—Odio
decírtelo, cariño, pero esos chicos tienen a disposición a muchos para elegir:
flacos, gordos, rubios, morenos… tú dilo y ellos pueden tenerlo. El punto que
creo que estás pasando por alto es que claramente nuestro amigo te ha escogido
a ti para pasar el tiempo y ha repetido esa elección una y otra vez. —Se quitó
unos mechones de su cabello oscuro del rostro y me alzó una ceja—. Y créeme,
ninguno de ellos está asustado por la idea de trabajar un poco.
Estaba
escuchando sus palabras, pero al mismo tiempo uno de esos universitarios se
separó del grupo y caminó hacia la mesa. Kyuhyun estaba reclinado sobre esta, y
aunque el joven se dirigía claramente en su dirección, él tenía su mirada fija
en mí. Me estaba observando atentamente y todo lo que podía hacer yo era
devolverle el gesto. Ni siquiera podía imaginarme confiando en alguien, amando
a alguien tan incuestionablemente que simplemente podías saber que eras la
única persona en que pensaban, la única que querían. Eso me sonaba a fantasía.
Eso no podía existir en la vida real…
¿verdad?
Ambos
comenzaron a hablar al unísono, intentando convencerme de que Kyuhyun era leal,
que era un gran tipo, que era el bueno del grupo, que solía ser la voz de la
razón porque Hyukjae era un impredecible
y Henry tendía a ser malhumorado y sensible. Todo esto lo escuché a medias
mientras observaba al joven poner una mano en el pecho de Kyuhyun y sonreírle
seductoramente. No sé qué me molestó más, que estuviera coqueteándole
abiertamente, o que me molestara tanto. Me ponía incómodo el ser testigo.
Kyuhyun
sacudió su cabeza tatuada, retrocedió un paso, y le dio su taco de billar a Jjong
para que pudiera ganarse a alguno de los jóvenes. Su mirada nunca dejó la mía.
Creo que él sabía que estaba molesto, y no por algo que los chicos hubieran
dicho, sino por la enorme atención que él recibía. Él no era mío, al menos no
con algún título oficial, así que no debería importar, pero lo hacía.
Él apoyó
sus manos en mis hombros y lo sentí darme un suave beso en la coronilla. Eran
esas cosas, los pequeños gestos que intentaban desatar todas mis ideas que yo
creía fuertemente aseguradas.
—¿Todo bien?
Donghae y Zhoumi
asintieron y yo jadeé cuando él giró mi silla para que lo enfrentara. Apoyó una
mano en cada lado de la misma así que terminé encerrado y obligado a mirarlo.
—¿Enserio,
te encuentras bien? Podemos irnos si quieres.
Sentía que
no podía respirar. Sería la segunda vez que dejara a sus amigos antes por mí,
porque yo no podía mantener la compostura. Abrí la boca para responder, para
decirle que estaba bien. De hecho, sus amigos eran bastante amables. Estaba lo
suficientemente mareado para fingir mi camino una hora más, pero no pude
decírselo porque de repente apareció Hyukjae en la mesa, con los ojos como platos en su
bello rostro.
—Siwon me
llamó. Heechul entró en trabajo de
parto.
De repente
todos eran un borrón de actividad. Henry y Zhoumi, Hyukjae y Donghae, todos salieron volando del bar sin
molestarse en pagar. Miré a Kyuhyun sorprendido mientras le hacía un gesto con
los dedos al apuesto cantinero.
—¿Por qué
están todos tan alterados? —No entendía por qué tanto apuro.
Jjong se
materializó y sacó unos billetes de su billetera unida al bolsillo con una
cadena y se los dio al cantinero.
Kyuhyun me
tomó de la muñeca y me puso de pie. Estaba algo inestable, así que lo rodeé con
un brazo.
—Llegó
antes, el bebé. Se suponía que Heechul tenía fecha para fin de mes. Dios, va a
estar triste de que su papá no haya
llegado.
Sacó su
teléfono y comenzó a escribir.
—¿Cuántas
semanas tiene? —Me metí con facilidad en un papel con el que estaba cómodo. El
de novio borracho y celoso me ponía incómodo.
Me miró
como si hablara en otro idioma.
—Seguramente
está bien. Es que es diminuto y el bebé debe ser grande considerando el tamaño
del papá. Si tu amigo tiene al menos treinta y siete semanas, ya ha completado
el ciclo, y tanto él como el bebé estarán bien.
Nos sacó
del bar y yo lo miré extrañado cuando se detuvo junto al Charger y no el jetta.
—Te vi
tomando chupitos con Zhoumi, así que sé que has tomado más de lo que estás
acostumbrado. No quiero que conduzcas, así que te llevaré a casa y buscaremos
tu auto mañana.
Puso la
llave en la puerta y lo observé con cariño y miedo. Realmente desearía que no
me hiciera tan fácil gustarme… y más que eso, la verdad.
—Sé que
estás preocupado por tus amigos. Puedo llamar un taxi. —Su mirada se oscureció
como solía hacer cuando lo invadía una sensación fuerte.
—Sungmin…
—Tenía la voz ronca. Se rozó la barbilla con el pulgar, lo que me hizo babear—.
Me preocupas igual que ellos. No estoy seguro cuando sucedió, pero lo hizo. Te
llevaré a casa y después voy al hospital.
Tragué
saliva y asentí en silencio. Me subí al auto y salimos a la noche. Estaba
tenso; podía sentirlo, y aunque podía decirle millones de datos médicos
explicando por qué todo saldría bien, sabía que eso no iba a ayudar.
Él ya
estaba a punto de perder a alguien querido; la idea de que pasara de nuevo
debía ser una tortura. Estiré una temblorosa mano y la puse en su brazo que
tenía estirado para sostener la palanca de cambios. Los músculos estaban tan
tensos que podrían quebrarse, y temblaban levemente.
—Kyuhyun.
—Me miró y pude ver las marcas de preocupación alrededor de sus labios—. ¿Tú,
eh, querrías que fuera al hospital contigo?
Eran una
familia, se amaban entre ellos, se apoyaban los unos en los otros. Yo era un
extraño. Sí, el hospital era mi segunda casa, allí estaba más en mi elemento
que en su auto intentando ofrecerle algún consuelo hueco.
Pero era lo correcto para que yo hiciera. Pude verlo cuando su mirada
pareció derretirse, y el brazo bajo mi tacto se relajó imperceptiblemente.
—Sí. Me
encantaría.
—Muy bien,
entonces vamos.
Las ruedas
chirriaron, y yo fui arrojado a un lado mientras él daba la vuelta en el medio
de la calle y se dirigía al centro, donde estaba el hospital. Esta sin duda fue
una buena táctica para que volviera a estar sobrio de forma más rápida que si
hubiera ido a casa a dormir.
Estacionó
y tuve que correr para mantenerle el paso mientras iba a la puerta principal.
Su mano estaba en la mía y podía sentir el sudor frío de los nervios. Se
dirigía a Emergencias, por lo que tuve que clavarme en mis talones para
detenernos.
—Parto y
Nacimiento están de este lado. Seguramente ya lo han movido aquí.
Suspiró y
me dejó guiarlo a regañadientes. No me perdí las miradas curiosas que recibí
del equipo de noche mientras trotaba tomado de su mano. Era el tipo de chico
que atraía la atención siempre, y dado que ellos seguían hablando de mi desastrosa
cita con el doctor, esto no ayudaba para sacarme de su radar.
El grupo
estaba reunido en la sala de espera, excepto por Hyukjae . Kyuhyun asintió a
los chicos, que estaban caminando de un lado al otro, pero se dirigió a las parejas
por información.
—¿Qué
ocurre?
Donghae
estaba retorciendo un mechón de cabello con sus dedos y tenía los ojos como
platos.
—Es
prematuro, pero no muy malo. Treinta y seis semanas. Siwon estaba asustando a
todos. Creo que está teniendo un pequeño episodio, así que su appá vino e hizo
que Hyukjae lo mantuviera a raya. El
doctor le tenía miedo.
Kyuhyun
bufó y no me costó imaginarme esa escena entre Siwon y el doctor, considerando
lo intimidante que el ex soldado podía ser muy bien.
—¿Alguien
llamó a Janghoo? —Me miró y aclaró—: El papá de Heechul.
Donghae
asintió.
—Siwon lo
hizo cuando estaba viniendo. Será mejor que llames a Shindong.
Kyuhyun se
tensó a mi lado y sus ojos volvieron a oscurecerse. Sabía que su papá era como
el segundo padre de todos ellos. La tienda de tatuajes que había creado se
había vuelto su hogar. La idea de otra vida llegando al mundo mientras él lo
estaba dejando debía doler. Apreté la mano de Kyuhyun y el me miró.
—Voy a
hablar con el equipo para ver si me dicen algo a mí, ¿sí?
Tragó
saliva y sus labios cayeron.
—Tengo que
hacer una llamada.
Se veía
tan triste, tan abatido, que me afectó mucho más que haber visto a ese joven coqueteándole.
Estiré una mano y le acaricié la mejilla. Es que había algo que hacía que no solo
mis instintos de enfermero saltaran a la vida, queriendo cuidarlo. Eso no era
bueno. Quería separarme, tener suficiente espacio para que no hubiera
posibilidad de que este hombre me hiriera de nuevo, y sentía que esa seguridad
era más y más lejana.
Fui a
preguntar sobre el paciente y su bebé. Usé mi estatus de trabajador para
obtener más información de la que le darían al grupo que estaba esperando. Para
cuando me reuní con Kyuhyun, todos se veían serios y estresados. Los bebés se
tomaban su tiempo en venir al mundo y a todos les esperaba una noche larga.
—Lo está
haciendo genial. Aún le queda un poco para entrar en trabajo de parto. Los
vitales del bebé son fuertes, así que seguramente todo saldrá bien. Diría que
mejor pónganse cómodos y esperemos. El bebé claramente tiene su propia agenda y
no sabe que hay reglas que debería seguir.
—Suena
como su tío; ya se le está notando su parte Lee.
El
comentario de Donghae terminó con la tensión, y miradas de agradecimiento y
sonrisas aliviadas me fueron dadas. Jadeé un poco cuando Kyuhyun me atrapó en
sus brazos y tiró de mí hacia su pecho para poder sostenerme mientras se
apoyaba contra la pared.
Llevó sus
labios a mi sien, y sentí su pecho subiendo y bajando.
—Me alegra
tanto que estés aquí. Estoy harto de estar en el hospital, pero al menos me lo
haces soportable.
No supe
qué responderle, así que me limité a rodearle la cintura y dejarlo sujetarse de
mí. Necesitaba averiguar pronto qué tan lejos estaba dispuesto a ir con él. La
realidad de que él me quisiera aquí, no porque sabía hacer mi camino en el
hospital, sino porque me quería con él, era algo que sentía que debía
comprender del todo.
No quería
salir herido, pero nunca había pensado que, si me equivocaba en esto, también
podría terminar lastimándolo. Esa idea no me gustaba para nada.
—Heechul trajo
al bebé. No puedo creer lo pequeño que es.
Asentí con
la cabeza y le entregué a Shindong un
vaso de agua.
Se veía horrible. Me dolía verlo así, consumiéndose,
el dormitorio de su apartamento estaba básicamente convertido en una sala de
hospital. Cuanto más tiempo pasaba, más delgado se ponía, su palidez empeoraba,
y podía oír cómo jadeaba y aspiraba cada vez que respiraba.
—Él se ve
como una pequeña muñeca cuando Siwon lo sostiene. Casi cabía en la palma de una
de sus grandes garras de oso. Es demasiado pequeño para saberlo todavía, pero
tiene a todos los hombres de su vida envueltos alrededor de su dedo. —Yo bromeaba
al respecto pero era verdad.
Lee Minki era
una perfecta y difusa réplica en miniatura de cabello rubio, de su appa. Los
ojos de los Lee. Iba a tener los ojos de Hyukjae y Eunhyuk.
El papá de
Heechul ya estaba tan enamorado de su nieto jovencito, que estaba hablando de
mudarse a Seúl. El pequeño era el primer bebé para cualquiera de nuestra
disfuncional familia y no había duda de que iba a ser terriblemente
sobreprotegido y ridículamente amado. No se merecía nada menos.
—¿Cómo lo
están haciendo en la tienda sin Heechul?
Shindong
comenzó a toser, y lo miré por debajo de mis cejas. Sonaba tan terrible, que
hizo que mi Corazón se apretara con tanta fuerza que se me paralizó durante un
latido.
—Podría ir
mejor. No puedo tomar la mayoría de mis clientes ya que él manejaba muchas
cosas. La primera mitad de mi día lo paso manejando los nuevos clientes,
haciendo mierdas en Internet, y pagando las cuentas. Es una mierda. Además
comenzó la construcción de la nueva tienda, así que cuando no estoy en “SMarked”
tratando de manejar los negocios, estoy allí. Hyukjae y Jjong encontraron un
par de buenos artistas que traeremos para que lleven las riendas y ver si
encajan en el nuevo lugar, pero alguien que maneje las tareas de escritorio y
se siente al frente. —Sacudí cabeza.
Tosió de
nuevo haciendo sacudir y temblar su delgado
cuerpo.
—No vas a
encontrar a otro Heechul. Es única en su clase, y una vez que esté listo,
volverá. Quiero que llames a este joven que conocí la última vez que estuve en Jeju.
Estaba en una convención allí y era uno de los modelos.
Aspiré una
carcajada.
—Necesito
una especialista en negocios no un modelo.
—Necesitas
a alguien que pueda manejar toda la mala actitud que ustedes tiran alrededor y
que encaje con el resto de la tienda. Alguien con Corazón y un poco ruda. Él
era hermoso e inteligente. Le pedí sus datos por una razón. Llámalo para ver si
estaría interesado en hacer una entrevista.
Solo
quería hacerlo feliz, así que accedí.
—Si tú lo
dices.
—Lo hago.
Podré estar enfermo, pero todavía sé lo que hace falta para controlar la
tienda. Además, creo que podría estar más inclinado en venir a ayudarlos y hacer que la tienda sea un
éxito que cualquier otra persona con la que te topes.
—¿Por qué
piensas eso?
—Debido a
que el pasado nos une a todos, Kyuhyun. Ninguno de nosotros estaría donde
estamos ahora sin las cosas que han pasado. Su nombre es Kim Kibum. Dile que te
di la información y tal vez menciónale que consulte el sitio web de la tienda
para que pueda revisar la página de los artistas.
Shindong
estaba siendo críptico y evasivo, pero era su manera típica de hablar así que
no lo cuestioné. Además, él cambió de
tema.
—¿Cómo
está tu bonito enfermero?
Esa era
una buena pregunta. No tenía ni la primera pista de cómo estaba. Desde que pasó
la noche en el hospital conmigo mientras que todos esperábamos por Heechul y el
bebé, había sido un poco evasivo.
Aún estábamos
pasando tiempo juntos tan a menudo como nuestros horarios ocupados nos lo
permitían, pero había algo allí, algún tipo de distancia, una especie de
escudo, y aunque no quería admitirlo ante mí mismo estaba metido en esto
profundamente y sentía como si se estuviera alejando de mí.
Quería
preguntarle, hacerle admitir que lo que sentíamos mutuamente era algo serio, y
después de casi tres meses tenía que ver que me había comprometido a estar con él
y con nadie más. Pero en vez de que estuviera más unido, parecía querer tener
más espacio entre nosotros. Ni siquiera me había dejado hacer algo por él en el
Día de San Valentín.
Era una
situación difícil, y aunque no tenía ningún problema llevándolo a la cama,
haciéndole ver y sentir lo perfecto que pensaba que era, fuera de la cama estaba
seriamente preocupado de que si trataba de probarla, o trataba de
obligarlo a decir que se preocupaba por mí más de lo que podía admitir iba
hacer que se sintiera asustado, y
se iría.
Sabía que
era cuidadoso conmigo, que no estaba
totalmente convencido de que
podía confiar en mí... realmente no confiaba en ningún hombre. No podía
culparlo. Me había dicho sobre su papá y su novia y sobre un tipo con el que se
había involucrado cuando estaba en la universidad, y cómo ambos
casos de infidelidad
habían dejado marcas
duraderas en su alma ya desconfiada.
Quería
sacudir algo de sentido en él. Yo había trabajado muy duro para acercármele, no
había manera de que fuera a meter la pata por meter la polla en el primer
agujero que estuviera disponible, pero no era capaz de conseguir que creyera en
mí.
—Él es
difícil.
Se echó a
reír, una risa real, haciéndome sonreír al suelo. Lo sentí extender una de sus
delgadas manos y la puso encima de mi cabeza inclinada. Cerré mis ojos y sentí
como mi pecho se estremeció.
—Ese es el
lema de tu vida en este momento, Kyuhyun. “Difícil”. Eres un hombre fuerte, un
hombre bueno, y puedes manejar lo que la vida te lanza, no importa lo difícil que puede llegar a ser.
Quiero que sepas, que este hombre, el hombre que eres ahora, es un hombre del
cual puedes estar orgulloso. Eres la cosa más grande que jamás se haya creado.
No lo dudes.
Bueno,
mierda, si eso no solo me dan ganas de gritar por todo el lugar. Tuve que
apretar con fuerza mis manos en puños para contener hacia abajo toda la
emoción.
—Todo lo
que quería era que mi mamá me dijera eso. Ahora lo sé, escuchándolo de ti, la persona
que me trajo aquí, es un millón de veces más valioso. Shindong, gracias.
Aún estaba
teniendo algunos problemas para pensar en él como mi “papá”. Sus dedos me
dieron unas palmaditas en mi cabeza afeitada.
—Debería
haber sido más valiente. No debería haber estado tan preocupado de que me
odiarías por no decírtelo. Quería que tu madre fuera responsable, pero una vez
que viniste a quedarte conmigo permanentemente... debí decirte la verdad.
—Bueno,
desearía haberlo sabido antes, desearía poder tener tiempo para apreciar a un
padre estando orgulloso de mí. Las decisiones que tomó hacen que sea realmente
fácil para mí estar de acuerdo con el hecho de que podría haberme dado a luz,
pero nunca de verdad fue mi madre.
—Kyuhyun,
estaba orgulloso de ti mucho antes de que tuviera alguna idea de que eras mi
hijo. Tu mamá es una mujer complicada, siempre tuvo una idea bastante clara de la manera en que su
vida debería verse. Ni tú ni yo en esa visión.
Movió su
mano y finalmente levanté mi mirada hacia él. Si estaba tragando todo abajo,
los sentimientos, el tiempo perdido, la historia estaba vidriosa y brillante en
sus ojos.
—Simplemente
ella debería haber dejado que me llevaras. Nos habría salvado a todos de muchos
dolores de cabeza.
—No
podemos volver atrás en el tiempo, hijo, todo lo que podemos hacer es avanzar
más inteligentemente y con mucho más cuidado. —Se interrumpió en un ataque de
tos que parecía que no iba a terminar, y terminó necesitando su oxígeno y un
poco de medicina para el dolor. Le ayudé con ambos y me di cuenta de que iba a
tener que acortar la visita corta.
Lo acomodé
y traté de no preocuparme de que cada vez que lo veía, sentía como que iba a
ser la última vez.
—Llama a Kibum.
Es justo lo que ustedes necesitan, y creo que van a amarlo.
—¿Por qué
siento como que hay más en la historia de lo que me estás diciendo?
Me dio una
sonrisa débil y sus ojos se cerraron.
—Me
conoces, siempre me gusta dar una mano cuando puedo: tú, Hyukjae, Henry, Jjong,
Heechul. Hice mi propia pequeña familia de almas perdidas. Estoy esperando que
conforme pase el tiempo, ustedes chicos extenderán la tradición. Hijo, te
enseñé bien en todo lo que pensé que necesitabas aprender para tener una buena
vida.
Realmente
lo hizo. Cada lección de vida que sintió que necesitaba saber, uso su propio
camino para enseñarme. Me metí en el Charger y giré la manija de la radio para
poder escuchar la música fuerte, pensé que tal vez si ahogaba el resto de mis
sentidos, no podría sentir el dolor de ver a Shindong desaparecer delante de
mis propios ojos. Le envié un mensaje de texto a Sungmin porque de verdad era
la única cosa que iba a hacerme sentir mejor.
Seguro,
podría ir a emborracharme con Kangin en el Bar, podría llamar a Siwon e ir a
lanzar pesas alrededor en el gimnasio, Hyukjae lo dejaría todo y vendría a escuchar mis
quejas, Jjong lanzaría lejos de él a quienquiera que estuviese por la noche y
vendría a entretenerme y Henry... bueno, Henry nunca más estaba en la ciudad,
pero sabía que podía llamarlo y quejarme. Tenía amigos, gente que me amaba, que
estaba sufriendo la pérdida directamente conmigo, y sin embargo, era la única
que suavizaba la quemadura, la sensación fétida que queda después de ese tipo
de visita.
—Voy a pedir una pizza. ¿Quieres venir después
del trabajo?
—No será hasta
tarde.
—No importa... en realidad, podrías pasar la
noche por esta vez.
Ese fue un
golpe bajo y fue miedoso y pasivo-agresivo. Pero me sentía como una mierda, así
que traté de ser un poco más hombre con mi próximo mensaje.
Tuve una visita dura con Shindong. Apenas
puede mantenerse, como se ve. Me gustaría verte, y me gustaría que te quedes
conmigo.
No hubo
una respuesta de regreso por un tiempo, así que tuve que arrancar el auto y
dirigirme a casa. Mis entrañas estaban todas retorcidas y había un sabor amargo
corriendo a lo largo de mi lengua. Quería golpear algo o dejar que algo me
golpeara.
Estaba pasando
arriba delante del edificio cuando finalmente me envió un mensaje de texto de
regreso. Era irritante. Nunca antes tuve que esperar alrededor para escuchar de
una pareja, especialmente una que realmente no sabía que estaba en mí al mismo
nivel que estaba dentro de él. No tenía ninguna duda y odiaba que él estuviera
confundido.
Lo siento, entró un chico al que le dispararon
con una pistola de clavos. Si no te importa que llegue un poco más tarde estaré
allí. Sigue adelante y come sin mí.
¿Qué hay acerca de que te quedes conmigo?
Tuve que
empujar mi suerte. Me sentía demasiado abierto, estaba sangrado todo lo que me
encontraba sintiendo por todo el lugar y no había forma de detener el flujo.
¿Podemos hablar de eso más tarde? Acabo de
recibir dos pacientes más.
Ve a trabajar. Te veré más tarde.
Suspiré sintiéndome
totalmente destrozado e
insatisfecho cuando envió:
Lo siento mucho por Shindong. Eso no es justo
y siento que estés sufriendo.
Esa era la
cosa con él, no importa como de lejos parecía estar, había algo ahí, algún lazo
que me hacía creer que finalmente vendría alrededor y se daría cuenta de que
podríamos ser algo increíble y especial juntos.
Oiga...¿No al bebé le iban a poner Eunhyuk?
ResponderEliminarSungmin tiene muchas dudas...aparte de eso no confia en Kyu...y ni parece que quiera darle un vito de confianza.
Pareciera que solo se conforma con tenerlo cuando lo necesita,su miedo no lo deja avanzar,ni si quiea a darle el beneficio de la duda a Kyu.
Ya le dijo Mimi que ellos están dispuestos a trabajar para conseguir lo que quieren...es lo que está haciendo Kyu pero Min no avanza.
Para llegar a algo se necesita que los dos caminen.
A ver si con la inminente perdida de Shin,Kyu no se va abajo.
Me quedé en shock viendo aparecer en escena a Kibum...es el kibum que yo creo u otro(?)😞
Veci Eunhyuk quería q le pusieran su nombre, pero es un jovencito, no lo podían llamar así. Aunq en ese grupo lo "normal" no existe... Buen punto lástima no lo pensé 😂😂😂😂
EliminarQue bueno wue ya nacio el bebe del SiChul. Jjajja y que falla que haya nacido jovencito.
ResponderEliminarEl Kibum del que hablas es "Key" dr Shinee??
Kyu aun tiene mucho camino por recorrer respecto a Min. Ojala y si pase la noche con él.
Gracias por el cap ^_^