Nos había tomado un largo tiempo llegar aquí
pero en realidad todo eso valió la pena al final si así es como lucía el
destino. Gracias a Dios que había tenido a Shindong allí para ponernos a los
dos en el camino correcto. Le debía a él más que mi vida y la forma en la que
había fomentado el arte en mi alma. Le debía mi futuro y todo lo que estaba
atado a esta mujer que sentía que necesitaba con el fin de seguir viviendo. Shindong
había cuidado de mí en las formas más significativas posibles justo como Kyuhyun
me dijo que estaba haciendo. Shindong quería a su familia a salvo y amada, y
poner a Kibum directamente en mi camino fue su último regalo para mí antes de
fallecer. Bastardo inteligente.
Pasamos el resto del día simplemente pasando
el rato juntos. Enterramos todas las cosas que persistían entre nosotros. Le
dije que dejaría de obsesionarme acerca con él empacando una bolsa y huyendo de
mí si dejaba de intentar ponerme de vuelta al lugar donde pensaba que estaba
enamorado de su hermano. Creo que ambos éramos lo suficientemente realistas
para entender que nada era perfecto y estábamos obligados a correr con
obstáculos en el futuro pero estar juntos valía el esfuerzo que iba a tomar.
Kibum pasó más de una hora después de verme
caminando por ahí la mayor parte del día usando nada más que jeans, botas, y
ese sombrero de vaquero de la suerte, tratando de decirme que debería estar en
un calendario para la tienda. Me dijo que si podía conseguir que Kyuhyun y Hyukjae
estuvieran de acuerdo, así Henry, Siwon, y Kangin, la cosa iba a volar de las
estanterías.
Caminamos alrededor del lago y luego tomamos
una siesta temprana en la tarde. Me desperté con su boca alrededor de mi polla
y su lengua haciendo cosas deliciosas. Aprendimos de la manera difícil que el
colchón de aire no estaba destinado a ese tipo de actividad extracurricular.
Después de una ronda de sexo bastante duro en el suelo de la cabaña, tomamos la
decisión ejecutiva de que habíamos hecho suficiente daño a la naturaleza y ya
era hora de volver a la ciudad cuanto antes.
Estábamos entrando en los límites de la ciudad
cuando nuestros teléfonos de repente consiguieron servicio de nuevo. El de Kibum
sonó con algunos mensajes perdidos pero el mío malditamente estalló. Henry me
había llamado no menos de veinte veces y tenía diez mensajes de texto de él.
Fruncí el ceño y le devolví la llamada aun cuando no me gustaba estar al
teléfono mientras estaba en la autopista.
Cuando respondió sonaba como si estuviera en
medio de una multitud.
—¿Dónde diablos has estado todo el día?
Fruncí el ceño y miré a Kibum, quien
obviamente había escuchado la voz elevada de Henry.
—Estaba en la cabaña de Shindong con Kibum.
Teníamos algunas cosas que necesitábamos resolver y necesitábamos algo de
espacio para hacerlo. ¿Qué demonios está pasando?
—Estoy tratando de subir a un avión de regreso
a Seúl, pero hay niebla y nada va a despegar, maldita sea —gruñó algo que no
pude descifrar y me dijo—: Necesito que cuides a mi chico por mí. Kangin fue
arrestado ayer por la noche y sé que Zhou está a punto de perder los nervios.
—¡Qué! —Estaba tan sorprendido que el auto se
desvió un poco y Kibum gritó mi nombre. Me disculpé con él y me detuve en el
arcén para que pudiera concentrarme en lo que Henry me estaba diciendo—. ¿Qué
sucedió?
—No lo sé a ciencia cierta. Zhoumi ni siquiera
se enteró por él. Leeteuk lo llamó. —El suspiró y yo solamente podía
imaginármelo pasándose y empujando sus manos a través de su desordenado cabello
negro—. Él fue el que lo arrestó.
—Tienes que estar bromeando.
—Desearía estarlo haciendo. Todo lo que sé es
que mi esposo está allí y yo estoy aquí y es un montón de mierda. Necesito que
te asegures de que está bien.
—Por supuesto. Estaremos de vuelta en la
ciudad en solo unos minutos. Será mi primera parada.
—Gracias.
—Por supuesto. Por si sirve de algo, creo que Kangin
es un buen tipo. De verdad creo que ha cambiado.
Henry maldijo de nuevo.
—Yo pensaba lo mismo también, pero ya no estoy
sorprendido de nada de lo que ese chico hace. Debo irme. Tengo que encontrar
una forma de ir a casa. Gracias, hombre.
Colgué y simplemente miré mi teléfono por un
segundo. Miré a Kibum y negué con la cabeza.
—Leeteuk arrestó a Kangin anoche.
Se mordió el labio.
—¿Por qué?
—Henry no lo sabía. Está preocupado de que Zhoumi
esté enloqueciendo por ello.
Él asintió con la cabeza.
—No me cabe duda. Espera un segundo. Voy a
escribirle a Sungmin. Él y Leeteuk son uña y carne. Probablemente tiene información
privilegiada.
Levanté una ceja hacia él.
—¿No crees que Zhoumi habría intentado eso ya?
Se
encogió de hombros.
—Tal vez.
Me introduje de nuevo en el tráfico después de
enviarle un mensaje a Zhoumi. Fueron unos solidos diez minutos antes de que el
teléfono de Kibum sonara y luego sonara de nuevo.
—Asalto. Unos chicos fueron a la estación de
policía y presentaron una denuncia en su contra. Dice que uno estaba bastante
destrozado y afirmó que volvió al bar para disculparse por el alboroto que él y
sus amigos causaron y Kangin lo saltó en el estacionamiento. —él frunció el
ceño y me miró—. ¿No hay cámaras en el bar?
—Afuera no. Mierda. Apuesto a que sé quiénes
son estos chicos.
—¿Sí?
—Sí. Estaba este grupo de prepotentes en el
bar el otro día mientras estaba allí y ellos le estaban dando a Kangin un
momento realmente difícil. Él lo dejo ir, pero los echó y un chico le dijo que
lo lamentaría. No sería difícil averiguar que Kangin tiene un registro y reclamar
algo como asalto significa que los policías tendrían que agarrarlo. —Tensé mis
manos en el volante—. Hijo de puta.
—Tienes que decírselo a Leeteuk.
—Necesitamos conseguirle un abogado. —Lo miré
por el rabillo del ojo—. Su historia es bastante desagradable. No va a lucir
bien delante de cualquier juez.
—Bueno, tú eres un testigo y si hay cámaras
dentro del bar, puedes demostrar que este chico tiene alguna clase de vendetta
y… —Hizo una pausa y se estiró para poner su mano en mi muslo—. Si necesitas
conseguirle un abogado, conozco a alguien a quien podemos pedirle ayuda con
eso.
Estaba hablando de Taemin. Buen Dios, ¿podría
el resto de este día salirse aún más de control?
—Él se dedica al derecho familiar. Necesitamos
un abogado criminal.
—Es inteligente y se preocupa por ti. Si le
pides ayuda no tengo ninguna duda de que te encontrará el mejor abogado penal
del estado. Tienes que darle una oportunidad, Jjong. Justo como lo hiciste
conmigo. Ambos vinimos aquí por ti, tú eres el que tiene que abrir las puertas
para dejarnos entrar.
No quería porque, una vez que esa puerta
estuviera abierta, nunca sería capaz de cerrarla de golpe nuevamente y el sexy pelinegro
en el asiento del copiloto era la prueba viviente de eso. Cuanta más gente
dejara entrar, más gente me arriesgaba a perder más adelante en el camino, pero
por Zhoumi y por Henry, simplemente tendría que aguantarme.
—Llámalo —dejé salir las palabras rechinando
entre mis dientes y aceleré hacia el centro de Seúl para intentar sacar el culo
de Kangin del fuego.
Era difícil decir quién estaba más ansioso
cuando nos sentamos en la oficina de Taemin mientras los hermanos se miraban
fijamente el uno al otro a través del lujoso escritorio. Jjong no podía
quedarse quieto y Taemin seguía aclarándose la garganta y retorciéndose los
dedos nerviosamente.
—Él no lo hizo. Ese chico prepotente le tendió
una trampa. —Jjong fue firme y su tono duro.
Taemin estaba tratando de ser imparcial en una
manera muy de abogado, pero pude ver que quería luchar esta batalla por él.
—Puede ser, pero Kangin tiene un extenso
historial con algunas cosas bastantes desagradables y con un testigo
corroborando los cargos en su contra va a ser difícil de refutar.
Jjong arrastró las manos a través de su
cabello y lanzó una mirada suplicante en su dirección.
—¿Qué acerca de las cintas de vigilancia
dentro del bar? —hice la pregunta con la esperanza de poder ayudarlo a
calmarse.
—El dueño, Siwon, las sacó y se las envió a
ellos. De verdad creo que la mejor apuesta es pagar la fianza de Kangin y
contratarle un abogado. El informe policial de la patrulla que lo llevó a
comisaría declaró que en efecto parecía que hubiera estado en una pelea. Sus
manos estaban destrozadas y tenía sangre y rasguños en la cara.
—Esas pequeñas mierdas probablemente se le
echaron encima y le tendieron una trampa. Te estoy diciendo que estuve allí.
Este chico era una pesadilla y solo buscaba empezar algo. Estaba malditamente
enfadado porque Kangin lo echara del bar.
Extendí la mano y agarré las manos de Jjong
que se agitaban salvajemente y lo atraje hacia mi lado. Estaba prácticamente
vibrando por la intensidad de estar tan cerca de Taemin y el estrés de la
situación con Kangin.
Zhoumi ya estaba en la estación de policía
tratando de liberar a su hermano bajo fianza y Henry finalmente se las había
arreglado para subirse a un avión, pero estaba todavía a cuatro horas de casa.
Jjong se había ofrecido a ir a la estación de policía con Zhoumi, pero él estaba
más preocupado por conseguirle un representante de lo que estaba por sacarlo de
la cárcel. Dijo que sacarlo eventualmente era la parte fácil, conseguir a
alguien para que lo representase, alguien que pudiera demostrar que era
inocente, era la parte complicada, asi que le había encargado a Jjong esa
tarea. Personalmente me pareció que quería que su hermano supiera que él era
específicamente el que estaba pagándole la fianza. Había resentimiento allí y Zhoumi
necesitaba que Kangin supiera que estaba a su lado incluso si no siempre había
hecho eso.
—Lo entiendo, y el hecho de que puedas dar fe
de ello, así como el resto de los clientes del bar durante el acontecimiento es
muy útil para el caso de Kangin, pero sigue siendo una batalla cuesta arriba.
El historial de Kangin y el hecho de que no se defendió, solo se fue
tranquilamente con la policía y nunca discutió contra el arresto lo hace
parecer culpable, realmente culpable. Las personas inocentes generalmente no
suelen rendirse ante la policía tan fácilmente. Además de eso, el chico que
interpuso la demanda y presentó los cargos está limpio como el que más. Ni
quiera tiene una multa de velocidad.
Jjong gruñó y se sentó en el borde de su
silla. Los ojos de Taemin eran compasivos, y creo que en el fondo Jjong
apreciaba que no estuviera diciéndole cosas alegres porque era lo que quería
oír.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora?
Taemin ladeó su cabeza y nos observó a los dos
pensativamente.
—Está este tipo, Na Hontae, y sé de primera
mano que es una barracuda. Nunca he tenido que trabajar con él directamente ya
que es un abogado penal, pero su reputación es cruel. Nadie quiere ir en su
contra en los tribunales. —Sonrió un poco y alcanzó su teléfono—. Uno de los
otros socios lo representó en su divorcio algunos meses atrás. La esposa era
una auténtica pieza. La firma salvó a Na de tener que pagarle más de tres mil
dólares al mes en pagos de manutención. Déjame hacerle una llamada y ver si
puede ayudar a tu amigo.
Jjong dejó escapar un suspiro que debía haber
estado conteniendo por un tiempo y estiró su mano para envolverla alrededor de
la parte posterior de mi cuello. Me incliné ante su toque y palmeé su muslo de
modo tranquilizador.
Yo fui quien había llamado a Taemin para
concertar este encuentro, pero ahora que estábamos aquí pude ver que algunas de
las reservas y la frialdad con las que Jjong había entrado se estaban
deshaciendo alrededor de él. Taemin no había juzgado, no había asumido lo peor
basado en lo que Kangin parecía sobre el papel. Todo lo que le importaba era
intentar ayudar al amigo de su hermano porque estaba en serios problemas y estaba en una posición
para tratar de arreglarlo.
Su conversación con los otros abogados fue
breve y y directa al grano. Taemin le expuso al otro tipo a lo que se estaría
enfrentando y luego frunció el ceño ante cualquiera que fuera su respuesta.
Siguieron unos minutos más y luego Taemin afirmó rotundamente:
—El costo no es un problema, Na. Mantener a un
hombre inocente fuera de la cárcel lo es. —Sentí los dedos de Jjong flexionarse
involuntariamente alrededor de mi cuello y levanté la vista hacia él con
preocupación. Me devolvió la mirada y me sorprendió ver una pequeña sonrisita
tirando de su boca.
—Él es duro.
—Y bonito. Al igual que tú. —Me puso sus ojos
en blanco pero se inclinó para poder rozar sus labios sobre mi coronilla.
Taemin colgó el teléfono y nos sonrió de una
manera que solo podía ser descrita como victoriosa.
—Está dentro. Sabía que no podía resistirse al
desafío.
Jjong aclaró su garganta.
—Suena caro.
Sabía que todos le echarían una mano y
ayudarían a cubrir el costo si era necesario, pero Taemin solo sacudió su
cabeza.
—Va a hacerlo como un favor a la empresa. El
cliente tendría que cubrir el anticipo normal que cobra, lo cual son cinco de
los grandes.
Cinco de los grandes todavía era un montón de
dinero, pero era totalmente realizable.
—Taemin, muchas gracias. —Quería abrazarlo.
El rubio asintió y su atención se centró sobre
Jjong. Respiró profundamente y exhaló lentamente.
—Sé que no es la razón por la que estás aquí,
pero siento que sería descuidado de mi parte no mencionar que tienes una
importante herencia a tu alcance si la necesitas.
Sentí que Jjong se sacudía un poco a mi lado,
la pierna a la que me aferraba, se balanceaba fuertemente bajo mis dedos.
—Yo... —Se fue callando y lo vi agachar un
poco su cabeza—. Ahora no puedo pensar sobre eso. Apreció que nos ayudes y nos
salves, pero es muy difícil tratar de aceptarte a ti, lo del dinero. —Se
encogió de hombros—. No sé si aún estoy listo para eso.
Taemin sonrió con un poco de tristeza.
—Entiendo. Supongo que, siempre y cuando haya
una opción para que puedas aceptarlo en algún momento, puedo esperar, y lo
haré.
Aclaró su garganta de nuevo y se puso de pie.
Se acercó al escritorio y extendió su mano hacia él así podría estrecharle.
—Lo siento por actuar como un imbécil cuando
me dijiste quien eras. No lo hago muy bien con las sorpresas.
Taemin apretó su mano.
—No te preocupes por eso. Intenté golpear al
abogado de mi padre y lo llamé mentiroso cuando me dio la noticia. Entiendo que
es mucho para asimilar.
Asintió y dio un paso hacia mí.
—Taemin, pareces una persona muy agradable.
Media hermano o no, no merecías tener esa bomba cayendo sobre ti más que yo.
Fue una cosa de mierda que nos hicieron a ambos.
Taemin resopló y se puso de pie detrás del
lujoso escritorio y dio unos pasos alrededor del costado.
—Papá era una mierda. —Levantó un poco su
mentón y cambió de tema cuando nos dijo—: Nunca sacaron a Kangin de los separos
en la comisaría de la ciudad. Probablemente aún está ahí, hasta que su hermano
cubra su fianza. Probablemente puedes alcanzarlos si te diriges en esa
dirección.
Jjong asintió y le agradeció de nuevo. Me moví
alrededor de él y envolví mis brazos alrededor de Taemin.
—Gracias.
Me devolvió el abrazo.
—Por supuesto. —Miró por encima de mi cabeza
donde estaba seguro de que Jjong observaba nuestro intercambio.
—Te dije que llegaría allí.
—Creo que tu amigo con el pasado oscuro podría
haber acelerado el proceso.
Me reí un poco y lo solté.
—Bueno, dicen que todo sucede por una razón.
—Supongo que sí. Buena suerte. Llámame si
necesitas más ayuda. Na es el mejor en el negocio, pero si me necesitas,
siempre estoy disponible.
—Eres increíble. —La voz de Jjong era suave y
expresaba una gran cantidad de emoción. Tomó mi mano mientras salíamos del
edificio de derecho y nos dirigimos a la estación de policía, cuanto más nos
acercábamos, Jjong parecía ponerse más tenso y agitado.
Encontramos a Zhoumi tan pronto como entramos
por las puertas, él se paseaba de ida y vuelta frenéticamente, sus zapatos haciendo
clic sobre el suelo de linóleo. Levantó su cabeza cuando Jjong dijo en voz alta
su nombre y luego voló a sus brazos con la fuerza suficiente que se echó hacia
atrás unos pasos. El pobre se veía exhausto y agobiado, pero sobre todo se veía
furioso.
—Kangin no hizo esto. —Sus ojos brillaban con
tal certeza que si antes hubiera tenido alguna duda sobre la inocencia de Kangin,
la ferviente fe de Zhoumi en su hermano era suficiente para aplastarla.
—Zhou, lo sé. Estaba ahí la noche que el chico
comenzó a tirarle mierda. Creo que le tendió una trampa a Kangin.
Zhoumi empujó sus manos a través de su cabello
oscuro y tiró de él frustrado.
—Desde que podía caminar, Kangin se ha metido
en todo tipo de problemas, pero no es estúpido. No arriesgaría al bar o a Siwon
de esa manera. —Tragó saliva—. Cuando lo acusaron de estar involucrado en ese
robo un tiempo atrás y se cerró en banda, se apartó de mí, sé... que quiere
estar aquí y que ha cambiado. No puedo creer que esto esté ocurriendo de nuevo.
Jjong pasó su mano suavemente hacia arriba y
abajo sobre su espalda.
—Zhou, lo resolveremos. Le conseguimos un
abogado que no pierde el tiempo y había un montón de testigos ahí que pueden
dar declaraciones sobre el hecho, que fue el chico quien comenzó a hostigar a Kangin,
no al revés.
Zhoumi soltó una risa que sonaba amarga y empezó
a caminar de nuevo.
—Todo en lo que puedo seguir pensando es ¿qué
habría pasado si hubiera estado en Daejeon cuando esto sucedió? ¿Quién estaría
aquí para sacarlo? ¿Quién estaría aquí para creer que era inocente? Está
haciendo que me duela mi corazón y que mi estómago de vueltas una y otra vez.
Podía ver que él mismo daba vueltas fuera de
control y Jjong estaba tan perdido en cuanto a cómo conseguir que se
reencaminara. Caminé a su alrededor y agarré sus muñecas para tirar sus manos
fuera de su cabello.
—Zhoumi, respira por un segundo. —Sus ojos
brillaron hacía mí y por una fracción de segundo pensé que iba a intentar
golpearme, pero hizo lo que le dije, tomó una serie de respiraciones profundas
y me di cuenta que sus manos se relajaron—. Estamos aquí. Sabemos que no hizo
esto y estamos listos para ayudarle a luchar para demostrarlo. No estará solo.
—He estado aquí por más de tres horas,
esperando que lo saquen. Me dio mucho tiempo para recordar lo que es esto. Ver
a tu hermano o alguien que amas con las manos esposadas, apesta.
—Lo sé, cariño, pero esta vez los problemas lo
encontraron a él, no fue a buscarlos. Alguna vez eso podría ocurrir y no
importaría si estás aquí, en Daejeon, o en la luna. Tu hermano solo tiene eso
en torno a él.
No le mentía. Se encontraba ahí, en la sonrisa
maliciosa de Kangin y encanto sin esfuerzo. Los chicos que eran agradables y
tranquilos, de vez en cuando terminaban metiéndose en problemas, incluso si
estuvieran intentando activamente evitarlo.
Creo que iba a decir algo, pero en ese momento
Jjong dijo su nombre en voz alta mientras Leeteuk y un hombre también en un
uniforme de policía guiaban al hermano de Zhoumi a donde esperábamos. Leeteuk
no encontraría la mirada de Zhoumi, entonces posó sobre mí su mirada. Podía ver
en sus ojos oscuros un centenar de diferentes niveles de agitación cuando dijo:
—Siento haber tardado tanto. Conseguir juntar
todo el papeleo nos tomó más tiempo de lo que debería. —Suspiró—. Son
afortunados de que le permitieron salir del apuro sin tener que pasar primero
delante de un juez.
Zhoumi jadeó y Jjong maldijo cuando Kangin
caminó alrededor de los oficiales de policía y fue evidente el daño en su
rostro. Uno de sus ojos estaba hinchado, completamente cerrado; sus labios,
hinchados e inflamados, y había un corte a través de su barbilla que parecía
ensangrentado y desagradable. Se veía como que probablemente podrían usar un
punto o dos para mantenerlo cerrado.
—¡Oh, Dios mío, Kangin! ¿Estás bien?
Atrapó a Zhoumi antes de que pudiera chocar
con él de la manera en que lo hizo con Jjong y luego hizo una mueca cuando lo
abrazó con mucha fuerza.
—He estado mejor.
—Necesitas ir a un médico, o dejar que Sungmin
te mire. —Sonaba como si estuviera a punto de llorar.
—Nah, no es nada que no se vaya a quitar. —Sus
ojos se movieron hacia Jjong e intercambiaron algún tipo de mirada de chicos
que evidentemente comunicaba que se encontraba más adolorido de lo que lo que
dejaba ver—. Zhou, gracias por sacarme.
Eso fue lo que lo envió por encima del límite.
Grandes lágrimas gruesas comenzaron a rodar fuera de sus pestañas, y a pesar de
que, obviamente, le dolía hacerlo, Kangin lo acercó para abrazarlo.
—Está bien.
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