—¿Por qué esto
parece demasiado fácil? —preguntó Teukkie a Hyesung mientras caminaban
lentamente por el bosque donde Lorelle los había dejado caer, literalmente,
sobre sus traseros. Hyesung había dejado resbalar una palabrota nada típica de él,
haciendo que Teukkie riera, lo cual le ganó otra palabrota.
—Porque así es
—respondió Hyesung—. Lorelle es Fae; debe tener algo bajo la manga.
—¿Magia?
—preguntó Teukkie.
—Exactamente. Junjin
no la subestimará —dijo Hyesung con plena confianza en su compañero.
Teukkie deseó
compartir esa confianza, pero todo en lo que podía pensar era que cuando los
hombres los encontraran, estarían frenéticos y probablemente no pensarían muy
claramente. Pero en lugar de advertir eso, hizo una pregunta.
—¿Crees que los
otros están en situaciones similares?
—Probablemente
—contestó—. Él ha establecido esto como una cacería, así que no va a quererlos
delatando su ubicación al lanzar gritos de dolor… — hizo una pausa
pensativamente luego terminó—. Por otra parte, podría tener algún hechizo que
evite que cualquier ruido escape.
—Eso no está
ayudando, Hyesung —gruñó Teukkie.
—Entonces sigamos
con que sus situaciones son probablemente las mismas.
***
—Donghae —la voz de Zhoumi rompió a través del aire
cubierto de niebla—, ¿estás bien?
—Estoy bien
—respondió Donghae mientras se paraba
del suelo y se quitaba la suciedad de sus palmas donde se había afincado
después de ser lanzadas por Lorelle—. ¿Y tú? —preguntó.
—Di algo de
nuevo.
—¿Algo de nuevo?
—Las palabras de Donghae salieron como
una pregunta mientras esperaba la respuesta de Zhoumi. Casi se salió de su piel
cuando sintió una mano alrededor de su hombro—. Maldita sea, Zhoumi. —Donghae agarró su pecho y se tragó el grito que casi
había arañado su camino al salir de su garganta—. Dale un aviso a éste chico
antes de solo salir de la niebla y agarrarlo, ¿de acuerdo?
El rostro de Zhoumi
surgió de la bruma y frunció el ceño.
—Te dije que
dijeras algo para así saber en dónde estabas ya que no podía verte.
—Pero no dijiste:
“Oye, Donghae , voy a agarrar tu brazo y asustarte hasta morir” —señaló Donghae
.
—Está bien, para
la próxima vez me aseguraré de decirte que voy a asustarte hasta morir. —Zhoumi
sonrió toda una sonrisa lobuna.
Donghae puso los ojos en blanco.
—Mi “Hee
interior” quiere que te llame sabelotodo.
—¿Cómo quiere
llamarme tu “Donghae exterior”?
—Perra —la
palabra se deslizó de Donghae tan fácil
como la mantequilla se desliza de la mano y Zhoumi rió ruidosamente.
—Entonces ambos
tendrían razón. —Zhoumi guiñó al ahora ruborizado Donghae , luego miró a su
alrededor. La niebla los rodeaba por todos lados y les impedía ver más allá de
un pie delante. No había ningún otro sonido que la de su propia respiración.
—¿Crees que quiso
dejarnos libres así como así? —preguntó Donghae .
—Definitivamente
creo que quiso dejarnos así, pero creo que estamos todo menos libres.
***
—Changmin, dímelo
francamente, en una escala del uno a jodidos,
¿cuán grave es? —preguntó Sora al Fae mientras se detenían tan lejos de
la saliente del acantilado que estaban como podían.
—Considerando que
no hay un acantilado en el bosque oscuro y que estamos de pie sobre uno muy
obvio, entonces diría que estamos muy jodidos — le dijo Changmin mientras
asomaba la cabeza lo suficientemente lejos para ver hacia abajo. Había un largo
camino hacia abajo.
—Bueno, voy a ser
honesta, eso no es lo que esperaba oír. Pero por lo menos fuiste honesto
conmigo.
—Podría ser peor
—admitió Changmin. Sora lo miró esperanzada.
—¿Podría?
Changmin asintió.
—Podríamos estar
en manos de un vengativo y enloquecido hechicero, empeñado en matar a la
compañera de su hermano, y tú podrías ser la compañera de su hermano, oh
espera… —Hizo una pausa y miró a Sora con una sonrisa socarrona.
—Ja, ja —dijo Sora
secamente.
—Tienes que hacer
a tu mente creer que lo que estamos viendo no es real —dijo Changmin
repentinamente serio—. Así es como vamos a sobrevivir a esto.
Sora asintió,
ahora casi tan seria como el Fae.
—Está bien, no es
real, no es real —comenzó a repetir una y otra vez.
—¿Sora?
—Eh, ¿qué?
—preguntó Sora distraídamente mientras seguía repitiendo su mantra.
—¿Te ayuda decir
en voz alta que no es real? —Changmin la miró con curiosidad.
Sora dejó escapar
un resoplido de risa.
—Sí, ¿no sabes
ese truco? Dite a ti mismo algo el tiempo suficiente y se volverá cierto.
—Si eso nos
sacará de este acantilado, entonces estoy totalmente de acuerdo.
Sora frunció el
ceño.
—¿Qué quieres
decir con si nos saca de aquí? Tú sabes que no es real.
—Sí, pero Lorelle
es inteligente, y la única manera que vamos a salir de este acantilado con vida
es si cualquiera que lo vea cree que es falso.
—Hija de…
¡Mierda!
—Exactamente.
***
—¿En serio ella
simplemente nos arrojó en una cueva? —preguntó Hee mientras se detenía en la
entrada de la cueva.
—Eso parece… —Las
palabras de Hongki se desvanecieron y Hee se volvió hacia él para ver lo que le
había llamado la atención.
—¿Qué es todo
eso? —preguntó Hee.
Hongki comenzó a
abrir las cajas. La primera contenía mantas, la siguiente agua y la siguiente
instrumentos quirúrgicos. Había una caja por abrir que era más pequeña que las
otras. La mano de Hongki se cernió sobre ella y algo dentro de sí no quería
abrirla. De hecho, le instaba a correr en otra dirección, pero no había ningún
lugar para correr. Hongki sabía con una certeza que no podía explicar que no
podían salir. La apertura de la cueva podía verse como si pudieran irse en
cualquier momento, pero él lo sabía mejor. Estaban atrapados en esta cueva
hasta que alguien viniera por ellos. Solo esperaba que lo lograran hasta que
viniera la persona correcta.
Finalmente
levantó la tapa de la caja final y encontró un anuncio de nacimiento. El papel
se sacudió en su mano mientras lo sostenía y su boca de repente se sintió tan
seca como un desierto estéril.
—¿Doc? —La voz de
Hee estaba en el fondo de su mente, pero todo en lo que podía centrarse era en
ese pedazo de papel doblado. Lo desdobló con cuidado y se quedó mirando la
impresión en el interior. Lo leyó varias veces, esperando que cambiara y que
las palabras en él de repente se borraran.
—La fecha, Hee,
¿cuál es la fecha? —preguntó Hongki.
—Mierda, no lo
sé. Si estamos hablando en el reino oscuro de las Fae entonces estoy pensando
en finales de agosto o principios de septiembre, pero en el reino humano, es
como junio. ¿Por qué?
Hongki maldijo en
voz baja mientras leía una vez más el papel.
“Felicidades Heechul
y Siwon, por el nacimiento de su joven niño en este 30 de Agosto.
—Um, Hongki, ¿qué
diablos? —dijo Hee por encima de su hombro. Arrancó el papel de su mano y se
puso de pie, leyéndolo con ojos que estaban tan abiertos y lucían tan
preocupados como los del doctor—. ¿Qué quiere decir esto?
Hee miró a Hongki
solo para ver que él estaba sosteniendo otra hoja de papel.
—Mierda, ¿qué es
lo que dice ese, que me va a dar un baby shower?
Los ojos de Hongki
se elevaron lentamente desde el papel para encontrar los de Hee. Negó con la
cabeza.
—No, es… —Se
detuvo y trató de apartar la mirada de Hee.
—No. —Hee
chasqueó los dedos—. Mírame cuando me digas las horribles noticias; ahora
escúpelo.
—Dice que, di…
—Léelo, Doc
—gruñó Hee.
Hongki se aclaró
la garganta antes de comenzar, el temor construyéndose en su estómago por
encima de las palabras que estaba a punto de obligarse a decir.
“Dr. Lee Hongki,
una vez que vea la fiesta de cacería en su línea de visión desde la apertura de
la cueva, va a llevar a cabo una cesárea en Heechul; compañero de Siwon. Le he
dado todos los suministros médicos necesarios para llevar a cabo esto con
seguridad, aunque tal vez no sin dolor. Tendrás que hacer que Heechul se
recueste en la X marcada en el suelo. Una vez que el bebe nazca, vas a girarte
a sesenta grados y tomar dos pasos sosteniéndolo frente a ti. Deberá asegurarse
que su cuerpo quede paralelo a la pared de modo que Siwon tenga una visión
clara de su joven hijo.”
Hee se quedó
mirando boquiabierto a Hongki, sin saber qué decir. Le acababan de decir que
iba a ser destripado como un pez y que su joven hijo sería entregado a un loco
mientras él y Siwon observan con impotencia.
—¿No podemos
tratar de escapar? —preguntó Hee, de repente muy desesperado. Señaló hacia la
apertura de la cueva.
Hongki negó con
la cabeza.
—Si fuera un
médico de apuestas, diría que está hechizada para verse como si pudiéramos
salir o cualquiera caminar dentro. Sin embargo, lo comprobaré, solo para que no
seamos los idiotas que se atraparon a sí mismos porque no se molestaron en
tratar de huir.
—Por favor hazlo,
no quiero ser el que está en la película de terror y que matan primero porque
es demasiado estúpido para correr —dijo Hee mientras trataba de quitarse de
encima el terror que amenazaba con asfixiarlo. No estaba listo para que su hijo
naciera. Era demasiado pronto. No habían encontrado una manera de salvarlo y
ahora iba a ser traído cruelmente al mundo solo para ser sacado del mismo antes
que Siwon siquiera pueda abrazarlo.
—¡ARRRRRRGGGGHHH!
—gritó Hee—. ¡Es solo un
bebé! ¡Necesito matar a alguien! Pero solo estás tú —Hee señaló
salvajemente a Hongki—, y maldita sea, necesito que ayudes a Jiwon a nacer.
—Me alegra saber
que no estoy disponible para tu lista de golpes basada en mis credenciales
—dijo Hongki mientras regresaba de su fracasado intento de salir de la cueva.
—Sí, bueno
alégrate que soy, para todos los efectos, una buena persona que por lo general
no solo mata a la gente porque está cabreada.
—Oh, créeme,
estoy contento —dijo Hongki señalándose su cara—. Ves, éste soy yo estando
contenta.
Hee lo desestimó
mientras acercaba una caja para sentarse, bajando su dolorido cuerpo embarazado
en ella lentamente.
—Solo digo.
—Lo sé, Hee. No
me gusta esto más que a ti.
—¿Qué pasa si no
hacemos lo que dice? —preguntó Hee.
—No tengo la
menor idea. Podría empezar a matar a los hombres, mientras tenemos que ver con
impotencia.
—Maldición, esto
es una mierda.
—Eso es un
eufemismo.
—Tenemos malas
noticias y peores noticias —dijo Dambi mientras ella y Alston aparecieron de
nuevo en la mansión de la manada Coreana.
—Solo nos quedan
treinta minutos. En este punto, la única mala noticia es no tener noticias
—dijo Kangin.
—Buen punto —concedió
Dambi—. Sabemos en dónde los tienen.
—¿Dónde? —espetó Siwon
mientras se alejaba de la pared donde había estado en silencio melancólico.
Los ojos de Dambi
se dirigieron hacia donde Junjin estaba. Su corazón se rompió por el Alfa al
saber que lo que estaba a punto de decirle no significaría nada durante un par
de segundos pero después los recuerdos regresarían al igual que la culpa. Temía
sobre todo por la vergüenza de su error, las acusaciones y la traición que
sabía que vendrían de esos penetrantes ojos.
—En el bosque
oscuro en el reino Fae —soltó sin apartar la vista de Junjin.
—¿Dónde?
—preguntó Hyukjae, obviamente, tan confundido como el resto de ellos.
Henry fue el
primero en recordar.
—No —susurró con
horror absoluto—. ¿Cómo es posible que siquiera conozca ese lugar? ¿Cómo podría
recordarlo? —Henry se dio cuenta entonces que Dambi y Alston no debían haberlo
recordado tampoco.
—Por los archivos
—respondió Alston a la pregunta no formulada de Henry—. Nos aseguramos de
documentar todo antes de lanzar el hechizo de olvido. Siempre debemos ser
capaces de recordar nuestro pasado. Debemos aprender de él o seremos condenados
a repetir nuestros errores.
—¿Por qué diablos
pensaste que tenías el derecho de borrar los recuerdos del resto de nosotros?
—preguntó Junjin mientras sus propios recuerdos resurgieron junto a la ira—.
Esos recuerdos, esos momentos dolorosos que hemos vivido cada uno de nosotros,
son nuestros. No eres Dios para tener el derecho de jugar con nuestro libre
albedrío.
—No queríamos que
nadie fuera capaz de regresar al bosque oscuro, Junjin. Esa tierra está
contaminada con tanta maldad; el poder que tiene es suficiente para causar un
grave peligro —dijo Alston mientras trataba de justificar lo que habían hecho.
—¿Y cómo funcionó
lo que hiciste? —preguntó Kangin—. ¿Borrar el recuerdo de ese lugar hizo que no
exista? ¿Nos protegió de que personas malvadas lo usaran?
—Durante siglos,
sí, lo hizo —gruñó Dambi.
—¡Deténganse!
—gritó Jungsoo—. No tenemos tiempo para su ira y explicaciones. Tenemos veinte
minutos para llegar a este bosque oscuro y el tiempo no se detiene. ¿Dambi, nos
puedes proyectar hasta allí?
—Sí.
—Ahora, ¿quién
está conmigo? —Jungsoo miró a cada uno de los presentes.
—Yo estoy contigo
—dijo Junjin inmediatamente.
—Yo también —dijo
Siwon dando un paso al frente.
—Saben que estoy
dentro. —Hyukjae sonrió con malicia.
—No hace falta
decir que estoy con ustedes —dijo Kangin.
—Yo estoy con
ustedes —chilló Ainsel, mirando a sus caras de sorpresa— . He sido estúpido en
el pasado, eligiendo el lado equivocado, pero no voy a cometer el mismo error
otra vez.
—Voy a ir —dijo
Thead a continuación.
—Yo iré y será un
honor luchar junto a ustedes —pronunció Hyungsik y Minwoo se detuvo junto a él.
—Siempre voy a
estar del lado de los buenos. —Yunho tomó la palabra.
—Voy donde mi
Alfa y mi manada va —dijo Donghwa.
—El Consejo se
mantendrá siempre con los lobos. —Alston miró a Jungsoo—. Y ahora también con
los hechiceros.
—Saben que voy
porque estos tontos no durarían ni un minuto sin mí — les dijo Dambi.
Jungsoo se
enfrentó al grupo dispuesto a enfrentar a su corrupto hermano, y sintió orgullo
y lealtad florecer en su pecho.
—No importa con
cuántos enemigos luchemos, no importa cuánto tiempo prevalezcamos, el mal
siempre existirá en el mundo y en nuestros propios mundos, porque siempre habrá
algunos que opten por ponerse delante de todo y de cualquiera. Pero al igual
que el mal, siempre existirá el bien. Siempre habrá alguien que busque la
justicia y desee ver a todos los seres libres para vivir en un mundo que no
esté corrompido por la maldad. Siempre vamos a ser parte de los que están del
lado de la justicia. Debemos hacerlo porque albergamos tanto poder que jamás
debe ser utilizado para dañar a otros. Cuando la oscuridad caiga como hoy,
debemos permanecer en pie. Debemos estar para aquellos que no se pueden
defender y para aquellos que se unan a nosotros conociendo la batalla ante
nosotros. No hace mucho tiempo luchamos por nuestras manadas. Luchamos por la
unidad y la sanación. Luchamos para proteger al mundo de un antiguo mal. Hoy
luchamos para traer de vuelta a aquellas que nos traen luz a nuestras oscuras
vidas. Hoy vamos a prevalecer. No hay otro resultado aceptable. Permanezcan
conmigo y juntos vamos a traer a las mujeres que nos han dado la vida cuando
todos estábamos tan cerca de la muerte.
Junjin se
adelantó y entrelazó su antebrazo con el de Jungsoo.
—Vamos a
prevalecer.
—Aprecio
totalmente el momento de Corazón Valiente, y absolutamente odio que no tengamos
pintura azul de guerra para poner en nuestras caras, pero nos tenemos que ir,
AHORA. —Dambi estiró ambos brazos—. Todos los que puedan, aférrense a mis
brazos, el resto de ustedes agárrense a Alston, Henry o Minwoo.
Uno por uno, los
Fae se fueron con algunos de los miembros de la fiesta aferrados a sus brazos.
Ahora que el bosque oscuro estaba una vez más claro en sus mentes, los Fae no
tendrían ningún problema en transportarlos hasta allí. Ahora si llegarían a
algún lugar cerca de Gura o no, era otra historia.
***
—¿Los sientes en
alguna parte? —preguntó Gura a Lorelle mientras permanecían de pie observando
el bosque oscuro esperando que Jungsoo y los lobos aparecieran. Tenían menos de
cinco minutos antes que la caza comenzara y estaba ansioso por ello.
Lorelle volvió la
cabeza hacia la derecha y la inclinó como si escuchara algo.
—Los tengo
—murmuró. Sin decir una palabra más, agarró el brazo de Gura, aunque odiaba
tocarlo, y lo transportó a donde había sentido que su hermana había llegado.
Aparecieron
directamente en el centro del grupo. Gura sonrió mientras miraba alrededor a
sus caras sombrías.
—Me alegro que
hayan podido llegar a tiempo.
La cabeza de Siwon
se alzó de golpe ante el sonido de su voz y se lanzó hacia delante con un
gruñido que prometía la muerte.
—Ahorra tu
energía, Alfa —resopló Gura mientras movía su mano hacia Siwon y lo empujaba al
suelo—. Ya tendrás tiempo para lanzar tu rabieta y actuar como la bestia peluda
que eres.
—Estamos aquí,
hermano. Puedes comenzar tu juego —dijo Jungsoo.
—¿Cuánto tiempo
ha pasado, hermano? —preguntó Gura majestuosamente—. ¿Hace cuánto me
traicionaste?
Jungsoo negó con
la cabeza.
—No hice nada de
eso y hemos pasado por esto cientos de veces, a menos que tengas un nuevo
argumento, ahórratelo. Solo sigue adelante con esta cacería para que podamos
salvar a nuestras parejas.
Gura frunció el
ceño, descontento con la falta de voluntad de Jungsoo a participar en su
discusión.
—Está bien. Es
bueno que hayas traído a los lobos; sus narices serán muy útiles. No escucharán
a sus parejas debido al hechizo que he puesto sobre ellas. Una vez que hayan
encontrado a las dos primeras no serán capaces de seguir adelante hasta que
hayan rescatado a una de ellas. No tienen que preguntarse cuándo concluirá la
caza. Tengo previsto un maravilloso gran final. —Sus ojos aterrizaron en Siwon
y el Alfa se tensó visiblemente.
Dambi miró a su
hermana y por un instante su corazón sufrió por ella, pero entonces recordó
todas las cosas terribles que había hecho.
—¿Cómo recordaste
el bosque?
—Gura necesitaba
un lugar para su caza, así que hice algunas búsquedas en los archivos. Puedes
imaginar mi sorpresa cuando me encontré con ésta pequeña delicia. No podía
creer lo bien que ese hechizo había funcionado. Ninguno de nosotros recordaba
en lo más mínimo este lugar. —Se volvió hacia Junjin y una sonrisa de
complicidad apareció en su boca—. Hay una sorpresa aquí que creo que tú más que
nadie va a apreciar.
—Feliz cacería
—dijo Gura y luego él y Lorelle habían desaparecido.
—¿Soy la única
que quiere ver la cabeza de ese imbécil en una estaca? — refunfuñó Dambi.
—Yo la cortaré
mientras tú lo sostienes —dijo Henry. Dambi le sonrió y luego se volvió hacia Junjin.
—Haz lo tuyo lobo
y olfatea.
—Mantengan sus
ojos abiertos y presten atención. No sabemos lo que Gura podría haber planeado
para nosotros —le dijo Junjin al grupo.
—Sugiero que nos
quedemos en nuestras formas humanas, si es posible — agregó Siwon.
Junjin asintió en
acuerdo.
Los lobos, sin
decir una palabra, se dirigieron hacia el bosque. Fue Kangin quien recogió el
primer olor. Dejó escapar un gruñido y sus ojos de lobo empezaron a brillar
azules.
—Leeteuk —su voz
retumbó cuando él pronunció su nombre.
—¿Qué camino, Kangin?
—preguntó Junjin.
Kangin señaló y
luego se lanzó hacia una carrera de muerte.
—Mierda —gritó Dambi—.
¿Nadie le advirtió al demente lobo no salir corriendo en mitad del maldito
bosque oscuro?
Todos salieron
corriendo tras Kangin. Siwon les indicó que se dispersaran.
Kangin sintió que
su estómago se apretaba mientras corría. Podía olerlo y eso rompió algo dentro
de él. Había pasado tanto tiempo desde que lo había visto, desde que lo había
abrazado, y estaba desesperado por verlo. Cuando lo vio allí de pie, rodeado de árboles,
con su salvaje cabello y su piel enrojecida, habría jurado que había muerto.
¡Estaba vivo y en una sola pieza!
—¡Leeteuk! —gritó
él y sintió que su pecho se apretaba con emociones tan fuertes que amenazaban
con aplastarlo bajo su peso. Vio cómo su cabeza se giró hacia él y sus ojos se
encontraron con los suyos. Su rostro se iluminó con una sonrisa y fue tan
hermosa, tan deslumbrante que su corazón se detuvo solo queriendo disfrutar del
volver a verla. Se dirigió hacia él, pero entonces algo le llamó la atención,
porque Leeteuk volvió la cabeza y él vio que abría los ojos con miedo. Cuando le
devolvió la mirada
empezó a negar
con la cabeza frenéticamente. Movió sus brazos
hacia él diciéndole que volviera, pero no había manera en el infierno que se
marchara ahora que lo había encontrado.
Teukkie no podía
creer lo que estaba viendo. Primero se había sorprendido al ver a Kangin, y
entonces vio a los otros correr con él y saber que estaban rescatándolos fue
suficiente para casi tenerlo saltando de arriba abajo en una salvaje, loca y
alucinante danza, pero luego había visto algo que casi le provocó un infarto.
No sabía cómo
describirlos, pero zombis fue la primera palabra que se le vino a la mente. Sus
pieles eran pálidas y azuladas como si hubieran sido privados de oxígeno, por
siempre. Sus ojos estaban vidriosos y llenos de vasos sanguíneos rojos.
Parecían muertos
traídos a la vida, y tan estúpido como eso sonaba. Había cientos de ellos, tal
vez incluso más. Sus ojos se dirigieron al grupo de hombres que corrían empeñados
en salvarlos, y no pudo ver cómo podrían derrotar a ese enorme ejército.
Comenzó a agitar
sus brazos para que retrocedieran pero ellos solo corrieron más rápido:
malditos hombres lobos tercos, Fae y hechiceros y qué mierda, pensó ver al Rey
Duende saltando de árbol en árbol como Tarzan. También vio a otro hombre que
reconoció como un Troll, aunque no sabía quién era ya que solo había conocido a
un Troll en su, lo que parecía ser, su corta vida.
Se volteó para
decirle a Hyesung que lo ayudara y sus ojos se abrieron como platos cuando vio
a Lorelle de pie a un lado de Hyesung.
Ay no!!!
ResponderEliminarEl bebe de Hee no puede nacer todavia!!!
Ahhh
No inventes!!!
Me va a afar algo!!!
No mates a nadie!!! Juro que me dara algo!!!
Esto esta de locos...pero por fin se viene lo bueno.
ResponderEliminarDe todaslas dudas solo se han despejado unas cuantas,pero poco a poco.
Una cazeria...y como punto culminante,la muerte de Hee a los ojos de Siwon,más la entrega de su hijo...según Gura lo tiene todo planeado,ya veremos.
Ese y la fae mala están tan cegados,que no veran cuando los bueno tengan la oportunidad.
Esto apenas comenzó.
Ahora sí,todos contra esos dos,,ya les tocara.