Donghae sentía algo extraño, pero cuando
buscó a Hyukjae para ver cuál era el problema, el cortó su avance.
Muy bien. Realmente no quería saber lo
que estaba pasando con él y Shiyoon de todos modos. No era asunto suyo. Sólo
deseaba que la maldita Luceria se diera prisa y cayera de una vez, para que no
siguiera torturándolo con visiones del hombre que... ¿Qué? ¿Le gustaba? ¿Sentía
cariño? ¿Amaba?
No. Era simplemente una cuestión de
sentimientos artificiales que desaparecerían tan pronto como lo hiciera la
Luceria. Por ahora, sin embargo, iba a ser muy útil tenerla, sobre todo, dado
lo que estaba a punto de hacer.
Donghae encontró a Seungki en el área de
entrenamiento. Tanto frío como hacía, estaba sin camisa y empapado en sudor.
Era un hombre grande. Solo cuando estuvo
de pie junto a él, y que ya era obvio que había venido a verle, dejó lo que
estaba haciendo.
—¿Puedo hablar contigo? —preguntó.
—Por supuesto —su voz era profunda,
ronca y áspera.
—¿A solas?
Sus ojos se movían del collar, y luego
de vuelta a su cara.
—Sí, mi señor.
Donghae había oído
utilizar ese término antes en referencia a las otras parejas Suju, pero no
estaba seguro de si se trataba de algún tipo de título ceremonial, o un término
cariñoso. De cualquier manera, lo ignoró para poder atender la nueva tarea
cuanto antes.
Lo condujo hacia el área abierta donde
se practicaba con espadas. Los otros hombres los miraban, ni siquiera fingían
que no lo hacían.
Dejó escapar un largo suspiro.
—He llegado a la conclusión de que si no
quiero convertirme en una víctima de los Saesang de nuevo, voy a tener que
aceptar mi enfermedad.
—¿Tu enfermedad? —preguntó.
—Sí. Una que heredé de mi padre... Toda
esta mierda mágica.
—Ya veo. ¿Y qué significa eso
exactamente?
—Eso significa que voy a tener que usar
uno de estos malditos collares para que pueda patearle el culo a cualquier
demonio que se atreva a venir tras de mí.
—Un ejercicio de buen juicio.
Bufó ante eso.
—El problema es que no quiero el trabajo
que viene con él. Quiero tener la vida más normal y humana que sea posible. No
estoy hecho para toda esta mierda de caza-monstruos.
—A menos que esos monstruos lleven la
lucha a ti.
—Exactamente.
Una brisa fría barrió, y trató de no
temblar. No tenía la menor idea de cómo Seungki podía soportarlo sin camisa,
aunque tenía que admitir que se trataba de una hermosa vista. No era tan bonito
como el pecho desnudo de Hyukjae, pero...
Antes de que ese tren de pensamiento se
descarrilara por completo, se obligó a concentrarse.
—Hyukjae y yo no funcionamos.
—Odio no estar de acuerdo, pero la
solidificación de los colores de la Luceria cuentan una historia diferente.
—Shiyoon está de vuelta.
Seungki negó con la cabeza en un
silencio anonadado.
—Es cierto. Hyukjae
confirmó que es él. Al parecer estaba atrapado en el limbo, en algún lugar,
pero está aquí ahora, y no hay manera de que pueda competir con él. Aunque no fuese
guapo para caerte de espalda, Hyukjae lo ama.
Decirlo en voz alta hizo que fuera
demasiado real, demasiado devastador. No debería importarle a quién amaba Hyukjae,
pero parecía que no podía dejar de sentirse celoso. Aunque la envidia no era la
peor parte. La peor parte era el profundo dolor en la boca del estomago, que no
parecía que fuera a desaparecer.
Tanto como había luchado contra su
unión, estaba empezando a acostumbrarse a tenerlo a su alrededor. Él solía ser
frío, pero también ardiente, haciéndole sentir más vivo de lo que nunca antes
se había sentido. Y en el fondo, el instinto le decía que Hyukjae le
necesitaba. Tan vanidoso como era pensar que tenía algo que ofrecerle que Shiyoon
no pudiera darle, todavía sentía... algo.
Fuese lo que fuese, ni siquiera podía
explicárselo a sí mismo, mucho menos a alguien más. Tenía que encontrar una
manera de dejarlo ir, y la única manera de hacer eso de forma segura era
escoger a otro hombre y así no convertirse nuevamente en alimento para demonio.
—Mi pregunta para ti, Seungki, es si
podrías dejarme o no vivir mi vida en paz. Hyukjae parece pensar que podrías.
—¿Exactamente qué me estás pidiendo?
—Si aceptara llevar tu Luceria, a cambio
tendrías que prometer que me permitirías vivir una vida humana. Podrías hacer
lo que quisieras, y yo también. Comprar una casa, un trabajo... ya sabes, una
vida normal.
—¿Nosotros no trabajaríamos en equipo?
—preguntó, como si el concepto fuera demasiado extraño para comprenderlo.
—Supongo que podríamos, pero todo lo que
hiciéramos no tendría nada que ver con la magia, la guerra, o los demonios.
—¿Por qué? ¿Por qué quieres una
existencia mundana cuando tienes el poder para luchar contra el verdadero mal?
—Porque no puedo soportar despertar cada
mañana preguntándome si voy a sobrevivir ese día. Porque no puedo lidiar con el
terror del combate. Pero sobre todo porque no puedo soportar ver el horror que
esos monstruos causan. Va a matarme si tengo que hacerle frente todos los días.
Él asintió con la cabeza, una profunda
tristeza le oscurecía los ojos.
—Entiendo.
—¿Lo haces?
¿Entiendes que nunca voy a superar esto, que no es sólo una fase, que no
necesito solamente algo de tiempo para entrar en razón y ver las cosas a tu
manera? Nunca voy a querer ser parte de tu mundo.
—Entiendo que quieres decir exactamente
lo que dices. Sin embargo, no estoy convencido de que siempre te sientas de esa
manera. Cuando se vive un tiempo con nosotros, es difícil no cambiar de opinión
acerca de las cosas.
—No estoy dispuesto a seguir discutiendo
con nadie acerca de esto. Mi pregunta es, ¿crees poder ser el tipo de hombre
para sacar el infierno fuera de mi camino y dejarme vivir, incluso si estamos
conectados por un collar mágico?
Se quedó en silencio durante tanto
tiempo, que estaba empezando a pensar que su búsqueda no había terminado aún.
—Está bien —dijo finalmente—. Siempre y
cuando no pongas en peligro tu vida, podría darte lo que quieres.
—Eso es un poco el punto, no arriesgar
mi vida todos los días.
—Entonces, está bien.
Una oleada de alivio se apoderó de Donghae,
pero sabía que era demasiado pronto para celebrar el momento.
Odiaba no estar tan emocionado con esta
idea como lo estaba Seungki, pero por lo menos ser abandonado por Hyukjae hacía
feliz a una persona.
Donghae se reprendió por ser tan
dramático. Hyukjae no lo abandonaba. Además, sólo un par de días atrás, había
estado esperando que lo liberara. Se suponía que debía estar feliz con esto. La
vida normal que tanto deseaba -lo que había soñado durante dos largos y
aterradores años- estaba a la vuelta de la esquina.
Si era lo que tanto quería, entonces
¿por qué diablos le daban ganas de llorar?
El teléfono de Donghae sonó, la pantalla
mostró el nombre de Shindong. Miró a Seungki.
—Te llamaré pronto.
—No dejaré el complejo hasta que tenga
noticias de ti.
Se alejó, respondiendo a la llamada.
—¿Dónde estás? —preguntó Shindong.
—Justo fuera de las ventanas de tu
oficina. ¿Por qué?
—Tenemos que hablar.
—Eso no suena bien.
—No lo es. Tienes que prepárate, Donghae.
Es tan malo como parece.
Donghae colgó y corrió por los pasillos
hacia la oficina. La mente llena de imágenes de sus hermanos muertos o heridos.
En esos pocos y breves segundos, vio el cuerpo de Leeteuk carbonizado más allá
del reconocimiento y a Sungmin sangrando en el suelo. No se molestó en llamar a
la puerta, voló dentro.
Leeteuk estaba allí. Su rostro era
sombrío, pero estaba vivo y entero.
El momentáneo destello de alivio que
sintió duro poco.
—No —dijo Leeteuk, sosteniendo a Donghae
por los hombros—. Sungmin está bien. Hablé con él ayer por la noche.
—Entonces, ¿qué? ¿Cuál es la horrible
noticia?
—Es Hyukjae —dijo Shindong.
El estómago de Donghae se hundió, y
alcanzó el collar para tranquilizarse al saber que todavía lo tenía, al mismo
tiempo tocó su mente. Hyukjae estaba allí, dándole la bienvenida con
tranquilidad y consuelo.
—¿Qué pasa con él? Sé que está vivo.
Puedo sentirlo.
—Esto es tan difícil de contar —dijo Leeteuk—.
Hay que sentarse.
—Él está bien — insistió Donghae—. Te he
dicho que puedo sentirlo.
Si no hubiera podido hacerlo, habría
estado totalmente asustado, pero Hyukjae seguía allí, en los pensamientos,
susurrándole que todo iba a estar bien.
—Su alma está muerta —dijo Shindong, en
un tono frío—. Lo llevaré mañana a los Tvxq para ser ejecutado.
El mundo tembló bajo los pies, y si Leeteuk
no lo hubiese cogido, se habría caído.
Kangin también estaba allí, colocando
una silla debajo de él.
—Esa no es una manera suave de decirlo, Shindong.
—No hay manera fácil de decirle lo que
va a pasar, así que jódete, Kangin. — Shindong miró a Donghae, y luego bajó la
voz—. Lo lamento mucho, Donghae. Si hubiera sabido que esto ocurriría, no
habría dejado que estuvieras tan cerca de él. Es un milagro que no te hiciera
daño.
Miró a su alrededor. Todo el mundo
estaba sombrío, como si ya estuviera muerto.
—Por supuesto que no me hizo daño. ¿De
qué demonios estás hablando? Nunca dejaría que nada ni nadie se acercara a mí.
Si él te dijo que me lastimó, está mintiendo. Voy a testificar bajo juramento,
o lo que sea que la gente haga.
La cara de Shindong era de piedra.
—No hay nada que puedas decir para
cambiar lo que va a suceder.
—Al igual que el infierno no existe. No
voy a dejar que condenes a un inocente a morir.
—Tú no lo entiendes,
Donghae —dijo Shindong—. No hay juicio. Su alma está muerta. Él va a ser
condenado a muerte mañana.
—¿Qué ha hecho para merecer esto?
—¿No me escuchaste? No tiene alma.
—¡Y qué coño! —casi gritó—. ¿A quién
asesinó?
—A nadie. Aún.
—¿Así que me estás diciendo que vas a
ejecutarlo por algo que no ha hecho todavía?
—Él va a herir a alguien. Es sólo
cuestión de tiempo.
Levantó la mano hacia Shindong. La
electricidad se arqueaba entre los dedos haciendo crepitar el aire.
—Sí, bueno, estoy a punto de dañar a
alguien, también. ¿Vas a matarme?
La mandíbula de Shindong se apretaba con
ira.
—Tú tienes alma. Hyukjae no.
—¿Cómo puedes siquiera saber eso? Desde
donde estoy sentado, tú pareces el bastardo sin alma, aquí.
—Él lo sabe, Donghae —dijo Leeteuk, con
voz suave—. La Marca de Vida de Hyukjae está desnuda. La escondió con tatuajes
de hojas, pero Shiyoon lo conocía demasiado bien. No se dejó engañar por él.
La mano de Donghae cayó, disipando la
energía eléctrica con la conmoción y el dolor.
Shiyoon lo conocía lo suficientemente
bien como para ver que no tenía alma, después de haber estado con él durante
solo cinco minutos, y sin embargo, Donghae había estado desnudo y en la
intimidad con él durante horas y nunca sintió nada. Tal vez no era tan cercano
a él como se había engañado a creer.
Nada de eso importaba ahora. Tenía que
encontrar una manera de hacer entrar a estas personas en razón.
—No se puede matar a un hombre por algo
que podría hacer. Si hiciéramos eso, entonces, tendrían que matarme a mí,
también. Es bárbaro.
—Es nuestra costumbre —dijo Shindong.
—Y te preguntas por qué no quiero formar
parte de vuestro jodido mundo —se volvió hacia Leeteuk—. Te das cuenta de la
locura que es esto.
—He visto a través
de Kangin el daño que puede ocasionar dejar que Hyukjae viva. Tengo que confiar
en que ellos saben lo que están haciendo. Han estado tratando con esto durante
miles de años. Si esta es la forma más segura, entonces debemos aceptarla.
—Todos vosotros sois unos malditos
locos. Quiero verlo.
—No —dijo Shindong—. Podría hacerte
daño.
Con un pensamiento y más fuerza de la
que probablemente era necesaria, utilizó una ráfaga de aire para golpearle y
pegarle contra la pared. Las espadas ancladas cayeron al suelo y los papeles se
arremolinaron por todas partes.
—Puedo protegerme a mí mismo. Ahora,
¿dónde diablos está?
—Deja que lo vea, Shindong —dijo Leeteuk—.
Las mentiras de Hyukjae han terminado. No va a tratar de ocultarlo más. Lo verá
tal cual es ahora.
—Está bien —dijo Shindong con los
dientes apretados—. Pero no lo dejaré ir solo Leeteuk, que Kangin vaya con él.
Donghae soltó el aire que lo sostenía, y
él se agarró mientras caía.
No se molestó en darle las gracias. No
agradecería al hombre que quería matar a Hyukjae.
Por primera vez, Hyukjae sabía
exactamente cómo se sentía su monstruo, estando encerrado, atrapado e impotente
para actuar.
Se aferró a los barrotes de la celda,
tirando y empujando contra ellos para buscar cualquier señal de debilidad. No
había ninguna ventana. Las paredes eran de cemento y estaba a varios metros
bajo el suelo. Y aunque sabía que dejarse atrapar era lo correcto, ahora lo
lamentaba.
Donghae tenía dolor. Podía sentir su
conmoción y cólera manando por el vínculo. La negación eclipsaba su dolor,
haciéndole preguntarse si ya había aceptado su destino de la manera que él lo
había hecho.
Tenía que estar con él, para decirle que
todo estaría bien. Tenderle una mano a través de la Luceria no era suficiente.
Quería ver su cara y saber que creía en lo que le decía. No había ningún modo
de que pudiera entregarse a la muerte en paz si sabía que Donghae estaba
abandonado, aturdido y lastimado.
La cerradura de la entrada principal a
la celda sonó al abrirse. Se esforzó en ver quién era, pero el ángulo era
demasiado cerrado.
—¿Quién está ahí?
—Soy yo —dijo Donghae, su voz cayendo
sobre él como agua cálida y limpia.
Soltó un largo suspiro y extendió la
mano a través de los barrotes hacia él.
—Mantén las manos para ti mismo —dijo un
hombre. Luego, un segundo más tarde, Kangin se colocó ante la vista—. Estoy
aquí para asegurarme que todo esté bien y de forma civilizada. ¿Lo entiendes?
Si veo cualquier señal de peligro, lo arrastro fuera de aquí.
Hyukjae asintió con
la cabeza y retrocedió. Iba a ser un buen muchacho si era lo que necesitaba
para ver a Donghae otra vez antes de morir. Además, la idea de Kangin tocándolo,
hacía que el monstruo quisiera salir a jugar.
Donghae apareció, tan jodidamente hermoso
que le quitó el aliento. Sus ojos brillaban con las lágrimas no derramadas y se
mordía el labio inferior por la ansiedad.
—¿Es cierto? —le preguntó, acercándose
poco a poco—. ¿Lo que ellos dijeron sobre tu alma?
Bajó la mirada al suelo por la vergüenza
y asintió con la cabeza.
—No podía decírtelo. Lo siento.
—Pero tú no pareces… malvado.
—Lo escondo. Me controlo a mí mismo.
Pero está ahí, al acecho dentro de mí y cada día es más fuerte.
—Eso fue lo que vi, ¿verdad? Cuando
estábamos… juntos.
Todavía no podía mirarle a los ojos.
—No quise esto para ti. Por eso quería
que eligieras a otro hombre. Yo sabía que nunca estaría entero.
—¿Y por qué la Luceria no se cae? Ya que
nunca estarás tan bien como nuevo.
Sus dedos se deslizaron entre los barrotes,
tan delicados y hermosos. Él recordó cómo podían hacerle sentir, y deseó su
toque otra vez tanto que casi le volvió loco resistirse a la necesidad de dar
un paso adelante para que pudiera alcanzarle.
—Eso no es seguro —dijo Kangin—. No me
hagas obligarte a salir.
Su cabeza giró bruscamente para mirarle.
—Inténtalo y verás lo bien que te va.
La voz de Leeteuk llegó desde fuera de
la vista, pero desde las cercanías.
—Sólo está tratando de protegerte.
—Déjanos solos por un minuto, ¿quieres?
Merecemos un poco de maldita intimidad.
—Lo siento —dijo Kangin—. Eso no pasará.
Donghae tiró un estallido de poder de Hyukjae,
y luego agitó su mano. Kangin se deslizó fuera de su vista como si hubiera sido
empujado.
—Tiene razón —le dijo Hyukjae—. No es seguro
para ti estar a mí alrededor.
—Tú también no.
Estoy harto de escuchar esa mierda. Quiero que me digas lo que tengo que hacer
para salvarte.
—Hay una cosa que podrías hacer.
—Lo que sea.
—Necesito que le entregues un mensaje a
algunos hombres por mí. —Le dio los nombres de los otros hombres de la Banda de
los Áridos—. Diles que te envié, lo que me ha pasado y luego les dices que el
Grupo está comprometido y que necesitan pasar a la clandestinidad.
—No entiendo.
—Sólo díselo. Sabrán lo que quieres
decir.
—¿Cómo va a salvarte eso? —preguntó.
—No lo hará, pero podrá salvar las
suyas.
—No estoy preocupado por sus vidas.
Estoy preocupada por la tuya.
—No hay nada que podamos hacer para
salvarme. No puedes devolverme el alma a la vida, más de lo que podrías
devolver a la vida a las personas que murieron en aquellas cuevas.
Donghae se estremeció, sus cejas se
apretaron juntas por la pena.
—No digas eso. Tiene que haber una
manera, ¿un hechizo mágico, o algo así?
—La muerte es la muerte. Los dos tenemos
que aprender a vivir con eso. Sólo lamento que todavía estés vinculado a mí al
final. Trataré de mantener los pensamientos para mí, pero puede que tengas que
mantenerme fuera. Me avergüenza admitirlo, pero puede que no sea capaz de
controlarme a mí mismo y evitar que lleguen a ti.
Una lágrima rodó por su mejilla, pero
había furia al acecho bajo la tristeza.
—No te dejaré morir solo.
—No quiero que estés conmigo en ese
momento, Donghae. No quiero que sientas como la vida se drena fuera de mí. Eso
te perseguiría para siempre. Prefiero que recuerdes lo que sea que viste en mí
que hace que te preocupes lo suficiente para estar aquí ahora.
—Por supuesto que me preocupo por ti.
¿Cómo no hacerlo, cuando no has pensado en otra cosa salvo en las personas que
te rodean desde la noche que nos conocimos? Debías haber sabido que esto podría
suceder, que podrías ser encarcelado y condenado a muerte. Por eso eras frío,
empujándome lejos, para que no terminara aquí, enojado y
devastado porque vas a dejar que te maten. No has hecho nada. No puedes dejar
que lo hagan.
Él inclinó la cabeza, incapaz de mirar
el dolor que irradiaba de sus ojos. Sólo que, incluso mirando lejos, todavía
podía sentir como palpitaba en él, golpeando a través del vínculo.
—Es el único camino ahora.
—¿Qué? ¿Había otro camino antes? ¿Uno
mejor? Porque si lo había, vamos a tomarlo.
Alargó la mano hacia Donghae, cerrándola
alrededor de sus dedos. Los tenía fríos y temblorosos.
—Yo sabía que la única manera de
liberarte de mí era muriendo. Tan pronto como entrásemos en la siguiente
batalla, con gente allí para velar por ti, tenía la intención de acabar con mi
vida.
—¿Ibas a suicidarte? Esa no es ninguna
opción.
—Lo era para mí. Era una forma honorable
de irme, una que yo habría elegido. Sin duda mejor que la vergüenza de enviarme
al Tvxq.
—No quiero que mueras.
Apretó los dedos alrededor de los suyos,
tratando de calentárselos.
—Estarás bien sin mí. Eres fuerte.
Prométeme que te quedarás lejos al final. No sé cómo me van a matar, pero tengo
que saber que no lo sufrirás junto a mí. Prométemelo.
Donghae sacudió la cabeza, por lo que
más lágrimas se derramaron.
—No te lo voy a poner fácil. A ninguno
de vosotros. Si lo haces, lo haces sin mi apoyo.
—Esto debe suceder.
—Es sólo una prueba más de que no
pertenezco a tu mundo. ¿Cómo podría unirme con la gente que mata a su propia
gente por algo que podría suceder?
—Si hubieras visto lo que es capaz
alguien como yo, entonces lo entenderías.
—No quiero entender. Sólo quiero despertarme
y encontrar que todo esto era una pesadilla.
Deslizó las manos a sus brazos,
ahuecando sus hombros. Los ojos vagaron por su cara, memorizando cada pequeño
detalle. Dejaría esa imagen en la mente cuando llegara el momento y dejaría que
le consolara.
—Dame tu cinturón y
lo terminaré ahora, así no tendrás que sufrir el tiempo que tome conseguir para
mí un Tvxq.
—¿Mi cinturón? —preguntó Donghae
confundido.
—Me quitaron el mío. No tengo ninguna
forma segura para poder matarme aquí. —Había considerado golpearse la cabeza
contra la pared de cemento, pero eso no era ninguna garantía de muerte. Tenía
que hacerlo bien para limitar el sufrimiento de Donghae. Si simplemente se
mutilara, todavía estaría atado a él. Una lesión cerebral permanente, lo
atraparía para la eternidad—. Ayúdame y todo estará terminado en unos minutos.
Una mirada de horror cruzó su cara y se
retiró, sacudiendo la cabeza.
—No te ayudaré a suicidarte.
—Es lo que quiero. Prefiero morir por mi
propia mano que por alguien que ahora se hace llamar nuestro amigo. Piensa en
mi futuro verdugo. ¿Cómo te sentirías si tu trabajo es matar a alguien que ni
siquiera conoces? —No podía pensar en una forma de hacerle entender que él no
quería empañar todo lo que fue una vida noble, causando el dolor de otros como
su último acto en la vida.
—No.
—Por favor. Quiero terminar mi vida del
modo más honorable posible. Ayúdame a hacerlo.
—No puedo. No lo haré —se dio la vuelta
y corrió, el sonido de un sollozo sofocado resonó detrás de él.
DA FUCK !!!!!!!
ResponderEliminarQUE PASARA !!!! NOOOOOOOOOOOOOOOOOO !!!Iehnkdbjdkbljn;d
Maldito shindong !!! MALDITO !!!!!!!!! bfdjd
porfavor !!! tiene que haber una formaaaaaa !!.. no se me ocurre nada joder !!!!fdubdjsihdios
asdfdagsfgadgfsdgfdgfsdg que intenso est Yota!!! me encantaaaaaaaaaa *--------* !!! gracias por el mp !!
Aigoooo ahora si que estoy llorando como nena aigoooo pobre mi Hyukie se quiere matar, que alguien me explique como un ser sin alma puede pensar siempre en los demas y anteponerlos ante sus intereses hyukie tiene mas alma que el mismo shindong!! Pobre mi Hae el ama a Hyukie esta sufriendo mucho. Unnie porfa no te tardes gracias x el capi x lo menos ese shiyoon no se quedo con hyukie o ya no tuviene cel para leer lo habria estrellado del coraje jajajaj kamsamnida unnie nos leemos en la prox
ResponderEliminarnoooooooooooooooo!!!! no puede estar pasando esto!!!
ResponderEliminarentiendo las reglas, pero me parece injusto! no puede
ser que no haya alguna solucion para que Hyuk se salve!!
kyaaa!! me encanta como va la historia!!
muchas gracias por el mp!!
saludos
me tienes con el corazon en un hilo por san siwon k estos dos como sufren despues de todo quiero k terminen bn y juntos tiene k haber una forma pra k no se separen si se aman por k me haces esto yota si tengo un paro tu seras la culpable nos leemos pronto no tardes te lo supliko
ResponderEliminarAhhh noooo, xq? Hae bb Y.Y estas actualizando rápido.... No quiero q hyuk muera Y.Y hae has algo x(
ResponderEliminarLa reputisima madre no puedo creer que los propios "amigos"lo condenen a la muerte y li acepten tan campante.
ResponderEliminarHae sólo vos podes hacer que su muerte no se lleve a cabo. Shiyoon mi venganza será terrible
Nooooo Hyuk no quiero que le pase nada quiero que encuentre la forma en que se solucione sufro con Hae espero que todo salga bien el capitulo cada vez esta mas interesante
ResponderEliminarGracias por el MP y estare esperando de nuevo la actualizacion
Cuidate!!!
Rox Andres
Noooooo....deja que piense en una forma, por favor, no puede terminar así, HyukJae no lo merece...por favor!
ResponderEliminarTiene que haber una forma siii y tiene que haber una alguna cualquiera que ayude a que hyukie no muero T_T
ResponderEliminarmorire con el como lo hara Hae T_T
ah que pasara???
ansiosa ansiosa me quedo u.u
GRACIAS UNNIE xD
shitttt, nooo no pude ser, no ahora debes salvarlo Hae de algun forma algo debe haber para salvarlo pliss, no se puede morir asi, dleben estar juntos se aman el otro maldito lo traiciona, y ahora yaa no vivira, se empeña en el honor diablos, que triste, plis que algo pase ahora................waaaaa voy a llorar noooo
ResponderEliminarEun no puede morir.
ResponderEliminarHae tiene que encontrar la manera de salvarlo.
Actualiza pronto.
Si gracias por el MP
Usuario 09
TIENE QUE ENCONTRAR OTRA MANERA, HYUK NO PUEDE MORIR ASÍ, EL NO PUEDE IRSE SOLO TT________________________TT
ResponderEliminarESTOY TAN DESTROZADA COMO HAE QUE HE ESTADO LLORANDO CASI TODO EL CAPO PERO MAS AL TERMINAR.
El es un hombre honorable, y como dice Hae el no ha lastimado a nadie no lo pueden matar, no a el. </////33 Tiene que haber otra solución, una que no sea tan inhumana.
Hyuk es una de sus mejores guerreros merece una oportunidad de salvarse. T_T
Unnie gracias por el MP. ♥
Cuídate.
Nooooo Noooo
ResponderEliminarComo es esto posible, como es que...
No el no debe morir Hae tiene razón.
Hyuk debe seguir vivo....
Que pasara ahora??! casi llore al leer...
Gracias por el aviso, espero el siguiente.
Un saludo, que estés bien :D
Son unos malditos asi le pagan a mi monito hermoso y se dicen sus amigos ahora lo quieren ejecutar mi monito no puede morir tiene que a ver una forma de que se salve y hae tiene que ayudarlo
ResponderEliminarGracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
NOOOOO maldito shindong como le puedehacer eso al monito que no le ha hecho mal a nadie hae tiene que encontrar la forma de salvar a hyuk y que no lo maten para que puedan estarjuntos y ser felices
ResponderEliminargracias por el mp cuidate besos
enviame mp cuando actualizes
hola
ResponderEliminarhay dios esto no puede ser pobre hyukie ya hasta lo tienen encerrado
y hae ni que decir se siente super mal pero estoy segura que el hara todo por salvar a su monito hermoso
no me gusta eso de que hae valla con otro hombre pero como solo lo hizo porque hyuk le dijo pues ni modo
aish esto cada vez esta mejor, ya quiero leer la conti
espero que te encuentres bien yota, gracias por el mp
nos leemos luego
kisses
T____________________T
ResponderEliminarMe recargo en la pared,pero,hyuk ya esta herido verdad?,Hae no vio eso
con una #$%&#%%$& se sabe el daño que causa un suju sin alma,pero apoco no han visto cuanto tiempo a estado hyukjae asi yno ha pasado nada?......como dice hae,el siempre se preocupa primero de la gente que necesita ayuda,dejandose a el mismo al final,ahora quiere terminar con su vida,para no darle un sentimiento de culpa al verdugo y a sus "amigos" por la muerte que se aproxima,que acaso eso no les dice nada?
joder,y ahora Hae se va,lo deja,pero tengo la esperanza de que haga algo para que eviten que lleven a hyuk con los TVXQ....lo sé,debe hacerlo,algo tiene que hacer,algo tiene que pasar
aaaaaaaaaa no es justo....no es justo
ahora si me desespero......quiero conti pronto
noooooooooo ......... por favor tiene que haber alguna manera de salvar a hyuk, el no puede morir y dejar a hae
ResponderEliminarque haré el pez para ayudar al monito .......esta es realmente la parte mas emocionante de la historia
ya quiero leer como continua
saludos ^^
hay Dios que va ah hacer Hae y esas locas ideas del mono ese mas vale que le encuentren la vuelta a esa esquina hay noooo que no se muera ni lo maten ni se mate xfa
ResponderEliminarATTE: nicol_HKS
rosaliehale:
ResponderEliminarGuao, en serio no quiero que muera nadie mas, tengo un trauma con lo de Changmin y Yunho, fue muy triste y si muere Hyuk sera 10000000000000 veces mas triste.
Pobre Hae, se enamora de alguien en un mundo nuevo (para él) y ahora le toca decidir si lo ayuda a morir honorablemente o no.
Bueh por lo menos aca se ve a un Donghae que ya quiere a sus hermanos y que se preocupa por ellos, eso me gusto mucho.
Muchas gracias por el mp =)