Sus sueños se convirtieron en
pesadilla. Estaba allí, de pie, en la terraza de Hyukjae, contemplando las
luces de la ciudad y sin saber adonde ir ni que hacer.
Le había dado una explicación de
lo de Haru. Podría haberle escuchado, pero sabía bien que ése no era el
verdadero problema entre ellos. Debía haberlas comprado por ello, no para
interferir, sino para protegerlo de un peligroso comprador.
Pero, ¿por qué? Primero lo echaba
de su lado con dieciséis años, después compraba un paquete de acciones de su
familia y ahora, le decía que lo había hecho por él; que había tirado el dinero
por él, sumado al que después había tirado también para cubrir el pagaré de
Kyuhyun.
Todo tendría sentido si lo
quisiera, si siempre lo hubiera querido.
Se habían visto varias veces a los
largo de los años, momentos en los que mirar a Hyukjae le había recordado que el amor es algo en lo
que no se puede confiar. Había intentado enterrar en lo más hondo de su
recuerdo, pero nunca había conseguido olvidar por completo.
Cuando Kyuhyun la empujó lo empujó
al borde de la bancarrota y no tuvo a quien volver la cabeza, el nombre de Hyukjae
había sido el primero en pasársele por la cabeza, como si hubiese estado
esperando allí, en el subconsciente, todos aquellos años. Y después, cuando él
le había hablado de los términos de su contrato…
Quería confiar en él y no hacía
más que repetirse que podía hacerlo, que el pasado era el pasado, pero el temor
lo traicionaba, ¿Por qué no estaría dispuesto a hablar de lo que ocurrió? ¿Por
qué lo había perseguido aquellas semanas con tanta paciencia? ¿Por qué había
comprado las acciones de Haru para después olvidarse de ellas?
No había razón alguna, de no ser
que lo quisiera.
¿Por qué pagar el pagaré de
Kyuhyun cuando decía no deberle absolutamente nada a su hermano?
Los sonidos de la noche flotaban a
su alrededor hasta que, de pronto, el mundo pareció cambiar de aspecto y enfocó
sus dudas de una forma diferente. ¿Por qué decía no deberle nada a Kyuhyun? No
era propio de Hyukjae dar la espalda a sus responsabilidades, ni tampoco
inventar excusas. Si era él quien conducía cuando ocurrió el accidente…
Si…
Si Hyukjae hubiera conducido…
Con el aroma de las flores del
jardín, vio el pasado de nuevo frente a sus ojos. Vio a Hyukjae y a su padre en
las escaleras de su casa. Se estaban gritando, él había salido corriendo
aterrorizado. Su padre siempre le había influido un miedo visceral, y jamás
había visto así a Hyukjae; no podía enfrentarse a su ira por que la ira
significaba peligro.
Y después, del accidente. La
explosión, Hyukjae y Kyuhyun. Les había creído muerto. Había esperado horas,
temiendo oír las noticias de que Hyukjae y su hermano se hubiesen marchado para
siempre. Luego amaneció, y apenas oyó a su padre echándole la culpa a Hyukjae y
diciéndole que iba a enviarle a América. Solo podía pensar en Hyukjae, y
después, allí de pie en su terraza viéndole mirarlo con aquella frialdad, se
había sentido destrozado por aquella traición… demasiado herido como para
cuestionarse nada.
En los años posteriores, el
recuerdo de esas veinticuatro horas se redujo al momento en que Hyukjae le dijo
que no iba a esperarlo. Hyukjae, quien le había tocado el hombro con tanta
ternura que casi había desaparecido el dolor; Hyukjae, quien lo había mirado
con dureza para decirle que no, que no iba a esperarlo y que desapareciera de
su vida, que se fuera a América.
Hyukjae, quien no había tocado a
otra pareja desde que le llegó la noticia de que él estaba viudo.
En realidad, sí que lo había
esperado.
Pero no estaba enfocando el asunto
de forma correcta. No tenía todas las piezas de aquel rompecabezas.
Nunca te he mentido, y no voy a comenzar ahora. Nunca le había
mentido, pero si eso era cierto…
¿Por qué no podía decirle la
verdad, fuera la que fuese? ¿A quien estaba protegiendo? ¿Quién…?
Rápidamente se puso en movimiento,
tomó los zapatos, su bolsa, llamó al portero y le encargó que le pidiera un
taxi. Al llegar éste le dio la dirección de su hermano y diez minutos
después, estaba llamando al timbre de su hermano. Él no contestó, pero
había visto su coche en el aparcamiento así que insistió.
─¿Qué demonios…? ─Kyuhyun llevaba
ropa de cocktail pero había perdido la corbata─ ¿Tienes idea de la hora que es?
¿Dónde está Hyukjae?
─Tenemos que hablar, Kyuhyun.
Déjame entrar.
─Menuda nochecita. ─murmuró
─No estabas dormido. Todavía estás
vestido, así que déjame entrar.
─Demonios… ─murmuró, y abrió del
todo la puerta─ Entra. He estado en el mismo sitio que tú. Los vi bailar a
Hyukjae y a ti, pero después desaparecieron. Nosotros también nos fuimos
pronto.
Donghae lo siguió hasta el salón.
Kyuhyun cojeaba ostensiblemente.
─¿Nos? ¿Con quién estabas?
─Siéntate -contestó Kyuhyun,
Donghae caminó con inquietud hasta la ventana.
─Tiene un aspecto horrible ─le
comentó su hermano─ ¿Quieres beber algo?
─Agua mineral.
Kyuhyun arqueó las cejas, pero se
acercó al bar y se preparó una copa para él y agua para su hermano.
─No es bueno para venir de visitas
Kyuhyun debía tener compañía.
Algún joven. Seguramente en su dormitorio. El accidente de hace catorce años
atrás no le había domado demasiado. La verdad es que no se podía confiar en que
dijese la verdad. Quería a su hermano, pero la verdad es que no confiaba en él.
Confiar, Hyukjae…
Kyuhyun le dio el vaso y él miró a
su hermano por encima del hielo que flotaba en el agua. Parecía incómodo.
─Hyukjae y yo no estamos demasiado
bien ─le dijo, y al verle toma run sorbo de su copa, se preguntó si un par de
ellas podrían hacerles más proclives hablar.
─Me ha ofrecido un trabajo ─dijo
su hermano sin mirarlo a los ojos.
─¿Hyukjae te ofreció un trabajo?
─Si, bueno… ─se sonrió─ Me ha
dicho que ya era hora de que hiciese un poco de trabajo honesto. Digamos que es
una prueba de seis meses
─¿Y vas a aceptarlo? ¿Vas a
trabajar para él?
Kyuhyun se encogió de hombros y
vació el resto del contenido de la copa.
─Me marcho a Seúl a primeros de
mes ─lo miró con una máscara de
inocencia que él conocía bien, y se dio cuenta de que no iba a sacarle mucho─
¿Qué les pasa a Hyukjae y a ti?
─Que no está dispuesto a decirme
lo que ocurrió cuando tuvieron el accidente ─dejó su vaso sobre la mesa─ ni
tampoco lo que pasó después. Cosas… las cosas cambiaron aquel día. Todo. Pero
no está dispuesto a hablar de ello.
─Ya lo sabes todo ─ contestó él,
pero algo le brilló en los ojos antes de que se diera la vuelta para ir al bar
y servirse otra copa─ ¿Para qué demonios quieres saber los detalles?
─Necesito saber por qué Hyukjae no
quiere hablar de ello ─contestó, acercándose también al bar. La tensión de
Kyuhyun ya era evidente; lo conocía tan bien como a Hyukjae, y sabía que él
estaba ocultando algo.
Dejó el vaso sobre el mostrador, y
él le echó un hielo.
─Tú tampoco vas a contármelo,
¿verdad?
─Hubo un choque ─dijo─ y eso ya lo
sabes ─las manos le temblaban, y tomó un sorbo largo de su copa─ Me aplasté la
pierna. ¿Qué mas necesitas saber?
Había sido una estupidez ir allí.
No iba a cambiar nada. No podía obligarle a que le dijera la verdad.
No lo eches todo a rodar, sonó la voz de Hyukjae en su cabeza.
─¿Entonces? ─dijo─ ¿ Eso es todo?
Viendo como su hermano evitaba
mirarlo a los ojos, se dio cuenta de que, incluso si no comprendía el pasado,
había llegado a confiar en el hombre con el que se había casado.
Hyukjae tenía algo que le daba
poder sobre Kyuhyun, pero ninguno de los dos iba a decirlo; algo que había
obligado a su hermano a aceptar el trabajo que Hyukjae le había ofrecido,
cuando Donghae sabía bien que el trabajo
honrado no era precisamente su fuerte.
Y, ahora lo miraba haciendo girar
su vaso con aire de inocencia, pero lo conocía muy bien, y sabía que debajo de
esa inocencia, tenía miedo de sus preguntas.
─No creas que me engañas ─le dijo─
He tardado años en darme cuenta, pero aquel día… tú estabas frente a la entrada
de la casa con las llaves en la mano. Yo te vi.
─¿Me viste?
─Si. ─la escena se apareció una
vez más ante sus ojos─ Hyukjae y papá se estaban gritando y tú estabas junto a
mi coche con las llaves en la mano ─no debería haber salido corriendo. De
haberse quedado, habría visto lo que sucedía después─ Si tú tenías las llaves,
es poco probable que condujese Hyukjae.
Kyuhyun no estaba escuchando, y
tampoco lo miraba.
─No importa ─continuó Donghae.
Quería saber, pero habían otras cosas importantes. El reloj que había sobre la
chimenea marcaba la cinco. ¿Estaría el avión de Hyukjae todavía en el
aeropuerto? ¿Habría ido a dormir allí, o alguna otra parte de Busan? ¿O le
habría dicho al piloto que despegase y lo llevara lejos de ahí?
Si había reservado habitación en
un hotel, podría localizarlo en unos veinte minutos. Conocía sus gustos en
hoteles.
─Hae…
─¿Qué? ─contestó, pero su mente
estaba en el teléfono y en la forma de localizar a Hyukjae. ¿Qué mas daba si no
llegaba a conocer todos los detalles? Hyukjae debía haber protegido a Kyuhyun.
No es que entendiera por qué, pero…
Aquella escena en el porche…
Se estremeció con aquel dolor
antiguo, pero, al mismo tiempo, se dijo que aprendería a olvidar. Algo había
ocurrido aquel día que había roto su relación, pero a no ser que estuviese
completamente loca, la evidencia no dejaba lugar a dudas: ahora, Hyukjae lo
quería.
Si consiguiera localizarlo…
Cuando se habían separado aquella
noche, tuvo la sensación de que iba a dejarlo marchar para siempre, pero no iba
a ser así. No iba permitir que ocurriese.
Los pantalones que se había puesto
aquella noche para salir con Hyukjae le quedaban demasiado ajustados. Debía de
haber ganado peso desde la última vez que los había usado. Pronto ganaría aún
más kilos y la ropa no le valdría.
¿Qué sentiría Hyukjae ante la idea
de haber concebido un hijo? No le había dicho porque primero debían resolverlo
todo, borrar las sombras. Pero nada de todo ello tenía importancia si ponía en
peligro lo que significaban el uno para el otro.
Y si resultaba que había sido un
estúpido durante demasiado tiempo; si él se negaba a escuchar cuando por fin lo
encontrase; si pensaba que todo había terminado… encontraría la forma de
hacerle comprender que estaba equivocado.
Le diría que las tornas habían
cambiado. Él le había atrapado con ese absurdo contrato, así que, si le daba la
vuelta a la situación, si le decía que había un niño, tendría que quedarse al
menos el tiempo suficiente para que fuese capaz de hacerle comprender que lo
quería, que confiaba en él… y que él seguía queriéndolo.
Sacó la guía de teléfono y, a sus espaldas,
Kyuhyun habló al fin.
─Hyukjae me ha dicho que quemará
el pagaré si trabajo seis meses para él.
─Es muy propio de Hyukjae
─contestó mientras abría la guía. Seguramente hasta lo habría quemado ya. Ése
era su estilo: romper contratos, quemar pagarés.
Pasó el dedo por la columna de
números ¿A cual de aquellos malditos números debía uno llamar si quería
averiguar el paradero de un avión particular? Cerró los ojos y rezó sin
palabras. Hyukjae or favor…
─Hae… ─dijo Kyuhyun, pero él
contestó negando con la cabeza. Ya había oído bastantes historias de él. Se
había pasado la vida preocupándose por él, viéndole meterse en líos, y estaba
seguro de que aquella noche había vuelto a mentirle.
─Cuando le pedí a Hyukjae que te
ayudase con lo del pagaré, él me dijo que no te debía absolutamente nada.
Debería haber prestado más
atención a lo que Hyukjae no le había
dicho. Debería haberlo sabido. Debería haber confiado en él.
Fue a levantar el auricular y, en
ese mismo instante, el teléfono sonó.
─Residencia Cho ─dijo
mecánicamente. Tomaría el primer avión para Seúl si él estaba allí. Si…
─¿Donghae?
Cerró los ojos y sintió que los
pulmones se le quedaban sin aire. La voz de Hyukjae.
─Sí -susurró.
─¿Estás preparado para volver a
casa?
Donghae apretó el auricular.
─Sí. ¿Quieres… puedes venir a
recogerme?
─En diez minutos estoy ahí.
Colgó despacio. Su voz no le había
dicho mucho, así que lo único que podía deducir era que no se había marchado de
Busan. Y que lo había estado buscando.
Hyukjae iba a venir a buscarlo.
─¿Hae?
Tenia diez minutos para planear lo
que podía decirle que borrase las tres semanas pasadas. Que borrase todas
aquellas palabras y pusiera el amor en su sitio. Diez minutos.
─Era yo quien conducía. ─dijo
Kyuhyun.
Diez minutos, y si estaba
dispuesto a venir a buscarlo, eso querría decir que.. que…
─¿Qué has dicho?
─Que era yo quién conducía cuando
el coche se estrelló, no Hyukjae.
Se quedó mirando a Kyuhyun sin
pestañear. Lo sabía. Sabía que Hyukjae
no podía haberse estrellado contra un árbol.
─¿Por qué? ─le preguntó─ ¿Por qué
las mentiras? ¿Por qué tanta historia?
─Creí que él te lo iba a decir.
Supuse que cuando se habían casado… lo llamé inmediatamente después de que tu
me llamara a mí, y le rogué que no te lo dijera porque… no lo sé ─aún tenía el
vaso en la mano, pero estaba vacío por segunda vez─ Pensé que no me lo
perdonarías. Sé que al acuerdo que llegaron los separó a los dos, así que le
pedí que no te enseñara la declaración. Me dijo que no iba a hacerlo.
─¿Qué acuerdo? ¿Qué declaración? ─cerró
los ojos e intentó imaginar los detalles─ ¿Qué ocurrió, Kyuhyun? Tú tenías las
llaves, Hyukjae estaba discutiendo con papá, y tú… ¿Te llevaste a Hyukjae en el
coche?
─Si ─contestó, y se acercó al a
ventana─ Estaba a punto de subirme al coche cuando los dos salieron a las
escaleras; papá estaba gritando. Yo ya había tenido una pelea con él e iba a
llevarme tu maldito coche para irme lejos de allí. Ya había tenido suficiente.
Entonces aparecieron Hyukjae y papá en las escaleras… Hyukjae estaba diciéndole
que le destrozaría si volvía a hacerte daño. Qué si tenía tan solo un moretón,
volvería a pedirle cuentas. Primero pensé que iban a matarse, pero luego me di
cuenta de que Hyukjae no perdía el control tan fácilmente.
Kyuhyun se volvió a mirarlo.
─Habría apostado por él si se
hubiesen llegado a las manos, pero no estoy seguro de que hubiese conseguido
nada, a no ser que te hubieras fugado con él acto seguido.
─Me lo pidió ─susurró─ Pero yo
tuve miedo. Si papá nos pillaba…
─Si ─Kyuhyun sabía bien que su
padre no aceptaba fácilmente la rebeldía─ Los dos me miraron, y yo tenía las
llaves en mi mano. Las había sacado de tu cuarto. Yo sabía que me había metido
ya en un buen lio, así que me subí y puse el motor en marcha; Hyukjae le dijo
aún algo más a papá cuando bajaba las escaleras ─se encogió de hombros─
¿Quieres que te lleve?, le dije, y él se subió al coche. Salí rápido porqué
papá bajaba las escaleras para pillarme. Creo que Hyukjae ni siquiera se había
dado cuenta que yo estaba allí. Tenía la mirada clavada en el cristal, y yo me
pregunté qué habría pasado si de verdad hubiese llegado a pegarle a papá. Le pi
murmurar que no iba a permitir que ese bastardo volviera a hacerte daño. En
realidad, no estaba hablando conmigo. Entonces nos chocamos con el maldito
árbol, y si Hyukjae no me saca del coche, me habría convertido en humo cuando
el depósito de gasolina estalló.
─Hyukjae.
Donghae cerró los ojos. Debería
haberse imaginado que él no podía ser quien condujera. Pero, ¿Por qué no se lo
había dicho él?
No tenía ningún sentido.
Arriesgaba su vida para salvar a Kyuhyun y después, aceptaban que le echasen la
culpa del accidente.
─Hyukjae no me debe nada en
absoluto. ─continuó Kyuhyun─, pero yo le debo a él la vida. Me desmayé cuando
me estaba sacando del coche, y no volví a despertarme hasta después de la
operación. Papá estaba allí.
─No lo comprendo ─dijo.
Kyuhyun se pasó las manos por el
pelo.
─A papá siempre le gustó romper
las reglas, aunque a nosotros no nos dejase hacerlo, así que es fácil imaginar
cómo se metió en la sala de reanimación. Lo primero que le oí decir fue que era
un desgraciado, y que mejor que no me olvidase de quién conducía.
Donghae hizo un gesto impaciente
con la mano. Hyukjae estaba de camino, y quería recibirle afuera.
─Habría ido a la cárcel si se sabía
que conducía yo. Me habían retirado el permio de conducir y tenía esos cargos
contra mí por llevar el coche en estado de embriaguéz. Además, era lo bastante
mayor como para que me juzgasen en un tribunal de adulto, así que papá me dijo
que Hyukjae quién conducía y que mejor no lo olvidase. Yo no discutí.
─¿Qué Hyukjae impidió que te
llevaran a la cárcel? ¿Y por qué?
─Hicieron una especie de trato
─hizo un gesto hacia su pierna tullida─ Supongo que fue mientras estaban los
dos en la sala de espera y yo en el quirófano. Yo le firmé una confesión a
Hyukjae diciendo que era yo quien conducía con la enfermera como testigo. Le
recuerdo mirando a papá con ese papel en la mano y diciendo: estaré vigilando, y utilizaré este documento
si tengo que hacerlo.
Hyukjae iba a llegar de un momento
a otro. Aunque no confiaba en él, no quería renunciar.
─Donghae…
─Quiero esperar a Hyukjae fuera
─dijo.
Hyukjae no lo había hecho por
Kyuhyun. Había hecho un trato con su padre, y ahora lo comprendía todo.
Kyuhyun se acercó a él.
─Supongo que a partir de ahora no
voy a verte mucho.
Donghae le tocó el brazo.
─Lo comprendo ─le dijo─ Papá nos
tenía atemorizados; comprendo que tuvieras miedo de enfrentarte a él.
Kyuhyun bajó la mirada.
─¿Crees que Hyukjae tendrá todavía
esa confesión?
─Pregúntaselo a él ─le sugirió.
Diez minutos, había dicho.
¿Cuántos habrían pasado ya? Cinco, quizás. Ojalá hubiera podido cambiarse de
ropa.
─Dile Hola de mi parte a tu amigo.
─le dijo─ Al que está en el dormitorio.
─¡Dios mío! ¡Me había olvidado de
él!
─Gracias Kyuhyun -dijo, y lo besó
antes de salir corriendo.
Hyukjae…
La calle estaba vacía. Silenciosa
e iluminada por la luz de las farolas. Bajó las escaleras despacio, no quería
correr el riesgo de caerse. Positivo, le había dicho el médico. ¿Qué diría
Hyukjae a eso? Primero tenía que decirle que lo quería y que estaba dispuesto a
a seguirle hasta el fin del mundo.
Esa idea le hizo sonreír porque,
conociendo a Hyukjae, podían muy bien acabar en el fin del mundo.
Donde quiera que fuese, él le
seguiría. Se había casado con él, y no iba a encontrar la forma de librarse.
Ojalá siguiera sintiendo algo por él… ojalá
¡El pelo!
Rápidamente lo desordenó con sus
dedos, justo en el momento en que un carro doblaba la esquina.
Una limusina blanca.
¡Hyukjae!
Echó a correr. La limusina se
detuvo, la puerta se abrió y se quedó parado al ver bajarse a Hyukjae. De
pronto, la confianza lo había abandonado. Estaba asustado.
Los dos se quedaron de pie en la
acera, a escasos pasos de distancia, mirándose. Hyukjae hizo un gesto hacia la
limusina y Donghae asintió en silencio. Entró y se sentó. Las piernas le
temblaban. Él se sentó a su lado, pero sin tocarlo. La puerta se cerró y el coche comenzó a
moverse.
─Tenemos que hablar ─le dijo
Hyukjae. Su voz sonó áspera en el silencio del coche. ─ No voy a poder aguantar
mucho más.
─Todo ha terminado.
─No ─no dijo él─ No ─repitió, y su
rostro se había vuelto gris.
─¡No! ¡No me refiero a eso,
Hyukjae! Quiero decir que yo… ─tomó aire y rozó su hombro, y él lo abrazó─. No
voy a volver a huir ─le prometió, apoyando la cabeza en su pecho. ─ Yo… no
puedo… tú...
El resto de palabas se le quedaron
atascadas en la garganta, y en silencio buscó su boca. Hyukjae se estremeció y
lo tomó sobre su regazo, y él se ovilló refugiado en su cuerpo.
Entonces Hyukjae lo miró. Silencio
y sus ojos mirándolo, su mano sujetándole de la espalda y la otra sobre su
pecho, y Donghae sintió un estremecimiento de deseo.
─¿Dónde estamos? ─susurró.
─No lo sé. Le he dicho al
conductor que busque un sitio tranquilo y que no nos moleste. ─su boca buscó la
suya y Donghae enredó los dedos en sus rizos oscuros y se apretó contra él de
manera que cada latido de su corazón lo notase Hyukjae en su cuerpo.
─Pretendo retenerte en esta
limusina hasta que arreglemos las cosas. ─dijo él, y deslizó su mano por la
chaqueta. ─ Tenemos que hablar ─dijo de nuevo.
Donghae encontró los botones de su
camisa y le desabrochó los dos primeros.
─Luego ─dijo casi sin voz─ Podemos
hablar más tarde.
Él cubrió su mano.
─¿Habrá un mas tarde?
─Sí
Hyukjae suspiró.
─Aquí no. Cuando hagamos el amor…
─Abrázame ─le rogó.
─No pienso soltarte. ¿s que
todavía no lo comprendes?
Donghae suspiró y apoyó la cabeza
en su hombro.
─Estás cansado.
─He estado mucho tiempo cansado
─dijo, y se incorporó─ Primero, yo… Kyuhyun me ha dicho que era él quien
conducía cuando el coche se estrelló.
Hyukjae se quedó inmóvil.
─¿Qué te ha dicho que?
─Que era él quien conducía, y que
tú le salvaste la vida.
─De eso hace mucho tiempo.
─Me dijo que te rogó que no me lo dijeras.
─Sí ─contestó, acariciándole con
ternura─ Cuando nos casamos. Y yo, como un tonto, accedí. En aquel momento,
pensé que no tenía importancia, que podíamos volver a empezar. No me di cuenta
de lo mucho que te importaba a ti. Si lo hubiera sabido… aquella mañana, cuando
te dije que no iba a esperarte ─Hyukjae tembló, y su voz se volvió áspera─ En
aquél momento supe que iba a perderte, pero le había prometido a tu padre que
desaparecería de tu vida. Yo no quería hacerte daño. Eso era lo último que yo
quería, pero era la única forma.
─Cargaste con la culpa del
accidente para comprar mi seguridad. Hiciste un trato con mi padre por el que
yo me iría a América si…
Hizo un gesto vago.
─Yo no dije que te fueras a
América. A cualquier parte que no fuera bajo su techo. Era la única forma de
protegerte, pero tuve que prometer que me mantendría alejado de ti. Y lo
intenté, pero…
Donghae le rozó el hombro y le
sintió temblar.
─No vuelvas a alejarte ─le dijo─
No vuelvas a alejarte de mi.
─Cuando viniste a pedirme dinero,
supe que la apuesta iba a ser muy arriesgada, pero tenía que intentarlo. He
pasado un infierno en los años que estuviste con otro hombre.
Donghae se puso las manos de
Hyukjae en las mejillas.
─Cuanto más lo pensaba, menos
sentido le encontraba a que fueses tú quien condujera. Por eso vine a casa de
Kyuhyun esta noche. Yo pensaba… no entendía por qué habías cargado tú con la
culpa si había sido Kyuhyun quien conducía. Y por otro lado, tú nunca me habías
dicho que llevases tú el coche.
─No podía mentirte.
─Por eso acudí a Kyuhyun; porqué,
al final, comprendí que si tú no querías mentirme y al mismo tiempo no me
decías la verdad, era porque no podías. Y Kyuhyun tenía que tener la clave de
la situación ─Donghae inspiró su aroma y se dio cuenta de que los nervios que
tenía en el estómago, habían desaparecido. Hyukjae lo tenía abrazado y su voz
estaba llena de emoción─ Kyuhyun no quería decirme nada, y yo me di cuenta de
que estaba haciendo el idiota, así que iba a llamar por el teléfono para
intentar localizarte justo cuando has llamado tú. Ha sido después de que yo
hablara contigo cuando Kyuhyun me dijo la verdad. No tienes por qué creerme,
pero incluso si Kyuhyun no hubiera confesado, yo habría ido a buscarte.
Hyukjae lo besó en los labios.
─Te quiero, mi amante de la luna.
Siempre te he querido.
─Y yo he soñado con oírte decir
esas palabras. Estaba dispuesto a utilizar cualquier método para retenerte,
para que pudieras aprender a quererme otra vez… porqué me decía a mí mismo que
tenías que quererme, aunque nunca me lo hubieras dicho.
─¿Qué nunca te lo había dicho?
─parecía sorprendido─ ¿Y cómo no te habías dado cuenta?
─Hyukjae… ─Donghae se echó a reír
y deslizó la mano sobre los botones de su camisa─ Siempre te he querido… yo…
¿podemos irnos a casa? ─susurró─ ¿Ya?
Hyukjae se estremeció y ocultó la
mano bajo su chaqueta. Donghae tembló también.
─Estas puertas pueden cerrarse por
dentro ─dijo─ Completamente privado. Cristales tintados. Intimidad… Pero estás
muy cansado. ─murmuró, y bajó la chaqueta. Donghae le vio tragar saliva─ Quizás
demasiado cansado…
─No tanto ─susurró, y le bajó
también la chaqueta. Cuando la él quedó hecha un montó en el piso de la
limusina, Hyukjae se quedó inmóvil y con un dedo dibujó la línea del cuello de
su camisa.
─Eres tan precioso ─murmuró.
Donghae le desabrochó el último
botón de la camisa y la apartó para deslizar las manos sobre su pecho.
─Me encanta tu cuerpo ─dijo─ Te
quiero tanto… he soñado tantas veces contigo, con cómo era tu piel…
Hyukjae lo levantó para dejarlo
con cuidado sobre la moqueta del suelo de la limusina.
─Dentro de mí ─gimió─ He soñado
mil veces con cómo sería tenerte dentro.
─Antes me has dicho que estás
dispuesto a retenerme… ─sus ojos eran sombras derretidas─ No puedo imaginarme a
mí mismo huyendo de ti, pero… ─lo besó en los labios y Donghae gimió al bajarle
la camisa─… atrápame. Quiero sentirme atrapado.
─Vamos a tener un hijo ─le confesó
en voz baja.
Por un momento, el pareció no
comprender.
─¿Estás seguro? ─le preguntó al
final─ Pero si me habías dicho… me dijiste que no podías.
Donghae se apoyó en él y sintió la
fuerza de sus brazos y el calor de la
satisfacción que crecía dentro de él.
─Una posibilidad en un millón, me
dijeron, y supongo… siempre había sabido que eras capaz de obrar milagros… ─su
risa fue algo nerviosa─ Hyukjae, no te importa ¿verdad?
─Ya conoces la respuesta ─contestó
él, y lo abrazó con fuerza─ Mi esposo, nuestro hijo… ─musitó, acariciándole el
pelo─ Voy a hacerte el amor ─dijo con voz profunda─, pero prefiero esperar.
Quiero llevarte a una cama de verdad donde tengamos todo el tiempo del mundo,
para amarte como nadie lo haya hecho antes. Quiero mostrarte…
Donghae le rodeó el cuello con los
brazos.
─Hazme el amor, por favor… ahora
mismo.
─No puedo resistirme a ti
─admitió, sonriendo─ Eres una persona increíble. No sé cómo eh podido vivir
todos éstos años sin ti. Ahora… hazme el amor, mi amante de la luna, y déjame
amarte.
Hizo desaparecer las últimas
barreras que quedaban entre ellos y Donghae le enseñó qué clase de amor iba a
darle durante el resto de su vida.
Oh por Dios!!!!
ResponderEliminarAhhhhhh GENIAL!!!
ME ENCANTO!!!!
HASTA QUE HABLARON!!!!
AHHH VIERON QUE NO ERA TAN DIFICIL!!!!
gracias por tan bonita historia...yo que creó que Kyu tenia un lindo conejito en su habitación (?)
Jajajajajajajaja
Lindos!!!
:)
Awww me encantaa... 😍
ResponderEliminarOk...con que eso era.
ResponderEliminarHyuk prefirió dejar ir a Hae con tal de que su padre no abusara ni lo lastimara más de lo que ya lo hacía,a cambio de guardar silencio con que había sido Kyuhyun quien conducía ese mismo día.
Pues si eso no es amar a alguien...no sé qué lo sea.
Pobre Hae,él pensando que Hyuk no lo amaba,que ni siquiera le gustaba como para estar con él,cuando en verdad era todo lo contrario.
Ahora Hae cree tanto en Hyuk,que hasta piensa que todo papel de "prueba" ha sido roto u olvidado por él...aahh♥ Hyuk es tan...♥
Si hasta trabajo le va a dar a Kyu para que se reivindique de las cosas que hizo y de las que no hizo...empezando por contarle a Hae la verdad...va bien.
Uno entre un millón...los reproductores de Hyuk sí que son potentes...xD
Muy buena historia,dudas hasta el final,la incógnita sobre a quien tenía Kyu en el cuarto.
Gracias
que bien al fin juntos y con bebe si
ResponderEliminarOh pero que lindo!!! Por fin todos se animaron a hablar y ya no hay nada que les impida estar juntos amandose tanto como se aman y aparte un bebe!! Todo mu lindo, me encanto, muchas gracias por compartirlo.
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