Junjin abrió la
puerta de la habitación de Hee y Teukkie, y entró sin llamar. A estas alturas
la cortesía
no estaba en la
parte superior de su orden del día. Siwon estaba de pie contra la pared, su
mirada
era fría y
prometía muerte. Hee y Donghae estaban sentados en una cama pareciendo muy
confundidos,
y Kangin y Teukkie
estaban en su cama. Kangin se levantó bruscamente cuando vio al otro lobo
entrar
en la habitación
con su padre.
—Alfa, ¿quién es
este? —preguntó Kangin.
—Este es Jihoon,
el Beta de Kangta. Ha venido a presentarse a Teukkie porque va a estar ayudando
con la vigilancia
—explicó Junjin.
Teukkie sonrió y
saludó, pero se dio cuenta que algo andaba mal. Miró a Kangin, quien seguía
mirando mal a su padre.
—Kangin, necesito
hablar contigo en el pasillo, mientras que Jihoon se presenta a sí mismo.
Kangin gruñó.
—¡Alto! —ordenó Junjin—.
Siwon se quedará aquí, él va a estar bien.
Kangin se volvió
hacia Teukkie y se inclinó para besarlo.
«Voy a averiguar qué está pasando, amor. ¿Vas a estar bien?»
«Estoy bien, Kangin. Ve, haz lo que necesites, pero luego vuelve a
mí.» Lo besó suavemente y sonrió.
Kangin le dio a su mano un último apretón suave y luego se volvió para seguir a
Junjin fuera de la
habitación.
Jihoon se acercó a
la cama de Teukkie y le tendió la mano.
—Teukkie, soy Jihoon,
es un placer conocerte.
Teukkie sonrió
cortésmente, pero sus palabras fueron tensas.
—Es un placer
conocerte también. —Teukkie apenas había conseguido decir las palabras cuando
se
oyó un fuerte
gruñido y cosas siendo estrelladas fuera de la puerta de la habitación del
hospital.
Teukkie empezó a
levantarse—. ¿Qué demonios es eso?
Siwon llegó a él
antes de que Jihoon pudiera tocarlo.
—Teukkie, quédate
aquí por favor. Jihoon y yo estaremos justo afuera para ver lo que está
pasando.
—Muy bien, por
favor asegúrate de que Kangin esté bien. Él está bloqueando sus pensamientos
—le dijo. Siwon asintió y
luego se volvió a Hee y Donghae.
—Ustedes dos se
quedarán donde están.
—Una vez más me
recuerda que debo estar usando un collar que dice: “Si lo encuentras por favor
llamar al hombre
lobo mandón que piensa que es mi dueño, al 1-800-cara-culo” —dijo Hee con
sarcasmo.
Los tres jóvenes escucharon
a Siwon murmurar en voz baja:
—Pequeño,
inteligente bocaza. —Mientras seguía a Jihoon fuera de la habitación y al
pasillo, que
era una ruina
completa. Sillas habían sido arrojadas, y había vidrios rotos en el área
familiar, Kangin
se había vuelto
loco. Siwon se volvió hacia Jihoon
— Si algo le pasa
a cualquiera de esos chicos, morirás por mi mano después de haberte sacado las
garras y castrado.
—Voy a protegerlos
—fue la única respuesta de Jihoon.
—¡NO PUEDE TENERLO!
—gritó Kangin. Su voz se tornó gutural, su lobo empujando por hacerse cargo. Sus garras se
habían empujando a través de sus dedos y sus ojos estaban brillando azul lobo.
Sus colmillos habían empezado a
alargarse.
—Kangin, ¡PARA!
—le gruñó Junjin.
Junjin le había
llevado a la sala de emergencia y estaba usando una de las áreas familiares
para hablar
con su hijo. Hyesung
y Sora habían ido con ellos.
—Él me pertenece,
a nuestra manada. —suplicó Kangin a su Alfa.
—Es ley de la
manada, Kangin. No puedo pararlo.
—¡ARRGGGHHH! —Kangin
dio un puñetazo en la pared, perforando un gran agujero—. No me importa la ley de la
manada, de tu ley. Es mi compañero, mi alma y me pides que me aleje de él. —Kangin
agarró una silla y la lanzó a través de la habitación, haciendo añicos las
ventanas de vidrio. Ni siquiera se detuvo antes de arrancar el televisor de la
pared, y arrojarlo por la ventana, haciendo que la silla corriera su misma
suerte.
—Kangin es
suficiente. —El poder de Junjin fluyó por la habitación, conduciendo a Kangin
de rodillas.
Los hombros de Kangin
se desplomaron en derrota, su cabeza colgó. Sus manos se cerraron en puños,
las garras que
habían comenzado a cambiar se clavaron en sus manos, cortando profundamente.
—¿Qué harías si
fuera appá? —La voz de Kangin fue tan baja que Junjin sólo la oyó debido a su
audición de lobo.
—Quisiera matar a
cualquier cosa y cualquier persona que me lo impidiera —admitió Junjin—. Pero
Teukkie no está en
peligro, y no es para siempre, son sólo dos meses y luego puedes completar el
vínculo y los
Ritos de Sangre.
Junjin sabía que
estaba pidiendo lo imposible, él no querría estar separado de su compañero por
más
de dos días, mucho
menos por dos meses, pero Kangin y Teukkie eran ambos aún menores y no estaban
vinculados. Por ley de la manada, el padre de Teukkie tenía todo el derecho de
hacer lo que estaba pidiendo. ¿Qué
podía hacer Junjin?
—Puedes estar con él
durante el día, pero Kangta pide que no pases la noche con él —le dijo Junjin,
tratando de hablar
lo más tranquilo posible, sabiendo que provocaba a una bestia ya enojada.
—¿El solicita?
¿Quieres decir que te dijo, al Alfa de la principal manada de Lobos Suju en el
mundo, te ha ordenado, que
yo no pueda quedarme con MI pareja en la noche? —gruñó Kangin.
—Entiendo que
estés enojado, entiendo que te está haciendo daño, pero sigo siendo tu Alfa,
vas a
someterte a mí, Kangin.
Sabes que no voy a dejar que le pase nada a Teukkie, confía en mí. Si no
como tu Alfa,
entonces como tu padre.
Después de unos
momentos de silencio Kangin finalmente se puso de pie y miró a su padre.
—No sé si puedo
hacer eso. Pides demasiado, Ahn Kangta pide demasiado. Puede que no sea el Alfa
de la Manada de los Suju
Coreanos, pero soy más dominante que Ahn. Él no tomará lo que es mío. Lo
siento, Alfa, pero en esto
no puedo obedecer. —Kangin no esperó a que su padre respondiera cuando se
volvió y salió de la sala
de espera, dirigiéndose a la habitación de Leeteuk.
Hee y Donghae se
acercaron y subieron a la cama de Teukkie.
—¿Has obtenido
algo por tu lado de la recepción, Teuk? —le preguntó Hee.
—Si te refieres a Kangin
hablando conmigo, entonces no, me está bloqueando sus pensamientos. Sin
embargo, estoy
consiguiendo una intensa ira de su parte. Sea lo que sea, Kangin está realmente
cabreado
—respondió.
—Sin juegos de
palabras, pero —Hee se rió—, ¿lo entienden? REALmente cabreado, porque es un
príncipe…
¿alguien?, no… ¿nadie entiende? Está bien, entonces.
Donghae le dio
unas palmaditas en la pierna.
—En cualquier otro
momento, te habría dado totalmente apoyo, pero un hombre lobo casi destruyó
completamente el hospital en pedazos, por lo que en estos momentos los apoyos
están en espera.
—Anotado. —Hee
chasqueó la lengua y guiñó en reconocimiento a la declaración de Donghae.
Teukkie estaba
empezando a sentir un poco de pánico por el hecho de que Kangin no le
respondiera a
través de su
vínculo. ¿Qué podría estar haciéndolo enojar tanto?
—Esto es ridículo
—se quejó Hee mientras comenzaba a levantarse de la cama y caminar lentamente
hacia la puerta de
la habitación, arrastrando su vía intravenosa. La abrió y sacó la cabeza.
Siwon estaba de
pie a la izquierda de la puerta con su habitual pose, los brazos cruzados sobre
el pecho, observando a todo el mundo como si estuviera contento de arrancar los
brazos a alguien si le dieran la oportunidad. Sea como fuere, Hee tuvo que
tomarse de dos segundos, bueno, tal vez tres para reconocer que el hombre
tenía un pecho muy bonito. No es una opción, se dijo, y decidió que tendría que
ser su mantra cuando
estuviese alrededor Siwon.
—¿Pasa algo malo, Hee?
—le preguntó con una molesta voz tranquila.
—¿Acabamos de
escuchar lo que sonó como un tornado pasando a través de este pasillo y
realmente
quieres
preguntarme si algo está mal? ¿En serio? ¿Eso es todo lo que tienes? ¿De verdad
vas a estar allí y actuar como si
todo es color de rosa?
Siwon levantó una
ceja.
—¿Qué pregunta te
gustaría que te respondiera primero?
Hee le gruñó.
—Oh, olvídalo
—dijo mientras agarraba su vía intravenosa y empezaba a caminar junto a él—.
Voy a
averiguar qué
demonios pasó sin la ayuda del Señor “Soy un hombre lobo grande y malo, te voy
a comer”. —Su voz se hizo
más profunda con cada palabra.
Mientras le
pasaba, con una voz tan baja que casi se lo pierde, le oyó murmurar:
—Puede que te
guste.
Hee giró la cabeza
bruscamente, a punto de perder el equilibrio y volcar el poste de su via
intravenosa.
—¿Acabas de hacer
una broma? Porque si lo hiciste entonces tenemos que hablar por teléfono con el
control del
tráfico aéreo para decirles que estén atentos al avistamento de pequeños cerdos
con alas, y
tal vez incluso
canalizar el infierno para ver si los lagos de fuego se han congelado.
—No sé de qué
estás hablando —le dijo, con la cara en blanco cuando lo tomó suavemente del
brazo y lo llevó de vuelta
a la habitación. Lo empujó suavemente dentro y cerró la puerta detrás de él.
Hee se quedó
completamente estupefacto.
—¿Encontraste
algo? —preguntó Donghae. Tanto él como Teukkie miraban a su amiga con
expectación.
—Yo… —Hee no pudo
conseguir que su boca escupiera lo que su cerebro estaba tratando de
reconstruir, por lo que sólo se
quedó allí de pie pareciendo confundido.
Donghae se levantó
y se acercó a Hee y comenzó a ayudarla con su regreso a la cama.
—¿Soy yo, Teuk, o
parece que la pequeña criatura se ha quedado mudo?
—Nunca pensé que
vería el día —coincidió Teukkie—. Sin embargo, para mayor claridad, Hee,
despiértate y dime si te enteraste de algo.
Donghae chasqueó
los dedos delante de la cara de Hee. Esto finalmente llevó a su cerebro en
sintonía.
—Está bien, tú —Hee
apuntó con un dedo a Teukkie, quien a su vez se señaló a sí mismo y pronunció
“yo” a Donghae. Donghae se encogió de hombros—. No tengo otra información más
para darles distinta a que el pasillo es un desastre, eso es todo lo que sé. —Hee
se volvió y miró a Donghae—. Yo, sin embargo, encontré que Siwon tiene sentido
del humor… creo, tal vez, más o menos, mierda no sé.
Antes de que Donghae
y Teukkie pudieran pedirle a Hee que aclare, la puerta de su habitación se
abrió y Sora entró, parecía muy cansada.
—Mamá, ¿qué está
pasando? —le preguntó Teukkie a su madre.
—Tenemos que
hablar.
—Eso nunca es una
buena señal —dijo Hee.
—Donghae, Hee
ambos necesitan quedarse, ésto les afectará a los dos
—No Hee, esto
nunca es buena señal. La última vez que ella les pidió que se quedaran, me
enteré que era medio hombre lobo. —dijo Teukkie con voz temblorosa.
Antes de que Sora
pudiera comenzar, alguien tocó la puerta.
—Adelante
—gritaron lost res jóvenes. Hyesun entró con aprensión.
—Sora pensé que
tal vez podría ayudar a explicar las cosas si hubiera alguna pregunta.
—Eso sería genial,
Hyesung, gracias —le dijo Sora.
—Bien —dijo Sora,
atrayendo una silla para sentarse. Puso los codos en sus rodillas y bajó la
cabeza, pasando sus manos por su cabello—. Déjame decirte esto antes de que Kangin
llegue aquí, porque una vez que llegue nadie va a poder acercarse a ti, Teukkie.
—Mamá, me estás
poniendo nervioso, ¿qué pasa?
—Kangta está
invocando derechos de Alfa como tu padre, porque eres menor de edad —le dijo Sora,
la frustración de su encuentro anterior con Kangta se escapaba en su voz.
Teukkie miró
fijamente sin expresión a su madre, sabiendo que debería estar indignado aunque
no estaba seguro exactamente sobre qué.
—Hyesung, traduce
por favor —pidió Teukkie, volviéndose para mirar al appa de Kangin.
—Primero, quiero
que todos prometan no decir nada hasta que me haya explicado completamente —les
dijo—. ¿Tengo su promesa?
—Lo prometemos
—dijeron los tres secamente.
—Kangta no cree
que tu y Kangin sean los bastantes adultos para ser compañeros.
Teukkie empezó a
interrumpir, su rostro lleno de obvia indignación, pero la mirada en los ojos
de
Hyesung era de
puro Alfa y la boca de Teukkie se cerró de golpe. Hyesung hizo un gesto de
aprobación con la
cabeza y siguió.
—Debido a que él
es tu padre, también ayuda que sea el Alfa de su manada, y que tú tienes menos
de 18, puede
invocar lo que es llamado como derechos del Alfa. Básicamente, está diciendo
que él
puede evitar que Kangin
y tú se vinculen hasta que cumplas 18. Quiere que regreses con él y su manada por lo siguientes
dos meses hasta que cumplas 18. Cree que tú y Kangin deben mandurar un poco,
que Kangin no está
listo para ser un compañero y protegerte como debería.
Luego de que Hyesung
terminara de hablar, esperó lo inevitable pero no llegó. En cambio, Teukkie
se quedó sentado
como una piedra, su respiración estable, sus labios apretados en una línea
recta.
«Kangin, sé que puedes escucharme. Te necesito.» Teukkie envió el pensamiento hacia Kangin,
permitiéndole
sentir su propio enojo, angustia y preocupación.
«Estoy en camino. Tienes que saber, Leeteuk, mataré a cualquiera que
intente alejarte de mí. A
cualquiera.» La voz de Kangin fue como
la muerte misma, fría, sombría e implacable.
Teukkie se
estremeció ante el sonido en su mente.
«Sólo apresúrate, por favor» fue su
única respuesta al edicto de él.
—Bueno, si Teukkie
no va a compartir con la habitación la furia que indudablemente está sintiendo,
desde ya
permítanme —anunció Hee—. ¿Ahn Kangta y qué ejército peludo va a intentar, y
permíteme reiterar
eso, como en obligar, ansiar, luchar, aspirar, buscar, y sin embargo
infructuosamente
pretender alejar a Teukkie de nosotros?
Donghae miró a Hee
y no pudo evitar que una sonrisa se extendiera por su rostro.
—Tu vocabulario
nunca deja de sorprenderme. Justo cuando creo que todo lo que sabes soltar
son blasfemias y
perversiones sales con un discurso digno de Corazón Valiente. Bien hecho.
Teukkie habría
reconocido los esfuerzos de su amigo para defenderlo si la puerta no hubiera
volado
abierta de golpe y
un embravecido príncipe hombre lobo furioso entrara.
Su poder se
arremolinó a su alrededor con tanta fuerza que Hyesung soltó un gemido, sonando
alarmantemente
como un lobo lastimado. Incluso Teukkie sintió el gen lobo inactivo dentro de él
querer someterse
al poder del lobo Alfa en Kangin. Era difícil respirar el aire tan espeso
por su
ira.
Él se acercó a Teukkie,
cuya cabeza se agachó e inclinó a un lado para que su cuello estuviera al
descubierto. Era
como si supiera instintivamente someterse con el fin de no provocar al lobo
dominante y
esperaba doblegarlo a su rendición de esa forma. El lobo de Kangin debió haber
sido
el único en
control de la conducción porque se inclinó sobre Teukkie y gruñó bajo. Él posó
su rostro
contra su cuello, respirando hondo, y su voz fue gutural cuando habló.
—Mío.
Teukkie giró su
cabeza levemente e hizo lo que ningún otro nunca sería capaz de hacer cuando
este
Alfa estaba de esa
manera, lo miró a los ojos.
—Sí, soy tuyo.
—Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Kangin empujó dentro todo su
poder y de repente todo se sintió como si un peso hubiera sido levantado y
pudieran volver a respirar.
—Nota para mí. —Donghae
tosió para aclararse la garganta, intentando todavía aspirar el aire—. Nunca
enojes a un Alfa.
—Buena decision,
Shelock —dijo Hee sarcásticamente mientras se recostaba en la cama, tomando
respiraciones profundas. Arrojó su brazo sobre su cara e intentó calmar su
corazón acelerado.
Teukkie miró
alrededor.
—¿Todos están
bien? —Cuando asintieron afirmativamente se volvió y miró a su compañero—.
Siéntate —le dijo firmemente.
Los ojos de Kangin
seguían brillando y Teukkie notó que sus manos humanas tenían garras. Su lobo
seguía aquí para jugar. Es bueno saberlo, pensó.
Kangin gruñó, o
más bien su lobo gruñó. Teukkie exhaló con exasperación.
—Compañero, ya lo
dejaste claro, todos nos sometemos y bla bla bla, ahora, siéntate por favor
junto a mí, ¿quieres?
Cuando Kangin no
accedió, Teukkie se dio la vuelta y miró a Hyesung como diciendo: “arréglalo”.
Hyesung se acercó
donde Kangin estaba de pie y él se volvió y le gruñó. Hyesung desnudó la
garganta, cuidadoso
de mantener su cabeza más baja que la de él y para no mirarlo a los ojos.
—El lobo está en
control en este momento, Teukkie, así que hasta que Kangin pueda hacerlo
retroceder un poco
va a responder como un lobo Alfa salvaje.
—¿Qué hacemos
entonces? —preguntó Donghae.
—Todos simplemente
cálmense —les dijo Hyesung—. Nadie salvo Teukkie puede mirar a Kangin
a los ojos
directamente, y mantengan la cabeza más baja que la de él —explicó Hyesung.
—Bueno, eso no es
difícil de hacer, es una montaña con piernas, aunque una montaña peluda
—murmuró Hee a
nadie en particular.
Teukkie volvió su
atención de nuevo a Kangin. Tomó su mano, atrayendo su atención.
Él le miró y Teukkie
pudo ver sus ojos suavizarse. Se puso de pie lentamente, con cautela, porque a
pesar de su rápida curación seguía sintiendo dolor, en especial cuando se
movía.
—Tú siéntate —le
dijo su compañero.
—No, yo me pongo
de pie.
—Yo Tarzan, tú
Jane —murmuró Donghae.
—Buena esa, me lo
ganaste. Bien hecho. —Hee le sonrió a Donghae.
—Aprendí del
mejor.
—Totalmente
cierto. —Hee y Donghae chocaron sus puños y se dieron la vuelta para mirar a Teukkie
quien se aclaró la garganta más fuerte de lo necesario.
—¿Qué? —dijeron
ambos al unísono, encogiéndose de hombros.
Teukkie puso sus
ojos en blanco y se volvió una vez más hacia su compañero.
«¿Qué
puedo hacer para ayudarte?» Teukkie habló a través de su vínculo, esperando
calmar al lobo, quien estaba todavía al mando del bote.
«Toca» fue la respuesta del lobo.
Teukkie asintió en
reconocimiento de su respuesta. Tomó sus manos y las puso alrededor de su
cintura, envolvió
las suyas alrededor de la cintura de él y luego subió las manos bajo su
camiseta de
modo que su piel
estuviera tocando la de él, luego puso su cabeza en su pecho y escuchó el
latido de
su corazón.
Teukkie lo sintió
apoyar su mejilla contra su cabello, y puedo escucharlo inhalar. Teukkie supo
que él
estaba inhalando
su aroma, el cual por alguna razón lo calmaba. Subió y bajó sus manos por su
espalda disfrutando lo
suave que era su piel, lo fuerte que se sentía él.
«Te amo»
Susurró Teukkie en
su mente, vertiendo cada gota de emoción de esas dos palabras. Sintió el
profundo retumbar de su
pecho y supo que esto era lo que él necesitaba, al igual que los lobos buscaban
consuelo tocándose
mutuamente, el lobo de Kangin necesitaba sentirlo, un recordatorio físico de
que era de él, que estaba a
salvo.
«Gracias, Luna, solo tú puedes calmarlo.»
«Gracias, Luna, solo tú puedes calmarlo.»
Teukkie exhaló una
profunda respiración ante el sonido de la voz de Kangin en su mente.
Se retiró lo
suficiente para mirarlo a la cara.
—Bievenido —le
susurró.
Kangin le dio
vuelta para que su cuerpo estuviera protegiéndolo de la vista y puso sus manos
a
cada lado de su
rostro y simplemente lo miró, como si estuviera intentando memorizar todos sus
rasgos.
—Mi amor, te
besaría ahora. — Kangin habló tan suavemente que Teukkie casi no lo escuchó.
—¿Qué acabas de
decir? —preguntó, inclinando la cabeza a un lado con curiosidad.
—Dije que quería
besarte ahora.
—¿Entonces por qué
seguimos hablando? —preguntó con una mirada perversa en sus ojos.
Todos en la
habitación dejaron de existir en ese momento, lo único que Kangin podía ver
eran los labios en espera de Leeteuk. Se agachó al mismo tiempo que él se
levantaba de puntilla para encontrar sus labios ansiosos.
No supe que me impresiono mas que hee se quedara sin palabras o el ataque de ira de kanig
ResponderEliminarIndependientemente de los protagonistas,yo estoy de parte de kangin....y más por que sé que el padre de Teuk solo esta llevandolo al matadero.
ResponderEliminarEse tipo lo odio y será el guardaespaldas de Teuk...eso es malo,por dios,él fue quien los mando al hospital.
Puff....a buena hora vino a aparecer el dichoso padre.....ㄱㄱ
Supongo que no habrá quiebre y teuk tendrá que ir....dios,ni yo quiero eso
Jajajaja Siwon y Hee son un caso.
Siwon sabe que y con que argumentos responder a las insinuaciones/ofensas y demás de Hee....hasta lo dejo con la boca abierta y en blanco jajajajaja
Este par me haran la lectura *0*