—Teukkie, ya han
pasado dos meses. Si este sujeto no hace un movimiento pronto, voy a estar
demasiado grande para darle una patada en sus partes de hacer bebés y eso no
será bueno —gruñó Hee mientras se dejaba caer en el sofá de la biblioteca de la
mansión Coreana.
Había estado
viajando de ida y vuelta entre las manadas China y Coreana, principalmente
porque odiaba estar lejos de Teukkie y Donghae .
Dado que Donghae estaba trabajando con Ryeowook y Dambi, Hee
estaba atrapado por sí solo en la mansión de la manada China. Por supuesto,
había miembros de la manada entrando y saliendo todo el tiempo hablando con Siwon,
pero no era lo mismo que tener a sus chicos con él. Por no hablar, que estaba
tan emocional en estos días que la mayoría de la gente apenas podía soportarlo.
Alternaba entre gritar lo contenta que estaba de saber de sus amigas o gruñir
porque no podía controlar sus emociones. Cada hora que pasaba era un cara o
cruz.
—Este es uno de
esos casos raros cuando dices hacer un movimiento y no te refieres a un hombre
yendo a las bases —le dijo Teukkie a su amigo con una rápida mirada y luego
regresando al libro que había estado leyendo.
—Todos sabemos
que no tengo que quejarme de Siwi no haciendo un movimiento. Mi hombre tiene un
montón de movimientos. Pero si trato de darle una patada en sus partes de hacer
bebés, solo haría que se ponga más emocionado.
Donghae rió.
—La primera vez que me dijiste que estabas interesado en Siwon, honestamente pensé que no había manera de que ustedes dos funcionaran alguna vez. Pero hombre, los dos son unos chiflados, sinceramente, no creo que nadie más podría aguantar a cualquiera de los dos.
—O mantenerse al
día con nosotros. —Hee le guiñó un ojo.
—Ugh —gimió Teukkie—,
Hee por favor. Cuanto más tu pequeña panza crece, más raro es que hables acerca
de tu vida sexual con tu compañero. Quiero decir, en serio, simplemente no
necesitamos la imagen mental.
—Hablando de
vidas sexuales —Hee señaló a Teukkie—, ¿cómo están tú y tu bola de pelo?
La cabeza de Teukkie
retrocedió contra la silla mientras cerraba los ojos. Bloqueó sus pensamientos
de Kangin, a pesar del hecho que iba a oír hablar de él más tarde. Pero no
necesitaba de él escuchando en este momento, y sabía que estaría haciéndolo.
—Me habló después
que Donghae fuera a hablar con él.
—Eso fue todo
obra de tu suegro —interrumpió Donghae rápidamente.
—Te dije que
estaba bien con eso, Donghae , y lo dije en serio. Kangin sabía que yo estaba
en mi punto de ruptura.
—Entooonces… —Hee
le incitó a responder a su pregunta anterior.
—Sigue siendo
todavía distante, pero lo está intentando. Simplemente estoy tan perdido en
cuanto a qué hacer para ayudarlo. —Se miró las manos y se mordió el labio para
no llorar. Odiaba llorar.
—Solo va a tomar
tiempo, Teukkie —le dijo Donghae suavemente.
—¿Cuánto tiempo
más? Todavía no se acerca a ninguna parte de
Hyukjae. —Los ojos de Teukkie se estrecharon mientras sentía la chispa
familiar de ira encenderse en él.
Él y Kangin ni
siquiera se habían conocido un año completo todavía y por lo tanto nunca lo
había visto así, tan enojado y casi fuera de control.
—Junjin va a
intervenir antes que pase mucho más tiempo —advirtió Donghae , pero trató de
suavizar las duras palabras.
—Tal vez él y Hyukjae
solo tienen que afrontarlo y sacarlo de sus
sistemas —sugirió Hee.
Los ojos de Teukkie
se dispararon a Hee y el miedo brilló en sus orbes esmeraldas tan rápidamente
como se fue.
—Se matarían el
uno al otro, Hee.
—No, no si
hubieran Alfas allí para mantener las cosas bajo control. Ya sabes cómo son los
chicos, Teuk. A veces solo tienen que darle una tunda a uno de ellos. —Hee echó
la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada—. Ahí voy otra vez. Te juro que necesito un cuaderno para todas las
insinuaciones impresionantes que se me ocurren.
Donghae tosió y Teukkie negó a su amigo ninfómano.
—Está bien
—continuó Hee—: Lo digo en serio. Solo necesitan darse una paliza fuera de sí
entre los dos y entonces serán capaces de moverse más allá de esto.
—No voy a
sugerirle eso a Kangin. —Teukkie negó con la cabeza—. Sinceramente, no sé si
podrá detenerse de hacer algo que más tarde se arrepentiría, cuando… —hizo una
pausa y respiró tembloroso—, si alguna vez vuelve a la normalidad.
***
Al igual que un
gato indolente estirándose para una siesta por la tarde, Gura se sentó
perezosamente en la rama de un enorme árbol. Se apoyó contra el tronco del
árbol centenario, con las piernas estiradas frente a él y sus manos detrás de
su cabeza, sus ojos estaban siempre alertas y vigilantes.
Durante dos meses
había vagado por las Montañas, observando el reino de su hermano y a la escucha
de cualquier información de lo que el mundo sobrenatural estaba planeando ahora
que él se había revelado. Pero eso no era todo lo que observaba. También había
prestado especial atención a la mujer humana en la que su hermano se había
fijado, y, si no se equivocaba, planeaba tomar como su compañera.
Su labio superior
se levantó con un gruñido mientras pensaba en su hermano teniendo algo que él
no tenía, algo que había sido arrancado de sus manos hace tanto tiempo. Sin
embargo, la herida dejada atrás estaba tan al rojo vivo y sangrienta como lo
había sido el día que ella murió.
Thea, su amor, su
razón de vivir, se había ido y era culpa de Jungsoo que ella ya no estuviera a
su lado. A decir verdad, debería estar contento que su hermano hubiera
encontrado a una compañera, porque ahora tenía algo para tomar de él. Algo que
sería igual a lo que Gura había perdido. Y destruiría a cualquiera que se
interpusiera en su camino.
***
Park Sora se
detuvo en lo que era conocido como la sala del trono del castillo del
Hechicero. El castillo en sí fue construido en las montañas, escondido de
cualquiera que no supiera exactamente dónde buscarlo. Vio como Jungsoo se
paseaba alrededor de la gran silla que estaba puesta en la parte delantera de
la gran sala.
Había estado
inquieto por semanas, y aunque todavía se estaban conociendo entre sí, estaba
empezando a comprender la responsabilidad que tenía hacia su gente y la pasión
que sentía por ellos. Él quería lo mejor para ellos. Quería que estuvieran a
salvo. Pero sobre todo, quería saber que tenían un futuro en este mundo.
Sin embargo, eso
no era lo único que le preocupaba. Sora podía decir que estaba luchando con
algo más, pero no sentía que tuviera el derecho a preguntarle al respecto. No
habían discutido avanzar en su relación, y aunque él clamó que ella era su
compañera, aún no había persuadido conseguir un poco más de ella.
Pasaban tiempo
juntos. Él sentía afecto hacia ella y podía decir que se preocupaba mucho por
ella, pero algo le estaba frenando y ahora no estaba segura de en dónde se
encontraba con él.
Ella no había
decidido cuánto tiempo se quedaría en la mansión de Jungsoo. Teukkie y los
chicos querían que se quedara con ellos y lo hizo durante algunos días después
de la muerte de Desdémona. Pero Jungsoo había tenido que regresar con su gente,
y había sentido en el momento que tenía que estar con él.
Era raro pensar
en su hijo como una persona madura con un marido y ya no necesitando la guía
constante de Sora. Su primer instinto había sido el de permanecer en la mansión
Coreana, pero sabía muy en el fondo que no era donde pertenecía.
Ahora no sabía
realmente a dónde pertenecía. Después de todo lo que había sucedido,
después de todo lo que había experimentado con Jungsoo, no podía imaginar volver a su vida como
propietaria de una librería y una mujer soltera de mediana edad con un hijo
adulto y un pasado roto. Quería más. Necesitaba más y pensaba que más había
sido aquí con Jungsoo.
—Sora. —La voz
profunda le provocó un nudo en el estómago en anticipación tal como lo había
estado haciendo durante los últimos meses. Jungsoo tendió su mano hacia ella,
haciéndole señas para ir hasta él.
Caminó lentamente
por la habitación hacia él y casi se derritió bajo su mirada ardiente. Santo
cielo, Sora, ¿qué? ¿Tienes diecisiete
años?. Cuanto más se acercó a él, más inestable se volvió su
respiración.
Una vez más quiso
patearse a sí misma por actuar como una adolescente enamorada, pero entonces,
¿por qué no iba a estar afectada por él? Era increíblemente guapo, fuerte,
cariñoso y sorprendentemente gentil para un hombre tan grande. Tendría que
haber algo seriamente mal con ella, si no se veía afectada por él, al menos, de
alguna manera.
Bueno, al menos
no estoy defectuosa, se encogió por dentro,
decidiendo que estaba bien para ella desmayarse como una colegiala… más
o menos.
—Te voy a enviar
de vuelta a tu casa.
El estómago de Sora
cayó al suelo y su corazón se apretó dolorosamente en su pecho. Maldita sea, no
vi eso venir.
***
—¿Has escuchado
alguna noticia? —le preguntó Siwon a Dambi.
—Nada definitivo
—le dijo ella con los dientes apretados—. Los bosques están inquietos; la
naturaleza sabe cuando el mal está entre nosotros. Está ahí fuera. No se
esconde detrás de otro velo en otra tierra o sometido en un agujero en alguna
parte.
—¿Acabas de decir
sometido? —preguntó Hee con una sonrisa socarrona.
Los ojos de Dambi
se lanzaron a la pareja Alfa.
—Me parece que
estar cerca de ustedes los humanos está expandiendo mi vocabulario. Y, por
desgracia, no de una manera que me haga sonar inteligente.
—Estamos para
complacer, hadita Dambi.
Dambi resopló.
—A juzgar por el
aspecto de tu creciente vientre, diría que debes estar teniendo éxito.
Teukkie escupió
el agua que había estado bebiendo cuando la risa estalló. Hee palmeó su
estómago redondeado y sonrió por encima a su compañero.
—¿Qué piensas B?
¿Cómo está mi puntería?
—Hee —Teukkie todavía estaba
riendo mientras trataba
de hablar—, tu puntería no es de lo que deberías estar preocupado.
Hee hizo una
pausa mientras pensaba en las palabras de Teukkie y luego una malvada sonrisa
perversa se extendió en su rostro.
—Bien dicho, Teukkie.
Muy bien, voy a revisar mi pregunta. —Miró por encima a Siwon—. B, ¿cómo está
tu puntería?
La sala estalló
en carcajadas. Siwon enseñó los dientes a su compañero.
«Yo diría que di en el clavo, Heechul»,
gruñó a través de su vínculo.
—Siwi dice que…
—Heechul —lo
interrumpió Siwon y él se rió demasiado fuerte para continuar.
—¿Podemos volver
a la cuestión que nos ocupa? —preguntó Junjin mientras se frotaba la frente.
—Bueno, en este
caso, el que no haya noticias no son buenas noticias — dijo Dambi, mientras sus
ojos se encontraban con los de Junjin.
—He estado
tratando de buscar a través de los archivos para ver si tenemos alguna
información sobre este personaje Gura —dijo Wadim desde donde estaba sentado en
el suelo.
—¿Te has
encontrado con algo útil? —preguntó Siwon.
—No mucho, solo
que él es el hermano del Rey Hechicero y que tuvieron una riña. Pero los
archivos no entran en detalles de por qué.
—Es obvio lo que
tenemos que hacer a continuación. —Dambi miró alrededor de la habitación.
—Por favor, dime
que tiene algo que ver con alimentarnos —murmuró Hee.
Siwon puso su
mano en la nuca de Hee desde donde se encontraba detrás de él.
«No voy a permitir que te mueras de hambre, Heechul»,
se burló.
«Sabes que me pongo de mal humor cuando
tengo hambre».
«¿Cuándo no estás de mal humor, cariño?»
«No es el momento, B». Heechul se estiró
hacia atrás y golpeó su mano, pero él solo se rió entre dientes y lo puso de
vuelta donde había estado.
—Tan importante
como es que tu apetito sea satisfecho para todos nosotros Hee, no es del todo
la principal prioridad. —La voz de Dambi fue suave como si estuviera hablando
con un niño.
—Debería serlo.
Eso es todo lo que digo.
—Tomó nota de
ello. —Dambi asintió—. Lo que iba a decir antes que el joven embarazado nos
iluminara con sus necesidades, y por sorprendente que parezca que no fuera de
la naturaleza carnal, es que tenemos que hacer que Jungsoo venga hasta aquí
para explicar por qué su hermano está…
—¿Loco como de
calabozo? —interrumpió Teukkie.
Dambi sonrió.
—Esa es una
manera de decirlo.
—LCDC —acortó Hee—,
increíbles siglas, suena como una banda.
La sala dejó
escapar un gemido colectivo cuando todos miraron a Hee.
—Hee, una pista,
lee la camisa de Wadim —le dijo Teukkie secamente.
Hee miró a Wadim
quien, oh, tan amablemente, empujó su camisa hacia fuera para que pudiera
leerlo. En negrita decía: “No, en serio, soy un hombre lobo y tú eres un ser
humano, lo que se traduce esencialmente en un filete con piernas”.
—¿Estás
insinuando que Wadim me va a comer? Porque no sé cómo se sentiría Siwi sobre
eso.
Siwon frotó su
cara mientras dejaba escapar un suspiro exasperado.
—Hee, Teukkie,
silencio. Wadim, deja de alentarlos con tu estúpida sonrisa.
—Me pondré en
contacto con el Hechicero —continuó Junjin como si las bromas entre Hee y Teukkie
no hubieran tenido lugar.
—Creo que yo
debería ir, Alfa —dijo Dambi—. Va a ser más rápido y quiero comprobar lo que
está pasando en su bosque. De lo que he escuchado de algunos de los hechiceros
con los que he hablado, parece que hay mucha turbulencia en el aire.
—Bien, hazlo
rápido. Dile que lo espero mañana.
Dambi asintió y
luego se había ido.
—Como quisiera
poder hacer eso —dijo Teukkie mirando con nostalgia al lugar que Dambi acababa
de ocupar.
—En cuanto al
resto de ustedes —Junjin se puso de pie a medida que se dirigía al grupo—, sé
que es fácil ponerse cómodo mientras esperamos a ver lo que nuestro enemigo ha
planeado, pero no deben permitir que esto suceda. Parejas, tienen que estar
entrenando para el combate, excepto Hee. —él le gruñó, pero Junjin simplemente
siguió—. Los sanadores tienen que seguir aprendiendo y hacer lo que sea posible
para prepararse para ayudar a los heridos, a los lobos y las Fae por igual. Siwon,
sería de gran ayuda si te mantienes en contacto con los Alfas que han regresado
a sus manadas. Tenemos que seguir construyendo las relaciones que hemos puesto
en marcha; debemos permanecer unidos. Hombres, he pedido a Hyungsik, Príncipe
de los Elfos, y a Henry que entrenen con ustedes. Somos fuertes y rápidos, pero
ellos son más rápidos. Bien puede ser que tengamos que aprender algunas nuevas
técnicas de lucha nosotros mismos. También estarán enseñándoles el tiro con
arco. Tenemos que estar preparados para luchar en cualquier forma que el ataque
se produzca.
Todos los hombres
asintieron y murmuraron su acuerdo.
—Muy bien, nos
reuniremos de nuevo mañana cuando Jungsoo llegue.
—Esto significa
que puedo ir a comer ahora, ¿verdad? —Hee sonrió mientras se levantaba.
—Oh, Dios mío,
qué alguien le consiga al chico un poco de comida para que se calle.
—Oí eso, Teukkie.
—Lo dije para que
lo escucharas, tarado —le dijo Teukkie.
Hee miró a Kangin
quien estaba de pie justo detrás de Teukkie. Sus ojos parecían apagados, ya no
siendo del azul brillante que habían sido una vez y tenía los labios apretados.
—Kangin, tienes
que controlar a tu pareja.
La cabeza de Teukkie
se alzó de golpe mientras sus ojos colisionaban con los de su amigo. Ellos
estaban muy abiertos y estaban dando a Hee la mirada fulminante de qué
demonios.
Hee se encogió de
hombros.
—Es hora de que
él saque la cabeza fuera de su trasero y se una al resto de nosotros aquí en la
vida.
Kangin no gruñó;
ni siquiera reconoció las palabras de Hee. Solo puso su mano en la parte
posterior de la espalda de Teukkie y comenzó a guiarlo fuera de la habitación. Teukkie
continuó fulminando a Hee con la mirada hasta que pasó furioso por delante de
él.
Hee miró a Siwon.
—No lo entiendo,
B. Nuestro bebé está programado para morir el día en que nazca y no me ves
caminando por ahí con un ceño fruncido, pareciendo listo para matar a todos en
mi camino. ¿No crees que es hora de que Kangin se anime?
Siwon encontró la
mirada de Hee y alargó la mano para acariciarle la mejilla.
—No todo el mundo
es tan resistente como tú, princesa.
Las cejas de Hee
se fruncieron mientras observaba a su compañero. Estaba escondiendo algo; lo
sabía sin lugar a dudas. Pero no podía saber lo que era porque mantenía su
mente cerrada para él.
Mantenía su
vínculo abierto lo suficiente para sentirse el uno al otro, pero no le daba
acceso abierto como una vez lo hizo. Mientras miraba hacia él ahora, la mirada
en sus ojos lo confundió, pero sabía que si le preguntaba, solo desviaría la
pregunta.
Hee finalmente se
apartó de él, sabiendo que lo seguiría. Se detuvo un momento y miró hacia atrás
por encima del hombro hacia él y levantó una ceja.
—No puedes
esconderte de mí para siempre, Siwi. En algún momento, bajarás la guardia. Y
cuando lo hagas, no voy a ser amable al darte tu privacidad. Voy a tomar lo que
es mi derecho a tener, toda tu confianza y franqueza conmigo. Así que puedes
seguir engañándote a ti mismo al pensar que puedes ocultar las cosas de mí,
pero siempre consigo lo que quiero. Y no estoy hablando solo de información. No
creas que no he notado que pareces demasiado distraído por la noche para cuidar
de tus deberes conyugales y eso me está haciendo enojar. Un joven tiene
necesidades, B. Pon eso en tu carne seca y mastícala.
Siwon siguió a su
indignado compañero y trató de no sonreír ante ese último comentario.
«¿Acabas de decir deberes conyugales?»
«Cállate Siwi».
***
Dambi estaba
justo en las afueras del bosque que la magia de Jungsoo abarcaba. Estaba
recelosa de entrar en territorio del Hechicero. Podía sentir la maldad en el
aire, y verla en la forma en que las plantas y los árboles parecían estar
encogiéndose. Entrecerró los ojos mientras trataba de mirar más allá del ámbito
humano y en la magia que sabía persistía entre los árboles.
Ahí, pensó
mientras observaba los remolinos negros que se movían y cambiaban,
entrelazándose entre sí mismos con el verde de los remolinos que sabía que era
la magia de Jungsoo. La suya era increíblemente fuerte, pero los remolinos
negros aglomerados no estaban teniendo problemas para interponerse y añadir su
propia maldad corrosiva.
Dambi resopló con
irritación.
—¿Solo por una
vez no podríamos por favor tener un enemigo que no estuviera versado en las artes
oscuras y estuviera psicóticamente loco con la magia negra? ¿Sería mucho pedir?
¿No podríamos tener solo algunos duendecillos decididos a robar todas las
paletas de helado de limón en el mundo? —murmuró en voz baja.
Mientras estaba
allí, su malestar aumentó, y tomó la decisión de llamar a Jungsoo hasta ella.
No quería esa mancha sobre sí misma y no quería llamar la atención sobre ella—.
Jungsoo, Rey de los Hechiceros, solicito una audiencia. —No habló en voz alta,
porque sabía que su magia llevaría el mensaje hasta él en el viento.
Después de varios
minutos de espera, por fin lo vio emerger como si estuviera caminando de los
árboles mismos. Llevaba su característico manto verde y se dio cuenta que su
rostro estaba tenso por la preocupación y la ira.
—Dambi. —Asintió
en señal de saludo.
—Jungsoo
—respondió Dambi—. ¿Sientes la oscuridad en tu reino? —Decidió simplemente
empezar con eso porque no había mejor manera de charlar con un Rey que decirle
que necesitaba poner su trasero en marcha y proteger lo que era suyo… por
supuesto, inteligente movimiento Dambi.
—Viene y va
—reconoció Jungsoo—. Sé que es el trabajo de mi hermano.
—¿Vas a hacer
algo para detenerlo o solo vas a pasar el rato en tu montaña bebiendo
aguardiente mágico y cortejando a esa nueva compañera tuya?
Jungsoo le gruñó
y estuvo bastante impresionada con eso, pero no dio marcha atrás.
—Yo soy el Rey
aquí, Dambi de las Fae. Yo decido lo que es mejor para mi pueblo y tú no
deberías estar escupiendo cosas que no entiendes.
Dambi dejó
escapar una carcajada.
—¿Cosas que no
entiendo? Creo que te olvidas con quién hablas. Soy más vieja y más sabia de lo
que tu mente finita puede comprender. He visto al mal emerger y caer desde hace
miles de años y sé lo que pasa cuando nos hacemos de la vista gorda ante lo que
está sucediendo a nuestro alrededor. Tienes que hacer algo antes que él tenga
potestad en tu bosque, sobre tu gente y sobre tu compañera.
Jungsoo apartó la
vista de Dambi, pero no antes de que ella viera el destello de culpabilidad y
dolor en sus ojos amarillos.
—Estoy tomando
medidas para proteger todo lo que pueda. Tengo a aquellos que son más fuertes
en magia trabajando en hechizos para proteger
la montaña y la tierra. Tengo a mis herreros forjando armas y estoy
enviando a Sora de regreso a su casa.
La boca de Dambi
se abrió ante su última declaración y luego una sonrisa se desplegó en su cara.
—Y dime por
favor, ¿cuán bien se tomó eso tu mujer?
—Creo que estaba
enojada. —Todavía no se encontraba con la mirada de Dambi.
—¿Qué te dio esa
idea?
—Utilizó un
montón de palabras que normalmente la harían sonrojar, y… —Hizo una pausa.
—Y… —solicitó Dambi.
—Entonces comenzó
a tirarme cosas.
Dambi rió aún más
fuerte esta vez.
—¿Qué tal su
puntería?
Jungsoo
finalmente encontró su mirada y frunció el ceño.
—¿Es realmente
importante?
—Oh, lo será si
decide recoger algo un poco más letal que un cepillo o un libro o la mayoría de
las cosas que las parejas agarran en ataques de ira.
Jungsoo se quedó
en silencio mientras recordaba su pelea con Sora. Estaba enfadada, pero más que
eso, estaba herida. Pero no podía preocuparse de sus sentimientos; tenía que
preocuparse por la seguridad de ella, por su vida. Podía manejar su rabia
mientras ella estuviera viva para dirigirla hacia él.
—Dambi, ¿a qué
has venido? —preguntó finalmente.
—Bueno, aparte de
los chismes jugosos, Junjin solicita tu presencia mañana mismo.
—Estaré allí. ¿A
qué hora?
Dambi se encogió
de hombros.
—Ustedes los
hombres nunca prestan atención a los detalles. Aparece cuando estés bien y
listo. ¿Traerás a Sora?
Él negó.
—Voy a enviarla a
casa esta noche.
—¿Sola? —preguntó
mientras su voz se elevaba con sorpresa.
—Va a estar a
salvo en los Estados Unidos. Mi hermano nunca ha salido de nuestra tierra
natal. Enviar a alguien con ella simplemente le alertaría de que ella se ha ido
—explicó.
—¿Y qué te hace
pensar que no la va a seguir?
—Él me quiere
muerto. Si estoy aquí, se quedará aquí.
Dambi dejó
escapar una risa que sonó de todo menos divertida a medida que su frente se
fruncía hacia él.
—Sigue diciéndote
eso a ti mismo, Hechicero, si te ayuda a dormir por la noche.
Jungsoo se quedó
en silencio mientras seguía mirando a Dambi fijamente. No quería pensar que
ella tenía razón. No quería creer que su hermano seguiría a su compañera, pero
estaba empezando a pensar que lo que él quería no cambiaba lo que es
simplemente.
—¿Irías al
aeropuerto con ella? —preguntó él de repente.
Dambi fue tomada
un poco por sorpresa por la petición, pero la curiosidad pudo más que ella.
Definitivamente quería ver cómo Sora Park estaba manejando la situación de ser
enviada lejos como una pieza frágil de porcelana.
—Supongo que sí
—dijo tratando de sonar desinteresada—, ¿a qué hora?
—Su vuelo sale a
las ocho en punto.
—Voy a estar aquí
a las siete y cuarto.
Jungsoo negó.
—Eso no te dará
tiempo para llegar al aeropuerto.
Dambi puso los
ojos en blanco.
—No estoy
pensando en tomar un auto.
—Oh, está bien
—dijo Jungsoo distraídamente.
Dambi estaba a
punto de irse cuando una idea un poco perversa surgió. Inclinó la cabeza hacia
un lado mientras sus ojos se estrechaban ante el Rey.
—¿Has pensado en
lo que podría suceder si la envías de vuelta?
Jungsoo no
respondió.
—Sora es una
mujer hermosa. Su hijo es todo un adulto y se ha ido, dejándola en su casa por
sí sola todas las noches, los fines de semana. En algún momento un hombre la
perseguirá. En algún momento ella dejará que su corazón sane y siga adelante, y
dejará que alguien más le dé lo que ella necesita. Lo ha hecho antes.
Dambi observó
cómo sus palabras comenzaron a asimilarse en su cabeza. Al parecer, no había
pensado en este escenario en absoluto. Sus ojos comenzaron a brillar en una sombra misteriosa de color
amarillo y su piel enrojeció por la ira.
En el momento en
que Dambi había dicho que Sora podría seguir adelante, la enorme mano de Jungsoo
se envolvió alrededor de uno de los árboles más pequeños y apretó tan fuerte
que dejó abolladuras en el tronco.
—Muy bien —dijo Dambi
alegremente sin molestarse en reconocer su ira—, mi trabajo aquí está hecho.
Volveré a buscarla dentro de un rato.
Antes que el Rey
pudiera responderle se había ido.
Jungsoo no hizo
ningún ademán de marcharse; no todavía. Tenía que calmarse antes de volver a la
montaña. Las palabras de Dambi habían encendido una furia salvaje dentro de él
y temía que la menor molestia posible podría desestabilizarlo y algún pobre
hechicero inocente moriría. No había considerado que Sora podría seguir
adelante. Pensó que en algún momento la recuperaría una vez que fuera seguro.
No tenía idea de cuánto tiempo podría llevar, pero solo asumió que ella lo
esperaría. Pero no podía alentar esa idea, o la mantendría aquí, y si ella
estaba aquí, entonces estaría en peligro. Apartó la idea de ella con otro
hombre tan lejos de su mente como pudo y llevó sus pensamientos al asunto en
cuestión, su hermano y la amenaza que suponía. Todo tendría que esperar,
incluso su deseo de tener a su compañera a su lado.
JajajajJa
ResponderEliminarHee~ sabe poner sus prioridades en orden(?) JajajajJa
Y Dambi sabe como dar justo en la herida...
No me gustaría ver a Kangin y a Hyuk pelear por algo solo fue imaginado...pero por eso mismo es muy doloroso para Kangin,porque está en su cabeza y no se lo puede sacar de ahí.
ResponderEliminarEso quiere decir que sí,que algo tal vez drastico se va a tener que hacer para solucionar este problema.
Espero no sea necesario que se enfrente.
Hyuk no tiene la culpa y menos Donghae,ya que él lo necesita bien para que lo apoye.
Tampoco para Teuk,viendo a su lobo golpear y siendo golpeado por algo que no es real.
Al menos Hee sabe que Siwon se trae algo...puede que no imagine de que magnitud es lo que le está ocultando,pero al menos no está tan desprevenido.
Gura quiere a la pareja de Jungsoo...y jungsoo la madará lejos para tenerla segura...no sé si esa sea buena idea.
Mantenerla junto a él seria el lugar más seguro...ya ven,la bruja la llevo a seoul...Gura bien podría hacer lo mismo...si Jungso cuida de ella ahí,donde él pueda tener total disposición...seria mejor.
Ya me dolió la cabeza por tantas cosas esperó y mejore pronto
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