Marcado VI -10

Después que nos sentamos y tuvimos humeantes tazas de café asentadas enfrente de nosotros, quería preguntarle exactamente lo que estaba pasando con su empleado, pero se me adelantó y me preguntó por qué me parecía menos que encantador pasar el rato con los chicos.

Revolví copiosas cantidades de azúcar en mi café y me quedé mirando la mesa mientras pensaba en cómo responder a eso.

—Nunca he tenido un montón de amigos. Siempre hemos sido solo yo y Kook. Me gustan todos esos chicos y a Sungmin lo adoro a muerte, pero salir de esa manera no es algo a lo que estoy acostumbrado, y, francamente, todavía estoy un poco aterrorizado de que tu hermano quiera patear mi culo.

Me dio una mirada exasperada que indicaba cuan ridículos pensaba que eran mis miedos en cuanto a lo que concernía a Zhoumi, y recogió su propia taza. Sus ojos brillaron hacia mí por encima del borde cuando preguntó:

—Siempre solo tú y Kook, ¿eh? ¿Ha habido algo allí que vaya a tener a un policía enfadado sobre mi culo si se entera de dónde has estado cuando no puedes dormir?

Tuve que parpadear por un segundo porque lo que estaba preguntando era tan ridículo que me tomó un segundo procesarlo.

—¡NO! Dios no. Kook ha sido mi mejor amigo de toda mi vida y ahora es mi compañero. Nada romántico ha habido entre nosotros, y él no tiene voz ni voto acerca de con quien elijo pasar mi tiempo al igual que yo no lo tengo en su vida personal. Nos amamos el uno al otro, pero no estamos enamorados el uno del otro y nunca lo hemos estado.

Kangin se me quedó mirando sin pestañear por un largo tiempo antes de asentar su taza de café y apoyarse un poco más cerca de mí con una sonrisa en su rostro.

—¿Cómo es eso posible? ¿Cómo pasan horas y horas a tu alrededor, atrapado en una patrulla contigo día tras día, y no trata de conseguir algo? No cuadra.

Me sonrojé bajo el escrutinio y le di la misma respuesta que daba cada vez que alguien cuestionaba cómo Kook y yo podíamos tener una relación estrictamente platónica durante todos estos años.

—No soy el tipo de Kook, y lo conozco demasiado bien para siquiera pensar que podríamos manejarlo.

Kangin se recostó en la cabina y pude ver las piezas del rompecabezas de las palabras haciendo clic en su lugar dentro de su cabeza. Realmente era tan inteligente como hermoso.

—¿No eres su tipo?

Encogí un hombro.

—Nop. Para nada.

—Ya veo. —Él sonó divertido, y tal vez era una ilusión, pero creo que hubo un atisbo de alivio en su tono también.

Copié su pose en la cabina y le pregunté:

—¿Y yo soy tu tipo?

—Pelirrojo, solo hay un puñado de razones por las que cualquier tipo consideraría que “no eres su tipo” y no hace falta ser un genio para saber cuál podría ser la principal.

Dejé escapar un pequeño respiro de alivio y no dije nada más mientras la camarera dejaba nuestra comida delante de nosotros.

Era una pregunta que había contestado muchas veces a lo largo de los años, especialmente mientras Kook y yo habíamos ido haciéndonos mayores y ambos entramos a las fuerzas de la ley. En la preparatoria, incluso fuimos votados para rey y reina del baile, independientemente del hecho de que no éramos, y nunca habíamos sido una pareja. Claro, tal vez en un mundo diferente, en donde a Jongkook no le gustaran los varones podríamos habernos enamorado y vivido felices para siempre.

Así eran las cosas, yo NO era absolutamente el tipo de Kook y nosotros solo íbamos a ser los mejores amigos para siempre y estaba simplemente agradecido de tenerlo en mi vida en cualquier forma que fuera. Nunca sentí como que fuera mi deber hablar por Kook acerca de por qué no había nada romántico entre nosotros, así que me sentí aliviado de que Kangin entendiera lo que no estaba diciendo y dejara el asunto.

—Eres lindo. —Sonaba divertido, así que arrugué mi nariz hacia él.

—Eso no suena como un cumplido. —Le dije a la camarera que no cuando preguntó si queríamos algo más, aunque totalmente podría haber ido por una malteada de chocolate. Kangin pidió la cuenta y sacó su teléfono para mirarlo. Cuando habló, lo hizo con sinceridad y honestidad a pesar de que no me estaba mirando.

—Lo es. Me sorprendes. La forma en que te ves no siempre coincide con las cosas que haces... Nunca estoy seguro de qué esperar.

Me deslicé fuera de la cabina. Él siguió mi ejemplo después de lanzar un fajo de billetes en la mesa para cubrir la cuenta. Me derretí un poco en el interior cuando tomó mi mano. Parecía una cosa tan normal de hacer para dos personas que se gustaban y tan en contra de la forma en que se había comportado hacia mí hasta este punto.

—Me lo dicen mucho, ¿sabes? Como si la manera en que me veo tuviera que ver siempre con algo. —Él frotó su pulgar a lo largo de mi muñeca y mi pulso saltó en respuesta ante la simple caricia—. Mi mamá es realmente hermosa y nunca tuvo nada más que problemas.

—Si se parece a ti, puedo ver eso.

Me burlé de él a medida que caminábamos fuera de la acera.

—La gente pensaba que era mi hermana o mi amiga cuando me hice grande. Los chicos de la preparatoria me usaban para conectar con ella todo el tiempo, y me quería morir. Ella solo se rio de eso. Era buena en el manejo de la atención; también era muy buena en dejarme encontrar mi propio camino, cuando quedó claro que no iba a seguir sus glamurosos pasos.

Él me miraba como si cada palabra que dije sostuviera partes de mi alma en ellas. Tal vez lo hacían. A veces era fácil olvidarse de todos los maravillosos atributos de mi mamá y perderse en su excesiva búsqueda del Sr. Perfecto.

—¿Qué quieres decir?

Sonreí un poco pensando en mi mamá apareciendo en los partidos de fútbol en tacones de quince centímetros y el cabello estilizado y maquillada. Encogí un hombro y le dije:

—Ella solo me dejó ser yo y nunca lo cuestionó. Cuando le dije que quería seguir a Kook a la Academia de Policía, no le dio un segundo pensamiento. Estaba preocupada por mi seguridad, pero nunca cuestionó si podría o no hacerlo. Me dijo ve y se el mejor policía que puedas ser y luce fabuloso mientras lo haces. Siempre me ha apoyado en cualquier cosa que quise emprender, y ya que siempre fuimos solo ella y yo, tener su aprobación era importante para mí. Lo es todavía.

—Me gusta la forma en que te ves. —Lo dijo como si fuera obvio, y tal vez lo era. Pero viniendo de él hizo que mi interior revoloteara y pequeños pedazos de mi corazón quisieran estallar fuera de mi pecho y ponerse a sí mismos en sus muy peligrosas manos—. También me gustan las cosas que haces, la forma en que actúas, las cosas que dices, y aún más la forma en que siempre eres. Podrías tener el cabello como nido de ratón, acné, y los ojos cruzados y seguir siendo completamente hermoso solo por ser tú. Tu mamá lo sabía, por eso ella solo te dejó ser.

Tuve que parar, a pesar de que estábamos en medio de cruzar la calle, para mirarlo y ver si hablaba en serio. Era bueno con las palabras, tenía una forma de decir las cosas que creo que él sabía que quería oír, demonios, lo que cualquier pareja se moriría por escuchar, pero estaba allí, estampado en su demasiado hermoso rostro, que él quiso decir todo lo que acababa de decir. Tuve que aclararme la garganta antes de que pudiera responder.

—Eso podría ser lo más bonito que alguien alguna vez me ha dicho, Kangin. Sobre todo porque no he sido muy fanático mío últimamente. —Él se encogió de hombros como si no fuera gran cosa, como si no acabara de darme más que una razón suficiente para lanzar el sentido común a la basura y seguir adelante y enamorarme por completo de él. Siempre tenía exactamente las palabras adecuadas para usar. No es de extrañar que hubiera sido tan buen estafador. Palabras bonitas saliendo de esa cara demasiado bonita te hacían querer creer que eran la verdad.

—Es verdad. —Su voz fue un poco brusca y se movió inquieto de un pie a otro mientras regresábamos al Bar y se detuvo frente al 4x4.

Eché la cabeza hacia atrás para poder mirarlo.

—También me gustas por quién eres, incluso si a ti no te gusta.

—No hay mucho que gustar, Leeteuk. Sigo diciéndote eso y tú simplemente no quieres escuchar.

—Estás equivocado. —Sabía que lo estaba. Se agachó y presionó un ligero beso en mis labios. Sabía a jarabe para panqueques y café, y cuando lo besé hubo tantas cosas que me gustaron de él, que podía ahogarme literalmente en ellas.—. Pero si quieres, podemos volver a tu apartamento por un rato y te puedo mostrar lo que me más me gusta de ti.

Dado que estaba estirado a lo largo de su figura, no me había pasado desapercibida la forma en que su polla reaccionó ante mis palabras detrás de la bragueta de sus jeans. Iba a tener que encontrar una manera de hacerle ver que a pesar de que tenía todo tipo de piezas rotas que eran feas y deformes en el interior, había suficiente de él que era salvable y realmente hermoso para hacer que esta cosa entre nosotros funcionara y floreciera en algo sólido y duradero.

Podría haber sido un criminal en el pasado, pero ahora era yo era la que quería robar algo de él y mantenerlo conmigo... él iba a dar pelea una vez que se diera cuenta de que estaba tras su corazón. Después de todo, era mi trabajo capturar al chico malo... solo que a éste no estaba planeando dejarlo ir.

El exterior no tiene mucho que ver, y el interior está destrozado, pero el motor es sólido, y con un poco de amor y cuidado podría ser una belleza.

Saqué mi cabeza por la ventana del auto que estaba considerando comprar y miré a Wheeler. No lo conocía muy bien, pero Kyuhyun me aseguró que era un buen chico y no me tomaría el pelo. Adicionalmente Siwon había accedido a acompañarme mientras miraba los autos, e incluso con un jovencito rubio corriendo a los alrededores, todavía no se había cruzado con algún chico que quisiera meterse con él. Especialmente desde que consideraba gastar una buena cantidad de dinero en efectivo en este garaje en un futuro cercano. Estaba viendo al bebé como un halcón para asegurarse de que no agarrara cualquier cosa del suelo grasiento y lo pusiera en su boca; y enviando mensajes de texto en su teléfono. No nos estaba prestando mucha atención a mí o al mecánico.

—Me gusta. Es un clásico. —Incluso con el óxido en el cuerpo y el interior totalmente destrozado.

Wheeler asintió y se apoyó en el guardafangos. Él no había dicho mucho, pero era obvio que amaba sus autos y que no dejaría que cualquier tipo en la calle diera un vistazo a su inventario.

—Iba a guardarlo para un proyecto, pero acabo de recibir un viejo Plymouth Wayfarer y va a tomar un poco de trabajo importante. Prefiero dejar ir el Nova y gastar el dinero en eso.

Asentí como si entendiera y valorara su dilema. Me gustaba un buen auto tanto como el que más, pero en realidad solo necesitaba algo que pudiera correr y me llevara de un lugar al siguiente. Distaba por mucho de cómo solía mirar un paseo en auto. Antes del coma todo lo que me había importado era el brillo, el costo, y cómo me veían los demás mientras conducía un auto que costaba más que algunas casas.

—¿Cuánto quieres él? —El motor estaba en buena forma, pero de ninguna manera restaurado o sobrealimentado, así que esperaba que fuera razonable. Antes de que pudiera responder, fui golpeado en la espinilla por un pequeño cuerpo risueño que me miró con gigantescos ojos. Ren alzó sus pequeños regordetes brazos y se me quedó mirando hasta que lo levanté del piso. El se rio de mí y extendió su mano para hurgar en mi nariz. El era la mezcla perfecta de Siwon y Heechul. Ahora que estaba moviéndose y hablando, era el paquete completo.

Wheeler nos sonrió y me dijo:

—Cinco mil dólares.

Era más de lo que esperaba gastar. Lo tenía, quiero decir, tenía prácticamente cero gastos, pero comprar el auto significaba menos dinero para pagar mi deuda médica. Ren se rio de nuevo y usó sus diminutas manos para acariciar mis mejillas. El cantaba alguna cancioncilla de bebé, y no pude evitar sonreírle.

—¿Eso es lo mejor que puedes hacer?

Su mirada se movió entre el bebé y yo. Una pequeña sonrisa tiró de su boca y él ladeó su barbilla hacia abajo.

—Normalmente pegaría duro y rápido. Pero ya que eres amigo de Kyuhyun y la tripulación de SMarked, y el hecho de que Ren parece adorarte obviamente significa que eres un buen chico, voy a dejártelo por menos, cuatro mil doscientos.

Cambié al niño hacia el otro lado para que él y yo pudiéramos acordar el precio y miré a Siwon cuando de repente apareció a mi lado. El bebé inmediatamente alzó sus manos y comenzó a cantar:  "Pa-Pa-Pa-Pa", mientras el hombretón me quitaba mi esponjoso paquete.

—¿Hicieron el trato? —Asentí y también lo hizo Wheeler. Siwon gruñó su aprobación y se volteó hacia mí—. Tengo que hacer una parada antes de regresar al Bar. ¿Está bien?

Realmente no podía discutir. No había estado seguro de si iba a comprar un auto hoy o no, así que no era como que estuviera dispuesto a llevar el Nova a casa en este minuto y necesitaba un viaje de vuelta al centro. Wheeler y yo intercambiamos información y le dije que me gustaría estar en contacto en el próximo par de días. Tenía muchas ganas de tener un conjunto de ruedas antes de que Zhoumi apareciera la siguiente semana para las vacaciones de primavera.

—¿Hacia dónde vamos? —Sentí que era una buena pregunta para hacer desde que estuvo frunciendo el ceño hacia el parabrisas y no diciendo mucho mientras se retiraba en el tráfico de la ciudad.

—Necesitamos darnos una vuelta por casa de Hyukjae. —Él me dio una mirada de reojo y el borde de su boca se curvó en una sonrisa—. Donghae lo dejó solo con el bebé mientras iba a la universidad para tratar de averiguar cuándo puede volver, y se está volviendo loco.

Eso me sobresaltó con una sonrisa.

—¿Oh sí?

Siwon se rio entre dientes.

—Sí. Es la primera vez que ha estado a solas con él y dice que Sik no deja de llorar. No quiere llamar a Donghae y preocuparlo, así que me llamó.

—El gran hermano al rescate. —Podría estar burlándome de él un poco, pero realmente lo admiraba. En un mundo diferente habría sido un hombre mejor y estado ahí para salvar a mi hermano en lugar de al revés. No me arrepentí mucho, solo acepté que nací para ser un perdedor y un desastre, pero eso era algo que ardía profundamente en mis entrañas cada vez que pensaba en ello. Eso era algo que cambiaría si alguna vez tenía la oportunidad de hacerlo de nuevo.

—Hyukjae realmente nunca se ha destacado por pedir ayuda, así que cuando lo hace sé que realmente la necesita.

—Tiene suerte de saber que siempre puede contar contigo. —Pude oírlo en mi voz. Bajo el suave pequeño acento estaba el pesar que corría profundamente en más huesos por las cosas que tuve que dejar hacer a Zhoumi, la manera en que nos había permitido a ambos sufrir y luego sacrificarse para apenas salir adelante.

Siwon me dio una mirada y luego miró por el espejo retrovisor cuando Ren lo llamó. Una sonrisa involuntaria tiró en su cara de otra manera severa mientras su hijo hablaba con él desde la parte posterior de la doble cabina.

—¿Vas a intentar y decirme que si Zhoumi te llamara en este mismo momento y te dijera que te necesitaba no tendrías tu culo en un avión de que él pudiera colgar?

Me moví inquieto en el asiento y volteé mi cabeza para mirar por la ventana.

—Ahora lo haría; antes... —Mi voz se apagó porque era casi imposible poner palabras a lo verdaderamente despiadado y cruel que había sido con mi pequeño hermano. Eso hizo que lugares muy dentro de mí se pudrieran y quemaran en algo feo y oscuro—. Antes, realmente me convencí de que podía cuidar de sí mismo. Lo sabía muy bien. Sabía que él estaba haciendo cosas peligrosas, arriesgando su cuello para mantenerme fuera de problemas, haciendo cosas que no quería hacer, porque la gente la quería más de lo que querían castigarme. Yo permití que pasara, porque eso es lo que mejor me sirvió.

Ahora era su turno de moverse incómodamente. Zhoumi era una persona joven y fuerte, brillante con una lengua rápida y un exterior duro como una piedra. Siwon lo conocía lo suficiente ahora para ser consciente de que toda su armadura de hierro escondía un centro muy suave y delicado. Escuchar en términos muy claros acerca de algunas de las partes más desagradables de su pasado tuvo que ser desagradable para él. Me hizo sentir como un monstruo todos los días cuando me despertaba viviendo con el conocimiento de lo que Zhoumi había arriesgado y sufrido por mí.

—Eso fue entonces. Ahora darías cualquier cosa para hacerlo feliz. Sé que estabas triste cuando se mudó con Henry, pero mantuviste tu boca cerrada porque quieres que tenga una buena vida y la única manera en que puede tenerla es con él. Si le hubieras pedido quedarse, él lo hubiera hecho, por ti, al igual que hacía siempre. Lo que haces por él ahora importa tanto como lo que no hiciste entonces.

No tuve necesidad de responder porque nos detuvimos frente a la casa de Hyukjae. Tan pronto como salimos del auto, el sonido de un bebé muy molesto se podía oír desde el interior de la casa. Ren frunció sus cejas rubias con preocupación mientras Siwon lo levantaba fuera de la camioneta y  colocaba en su cadera.

—Vamos a ver qué tiene tan molesto a tu primo.

Siwon de hecho tuvo que gritarle a Hyukjae encima del escándalo, y cuando entramos a la sala, tuve que tratar, realmente con mucha fuerza, de no reírme. Hyukjae sostenía al niño desnudo y paseándolo de ida y vuelta por la sala. Su cabello normalmente salvaje y en punta parecía que tenía manchas de tanto talco de bebé como de vómito, y estaba sorprendido de que todos los locos y salvajes colores del arco iris en que suele teñirse faltaran y ese fuera solo un normal marrón oscuro muy parecido al de Siwon.

Los ojos de Hyukjae se dirigieron abruptamente hacia su hermano en clara desesperación mientras que Siwon bajaba a Ren y cargaba al bebé llorón.

—¿Por cuánto tiempo te ha estado gritando?

Hyukjae pasó ambas manos por su cabello en obvia frustración y se inclinó para abrazar a su sobrino mientras se tambaleaba hacia él.

—Más de media hora. No sé qué está mal. Cambié su pañal. Traté de ponerlo a dormir la siesta. Traté de darle de comer el biberón que Donghae dejó. Mierda, nunca va a dejarme solo con él otra vez.

Él se levantó en toda su altura y comenzó a caminar de nuevo, esta vez sin el niño que Siwon estaba balanceando arriba y abajo. Sik no era un niño muy alegre y conformista y todos nosotros lo sabíamos.

Solo quería ir afuera a esperar, pero pensé que sería grosero, así que me acerqué a la chimenea y esquivé a Ren mientras trataba de taclear mis rodillas. Había un montón de fotos en la repisa, algunas de Hyukjae y su gemelo, Eunhyuk, de él antes de haber fallecido, unas cuantas de los hermanos y el resto de la pandilla de la tienda de tatuajes. Me hizo feliz ver que Zhoumi estaba sonriendo y se veía muy feliz en cada foto que estaba. Había también fotos de la boda y fotos de Hyukjae y Donghae con su nuevo bebé. Era toda una vida proyectada para que todos vieran.

—Nunca antes has tenido un bebé. Hay mucho que aprender y Donghae lo sabe. Tú y el pequeño van a estar bien una vez que ambos empiecen a entender las cosas. —Caer en el modo de camarero consejero era una segunda naturaleza y ni siquiera me había dado cuenta de que lo estaba haciendo hasta que Hyukjae detuvo su frenético movimiento para mirarme fijamente.

Hubo algunos golpes en la cocina y algunas palabrotas en voz alta, luego un silencio repentinamente dichoso llenó la casa. Ren miró a su tío, y luego a mí, y aplaudió con sus pequeñas manos. Dio un pequeño giro y le dijo a Hyukjae algo que sonaba como "todo mejor".

Siwon salió de la cocina con el bebé. Estaba balanceando un biberón y arrullaba de una manera profunda y quejosa que no debería ser tranquilizadora, pero aparentemente lo era para los bebés.

—El agujero del chupón del biberón no era lo suficientemente grande. Tenía hambre y no estaba consiguiendo ningún alimento. Él va a ser grande y fuerte como el resto de nosotros los Lee, por lo que tiene que comer.

Siwon sonrió a su hermano y fue a entregarle al bebé. Por una fracción de segundo Hyukjae pareció que quiso negarse, pero la emoción llegó y se fue tan rápido que estaba bastante seguro de que fui el único que la atrapó. Entendí ese miedo.

Hyukjae tomó al bebé desnudo y lo puso en el hueco de su brazo con un suspiro.

—Apesto en esto.

Siwon cruzó los brazos sobre su pecho y apuntó a su hermano con una mirada dura.

—No, no lo haces. Necesitas darte un pequeño respiro. No hay ninguna guía sobre cómo criar bien a un bebé. En su mayoría es ensayo y error.

El infante gorgoteó hacia su padre y podría jurar que Sik estaba tratando de decirle a su padre que todo estaba bien. Hyukjae levantó una de sus tatuadas manos y la usó para frotar suavemente sobre la capa de cabello oscuro del bebé.

—Siento que no tengo una segunda oportunidad si la jodo. —Sonaba tan desgarrado al respecto, lo cual realmente habló de lo mucho que esta vida y esta pequeña persona significaban para él.

Siwon se acercó a donde Ren estaba golpeando el control remoto de la TV contra el piso y lo levantó por encima de su cabeza, haciéndolo reír fuera de control.

—Cuando amamos a alguien hay un sin fin de veces que perdonamos cuando meten la pata. Donghae lo hizo contigo y conmigo. Tienes que ver cómo arreglar tu problema con appá y papá. Gracias a Dios Heechul nunca me ha abandonado cuando le di todas las razones para hacerlo. —Siwon cambió su atención a mí y oí lo que estaba diciendo aunque él no hubiera traído el nombre de Zhoumi a colación—. Vas a meter la pata, Hyukjae, y también él. Ustedes dos solo se perdonarán el uno al otro, seguirán amándose el uno al otro, y seguirán adelante. —El bebé soltó un bostezo y parpadeó como si estuviera de acuerdo con su tío.

Hyukjae retiró el biberón ahora vació de la boca del bebé y lo movió a su hombro, donde le palmeó la espalda suavemente hasta que un pequeño eructo del bebé encontró su salida. El bebé suspiró y cerró los ojos.

—Gracias por venir y no hacerme sentir aún peor de lo que ya me sentía.

Siwon asintió y nos dirigimos hacia la puerta. Me arrastré detrás, todavía atrapado en la línea de tiempo de amor y felicidad tendida en esa chimenea. No creo que Zhoumi y yo tengamos una sola fotografía de nuestra infancia. De hecho, la primera vez que podía recordar haber estado delante de una cámara de fotos fuera de clase en la escuela primaria fue cuando me detuvieron por robar en una gasolinera cuando tenía catorce años y en vez de llamar a la policía, el dueño de la tienda había tomado su propia fotografía para mostrarla en una ventana con un No Sirve escrito debajo de ella. No había fotos de la alegría o felicidad, lo cual hizo a ese lugar oscuro que se escondía dentro de mí, mirar boquiabierto aún más ampliamente.

—En cualquier momento. Lo sabes.

Hyukjae pasó una mano arriba y abajo de la espalda del bebé y levantó su ceja perforada.

—Por cierto, felicidades por el nuevo bebé... —Se detuvo, dejando la parte de "idiota" implícita en su declaración, en deferencia a los sensibles oídos revoloteando entre ellos.

Siwon se detuvo para abrir la puerta delantera.

—¿Heechul te lo dijo?

—Amigo, trabajaba con él la última vez que lo embarazaste. Conozco lo que esos cambios de humor y la doble D de la noche a la mañana significan. Lo he sabido por meses. Estaba esperando que uno de ustedes viniera a aclararlo.

Ren miró entre los hombres Lee y abrió ampliamente sus brillantes ojos parecidos a los de su padre.

—¿Bebé? —Al menos eso fue lo que creo que estaba diciendo a su pequeña manera de bebé.

Siwon asintió y gruñó mientras que Hyukjae y yo reíamos.

—Sí, cariño, un bebé.

El solo se rio y repitió la palabra una y otra vez. Siwon sacudió su cabeza con exasperación.

—Acabamos de descubrir que es un varón. Heechul realmente quería que tú y Donghae tuvieran su momento con el nuevo bebé antes de decir algo.

Hyukjae gruñó y nos siguió hacia el camino de entrada, Sik ahora completamente dormido y contenido contra su pecho.

—Hay suficiente entusiasmo por las cosas buenas de la vida en este grupo para manejar a Sik y a su nueva adición, ambos deberían saber eso.

Siwon se movió alrededor de la camioneta para acomodar a Ren y yo me moví hacia el lado del pasajero cuando Hyukjae me detuvo diciendo mi nombre suavemente.

Lo miré y me sorprendió el propósito y lo serio en su helada mirada.

—Eres rápido con algunas realmente buenas palabras para otras personas. Sabes qué decir y exactamente cómo decirlo. ¿Así que cuando empiezas a tomar tu propio consejo?

Fruncí el ceño un poco porque no estaba siguiéndolo.

—¿Qué quieres decir?

—Escuché que finalmente dejaste a Leeteuk atraparte, pero ahora que estás en el gancho, estás agitándote como un pez fuera del agua.

No me encantaba la forma en que la imagen me hacía ver pero era malditamente precisa. Pasé una mano por la parte de atrás de mi cuello y bajé mi vista al suelo.

—Para ser justos, no estaba corriendo demasiado lejos delante de él en primer lugar.

—No importa. Piensa en lo que acabas de decirme. Nunca antes has tenido nada bueno en la vida, esto es nuevo para ti, así que tal vez tú necesites tu propia curva de aprendizaje como yo y el pequeño hombre aquí. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando.

—La diferencia es que te ganaste tu descanso. Yo no he ganado nada. —Especialmente una oportunidad en algo duradero con un pelirrojo de ensueño que voló mi cabeza y me hizo sentir que con cada respiración que daba él iba implícito, yo estaba por fin, verdaderamente despertando de un coma en el que estuve atrapado. No quería pensar en ello, así que me limité a asentir un adiós y subí a la camioneta.