal, pero debe de aceptar lo que es y al mundo que corresponde, se esta volviendo muy terco. Y eunhyuk que lo quiere dejar ir, se que eso parece razonable por lo que esta sintiendo hae y sobre las ideas que tiene pero de verdad espero que se den cuenta de todo y estén finalmente juntos.
espero que actualices pronto, estaré esperando el próximo mp gracias por tenerme en consideración, nos vemos pronto
hasta luego ♥
Su vinculo se esta fortaleciendo mas ya me esta cansando que hae siga con lo mismo que el no pertenese ahi y que quiere regresar a su vida antigua pues que lo haga y se deje de mamadas no me gusta para nada que mi monito vaya morir nadamas para que hae se libere del vinculo bueno al menos hae va ayudar en algo
ResponderEliminarGracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
Att Eidenelf
oh... como va avanzando esta historia, hae realmente quiere ayudar a los demás es por eso que ha sufrido tanto en las cuevas y ahora se enfrentara nuevamente a sus miedos para ayudar..... hyuk gracias a lo que kevin hizo ahora esta mas calmado ......
ResponderEliminarespero que las cosas empiecen a mejorar y se acerquen mas y fortalezcan ese vínculo entre ellos ...
gracias por el mp
te leeo en la siguiente actu
saludos ^^
Waaa, no quiero ellos deben estar juntos, separados jamas,aun en pero se no lo saben pero se aman con todo su corazon, ahora solo falta la union. diablos que bueno esta. Gracias por rl MP Yota.
ResponderEliminarrosaliehale:
ResponderEliminarDios! a veces creo que Kevin se sobre-esfuerza y me da cosita con él, casi nadie valora lo que él hace, consiguió que el suero funcionara y los sujus puedan volver a tener hijos y no parece que le hubieran agradecido por ello, me gustaría que le dieran mas credito por las cosas que hace.
Donghae me ha llevado a un punto en el que deseo gritarle "tu ya no puedes volver a TU vida NORMAL!!!! ya no la tienes!!!, acepta tus nuevas reponsabilidades y deja de lloriquear por el pasado!!!!" me tiene muy estresada él con sus añoranzas de un pasado que quizás está idealizando mucho.
Con Hyuk me da alivio que ya no tenga tanta rabia por dentro, sus emociones estan mas calmadas y eso ayudará mucho, insisto no creo que su alma esté un 100% acabada, algo de ella debe quedar, no se, debe tener un 0.00000000000000000001% que sea rescatable, algo de lo que Hae se pueda agarrar para salvarlo.
Espero con ansias el otro capiyulo =)