Marcado II -Final

Iba a casarme con Zhoumi. No es que me quejara. No pude haber pedido un mejor resultado de mi viaje de regreso a él. Todo lo que quería era que supiera que no estaba solo, que me importaba, y quería trabajar en estar juntos. Ahora lo tenía para siempre y no había más dudas, no más miedos persistentes de que él iba a huir de mí a la primera oportunidad que tuviera. Simplemente éramos dos personas que estaban destinadas a estar juntas y eso era todo lo que había.

—Creo que estamos ambos bastante jodidos, pero juntos podemos funcionar y hacernos mejor mutuamente. Zhou, vas a matarme. Me gusta mucho el contacto de mi piel con tu pie, un día sino tenemos cuidado vamos a terminar tratando con algo para lo que ninguno de los dos está preparado.

La idea de poner un hijo en él no me asustó tanto como pensé que lo haría, considerando mi propio ejemplo menos que estelar de paternidad, pero el momento no estaba bien. Yo era lo suficientemente honesto para admitirlo. Acababa de conseguirlo, así que no estaba preparado para compartirlo todavía.

Sus dedos bailotearon en mi espalda y volvió su cabeza para que pudiéramos mirarnos. Sus ojos eran suaves y más claros de lo que los había visto antes.

—Me decidí por la píldora luego de la cuestión de suerte que tuvimos en el auto.

Sentí una ceja alzarse.

—Me dejaste al día siguiente. —Si había planeado volver con Calvin luego de eso, había una buena probabilidad de que mi cabeza fuera a explotar.

Sus dedos volvieron a alzarse al otro lado.

—No te dejé. Estaba confundido y creo que supe en lo profundo que siempre iba a ser tuyo. Me haces arder en llamas, Henry. Siempre lo has hecho. Más vale prevenir que lamentar.

Lo envolví en mis brazos y rodamos por lo que estuvo tumbado   sobre mí.

—Sabes, así es como siempre me sentí. Como si estuviera en llamas en el interior, estaba tan enojado con mi papá, tan frustrado con mi mamá y  como ardiendo a través de la vida haciendo lo que quisiera, con quien quisiera, y creo que probablemente tarde o temprano me iba a quemar. Cuando te conocí, eso me templó un poco. No necesito el escenario para sacarlo todo. Solo me mirarías, o dirías algo en ese acento, y siento que puedo poner una tapa sobre todo eso. Si ardemos juntos y tenemos un fuego que es todo nuestro, supongo que no es algo malo.

Zhoumi estaba usando la punta del dedo para trazar la cara del ángel que estaba sobre mi Corazón.

—Lo necesitas. El fuego es tu pasión, es tu unidad creativa. Puedes sentir fuertemente las cosas, y preocuparte profundamente por las personas que amas. Puedo manejar el fuego que hay en ti, Henry. Es parte de ti.

Esa es la razón de que lo ame. Era como Hyukjae había dicho, movería montañas por él, para que al final, fuéramos solo él y yo.

—Por mucho que me encantaría mantenerte en esta cama todo el día, estoy seguro de que quieres ir a comprobar a Kangin.

Él asintió bajo mi barbilla y se movió de encima de mí. Tiró de mi camiseta y tanteó alrededor para encontrar su teléfono. Volví a ponerme mis jeans y agarré el menú del servicio de habitaciones. Me imaginé que lo menos que podía hacer luego de hacerlo correrse con tanta fuerza por la última hora, era alimentarlo. Ordené un montón de cosas que probablemente me iban a costar tanto como mi billete de avión de vuelta al extranjero, y colgué cuando él se subió detrás de mí y envolvió sus brazos alrededor de mis hombros.

—Entra y sale. No van a retirar el ventilador todavía porque está muy inestable y aún no saben qué tan afectado está por el trauma cerebral. Dijeron que reacciona, lo que es una buena señal, así que me agarraré a ello.

—Ordené algo de comida. Podemos comer e ir si quieres.

Su cabello estaba sedoso contra mi mejilla cuando sacudió la cabeza en una negativa.

—No. Tienes que irte por la mañana y esto también es importante.

—Estaré de regreso en nada de tiempo. No quiero que estés preocupado por él.

—Todavía estoy trabajando en perdonarlo por ser una  persona horrible la mayor parte del tiempo. Espero que esto sea alguna especie de intervención divina, pero hay una buena posibilidad de que Kangin siga siendo Kangin. Cuando te vayas, te estarás llevando mi Corazón contigo, Henry, y eso nunca va a cambiar.

Me incliné hacia atrás para poder besarlo, y se estaba empezando a poner bueno cuando tocaron en la puerta. Le ordené que cubriera esas piernas y fui a dejar entrar al sujeto con la comida. Le di una propina bastante buena porque él ni siquiera movió una pestaña en dirección de Zhoumi, pero cuando se  lo mencioné a él, se rió con tanta fuerza que las lágrimas se filtraron por las esquinas de sus ojos. Me dijo que los ojos del tipo habían estado pegados  en mí ya que yo no me había molestado en sujetar mis jeans.

Puse mis ojos en blanco y nos montamos en la cama para darnos un festín. Me contó un poco más sobre crecer en el remolque, sobre como funcionaban las pequeñas ciudades, y, curiosamente, eso me recordó cómo mi mamá terminó bajo el pulgar de mi viejo. Me hizo incluso más orgulloso, más impresionado por contra lo que había luchado él, y encontró su camino a un lugar de genialidad. Era malditamente impresionante en todos los sentidos.

Pasamos el resto del día en la cama, y para el ocaso, ambos estábamos agotados y doloridos en la mejor manera posible. Me quedé dormido con él acurrucada a mi lado, y el pensamiento de que iba a estar aquí de ahora en adelante me dio una tranquilidad que nunca había estado así de tranquilo y silencioso antes.

La mañana siguiente me desperté con sus manos y su boca haciéndome cosas que estaban diseñadas para hacer que dejarlo aquí fuera casi malditamente imposible. Cuando hubo acabado, estuve  convencido  de que había hecho lo posible para arruinarlo para cualquier otro que pudiera intentar acosarlo mientras yo no estaba. Ambos estábamos sin aliento y llegando tarde cuando subimos al auto rentado rumbo al aeropuerto.

La idea de estar lejos de él por dos meses me hizo enojar. Seguía preocupado por su hermano, pero tenía obligaciones que cumplir y esto iba a ser parte de nuestra relación.

El paseo en auto estuvo silencioso por lo que me encontré tarareando una balada. Lanzó una mirada al costado para mirarme y golpeteó con sus dedos sobre el volante.

—¿Cómo sabes cada vieja balada?

Puse mis ojos en blanco un poco y me recosté en el asiento del pasajero.

—Mi mamá. Le encanta la balada. Solía cantarme cuando yo era pequeño. Tiene una voz bastante buena.

—¿Y tu papá era un rockero?

La ironía estuvo de repente en mi cara.

—Sí, pero también era un sádico cabrón, por lo que la historia no se repetirá con nosotros.

Él extendió su mano y la puso en mi rodilla.

—Sé eso. Además, odio admitirlo, pero la casa estaba demasiado silenciosa sin todo ese barullo que llamas música resonando desde tu habitación.

Eso me hizo reír y antes de saberlo, estábamos entrando en el área de bajada de pasajeros y teníamos que despedirnos. Llegó a mi lado del auto y se apoyó contra la puerta. Puse mis manos en los bolsillos traseros de sus pantalones cortos y tiré de él. Puso sus manos alrededor de mi cuello y besé la punta de su nariz.

—Estaré pensando en ti todo el tiempo.

—No. Solo diviértete y sé una estrella de rock. Que estuvieras aquí fue todo lo que necesitaba. Siempre te necesitaré.  Te llamaré debido a eso.

—Es justo. —Presioné mi boca contra la suya con la suficiente intensidad para dejarlo saber que me echaría de menos. Cuando me retiré había humedad en sus ojos y estuve dispuesto a romper el billete de avión en ese lugar hasta que me dio una media sonrisa.

—Realmente te amo.

—Qué bueno que vaya a casarme contigo, entonces. —Le guiñé un ojo cuando me golpeó en el brazo.

Nos despedimos y esta vez él me besó. Decir adiós apestaba, pero fue soportable porque a diferencia de la última vez que lo dejé atrás, esta vez sabía que estaría allí cuando regresara. El tenía puesto mi anillo, y me dio su Corazón y su confianza. Yo era su futuro y él era mi totalidad. Maldición, yo podría ser la primer banda de metal que cantara canciones de amor después de todo.

Unos meses más tarde, Año Nuevo Chino

—No puedo creer que tengas un patio con  césped, y una barbacoa. Eso es en serio mierda adulta. —Le entregué a Hyukjae una cerveza fría con buen humor a pesar de que me miraba fijamente

—No soy yo el que carga un anillo de boda.

Ausentemente bajé la mirada hacia el anillo de titanio en mi mano izquierda. El mismo topacio que estaba asentado en el dedo de Zhoumi descansaba sobre la mía. Le había dicho que podíamos esperar hasta que acabará la escuela, que podía esperar hasta que tuviera el nuevo negocio en marcha, para realmente estar casados, pero después de haber estado lejos y separados durante dos meses, eso no era algo que alguno de los dos quería o tenía la paciencia para esperar.

Tan pronto como llegué a Corea, lo recogí y lo arrastré al registro más cercano. Se había convertido de una ceremonia simple entre nosotros dos a una fiesta épica de fin de semana, cuando todos nuestros amigos habían decidido unirse al  evento. Sabía que él quería algo más formal, más tradicional, pero cada vez que yo sacaba el tema de hacer una recepción o algún tipo de ceremonia para todo el mundo, rodaba sus ojos hacia mí diciéndome que tenía  que pagarle a Donghae y que las facturas del hospital de Kangin no iban a ninguna parte. Iba a dejar que se saliera con esa excusa por un rato, y luego solo iba a planear una para él de todos modos.

—Nunca he dicho que fuera una mala cosa. La casa es impresionante y este patio es rudo. Nunca te imaginé manejando una parrilla y siendo todo domesticado

Esos ojos seguían siendo tan agudos como fragmentos de hielo y todavía lo mezclaba con su cabello, hoy era su color marrón oscuro natural y un sorprendente verde lima clavado en las puntas en un centenar de direcciones. Ahora, sin embargo, había algo inherentemente más estable en él. Me preguntaba si Zhoumi hizo eso por mí, me preguntaba si era tan obvio para otras personas que, con él, había encontrado mi lugar y que había sido capaz de aplacar la mayor parte de la hoguera que solía quemarme vivo.

Él inclinó la cabeza hacia donde estaban los chicos sentados en la terraza que sobresalía de la parte de atrás de la casa.  Donghae  estaba carcajeándose sobre alguna historia que el hermano de Zhoumi estaba contando y Zhoumi estaba recostado viéndome hablar con Hyukjae. Levanté una ceja y solo se encogió de hombros. Kangin podía seducir a una monja, pero desde que había recuperado su movilidad había esgrimido su mejor comportamiento. Su recuperación ha sido larga y tenue. Había tenido no uno sino dos grandes reveses, y Zhoumi había decidido repetir el semestre en la universidad hasta que él estuviera fuera del hospital porque se había perdido demasiado en la escuela cuidándolo y estando en China. Tan pronto como fue posible, había empacado por él y lo trajo a Seúl, por lo que no solo tenía la gran boca de Heechul para hacer frente, sino también al encanto mucho más que  genial de Kangin.

Kangin y yo no éramos exactamente amigos. No confiaba en él tanto  como podría hacerlo, pero él parecía estar funcionando cada vez mejor. Creo que tenía un temor saludable de lo que le haría si lastimara a Zhoumi en lo más mínimo, y su roce con la muerte había parecido darle un breve bocado de claridad. Por mucho que me molestara porque ya sabía exactamente lo complicada que era su dinámica, podía ver que él realmente lo amaba.

Sé que Zhoumi esperaba una transformación total, pero el chico era demasiado suave, demasiado bueno leyendo a la gente y jugando juegos, para que yo creyera que ese iba a ser el caso. Realmente sentía que quería enderezarse por su hermano, así que solo por eso estaba dispuesto a darle una oportunidad. Ya que estaba en el camino por lo menos una o dos veces a la semana con el nuevo sello discográfico, me gustaba tenerlo en casa con las parejas, aun si todavía tenía un yeso en un brazo y una bota para caminar en su pie.

—Él es casi tan bonito como Zhoumi, ¿no?

La pregunta de Hyukjae me sacó de mi ensueño y le di a Zhoumi un guiño antes de volverme hacia él.

—Es un dolor en el culo.

Hyukjae resopló y se volvió hacia las hamburguesas que estaba vigilando.

—A Donghae le gusta, lo que me sorprende después de todo lo que Zhoumi tuvo que soportar, y Heechul cree que es salvaje y divertido.

—Eso es porque son jovencitos y ese tipo tiene más juego en su dedo meñique que nosotros combinados. Es irreal.

Hyukjae entrecerró los ojos un poco, en la dirección en que el resto del grupo estaba sentado en un círculo descansando en tumbonas en el césped. Jjong y Kyuhyun estaban jugando con todo un montón de fuegos artificiales que parecían ilegales como el infierno. Heechul estaba sentado junto a Siwon, el hermano mayor de Hyukjae y ninguno de ellos parecía muy contento con la situación o la compañía.

—Lo sé todo sobre hermanos siendo un dolor en el culo.

Solo había visto a Siwon un par de veces desde que había regresado de Afganistán. Sabía a través de radio pasillo (el radio pasillo siendo Jjong) que él y Hyukjae no sentían exactamente el amor de hermanos. Supongo que Siwon seguía enojado con sus padres sobre algo que tenía que ver con su otro hermano y era bastante obvio que lo que sea que había sucedido involucraba a Donghae, porque el mayor de los hermanos Lee era apenas civilizado con él y esta era su casa. Sabía que Siwon y Hyukjae estaban tensos, así que lo que  estaba pasando iba a tener que abordarse, pero supongo que Siwon se enrolló con algo bastante fuerte y había sido bastante impredecible desde su regreso.

Kyuhyun había mencionado un par de veces, ya que ahora eran compañeros de cuarto, que nunca había visto al gran hombre beber como lo hacía ahora. Sabía que los chicos estaban preocupados por él, pero Siwon era el mayor y por defecto  el líder, así que creo que estaban teniendo dificultades para hacer frente a cualquier cosa con él.

Los ojos claros de Hyukjae se movieron de regreso a mí.

—¿Cómo están las cosas con el resto de la familia?

Me encogí de hombros y vi como Zhoumi se levantó y comenzó a bajar las escaleras de la plataforma. Me preguntaba si mi Corazón siempre iba a dar vueltas cuando se diera cuenta de que estaba viniendo hacía mí, siempre hacia mí. Podía verlo mover esas piernas asesinas todo el día y le di un codazo en las costillas a Hyukjae cuando lo sorprendí comprobándolo también. Él solo levantó una ceja como si fuera una respuesta involuntaria.

—Lo mismo, supongo. Mamá no me ha perdonado por no invitarlos a la boda, a pesar de que le dije que podía venir, siempre y cuando dejara a ese bastardo en casa. Ella no lo entiende. Zhou incluso trató de hablar con ella, trató de explicarle que mientras ella se quede con él, no va a ser parte de nuestra familia. Dios no permita que tengamos hijos, porque el viejo no estaría en ninguna parte cerca de ellos. A veces, parece que el sol brilla a  través de las nubes, solo para que desaparezca de nuevo. Tengo cosas más importantes de qué preocuparme y concentrarme, así que eso es lo que hago.

Cuando Zhoumi llegó a mi lado, lo arrastré cerca con un brazo alrededor de su cuello y le planté un beso en la sien. Su brazo rodeó mi cintura y se inclinó contra mí ligeramente. Jjong casi había terminado con la pieza que ocupaba la totalidad de mis costillas en la parte de atrás y estaba acostumbrado a tener que ser suave con la piel sensible y el tatuaje nuevo.

—¿Qué hacen ustedes dos aquí chismeando como un grupo de jovencitos?

Hyukjae entrecerró sus ojos en él y se echó a reír.

—Drama familiar.

Zhoumi hizo una mueca y se enganchó la cerveza que sostenía en mi mano.

—Agh. Oye, ¿vas a estar en la ciudad durante toda la semana? Estaba pensando en tomar una clase intermedia de verano para ponerme al día con algunas de las cosas que tuve que perder el semestre pasado, pero si vas a estar cerca, no quiero hacerlo.

Era difícil balancear nuestros horarios. Estaba fuera más de lo que pensaba que iba a ser, porque empezar el sello discográfico significaba encontrar bandas, y la búsqueda de bandas significaba que tenía que ir a lugares donde las bandas tocaran. Con él estando en la escuela, eso significaba que no podía venir conmigo. Lo que apestaba para los dos, pero estábamos aprendiendo a adaptarnos.

La primera banda que realmente firmé y con la que acepté trabajar era la nueva banda que Jorge había formado después de finalmente cansarse de la mierda de Ryan. La banda era increíble, incluso mejor de lo que SJM era, en mi opinión, y realmente pensaba que podría hacer de Jorge la estrella que siempre pensé que era. Me encantaba, y había encontrado claramente mi vocación, aunque todavía tocaba con los chicos en la ciudad y escribía canciones cuando encontraba el tiempo. Mi momento favorito para cantar era cuando le cantaba a Zhoumi para dormir por la noche. Todavía me negaba a aprender nada de esa nueva basura pop que le gustaba, pero por suerte las cosas viejas todavía se sacudían en mi cerebro y él nunca se quejó de ello.

Iba a decirle que tomara la clase de todas formas, ya que era importante para él y teníamos el resto de la eternidad para pasar tiempo juntos, pero nunca tuve la oportunidad. Al otro lado del patio, Heechul gritó, y lo siguiente que supimos fue que Siwon era empapado mientras él le tiraba su cerveza sobre su cabeza oscura, una hazaña que hubiera sido imposible si el chico hubiera estado de pie, porque era pequeñito y Siwon era un gigante.  Kyuhyun lo atrapó antes de que pudiera arremeter contra el soldado que lo miraba penetrantemente y Jjong se paró entre todos ellos. Donghae se levantó en sus pies, y bajo corriendo desde la plataforma mientras Hyukjae pisoteaba en la dirección de la lucha.

Kangin solo pudo observar desde la plataforma    ya  que sus miembros inestables lo mantenían bastante inmóvil y Zhoumi y yo solo veíamos toda la cosa en silencio.

—¡Eres un idiota! —La voz de Heechul era aguda y fuerte mientras Kyuhyun lo arrastraba más en nuestra dirección. Estaba señalando con el dedo a Siwon y el calor de su ira era casi vivo en su intensidad. Kyuhyun siguió solo caminando pasándonos y oí a Hyukjae gritarle a su hermano:

—¿Qué diablos fue todo eso?

Donghae se veía nervioso al lado de Hyukjae cuando Siwon se puso en pie. El chico era alto y se veía como si pudiera levantar un camión sin sudar. También se veía atractivo y molesto además de estar empapado e irritado de que su hermano estuviera en su rostro. Miré a mi esposo (infiernos, sí, lo llamaba así en cualquier oportunidad que tenía) y le di una mirada inquisitiva.

—¿Qué piensas de eso?

Él se encogió de hombros y apoyó su mano en mi estómago por debajo del borde de mi camisa. Su dedo meñique se coló por debajo de la pretina y me hizo contener el aliento. Todavía se me subía a la cabeza más rápido que un trago de wisky y nada volvería a ser mejor que eso en lo que  a mí respecta.

—¿Quién sabe? Heechul tiene una boca grande y no tiene miedo de dar a nadie su opinión, incluso si no la quieren, y Siwon no me parece el tipo de persona que simplemente se siente y deje que él lo avasalle. Es un poco intenso.

Movió su dedo un poco más abajo y entrecerré mis ojos en él. Me dio una sonrisa traviesa y bateó esos ojos brillantes hacia mí.

Las cosas en el patio se intensificaron cuando Hyukjae se acercó y empujó a su hermano en su enorme pecho. Donghae gritó algo que no escuché, y Jjong tiró de él fuera del camino mientras el mayor de los hermanos Lee le devolvía el favor al poner a Hyukjae en su culo. Algunas palabras realmente enojadas e intensas se intercambiaron y lo siguiente que supimos, fue que Siwon pasaba furioso por delante de nosotros cerrando de golpe la puerta de atrás de la cerca en su salida. El rugido de la Harley en la que había llegado rompió la tensión en el aire y todo el mundo solo se miró en silencio. Suspiré  y me acerqué para poner mis manos en los bolsillos traseros de Zhoumi.

—Nunca es aburrido con esta pandilla, ¿no?

Se puso de pie y me dio un beso en la parte inferior de la mandíbula.

—Somos una familia, y cuando estás en una familia, va a haber problemas. Lo resolverán. Donghae los obligará. Vamos a ver los fuegos artificiales.

—Ni siquiera está aún oscuro.

Se movió alrededor hasta que estuvo embarrado en mi frente y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. Este joven era la mejor parte de mi día, todos los días, y nunca lo daría por sentado.

—Esos no son los fuegos artificiales de los que hablaba.

Él me hacía reír. Él me hacía feliz. Él era mi familia y mi futuro,  y si bien nos había tomado a ambos dejar ir lo que pensábamos que queríamos y necesitábamos para ser felices, para ver que todo lo que necesitábamos era el uno al otro, era tan claro para los dos ahora.

—Ya has encendido la mecha, Zhou. Es mejor estar preparado para tratar con la explosión que le sigue.

Se humedeció su labio inferior y me dio una mirada que me dijo que nunca tendría miedo del fuego y el calor que lanzará en su camino. Solo se quedó en el centro de él y dejó que las brasas cayeran a su alrededor. Cada vez que se alejaba ileso, yo tenía un poco menos dentro de mí quemándome. Nos íbamos a ir sin siquiera decir adiós a nadie, cuando la cabeza de Heechul apareció por el borde de la plataforma. Aún parecía furioso, pero había algo más moviéndose en la mirada a dos tonos.

—Ven… como siempre dije, ustedes  dos son simplemente   perfectos. Eso es lo que quiero. —Sonaba tan triste y melancólico que me preocupó.

Zhoumi asintió.

—El amor no es perfecto. Es un trabajo duro y a veces es más esfuerzo estar enamorado de lo que lo es simplemente alejarte. Si sigues buscando por perfección, lo real va a pasar justo enfrente de ti.

Él hizo un gesto con la mano y se acercó para sentarse junto a Kangin, que observaba todo el espectáculo en silencio. Podría jurar que podía ver las ruedas girando en su cabeza.

—Lo sabré cuando lo vea.

No tenía una respuesta a eso, porque a pesar de que Heechul era un buen juez de carácter, cuando se trataba de su vida personal, era algo así  como un domador de leones, siempre esquivando a todos con un látigo y  una silla sin importar lo feroz o domesticado que fuera el depredador.

Miré a Zhoumi y me di cuenta de que era más que probable que estuviera pensando lo mismo.

—¿Estás listo para irte?

—Sí.

Y así es como era. Caminamos el mismo camino, no más huir, no más miedo, no más secretos. Solo él y yo, en sintonía y juntos, a pesar de que venimos de dos partes separadas del espectro. Yo era su futuro perfecto y él mi amor perfecto y así era como toda buena canción de amor debe terminar.

Así termina… al menos por ahora.