Fue un
viaje bastante tranquilo de regreso al Bar. Tenía trabajo en menos de una hora,
por lo que andaría por ahí y le pediría a Minwoo que me alimentara hasta que mi
turno iniciara.
Él estaba
deprimido, desde que Jian había estado desaparecido. Sabía que estaba preocupado
por su hijo y algo perdido en cuánto qué hacer con el fin de ayudarlo.
Adicionalmente ahora estábamos con un cocinero menos y no habíamos podido
encontrar a nadie para ocupar el puesto. Minwoo no podía trabajar día y noche,
así que Eric había llamado a un viejo amigo de la Marina para tomar el puesto
hasta que Siwon y yo pudiéramos encontrar una solución más permanente.
Me
sorprendió lo mucho que yo mismo estaba preocupado por la amenaza de cabello
rosa. Sabía que no estaba tomando dinero o cerveza para sí mismo. Sabía que no
estaba haciendo excusas para un novio abusivo porque era estúpido. Allí había
problemas más profundos. Del tipo con el que solía estar íntimamente
familiarizado, y odiaba que Jian se hubiera encontrado a sí mismo en ese
desagüe. Nadie debería tener que experimentar eso, ni siquiera alguien tan
joven y tonto como Jian.
El
turno comenzó bastante lento y luego remontó cuando una despedida de soltera
entró. Dixie estaba frustrada de que todas las chicas querían coquetear conmigo
y lanzándole miradas sexys a Big Boss, por lo que prácticamente estuvo detrás
de la barra, mientras que yo manejaba al grupo.
—Nunca
me llamas Inyoung. —Ella había mencionado su nombre varias veces durante sus
visitas desde que se deshizo de su juguete, pero me mantuve en el “señora”, ya
que no quería darle una idea equivocada. Apoyé mi cadera en la silla frente a
ella y la miré de manera constante.
—Nop.
Seguro que no lo hago.
Ella
batió las pestañas y levantó sus dedos para jugar con el lujoso y obviamente
caro collar en su cuello.
—Deberías.
Me encantaría que seamos amigos.
Tiré
mi cabeza hacia atrás y reí. Si su frente no hubiera sido bombeada químicamente
con Botox, apuesto a que me habría fruncido el ceño. En cambio, su boca se puso
plana.
—Tú no
quieres que seamos amigos, Inyoung. Quieres algo que te he dicho no está en el
menú. No estoy interesado. —Por razones más grandes que Leeteuk. No había manera
de que siquiera fuera a abrir esa puerta ni un poco. Lo fácil era adictivo y
había tocado fondo. No iba a recaer.
Ella
se acercó y estrechó mi mano mientras me empujaban fuera de la mesa cuando una
de las de la despedida de soltera comenzó a quitarse la ropa. Big Boss llamó mi
atención, negó con la cabeza, y se trasladó hacia el ruido y el alboroto. Miré
hacia abajo a la mujer y su desesperado agarre en mi mano. No recordaba que lo
fácil se sintiera tan sofocante. Había algo mal aquí. Había un nivel de
ansiedad y de miseria vertiéndose fuera de esta mujer que se sentía tóxico y
peligroso. Era como si ella estuviera lanzando este arreglo no porque quisiera,
sino porque algo le decía que tenía que hacerlo. No me gustaba nada al respecto
o lo incómodo que me estaba haciendo sentir.
—Cualquier
cosa está en el menú por el precio correcto. ¿Quieres servir copas por el resto
de tu vida, Kangin? ¿No hay algo más por ahí? ¿No quieres más para ti mismo?
Lo
hacía. Me hubiera gustado más que más, lo quise todo, y casi me había matado y
casi destruyó a mi única familia. Ahora solo quería lo poco que podía hacer por
mí mismo y un breve minuto del cegamiento perfecto que era Park Leeteuk. Era
más que suficiente.
—No,
más es una trampa ineludible porque nunca es suficiente. No estoy seguro de que
realmente está sugiriendo lo que creo que sugiere, pero tengo que decir que no
estoy exactamente encantado de que piense que estaría de acuerdo en eso.
Soltó
mi muñeca, empujó la silla hacia atrás, y se levantó con elegancia. Ella me
consideró pensativamente por un segundo antes de recoger su bolso.
—Me
gustan las cosas bonitas. Los hombres son complicados y más de un dolor de
cabeza de lo que puedo soportar. Mis días de citas ya pasaron, pero todavía me
gustaría pasar un buen rato y ser tratada bien. He aprendido que una manera
segura de hacer que eso suceda es ofrecer algo que la mayoría de los hombres
quieren, mucho sexo y dinero disponible. Me gusta cuidar de las personas que se
ocupan de mí. Eres hermoso, Kangin. Haría que cualquier momento que pasemos
juntos valga la pena por mucho.
Apuesto
a que lo haría y odiaba que hubiera un codicioso zumbido golpeando bajo mi piel
solo por aceptar su sórdida y escandalosa oferta.
—No
tengo sexo por dinero y no me aprovecho de mujeres solas, no importa lo
atractivas que sean. —Por lo menos ya no hacía ninguna de esas cosas nunca más.
Ella estaba a un par de años y una experiencia cercana a la muerte demasiado
tarde—. No estoy en el mercado para una mujer asaltacunas Inyoung, y, francamente,
necesitas tener más cuidado con quien invitas a que te haga compañía.
Ella
frunció sus labios y pasó junto a mí ofendida con un aire altivo, como si de
alguna manera yo hubiera sido el equivocado.
—No
regresaré.
Le
asentí.
—Esa
probablemente es una buena idea.
Su
mirada me dio un vistazo una última vez.
—Que
desperdicio. —Y luego se había ido. Big Boss caminó hacia donde estaba mirando
detrás de ella con una mirada obviamente perturbada en mi rostro. Levantó una
ceja negra hacia mí y deseé poder leer qué estaba sucediendo en la insondable
oscuridad de su cautelosa mirada.
—¿Todo
bien?
Levanté
una mano y la froté sobre mi rostro.
—Acabo
de recibir una propuesta para ser un gigoló.
—Mierda.
¿No es broma? —Se volvió a mirar en la dirección en la que Inyoung había
desaparecido—. Eso es bastante jodido.
Lo
miré y saque mi teléfono de mi bolsillo trasero.
—Supongo
que no importa lo lejos que llegues, lo lejos que vayas, una vez que has estado
en el fondo el tiempo suficiente, simplemente se pega a ti. Identifica quién
siempre vas a ser. Ella obviamente pensó que era el tipo de chico que aceptaría
follar por unos pocos dólares.
Me
detuve en la información de contacto de Leeteuk y comencé a escribirle un
mensaje de texto. Después de la rareza de hoy algo estaba cambiando dentro de
toda esa oscuridad que me agobiaba, algo tratando desesperadamente de alcanzar
la luminosidad que traía con él.
“¿Quieres hacer algo conmigo mañana en la
noche?”
El
chico nuevo necesitaba una oportunidad de cerrar solo y yo necesitaba un
respiro. Solo esperaba que no estuviera trabajando.
Big
Boss inclinó la cabeza hacia un lado y me frunció el ceño.
—Eso
es una mierda y lo sabes. ¿Alguna loca piensa que estás a la venta? Eso está en
ella no en ti. He trabajado contigo por casi un mes y no he visto una sola cosa
que indique que seas corrupto. El fondo tiene que ver con la perspectiva.
Deberías ver algunas de las cosas que he visto, la pobreza, los estragos de pasar
toda una vida luchando un guerra que nadie pidió, la perdida de todo… —Su boca
se tensó—. Y también está la alegría, la felicidad, y el amor en lugares donde
realmente no debería haber nada. Hay vida en el fondo si sabes dónde buscar, y
lo único que puede identificar quién eres es lo que haces. Le dijiste que se
perdiera. —Asintió como si lo dejara claro y se alejó de mí.
Todos
de repente estaban llenos de consejos. Lástima que fuera mucho mejor dándolos
que recibiéndolos. Mi teléfono vibró en mi mano y mi corazón se disparó un poco
ante su respuesta.
¿En la cama o fuera?
No pude evitar la sonrisa que tiró de mi boca.
El era justo de mi velocidad, rapidez, y un poco salvaje.
Ambas.
Cuenta conmigo. ¿A dónde vamos a ir?
Tenía
una idea que pensaba le gustaría. Era tan bueno, tan respetuoso de la ley y
honorable durante el día, que quería ver si le gustaba caminar por el lado
oscuro solo un poco.
Es una sorpresa.
Tomó
un minuto pero finalmente envió una cara sonriente y las simples palabras:
También tú.
Hizo
que algo de esa oscuridad que siempre quería engullirme no solo se retirase
sino que se desvaneciera.
Me
estremecí mientras veía a Jongkook maniobrarse a sí mismo en sus muletas en el
asiento frente a mí. Había llamado, diciéndome que se estaba volviendo loco
encerrado en su apartamento, y me pidió que me reuniera con él para almorzar en
mi día libre.
Cuando
llegué al apartamento era obvio que su hermana se estaba volviendo tan inquieta
como Kook, y me dijo que estaba extra cascarrabias porque necesitaba tener
sexo. Kook le había ladrado que se callara, aun así me hizo reír.
Sorprendentemente,
en vez de sentirme culpable y culparme por otra cosa que había arruinado en la
vida de Kook, solo reí al respecto con su hermana menor y arrastré a mi mejor
amigo para conseguir algo para almorzar. En lugar de revolcarme en la culpa y
el arrepentimiento, estaba determinado a disfrutar pasar tiempo con Kook por
primera vez en demasiadas semanas para contar.
Parecía
que las sesiones con la psiquiatra del departamento estaban comenzando a dar
frutos… bueno, eso y salir con Kangin. Había algo acerca de verlo ser comido
vivo desde adentro hacia afuera por los errores de su pasado que de verdad me
hacía cuestionarme la fuerza con la que quería aferrarme al sentir como si
hubiera destruido la vida de Kook, cuando mi compañero claramente no estaba de
acuerdo con que lo había hecho. También, trabajar con Barrett, tenerlo
apreciando mis contribuciones a nuestra asociación, me hizo darme cuenta que
realmente era un buen policía con o sin Jongkook a mi espalda.
Él
gruñó y apoyó las muletas contra la silla a su lado. No podía superar la
cantidad de peso que había perdido desde que fue herido. Se veía como una
persona diferente.
—Estás
tan delgado.
Sus
ojos se rieron de mí con humor.
—Lo
sé. No creo que alguna vez haya estado así de delgado. Ni siquiera en la
preparatoria.
A
ambos nos dieron agua y le dije a la camarera que necesitaríamos un minuto. Kook
estaba observándome pensativamente y podía decir que estaba intentando
averiguar si finalmente estaba bien o no.
—Te
ves bien. Muy bien. Tú nuevo compañero debe estar cuidando muy bien de ti.
Tomé
el agua y bebí un sorbo. Me encogí de hombros y aparté algo del cabello de mi
hombro.
—Barrett
es un tipo agradable, un buen policía. Podría haber terminado con alguien mucho
peor.
Kook
se recostó en su asiento y puso el brazo sobre el respaldo de la silla extra.
—No
habría importado con quien terminaras. Eres bueno en tu trabajo, Leeteuk.
Siempre lo has sido.
Lo
consideré por un segundo.
—Supongo
que realmente estoy comenzando a comprender eso sobre mí. ¿Crees que solo te
seguí ciegamente a los cuerpos policiales? ¿Crees que simplemente no sabía qué
hacer sin ti, así que me convencí a mí mismo que quería hacerlo?
Su
boca se tensó solo una fracción y sus cejas oscuras se fruncieron sobre sus
ojos.
—¿Qué
crees?
La
camarera regresó y se vio un poco molesta de que no hubiéramos siquiera
entreabierto el menú todavía. Kook le sonrió y solo el destello de sus dientes
blancos y rectos fue suficiente para hacerla sonrojar y soltar risitas juguetonas.
—Creo
que estoy donde se supone que esté. Podría no haber llegado ahí de la manera
correcta, pero es un destino con el que estoy feliz ahora. No lo sé,
honestamente. No estaba seguro de que pudiera hacer este trabajo sin ti cuando
volví a trabajar, pero resulta que puedo, y sin ti para apoyarme todo el tiempo
me hace mejor en ello.
Algo
oscuro cruzó su mirada esmeralda y me di cuenta que soné como si no estuviera
pensando acerca de lo que sucedería cuando él sanara y regresara a las fuerzas.
Abrí la boca para decirle que por supuesto no podía esperar a que fuera mi
compañero otra vez, pero él levantó una mano para silenciarme y negó con la
cabeza lentamente de un lado al otro.
—No.
No lo hagas. No quiero más clichés o disculpas. Ambos sabemos que mi hombro
está bastante jodido y que perdí un riñón. Además, con la pierna, quien sabe si
tendré una cojera o no. Mi futuro en el cuerpo de policía es incierto y es de
la manera que es. No es tu culpa y quiero que sigas haciendo lo que estás
haciendo con o sin mí. Todo lo que siempre he querido para ti es que tengas
éxito y que seas feliz.
Me
mordí la lengua para detener la disculpa automática por tener que ver con su
incertidumbre. Él sabía que lo amaba y sabía que lo sentía. La psiquiatra tenía
razón. Teníamos un trabajo riesgoso y las situaciones podrían haber sido
fácilmente al revés y podría ser yo el que intentara averiguar qué venía
después, y no había manera de que hubiera hecho responsable a Kook por eso.
Estoy
trabajando en ambas cosas, éxito y felicidad, observar a Kangin luchar todo el
tiempo realmente enfatizaba lo importante que era encontrar algún tipo de paz
con mi vida y lo que estaba sucediendo en ella.
Me
alzó ambas cejas y finalmente le pedimos un par de hamburguesas a la camarera
que ahora estaba abiertamente coqueteando con él.
—¿Oh
sí? ¿Quién está haciéndote feliz? —Por eso era que amaba a Kook con todo mí
ser. Me conocía tan bien.
Mordí
la esquina de mi labio. Sus ojos se ampliaron y sus fosas nasales se abrieron
un poco cuando descifró mi expresión.
—Es el
tipo que arrestamos hace unos meses, ¿no? Sabía que algo estaba sucediendo
cuando estabas tan ansioso por forzar su documentación cuando su hermano
apareció para sacarlo del apuro.
Asentí
un poco y luego apoyé el codo en la mesa para así poder poner mi barbilla en la
mano.
—Me
gusta… más que gustarme, en verdad.
—Tiene
un registro bastante desagradable. —Por supuesto que Jongkook recordaría eso.
—Lo
sé. Él no me dejará que lo olvide, de hecho.
Don se
rio entre dientes.
—Bueno,
al menos sabe que no es lo suficientemente bueno para ti.
Golpeé
el borde de mis uñas sobre la parte superior de la mesa y le estreché los ojos
a mi mejor amigo.
—No
digas eso. Anda de puntillas por todos esos… sentimientos. —No estaba seguro de
que otra manera llamar a las corrientes que nos arrastraban cuando nos
juntábamos—. Porque cree que algo trágico va a suceder y me veré obligado a
alejarme de él. Estoy intentando acercarlo con ambas manos y él está luchando a
cada paso del camino.
Kook
gruñó.
—Pero
se va a la cama contigo.
Sentí
un ardiente rubor subir por mi cuello.
—Sí,
pero yo soy el que hizo todos los primeros movimientos.
—Estás
persiguiendo el dolor, Leeteuk.
Gruñí.
—Lo
sé, pero él es un riesgo que tengo que tomar. —Estaba cansado de pensar en mi
demasiado-caliente-de-controlar vida amorosa, así que cambié el foco de nuevo
hacia él—. ¿Por qué tu hermana piensa que tienes que tener sexo? —Era muy
gracioso escuchar a su hermana indicar el hecho tan fácilmente.
—Estuve
viendo a un chico, por poco tiempo. Después de llegar a casa del hospital,
nunca se preocupó siquiera en pasar por allí. No era como si fuéramos serios o
algo así, pero un “hola, me alegro que no murieras” habría sido bueno. —Mordió
la hamburguesa un poco enojado, lo que me hizo sonreír—. Ella piensa que
necesito encontrar un novio y establecerme, pero estoy bastante seguro que
realmente es mamá hablando y no ella.
—¿No
es eso algo que quieras? ¿Alguien con quien volver a casa por la noche?
¿Alguien que sepas que está ahí para ti siempre?
Nunca
lo había visto realmente de cerca hasta que conocí a Sungmin y Kyuhyun, pero
ahora, con todo ese grupo de amigos y familia, sabía que existía y era hermoso.
Tenía que admitir que lo quería para mí. Lo quería con Kangin.
Kook
hizo una mueca y se recostó en su silla. Tenía que mover su cuerpo y le saqué
la lengua cuando su escayola chocó contra mí.
—Ya no
sé qué quiero. Quería ser un policía, seguir los pasos de mi papá y cuidar de
mi familia. —Su tono bajó y sus ojos se oscurecieron—. Pero ahora mis hermanas
están cuidando de mí y no sé qué voy a hacer si no puedo regresar al
departamento, así que sí… —Se fue apagando—. No lo sé. Pero sí sé que lo que tú
estás buscando es algún tipo de felices por siempre, quizás deberías considerar
buscarlo con un chico que no tenga un registro criminal tan largo como mi
brazo. Sé que es hermoso y que ese acento es difícil de resistir, pero puedes
hacerlo mejor.
Hice
una mueca, porque bien podría haber estado hablando de mí mamá. Ella nunca
había sido de las que se resistía una cara bonita y nunca funcionó bien para
ella o para mí cuando estaba creciendo. La desesperación era una emoción tan
fea y peligrosa.
—Cuando
te heriste por primera vez no pude lidiar con ello, no podía soportar sentirme
tan responsable, como que me volví un poco loco.
Empujé
mi plato a un lado y me incliné un poco más cerca para que Kook pudiera saber
que lo que estaba diciéndole era importante
—Estaba
actuando irresponsablemente, fuera de control, y de alguna manera, de algún modo,
Kangin fue el que se mantuvo atrapándome antes de que me extralimitara. Estaba
odiándome, mi vida, cada elección que había hecho alguna vez, y nadie podía
detenerme de ahogarme excepto él.
Kook
copió mi pose y nos inclinamos el uno hacia el otro intensamente, nuestras
voces bajaron, y la seriedad de lo que estábamos hablando era fuerte entre
nosotros. Nunca había sentido por un chico lo que sentía por Wang Kangin, y
mientras Kook nunca me haría justificar mi elección, era importante que le
impartiera lo seria que era acerca de romper a través de ese manto de
advertencia y retroceso que Kangin seguía lanzando a nuestro alrededor. Incluso
cuando sacaba una mano para atraerme más cerca de vez en cuando.
—Ha
hecho mucho mal en su tiempo, y en vez de disculparse por ello, intentando
arrepentirse de eso, lo está aguantando con tanta fuerza que lo estás sofocando
desde el interior hacia afuera. Me dice todo el tiempo que es un mal tipo, me
dice una y otra vez que es capaz de cosas realmente malas, y le creo. De verdad
le creo. Pero también creo que si se deja ir, si solo se perdona a si mismo por
alguno de esos errores y arrepentimientos ese peso bajara, podría crecer,
flotar hacia la superficie del océano de los errores del pasado, y convertirse
en el chico que se supone que sea ahora. Su auto odio me hizo ver lo peligroso
que podría ser el no ser capaz de perdonarse por lo que sucedió.
Kook
juró.
—¿Qué
pasa si nunca lo deja ir, Leeteuk? ¿Vas a hundirte hasta el fondo con él? ¿Me
estás diciendo que estás dispuesto a ahogarte por este tipo con el que ni
siquiera estás realmente saliendo?
No
podía responder eso. Cada vez que Kangin me decía que me alejara, me decía que
estábamos destinados a colapsar, me ponía más determinado a aferrarme a él. La
primera vez que había comenzado a perseguirlo, había sido sobre él tratando de
salvarse de sí mismo. Ahora no estaba seguro de quien estaba intentando salvar
a quien o si estábamos destinados a destruirnos el uno al otro como él parecía
tan seguro.
—Supongo
que es bueno que sea un buen nadador, y esperemos no llegar a eso.
El
estado de ánimo fue sombrío después de eso y Kook decidió ponerme al día con
cada episodio de ICSYV que había estado viendo en Netflix mientras estaba en
cama. Fue tan agradable tener nuestra fácil camaradería de vuelta sin toda mi
tensión y ansiedad manteniendo distancia entre nosotros. Podía decir que Kook
había extrañado tener al normal y viejo yo alrededor.
Estaba
ansiosa por la cita con Kangin, y más allá de ir a desayunar o almorzar después
de pasar la noche con él, en realidad no hemos hecho nada juntos y solos. Esta
era nuestro primer y real tiempo fuera de la cama que pasábamos juntos, y
estaba prácticamente mareado de que él hubiera sido el que lo iniciara. Podría
hablar de un gran juego sobre estar dispuesto a ir debajo de él, pero realmente
necesitaba que Kangin hiciera más que tratar de no hundirse si esto entre
nosotros alguna vez iba ir a alguna parte.
Mi
mamá me llamó cuando estaba dejando el apartamento de Kook y me pidió que pasara
por su casa de la ciudad para cenar. Podía decir por su tono melancólico que
estaba desanimada, lo que solo podría significar que las cosas con su más nuevo
juguete no habían dado resultado. Nunca lo hacían, pero la amaba demasiado para
recordarle eso.
Ya que
Kangin no se reuniría conmigo en mi apartamento hasta mucho más tarde, acepté pasarme.
Casi inmediatamente deseé no haberlo hecho. Mi mamá era dramática en un buen
día, pero cuando se estaba sintiendo no deseada y subvalorada, era una
pesadilla emocional.
Tenía
una tendencia a actuar como una porrista que acababa de ser botada por el capitán
del equipo de futbol, su estado emocional era así de inmaduro y errático cuando
su corazón había recibido un golpe. Hablaba sin parar sobre envejecer, sobre ya
no ser atractiva, y tuve que decirle que no necesitaba más trabajo como veinte
veces. Me había absorbido y me dejó sintiéndome mal al no poder ayudarla. Nunca
podía ayudarla cuando se trataba de sus problemas con hombres. La forma en que
necesitaba que la amaran, la adoraran, daba miedo, y estaría agradecido por
siempre de haber tenido a Kook para mantenerme alejado de esa manera de pensar.
No me
quedó tiempo para descansar, mientras corría por la ducha, me secaba el
cabello.
Oí un
golpe en la puerta un poco después de las once y tuve que tomar un par de
respiraciones profundas para dejar de reaccionar como un adolescente
excesivamente entusiasta a punto de dirigirse a su fiesta de graduación. Cuando
abrí la puerta sentí a mi corazón dar un traspié y mi respiración se detuvo en
mis pulmones. Kangin siempre se veía fuerte y rudo. Era como si evitara
cualquier tipo de sofisticación a propósito, pero no está noche. Está noche
estaba lleno de lustre y brillo. Me estaba haciendo demasiado estúpido para
funcionar.
Llevaba
pantalones negros de vestir con zapatos ingleses con cordones en vez de botas y
una camisa gris abotonada con las mangas enrolladas en sus antebrazos. Su
cabello rubio estaba estratégicamente desarreglado y su rostro estaba bien
afeitado, ampliando su sonrisa, mientras me lo comía con los ojos aun con más
ganas.
Se
veía sofisticado y peligroso de una manera completamente diferente a la que
normalmente lo hacía. Era un camaleón, se deslizaba fácilmente de un tipo de
chico a otro. Hizo que un escalofrió de aprehensión bailara hacia arriba y
abajo de mi columna.
—Te
ves bien. —Mi voz sonaba entrecortada a mis oídos.
—Tengo
mis momentos, pero tú —sus ojos me dieron un vistazo de arriba a abajo y
aterrizó de nuevo en mi cara con un cálido brillo—, estás perfecto. ¿Estás listo
para irnos?
Asentí
aturdido y lo deje guiarme fuera del apartamento. Estuve agradecido que ni Kyuhyun
ni Sungmin salieran del apartamento, ya que no podía formar palabras por el
momento. Incluso olía diferente esta noche, más caro y exótico de lo que
normalmente olía, casi se sentía como si fuera a salir con un extraño y no
estaba segura si eso me emocionaba o me aterrorizaba. No habíamos siquiera
llegado al auto y mi cabeza ya estaba dando vueltas.
Se
detuvo enfrente de un destartalado Nova. El auto obviamente había visto mejores
días, pero el interior estaba limpio e hizo un sexy estruendo cuando lo
encendió. Estaba activamente intentando no inquietarme o retorcerme, pero había
algo sobre toda esa suavidad y elegancia que flotaba de él que me hacía sentir
muy inseguro de mi mismo y, por una vez, inseguro de él.
—¿Ya puedo
saber a dónde vamos? No estaba seguro de que usar ya que estabas siendo tan
reservado.
Me
miró por el rabillo del ojo y las comisuras de sus labios se curvaron hacia
arriba.
—Podrías
ir a cualquier parte vestido con bolsas de basura y usando un cono de tráfico
en la cabeza y aun así verte mejor que cualquiera en la habitación. No quiero
decirte a dónde vamos hasta que lleguemos ahí. Menos oportunidad de que me
digas que no quieres ir en esa dirección.
Bueno,
eso no hizo nada por mis nervios en absoluto.
—Si
voy a ir contigo, quiero ir.
Volvió
la cabeza para mirarme completamente y sus dientes destellaron blancos en la
oscuridad de la noche rodeándonos.
—Veremos.
Ahora quiero saber si el amigo Kooky tendrá pareja .
ResponderEliminarMi mente ya está volando con las posibilidades
Ah,esa señora
ResponderEliminarPero al menos sirvió para que Kangin vea que realmente ha habido un cambio en el,ya no solo es él y solo él...es él y el mundo que lo rodea,las personas que lo han ayudado,que lo aprecian y las que lo quieren.