Fuimos detrás
del escenario y me fastidió al instante, haber destrozado una perfecta botella
de whisky, con mi anterior rabieta. Me tuve que conformar con un trago de
tequila con Andrew y Geoneo, mientras que Mike se quedaba tranquilo y tomaba un
Red Bull.
Andrew me dio
una fuerte palmada en el hombro y me miró directamente a los ojos.
—¿Quieres
decirnos que significaron los temas viejos?
No podía
mirarlo a los ojos, así que agarré el estuche de mi guitarra y me encogí de
hombros.
—Saben que me
gusta mezclar de vez en cuando.
—Es cierto,
pero ¿por qué tengo la sensación de que iba dirigido a alguien en concreto? No
es como que tires así una dedicación por ahí.
No estaba
equivocado. Nunca he dedicado una canción a nadie, nunca, pero esta noche me
sentía al revés y no podía manejarlo, así que me encogí de hombros.
—Siempre hay
una primera vez para todo.
Normalmente,
teníamos una gran fiesta después de tocar en un espectáculo los fines de
semanas, pero con Hyukjae y Donghae estando en pareja y Kyuhyun y Jjong seguramente
enganchados con cualquiera por esta noche, sabía que nadie se iba a quedar
mucho tiempo.
Estaba oscuro
cuando entré por la puerta principal, pero había una luz que venía debajo de la
puerta de Heechul. Traté de no hacer ruido, mientras hacía mi camino por el
pasillo a mi habitación, pero mis botas de combate sonaban como una manada de
búfalos, en los antiguos pisos de madera. Zhoumi no sacó la cabeza fuera de su
habitación, por lo que me sentí agradecido y seriamente molesto.
Después de
quitarme la ropa y ducharme, sacándome todo el sexo y sudor, que se aferraba a
mí, me fui a mi habitación y me senté en mi cama, frotándome una toalla sobre
la cabeza y mirando a la puerta cerrada del dormitorio hasta que no pude
soportarlo más. Me puse unos pantalones de chándal negros y caminé descalzo por
el pasillo para tocar a su puerta cerrada.
—¿Zhou?
Tenemos que hablar. —Esperé un momento y fruncí el ceño cuando no me dieron
ninguna respuesta. Reconozco que habíamos cruzado una línea importante esta
noche, pero nosotros vivimos juntos y solo tendríamos que averiguar si las
cosas no eran raras o más raras de lo que ya eran—. Zhoumi, vamos. No seas así,
abre la puerta para que podamos
hablar.
Golpeé la
puerta con mi puño y estaba considerando seriamente tomar la maldita cosa de
las bisagras para llegar a él si tenía que hacerlo, cuando oí la puerta de Heechul
abrirse y lo vi sacar su rubia cabeza. Estaba dándome una mirada penetrante,
pero el efecto se perdía, teniendo en cuenta que tenía un pijama rosa.
—No está aquí.
—Parecía hosco y no me gustaba el desagradable brillo en sus ojos.
—¿Dónde está?
—La idea de que podría haber ido a casa con ese imbécil y su estúpido chaleco
hizo que mi sangre comenzara a explotar en mi cabeza. Sentí mis manos
enroscarse en puños a mis costados y tuve que concentrarme para no pasar un
puño a través de la puerta. Heechul cruzó los brazos sobre su pecho y levantó
una pálida ceja hacia mí.
—¿Te importa?
Apreté los
dientes y conté hasta diez para evitar sacudir su pequeño cuerpo como a una
muñeca de trapo.
—Por supuesto
que me importa. No habría preguntado si no me importara.
—Bueno, eso es
interesante, porque volvió de hablar contigo luciendo un poco… maltratado… y
muy enfadado. Donghae se ofreció a llevarlo a casa, pero él dijo que quería
quedarse a ver el espectáculo, es decir, hasta que comenzaste con esa canción.
¿Qué diablos estabas pensando, Henry? Zhoumi no es una idiota. No es uno de tus
groupies que creen que eres perfecto porque
tienes una voz bonita y un buen culo. Sabía exactamente lo que estabas
tratando de decir y lo hizo ponerse como loco.
Sentí que mi corazón se sacudía en mi pecho y
mi garganta se apretaba. Cerré los ojos
y dejé caer la cabeza hacia atrás hasta que se golpeó contra la puerta del
dormitorio.
—¿A dónde se
fue?
—Ese chico que
ha estado viendo ofreció llevarlo a su casa. —Solté un juramento tan fuerte que
lo vi empezar—: Tranquilízate. Le dijo que no y dijo que iba a averiguar a
donde ir, pero por suerte, Jjong es un amigo maravilloso y se abalanzó para
jugar a ser un caballero de brillante armadura. Fue a su casa, y es de esperar
que vas a tomarte este tiempo para conseguir sacar tu cabeza de tu culo, porque
si no, voy a tomar ese aro que puse a través de la punta de tu polla y hacerle
cosas que te harán llorar cada vez que pienses en tener sexo. No sé lo que está
pasando con ninguno de los dos, pero ya basta.
Se dio la
vuelta enfadado con su esponjoso cabello de punta rubio y rosa, cerrando la
puerta con una fuerza suficiente para hacer una mueca. Estaba arruinándolo con
cada persona importante en mi vida últimamente y me estaba agotando. Me
arrastré de nuevo a mi habitación y saqué mi teléfono fuera de los pantalones,
que estaban en una pila en el suelo. Marqué el nombre de Jjong y esperé tres
tonos hasta que contestó.
—¿Qué está pasando?
Se quedó en
silencio por un minuto y cuando habló, me sorprendió oír la censura en su tono.
—No lo sé.
¿Por qué no me lo dices?
Me dejé caer
para sentarme en el borde de la cama y me froté la frente.
—La cagué.
Resopló.
—Enormemente.
Tengo al joven por el que has estado suspirando, en mi sofá, porque está
enfadado contigo viejo y actúas como un idiota. Necesitas calcular tu mierda
antes de arruinar cualquier oportunidad que todavía tengas con él. Tenía un pie
afuera de la puerta con ese tipo que se viste como un profesor de secundaria, y
no creo que a él ni siquiera le importara que regresara pareciendo que alguien se lo había follado,
dos veces.
Juré
suavemente entre dientes y dejé que sus palabras resonaran en mi cabeza. Me
dejé caer en la cama y me quedé mirando el oscuro techo.
—No tengo ni
idea de lo que estoy haciendo con él.
—Arruinarlo
hasta la mierda.
—Además de
eso.
—Nadie es
perfecto, Henry. Todos tenemos cosas que han sucedido, que van a suceder que
nos hacen ser quienes somos, y tal vez necesites mirar más allá de todo lo
superficial que se ve cuando miras a este chico y ver lo que hay debajo.
—Estaba empezando a pensar que había estado en lo cierto, que no conozco ni la
mitad de lo que creo que lo hago, pero él continuó. —Sí, tu padre volvió a tu
mamá una sombra de lo que era, y es una mierda, pero supéralo. Eso no significa
que no puedas estar en una relación o que la historia se repita.
—Amigo, ni
siquiera creo que sea así entre nosotros. Es solo un montón de atracción mutua
que finalmente llegó a un punto de ebullición. Mi futuro y su futuro realmente
no hacen clic.
Murmuró algo
que no escuché y luego me llamó otro nombre que me hizo sonreír, a pesar de lo
mal que me sentía.
—Tengo serias
dudas de que estuviera pensando en si sus futuros hacían clic cuando estaba
ocupado en permitirte tener sexo en un baño detrás del escenario. Me dijo que
tiene que trabajar mañana a las diez, así que trae tu culo aquí y recógelo y
arregla esto. Pensé que habías conseguido averiguarlo por tu cuenta para estas
alturas, pero después de esta noche, estoy empezando a preguntarme por qué
somos amigos.
Me reí un poco
y froté los nudillos por mis ojos.
—Debido a que
somos idiotas y nadie más quiere realmente salir con ninguno de nosotros.
—Buen punto. Henry.
—Podía oír la seriedad en su tono, así que me callé—. No voy a dejar que
arruines a este chico de nuevo. Me gusta, es inteligente y atrevida, además es el
chico de Donghae y no quiero lidiar con Hyukjae si haces un lío aún mayor que
este. Aclárate la cabeza, o simplemente dejarlo ir, pero deja esa mierda del
montón porque sinceramente, amigo, no solo me está haciendo enojar a mí.
No tenía nada
que decir a eso, así que le dije "hasta más tarde" y tiré el teléfono
en la mesa al lado de mi cama. Me acosté a través del colchón y crucé mis manos
sobre mi pecho, mientras continuaba observando las sombras en el techo.
Jjong tenía un
punto muy válido: no era mi padre. Odiaba todo lo relacionado con el hombre,
así que traté de día a día tomar deliberadamente decisiones que me llevaran en
la dirección opuesta. Parte de eso quería decir que no dejaba espacio en mi
vida para que cualquiera se acercara. Salí, me acosté por ahí, y me enrollé con
parejas que eran fáciles de dejar, fáciles de abandonar. Trataba de escoger a los
que conocían las reglas, para que cuando me fuera de gira o siguiera adelante,
no fuera gran cosa.
Tenía
veinticinco años, éxito, tenía un impresionante grupo de amigos, y más
oportunidades a mi alcance de las que
podía contar, y sin embargo tenía todo eso solo. No había nadie para compartirlo, para
disfrutarlo, porque siempre estaba muerto de miedo de lo que pasaría si dejara
a alguien importarme mucho.
Esa noche con Zhoumi,
hace tantos meses, creo que lo supe.
Creo que hasta
entonces, cuando aún éramos básicamente desconocidos, sabía que si hubiera ido
a ese apartamento con él, no habría sido capaz de alejarme, simplemente dejarlo
y que no importara. Creo que hasta en ese entonces me di cuenta de lo
importante que podía ser para mí y estaba absolutamente aterrorizado por eso.
De repente podía verme, comenzar a preocuparme por mi inexistente cartera
financiera o en qué nivel de impuestos iba a caer, y eso no estaba bien
conmigo. Me puso fuera de balance y no
me gustaba en lo absoluto.
No sabía si
conectar con Zhoumi a largo plazo, fuera incluso algo digno de contemplar, pero
sabía que la idea de transformarme en un corredor de bolsa para hacerlo feliz
no era una opción, no cuando sabía que nunca iba a sacrificar la música y lo
que amaba por un joven. No sabía qué hacer con todo esto, porque después de ese
beso claramente las cosas habían cambiado.
Apenas dormí
algo, incluso aunque Jjong hizo lo posible para ser un buen anfitrión. Él me
dio un par de pantalones para correr que eran muy largos y muy grandes, y una
camiseta con el logotipo de la tienda de tatuajes donde trabajaba. Me dio una
suave sábana y una almohada para el sofá, y algo incluso más útil, me dio un
trago de Jäger del refrigerador y me dejó quejarme por más de una hora sobre lo
molesto que estaba con Henry sin tratar de defenderlo o justificar sus
acciones.
Él estaba
actuando como un gigantesco, osito de peluche rubio, solo que cubierto de tinta
meciendo su enorme mano y luciendo un
travieso tatuaje de ancla en el lado de su cuello. Él hizo mucho de
asentir y gruñir en respuesta, pero nunca me interrumpió o me dijo que me
calmara.
El sol estaba
alzándose para el momento en que finalmente mis ojos estaban muy pesados para
mantenerlos abiertos, e incluso mientras se cerraban para dormir, todo lo que
podía ver era a Henry burlándose y diciendo al público que no tocaba ningún
tipo de canción de amor.
Desperté
cansado. Cansado de sentirme atrapado entre el pasado y el presente. Cansado de
tratar de pensar veinte pasos hacia adelante, porque sin importar que hiciera,
bueno o malo, terminaba sintiéndome mal y herido. Estaba lastimando a personas
buenas y actuando impulsivamente, y todo
por tener un poco de sentimientos retorcidos por un chico que no podía
siquiera conseguir que viera mi yo real.
La resolución
fue estupenda, y me sentía tres metros más alto hasta que la puerta de enfrente del apartamento se
abrió mientras estaba doblando la sábana
y quitando mi cama improvisada. Me giré para ver a la causa actual de todo mi
conflicto caminando relajadamente con un par de cafés, como si él anoche no
hubiera puesto todo de cabeza con un simple toque y un beso para clausurar
todos los besos. Esos ojos oscuros estaban incluso más oscuros de lo normal, y
su boca estaba tensa, como si tuviera que detenerse a sí mismo de decir algo
que haría todo extraño otra vez. Me molestaba incluso más cuando recordaba que
él lucía bien, realmente bien con un poco de barba de un día sobre su rostro en
la mañana.
Lo miré y
crucé los brazos sobre mi pecho.
—¿Qué estás
haciendo aquí?
Él me ofreció
uno de los cafés, pero sacudí la cabeza y me moví para dejar el sofá entre
nosotros. No sabía si había ido solo a casa anoche, no sabía si había ido a casa en absoluto, y esa era
una de las mayores razones por las que
había aceptado la oferta de Jjong de aterrizar en su sofá. Si Henry había
estado solo, habría estado tentado de meterme en su cama mientras dormía. Si
había ido a casa con otro joven, no solo tendría que mudarme a la mañana
siguiente, sino que también tendría que contratar a un abogado porque un doble
homicidio hubiese sido seguro.
—Heechul me
dijo que estabas aquí, y esperaba que pudiéramos hablar antes de que te llevara
a casa para alistarte para el trabajo.
Sonaba algo
perdido, como si él mismo no estuviese realmente seguro con lo que estaba
haciendo aquí. No podía olvidar que él pensaba que yo solo era una pequeña e
inocente flor que no debía ser tocada por manos sucias. Estaba tan harto de él
pensando que sabía algo de mí o como realmente me sentía con respecto a él.
—Anoche
escuché todo lo que tenías que decir fuerte y claro, Henry. No hay necesidad
de repetirlo, de
hecho, por favor
no lo hagas.
He tenido suficiente de ti
diciéndome como son las cosas entre nosotros para que me dure toda una vida.
Él suspiró y
sentí cuan profundo era. Colocó ambos cafés en la mesa enfrente del sofá y
metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. Me preguntaba como tenía
espacio.
—Eso fue una
cosa despreciable lo que hice anoche. Lo lamento.
Me endurecí
automáticamente, porque incluso aunque estaba molesto como el infierno con él,
no quería que se arrepintiera por tocarme y por hacerme sentir más de lo que
había sentido en años. Quería que estuviera tan afectado como yo lo estaba, y
no ser capaz de detenerse a sí mismo de hacerlo otra vez.
—Pensé que no
ibas a disculparte por ello, que solo ibas a asegurarte que no pasara otra vez.
—Allí había amargura que no podía ocultar.
Sus ojos
aterciopelados se encendieron repentinamente y los bordes dorados ardieron con
una pasión que quemaba a través de la distancia separándonos.
—No me estoy
disculpando por eso, Zhou. Dios, estuve despierto toda la noche pensando sobre
ello, pensando en ti. Lamento lo de la canción, lamento haberte hecho sentir
mal, lamento ser un idiota. Sigues diciéndome que no te conozco, y que no tengo
ni idea, pero la verdad es, que ninguno de los dos nos conocemos, y no creo que
ninguno de los dos esté realmente listo para manejar al otro. Lo que sí sé es
que te deseo más de lo que deseo seguir respirando.
Él sonaba tan
sincero, y lucía tan serio, que sentí algo empezar a romperse en el centro de
mi pecho. Y luego se abrió completamente cuando continúo con voz ronca.
—Mi papá es un
loco y un destructor emocional. Él embarazó a mi mamá cuando ella era muy joven
y ha pasado todo el tiempo desde entonces derribándola emocionalmente. Él la ha
convertido en esta versión de sí misma que no tiene voluntad, deseos, y no hace
nada más que complacerlo. La ha engañado, y se ha ido por varios meses y no la
llama o dice cuando regresa. Nunca ha tenido un trabajo fijo, y para completar
esto ella trabaja hasta la muerte para mantenerlos a los dos, mientras me dice
una y otra vez que no es tan malo como parece.
Veo sus oscuras
cejas arrugarse sobre sus ojos
y sus manos volverse puños.
—Sé que jamás
quiero hacer algo así, no quiero jamás ser así. También sé que nadie en mucho
tiempo ha conseguido llegar a mí de la manera en que tú lo has hecho. Las parejas
van y vienen. Me gusta pensar que siempre tenemos un buen rato, pero ninguna de
ellas jamás se queda conmigo como tú lo haces. Quizá no eres este modelo de
virtud que intento hacerte parecer. De hecho, después de conseguir tener mis
manos sobre ti y en ti, estoy bastante seguro que no estás siquiera cerca. ¿Por
qué no me das la oportunidad de conocer el otro lado de ti?
—¿Qué
exactamente estás diciendo, Henry? ¿Quieres que seamos amigos con beneficios?
¿Quieres ir a través del pasillo y tener sexo ocasionalmente? Necesitas aclarar
sobre lo que estás hablando porque anoche pude muy felizmente haberte
estrangulado. —Mi voz se rompió un poco, traicionando cuan mal la punzada de
sus palabras y rechazo había dolido.
Él se movió un
par de pasos más cerca de mí y luché para no aspirar un nervioso aliento. Dándole la oportunidad,
estaba asustado de que todas las cosas que mantenía encerradas con lo que a
este chico respecta se liberarían y la decisión de lo que podíamos ser para el
otro simplemente sería tomada de mis manos. Él siempre parecía mucho más grande
y poderoso que todas las cosas con las que constantemente estaba batallando.
Un lado de su
boca se curvó hacia arriba en una sonrisa y sentí el efecto de ella en la boca
de mi estómago. Él no tenía que coquetear o ser encantador, no con una sonrisa
lo suficientemente traviesa para prometer mucho más que un fantástico rato.
—Quiero tener
sexo, Zhou. Toneladas y toneladas de sexo… Contigo y solo contigo. ¿Tiene que
ser más que eso ahora mismo? ¿Después de anoche como puedes negar que también
lo quieres?
Sacudí la
cabeza un poco y dejé salir una lenta exhalación. Estaba a punto de preguntarle
que había cambiado, si todavía estaban todas las complicaciones que se
interponían cuando nos conocimos por primera vez, pero él continuó así que me
mantuve en silencio.
—No estoy
diciendo que eventualmente podría cambiar a algo más, pero ahora mismo me
siento bastante roto y no estoy realmente seguro de que hayan suficientes
piezas tiradas para unirme nuevamente.
Eso era
desgarrador y no podía juzgarlo por su honestidad; de hecho creo que apreciaba
más eso que el tira y afloja que había estado carcomiéndome durante el año pasado.
Solo nos quedamos mirándonos al otro en silencio hasta que mi teléfono sonó
desde un lugar cercano a donde él se encontraba. Él lo levantó y me lo lanzó
sin mirar a la pantalla. Fruncí el ceño cuando vi que era el mismo número de China
que había estado llamándome el otro día. Toqué la pantalla para responderla y
fui recibida con aire muerto. Dije “hola” al teléfono varias veces y no
conseguí ninguna respuesta. Lancé el teléfono sobre el sofá; ese particular
problema podía esperar por ahora, y me giré de regreso a Henry.
—Déjame ser
totalmente claro, Henry. Vivimos al otro lado del pasillo del otro, tenemos
todos nuestros amigos en común, y tenemos diferentes perspectivas de lo que es
importante para nuestros futuros. Ninguna de esas cosas ha cambiado desde la
primera vez que me dijiste que no podíamos empezar nada, ¿Entonces cómo
funciona esto para ti?
Sabía lo que
yo quería: a él. Sentía como si lo había querido desde siempre. No iba a
volverme todo loco y decir que estaba enamorado de él, que no podía vivir sin
él, pero hizo algo en mí, llegó a mí de una manera que nadie más lo había hecho
jamás.
Quizá él
pensara que estaba roto, pero yo sabía la verdad: que era gracioso, dulce, e
innegablemente talentoso y que allí había más que piezas suficientes a mi
disposición si quería intentar unirlo otra vez.
Él tenía tanto para ofrecer incluso si esas no eran las cosas que había
pasado años diciéndome a mí mismo que quería, y me preguntaba si podía
compartir todos mis secretos con él y finalmente dejar de cargar con ellos yo
solo.
Él se balanceó
sobre los talones de sus botas, y los picos en sus orejas lo hacían lucir extra
diabólico. Una media sonrisa curvó su boca y era fácil ver porque todas las parejas
a través de la ciudad estaban tan calientes por él.
—Funciona día
a día, momento a momento. Tengo la sensación de que algo más que eso te enviara
corriendo en la dirección opuesta.
Sentí mis ojos
ampliarse en sorpresa y mi boca cayó abierta. Supongo que había algo como decir
todo sinceramente, pero no había esperado eso. No me había dado cuenta que me
conocía muy bien para saber que eso es probablemente lo que hubiera hecho. No
tuve la oportunidad de responder porque aparentemente él había terminado de
hablar. Se movió hacia mí y me alzó en sus fuertes brazos.
Esta vez
cuando me besó no había nada de ira, nada de desesperación y dolor que llenara el espacio entre nosotros
como anoche. Este era un beso que estaba lleno con promesas, lleno con todas
las cosas que habían sido calientes y pesadas entre nosotros por tanto tiempo.
Me olvidé que estaba parado en el apartamento de Jjong, y que hace unos
momentos estaba furioso con él.
Olvidé todo
excepto como él se sentía y como me hacía sentir, y me perdí a mí mismo en el
deslizamiento de su lengua a través de la mía y el agarre de sus dedos sobre
mis caderas. Había esperado y querido demasiado a este chico, deseado por tanto
tiempo que se sentía como si el anhelo estuviera despertando, respirando dentro
de mí.
Henry justo
había alcanzado el corazón donde todo el deseo vivía, donde toda esa lujuria se
había filtrado y hervido, y él lo había sacado a la superficie con nada más que
un suave roce de dedos y un ingenioso giro de lengua. Él me besó como si
tuviéramos todo el tiempo en el mundo para hacerlo una y otra vez. Me besó como
si estuviera tratando de memorizar cada acción, cada sonido, y cada sabor, así
podía escribir una canción sobre ello. Él me besó como si fuera el único joven
que él iba a besar otra vez, e hizo a mi cabeza dar vueltas y mi respiración
agitarse. Quería chupar esa barra en el centro de su lengua como si fuera una
paleta.
Tenía mis
manos envueltas en ese revuelto cabello y estaba haciendo mi camino en él
subiéndolo como un árbol, incluso aunque estaba
en la amplia
sala de su
mejor amigo, cuando
escuchamos una garganta aclararse y vimos a Jjong
serpenteando fuera de la cocina. Él estaba sosteniendo un plátano y viéndonos
con humor bailando en sus brillantes ojos.
—No iba a
interrumpir pero me gusta mi sofá y no necesito a Henry teniendo sexo sobre él.
Además, dudo que alguno de ustedes esté prestando atención a la hora. Zhou
tiene que ponerse en marcha si va a ir al trabajo.
Maldije y me
moví a donde había lanzado mi teléfono antes. Él tenía razón; apenas tenía
tiempo para regresar a la casa y agarrar mi uniforme. Miré a Henry con los ojos
muy abiertos.
—Necesito
irme.
Él asintió, miró
a Jjong y
señaló hacia el
café abandonado en la mesa.
—Incluso
aunque eres un bloqueador de sexo, puedes tener eso.
Jjong se rió
levantando una ceja.
—Salvé tu
lamentable culo y lo sabes.
No sabía sobre
qué estaban hablando y no tenía tiempo para ponerme al corriente, así que le di
a Jjong un rápido beso de despedida y murmuré “gracias”, agarré a Henry por el
codo, sacándolo del apartamento.
Estábamos muy
callados en el auto de camino a la casa. Quería preguntarle si había ido solo a
casa anoche, pero me imaginé que no, no había forma de que Heechul le dijera
dónde estaba. A penas lo dejé estacionarse en la entrada antes de salir
corriendo al interior para recoger todas mis cosas. Él permaneció inmóvil en la
puerta de mi habitación, viéndome correr alrededor como un loco. Lo miré por
encima de mi hombro mientras metía el uniforme en mi bolsa y frenéticamente pasaba
un cepillo sobre mi cabello.
—¿Qué ocurre?
Él se encogió
de hombros y se apoyó en la puerta.
—Simplemente
no sé qué hacemos ahora.
No estaba completamente
seguro como responder eso tampoco, así que me detuve enfrente de él y lo besé
largo y fuerte sobre una boca sorprendida.
—Yo tampoco,
pero tenemos tiempo para averiguarlo luego. ¿Qué te parece si en este momento
solo trabajamos en la parte de toneladas y toneladas de sexo, y seguimos a
partir de allí? Creo que ambos acordamos que esa parte va a ser pan comido para
los dos, y como dijiste, momento a momento funciona bien para mí.
Cuando pasé al
lado de él, no me perdí el brillo de anticipación en su mirada medianoche. No
dijo nada más, por lo que estuve agradecido porque estaba sintiendo como que
acababa de saltar un acantilado muy alto sin mucho conocimiento de lo que
estaba esperando por mí abajo, y eso era aterrador.
No había
garantías de que se iba a quedar una vez que tuviera toda la imagen enfrente de
él, pero quería darle el beneficio de la duda. En realidad, quería darle mucho
más que eso, lo que era suficiente para hacer que me saliera urticaria. Yo
apenas tenía algo de control para proteger lo que ofrecía mi vida aquí, y tenía
una sensación de hundimiento de que él podía hacerme renunciar a todo.
Lo dicho...un balde de agua con hielos y una cachetada que a Henry le acomode las ideas otra vez...no estaría mal...digo,les funciono la noche anterior.
ResponderEliminarCada quien tiene su carga y deberían trabajar en ello...al menos cuando sus toneladas de sexo los deje cansados un buen rato y lleguen a algo,si por ahora el sexo es suficiente,pues que bien...al menos así se hacen un poco menos de daño...Henry pasandole sus conquistas por enfrente y Mimi saliendo con el profesor...ya quitadas esas dos cosas,pueden llegar a algo.
Pero algo va a pasar...sí señor
OMG
ResponderEliminarCasi que no!!!!
Ahhhhh
Por fin!!!! Estos dos me iban a sacar de quicio!!!
Ahora esta el asunto de las llamadas!!!
Quién carajos es????
si gracias amigo jjong por hacer que henry de el primer paso para una relacion y mimi paso a paso ustedes llegaran muy lejos
ResponderEliminarPor qué siento que esas llamadas son de algún ex
ResponderEliminarVaya ya era hora de que henry se animará a dar el primer paso